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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


U.E “Dr. José Manuel Siso Martínez”
San Antonio Edo. Miranda

Las
creacion Profesor:
Estudiante:

es y los Adrián Barboza


Valeria Daza

patrimo 2º “A”

nios
culturale
s de las
civilizac DESARROLLO

iones PINTURA INDIGENA:


Cuando se habla de pintura indígena, también es común que se utiliza en ciertas
formas de denominación como por ejemplo arte indígena o arte nativo, teniendo en cuenta que por supuesto se
trata del arte que corresponde a los pueblos indígenas.
Hay que hacer notar al respecto, que la diferente consideración y la manera en la que se los ha caracterizado
desde la antropología clásica, relacionaba a los pueblos primitivos en un sentido bastante cercano con el arte
primitivo, en donde el exponente principal fue el arte rupestre o ahora, por ejemplo. Partiendo del punto de vista
que se ha descrito, el arte indígena es una de las maneras más básicas y esenciales de la transmisión de la
cultura, pues ha sido un elemento esencial y crucial para que un grupo humano se pudiese identificar y por lo
tanto preservar en el tiempo su condición en relación con la de otros grupos. Con el paso del tiempo, la
imposición de otras culturas dominantes, en donde se destaca principalmente los procesos de colonización,
ocasionaron que ocurriese procesos de aculturación, uno de los motivos por los que la pintura indígena, su arte y
cultura, se fuese transformando de manera radical o en su defecto desapareciendo.

ESCULTURA Y CERAMICA INDIGENA:


La escultura monumental no fue conocida ni practicada por las tribus venezolanas. Lo más que se conoce son
algunas pequeñas figuras talladas en piedra. La mayoría de las tribus se dedicaron a la cerámica. Si bien es
cierto que la escultura y la cerámica indígena no fueron artes altamente desarrolladas, no es menos cierto que ha
sido a través de estas manifestaciones la mejor, abundan las vasijas con muchas patas, de base anular calada,
con elementos en inciso, punteados y en semirrelieve. Vasijas efigies en decoración pintada, línea muy
policromada sobre la arcilla o sobre engobe blanco. Para los entierros empleaban urnas globulares con o sin
motivos en relieve o pintados. En piedra verdosa se han encontrado una serie de majaderos ceremoniales que
denotan la técnica en el tallado por persecución y abrasión.
* Serie Tierroide: Esta serie se centra en la región de Barquisimeto, siguiendo hacia Trujillo y Mérida. Es una
cerámica muy fina y variada, con una típica ornamentación a base de líneas pintadas con pocos motivos
circulares. Se han hallado vasijas de doble vertedero, algunas con varias asas. Se han hallado también figuras
femeninas sentadas, en donde el cuerpo se une al tronco por encima del sexo, brazos arqueados, semejando
asas, con las manos apoyadas a las rodillas. El ojo, la boca y el sexo presentan la forma de un grano de café. Las
orejas están perforadas y algunas pintadas de rojo oscuro.
* Serie Barrancoide. Son característicos de esta serie los bols con base anular y borde plano saliente con
incisiones, provistos de patas modelado-incisas. Tampoco en este caso podemos establecer su origen. Parece
existir cierta relación en maneras que ya no podemos determinar con cierta alfarería modelado-incisa de la
región Amazónica de los que nos ocuparemos en la próxima sección. Su estilo cabecero, Barrancas sucedió
Saladero y coexistió con el Ronquín del serie Saladoide en el Bajo Orinoco durante el Período II, habiendo
pruebas de influencias mutua: Al parecer, durante la última parte del Período II la serie se difundió hacia el
norte, a través de la región del lago de Valencia (estilo La Cabrera) alcanzando la costa central (estilo El Palito).
* Serie Tocuyanoide. Las vasijas características de esta serie son boles trípodes o tetra podes cuyas patas se
extienden por las panzas hasta llegar casi al borde. La ornamentación se caracteriza por la presencia de dibujos
de forma curva hechos con pintura roja y/o negra sobre blanco, combinación de colores inversa a la Saladoide,
además de incisión de línea ancha.
*Serie Arauquinoide. Durante la última mitad del Período III hacen su aparición dos series, siendo la primera de
éstas la Arauquinoide, limitándose a las orillas del Orinoco y a la zona adyacente de los Llanos. Es muy posible
que se originase a partir de la serie Barrancoide, que en tiempos anteriores se había extendido
considerablemente por la zona, lo que parece indicar la presencia de apéndices modelado-incisos y de bordes
salientes en forma de pestaña, decorados con incisión de línea ancha. Pero la serie Arauquinoide posee también
desgrasante de esponja, que parece proceder de la región amazónica, habiendo descendido a lo largo del
Orinoco, y otros caracteres, como la incisión de líneas finas y rectas y el trabajo de aplicación, en especial los
rostros superpuestos sobre los cuellos de botijas globulares, que se cree provienen de las tierras altas de
Colombia desde las cuales descenderían tales rasgos por los ríos Meta, Vichada u otros. Por lo que hasta ahora
sabemos, el estilo Arauquín fue el único de la serie que continuaba existiendo durante la última parte del
Período III, con la posible excepción de la alfarería encontrada por Evans, Meggers y Cruxent en San Fernando,
en el alto Orinoco, cuya exacta posición cronológica no ha sido determinada aún.
* Serie Memoide. Esta última serie está compuesta solamente por dos estilos en los Llanos centrales, los de
Memo y Guaribe, y uno en la costa adyacente, el de La América, pero sospechamos que, cuando se lleven a
cabo más extensas investigaciones, se demostrará que su extensión geográfica es mayor. No conocemos aún sus
antecedentes. La alfarería posee desgrasante mineral siendo prácticamente las únicas formas existentes las de
botija globular y bol sencillos. La ornamentación se consigue generalmente mediante pliegues en las superficies
o haciendo impresiones con los dedos, con tejido o con cuerda. El estilo Memo, el más occidental, posee
además algunos caracteres que corresponden al horizonte Tierroide, incluso patas y pintura rectilínea, hecho
comprensible si tenemos en cuenta que el horizonte Tierroide se extendió hasta llegar a los Llanos occidentales.
Los estilos Memo y Guaribe aparecen en los Períodos IV y V mientras el estilo La América se encuentra
solamente en el Período V.

