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I. INTRODUCCIÓN:
De una manera muy esquemática se puede decir que hay dos grandes tipos de
sucesión: la voluntaria, en la que el destino y destinatarios de bienes y derechos se
eligen por el causante, y la legal (intestada o legítima) en que destinatarios y destino de
los bienes y derechos resulta predeterminado por la Ley.
Pues bien el principal acto o negocio jurídico1 por el que una persona dispone para
después de su muerte de todos o de parte de sus bienes y derechos 2
Es el testamento.
Así es ni más ni menos como lo define el Código Civil (artículo 667) en definición
criticadísima por los juristas, pero que sencillamente resume y sintetiza más que las
prolijas definiciones que dan estos autores, la sustancia de lo que sea este.
- En primer lugar es un acto (o negocio jurídico) “mortis causa” este latinajo traducido
literalmente significa por causa de muerte y viene a significar que el testamento es un
acto “diferido” en el sentido de que quién expresa su voluntad no lo hace para que
produzca efectos inmediatamente o después pero que pueda apreciarlos (como ocurriría
en una compraventa), sino precisamente para después de que fallezca, cuando,
evidentemente, ya no se percate del asunto. Pero también en el sentido de que la
situación que se regula, ordena o contempla es futura y que aunque se sabe que va a
llegar (la muerte) se ignora cuando.
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Tampoco puede encomendarse a un tercero la subsistencia del testamento ni la
designación de herederos o legatarios (aunque en algunos derechos forales como verá
haya especialidades).
- Es un acto o negocio jurídico libre, en el sentido que son inadmisibles las coacciones,
los engaños y los fraudes en la formación de la voluntad del testador (artículo 673 CC) y
si intervienen el testamento es nulo.
- Es una acto que requiere una capacidad especifica (aunque es muy amplia) que en
nuestro derecho se configura de forma negativa. Están capacitados para testar los que no
se hallen encuadrados en una de las prohibiciones o incapacidades que la Ley señale
(artículo 662). Pero estas son mínimas ya que el artículo 663 dice que no pueden testar
los menores de 14 años y “los que habitual o accidentalmente no se hallaren en su
cabal juicio” (expresión que significa incapacidad habitual que entonces tiene que estar
declarada judicialmente o momentánea que debe de apreciar el notario, en su caso) sea
como fuere la presunción en nuestro derecho es que la persona es capaz salva la prueba
en contrario. No obstante determinados tipos de testamentos (p. ej. el ológrafo)
requieren especiales requisitos de capacidad.
Es un acto o negocio jurídico formal. Para que sea válido debe de cumplir los
requisitos de forma que marcan las leyes (artículo 687 CC con carácter general, y 705
para el testamento abierto y 7115 para el cerrado).
1. CLASES DE TESTAMENTOS:
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Son muchas las clasificaciones que los autores nos ofrecen sobre las clases de
testamentos, bien sea por la persona (o personas) 4 que los hace, por su forma, por el
lugar en que se hacen o por las circunstancias en que se hacen.
No le vamos a cansar con estas clasificaciones que a lo más tiene interés para abogados,
jueces y autores, y entendiendo que este informe debe de ser eminente práctico en
cuanto a la forma de hacer testamento o buscar determinados efectos las omitiremos
salvo hacerle una breve mención a la propia clasificación que acogen nuestras leyes
civiles.
Así el artículo 676 CC dice que el testamento puede ser común o especial, añadiendo
que son comunes el ológrafo (u hológrafo pues también se puede escribir de esta
forma), el abierto y el cerrado y especiales: el militar, el marítimo y el hecho en país
extranjero (art. 677).
Esta clasificación parte de las formalidades que se han de emplear en su confección las
normales los comunes u otras particulares, bien sea por el lugar (testamentos hechos en
país extranjero, marítimos) unido a veces como en el militar a la condición de la
persona.
Pero como verá Vd. los testamentos que el Código llama comunes presentan en
determinadas circunstancias algunas particularidades, atendiendo a la condición del
testador.
Se trata de aquellos testamentos en que el testador es minusválido por una u otra razón o
se haya impedido siquiera sea temporalmente en alguno de sus sentidos, lo cual puede
sucederle a personas de edad avanzada, bien sea porque no oyen bien, no puedan firmar
etcétera… En estas ocasiones se regulan determinadas especialidades generalmente de
carácter formal a fin de asegurarse de una parte la capacidad y libre voluntad de quien
testa y de otra que su voluntad se pueda manifestar de forma adecuada.
