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Sena centro agroindustrial

Nombre: Cristian Alonso chiquito morales


Cc: 1094915527
Código de ficha: 2018757
Curso: operario en mantenimiento y operación de piscinas
Nombre del profesor: luisa maría delgadillo
Bacteria bacilo

La palabra bacilo se usa para describir cualquier bacteria con forma de barra o


vara, y pueden encontrarse en muchos grupos taxonómicos diferentes tipos de
bacterias. Sin embargo el nombre Bacillus, se refiere a un género específico de
bacteria. El otro nombre Bacilli; hace referencia a una clase de bacterias que
incluyen dos órdenes, uno de los cuales contiene al género Bacillus.
Los bacilos son bacterias que se encuentran en diferentes ambientes y solo se
pueden observar con un microscopio.
Los bacilos se suelen dividir en:

_Bacilos Gram positivos: fijan el cristal violeta (tinción de Gram) en la pared


celular porque tienen una gruesa capa de peptidoglucano.

_ Bacilos Gram negativos: no fijan el cristal violeta y se tiñen con el colorante de


contraste usado en la tinción de Gram que es la safranina, debido a que tienen
una fina capa de péptidoglucano en medio de dos bicapas lipídicas en la cual se
encuentran los lipopolisacáridos o también llamados endotoxinas (principalmente
en la membrana externa).
Aunque muchos bacilos son patógenos para el ser humano, algunos no hacen
daño, pues son los encargados de producir algunos productos lácteos como
el yogur (lactobacilos).
Ejemplos:
A lo largo de la historia de la medicina y de la microbiología, varias de estas
bacterias han producido enfermedad en los humanos y por lo general se han
adoptado el nombre del científico que los descubría, por ejemplo:

 Bacilo de Aertrycke: Salmonella
 Bacilo de Bang: B. abortus
 Bacilo de Ducrey: H. ducreyi
 Bacilo de Eberth: S. typhi
 Bacilo de Nicolaier: Tétano
 Bacilo de Hansen: M. leprae
 Bacilo de Klebs-Löffler: C. diphtheriae
 Bacilo de Koch: M. tuberculosis
 Bacilo de Morex: Género Moraxella
 Bacilo de Yersin: Y. pestis
Síntomas:
Los síntomas comienzan repentinamente entre 1 y 10 días (en general entre 2 y 4
días) después del contacto con la bacteria. Los síntomas iniciales incluyen dolores
de cabeza, escalofríos, náuseas, vómitos, fiebre de hasta 40 °C y un gran
agotamiento. El enfermo experimenta una extrema debilidad, escalofríos
recurrentes y sudoración profusa. En 24 a 48 horas, aparece una ampolla
inflamada en el punto de la infección (por lo general el dedo, el brazo, un ojo o el
paladar) excepto en los tipos glandular y tifoidal de tularemia. La ampolla se llena
rápidamente de pus y se abre para formar una úlcera. Sobre los brazos y las
piernas suele aparecer una sola úlcera, pero en la boca o los ojos aparecen
muchas. Por lo general, sólo afecta a un ojo. Los ganglios linfáticos que rodean la
úlcera aumentan de tamaño y pueden producir pus, que posteriormente sale al
reventar los ganglios. Las personas con neumonía tularémica pueden llegar a
sufrir delirio. Sin embargo, la neumonía puede causar sólo síntomas leves, como
tos seca que produce una sensación de quemazón en medio del pecho. En
cualquier momento durante el curso de la enfermedad puede aparecer una
erupción cutánea.

Tratamiento:
La tularemia se trata con antibióticos, que se inyectan o bien se administran por
vía oral durante 5 a 7 días. Sobre las úlceras se colocan vendajes húmedos que
hay que cambiar con frecuencia. Dichos vendajes ayudan a evitar que la infección
se extienda y que los ganglios linfáticos se inflamen. En casos poco frecuentes,
los abscesos de gran tamaño deben ser drenados. Aplicar compresas tibias sobre
el ojo afectado y usar gafas oscuras alivia en cierta medida el malestar. Las
personas que sufren intensos dolores de cabeza suelen ser tratadas con
analgésicos, como la codeína. Quienes reciben tratamiento casi siempre
sobreviven. Alrededor del 6 por ciento de las personas no tratadas mueren. La
muerte suele ser el resultado de una infección grave, neumonía, infección del
revestimiento del cerebro (meningitis) o infección del revestimiento de la cavidad
abdominal (peritonitis). Las recaídas no son frecuentes pero pueden producirse si
el tratamiento es inadecuado. Una persona que padece tularemia desarrolla
inmunidad frente a la reinfección.
Síntomas y diagnósticos:

La peste puede adoptar una o varias formas (bubónica, neumónica, septicémica o


peste menor). Los síntomas varían según la forma de la peste. Los síntomas de
peste bubónica suelen aparecer de 2 a 5 días después de la exposición a la
bacteria, pero pueden hacerlo en cualquier momento, desde unas pocas horas a
12 días más tarde. Los síntomas comienzan repentinamente con escalofríos y
fiebre de hasta 41 ºC. El latido cardíaco se acelera y debilita, en tanto que la
presión arterial puede caer. Los ganglios linfáticos se inflaman (y reciben el
nombre de bubones) cuando comienza la fiebre o bien poco antes. Por lo general,
los ganglios son extremadamente dolorosos al tacto, son duros y se encuentran
rodeados de tejido hinchado. La piel que los cubre es suave y rojiza pero no
presenta una temperatura elevada. Es probable que el enfermo esté inquieto,
delirante, confuso y tenga incoordinación. El hígado y el bazo pueden agrandarse
considerablemente, por lo que se pueden percibir con facilidad durante una
exploración. Es posible que los ganglios linfáticos se llenen de pus y drenen
durante la segunda semana. Más del 60 por ciento de las personas no tratadas
mueren. La mayoría de las muertes se produce entre el tercero y el quinto día. La
peste neumónica es una infección de los pulmones con las bacterias de la peste.
Los síntomas, que comienzan abruptamente de 2 a 3 días después de la
exposición a las bacterias, son fiebre elevada, escalofríos, ritmo cardíaco
acelerado y, con frecuencia, intensos dolores de cabeza. En 24 horas comienza la
tos. Al principio el esputo es claro, pero rápidamente comienza a presentar
señales de sangre, hasta que se vuelve uniformemente rosado o de color rojo
intenso (semejante al jarabe de frambuesa) y espumoso. Es frecuente que el
enfermo respire rápidamente y con dificultad. Las personas no tratadas mueren,
generalmente, dentro de las 48 horas siguientes al inicio de los síntomas. La peste
septicémica, otra variedad de peste, es una infección en la cual la forma de peste
bubónica se extiende hasta la sangre. Puede causar la muerte incluso antes de
que aparezcan otros síntomas de peste bubónica o neumónica. La peste menor es
una forma leve de peste que suele aparecer sólo en el área geográfica en la que la
enfermedad es endémica. Sus síntomas (ganglios linfáticos hinchados, fiebre,
dolor de cabeza y agotamiento) persisten a lo largo de una semana. La peste se
diagnostica analizando los cultivos de bacterias que han crecido en las muestras
de sangre, de esputo o de ganglios linfáticos.
Prevención y tratamiento:

Las infecciones por Brucella se pueden evitar no bebiendo leche sin pasteurizar ni
queso sin curar. Las personas que manipulan animales o cadáveres de animales
deben usar gafas protectoras y guantes de goma, además de cubrir cualquier
corte que tengan en la piel. Eliminar a los animales infectados y vacunar a los que
están sanos puede ayudar a evitar la difusión de la infección. Las recaídas son
frecuentes cuando sólo se usa un antibiótico, por lo que generalmente se
prescribe una combinación de ellos. La doxiciclina o las tetraciclinas, junto a una
inyección diaria de estreptomicina, reducen el riesgo de recaídas. Los niños
menores de 8 años pueden recibir trimetoprim-sulfametoxazol o bien
estreptomicina o rifampicina, porque las tetraciclinas podrían dañarles la
dentadura. En los casos graves se utilizan corticosteroides como la prednisona.
Una persona con dolores musculares importantes puede necesitar un analgésico
potente, como por ejemplo la codeína.

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