ARQUITECTURA INDIGENA:
La arquitectura indígena venezolana era trabajada en dos espacios diferentes, el agua y la selva. A la
arquitectura de agua, corresponden los palafitos, que eran viviendas comunes de las tribus wayuu y warao. Eran
viviendas pequeñas, apoyadas sobre pilotes de madera, construidas sobre las aguas tranquilas de los lagos y
lagunas. Cuentan los historiadores que cuando Américo Vespucio llegó a costas venezolanas y observó los
palafitos del Lago de Maracaibo, llamó al lugar "Pequeña Venecia", donde derivó tiempo después el nombre de
Venezuela. Hoy en día aunque la cantidad de comunidades indígenas han disminuido, las que aún existen
conservan la arquitectura de sus ancestros en los territorios de la costa oriental del lago de Maracaibo y en el
delta del Orinoco aún se pueden encontrar estos palafitos.
En cambio, las etnias que habitan las selvas tienen una arquitectura distinta, la churuata, era y sigue siendo el
tipo de vivienda predominante en los poblados indígenas. La churuata es una especie de choza, pero muy
particular, es una vivienda colectiva propia de los pueblos panare y piaroa, ubicados al sur del Orinoco. Se
destaca por su armazón de postes de maderas y círculos concéntricos interiores, sobre los que se colocan los
delgados haces de palma que conforman la capa impermeable del techo y la perfección de sus formas, coronada
por una punta cónica en la que culmina el techo y destaca sobre la vivienda. La churuata se ha convertido en los
últimos años en un icono de la cultura venezolana, pues ha sido llevada a las ciudades, en espacios públicos
como parques, Mansiones, restaurantes, sitios de esparcimiento, hoteles e inclusive como espacio incorporado
en casas modernas.
Aunque las viviendas más apreciadas y que más han perdurado hasta la actualidad en los pueblos indígenas son
el palafito y la churuata, otras etnias tenían su modelo propio de vivienda. Los wahiba, construyen una vivienda
colectiva hecha de palma y bambú, de planta rectangular, con grandes aleros y de dos plantas que se dan uso en
dos tiempos del año. Cuando es época de lluvia las aldeas suelen quedar inundadas, por lo que ellos viven en el
segundo piso, cuando es época de sequía viven en la planta de abajo. Los indígenas venezolanos básicamente
usaban madera, palos, palmas, caña, bambú, mangle y enea para la construcción de sus casas.

PALAFITOS CHOZAS

ARTESANIA DECORATIVA Y UTILITARIA INDIGENA:


La artesanía venezolana desde sus inicios, representa una de las manifestaciones culturales más importantes de la cultura
en Venezuela desde la época precolombina, puesto que se trataba de un arte que tenía mayor relevancia ante los demás
debidos a su calidad y a la cantidad en que se llevaron a cabo. Hay que destacar que las manifestaciones artesanales en
cualquiera de sus tipos han representado un registro de la historia en cuanto a las comunidades, en el caso de la artesanía
de Venezuela representa uno de los principales registros de las comunidades en cada una de las épocas de la historia. Por
lo general estas obras tenían un fin decorativo y además se le atribuía un fin práctico ya que por lo general solían ser
incluso utensilios.

Otras de las principales características que tenían artesanía venezolana es que conllevaban una especie de sello
de sus creadores por lo cual era fácil identificar a qué región o estado del país pertenecía. Esto quiere decir es
que si se trataba de una artesanía Mérida Venezuela esta solía ser fácil de reconocer mediante el sello, lo mismo
sucede si se trata de una artesanía Apure Venezuela. Por lo general los artesanía venezolana de la época
indígena cumplía con las mismas características anteriormente señaladas, ya que se trataban de manifestaciones
culturales que eran elaboradas por las distintas comunidades indígenas como uno de los principales elementos
artísticos los cuales estaban destinados a cumplir una función bien sea utilitaria Pero además cumplía con una
función decorativa, en todo esto influye el tipo de material que era utilizado para la labor. De acuerdo a lo
mencionado anteriormente lo que destaca es la artesanía de Amazonas Venezuela puesto que corresponde a las
expresiones artesanales indígenas más populares como parte de los registros históricos. Entre los tipos más
comunes de artesanía Venezolana en las comunidades indígenas se encontraban los tejidos que podían ser para
fabricar bolsos hamacas vestidos y guayucos, por otro lado también se encontraba la alfarería o cerámica, de la
misma forma la distintas tallas en madera y una variedad de adornos que usaban como su vestimenta.
Como parte de la artesanía venezolana de los grupos de la guajira se considera que esta comunidad llevan a
cabo unas expresiones artísticas más importantes como parte de su cultura, la artesanía por su parte se trataba de
un elemento que se iba transmitiendo de generación en generación combinando distintos estilos y técnicas,
además este tipo de artesanía venezolana conllevaba un valor ancestral. Entre las manifestaciones más comunes
de estos indígenas venezolanos se encontraban los chinchorros, las hamacas, los cintillos, los bolsos y los
objetos de cerámica.
Como sucede en el caso de las comunidades de la guajira venezolana de la misma forma sucede con las
comunidades wayuu por medio de sus artesanías, las cuales tenían un valor útil y decorativo, de esta forma la
artesanía constituía una de las costumbres de los indígenas venezolanos.
Entre la artesanía venezolana más tradicional se encontraron presenten unos valores estéticos, y además una
diversidad de valores simbólicos, ya que por lo general el arte se comprende por medio de los objetos productos
de la artesanía tradicional elaborados bajo ciertas condiciones históricas, geográficas, económicas y sociales que
los determinan.
Otras de las características de la artesanía popular tradicional venezolana es que en casi todos los casos se
trataban de objetos elaborados manualmente donde la producción determina el valor de cada objeto.

