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Principales Valores que debe practicar el Docente y el estudiante en

el aula.
Aportes de Sócrates y Santo Tomás de Aquino en la formación de valores.

Por: Adrian Vega Armenta

Los valores son bienes posibles, de diferentes órdenes; bienes que la persona puede
hacer reales y concretos, hacer que pasen del nivel abstracto al nivel concreto de la
actuación. Los valores son lo que mueve el actuar, sobre todo el moral, ya que lo que
es valioso para la persona o la sociedad es lo que determina de alguna manera que se
procure alcanzarlo con el proceso de la conducta. Cada sociedad e incluso cada
persona tiene su tabla de valores, que guía su comportamiento. Al ser bienes, se
constituyen también en fines, y mueven de manera teleológica el actuar humano.
Como sabemos, hay diferentes tipos de valores: corpóreos, culturales, morales,
religiosos... Se pueden tener diversas clasificaciones y jerarquías de los mismos por
parte de las personas y las sociedades. Pero cuando, como ocurre en nuestra
sociedad y en nuestro tiempo, se han subvertido peligrosamente los valores de modo
que los medios de comunicación endiosan los valores del cuerpo (placer, riqueza,
poder), es cuando debe preocuparnos lo que la educación puede hacer contra una
maquinaria tan poderosa de condicionamiento. De hecho, los anti-valores que una
sociedad difunde, o elementos dentro de una sociedad difunden, se vuelven hábito en
los ciudadanos, y llegan a constituirse como anti virtudes, que corrompen la profundidad
del ser humano. Ahora que se bombardea, especialmente a los jóvenes, con tantos
antivalores consumistas que se difunden en nuestra sociedad es cuando más
perentorio resulta educar en valores, de modo que se pueda oponer una resistencia
firme a las influencias negativas.
En épocas antiguas y aun en la edad media no se hablaba de valores, se hablaba de
virtudes. Este concepto está volviendo recientemente a la filosofía, y que es muy
interesante para el campo de la educación. (Arriarán, Beuchot,1999). La virtud se puede
definir, según los autores, diciendo que es una propiedad disposicional que la persona
adquiere, y que la capacita para hacer bien una cierta actividad. Y se puede entender la
educación como el suscitar y promover las virtudes en el individuo a partir de él mismo.
Pues bien, siempre ha sido un problema, desde Sócrates , si la virtud puede
enseñarse. Parece que sólo puede indicarse, mostrarse, a través de una conducta
virtuosa que el aprendiz va detectando en el maestro y asimilando en su propio interior.
En este sentido es claro y contundente el argumento de que el ejemplo del maestro es
la mejor enseñanza que se puede dar en valores.
Un vía intermedia entre la postura que dice que sí se puede enseñar directamente pues
toda la evidencia parece ir en contra, ya que no hay escuelas para aprender virtudes,
por lo menos desde que los sofistas cerraron las suyas, y la postura que dice que la
virtud sólo puede mostrarse de manera indirecta y casi enigmática, pues de hecho
imposibilita la enseñanza de la virtud, ya que se trataría casi de una adivinanza para el
alumno.
Entendida la virtud de esa manera, a la luz de ella resulta que la educación es una
actividad y un proceso en el que se lleva a la persona a desarrollar sus posibilidades o
potencialidades. Así, la educación tiene como objeto formar a la persona, no solamente
informarla. Es el desarrollo de sus potencialidades. Esta idea de potencialidades de la
persona nos remite a la idea de virtudes, esos hábitos que pueden cualificar a la
persona en su misma estructura ontológica, que se van adquiriendo y desarrollando en
el individuo precisamente porque se halla en estado de potencialidad ,(Romero, 2002).
El hombre es un cúmulo de potencialidades que hay que desentrañar. Con esta idea del
autor, de potencias en el ser humano, surge la exigencia de la educación como
educción de virtudes a partir de la persona. “Educar es educir, sacar algo, y lo que se
educe son las virtualidades de la persona misma”. Ya no se trata exactamente de darle,
de implantarle, casi imponerle. Es necesario entender la educación como algo que se
hace contando con la persona implicada, con el educando. El educador sólo actualiza, o
ayuda a actualizar, esas virtudes o valores en el educando, en una especie de diálogo
en el que suscita el crecimiento de dichas virtudes.
La educación, entendida como diálogo, ya no toma al alumno como algo pasivo, sino
activo, como un interlocutor (Esquivel, 2009). Hay una interacción, algo en lo que
ambos participan. El diálogo es algo vivo, no se trata de transmitir información de
manera puramente receptiva. Se trata de tomar en cuenta al interlocutor para sacar
algo en común.
En este dialogo que se enriquece permanentemente por la mediación del maestro, es
importante que se refuercen tres valores fundamentales para el desarrollo pleno del ser
que es el fin de la educación y especialmente y por extrapolación, el desarrollo pleno e
inteligente de la sociedad:

