Está en la página 1de 33

GESTACIÓN DE UN SISTEMA REGIONAL DE INNOVACIÓN EN EL MEDIO

RURAL DEL BAJÍO GUANAJUATENSE.


FRÍAS FIGUEROA JOSÉ MANUEL

RESUMEN.
Afirmaré, siguiendo el planteamiento de EKBOIR, J. Et. Al, que es válido hablar de
que está en proceso la constitución de un <<Sistema Regional de Innovación
(SRI)>> en el Bajío rural Guanajuatense, qué quiero decir con ello, en qué
momento estaría ahora dicho SRI, por qué detonó, quiénes lo comandan, o cómo
es la dinámica del mismo, hacia dónde puede presumiblemente dirigirse, hacia
dónde puede llevar a la región o qué importancia reviste para ella como tal y
probablemente más allá de ella, cómo los diversos procesos individuales de
innovación se articulan entre sí, qué trascendencia tiene, qué es y qué hace, para
qué nació, qué rol juega, cuáles son sus características más distintivas.
PALABRAS CLAVE.
 Innovación.
 Sistema.
 Región.
 Cambio.
 Tecnología.
1. LA ARTICULACIÓN DEL PROCESO DE INNOVACIÓN Y CONSTITUCIÓN
DE UN SISTEMA REGIONAL DE INNOVACIÓN1.
1.1 Introducción.
1.2 Conocimiento y desarrollo socioeconómico.
Durante las últimas décadas una preocupación constante de muchos gobiernos
nacionales y regionales en el mundo, ha sido impulsar y detonar procesos de
desarrollo socioeconómico en sus territorios. Estas propuestas se han formulado a
partir de estudios que han identificado entre los elementos fundamentales para
coadyuvar a la generación y desarrollo de nuevos conocimientos, al progreso
tecnológico y a la innovación (Domínguez, 1998).
Como factor clave en la dinámica del desarrollo socioeconómico ha sido
destacado el conocimiento, por su rol en el incremento de la productividad, por ser
1
. Este artículo es un subtema de una tesis en proceso de realización.

1
una fuente de ventajas competitivas, por ser el soporte del progreso tecnológico y
de la innovación, en las naciones, en las regiones y en las organizaciones.
La importancia del conocimiento en el desarrollo socioeconómico de las naciones
y las regiones es tal que ha llevado a un mayor dinamismo en el cambio
tecnológico, el conocimiento ha sido más fácilmente codificado y transmitido, lo
que ha redundado en una gran transformación de la economía mundial como un
todo, tal ha sido la transformación que ha devenido según opiniones, en una
economía del conocimiento (Ohmae, 1998).
En esta nueva economía del conocimiento, los distintos sectores económicos
evolucionan y cambian en función de la capacidad de sus actores sociales y
económicos en la aplicación de nuevos conocimientos, en las distintas fases de la
cadena del valor a través de procesos de innovación concretos (Ohmae, 1996).
Un elemento central que gravita determinantemente en la generación y aplicación
de los nuevos conocimientos, es el capital intelectual, el cual ha devenido en factor
estratégico para una competitividad sustentable de los países, las regiones, las
organizaciones, las empresas y los actores socioeconómicos individuales; es un
elemento intangible, sus rendimientos son crecientes, se le forma y cultiva en
organizaciones inteligentes de aprendizaje continuo e innovadoras (Porter, 1998).
La generación de nuevos conocimientos a través del capital intelectual, es un
proceso vinculado a un territorio concreto y como tal está presente en el ámbito
local, en este sentido las propuestas, iniciativas y mecanismos aplicados para
apoyar procesos de innovación y aprendizaje a escala regional están cobrando
gran importancia, ya que es a partir de las regiones y localidades donde se está
articulando la operación del dinamismo socioeconómico y los procesos de
innovación, esto de una manera muy <<sui generis>> está teniendo lugar en la
región agrícola del Bajío.
Desde los últimos quince años como mínimo, el espacio territorial del Bajío
Guanajuatense ha pasado a convertirse en un sistema dinámico de actores
socioeconómicos que se interrelacionan entre sí y que representan capacidades
evolutivas específicas muy importantes para detonar procesos de desarrollo

2
socioeconómico en el agro a través de la realización de procesos de innovación
concretos.
1.3 Proximidad territorial e innovación.
Al poseer el Bajío en situación de <<proximidad territorial>> (Héraud, 2003;
Matteaccioli, 2004), un conjunto muy importante de diversos recursos que
constituyen su potencial de desarrollo como lo son, los recursos humanos
formados y localizados en las distintas instituciones regionales, los productores
agrícolas; recursos económicos como son las tierras, el agua, la infraestructura
que se ha constituido; recursos institucionales como lo son las diversas
instituciones que en la última década se han creado y las que ya existían; recursos
culturales como son las tradiciones, hábitos y costumbres que han sacado
adelante a la región en sus distintos momentos y los nuevos valores que están
permeando y contribuyendo de manera muy importante al proceso de transición
que está en marcha.
Dichos recursos están expresando esa capacidad y búsqueda de su propio
proceso de desarrollo y que unidos a las acciones y estrategias de cambio en
marcha, están fraguando un proceso muy particular de transformación, sólo falta
una intervención y un rol del estado más comprometido, realista y acorde a las
circunstancias actuales de la región.
El diseño y ejecución de acciones de políticas coordinadas e interdependientes a
escala regional, las cuales considero no existen o no son las pertinentes para
jugar un rol fundamental en la creación de un <<entorno innovador>> (Héraud,
2003; Matteaccioli, 2004) y que en cuanto tal fomente los procesos de innovación,
inversión y crecimiento, deberían contribuir a mejorar el funcionamiento de lo que
llamaré Sistema Regional de Innovación en proceso de constitución en el Bajío.
Considero que es, el <<ámbito regional>> (Héraud, 2003; Matteaccioli, 2004), el
determinante en última instancia, para garantizar el éxito o el fracaso de las
acciones y estrategias que se están instrumentando por parte de los actores
sociales e institucionales, porque el potencial de innovación de la economía
agrícola del Bajío depende de la capacidad de los actores sociales para mover y
aplicar todos los recursos humanos y físicos que tienen disponibles para potenciar

3
el desarrollo que tanto la aplicación de conocimientos como la innovación
posibilitan.
Visto en un plano global, ha sido la capacidad de generar, difundir, transferir e
incorporar el desarrollo tecnológico y los conocimientos localizados en la región en
la producción de nuevos cultivos, en nuevas prácticas agrícolas lo que ha
determinado la innovación regional habida.
Considero que una característica muy importante del entorno agrícola de la región
del Bajío, es que se está configurando una serie de rasgos que tienden a
configurar un sistema que está haciendo posible la realización del proceso de
innovación y con ello contribuyendo a la gestación de algunas ventajas
competitivas para algunos productores y algunas organizaciones de productores,
dichos rasgos por el rol más o menos importante que están jugando están
constituyéndose en fuerzas para la transición y transformación del Bajío.
El sistema que se está constituyendo está funcionando a la manera de un
catalizador para que los actores sociales innoven, se modernicen, generen
compromisos, sobrevivan, se desarrollen y amplíen en ámbito de sus ventajas
para competir de mejor manera en el cambiante entorno de agronegocios.
1.4 Constitución de un Sistema Regional de Innovación.
La articulación de los procesos de innovación y la generación de conocimientos en
el entorno territorial con sus características propias, con sus actores sociales y
recursos particulares, ha permitido hablar conceptualmente de Sistema Regional
de Innovación (SRI) (Ekboir, 1999).
Un SRI está constituido por un conjunto coordinado de actores heterogéneos y por
las interrelaciones que establecen en el proceso de generación, difusión,
transferencia, adopción, adaptación y aplicación de nuevos conocimientos y
tecnologías social y económicamente útiles, se trata en este caso de una red de
carácter socio-técnico y económico (Ekboir, 1999).
Es ese conjunto de agentes e instituciones cuyas interacciones determinan el
desempeño innovador de los productores, organizaciones de productores,
empresas y de una región como un todo.