LOROS DE CERAMICA

BOLSOS TEJIDOS

EL EUROCENTRISMO:
El eurocentrismo es una cosmovisión que, en su forma más básica, coloca a Europa como centro de todo.
Como espacio intelectual promotor de un sesgo cultural, el inicio de su prominencia ha sido remontado a las
élites del Renacimiento, convirtiéndose en un conjunto de teorías sociales universalistas y evolucionistas que
defendían un papel de liderazgo de Europa para conquistar el mundo.El eurocentrismo (como otras formas de
etnocentrismo) ha sido considerado un prejuicio cognitivo y cultural, que supone la existencia de experiencias
históricas lineales movidas por esquemas culturales fijos, correspondientes a los provistos por la historia
europea, considerando a las trayectorias no europeas como formaciones incompletas o deformadas.
El eurocentrismo refiere más concretamente a la mirada del mundo a partir de la experiencia europea
occidental, donde las ventajas o beneficios para los europeos y sus descendientes se consiguen a expensas de
otras culturas, justificando esta acción con paradigmas o normas éticas. Se habla entonces de una “específica
racionalidad o perspectiva de conocimiento que se hace hegemónica colonizando y sobreponiéndose a todas las
demás, previas o diferentes, y a sus respectivos saberes concretos, tanto en Europa como en el resto del mundo”.
De esta forma, se concluye que el etnocentrismo como tradición intelectual, como método de análisis de
culturas dominantes y dominadas o como idea hegemónica de superioridad (como en el eurocentrismo) debe ser
objeto constante de crítica en la academia por diversas disciplinas, en la medida en que las imposiciones dadas
por las hegemonías culturales consideradas de rango superior distorsionan la realidad cultural y social mundial,
ignorando o suprimiendo una pluralidad de culturas que quieren ser una copia de la cultura dominante
Enrique Dussel explica que en el siglo XVIII, la Europa moderna y "bárbara", inventó una trayectoria histórica
lineal entre la Antigua Grecia, el Imperio romano y la Europa moderna, que ha sido utilizada desde entonces
como esquema ideológico básico del relato histórico.
Esta concepción europeo céntrica de la historia no ha abandonado a la historiografía ni a la sociología
occidental hasta el día de hoy, pese a los esfuerzos que los historiadores han llevado a cabo, especialmente
desde el siglo XX, para entender y comprender la experiencia humana en su totalidad. Los historiadores
modernos pudieron establecer que la tecnología china entre los siglos XIV y XV había logrado avances que
previamente se habían considerado creaciones europeas. Así el papel, la brújula, la pólvora, el antecesor de la
imprenta moderna y la fundición de hierro colado se iniciaron en China mucho antes que en Europa. La
investigación a finales del siglo XX, estableció claramente que aún durante la Edad Moderna, Asia era el
continente económicamente dominante en el mundo. Hacia 1500, Oriente Medio, India y China concentraban
cerca del 60 % de la producción mundial, y poco antes de 1800 el 80 % de la misma. Durante el siglo XVIII, los
textiles de India se exportaban extensivamente a Francia e Inglaterra. Y gran cantidad de productos industriales
chinos estaban presentes tanto en la América colonial desde el siglo XVII como en Europa. Se estima que un
75 % de la plata extraída por los españoles en América acabó en China a cambio de la compra de productos
manufacturados en China. Solo la Revolución Industrial europea alteró este equilibrio, y mediante conquista
militar gran parte de Asia pasó a estar controlada por potencias europeas.
Si bien el eurocentrismo no es una postura mayoritaria en el mundo académico actualmente, numerosos
intelectuales e incluso académicos siguen teniendo posturas que parcialmente repiten argumentos eurocéntricos.
Por ejemplo la visión del choque de civilizaciones, ampliamente criticados por otros académicos, defendida
extensivamente por Samuel P. Huntington.

ANTIGUO EGIPTO:
El Antiguo Egipto fue una civilización que se originó a lo largo del cauce medio y bajo del río Nilo, y que
alcanza tres épocas de esplendor faraónico en los periodos denominados Imperio Antiguo, Imperio Medio,
Imperio Nuevo, Baja Época y Decadencia Alcanzaba desde el delta del Nilo en el norte, hasta Elefantina, en la
primera catarata del Nilo, en el sur, llegando a tener influencia desde el Éufrates hasta Jebel Barkal, en la cuarta
catarata del Nilo, en épocas de máxima expansión. Su territorio también abarcó, en distintos periodos, el
desierto oriental y la línea costera del mar Rojo, la península del Sinaí, y un gran territorio occidental
dominando los dispersos oasis. Históricamente, fue dividido en Alto y Bajo Egipto, al sur y al norte
respectivamente. La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3500 años. Comenzó con la unificación
de algunas ciudades del valle del Nilo, alrededor del año 3150 a. C., y convencionalmente se da por terminado
en el año 31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, que desaparece como
Estado. Este acontecimiento no representó el primer período de dominación extranjera, pero fue el que condujo
a una transformación gradual en la vida política y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo
independiente de su cultura. Su identidad cultural había comenzado a diluirse paulatinamente tras las conquistas
de los reyes de Babilonia (siglo VI a. C.) y Macedonia (siglo IV a. C.), desapareciendo su religión con la
llegada del cristianismo, en la época de Justiniano I, cuando en 535 fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el
templo de File. Egipto tiene una combinación única de características geográficas, situada en el África
nororiental y confinada por Libia, Sudán, el mar Rojo y el mar Mediterráneo. El río Nilo fue la clave para el
éxito de la civilización egipcia, ya que este permitía el aprovechamiento de los recursos y ofrecía una
significativa ventaja sobre otros oponentes: el légamo fértil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las
inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en
otras zonas, liberando a la población para dedicar más tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y
artístico.
La vida se ordenaba en torno al desarrollo de un sistema de escritura y de una literatura independientes, así
como en un cuidadoso control estatal sobre los recursos naturales y humanos, caracterizado sobre todo por la
irrigación de la fértil cuenca del Nilo y la explotación minera del valle y de las regiones desérticas circundantes,
la organización de proyectos colectivos como las grandes obras públicas, el comercio con las regiones vecinas
de África del este y central y con las del Mediterráneo oriental y, finalmente, por un poderío capaz de derrotar a
cualquier enemigo, y que mantuvieron una hegemonía imperial y la dominación territorial de civilizaciones
vecinas en diversos períodos. La motivación y la organización de estas actividades estaba encomendada a una
burocracia de élite sociopolítica y económica, los escribas, bajo el control del Faraón, un personaje semidivino,
perteneciente a una sucesión de dinastías, que garantizaba la cooperación y la unidad del pueblo egipcio en el
contexto de un elaborado sistema de creencias religiosas. Los muchos logros de los egipcios incluyen la
extracción minera, la topografía y las técnicas de construcción que facilitaron el levantamiento de
monumentales pirámides, templos y obeliscos, unos procedimientos matemáticos, una práctica médica eficaz,
métodos de riego y técnicas de producción agrícola, las primeras naves conocidas, la tecnología del vidrio y de
la fayenza, las nuevas formas de la literatura y el tratado de paz más antiguo conocido, firmado con los hititas.
Egipto dejó un legado duradero, su arte y arquitectura fueron ampliamente copiados, y sus antigüedades se
llevaron a los rincones más lejanos del mundo. Sus ruinas monumentales han inspirado la imaginación de los
viajeros y escritores desde hace siglos. Un nuevo respeto por las antigüedades y excavaciones en la época
moderna han llevado a la investigación científica de la civilización egipcia y a una mayor apreciación de su
legado cultural.
ANTIGUO EGIPTO RIO NILO

