A SANGRE FRÍA

Desde el auge del narcotráfico en Colombia para los años 80’s y 90’, las personas han ido
idolatrando a aquellas personas que se dedicaban a la realización de eventos ilícitos.
Idolatrar criminales contribuye a la creación de ambientes cada vez más violentos, ya que
siembra pensamientos narco-paramilitares en los niños e incluso en adultos.
En la actualidad gran parte de la sociedad colombiana siente empatía con estos personajes,
pero la pregunta es ¿por qué?, pues desde que los medios de comunicación se han
encargado de sembrar pensamientos narcos, mediante novelas de ficción o incluso
haciéndole tributo a el mayor narcotraficante que ha tenido Colombia. Ahora bien, la
problemática es que la mayoría de las personas que idolatran a estos convictos son personas
de bajos recursos y esto es por la faltad de oportunidades y sobre todo falta de educación.
Ahora bien, con la muerte de John Jairo alias ‘Popeye’, pues se ha puesto en evidencia de
como influye un tipo como estos en un país sumergido por las ideologías criminales incluso
llegando al gobierno, un claro ejemplo es como el máximo comandante del ejercito sale a
dar pésame por un asesino que desangró a Colombia.

Marco Jaime 11191041