4
Los actores sociales que conforman un SRI son, universidades e instituciones de
investigación y desarrollo, el sistema educativo, instituciones de la sociedad civil,
gobierno federal y gobierno de las regiones, instituciones financieras, empresas
privadas y laboratorios de investigación de las industrias.
Estos actores como sabemos establecen un conjunto de interacciones y redes que
se pueden clasificar en varios tipos que determinan la actividad innovadora, estos
son, entre productores, entre empresas, entre productores y empresas, entre
universidades e institutos de investigación y empresas, entre universidades e
institutos de investigación y productores, entre universidades e institutos de
investigación y organismos del gobierno y empresas, entre organismos del
gobierno y productores.
En el proceso de innovación como fenómeno interactivo, en el que se vinculan los
diversos actores sociales, los agentes que operan de acuerdo a los incentivos del
mercado, como lo son todas las empresas privadas nacionales y transnacionales y
organismos como las asociaciones civiles que venden sus servicios para ser
autofinanciables, aunque no tengan carácter lucrativo, se rigen por reglas
mercantiles y de rentabilidad, otros actores como las instituciones de gobierno no
responden en absoluto a dichos mecanismos y reglas y es en el territorio de la
región donde tienen lugar sus interacciones cotidianas.
La interacción de los actores sociales e institucionales implica pues intercambios
comerciales y relaciones de cooperación que permitan el intercambio de
información socio-técnica, económica y mercadológica.
La realización o aplicación de innovaciones vista en una perspectiva sistémica,
implica considerar a los actores involucrados y los distintos tipos de interacción
que existen entre ellos y que comprenden diferentes grados de competencia y
cooperación, la cooperación es de naturaleza técnica y puede ser horizontal,
vertical o una combinación de ambas.
La presencia y <<proximidad territorial>> de una gran variedad de actores sociales
e institucionales que son siempre importantes al ser los soportes de un SRI, no
garantiza en ningún sentido la realización de innovaciones al interior de una
región.

5
En el caso de la región del Bajío Guanajuatense, considero que es posible hablar
de que está en proceso de constitución un Sistema Regional de Innovación (SRI)
(Ekboir, 1999).
Es un sistema por que son diversos los actores sociales e institucionales, que
están participando en actividades diferentes y directamente vinculadas con el
proceso de innovación, modernización y el cambio tecnológico del agro, porque se
está tejiendo entre los actores una red de relaciones e interacciones sociales.
Porque se supone que, éste sea un proceso que tienda a ser coordinado y en ese
proceso que se está dando de establecimiento de relaciones e interacciones entre
los actores institucionales y sociales, está teniendo lugar la generación y
transferencia de información, de conocimientos y tecnologías a través de acciones
y normas formales e informales que le dan un sentido y regulan parte o todo el
sistema en gestación (Ekboir,1999).
1.5 Proceso de innovación y cambio tecnológico en la actividad agrícola e
interacciones sociales.
Por la intencionalidad que existe de parte de cada uno de los actores sociales e
institucionales que en el proceso participan y que se expresa en los roles,
interacciones y funciones que juegan, en sus estrategias e intereses, por que
existen, aunque sean desiguales y a veces contrapuestos, propósitos y objetivos
en cada uno de los actores de impulsar y provocar que tenga lugar el proceso de
innovación y el cambio tecnológico en la actividad agrícola (Crozier, 1977).
Por que la transformación, innovación y modernización de la agricultura de la
región es un proceso real que está teniendo lugar, como resultado de diferentes
interacciones y es por ello una retroalimentación entre los actores, es decir dentro
del SRI en proceso de constitución y tienen lugar en diversas etapas del proceso
de innovación desde la creación de determinado conocimiento o tecnología hasta
la aplicación del mismo.
Sin embargo, considero que este proceso se realiza de manera muy dispersa,
lenta, desigual y dejado en más de algún sentido a la buena del mercado, ya que a
través de él se realiza, pero no es su motor, como antes he señalado, se realizan
a través del mercado en la medida en que haya recursos financieros ya que toda

6
la tecnología y el conocimiento se adquieren y pagan como mercancías, aunque
no hayan sido originalmente producidos como mercancías, es el caso de las
instituciones de I&D (investigación y desarrollo) que producen tecnología y no son
empresas mercantiles, como el INIFAP y el CINVESTAV.
A pesar de las intenciones de cada uno de los actores sociales, que en sí mismas
no son discutibles, aunque cada cual con su propia racionalidad, lo real es que
dicho SRI, está disperso y en proceso de formación, está sin un programa o
proyecto definidos, sin objetivos específicos, ni metas específicas como un todo,
sin estrategias unificadas y lo más delicado sin coordinación de ninguno de los
actores sociales, es tierra de nadie y de todos, no funciona todavía como un todo
articulado.
Hago esta afirmación en vista de que, el proyecto interinstitucional ASOSID
(Agricultura Sustentable sobre la base de Siembra Directa), que en el papel
levanta y reivindica los propósitos de ser eje y coordinación del proceso de
innovación y cambio y que ha diseñado estrategias para ello, pero en la práctica
no ha funcionado como tal, ha sido incapaz de asumir un rol y una conducta que
involucre en los mismos <<términos y beneficios>>, la participación de todos los
actores sociales e institucionales involucrados en dicho proceso buscando su claro
y directo compromiso y rol para sacarlo adelante de manera exitosa.
1.6 Origen del Sistema Regional de Innovación.
El SRI está surgiendo de manera espontánea, sin que se le haya planteado como
un objetivo explícito2 por alguno o por varios de los actores sociales o
institucionales, me parece que su origen fue algo muy anterior a la idea de
impulsar un proceso de cambios en las formas de practicar la agricultura regional
(ASOSID) por parte de los productores agrícolas y de los actores institucionales
que apoyan dicho proceso, sin embargo el hecho es que este proyecto le ha
venido a dar, en el papel, nuevos bríos a dicho proceso.
¿Cuánto hace que comenzó a surgir el SRI? No es fácil decir tiempo o fechas,
pero es un proceso muy joven y le falta por realizar en mi opinión todo, es decir lo
mejor y más trascendente, encausar y catalizar un amplio espectro de
2
. En la región, ningún actor institucional o social, ha pensado o piensa, en estos términos, <<lo que está en
proceso>>, cuando los entrevisté ninguno <<ve>> una red y nadie ha pensado en una idea así.

7
innovaciones para poder transformar y modernizar a la agricultura de la región del
Bajío.
Considero en este punto que, es muy probable que este fenómeno (SRI) tenga su
origen, en el cambio político que tuvo lugar en la región hace ya unos diez a doce
años y que se remonta a la sucesión en el poder gubernamental del estado de
Guanajuato de un grupo de poder o partido político (Partido Acción Nacional)
distinto al anterior (Partido Revolucionario Institucional), un cambio que lleva al
poder a un grupo más a la <<derecha>> que el anterior.
En mi opinión el SRI empieza a constituirse, al ir creándose a partir de 1992 con
los Módulos de riego, una serie de instituciones y órganos para dar apoyos
específicos a los productores y a las organizaciones de productores, para resolver
problemas y necesidades también muy específicas; estas instituciones son la FGP
(Fundación Guanajuato Produce), el CEAR, el CESAVEG, el PATRONATO, el
CONCYTEG, la SRL DR 011, los MÓDULOS de riego, para que se hagan cargo
de funciones específicas e ir respondiendo a necesidades concretas que el
entorno está planteando a los productores.
En el transcurso del desarrollo y el accionar de estas instituciones, van
vinculándose e interaccionando entre sí y con otros organismos ya existentes
como el INIFAP, el CINVESTAV, el ITA 33, el ICA, la SDA, la SAGARPA, la CNA,
las EMPRESAS privadas, los PRODUCTORES, algunas Organizaciones de
Productores, organismos estos que tienen que ver con la realización de
actividades y funciones muy concretas.
Es este un fenómeno que da cuenta del origen, la trayectoria, los objetivos, los
roles, etc., de los distintos actores institucionales y sociales que han estado
participando de manera importante en el proceso de innovación, cambio y
modernización de la agricultura en el Bajío Guanajuatense.
El cometido del SRI debería ser en mi opinión, transformar y modernizar a la
región en todas sus prácticas agrícolas y sistemas de siembra, en sus relaciones e
interacciones sociales.
Esto es, en el manejo de los recursos naturales fundamentales tierra y agua, en su
forma de gestionarse y organizarse, en sus comportamientos organizacionales, en