MESOPOTAMIA:
Mesopotamia es el nombre por el cual se conoce a la zona del Oriente Próximo ubicada entre los ríos Tigris y
Éufrates, si bien se extiende a las zonas fértiles contiguas a la franja entre ambos ríos, y que coincide
aproximadamente con las áreas no desérticas del actual Irak y la zona limítrofe del norte-este de Siria .El
término alude principalmente a esta zona en la Edad Antigua que se dividía en Asiria (al norte) y Babilonia (al
sur). Babilonia (también conocida como Caldea), a su vez, se dividía en Acadia (parte alta) y Caldea (parte
baja). Sus gobernantes eran llamados patesi. Los nombres de ciudades como Ur o Nippur, de héroes legendarios
como Gilgameš, del Código Hammurabi, de los asombrosos edificios conocidos como zigurats, provienen de la
Mesopotamia Antigua. Y episodios mencionados en la Biblia o en la Torá, como los del diluvio universal o la
leyenda de la Torre de Babel, aluden a hechos ocurridos en esta zona. La historia de la Mesopotamia está
dividida en 5 etapas: Periodo Sumerio, Imperio Acadio, Imperio Babilónico, Imperio Asirio e Imperio Neo
babilónico. El sistema social estaba ligado a la economía, por lo que no había castas ni estratificación, solo
diferenciación en las posiciones económicas.
La economía de la Mesopotamia se basaba en la agricultura y la división de tierras de la siguiente forma:
*Sector estatal o público: propiedad del templo y el palacio, como propiedad del dios, y tenía como objetivo la
producción para sustento del templo y el personal (escribas, sacerdotes y administrativos) y eran trabajadas por
campesinos influenciado bajo cohesión física-ideológica, los cuales eran remunerados con raciones de cebada,
lana y aceite para iluminación e higiene y varían cantidades según edad y sexo.
*Sector privado: eran tierras de propiedad comunal y privadas, administradas por macro familias a cambio de
tributo. 2
También podían encontrarse las siguientes distinciones socio-económicas dentro de la población, lo cual estaba
sujeto a su nivel de dependencia o independencia económica:
*Mezquinos: se trataba de ciertos sectores que podían vivir solamente de su trabajo corporal y el cultivo de sus
parcelas. Pertenecen a los grupos sociales más débiles debido a que se encuentran socialmente desprotegidos y
son súbditos del rey (responsable del templo). 3
*Hombres: son ciudadanos con posibilidad de acceder a la tierra. Están ligados a la actividad palaciega,
propietarios de parcelas, escribas o funcionarios que han conseguido acumular el capital para la explotación de
las tierras.
*Esclavo/siervos: se trata de personas que tenían deudas con el palacio y eran siervos voluntarios para su saldo
o guerreros enemigos cautivos.
En el interior de la Mesopotamia, la agricultura y la ganadería se impusieron entre el 6000 y el 5000 a. C.,
suponiendo la entrada de lleno al Neolítico. Durante este período, las nuevas técnicas de producción que se
habían desarrollado en el área neolítica inicial se expandieron por las regiones de desarrollo más tardío, entre
ellas la Mesopotamia interior Este hecho conllevó el desarrollo de las ciudades, siendo algunas de las primeras
Bouqras, Umm Dabaghiyah y Yarim y, más tardíamente, Tell es-Sawwan y Choga Mami, que formaron la
llamada cultura Umm Dabaghiyah. Posteriormente ésta fue sustituida por las culturas de Hassuna-Samarra,
entre el 5000 y el 5600 a. C., y por la cultura Halaf entre el 5600 y el 4000 a. C. (Halaf tardío).
Aproximadamente en el 3000 a. C., apareció la escritura, en aquella época utilizada solo para llevar las cuentas
administrativas de la comunidad. Los primeros escritos que se han hallado están grabados sobre arcilla (muy
frecuente en aquella zona) con unos dibujos formados por líneas (pictogramas).

