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Introducción
Parménides de Elea nos llevó a pensar tres camino: el camino del ser, el camino del no ser
(nada) y el camino del medio entre el ser y el no ser. A saber, desechó el camino del no ser
porque lo que no es no puede ser pensado, desecho el camino del medio porque desconfiaba
de la estructura de conocimiento sensible, y siguió hasta el extremo de la abstracción el camino
hacia el ser. Una realidad percibida y pensada desde la razón: a) que solo es capaz de percibir lo
universal y no los particulares (cuando se piensa en un árbol -por más que se intente hacerlo
con respecto a tal o cual árbol, lo que se piensa es la categoría árbol que es universal, y no un
árbol particular); y b) que encuentra su guía y estructura en la lógica formal (regida bajo
diversos principios, principalmente por el principio de no contradicción); es capaz de definir el
ser, como lo común a todos los entes (ente = lo que está siendo).
Heráclito de Éfeso, en cambio, nos llevará a pensar el problema de lo uno y lo múltiple desde
otra perspectiva. Si no pensamos lo uno y lo múltiple desde el mero camino racional como
Parménides, lo real no deja de ser lo que está ahí delante nuestro, no las categorías universales
de lo real que emplea nuestra razón. Pensar lo real desde lo que está ahí delante y no desde la
mera razón lógica parmenídea, nos desvelara una realidad no regida por el principio de no
contradicción, sino como lo que deviene (un devenir medido, no al azar –Dios, materia, regla de
conducta, principio, o constitutivo físico de las cosas) en una lucha de opuestos en tensión, en
guerra, en polemos. Lo que conocemos de él son una serie de fragmentos, bajo forma de
apotegmas orales, de estilo críptico, más que fragmentos de un tratado discursivo. Dichos
fragmentos fueron mal interpretados por Platón y Aristóteles.
Bibliografía
Kirk g. S., Raven J. E., Schofield M (1983). Los filósofos presocráticos: historia crítica con
selección de textos. En de Jesús Garcia Fernández (vers.), Parte I, Gredos.
Nietzsche, F. (1998 [1873]). Philosophy in the tragic age of the Greeks. Ragnery Publishing:
Washington.
Fragmentos de Heráclito
Pensamientos de Heráclito
Fr. 1.
“[…] Siempre se quedan los hombres sin comprender que el Logos es así como yo lo describo”
Comentario: según Heráclito, el Logos, lo subyacente al acontecer de todas las cosas, es difícil
de ser comprendido por los seres humanos.
El Logos para Heráclito según Kirk, Raven y Schofield, está relacionado más bien con la idea de
“medida”, “proporción”, “cálculo”.
En alguna medida, como veremos más adelante, Heráclito consideraba que el devenir de lo real
era un devenir medido, proporcionado, según razón, es decir, no azaroso. Todo está unido en
un “complejo coherente” (Kirk, Raven y Schofield), en otras palabras, todo es interdependiente,
a pesar de que a simple vista todo se vea múltiple.
Fr. 2.
“Por tanto es necesario seguir lo común; pero, aunque el Logos es común, la mayoría vive como
si tuviera una inteligencia particular”.
Comentario: el Logos es lo común a todas las cosas. Lo común significa lo accesible a todo ser
humano, sin necesidad de una inteligencia particular. Kirk, Raven y Schofield ven en la
referencia a la inteligencia como una inteligencia meramente racional. Lo común es lo que está
ahí delante del ser humano que es percibido en primer lugar por lo sentidos. Heráclito no
desecha los sentidos como forma de acceso al conocimiento, siempre y cuando, el ser humano
no se quede con esos conocimientos superficiales (sensibles), sino que lo interprete. De hecho,
la palabra sentido, en realidad habla de sensaciones y razón (los sentidos que captan lo real, y la
razón que descubre o da sentido).
Fr. 50.
“Tras haber oído al Logos y no a mí es sabio convenir en que todas las cosas son una”.
Comentario: el Logos es lo común a todas las cosas son una a pesar de su multiplicidad. El logos
es el arché, el principio de lo real que resuelve el problema de lo uno y lo múltiple del universo.
Nota: Los cuatro casos nos hablan de cuatro modos distintos (conexión, interdependencia) de
darse lo opuesto. La continuidad entre las cosas que devienen le decía a Heráclito algo de la
constitución de todo lo real, le decía que había una continuidad reglada, un devenir reglado por
el logos. Los opuestos son conexos y coexistentes. Los opuestos no están divididos de forma
absoluta, hay algo común a ambos opuestos, el logos.
Fr. 61.