8
sus relaciones sociales e interacciones dentro de la red existente entre los actores
sociales, en sus formas de comercializar, de financiamiento, de aseguramiento de
la producción, en su enfoque de la producción, en los mercados para los que
produce, en su cultura, en sus mentalidades y actitudes, en su productividad y
competitividad, en su infraestructura, en su tecnología, maquinaria y equipo, en los
agro insumos que utiliza y en los cultivos que produce, en sus resultados, y
transformar a los campesinos, socialmente hablando, en otro tipo de productores
agrícolas respecto de los que ahora existen.
Todo ello como se implica, a partir y a través de amplios procesos de innovación
que tengan un carácter inclusivo y participativo de todos los actores sociales e
institucionales que están implicados en dichos procesos, esto visto en una
perspectiva socio-técnica.
Pero para lograrlo, para poder hacer esto una realidad, necesita constituirse
formalmente el SRI, ser reconocido oficialmente por todos los actores en lid, como
un sistema o Red de relaciones e interacciones sociales entre los actores sociales
e institucionales, que están participando directa e indirectamente en la actividad
agrícola y en todas las actividades que le son tributarias y que de una u otra
manera se vinculan con ella, como son las de innovación y modernización, una
Red en sí misma y con funciones, finalidades, estrategias y tiempos definidos por
todos.
Se necesita una coordinación formal, un proyecto básico, planes, objetivos
específicos y metas a largo, mediano y corto plazo, estrategias y acciones
concretas para impulsar e instrumentar los planes y objetivos, recursos de diversa
índole a ser orientados para ello, necesita del involucramiento, voluntad y
compromiso de los actores sociales, necesita el respeto y participación orquestada
de todos, en lo que de una manera participativa y proactiva se decida y promueva
para impulsar la innovación, el cambio y la modernización de la región.
Visto desde fuera este proceso, el SRI se presenta como un <<fenómeno>> de
naturaleza social, técnica, económica y política que está surgiendo al calor de la
crisis, al fragor de los diferentes problemas y necesidades que se han presentado
a los productores agrícolas, al tenor de las respuestas y soluciones que con

9
motivo de la crisis y para ir enfrentándola, aunque sólo sea de manera parcial, se
han impulsado por diversos actores institucionales, por la necesidad de hacerle
frente y resolverla, considero que es una respuesta de acción colectiva que
comporta diversos procesos y planes de acción, tentativas más o menos parciales
a determinadas situaciones.
Está surgiendo el SRI por las diversas demandas explícitas de apoyo que los
productores y sus organizaciones han hecho a los distintos actores institucionales
particularmente a los órganos del gobierno del estado y del gobierno federal y en
las ofertas, respuestas que éstos han planteado a tales demandas a partir de sus
objetivos, su visión, sus intereses y su racionalidad, aspectos estos que explican,
la forma en que conciben dichos actores debe realizarse el desarrollo rural
regional.
Por otro lado, un hecho real para mí, es que el proceso de innovación se presenta,
como un <<fenómeno>> sin conducción y espontáneo, desde que inicié mi
contacto con los diferentes actores sociales, me di cuenta de que se está dejando
a merced del mercado, que sea a través de las libres fuerzas de oferta y demanda
como se realice el proceso de innovación.
Lo anterior ocasiona que sea en muchas ocasiones muy marginal, en otras parcial
y desigual por la escasez de recursos económico-financieros de los productores y
sus organizaciones para poder realizar y pagar las innovaciones, ya que es muy
costoso investigar, innovar, modernizar, introducir nueva tecnología, por todo ello
su dinámica es muy lenta y no tiene comando o dirección.
1.7 Sistema Regional de Innovación y regulación territorial colectiva del
proceso de innovación.
Como es sabido, los <<mecanismos económicos puros>> como el mercado, en
países como México, son incapaces de regular el ritmo y la naturaleza de las
innovaciones de una manera óptima o adecuada a las distintas necesidades
sociales, en ello se implica desde luego la importancia del <<factor
conocimiento>> que es por naturaleza un bien público, aunque pueda ser
producido de manera privada y por tanto manejado de manera privada y exclusiva.

10
Por tanto, existe la necesidad de que Territorialmente se dé la presencia de
instituciones que regulen y orienten el proceso de innovación, la investigación y el
desarrollo, aquí está presente el fenómeno de constitución de <<redes>> y las
implicaciones político-institucionales consustanciales a todo proceso de desarrollo
socioeconómico nacional y regional (Mustar, P. y Penan, H. 2003; Matteaccioli,
2004).
De continuar así, va a demorar mucho tiempo el proceso de transición, la
investigación, la innovación, la modernización de toda la región y serán sólo los
intereses socio-económicos de mucho peso, los que prevalecerán en la forma en
que se realice el proceso, va a quedar la agricultura en manos de los poderosos
económicamente, los recursos productivos tierra, agua, etc., van a ser
expropiados a los productores y de nuevo el proceso se irá por otro lado.
Considero que el proceso de transformación, modernización, investigación e
innovación de la agricultura del Bajío debería ser asumido, como un compromiso y
un proyecto deliberado y de carácter sociopolítico y económico por parte de todos
los actores sociales e institucionales y con todos sus intereses, sus objetivos, sus
estrategias y en el contexto regional en crisis que está de por medio, es en ese
sentido y con tal propósito que puede llegar a ser reconocido, formalizado y
conducido por uno con mayor interés y compromiso, ya que tiene todo por perder
o ganar (Akrich, 1988).
No se trata necesariamente, aunque podría serlo, de crear un organismo o
institución ad hoc para conducir el proceso, desde luego que si se crea o no y
cómo y porqué, es una cuestión de carácter político, social y económico, que pasa
por una discusión entre los actores institucionales y sociales, de lo que también se
trata es de nombrar entre todos, qué actor social y definir por qué, va a coordinar
el SRI, el cómo se haga, los criterios, las reglas, etc., están a discusión de todos.
De hecho podría desarrollarse, lo que lo haría un <<fenómeno social>> muy
interesante, una gestión colegiada (colectiva) para que no haya manejos
particulares, sorpresas inesperadas, ni interpretaciones suspicaces en la forma de
conducir el proceso.

11
Lo que sí debería ser claro me parece y reitero, es que tiene que hacerse como un
proceso participativo e inclusivo, dado que atañe a diversos actores e intereses, es
la elaboración del proyecto básico para impulsar e instrumentar la transformación,
modernización, investigación e innovación de la región.
Deberá definirse qué se quiere, cómo se va realizar, que metas y objetivos, para
qué tiempos, qué recursos económicos se precisan, cómo se van a financiar, de
dónde van a salir los fondos, cómo se van pagar y en qué tiempos y con qué
intereses, cómo van a participar los distintos actores sociales e institucionales, sus
funciones, roles, aportes, interacciones, etc. (Akrich, 1988).
Si efectivamente llega a constituirse un SRI formal, reconocido y respetado por
todos los actores sociales e institucionales, es muy factible que se realice en
beneficio de todos los involucrados, un proceso participativo (Akrich, 1988) de
investigación, innovación, transformación y modernización de la agricultura del
Bajío de la manera en que se defina y con los tiempos que se estimen, lo que
puede llevar perfectamente un tiempo no muy largo dada la índole de la tarea, si
los compromisos son claros y activos es probable que en diez años se realizaran
las innovaciones y cambios fundamentales, esto en el mejor de los casos y con un
proceso muy bien clarificado y piloteado.
Este proceso puede llevar a la región a definir un sistema de agricultura totalmente
nuevo, para poder ir cambiando paulatinamente sobre la marcha y de acuerdo a
los cambios del entorno mundial, nacional y regional y con la gran posibilidad, esto
sería su mayor impacto y trascendencia, de influir fuertemente en el resto de la
agricultura nacional, <<establecer una suerte de paradigma del proceso de cambio
liderado>>.
En nuestros días y de manera creciente, la clave del desarrollo socioeconómico,
del cambio y del crecimiento, es la capacidad de los diversos actores sociales,
institucionales y económicos, de mejorar lo que ya están haciendo o de hacer
cosas nuevas, es decir de la capacidad de innovar, las innovaciones provienen de
la capacidad de los actores sociales de identificar sus problemas y necesidades y
de responder adecuadamente, construyendo las soluciones, es decir a partir de