MESOPOTAMIA

ASIRIA Y BABILONIA:
Babilonia y Asiria fueron imperios de la antigua Mesopotamia, una región que ahora es parte de Irak. El
imperio babilónico se centró en la ciudad de Babilonia, al sureste de la Mesopotamia. El imperio Asirio se
centró en Assur, en la región norte de la Mesopotamia. Alrededor de 1900 a.C., un pueblo denominado amoritas
había conquistado la Mesopotamia y absorbió la cultura de las primeras civilizaciones de la región, los sumerios
y los acadios. El imperio de los amoritas llegó a ser conocido como Babilonia, debido a su capital homónima.
La primera dinastía, o linaje de reyes, de Babilonia gobernó durante unos 300 años. El rey más conocido de este
período fue Hammurabi, que reinó desde 1792 a 1750 a.C. A Hammurabi se le recuerda especialmente por su
avanzado código de leyes.
Un pueblo llamado las casitas conquistó Babilonia cerca de 1600 a.C. Los reyes casitas gobernaron durante
aproximadamente 400 años. Durante este tiempo, en el año 1300 a.C., Asiria se separó de Babilonia. Los asirios
eran grandes guerreros: conquistaron tierras en la Mesopotamia y en lo que hoy es Turquía.
La segunda dinastía babilónica surgió en el año 1100 a.C. pero no duró demasiado. Por algunos siglos más, los
reyes de Babilonia fueron a menudo asirios. Otros dos grupos, los arameos y los caldeos, lucharon en contra de
los asirios por el control de Babilonia. El último gran rey de Asiria fue Assurbanipal, que gobernó desde el año
668 hasta el 627 a.C. Él creó la primera biblioteca organizada en el antiguo Medio Oriente. La biblioteca estaba
ubicada en la gran ciudad asiria de Nínive. Su colección incluía obras científicas y religiosas, diccionarios y
leyendas mesopotámicas, todo registrado en miles de tablillas de arcilla. El imperio asirio finalizó poco después
de la muerte de Assurbanipal. Luego de esto, los reyes de Caldea gobernaron Babilonia por un corto período. El
más conocido de los reyes caldeos fue Nabucodonosor II, que gobernó desde 605 hasta 561 a.C. y extendió su
imperio por todo el mar Mediterráneo hasta la frontera de Egipto. Muchos judíos fueron obligados a abandonar
Jerusalén, luego de que las fuerzas de Nabucodonosor tomaran la ciudad. Nabucodonosor II también fue
conocido por haber reconstruido el templo de Marduk en Babilonia. Marduk era el dios más importante de
Babilonia. El templo era un enorme zigurat, una torre con forma de pirámide y con grandes escalones. En el año
539 a.C., invasores de Persia conquistaron a los caldeos. De este modo, cayó el último imperio de Babilonia.
Sin embargo, bajo el mando de Persia, y luego bajo mando de Macedonia, Babilonia siguió siendo una
importante ciudad hasta finales de los años 300 a.C.
En Babilonia se hablaba el acadio (lengua semítica) y mantuvo el lenguaje escrito acadio para uso oficial (el
idioma de su población nativa), a pesar de sus fundadores, los amorreos y sus sucesores los casitas, que no
tenían el acadio como idioma nativo. Sin embargo, conservó la lengua sumeria para un uso religioso, a pesar de
que en el momento en que fue fundada Babilonia, probablemente ya no era una lengua hablada. Las antiguas
tradiciones acadias y sumerias jugaron un papel importante en la cultura babilonia (y asiria), y la región seguirá
siendo un importante centro cultural, incluso en períodos prolongados y largos de gobiernos externos.

ANTIGUA GRECIA:
La locución Antigua Grecia se refiere al período de la historia de Grecia que abarca desde la Edad oscura de
Grecia, comenzando en el año 1200 A.C. y la invasión dórica, hasta el año 146 A.C, y la conquista romana de
Grecia tras la batalla de Corinto. Se considera generalmente como la cultura seminal que sirvió de base a la
civilización occidental. La cultura de Grecia tuvo una poderosa influencia sobre el Imperio romano, que la
difundió a través de muchos de sus territorios en Europa. La civilización de los antiguos griegos ha sido
enormemente influyente para la lengua, la política, los sistemas educativos, la filosofía, la ciencia y las artes,
dando origen a la corriente renacentista de los siglos XV y XVI en Europa occidental, y resurgiendo también
durante los movimientos neoclásicos de los siglos XVIII y XVI en Europa y América.
La civilización griega era básicamente marítima, comercial y expansiva. Una realidad histórica en la que el
componente geográfico jugó un papel crucial en la medida en que las características físicas del sur de la
península de los Balcanes, de accidentado relieve, complicaban la actividad agrícola y las comunicaciones
internas, mientras que su dilatada longitud costera favorecía su expansión hacia ultramar. Un fenómeno sobre el
que incidirían también de forma substancial la presión demográfica originada por las sucesivas oleadas de
pueblos (entre ellos los aqueos, los jonios y los dorios) que invadieron y ocuparon la Hélade a lo largo del III y
II milenio A.C. Los primeros hallazgos de vida humana en territorio griego constatan la existencia de
poblaciones autóctonas en el Paleolítico, hacia el 7000 A.C. Alrededor del 6000 A.C. En los albores del
Neolítico, los pueblos nativos desarrollaron la agricultura y con ello se volvieron progresivamente sedentarios,
extendieron la práctica de la alfarería y crearon instituciones políticas básicas. Posteriormente comenzaron a
utilizar el bronce, pero el refinamiento de su uso se produjo tras el contacto con poblaciones inmigrantes.
Se cree que las tribus que se convertirían en los griegos emigraron hacia el sur a los Balcanes en varias oleadas
comenzando a mediados de la Edad del Bronce (alrededor de 2000 A.C.). Otras fuentes indican un proceso
migratorio ya en el quinto milenio A.C., proveniente de Mesopotamia y Siria. Según estas, los primeros
inmigrantes encontraron habitantes nativos que dejaron a los recién llegados una gran cantidad de tradiciones;
mientras que estos llevaron a la zona la cultura de la alfarería, agricultura y una primera deidad de la fertilidad
(que más tarde sería Deméter). Esta última versión, de ser exacta, negaría la existencia de un período neolítico
en los pueblos autóctonos con anterioridad a la inmigración extranjera, situándolos en un período cultural más
cercano al mesolítico .El idioma protogriego se fecharía hacia el período inmediatamente anterior a estas
migraciones, ya sea a finales del III milenio A.C. o, a más tardar, al siglo XVII A.C. La civilización de los
protogriegos de la Edad del Bronce es generalmente conocida como heládica y precedió a lo que es conocido
como Antigua Grecia. La carencia de documentos primarios se explica por la virtual desaparición del sistema de
escritura micénico (Lineal B). En la cultura micénica, dicho sistema estaba restringido a pequeños círculos,
particularmente a los escribas de los palacios, que tenían a su cargo el grabado de recuentos de movimiento y
distribución de bienes; hundida la economía micénica, ya no fueron necesarias personas que realizaran dicha
tarea. Las tradiciones y leyendas sobrevivieron, desde la Edad del Bronce hasta la Época Arcaica, gracias
exclusivamente a la transmisión oral. En la época se produjo un abrupto descenso demográfico y una serie
masiva de migraciones que determinaron el establecimiento de poblaciones espontáneas y poco organizadas en
diferentes puntos de la Grecia continental, las islas Cícladas y el oeste de Asia menor. Estas migraciones
tuvieron un carácter étnico; así, por ejemplo, los dorios ocuparon la mayor parte del Peloponeso, Grecia Central
y Creta, mientras que los jonios colonizaron la mayor parte de las Cícladas.