Educar por y para el respeto que funda la autonomía del individuo, que se sustenta
esencialmente en el respeto de la capacidad que tienen las personas para su
autodeterminación en relación con las determinadas opciones individuales de que
disponen. El respeto o reconocimiento es la consideración de que alguien o incluso algo
tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad: respeto
mutuo, reconocimiento mutuo. Protección de los individuos con deficiencias o
disminución de su autonomía en el que se plantea y exige que todas aquellas personas
que sean vulnerables o dependientes resulten debidamente protegidas contra cualquier
intención de daño o abuso por otras partes. Este principio de autonomía sirvió como
base de la bioética desde los aspectos sociopolíticos, legales y morales.

De igual manera constituye un valor a rescatar: la responsabilidad. Entendida ésta


como la facultad que tienen las personas para tomar decisiones conscientemente y
aceptar las consecuencias de sus actos, dispuesto a rendir cuenta de ellos. Es
un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar,
orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.
Igualmente se puede decir que es la virtud o disposición habitual de asumir las
consecuencias de las propias decisiones, respondiendo de ellas ante alguien o como la
virtud individual de concebir libre y conscientemente los máximos
actos posibles universalizables de nuestra conducta. Para que exista responsabilidad,
las acciones han de ser realizadas libremente y debe haber una norma desde la que se
puedan juzgar los hechos. Así, tanto alumno como maestro responden ante la sociedad
por sus enseñanzas y aprendizaje respectivamente.
La solidaridad tiene que ver con la comprensión de nuestro prójimo, o mejor “próximo”,
y sentir empatía, compromiso, formar un sentido de justicia, respeto y compasión. Debe
ser un valor imprescindible en las instituciones porque educar para la solidaridad es
educar en los valores fundamentales que las principales filosofías, religiones, y la
humanidad entera ha venido definiendo para sí misma. Educar en solidaridad es educar
en valores de aproximación de hombre a hombre en una sociedad que tiende a
individualizar.
Existen muchos entes que se encargan de fomentar estos valores, entre ellos se
encuentra la familia, la iglesia, la comunidad, la sociedad y especialmente la escuela,
pues constituye un espacio de convivencia plural, viviendo los valores cotidianamente,
por lo menos en un sentido ideal, pero para ello es necesario que se lo proponga
explícitamente, pues de lo contrario no se producirá tal efecto. La escuela debe estar
orientada para favorecer la vivencia de la solidaridad, el respeto y la honestidad, con
una actuación congruente de los docentes, implementando planes o programas de para
tal fin. Se debe tener a demás en cuenta que la adquisición de valores es integral y al
adquirir uno por ende se puede desencadenar el otro.

Aportes de Socrates y Santo Tomás de Aquino

Los valores, o mejor, la ética de Santo Tomás gira en torno al concepto de bonum. El
bonum presenta un doble respecto, uno óntico y otro personal. En ambos es el bonum
un principio ético.