12
ejercer su capacidad de aprender e impulsar nuevas estrategias y acciones
(Porter, Ekboir, Krozier, Akrich).
Desde ya y en lo sucesivo, la competitividad de la región como un todo y de los
productores agrícolas en lo particular, dependerá de la habilidad y capacidad de
todos los actores sociales involucrados de muy diversas maneras, para
transformar el contexto donde se realizan los procesos sociales y económicos y
las condiciones en y por las cuales se están realizando (Porter, Ekboir, Krozier,
Akrich).
1.8 Innovación y estrategias de los actores sociales.
Una innovación es una capacidad de manejar la información, el conocimiento y la
tecnología, creativamente y como respuesta a demandas provenientes del
mercado o a otras necesidades sociales existentes (Afuah,1999).
La capacidad de innovación dependerá, de cómo actúen los diferentes actores
sociales e institucionales, en forma individual y especialmente, de cómo
interactúan entre ellos, como elementos de un sistema de innovación, en este
caso regional (Ekboir, 1999).
La generación, adopción, adaptación de nuevas informaciones, conocimientos y
tecnologías para convertirlos en innovaciones concretas, será el resultado de las
complejas interacciones entre los diversos actores en este caso regionales, del
tipo de intercambios que tengan lugar en el interior del sistema en ciernes,
pasando por distintos momentos hasta su eventual aplicación concreta, como
puede ser una nueva variedad de semilla, un nuevo sistema de riego o una nueva
modalidad de labranza (Porter, Ekboir, Krozier, Akrich ).
El problema de los productores y organizaciones de productores del Bajío, será
acceder a la información, al conocimiento y a la tecnología, el impulsar nuevas
estrategias, el cómo usarlos, cómo combinarlos con sus actuales capacidades y
gestar otras para generar nuevos o mejores productos y servicios, que les den
competitividad en los mercados en los que participan (Ekboir, Porter, Afuah).
Su capacidad de aprender y hacer <<cosas nuevas>>, de incorporar nuevas
tecnologías agrícolas y sus componentes, será un factor muy importante para el

13
proceso de transformación y modernización de la región y por lo tanto para su
desarrollo (Ekboir, Porter, Afuah).
2. CARACTERÍSTICAS MÁS DESTACADAS DEL SISTEMA REGIONAL DE
INNOVACIÓN.
2.1 Cambio socio técnico y cambio institucional.
El hablar conceptualmente de <<Sistema Regional de Innovación>>, le permite a
uno referir el hecho de que, está teniendo lugar por un lado, en este caso
concreto, un cambio social y tecnológico agrícola a través del proceso de
innovación realizado y mediado por una compleja red de interacciones entre los
actores regionales y por otro lado, un cambio institucional en la región con la
creación de nuevas instituciones y su accionar en la región a la par de otras que
ya existían, ambos fenómenos están en proceso de enraizarse en el territorio del
Bajío y en la medida en que considero que el SRI está en proceso de gestación,
los dos son fenómenos no totalmente definidos y acabados, sino por el contrario
se trata de procesos en marcha y desarrollo en el territorio regional.
2.2 Naturaleza del cambio tecnológico.
En este SRI en proceso de constitución, la naturaleza de la tecnología que se está
introduciendo vía la innovación, tiene que ver fundamentalmente con la reducción
de los costos de producción de la actividad agrícola y con el manejo y
racionalización del uso del agua.
Por una parte, con la búsqueda de menores costos de producción de la actividad
agrícola, para que con ello por un lado, pueda la mayoría de los productores
agrícolas, aspirar a sobrevivir al mejorar su margen y con ello reproducirse de ciclo
a ciclo productivo y por otro lado, un grupo reducido de productores, busca
transformar deliberadamente sus condiciones productivas y socioeconómicas y
transitar hacia formas más avanzadas de producción.
Pero en paralelo, por otra parte, tiene que ver también con la búsqueda por parte
de las instituciones, de un uso y manejo más racional y eficiente del agua y con la
preservación y mejoramiento del suelo, ya que el uso de dicho recurso, constituye
una problemática en sí misma en la región.

14
Pero hay que recordar que, entre las características del <<sistema en
gestación>>, la tecnología no está siendo utilizada de manera total y eficaz, es
decir y refiriéndome al caso concreto de la tecnología labranza de conservación,
que es una de las que mayor importancia están teniendo ahora en el Bajío y que
constituye en sí misma un paradigma radicalmente distinto de la labranza
convencional.
La labranza de conservación, podría como tal, revolucionar y trastocar a toda la
actividad agrícola regional, pero no está siendo utilizada de manera integral por los
productores que la practican; hay que subrayar que no todos la utilizan y que no
se usa siempre en los dos ciclos productivos anuales de cultivo que se realizan en
la región.
Solamente se utiliza de manera parcial, ya que no se conoce por parte de los
productores agrícolas de manera completa, cómo funciona el nuevo sistema de
labranza, el hacer agricultura sin preparar la tierra les permite ahorrar e
incrementar el rendimiento a los productores, pero comenta el Dr. GALVÁN de la
SDA en la entidad, <<toda la tecnología tiene sus requisitos, hay que
comprenderlos y aplicarlos para que maduren, hay que explicárselos y ver si
desean pagar por ese cambio en forma positiva.
No ha crecido la labranza de conservación, por un lado por desconocer sus
requisitos, éstos no se han cumplido, el concepto no se ha entendido, el manejo
del rastrojo, cómo trillarlo y desmenuzarlo, cómo dispersarlo, una parte de la
pastura en ocasiones se debe empacar; el manejo de la maleza, ser experto en
herbicidas, el manejo del riego, la cantidad, la frecuencia, el manejo de las
enfermedades y plagas; se implica que hay que ir desarrollando la propia
experiencia y la propia teoría y hacer los propios registros, no lo hacen los
productores>>.
Por otro lado continúa el Dr. GALVÁN, <<pesa mucho en los productores, su
cultura y su forma tradicional de trabajar la tierra, ellos asumen que basta aplicar
el nuevo sistema de labranza como lo han entendido, buscan fundamentalmente
reducir sus costos de producción y lo logran, ya que se ahorran todos los gastos
de la preparación del suelo que supone la labranza convencional, pero

15
normalmente no ven más allá de eso, no contempla la mayoría, la mejora
agronómica del suelo y el ahorro del agua que de por medio se implica, están
acostumbrados a usarla en exceso, aunque saben que ya hay problemas fuertes
en la región por la disputa del agua>>.
Además, continúa, <<muchos, mezclan aspectos de la labranza convencional,
como meter la rastra, marcar las rayas del surco y algunos que no saben cómo
manejar el rastrojo del periodo anterior, como es mucho lo queman y basta con
eso para echar a perder, el pequeño avance que habían hecho con la introducción
por parcial que fuera del nuevo sistema de labranza>>.
Es mucho el trabajo el que se debe de realizar en la región, para que los
productores se convenzan de las diferencias radicales que existen entre los dos
tipos de labranza y acepten trabajar la de conservación de manera integral y no
como ellos quieran, si el proyecto ASOSID continua, lo que sería deseable, tiene
enfrente un desafío muy fuerte para lograr introducir, poco a poco de manera
integral, el manejo y aplicación del sistema de cero labranza, como también se lo
conoce y hacerlo a la par que se investiga el o los paquetes tecnológicos que
acompañan esta nueva manera de realización y manejo de los cultivos.
La tecnología de riego es utilizada muy parcialmente por los productores, me
comentó el Ing. HERNÁNDEZ del CEAR, <<el agua rodada, la usa la mayoría de
productores, el riego de aspersión y por goteo lo utilizan unos cuantos,
particularmente los productores de hortalizas y algunos productores en transición;
el entubamiento y mejora de la red de distribución del agua lo han rehabilitado y
mejorado solamente algunos Módulos de riego, por ejemplo el de Valle y el de
Cortazar y esto de manera parcial, ya que no toda su red esta entubada y no
todos los canales y drenes están revestidos de cemento para que no se filtre el
agua>>.
En lo que hace a otras tecnologías, me comentó el Ing. MICHEL de FIRA, <<si
son utilizadas de manera general por la mayoría de productores, las semillas
mejoradas de los distintos granos que se cultivan en la región, siendo ésta la de
uso virtualmente total, con la salvedad de que no son utilizadas de manera eficaz,
ya que se ha generado en la región el hábito o mala costumbre, de usar en