IMPERIO ROMANO:
El Imperio romano, fue el tercer periodo de civilización romana en la Antigüedad clásica, posterior a la
República romana y caracterizado por una forma de gobierno autocrática. El nacimiento del Imperio viene
precedido por la expansión de su capital, Roma, que extendió su control en torno al mar Mediterráneo. Bajo la
etapa imperial los dominios de Roma siguieron aumentando hasta llegar a su máxima extensión durante el
reinado de Trajano, momento en que abarcaba desde el océano Atlántico al oeste hasta las orillas del mar
Caspio, el mar Rojo y el golfo Pérsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a
orillas de los ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. Su superficie máxima estimada sería de
unos 6,5 millones de km².
El término es la traducción de la expresión latina «Imperium Romanum», que significa literalmente «El
dominio de los romanos». Polibio fue uno de los primeros hombres en documentar la expansión de Roma aún
como República. Durante los casi tres siglos anteriores al gobierno del primer emperador, César Augusto, Roma
había adquirido mediante numerosos conflictos bélicos grandes extensiones de territorio que fueron divididas en
provincias gobernadas directamente por propretores y procónsules, elegidos anualmente por sorteo entre los
senadores que habían sido pretores o cónsules el año anterior.
Durante la etapa republicana de Roma su principal competidora fue la ciudad púnica de Cartago, cuya
expansión por la cuenca sur y oeste del Mediterráneo occidental rivalizaba con la de Roma y que tras las tres
guerras púnicas se convirtió en la primera gran víctima de la República. Las guerras púnicas llevaron a Roma a
salir de sus fronteras naturales en la península itálica y a adquirir poco a poco nuevos dominios que debía
administrar, como Sicilia, Cerdeña, Córcega, Hispania, Iliria, etc. Los dominios de Roma se hicieron tan
extensos que pronto fueron difícilmente gobernables por un Senado incapaz de moverse de la capital ni de
tomar decisiones con rapidez. Asimismo, un ejército creciente reveló la importancia que tenía poseer la
autoridad sobre las tropas para obtener réditos políticos. Así fue como surgieron personajes ambiciosos cuyo
objetivo principal era el poder. Este fue el caso de Julio César, quien no solo amplió los dominios de Roma
conquistando la Galia, sino que desafió la autoridad del Senado romano.
El Imperio romano como sistema político surgió tras las guerras civiles que siguieron a la muerte de Julio
César, en los momentos finales de la República romana. Tras la guerra civil que lo enfrentó a Pompeyo y al
Senado, César se había erigido en mandatario absoluto de Roma y se había hecho nombrar Dictator perpetuus
(dictador vitalicio). Tal osadía no agradó a los miembros más conservadores del Senado romano, que
conspiraron contra él y lo asesinaron durante los Idus de marzo dentro del propio Senado, lo que suponía el
restablecimiento de la República, cuyo retorno, sin embargo, sería efímero. El precedente no pasó inadvertido
para el joven hijo adoptivo de César, Octavio, quien se convirtió años más tarde en el primer emperador de
Roma, tras derrotar en el campo de batalla, primero a los asesinos de César, y más tarde a su antiguo aliado,
Marco Antonio, unido a la reina Cleopatra VII de Egipto en una ambiciosa alianza para conquistar Roma.
A su regreso triunfal de Egipto, convertido desde ese momento en provincia romana, la implantación del
sistema político imperial sobre los dominios de Roma deviene imparable, aun manteniendo las formas
republicanas. Augusto aseguró el poder imperial con importantes reformas y una unidad política y cultural
(civilización grecorromana) centrada en los países mediterráneos, que mantendrían su vigencia hasta la llegada
de Diocleciano, quien trató de salvar un Imperio que caía hacia el abismo. Fue este último quien, por primera
vez, dividió el vasto Imperio para facilitar su gestión. El Imperio se volvió a unir y a separar en diversas
ocasiones siguiendo el ritmo de guerras civiles, usurpadoras y repartos entre herederos al trono hasta que, a la
muerte de Teodosio I el Grande en el año 395, quedó definitivamente dividido.

IMPERIO BIZANTINO:
Se denomina como Imperio bizantino o Bizancio a la parte oriental del Imperio romano que pervivió durante
toda la Edad Media y el comienzo del Renacimiento. Este imperio se ubicaba en el Mediterráneo oriental. Su
capital se encontraba en Constantinopla (en griego: Κωνσταντινούπολις, actual Estambul), cuyo nombre más
antiguo era Bizancio, importante ciudad de la Tracia griega fundada en el 650 A.C. También se conoce al
Imperio bizantino como Imperio romano de Oriente, especialmente para hacer referencia a sus primeros siglos
de existencia, durante la Antigüedad tardía, época en que el Imperio romano de Occidente todavía existía. Dado
que el Imperio romano había establecido que la lengua en todo el territorio debía ser el griego, los historiadores
en general coinciden en señalar que el Imperio bizantino fue un imperio griego en alianza política con Roma.
A lo largo de su dilatada historia, el Imperio bizantino sufrió numerosos reveses y pérdidas de territorio,
especialmente durante las guerras romano-sasánidas, guerras bizantino-normandas, Guerras búlgaro-bizantinas
y las guerras árabo-bizantinas. Aunque su influencia en África del Norte y Oriente Próximo había entrado en
declive como resultado de estos conflictos, continuó siendo una importante potencia militar y económica en
Europa, Oriente Próximo y el Mediterráneo oriental durante la mayor parte de la Edad Media. Tras una última
recuperación de su pasado poder durante la época de la dinastía Comneno, en el siglo XII, el Imperio comenzó
una prolongada decadencia durante las guerras otomano-bizantinas que culminó con la toma de Constantinopla
y la conquista del resto de los territorios bajo dominio bizantino por los turcos, en el siglo XV. Durante su
milenio de existencia, el Imperio fue un bastión del cristianismo, e impidió el avance del islam hacia Europa
Occidental. Fue uno de los principales centros comerciales del mundo, estableciendo una moneda de oro estable
que circuló por toda el área mediterránea. Influyó de modo determinante en las leyes, los sistemas políticos y las
costumbres de gran parte de Europa y de Oriente Medio, y gracias a él se conservaron y transmitieron muchas
de las obras literarias y científicas del mundo clásico y de otras culturas.
En tanto que es la continuación de la parte oriental del Imperio romano, su transformación en una entidad
cultural diferente de Occidente puede verse como un proceso que se inició cuando el emperador Constantino I
el Grande trasladó la capital a la antigua Bizancio (que entonces rebautizó como Nueva Roma, y más tarde se
denominaría Constantinopla); continuó con la escisión definitiva del Imperio romano en dos partes tras la
muerte de Teodosio I, en 395, y la posterior caída en 476 del Imperio romano de Occidente; y alcanzó su
culminación durante el siglo VII, bajo el emperador Heraclio I, con cuyas reformas (sobre todo, la
reorganización del ejército y la adopción del griego como lengua oficial), el Imperio adquirió un carácter
marcadamente diferente al del viejo Imperio romano. Algunos académicos, como Theodor Mommsen, han
afirmado que hasta Heraclio puede hablarse con propiedad del Imperio romano de Oriente y más adelante de
Imperio bizantino, que duró hasta 1453, ya que Heraclio sustituyó el antiguo título imperial de «augusto» por el
de basileus (palabra griega que significa 'rey' o 'emperador') y reemplazó el latín por el griego como lengua
administrativa en 620, después de lo cual el Imperio tuvo un marcado carácter helénico.
En todo caso, el término Imperio bizantino fue creado por la erudición ilustrada de los siglos XVII y XVIII y
nunca fue utilizado por los habitantes de este imperio, que prefirieron denominarlo siempre Imperio romano (en
griego: Βασιλεία Ῥωμαίων, Basileia Rhōmaiōn; en latín: Imperium Romanum) o Romania (Ῥωμανία) durante
toda su existencia.