El bonum surge prendido al ser, coincidente con el ser. En realidad bien y ser son
idénticos. Tan sólo añade el bien al ser un especial matiz, la relación con el fin y la
tendencia a él. Santo Tomás ve en la consecución de los propios fines de la naturaleza
y de su obrar, las virtudes específicas y el valor de cada ser. "La bondad de cada ser
consiste en que se comporte conforme a su naturaleza".(Summa theologica; De virt. in
com).
El "bonum" humano. Puesto que el hombre posee una especial naturaleza y un “agere”
correspondiente a este. El bonum humano, estará en que cada hombre particular sea y
obre como corresponda a la esencia y a la idea de hombre. La naturaleza común
humana constituye, pues, el principio óntico de la moral. No es esto un materialismo ni
un naturalismo, o una simple moral de bienes, pues ya en la antigüedad entendió
siempre la naturaleza humana ideal, y así lo entiende santo Tomás, quien toma las
ideas de la mente de Dios. "De Dios tienen las naturalezas lo que son como
naturalezas, y en tanto son ellas defectuosas en cuanto se apartan de los planes de su
dueño que las ha ideado" (Summa theologica).

Según Sócrates la virtud es aquella actividad y modo de ser que perfecciona a cada
cosa, haciéndola ser aquello que debe ser. La virtud del hombre es lo que hace que el
alma sea como debe ser, de acuerdo con su naturaleza, buena y perfecta. En esto
consiste la virtud: es la ciencia o conocimiento, mientras que el vicio es la ignorancia.

Los verdaderos valores no son aquellos ligados a cosas exteriores (riqueza, poder o
fama, ni a la belleza), sino exclusivamente los valores del alma que se hallan todos
incluidos en el conocimiento. Los valores tradicionales por sí mismo carecen de valor, y
lo toman en función del uso que de ellos haga el alma del hombre.

Conclusiones

A manera de conclusión quiero señalar, entonces, que el desarrollo del ser humano es
o debería ser armónico, es decir, todos los aspectos que lo componen, como lo son el
aspecto cognitivo, afectivo, social y espiritual deberían evolucionar a la par del otro,
pues se interconectan en muchos aspectos y solo con el desarrollo adecuado de éstas
áreas se puede hablar de una persona sana y desarrollada tanto física como mental y
emocional, educada en valores o aún mejor , en virtudes. Con un bonum humano cuya
definición y resolución se manifieste en el amor a la vida y al ser. Pero si la educación
solo se centra en el aspecto cognitivo se descuida el aspecto de la personalidad igual
de importante para la evolución y pleno ser de la persona humana.

El quehacer de cada una de las actividades que mantienen en movimiento nuestra


sociedad, está supeditada a la adquisición de valores, de manera oculta o no, y
nosotros como individuos vulnerables a adquirir una formación valorar, de manera
explicita o encubierta. Es por ello que se debe hacer actualmente mucho hincapié en la
necesidad de establecer unos objetivos y criterios afines que partan desde la educación
básica, para poder tener un control sobre lo que se imparte en la escuela y la manera
como se logra una educación integral que se fundamente en los valores.

Como maestros debemos estar muy pendientes de los cambios que se generan, a
nuestro alrededor, debemos ser sensibles para percatarnos de las necesidades más
apremiantes que viven las personas, en especial nuestros alumnos, así como prever
una formación escolar apegada a valores humanos más fundamentales. Esencialmente
los tres expuestos en este ensayo.

Adrian Vega Armenta

Bibliografía

• Arriarán Samuel, Beuchot Mauricio. Virtudes, valores y educación moral.Contra


el paradigma Neoliberal .Ed. Universidad Pedagógica Nacional,Colección de
textos, N°12.Mexico,1999.
• Romero, Guillermo Alberto (2002). Santo Tomás y los valores.
• Esquivel Estrada Noe Hector(2009) Reflexiones sobre el valor de la Educación y
la educación en valores. La lámpara de Diógenes. Revista de filosofía, Nros 18 y
19. Pp169-190. Madrid 2009

Webgrafia

• http://www.slideshare.net/segundobreyer/filosofia-medioevo-
7514501conultada nov 21 8:am

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