16
exceso las semillas; los distribuidores de las empresas comercializadoras les han
sugerido desde hace mucho tiempo, que pongan una buena cantidad en los
surcos, se usan en promedio 250 kilos por hectárea, siendo que las
recomendaciones de los asesores técnicos no van más allá de la mitad, 125 kilos,
es claro y obvio que los vendedores indiquen que se use la semilla de un modo
muy generoso>>.
Se aplica, me decía, fertilizante a <<lo bestia, de 150 mil toneladas de fertilizantes
nitrogenados se pierde el 50%, lo que se hace con el <contentillo> de las
empresas que lo suministran y de las empresas semilleras que incitan a utilizar
mucha mayor semilla de la necesaria por hectárea existe, <una cultura> de
dispendio de fertilizantes y semillas>>, parece que ese es el origen de esa forma
de uso, lo que indicaría la necesidad de que se realice un arduo trabajo de
reeducación de los productores, lo que además redundaría en un buen ahorro de
costos de producción.
En lo que se refiere a maquinaria, me comentaba el Ing. ROCHA gerente de la
SRL DR 011, <<todos los productores utilizan la que les es necesaria, no pueden
prescindir de ella, unos la poseen, otros la compran organizados en grupos en
torno a pozos de agua por ejemplo, otros la rentan en los Módulos de riego o a
quienes la tienen; esta tecnología al ser cara no todos la poseen, los apoyos que
da al respecto la SDA, no todos los productores han logrado acceder a ellos por
diversas razones, destacando fundamentalmente, su carencia de recursos
financieros, ya que el apoyo que obtienen es parcial>>.
2.3 Evaluación de la tecnología.
¿En la región quién evalúa la tecnología y qué criterios utilizan para seleccionar y
evaluar la más pertinente?
Me comentaba el DR. FLORES gerente de FGP que, <<la tecnología que se
utiliza en la región es evaluada por diversas instituciones y aún por los usuarios de
la misma, de hecho al ser transferida por instituciones como la FGP se realiza una
filtración, lo que de por sí es ya una evaluación, ya que no se transfiere cualquier
tecnología, sino solamente aquellas que esta institución considera útiles y
necesarias en la región>>.

17
En labranza de conservación por ejemplo, me decía, <<existe ya una norma
técnica de calidad generada por FIRA, introductor de dicho sistema de labranza
en la región, la norma data de hace cuatro años, sólo les falta publicarla y
registrarla, a partir de ella evalúan y certifican; el CEAR tiene una norma técnica
de los sistemas de riego; el Centro Nacional de productividad Sustentable
(CENAPROS) del INIFAP (sede en Morelia) selecciona y dispone de otras
tecnologías sostenibles que son usadas a nivel mundial.
Antes parece que sólo evaluaba el INIFAP, ahora hay libertad y cada actor escoge
su opción, evalúan INIFAP, las universidades, las empresas y el gobierno a partir
de sus apoyos>>.
Me comentaba el Dr. GALVÁN que, <<FGP y CONCYTEG deciden los proyectos
que apoyan y se financian y la tecnología a producir, validar, transferir y los
productores la aceptan o rechazan y es o no adoptada; se evalúa por su
rentabilidad, ¿cuánto más me da a ganar?, por sus ventajas comparativas en
relación a las anteriores tecnologías en uso, su competitividad, a qué precio la
obtienen, por su demanda en el mercado, si es resistente a plagas y
enfermedades en el caso de nuevas semillas por ejemplo.
INIFAP evalúa sus propias variedades de granos, particularmente en el caso de la
cebada y lo hace con la participación de los productores y con Impulsora Agrícola
S. A., la cual a su vez hace sus pruebas y evaluaciones y selecciona las
variedades de semilla que en el siguiente ciclo productivo se reproducirán y serán
sembradas por los productores.
Una norma que se está imponiendo en la región es que, la evaluación la hace
quien genera la tecnología, esto es muy claro en el caso de las empresas
transnacionales y nacionales, cada una hace sus pruebas y evaluaciones y pone
en el mercado las semillas, los fertilizantes y herbicidas que han decidido poner en
competencia, es este caso el mercado también hace las veces de evaluador, ya
que muchas veces ciertas variedades de híbridos no son aceptados por los
productores, lo que se traduce en una muy clara evaluación negativa.
Me comentaba el Dr. DELGADILLO del INIFAP que, <<el criterio más utilizado en
la evaluación, es el mercado del producto o servicio que se pretende mejorar con

18
la tecnología, ya que debe poder seguir dando el servicio y ver lo que se va a
obtener con ella, el impacto que va a tener, cuál es el valor del producto que se va
a apoyar en su producción.
Varían mucho, en cultivos que se adapten al clima, que sean de baja demanda de
agua, que tengan demanda en el mercado, calidad. Son las más de las veces
criterios técnicos y parciales, no integrales>>.
La evaluación de la tecnología, la están haciendo todos los actores sociales e
institucionales, no únicamente quienes la producen y quienes la distribuyen, los
que la transfieren, previamente la han filtrado, los usuarios en función del aporte
de la misma, la validan o la rechazan.
2.4 Evolución de la tecnología y contexto social.
En cuanto a cómo ha evolucionado la tecnología agrícola en la región y de qué
factores ha dependido dicha evolución tenemos que.
Dada la singularidad de la situación social de los productores, considero que la
tecnología ha cambiado fundamentalmente, por una parte para mejorar las
posibilidades de reproducción social de los productores agrícolas, por otra parte
por la problemática regional del agua y el cambio tecnológico ha llevado a la
reconversión o cambio en el patrón de cultivos, es decir hacia los de menor
consumo de agua y mejor rendimiento y a las hortalizas.
Otra evolución importante ha sido la labranza de conservación, aunque se use
parcialmente, la cual desde hace 18 años se está impulsando, particularmente por
FIRA y es practicada fundamentalmente en el ciclo P/V y sobre el residuo del ciclo
anterior de trigo y cebada, la mayoría de los productores ya saben que no se
justifica labrar la tierra y que significa un gran ahorro económico, aunque aún no
hay mucha conciencia entre los productores de la ventaja agronómica y ecológica
en el mejoramiento del suelo y ahorro de 20% en el uso de agua.
Se ha avanzado y me comentaba el Dr. GALVÁN, <<hay un mayor acceso a las
sembradoras unitarias de granos para labranza de conservación, que son las que
más ha apoyado el gobierno, aunque hay déficit de sembradoras más finas y
precisas; parece que hace 10 años se dio el boom sobre fertigación para
incrementar el rendimiento de los cultivos y ahorrar agua, desde luego que los

19
productores lo han adoptado por el mayor rendimiento logrado; en lo general
algunos productores ya no se casan con una sola idea y prueban de qué otras
maneras les puede ir mejor.
La tecnología evolucionó muy fuertemente a raíz de la apertura comercial y de la
retirada de los subsidios, parece que dados sus fuertes problemas, se han
revisado los procesos por parte de muchos productores, aún no se ve mucho
desde luego, ya que son procesos de cambio muy lentos, los productores deben
revisar cantidades de semilla, fertilizante y agua que usan, la frecuencia del riego,
los tiempos de siembra, la sanidad de los cultivos, los productores se están
permeando, pero falta mucha inversión y faltan muchos recursos financieros para
poder realizarla>>.
Me decía el Dr. FLORES que, <<se cambian frecuentemente los híbridos y
algunos productores los paquetes tecnológicos, se ha modernizado la
mecanización de la producción y de la cosecha, hay riego por compuertas,
aspersión y goteo, estos dos tipos fundamentalmente, con los productores de
hortalizas y con algunos en transición, con la FGP se fortaleció un poco la
inversión en el agro.
Como tendencia, se ha visto por un lado, mayor tecnificación de la agricultura y
por otro lado, es más tradicionalista, al dejar un poco de lado insumos y
maquinaria, particularmente por los productores que aplican el sistema de
labranza de conservación de manera completa, hay una cierta mayor conciencia
de la problemática del agua en los que tienen pozo, ya que deben pagar la
energía eléctrica para el funcionamiento de la bomba, lo que encarece mucho el
consumo del agua.
Decía el Dr. DELGADILLO que, <<Se han hecho más eficientes los cultivos de
muchos productores, se han incrementado los rendimientos, con el control de
plagas, de las enfermedades, de la maleza, con las nuevas adopciones de
semillas mejoradas, con la validación y su demostración, con los paquetes
tecnológicos de los agroquímicos, muchos han modificado las dosis y
concentración y también los métodos de aplicación de fertilizantes>>.