IMPERIO MUSLUMAN:
La expansión musulmana o la expansión del islam comenzaron en la península arábiga al suroeste de Asia. Es la
denominación que suele darse a las conquistas militares o las reformas de comercio de la civilización árabe
musulmana en las que caerían el Imperio sasánida, el norte de África, y la península ibérica, incluyendo partes
del Imperio bizantino. También está incluida en esta denominación el influjo de los comerciantes en el Magreb
y en África, y las misiones hechas en Filipinas.
Este período empezó desde el año 622 cuando Mahoma organizó en Medina un conjunto de soldados que
pronto se volvió lo bastante fuerte para unificar toda la península arábiga. Tras la muerte de Mahoma en el 632,
el islam tuvo una expansión sorprendentemente rápida durante alrededor de un siglo, favorecido en primera
instancia por la debilidad del Imperio bizantino, y ocupó todo el norte de África, Irán, la parte meridional del
Asia Central, el oeste del subcontinente indio, la península ibérica y el sur de Francia. Esta primera etapa
concluyó con varias derrotas, como la batalla de Poitiers (732) y otras frente a los bizantinos e hindúes, y con la
disolución del Califato Omeya. Durante los siglos siguientes, el islam logró varios avances en otros frentes,
como en el resto de Asia Central, en Asia Menor, en el sur de Italia, en Europa oriental, en el Sudeste asiático y
en el África subsahariana. Sin embargo, todos estos avances fueron producidos por distintos Estados
independientes unos de otros. Mientras estos avances se producían, el islam era obligado a retroceder en Europa
occidental, especialmente por la llamada Reconquista española. En el último tercio del siglo XVI, un último
Estado musulmán con pretensiones universales, el Imperio Otomano, alcanzó su máxima expansión.
A lo largo de este período de casi un milenio tuvieron lugar grandes acontecimientos, hechos y procesos muy
diferentes entre sí, diferenciados temporal y geográficamente, sobre todo en el interior del islam, algunos de los
cuales fueron causa de su propia destrucción (en especial la forma de gobernarse). Después de la conquista de
Arabia llevada a cabo por Mahoma años antes de su muerte y continuada por sus seguidores, lograron unificar
el reino en un único gobierno, el cual debía cumplir «la palabra de dios», además de respetar las opiniones de
otros ciudadanos, pero eso cambió años después según científicos durante el gobierno de Abdel Mumin, en
1130-1163, después de la muerte de Ibn Tumart.
El islam impactó en el mundo cristiano y greco-romano poco después de la muerte de Mahoma. Durante el
reinado de los Omeyas, la expansión continúa, las conquistas se hacen por vía terrestre hasta el Magreb a fines
del siglo VII, y llegan a costas españolas comenzando el siglo VIII. En 711 superan el estrecho de Gibraltar y
logran llegar a España. Los moros son detenidos en la batalla de Covadonga en el año 722 en Covadonga,
Asturias y en la batalla de Poitiers, en el 732 en Poitiers, Francia. Desde allí vuelven a sus territorios en la
península ibérica aunque los reyes asturianos, tras la victoria en Covadonga inician la Reconquista dando lugar
al Reino de Asturias. El mar Mediterráneo es controlado por el Imperio bizantino luego de la amenaza de las
conquistas árabes, quienes construirán una flota y atacarán Constantinopla sin éxito en tres ocasiones. Los
bizantinos eran maestros del mar y bloquearon la expansión musulmana, manteniendo de todas formas el
comercio con ellos. El mar se constituyó en una frontera, pero sobre todo se convirtió en un mar de comercio.
El mapa no cambiaría más hasta el siglo XI.
IMPERIO MUSLUMAN