Es también especial, y de que modo, a pesar de que el código no los mencione como
tales, los testamentos hechos en peligro de muerte y en tiempos de epidemia, que viene
a considerar una forma de testamento abierto, atendiendo a la propia definición que se
da de este tipo de testamentos (luego lo veremos), pero que otros derechos (forales)
suelen considerar tipos distintos de testamentos como haremos aquí, por las
particularidades de todo tipo que presentan.
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2.TESTAMENTOS OLÓGRAFOS:
2. 1. El testamento ológrafo:
Parafraseando al artículo 678 se puede definir el testamento ológrafo como aquel que
escribe personalmente el testador con las formalidades legalmente previstas.
La escritura y firma deben de ser las habituales, las que emplearíamos para escribir una
carta a un amigo o la lista de la compra. Luego verá por qué.
Si hay tachaduras, enmiendas o frases o palabras escritas entre renglones es preciso que
se salven baje firma (también le diremos cómo).
Exige además el Código Civil que el testador sea mayor de edad, circunstancia esta que
a Vd. como persona mayor no le afecta, pero si puede afectar a sus parientes y
allegados.
Sobre la conservación de este tipo de testamentos nada dice la Ley de modo que puede
guardarlo Vd. hasta su muerte, encomendar la guarda a una persona de su confianza (p.
ejemplo si ha tenido a bien nombrarla albacea o contador-partidor) o a uno de sus
herederos interesados en sus bienes.
Vamos a intentar resumirle estas dos fases, que en el fondo no son interesantes en si al
testador, si no más bien a los presuntos y reales herederos o legatarios, a fin de que
comprenda porque en la práctica, aparte del desconocimiento que de esta forma de
testamento tiene no poca gente, es un testamento que se emplea menos de lo que
merecería.
Conforme a la Ley, este testamento para que sea válido debe de presentarse en el plazo
de 5 años contados desde el fallecimiento del testador. Pasados estos cinco años aunque
apareciera el testamento ya no es valido.
Estando todo conforme, es decir acreditada la autenticidad del testamento y que este es
el último efectuado por el testador, se dicta auto por el Juez ordenando que se
protocolice. Esto como ya le hemos dicho se hace por el notario quien efectúa un acta
con el testamento ológrafo, el auto del juez y demás documentos. Del acta se pueden
sacar cuantas copias por los interesados en la herencia se deseen, por supuesto
pagándolas a su costa el peticionario.
El auto judicial, solo lo es a efectos de protocolización del mismo, pero no prejuzga más
que a este efecto que el testamento sea realmente auténtico. Así si el heredero, real o
presunto, cree pese a lo actuado en el Juzgado, o porque no pudo actuar en él, que el
testamento es falso, puede interponer una demanda ante el Juzgado y contra los
herederos nombrados en el testamento ológrafo, para que se declare la nulidad de aquel.
Tal intervención sea redactándolo conforme a las instrucciones del testador o dando fe
de que se ha otorgado y que se halla en el sobre o cubierta que se le presenta da una
serie de garantías, en cuanto a la capacidad del testador, la inexistencia de presiones de
los eventuales herederos o beneficiarios, de autenticidad… que no posee el testamento
ológrafo.
El notario que autorice un testamento debe pues cumplir varios requisitos formales
inexcusables so pena de nulidad del testamento.
Esta es la forma habitual de identificar al testador, aun incluso con aquellos notarios que
le conozcan, de hecho, lo primero que hará el notario antes de empezar la lectura de su
testamento será pedírselo.
Este “juicio” es la declaración que hace el notario de que “a su juicio” tiene el testador
la capacidad legal necesaria para testar. Tal exigencia se reitera además cuando se habla
específicamente del testamento abierto (artículo 696) y del cerrado (art. 707).
Tal declaración por supuesto, puede ser enervada por la prueba en contrario, pero en
principio y según nuestros tribunales crea una presunción de que le testador era
plenamente capaz para disponer de sus bienes y hacer testamento.
Ello no significa sin embargo que postestigos no intervengan ya nunca. De hecho, como
verá su presencia es necesaria en circunstancias particulares, que coinciden con esas
minusvalías de que se le habló; por ejemplo no poder firmar, ser ciego…
En estos casos los testigos deben de ser idóneos. Esta palabra técnica que emplea el
Código debe de ser entendida como persona en la que no concurra una causa de
inhabilidad o una prohibición legal. Así el Código establece que no pueden ser testigos:
No nos queda en esta parte más que decirle que de todo testamento que autoriza, sea
abierto o cerrado, el notario remite un parte o información al registro Central de Actos
de Ultima Voluntad para que quede constancia del otorgamiento y para información de
los presuntos beneficiarios por el testamento.