20
El Dr. GALVÁN decía que, <<Ha habido un importante esfuerzo por hacer
evolucionar a las organizaciones productivas, más que las de carácter político,
eso ha tenido un relativo costo social, hay pérdida de liderazgo, surgen
Organizaciones de Productores para comercializar, para comprar insumos, se
está en un punto intermedio, se necesita que también atiendan lo social y lo
político, no solamente lo económico>>.
Mi percepción es que, falta transferir mucha tecnología, faltan capacidades y
habilidades en los productores, falta financiamiento, falta que cambien su
idiosincrasia los productores; en los últimos 20 años se han reducido mucho las
instituciones oficiales de apoyo al agro, han aparecido otras con un distinto
carácter, con otro enfoque y otro modo de trabajar y apoyar a los productores, su
modo de operar es fundamentalmente a través del mercado ya que todos sus
servicios se deben comprar, se busca que sean auto-financiables.
La introducción y modificación de la tecnología depende de, qué tanto les ayuda a
los productores a solucionar aunque sea parcialmente sus problemas y
necesidades socioproductivos, de la mejora que les permite hacer en la
competitividad de la producción, de qué tanto les ayuda a mejorar sus condiciones
de reproducción.
Los productores buscan fundamentalmente, ahorrar en costos de producción,
incrementar sus rendimientos y su margen de ganancia, lo que depende desde
luego de modo muy importante de su cultura, de cómo perciben sus problemas y
en paralelo, cómo consideran qué ciertos cambios de tecnología les van a permitir
realizar mejoras importantes.
Es finalmente su cultura y sus percepciones particulares lo que los lleva a
modificar su comportamiento y con ello a decidir el realizar los cambios que
pueden hacer y que consideran necesarios.
2.5 Evaluación de la evolución tecnológica.
¿Cómo se evalúa la evolución tecnológica habida en la región en los últimos
veinte años?
Me comentaba el Dr. GALVÁN que, <<La evolución tecnológica habida ha sido
importante, pero insuficiente y no al ritmo que debería tener para solucionar los

21
problemas y necesidades de los productores y para cubrir las necesidades de la
sustentabilidad agrícola para la conservación del suelo y del agua>>.
Se podría decir en algún sentido que, la tecnología es sobresaliente en sí misma,
pero sería muy parcial dicho juicio al margen de cómo se usa y de sus resultados,
por otro lado, se está en un punto privilegiado en el país y hay cada vez más
presiones sobre los productores y hay más información disponible en toda la
sociedad, a pesar de esto, falta avanzar mucho para que haya una mayor difusión
y extensión en el uso de la tecnología, esto es así fundamentalmente debido a la
carencia de recursos financieros y en parte debido a la existencia de una cultura
campesina y tradicional, con su fuerte dosis de resistencia al cambio.
Continuando el Dr. GALVÁN decía que, <<Los productores y sus procesos están
en una etapa de transición, ahora es la conmoción, la tecnología vista en sí misma
sale perdiendo, sale mal calificada, falta comprenderla, saber cómo usarla con
eficacia, ello debe de llevar a un mejoramiento, ahora hay mucha confusión, hay
muchas pruebas, en ocasiones les va mal, no se logran los resultados, o no
siempre, el tamaño de las explotaciones es muy pequeño, la tecnología no se ha
podido introducir bien totalmente; la supervivencia de un minifundista depende de
algo más, como la tenencia de la tierra o de vincular la tierra a otras actividades
económicas, de vender o trabajar de otro modo, es decir de varias y
complementarias estrategias>>.
La evolución de la tecnología en la región ha sido lenta y asociada directamente a
las características propias de la tipología de productores, de su producción
agrícola y sus respectivos problemas, recursos financieros, aspiraciones y cultura.
2.6 Crisis agrícola, cambio socio tecnológico y actores sociales.
Considero que la agricultura del Bajío expresa una clara necesidad de evolucionar
y transformarse, vía un proceso de cambio social y tecnológico y como respuesta
a las diferentes manifestaciones de la crisis por la que está atravesando, de
hecho, la crisis es justamente una gran oportunidad para <<construir>> un cambio
muy importante.
La situación imperante, demanda en ese sentido una gran dosis de creatividad de
parte de los actores sociales regionales, ser <<más inteligentes>> en cuanto a

22
decidir, demandar e introducir la tecnología que les puede ayudar efectivamente a
transformar la región y darle una nueva competitividad y papel en el mapa
productivo nacional.
El Bajío desde hace muchos años, por lo menos de la posguerra hasta hace muy
pocos años, había sido fundamentalmente uno de los graneros de México, es muy
probable que ese <<ciclo de región granera>>, esté llegando a su fin o que deba
por lo menos, realizar cambios muy importantes, en la forma en que se producen
dichos granos y que signifiquen verdaderamente, una alternativa y diferencia,
respecto a cómo se los obtenía y obtiene actualmente todavía, pero que le den
verdadera competitividad y alternativa a la supervivencia y creación de nuevas
condiciones productivas y de vida de los productores y sus familias.
La crisis es, en tanto que, una situación que cuestiona y pone en tela de juicio la
forma de ser, de regularse y reproducirse de la región y sus actores sociales, una
condición determinante de los cambios que están teniendo lugar, pero sólo eso,
nada más.
Dependen de los actores sociales e institucionales, los cambios que se han
realizado y que se realicen en lo sucesivo, la salida de la crisis no será ni
automática ni inevitable, se necesita por un lado, un proceso de <<destrucción
creativa>> de las condiciones existentes y que son la razón de la crisis y por otro
lado y en paralelo, un proceso de <<creación de nuevas relaciones sociales de
nuevas interacciones, de una nueva regulación social y de nuevos artefactos
tecnológicos>> y esto solamente puede ser obra de los actores sociales e
institucionales (Reynaud, 1997).
En este sentido del cambio tecnológico en marcha, destaca en la región, la forma
en que se está impulsando la innovación y modernización desde la perspectiva de
<<las políticas institucionales>> y cómo realmente han influido en el Bajío.
2.7 Instituciones, política neoliberal y cambio social y técnico.
Las instituciones han influido importantemente en términos de las tecnologías que
se están impulsando y entre ellas destaca como ya lo observe, cuando hable de la
<<proximidad territorial>>, el que particularmente estén haciendo énfasis en un
manejo y cuidado más racional del agua y por ello han apoyado la labranza de

23
conservación y hacen hincapié en el ahorro del agua a partir de su forma de uso,
se apoyó la reconversión del cultivo del trigo hacia el de cebada que consume
menos agua y se apoya la tecnificación del riego, aunque ésta avanza muy
lentamente por ser muy costosa, cambios estos que se apoyan a partir de sus
programas institucionales particulares.
Ese apoyo institucional se expresa en los programas, en el caso del gobierno,
para modernizar la infraestructura de riego y que la apoyan con un porcentaje del
costo, el financiamiento a proyectos que tienen que ver con el manejo y ahorro del
agua en el caso de FGP; el apoyo en capacitación y reembolso del costo de los
asesores técnicos en el caso de FIRA para la aplicación y el manejo de la labranza
de conservación; el apoyo en capacitación, asesoría y manejo del riego por parte
del CEAR, el ITA y el ICA y que también es apoyado por la SDA; todo el apoyo
técnico y la facilitación de sus instalaciones de parte del INIFAP para impulsar la
labranza de conservación y la creación del Proyecto ASOSID para esta finalidad.
Actualmente en la región, son otras <<las políticas>> que se <<utilizan>> para
impulsar y apoyar el desarrollo y el cambio rural, no más la intervención directa del
gobierno para decidir el sentido que deben tomar las decisiones y acciones de los
actores sociales en sus procesos productivos, en ese sentido en el Bajío las
<<nuevas políticas>> tienen que ver con la creación desde 1995 de otras
instituciones con funciones específicas, con otra forma de operar y de vincularse
con su entorno y con una importante y relativa autonomía respecto del gobierno.
Hay un <<nuevo manejo>> del impulso al desarrollo rural o cambio
socioeconómico regional, ya no es más con la intervención y regulación directa del
gobierno a partir de las diversas instituciones que se habían creado para ese fin.
Es decir, existía antes de ponerse en vigor la política neoliberal, todo un aparato
de instituciones orientado hacia la agricultura, que iba desde los precios de
garantía, los aranceles de importación de productos agrícolas, los subsidios de
diferentes tipos a la producción agrícola, la Compañía Nacional de Subsistencias
Populares para la compra de los granos, la Aseguradora Agrícola Nacional, la
Productora Nacional de Semillas, Fertilizantes de México, Banrural para los

