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UNA BREVE REFLEXIÓN DEL TEXTO: COSMOVISIÓN.

CHAMANISMO Y
RELEGIOSIDAD EN EL MUNDO PREHISÁNICO DE COLOMBIA. ESPLENDOR,
OCASO Y RENACIMIENTO DE JOSÉ V. RODRÍGUEZ CUENCA

Cuando se habla del chamanismo, o de los chamanes, todavía persiste ciertos estigmas
sociales e ideas errores que se asocian a los chamanes y la práctica del chamanismo. La
Real Academia Española (RAE) define chamán como:
“Persona a la que se supone dotada de poderes sobrenaturales para sanar a los
enfermos, adivinar, invocar a los espíritus, etc.” (https://dle.rae.es/cham%C3%A1n).
La definición anteriormente expuesta, se queda muy corta, y no brinda una explicación más
certera de lo que fue, es y posiblemente será el chamanismo, ya sea en América o en
cualquier rincón alejado del mundo. José V. Rodríguez Cuenca, por el contrario, nos brinda
una visión más amplia y critica de esto, también abarcando las cosmovisiones y religiosidad
de igual manera, y ligando estos tres conceptos entre sí. José V. Rodríguez Cuenca usa
como foco de estudio las zonas del Valle del Cauca, los Andes Orientales y la Sierra
Nevada de Santa Marta, tres zonas en lo que hoy es el territorio de Colombia. Primero
explicando el origen histórico del desprestigio y las ideas erróneas que se tienen con
respecto a la figura del chamán o las practicas del chamanismo en la sociedad moderna,
atribuyendo esto en gran parte al discurso colonial que se ensañó en satanizar, ridiculizar y
castigar tanto a los chamanes, como a la práctica del chamanismo.
“(…) la ceguera religiosa de los primeros cronistas había impedido apreciar el régimen
ordenado y estable de los gobiernos y sabias leyes de las sociedades indígenas”. [CITATION
Cue11 \p 3 \l 9226 ]

El autor refuta estas visiones de los cronistas argumentando que los chamanes eran mucho
más que simples “brujos” y “hechiceros”, que eran parte vital de del orden y de la cultura
de los pueblos precolombinos, teniendo una gran influencia en la vida tanto político, bélica,
religiosos y cultural de estos pueblos, es decir, eran en efecto pieza clave del engranaje
social, muy ajeno a la visión que pretendían y vendieron los españoles con su discurso
colonial/ religioso.
“Estos tequinas, piaches, mohanes, jeques (sacerdotes) y curanderos, todos brujos según los
europeos, eran el principal obstáculo en la conversión de los indígenas a la nueva religión,
por lo que fueron especialmente atacados por las nuevas leyes (Friede, 1976, VI, p. 459;
Simón, 1981, VI, p. 108). [CITATION Cue11 \p 4 \l 9226 ]
De esta forma José V. Rodríguez Cuenca empieza de alguna forma reivindicando a la
figura del chamán y de la práctica del chamanismo, como una parte vital del entramado
social desmontando consigo ideas erróneas y estigmas hacia estos y sus prácticas, que más
que tener un fundamento o argumentación valida, fueron creadas para sustentar y justificar
un discurso católico y colonial. Con una bibliografía extensa, y se debe decir, incorporada a
veces de forma poco orgánica, José V. Rodríguez Cuenca explica el fenómeno o la figura
del chamán mucho más allá del tema religioso/cosmológico, sino que también los analiza
como un resultado de unas ciertas crisis, y factores complejos y negativos que llevaron a la
construcción, creación o surgimiento de la figura tan compleja y enigmática del chamán.
“Estos chamanes se habrían transformado en sacerdotes a partir de la popularización
religiosa surgida en tiempos de crisis ecológica y política, cuando profetas con gran carisma
y apoyados en una visión escatológica reunían un nutrido grupo de seguidores, por lo cual
hubo una transformación de la iconografía de los artefactos de culto con el fin de reflejar el
nuevo sistema de creencias (Oyuela, 2005, p. 144)”. [CITATION Cue11 \p 5 \l 9226 ]

Bajo esta óptica el autor hace ver que mirar la figura del chaman debe hacerse considerando
las realidades de esa época, es decir, entenderlo como un resultado, como un producto de
los pueblos de la época, que en busca de respuestas permitieron o ayudaron a crear y
consolidar la figura del chaman. Quizá una comparación que el autor no da, pero hubiera
sido muy valida y útil, hubiese sido la de comparar la figura del chamán en la Colombia
prehispánica, con la figura del oráculo, más específicamente la de Delfos, en las culturas de
la Grecia antigua. Pero ahora, más allá de pensar al chaman en parte como un producto de
las situaciones de su época, ¿la cosmovisión en la Colombia prehispánica que veía en la
figura del chamán? ¿Qué proyectaba a las gentes? El autor nos indica.
“Es un escogido por los espíritus, que le enseñan a trascender lo material para volar con el
alma a otros mundos por el cielo o a gatear por las peligrosas grietas de los mundos
subterráneos. Tiene el poder de combatir contra los malos espíritus y sanar a sus víctimas,
aniquilar los enemigos y salvar a su propio pueblo de las vicisitudes del hambre y las
enfermedades”. [CITATION Cue11 \p 7 \l 9226 ].