La comparecencia se celebrará dentro del plazo de treinta días desde la solicitud. Los
citados podrán presenciar la práctica de dichas diligencias y hacer en el acto, de palabra,
las observaciones oportunas sobre la autenticidad del testamento. El notario formulará
las preguntas pertinentes y exhibirá el testamento a los testigos propuestos –y a los que
él haya acordado designar- así como a los interesados que, citados, hayan concurrido a
la práctica de esta diligencia.
Si los testigos citados –mínimo de tres- fueren declarados idóneos y no albergaren duda
sobre le identidad del testamento y de su autor, se tendrá por concluida la prueba
testifical. En defecto del número de tres, se estará a los que el notario considere.
Los interesados tienen derecho a ser oídos en la práctica de esta prueba, cuyas
manifestaciones serán recogidas en la diligencia y si se adhieren al juicio de los testigos
esa adhesión tiene un indudable valor, fundamentalmente si son legitimarios.
Si el notario estima justificada la identidad del testamento, acordará que se protocolice,
levantando un acta de notoriedad. En caso contrario, puede denegar la protocolización.
La declaración de notoriedad y práctica de protocolización deberá formularse en el
término de cinco días hábiles computados desde la práctica de la última diligencia.
Cualquiera que sea el juicio notarial queda abierta a los interesados la vía judicial para
posibles impugnaciones.
Estos mismos requisitos rigen para las denominadas “memorias testamentarias” y para
los supuestos de testamento cerrado nulo convertido en ológrafo.
3. Caducidad del testamento ológrafo
Caduca en un plazo de cinco años contados desde el día del fallecimiento para realizar
las operaciones de protocolización y adveración. Una vez transcurrido este plazo sin
tales requisitos, no será válido el testamento.
3.- DEGUN AUTORES
En esta clase de testamentos no interviene autoridad alguna, ni testigos; por ello, quizás
es el testamento con menos seguridad para guardar la voluntad testamentaria.
Formalidades (AGUILAR LLANOS, 2014).
Para que este documento sea válido debe cumplir con los requisitos establecidos en el
artículo 707°, del Código Civil Peruano. “Son formalidades esenciales del testamento
ológrafo, que sea totalmente escrito, fechado y firmado por el propio testador.
Si lo otorgara una persona con discapacidad por deficiencia visual, deberá cumplirse
con lo expuesto en el segundo párrafo del numeral 1 del artículo 699°. Para que
produzca efectos debe ser protocolizado, previa comprobación judicial, dentro del plazo
máximo de un año contado desde la muerte del testador”.
Escritura. Significa que debe estar escrito y redactado por el mismo testador
(manuscrito), formalidad que será comprobada a la muerte del testador por la vía del
peritaje calígrafo. El testamento puede ser extendido en cualquier papel o superficie,
pero su elaboración puede agotarse en un determinado o en varios momentos, cualquier
enmienda o corrección es posible, y puede realizarse al margen o entre líneas. Las
modificaciones realizadas luego de la conclusión del testamento, deben ser fechadas y
firmadas el testador, puesto que equivaldrían a un nuevo testamento.
Fecha. Según Echecopar el objeto de esta solemnidad es doble; por un lado, nos da un
referente temporal sobre la capacidad o no del testador cuando lo otorgó; y por otro, nos
permite establecer ante la eventualidad de la existencia de dos testamentos, cuál de ellos
es el último. En cuanto a cómo debe consignarse la fecha, la jurisprudencia extranjera
admite el uso de las letras o números.
Firma. De preferencia debe consignarse al final del testamento, sin embargo, creernos
que nada se opone a que aparezca en cualquier parte del texto, lo esencial es que quede
clara la relación entre la firma y el texto. Debe utilizarse el nombre y el apellido que usa
habitualmente el testador en los actos de su vida diaria. Por lo tanto, la suscripción
vendría a ser una ratificación del testador a todo lo expresado en el pliego testamentario.
Se señala que podría hacerse incluso utilizando seudónimos o con simples iniciales.
Efectos posteriores (FERRERO, 2002). La persona que conserve en su poder un
testamento ológrafo está obligada a presentarlo al juez competente dentro de los treinta
días de tener conocimiento de la muerte del testador, bajo responsabilidad por el
perjuicio que ocasione con su dilación (artículo 708°).
a) El causante debe redactar de puño y letra el testamento ológrafo por lo que decaería
en nulo lo prescrito de forma distinta o similar.
a) Fase Judicial Conforme el art. 817 del C.C que establece para esta institución que el
proceso judicial no contencioso para esta figura es el proceso judicial de otorgamiento
de testamento.