IMPERIO OTOMANO:
El Imperio otomano, también conocido como Imperio turco otomano o Imperio osmanlí (en otomano: ‫دولت عالیه‬
‫ عثمانیه‬Devlet-i Aliyye-i Osmâniyye; en turco moderno: Osmanlı Devleti o Osmanlı İmparatorluğu), fue un
Estado multiétnico y multiconfesional gobernado por la dinastía osmanlí. Era conocido como el Imperio turco o
Turquía por sus contemporáneos, aunque los gobernantes osmanlíes jamás utilizaron ese nombre para referirse a
su Estado.
El Imperio otomano comenzó siendo uno más de los pequeños estados turcos que surgieron en Asia Menor
durante la decadencia del Imperio selyúcida. Los turcos otomanos fueron controlando paulatinamente a los
demás estados turcos, sobrevivieron a las invasiones mongolas y bajo el reinado de Mehmed II (1451-1481)
acabaron con lo que quedaba del Imperio bizantino. La primera fase de la expansión otomana tuvo lugar bajo el
gobierno de Osmán I (1288-1326) y siguió en los reinados de Orkhan, Murad I y Beyazid I, a expensas de los
territorios del Imperio bizantino, Bulgaria y Serbia. Bursa cayó bajo su dominio en 1326 y Adrianópolis en
1361. Las victorias otomanas en los Balcanes alertaron a Europa occidental sobre el peligro que este Imperio
representaba y fueron el motivo central de la organización de la Cruzada de Segismundo de Hungría. El sitio
que pusieron los otomanos a Constantinopla fue roto gracias a Tamerlán, caudillo de los mongoles, quien tomó
prisionero a Beyazid en 1402, pero el control mongol sobre los otomanos duró muy poco. Finalmente, el
Imperio otomano logró conquistar Constantinopla en 1453.
En su máximo esplendor, entre los siglos XVI y XVII se expandía por tres continentes, ya que controlaba una
vasta parte del Sureste europeo, el Medio Oriente y el norte de África: limitaba al oeste con el Sultanato de
Marruecos, al este con Persia y el mar Caspio, al norte con el Zarato ruso, Dominios de los Habsburgo (Hungría
y Sacro Imperio Romano Germánico) y la Mancomunidad de Polonia-Lituania, y al sur con Sudán, Eritrea,
Somalia y el Emirato de Diriyah (Arabia). El Imperio otomano poseía 29 provincias, además de Moldavia,
Transilvania, Valaquia y Crimea, que eran Estados vasallos. El Imperio estuvo en el centro de las interacciones
entre el Este y el Oeste durante seis siglos. Con Constantinopla como capital y el territorio que se conquistó
bajo Solimán el Magnífico correspondiente a las tierras gobernadas por Justiniano el Grande mil años antes, el
Imperio otomano era, en muchos aspectos, el sucesor islámico de los antiguos imperios clásicos. Numerosos
rasgos y tradiciones culturales de estos (en campos como la arquitectura, la cocina, el ocio y el gobierno) fueron
adoptados por los otomanos, quienes los elaboraron en nuevas formas. Estos rasgos culturales más tarde se
mezclaron con las características de los grupos étnicos y religiosos que vivían dentro de los territorios otomanos
y crearon una nueva y particular identidad cultural otomana.
Durante el siglo XIX, diversos territorios del Imperio otomano se independizaron, principalmente en Europa.
Las sucesivas derrotas en guerras y el auge de los nacionalismos dentro del territorio llevaron al decaimiento del
poder del imperio. Su participación en la Primera Guerra Mundial seguido con la ocupación de Constantinopla
y el surgimiento de movimientos revolucionarios dentro de Turquía le dio el golpe mortal y resultó en la
partición del Imperio otomano. El Imperio bajo la dirección de un sultán fue abolido el 1 de noviembre de 1922
y un año después, el califato. Los movimientos revolucionarios que lo habían derrocado se agruparon y
fundaron el 29 de octubre de 1923 la República de Turquía.

EL RENACIMIENTO DE EUROPA:
Renacimiento es el nombre dado en el siglo xix a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa
Occidental durante los siglos XV y XVI. Fue un periodo de transición entre la Edad Media y los inicios de la
Edad Moderna. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una
renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. La ciudad de Florencia, en Italia, fue el lugar de
nacimiento y desarrollo de este movimiento, que se extendió después por toda Europa.
El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción
del hombre y del mundo. El término «renacimiento» se utilizó reivindicando ciertos elementos de la cultura
clásica griega y romana, y se aplicó originariamente como una vuelta a los valores de la cultura grecolatina y a
la contemplación libre de la naturaleza tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad más rígida y
dogmática establecida en la Europa medieval. En esta nueva etapa se planteó una nueva forma de ver el mundo
y al ser humano, con nuevos enfoques en los campos de las artes, la política, la filosofía y las ciencias,
sustituyendo el teocentrismo medieval por el antropocentrismo.
El historiador y artista Giorgio Vasari fue el primero que utilizó la palabra "renacimiento" (rinascita) para
describir la ruptura con la tradición artística medieval, a la que calificaba como un estilo de bárbaros, que más
tarde recibirá el calificativo de Gótico. Vasari opinaba que las artes habían entrado en decadencia al hundirse el
Imperio Romano y solo habían sido rescatadas por los artistas de la Toscana a partir del siglo XIII.
El concepto actual de Renacimiento (del francés Renaissance) fue formulado a mediados del siglo XIX por el
historiador francés Jules Michelet, en su obra Renaissance et Réforme, publicada en 1855. Por primera vez,
Michelet usó el término en el sentido de un periodo histórico, que abarcaría desde el descubrimiento de América
hasta Galileo, y lo consideró más importante por sus desarrollos científicos que por el arte o la cultura.
Michelet, que era nacionalista francés y republicano, le atribuyó al Renacimiento unos valores democráticos
opuestos a los de la Edad Media precedente y un protagonismo francés.
El otro historiador que tuvo gran influencia en dar forma al concepto de Renacimiento fue el suizo Jacob
Burckhardt, quien lo definió como el periodo entre Giotto y Miguel Ángel, es decir del siglo XIV a mediados
del XVI. Buckhardt destacaba del Renacimiento el surgimiento del espíritu individualista moderno, que la Edad
Media habría cohibido.
Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significó una «ruptura» con
la unidad estilística que hasta ese momento había sido «supranacional». El Renacimiento no fue un fenómeno
unitario desde los puntos de vista cronológico y geográfico: su ámbito se limitó a la cultura europea y a los
territorios americanos recién descubiertos, a los que las novedades renacentistas llegaron tardíamente. Su
desarrollo coincidió con el inicio de la Edad Moderna, marcada por la consolidación de los estados europeos,
los viajes transoceánicos que pusieron en contacto a Europa y América, la descomposición del feudalismo, el
ascenso de la burguesía y la afirmación del capitalismo. Sin embargo, muchos de estos fenómenos rebasan por
su magnitud y mayor extensión en el tiempo el ámbito renacentista.

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