El chamán en la visión de los antiguos era una suerte de vidente o de conexión con el
mundo de los oculto, pero también figuraba como mediador entre tribus o pueblos, como
estratega de guerra y como medico debido a su gran conocimiento de plantas y hiervas
medicinales, debido a estos factores, y todo lo que acuñaba ser un chamán, dichos no eran
solo vistos como el “brujo” o el “hechicero”, sino que más bien eran toda una figura de
poder y de respeto en los pueblos y tribus prehispánicas de antaño. Una definición que
explica mejor la figura del chamán, mezclando óptica tanto política y religiosa es:
“Es un intermediario con los dueños de la naturaleza, un ecólogo que gestiona y preserva
los recursos de la selva (Reichel-Dolmatoff, 1977d, p. 372).” [CITATION Cue11 \p 8 \l 9226 ] .
En esta definición anterior, corta, pero clara, se expresa de correcta manera la función y el
sentido real del chamán en las tribus o pueblos antiguos, viéndolo como un ordenador
social, como una especie de batuta o de faro que guía las prácticas y las decisiones tanto
bélicas, sociales, religiosas, entre otras, de los pueblo antiguos. El autor también nos da un
recorrido arqueológico por los distintos focos del chamanismo en Colombia, excavaciones
en el valle del cauca, en la sierra nevada de santa marta, en los andes orientales, más que
nada grandes yacimientos funerarios que han ayudado a los antropólogos, historiadores,
sociólogos y arqueólogos a logar descifrar la figura del chamán y el chamanismo en la
antigüedad prehispánica en Colombia, aunque en este punto el texto se puede tornar muy
denso, esto no le quita suma importancia y valides a lo expuesto en él.
Las excavaciones se atribuyen a tres periodos: el periodo precerámico, el periodo herrera y
el periodo tardío, los tres con patrones y aspectos que se repite, como el uso de vasijas y
máscaras antropo-zoomorficas (mezcla de hombre y animal) pero que van transformándose
a cosas más complejas y elaboradas. Como la distribución espacial de los cuerpos en los
cementerios, con un orden y sentido que obedecían temas religiosos y simbólico, y aunque
estos en los andes orientales, en el valle del cauca y la sierra nevada de santa marta deferían
en algunos aspectos entre sí, estos eran muy semejantes en la forma y en los usos, como en
ellos objetos usados para los rituales fúnebres, como las máscaras, vasijas y demás
cerámica con un alto contenido simbólico e iconográfico, estas excavaciones significaron
un avance inmenso a la hora de hablar de la figura del chamán y del chamanismo en la
Colombia prehispánica.

La figura del chamán, como nos dice José V. Rodríguez Cuenca, se convirtió en un dolor
de cabeza para los colonos españoles y la iglesia católica, debido a que estos eran un
obstáculo para la conversión homogénea al catolicismo de los antiguos, y por ello fueron
perseguidos y acusados de brujos y hechiceros. Pese a todo eso la figura del chamán
prevaleció y vive hasta nuestros días, incluso mutando en diversas formas, rescatando
saberes ancestrales olvidados por las tradiciones científica. Con este texto José V.
Rodríguez Cuenca revindica y pone en su justo lugar a la figura del chamán, y nos lleva a
romper ideas erróneas respecto a ellos, y por otro lado nos brinda y base documental muy
amplia y detallada, con autores, libros etc. Que servirán muy posiblemente a otros en
futuras investigaciones.

POR: LUIGGY BARAKE ANDRADE

Bibliografía
Cuenca, J. V. (2011). cosmovisión, chamanismo y ritualidad en el mundo prehispánico de colombia.
esplendor, ocaso y renacimiento.

Friede, J. (1976). Fuentes documentales para la historia del Nuevo Reino de Granada. Desde la
instalación de la Real Audiencia en Santafé. 1568-1575 .

Oyuela, A. (2005). Chamanismo y sacrificio. Perspectivas arqueológicas y etnológicas en


sociedades indígenas de América del Sur .

Reichel-Dolmatoff, R.-D. y. (1977). Estudios antropológico.

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