Juez Competente
Individualizar el petitorio
2. Copia certificada, tratándose del testamento cerrado, del acta notarial extendida
cuando fue otorgado o, en defecto de ésta, certificación de existencia del testamento
emitida por el notario que lo conserve bajo su custodia;
b) Fase Notarial
ARTICULO 803
CONCORDANCIA:
Comentario
Ella se produce cuando el acto jurídico deja de producir por cualquier causa o motivo
sus efectos propios dando lugar a la posibilidad de que otro acto jurídico resurja de los
"restos" del acto jurídico primigenio y que su vez este segundo acto jurídico produzca
también sus propios efectos, requiriéndose para ello que se den todas las condiciones
para la validez y eficacia del segundo acto, lo cual significa que las causas por las cuales
se dejaron de producir los efectos propios del primer acto no tengan que ver con
aquellas que lesionan la estructura esencial del acto jurídico.
DOCTRINA
Si el juez comprueba que la cubierta está deteriorada, de manera que haya sido posible
el cambio del pliego que contiene el testamento, dispondra que este valga como
olografo, si reúne los requisitos señalados en la primera parte del artículo 707.
RECOMENDACIONES
1. Debe adaptarse progresivamente la tecnología al Derecho en todas las áreas en las que
sea posible ello y se aprecie un beneficio cualitativo, mientras no se atente contra la
naturaleza de las instituciones y se respeten condiciones mínimas para su validez.
2. Debe reasignarse titularidad a los Actos Jurídicos, así como destacar a la voluntad
humana como su centro y eje, franqueándose a las personas del mayor número de
medios idóneos para realizar su voluntad, con mayor razón en un acto tan vital como
el testamento, que comporta la última voluntad. Las formalidades que garantizan su
autenticidad no deben ser óbice para su perfecta y libre expresión.
Artículo 3: El Notario remitirá un parte a Registros Públicos con los datos generales
del testamento para su inscripción. Posteriormente al fallecimiento del testador, el
notario hará entrega a los interesados de una copia del video así como la trascripción
de las disposiciones de carácter patrimonial hechas por aquel en el video,
documento que tendrá carácter público y valdrá como título para solicitar la
respectiva inscripción.
TEXTOS LEGALES
1. CODIGO CIVIL PERUANO DE 1984
2. CODIGO PROCESAL CIVIL DE 1993
3. LEY DEL NOTARIADO
4. REGLAMENTO DE REGISTROS PUBLICOS
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS
1. CABANILLAS SANCHEZ, ANTONIO. ESTUDIOS JURIDICOS EN
HOMENAJE AL PROFESOR LUIS DIEZ PICASSO. THOMSON CIVITAS.
ESPAÑA. 2003.
2. CALDERON DEL RIO, OSCAR. PROCESOS NO CONTENCIOSOS.
COMPAÑÍA EDITORIAL AMERICANA SRL. PERU. 1997.
3. CASTAÑEDA, JORGE EUGENIO. DERECHO DE SUCESIONES.
LECCIONES DICTADAS EN LA FACULTAD DE DERECHO DE LA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN LUIS DE GONZAGA (ICA).
IMPRENTA AMAUTA. 1966
4. DÍEZ PICAZO, LUIS - GUILLON, ANTONIO. SISTEMA DE DERECHO
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5. ECHECOPAR GARCIA, LUIS. DERECHO DE SUCESIONES. GACETA
JURIDICA. PERU. 1999.
6. ENCICLOPEDIA JURIDICA OMEBA. DRISKILL. BUENOS AIRES, 1986.
7. LA CRUZ BERDEJO, JOSE LUIS Y OTROS. ELEMENTOS DEL DERECHO
CIVIL. TOMO V. DERECHO DE SUCESIONES. 5TA ED. BOSCH.
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8. LANATTA GUILHEM, ROMULO. DERECHO DE SUCESIONES. TOMO II.
SUCESIÓN TESTAMENTARIA. 3RA ED. DESARROLLO. LIMA, 1983.
9. LEON BARANDIARAN, JOSE. ACTO JURIDICO. 3RA ED. GACETA
JURÍDICA. PERU, 1999.
1. http://es.wikipedia.org
2. http://www.derecho.org
3. http://www.vlex.com
4. http://www.ambito-juridico.com