“El mar es el agua más pura y más corrupta; es potable y saludable para los peces; para los
hombres, en cambio, es impotable y deletérea”.
Comentario: las misma cosa (agua de mar) produce efectos opuesto (potable – impotable; etc).
El agua de mar es lo que es, es una.
Fr. 60.
Fr. 111.
Comentario: las cosas buenas y deseables lo son en tanto se reconocen sus opuesto
(enfermedad – salud; hambre – hartura, etc). La salud no se puede entender sin la enfermedad,
ni la enfermedad sin la salud. No se entienden in-dependiente sino inter-dependientemente.
Fr. 88.
“Lo mismo es vida y muerte, velar y dormir, juventud y vejez; aquellas cosas se cambian en
éstas y éstas en aquéllas”.
Comentario: “algunos opuestos están enlazados de modo esencial […] porque se suceden
mutuamente sin más”. En el ejemplo: vida y muerte. La expresión “lo mismo” no significa
idéntico, sino con la misma esencia (respuesta a la pregunta: ¿qué es esto?).
Fr. 10.
“Las cosas en conjunto son todo y no todo, idéntico y no idéntico, armónico y no armónico, lo
uno nace del todo y del uno nacen todas las cosas.
Comentario: pareciera que Heráclito lanza una premisa inquietante, “lo uno nace del todo y del
uno nacen todas las cosas”, en otras palabras, lo uno y lo múltiple como opuestos, no dejan de
ser lo mismo en esencia. Lo uno dice de lo múltiple su interdependencia, su interconexión; y lo
múltiple dice de lo uno, sus formas de desvelarse, sus modos de estar siendo, sus modos de ser
traído ahí delante nuestro. Los sentidos nos muestra una realidad plural, pero en realidad es
una realidad una e inter-dependiente. Kirk, Raven y Schofield nos dirán: “la pluralidad total de
las cosas forma un complejo singular, coherente y determi-nable, al que Heráclito llamo
´unidad´”.
El logos es el constitutivo de los opuestos y que a su vez lo que garantiza que ese devenir sea
proporcional, reglado o racional. Puede adquirir rasgo divino en Heráclito, un rasgo religioso
pero no de la religión de los templos y de la adoración, no de lo divino-antropomórfico.
4) La unidad de las cosas subyace a la superficie; depende de una equilibrada reacción entre
opuestos.
Fr. 54.
Comentario: la armonía de lo real es invisible y más intensa que cualquier armonía visible. Esa
inter-dependencia e inter-conexión entre los continuos (opuestos en relación) es más intensa
que cualquier cosa que se pueda percibir por lo sentidos.
Fr. 123.
Fr. 51
“No comprenden cómo esto, dada su variedad, puede concordar consigo mismo [literalmente,
como esto, estando separado, puede reunirse consigo mismo]: hay una armonía tensa hacia
atrás, como en el arco y en la lira”.
Comentario: todo par de opuestos puede ser considerado como opuestos y como unidad. Hay
una tensión entre opuestos, y esa tensión es lo que garantiza la coherencia, garantiza el
continuo, y el continuo entre continuos de lo real, a la realidad como una. Hay conexión, medios
de unión o tensiones entre las cosas. Podríamos suponer dicen los autores: que si el uno de los
elementos (a simple vista elementos) de los opuestos, ej. el sol, rompiera la tensión con la
noche, conformándose todo el día bajo el sol, se habría roto la unidad y coherencia de la
realidad. Interesante pensar también que la tensión entre los opuestos, y entre los continuos
(compuesto de opuestos en tensión: noche-día, calor-frio) entre sí, el mundo dejaría de ser uno
y a la vez coherente.
La unidad y la verdad van de la mano. El logos es principio de unidad e intelección del mundo.
La realidad una se puede pensar porque es inter-conexa. La verdad está en pensar la
interconexión, en pensar lo uno.
La verdad está en pensar la realidad como realidad y no sus partes, las ciencias no llegan a la
verdad. En este sentido, solo el filósofo, el que piensa la realidad en tanto realidad, la realidad
toda, es el único que pueda conocer / oír la le verdad que se le desvela. La pluralidad se da en la
unidad, y la unidad se da en la pluralidad, frase que solo se entiende si se toma como objeto del
pensar a la realidad como tal.
5) El equilibrio total del cosmos sólo puede mantenerse si el cambio en una dirección comporta
otro equivalente en la dirección opuesta, es decir, si hay una incesante "discordia'' entre
opuestos.
Fr. 80.
“Conviene saber que la guerra es común (a todas las cosas) y que la justicia es discordia y que
todas las cosas sobrevienen por la discordia y la necesidad”.