24
créditos mismos que muchas veces se condonaba su pago, es decir eran a fondo
perdido y otras instituciones.
No fue desde luego, la mejor forma política de intervención, para impulsar y
apoyar el desarrollo rural y el cambio socioeconómico, ya que en más de
cincuenta años de funcionamiento de dicho aparato estatal no se generó en lo
absoluto desarrollo socioeconómico en el campo y para sus pobladores, antes
bien se le utilizo para mantenerlos subordinados y controlados a partir de dicho
<<apoyo>> de acuerdo a la voluntad política y conveniencia del gobierno y partido
político en turno y en el poder.
A todos los productores en México se les puso producir al servicio y en función de
un proceso de industrialización que siempre fue truncado, que nunca terminó y en
los momentos actuales está <<atorado>>, la agricultura en México sigue siendo un
<<patito feo>>, un <<mal necesario parcialmente>> ya que no tiene la capacidad
como antaño de transferir un gran excedente económico para apoyar la truncada
industrialización.
Es claro que la fuerte crisis de la agricultura del Bajío y de todo México, es
producto de la forma de funcionamiento del sistema socioeconómico en su
conjunto, de la intervención directa del Estado y de las políticas desarrollistas
impulsadas durante por lo menos cincuenta años para industrializar al país.
Lo discutible de la nueva situación, fue el cambio de rumbo y el cambio de
políticas de manera radical y como siempre decidido desde <<arriba>> y
autoritariamente por el Estado, es decir la orientación hacia políticas de corte
neoliberal extremistas y sin un proceso de transición en tiempo y forma, la forma
de impulsar el desarrollo socioeconómico, se fue hacia el otro extremo, ahora
debía ser obra del mercado, de la libre empresa y de los agentes económicos y
sociales, no más intervención directa del Estado en la actividad económica en
general y por tanto se consideró necesario el desmantelamiento de todo el aparato
estatal y paraestatal constituido durante más de cincuenta años.
El desarrollo socioeconómico es impulsado de manera más o menos diferente o
con sus particularidades en las distintas entidades del país y depende mucho de

25
los grupos y partidos políticos que lleguen al poder, de su voluntad política, de sus
compromisos e intereses, de su grado de hegemonía y legitimidad.
En Guanajuato se tiene en el gobierno y el poder desde hace diez años al PAN un
partido político de <<derecha>>, el cual cree fielmente en el desarrollo económico
a partir de la libre empresa, de la decisión y acción libre y soberana de los
individuos y agentes económicos y sociales, con la sola salvaguardia y respeto del
Estado y regulado todo con el mecanismo de precios, es decir el libre juego de la
oferta y demanda del mercado.
Por ello crearon las nuevas instituciones que en su perspectiva, consideraron
necesarias, para que funcionen a partir de la solicitud y demanda de los usuarios
de sus servicios y operan a través del mercado ofreciendo y vendiendo sus
servicios, es el caso de todas las asociaciones civiles (CESAVEG, PATRONATO,
CEAR, ASOSID) creadas desde 1995, las que se apoyan además en programas
determinados del gobierno (SDA), el énfasis se pone en que el cambio debe
provenir y ser generado por los actores sociales y económicos y convocar y
demandar el apoyo y la participación de otros agentes, los cuales son los actores
institucionales diversos y que operan fundamentalmente como coadyuvantes y
facilitadores del desarrollo y del cambio, no más como los causantes del mismo.
Volviendo a la tecnología, los flujos predominantes de la misma, han sido influidos
por las instituciones y por sus <<políticas>> de apoyo a las decisiones de
innovación de los actores sociales para mejorar o hacer más eficientes sus
actividades y sus procesos productivos, los productores deciden qué innovaciones
hacen, cuándo las hacen, pero deben hacerlo insertos en el marco institucional del
cual dependen para poder realizarlas, están condicionados en cuanto a las formas
en que acceden a la tecnología, el cómo hacen su cambio tecnológico.
Parcialmente todavía como he dicho, pero en algún sentido, se está multiplicando
el uso de ciertas tecnologías agrícolas (mejoramiento de la infraestructura y los
sistemas de riego, sistemas de siembra, insumos mejorados, Buenas Prácticas
agrícolas) y su manejo comercial, lo que está transformando paulatinamente el
mercado y la estructura de los productos para la agricultura a partir del refuerzo de
la competencia entre los proveedores y los productores y también muy

26
parcialmente, se está transformando la estructura del mercado de los productos
agrícolas.
Como se puede inferir en el caso del Bajío, pocos productores tienen lo que
podríamos denominar, una trayectoria tecnológica, la cultura, las habilidades y
competencias para responder a los desafíos del entorno y al conjunto de
exigencias demandadas para la aplicación de las nuevas tecnologías y del
mercado de productos agrícolas.
2.8 Reorganización y coordinación críticas del SRI en gestación.
Se presenta como muy necesaria, para el caso de la región del Bajío, una
reorganización y coordinación del circuito o red investigación-tecnología-
necesidades-producción-enlaces-transferencia-comercialización, es decir una
revisión crítica del SRI en gestación, que posibilite un acompañamiento más
cercano a los productores y a sus necesidades, para poder diseñar un impulso
institucional más eficaz, inclusivo y participativo del proceso de innovación y
cambio tecnológico en marcha.
Lo anterior comporta la revisión de todos los dispositivos formales e informales
que regulan los intercambios y las interacciones entre los actores sociales e
institucionales, la representación de los distintos actores en las instituciones, sus
condicionamientos y las anticipaciones que puedan realizar, sus comportamientos,
sus juegos, sus intereses y sus objetivos.
Probablemente esto lleve a incidir de otra manera en la evolución que está
teniendo lugar en la tecnología agrícola en la región, en <<las políticas>> relativas
a su impulso y apoyo, en su transferencia, en sus formas de difusión, de
promoción, de financiamiento, en todos los distintos <<apoyos>> que en torno a
ello se han establecido.
Esto puede llevar a darle un impulso y formalización muy significativos al SRI, tal
vez incidir en un cierto sentido, en el <<cambio institucional>> que es necesario
para impulsar y realizar más efectivamente el cambio tecnológico en la región,
esto que planteo tiene que ver con una cuestión de voluntad y compromiso político
de los actores regionales con relación a los cambios que se desean y/o que son
necesarios, desde luego que si quieren pueden continuar dejándolo <<a las libres

27
fuerzas del mercado>>, <<a la política institucional en marcha>>, está muy bien,
pero que las fuerzas institucionales no se lo impongan a las fuerzas sociales, que
haya una regulación en la que participen efectivamente las dos fuerzas (Reynaud,
1997).
Los productores como actores sociales, deciden si realizan o no innovaciones,
cuáles y cuándo, pero no participan para nada en la regulación del funcionamiento
de los mecanismos establecidos para <<facilitar>> el proceso de innovación en
marcha, en las reglas, de hecho las tecnologías mismas, son destacadas e
impulsadas por las instituciones, estas les <<presentan>> a los productores <<el
menú>> de las tecnologías existentes o disponibles.
Las instituciones deciden en función de <<su percepción, intereses, objetivos>>,
de su particular racionalidad, cuáles son los problemas y necesidades de los
productores y de sus procesos productivos y qué tecnologías van a resolverlos de
mejor manera, ellas hacen la traducción, la mediación y ofrecen los apoyos
disponibles (Douglas, 1999).
Uno puede suponer que, las instituciones sociales existen y se crean para
garantizar la resolución de los problemas y necesidades sociales y que
expresarían una cierta aptitud del entorno o sociedad en que se insertan para
modificarse, adaptarse y comprometerse en un proceso de aprendizaje no
únicamente institucional, sino que incluya a los diversos actores sociales
implicados en los procesos, en este caso, de innovación y cambio tecnológico
agrícola, que se realizan vía diversas interacciones sociales.
Se supondría en esta lógica que, debería darse una estrecha asociación de la
dinámica institucional con respecto del despliegue de la actividad innovadora en
marcha, hacerse funcional y endógena a ella.
Lo anterior supone el diseño de planes de acción colectivos, que lleven a constituir
un conjunto de instituciones, mecanismos e interacciones en las que se dé una
relativa estabilidad y regularidad, una diversa representatividad y participación de
actores sociales individuales y colectivos.
Las instituciones que se lleguen a crear deben ser resultado de una acción
colectiva y como tales son mecanismos, que ponen en marcha relaciones,