Fr. 53.
“La guerra es el padre y el rey de todas las cosas; a unos los muestra como dioses y a otros
como hombres, a unos los hace esclavos y a otros libres”.
Comentario a ambos fragmentos: la guerra y la discordia parecerían ser metáforas del “dominio
del cambio en el mundo” (Kirk, Raven y Schofield). La guerra puede ser utilizada en el sentido
especial que Homero le dio a la guerra en cierta ocasión, la guerra como lo imparcial. El devenir
imparcial, la justicia imparcial que no se resuelve por uno u otro elemento (en apariencia) del
opuesto, es lo que domina la realidad. Ese devenir es responsable pero que no dicta sentencia a
favor de uno u otro. Si en Anaximandro el devenir a lo múltiple era injusto, lo múltiple en lo uno
es justicia imparcial, lo justo es la tensión entre los opuestos y continuos de opuestos. Lo injusto
es matar uno de los opuestos. La justicia tiene que ver con la tensión de los opuestos y el
permitir el devenir según regla.
Como en una batalla hay victorias locales pero transitorias que no definen la guerra, en la
realidad una y múltiple sucede lo mismo. Piensen por ejemplo en el cambio climático, la
temperatura global sube -tensión que se ha corrido hacia las más altas temperaturas-, en
interconexión a la tensión que se ha corrido en los gases del efecto invernadero (CO – CO2), lo
que mueve la tensión de las aguas en los océanos al derretirse los hielos polares, etc. Ninguna
tensión ha ganado definitivamente la guerra porque la realidad se destruiría. Pensando el
universo en sí mismo: ¿acaso el big bang y el big crunch no son victorias bélicas de los opuestos
uno sobre el otro? Mientras haya tensión entre lo uno y lo múltiple el universo es lo que es.
6) La imagen del río ilustra la clase de unidad que depende de la conservación de la medida y del
equilibrio en el cambio
Fr. 12.
“Aguas distintas fluyen sobre los que entran en los mismos ríos. Se esparce y... se junta... se
reúne y se separa... se acerca y se va”.
Comentario: todas las cosas fluyen, devienen por más que no lo percibamos, todas las cosas
están en tensión en esta realidad una y plural (quizás ayude el simbolismos de pensar la
realidad como una gran red inter-conectada en diferentes puntos, en la que si tiro de uno de los
puntos o de un hilo se mueve el todo, la parte más cercana al punto de tensión se moverá más
que los bordes, pero en algún punto, todo deviene, todo se modifica; hoy podríamos hablar de
sistemas). Pensar la constitución de la realidad: átomos, particular sub-atómicas, energía, es
movimiento, es devenir. La realidad deviene pero sigue siendo una por la tensión, guerra,
devenir inter-dependiente entre lo múltiple.
7) El mundo es un fuego perdurable; algunas de sus partes están siempre extintas y constituyen
las otras dos masas importantes del mundo, el mar y la tierra. Los cambios entre el fuego, el
mar y la tierra se equilibran mutuamente; el fuego puro o etéreo tiene una capacidad
directiva.
Fr. 30.
“Este cosmos [el mismo de todos] no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre
fue, es y será fuego eterno, que se enciende según medida y se extingue según medida”.
Fr. 41.
“Una sola cosa es la sabiduría: conocer con juicio verdadero cómo todos las cosas son
gobernadas a través de todas las cosas”.
Fr. 32.
“Una sola cosa, la única verdaderamente sabia, quiere y no quiere que se la denomine Zeus”.
Comentario: parecería que Heráclito no era movido a filosofar para conocer la realidad sino más
bien por una cuestión vital, busca sustentar que la vida del ser humano está indisociadamente
conexa a todo lo que lo rodea. La filosofía como sabiduría de vida, el buen vivir, se alcanza con
el conocimiento del logos, de lo proporcionado del devenir de todas las cosas, que denota que
el cambio no denota una pluralidad disociada y caótica. Totalmente lo contrario a lo que se dice
de Heráclito con respecto a la realidad como caótica, tensionada, en guerra, él busca mostrar
que el cambio nunca es tan caótico porque siempre se da según proporción. El único sabio
puede ser Dios, un Dios no antropomórfico, sino a la manera de Zeus, del cual el logos y el fuego
pueden ser aspectos diversos de sí.
A nivel ético posiblemente prefiera la moderación, que depende de la correcta valoración de las
propias actitudes. Una grandeza de Heráclito está en unir la física y la ética, por medio de su
pensamiento del alma ligada al fuego. Es una moral de la responsabilidad. Lo prudente y sabio
es lo moderado.