28
interacciones y representaciones de diversos actores regionales, a partir de los
cuales se deciden, construyen y ponen en movimiento a su vez diversos planes de
acción individuales y colectivos.
Las preguntas de fondo serían en este sentido, de seguir funcionando así como lo
hace <<el sistema en gestación>>, ¿Cuándo se va a terminar de realizar el
proceso de innovación y transición en el Bajío?, ¿Cuál será su resultado?, ¿A
quiénes beneficiará?
Considero que hasta ahora, <<la dinámica del cambio tecnológico>>, está más en
función de <<la dinámica institucional>>, es por los causes establecidos
institucionalmente que se realiza o no y éstos no se han adaptado enteramente a
las necesidades de los actores sociales y de la región y por tanto el tipo de cambio
tecnológico que se realiza depende de las decisiones y circuitos institucionales
(Douglas, 1999).
2.9 Autoritarismo, Subordinación y cambio regional.
Se puede ver que <<en esta forma de funcionamiento>> del SRI en proceso de
constitución, se subordina a las fuerzas sociales regionales dominantes, a las
decisiones institucionales del gobierno de la entidad, aquí se expresa la forma en
que desde hace setenta años se realiza en México la relación entre Estado y
Sociedad Civil: Autoritarismo y Subordinación.
El Estado en México es autoritario y siempre ha impuesto de una o de otra manera
a la población civil, sus distintas decisiones y esto se expresa en sus diferentes
órganos, por ejemplo, la Presidencia de la República funciona como
presidencialismo, es decir autoritarismo, el Congreso de la Unión y los Gobiernos
de los Estados de la Federación, cualesquiera que sea el partido político en el
poder, son autoritarios, por mencionar tres importantes instancias de poder, esto
es desde luego un aspecto de la cultura política en México.
Esa es una especificidad institucional muy propia y particular de México, así es la
<<forma de gobernar o de regulación sociopolítica a la mexicana>>.
A pesar de <<funcionar>> como funciona el SRI, en proceso de constitución en el
Bajío, existe una relativa estabilidad de las relaciones e interacciones entre los
actores sociales e institucionales y la rutina de las reglas que se implican y que

29
explican o fundan los comportamientos de los actores y es en ese sentido
expresión de la intervención de la lógica institucional y de la forma en que participa
en la realización del proceso de innovación regional.
Toda acción colectiva requiere que las interacciones entre los actores sociales e
institucionales se adapten, es necesario que se dé una acción coherente, la cual
se explica por la existencia de las reglas de acción conocidas por todos, como son
las normas para acceder a los apoyos o financiamientos por ejemplo, son
entonces los mecanismos, normas e instituciones los que dan regularidad y
estabilidad a las interacciones que se realizan.
La lógica institucional, es decir el modo de funcionamiento de las instituciones
como SDA, FIRA, FGP, CONCYTEG, CESAVEG, CEAR y otras, produce las
rutinas y las reglas de comportamiento para los productores agrícolas en su
demanda y búsqueda de apoyos para realizar sus innovaciones vía ciertas
interacciones sociales.
En esta lógica, es el marco institucional existente lo que condiciona el despliegue
del proceso de innovación, son sus normas, sus rutinas y la estabilidad de éstas lo
que permite la realización de ciertos comportamientos, acciones y estrategias de
los actores sociales en su actividad innovadora.
2.10 CONCLUSIÓN.
¿Hay rupturas o quiebres en el proceso de innovación en el Bajío? Considero que
no, lo que me parece que hay es momentos de inflexión en las actividades y en el
comportamiento de algunos productores y algunas organizaciones de productores,
cuando se <<comportan como innovadores>>.
Sus actuales capacidades y habilidades son insuficientes para responder a los
desafíos que <<leen>> en el entorno y para resolver sus concretos problemas y
necesidades, para sacar adelante sus proyectos y sus <<visiones>>.
Es en razón de la diversidad de competencias y capacidades que en el momento y
contexto actuales les son requeridas, que solamente reorganizando y cambiando
su comportamiento y sus actividades productivas, pueden los productores y
organizaciones de productores desarrollar y poner en marcha sistemas completos
de siembra, de irrigación, de fertilización, de cosecha, de comercialización, de

30
financiamiento, de organización de la producción y aplicación de las nuevas
tecnologías, es decir decidiendo cambiar su comportamiento e innovando para
modificar sus estrategias de desarrollo.
Ese es su <<quiebre>> o <<punto de inflexión>> en su comportamiento y que los
lleva a la reorganización de sus actividades productivas, lo cual es realizado
después de una reflexión crítica de sus prácticas, experiencias y políticas actuales.
El problema de la adaptación dinámica de los productores y organizaciones de
productores innovadores al entorno y a los mercados cambiantes, pasa por la
realización del cambio tecnológico vía la innovación y por conquistar con otras
capacidades, es decir de otra manera, la competencia en los mercados.
Se puede suponer que las instituciones de investigación y desarrollo regionales,
estarían obligadas a producir las nuevas tecnología que son necesarias a la región
y las instituciones oficiales adecuar y adaptar los procedimientos de negociación,
los convenios, las normas y reglas, para que tenga lugar una gestión compartida
de los riesgos que se implican en el proceso de innovación y cambio regionales y
se tomen las decisiones necesarias para que se realicen las interacciones sociales
dentro de un marco de estabilidad y certeza.
La creación de la tecnología debe ser resultado de las necesidades de innovación
y cambio regionales aceptadas y convenidas colectivamente y al discurrir la
innovación por carrilles sociales e institucionales, la tecnología se hace un
resultado socio institucional.
La realización del cambio tecnológico, vía la innovación, supone que exista una
coordinación entre las acciones y estrategias de los actores sociales y los actores
institucionales y por lo tanto debería ser construida como una instancia
propiciadora del cambio.
Las instituciones como instancias colectivas y <<conjuntos de comportamientos>>,
participan directamente en el cambio social, al igual que los actores sociales
individuales y sus organizaciones y deben adaptar su comportamiento y sus
representaciones, <<al tipo>> de cambio que se decida, lo que supone, que se
debe decidir colectivamente el cambio que se quiere realizar, ya que atañe a todos
los actores sociales implicados en la región, no solamente a los actores

31
institucionales y no porque sean los representantes del gobierno que detenta el
poder político en turno en la región, la pregunta en este caso es, ¿A quién
representan las instituciones, por qué y cómo deben hacerlo? (Douglas, 1999).
Se supone siguiendo la lógica, que debe construirse la coordinación que norme el
comportamiento de todos actores regionales, implicados en este caso en el
proceso de innovación y cambio tecnológico, es decir darle articulación, definición
y sentido al Sistema Regional de Innovación, constituirlo deliberadamente como
una cuestión de voluntad y compromiso político por el cambio que se quiere
fraguar.
Las instituciones deben traducir y ser intermediarias en los intercambios e
interacciones que se realicen entre los distintos actores sociales regionales, para
llevar a cabo el proceso de innovación y no representar únicamente al Estado o
gobierno, lo anterior debe llevar a elaborar una política institucional, una forma de
intervención, una cierta lógica y una cierta coordinación y código que se
constituyan en una forma de regulación social que explicite las reglas del juego,
para todos los actores sociales en un momento determinado y que cambian al
cambiar la situación y las condiciones existentes, durante el proceso de innovación
y cambio tecnológico (Reynaud, Douglas).

32
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA.

1. AFUAH, A., La dinámica de la innovación organizacional. Oxford University


Press Inc. 1999
2. AKRICH, M. Et. Al., A quoi tient le succès des innovations ? ANNALES DES
MINES, juin 1988.
3. CHOO, W. La organización inteligente. Oxford University Press, Inc, México
1998.
4. CROZIER, M. Et. Al. L’acteur et le système. Editions du Seuil 1977.
5. DOMÍNGUEZ, L. Et. Al. Tecnología y competitividad en un nuevo entorno.
UNAM, 1998.
6. DOUGLAS, M. Comment pensent les institutions. Editions La Découverte
1999.
7. EKBOIR, J. et. al. Algunas reflexiones respecto a los sistemas de
innovación en la era de la globalización. CIMMYT, INTA 1999.
8. HERAUD, J-A. Régions et Innovation. En, Encyclopédie de L’Innovation,
Éditions Économica, Paris 2003.
9. MATTEACCIOLI, A. Philippe Aydalot pionnier de l’economie territoriale.
Éditions L’Harmattan 2004.
10. OHMAE, K. El mundo sin fronteras. McGraw-Hill, 1996.
11. PORTER, M. La ventaja competitiva de las naciones. Vergara 1998.
12. REYNAUD, J. D. Les règles du jeu. L’action collective et la régulation
sociale. Editions Armand Colin 1997.
13. SENGE, P. La quinta disciplina. Granica-Vergara, 1992.

33

También podría gustarte