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Pases mágicos
Las enseñanzas prácticas de don Juan
ePub r1.0
Titivillus 21.12.15
Título original: Magical Passes The Practical Wisdom of the
Shamans of Ancient Mexico
Carlos Castaneda, 1998
Traducción: Margarita Cavándoli Menéndez
3. Durante la ejecución
de los pases mágicos de la
Tensegridad las rodillas se
mantienen ligeramente
dobladas para que, al mirar
hacia abajo, las rótulas
impidan divisar las puntas
de los pies (figs. 4 y 5),
salvo en el caso de
Fig. 4
determinados pases en los Fig. 5
que las rodillas permanecen
extendidas. Las excepciones se señalan en la descripción de
los pases. Mantener las rodillas extendidas no significa
tensar las corvas hasta que duelan, sino estirarlas con
delicadeza, sin aplicar demasiada fuerza.
Esta forma de doblar las rodillas es un añadido moderno a
los pases mágicos y se origina en influencias recientes. Uno
de los maestros del linaje de don Juan Matus fue el nagual
Luján, marinero originario de China cuyo nombre era algo
así como Lo-ban. Llegó a México al filo del siglo XIX y allí
pasó el resto de su vida. Una de las chamanas del grupo de
don Juan Matus viajó a Oriente y estudió artes marciales. El
propio don Juan aconsejaba a sus discípulos que aprendieran
a moverse de manera disciplinada practicando alguna
variante de las artes marciales.
Otra cuestión a considerar o que se refiere a las rodillas
ligeramente dobladas radica en que, cuando las piernas
avanzan con movimiento de pataleo, las rodillas no se
sacuden. La tensión de los músculos de los muslos debe
mover toda la pierna. De esta forma los tendones de las
rodillas no se lesionan.
4. Los músculos
posteriores de los muslos
deben estar tensos (fig. 6).
Se trata de algo muy difícil.
La mayoría de las personas
aprenden fácilmente a
tensar los músculos
anteriores de los muslos,
mientras que los posteriores
Fig. 6
permanecen flácidos. Don Fig. 7
Juan decía que el lugar del
cuerpo donde se acumula la historia personal es en los
músculos posteriores de los muslos. En su opinión, los
sentimientos se aposentan allí y se estancan. Insistía en que
la dificultad para modificar las pautas de comportamiento
podía atribuirse fácilmente a la flacidez de los músculos
posteriores de los muslos.
5. Cuando se realizan los pases mágicos, los brazos se
mantienen ligeramente doblados a la altura de los codos —
nunca estirados del todo— antes de golpear, ya que de esta
forma se evita la irritación de los tendones de los codos (fig.
7).
6. El pulgar siempre
debe estar cerrado, es decir,
curvado sobre la mano. No
debe sobresalir (fig. 8). Los
chamanes del linaje de don
Juan consideraban que el
pulgares un elemento
decisivo en lo referente a la
energía y el funcionamiento.
Fig. 8
Creían que en la base del Fig. 9
pulgar existen puntos en los
que la energía se estanca, puntos capaces de regular el flujo
de la energía del cuerpo. Para evitar tensiones innecesarias
o lesiones debidas a la sacudida enérgica de las manos
adoptaron la medida de apoyar los pulgares en el filo
interior.
7. Al cerrar el puño hay que levantar el meñique para
evitar la posición de puño anguloso (fig. 9), en la que los
dedos corazón, anular y meñique caen. Lo ideal es formar un
puño cuadrado (fig. 10), en el que el anular y el meñique se
levantan, lo que crea una peculiar tensión en la axila, tensión
de lo más deseable para el bienestar general.
8. Cuando se abre el
puño las manos quedan
totalmente extendidas. Los
tendones del dorso se ponen
en actividad y la palma es Fig. 11
La serie para
preparar el intento
El primer grupo:
Aplastar energía para el
intento
Fig. 34
Fig. 36
El segundo grupo:
Agitar energía para el intento
Fig. 59
Fig. 63 Fig. 65
Fig. 78 Fig. 80
Fig. 79
El cuarto grupo:
Aspirar la energía del intento
Fig. 84 Fig. 85
Fig. 86
La serie para la
matriz
El primer grupo:
Pases mágicos
correspondientes a Taisha
Abelar
4. Garras de esfinge
Este pase mágico se inicia con una aspiración rápida y
honda. Se espira decididamente con una enérgica sacudida
de las muñecas en la parte anterior del cuerpo. Para
conseguirlo se apuntan las manos claramente hacia abajo,
formando ángulo recto con los antebrazos, mientras los
dedos señalan el suelo y los dorsos de las manos, a la altura
de las muñecas, sirven de superficie que golpea.
Las manos se elevan a la altura de los hombros, con las
palmas hacia delante, en línea recta con respecto a los
antebrazos. Se respira hondo. Las manos se mantienen en
esta posición mientras el tronco gira a la izquierda. Con las
palmas hacia abajo, las manos golpean a la altura de las
caderas (fig. 104). Se espira enérgicamente. Se vuelven a
levantar las manos por encima de los hombros mientras el
tronco gira hacia delante y se respira hondo. El tronco gira
hacia la derecha manteniendo las manos por encima de los
hombros. A continuación se golpea con las dos manos,
bajando las palmas hasta la altura de las caderas, a la vez
que se espira.
El cuarto grupo:
Pases mágicos pertenecientes
al Explorador Azul
El primer grupo:
El centro de decisiones
Fig. 129
Se vuelve a respirar
hondo. Se espira lentamente
mientras la mano, doblada
hacia abajo formando un
gancho, recoge algo tres
veces. Se lo aferra como si
fuese sólido (fig. 149). El
brazo se balancea hacia
delante hasta la altura del
centro de decisiones. Sigue
Fig. 150 Fig. 151
hasta el hombro derecho,
donde el antebrazo forma un rizo ascendente y asesta un
golpe de revés con el puño cerrado a la zona de delante del
hueco de la V, a un brazo de distancia (fig. 150). Se abre el
puño como soltando lo que contenía. Se baja el brazo, se lo
lleva detrás del cuerpo, haciéndolo pasar por encima de la
cabeza con la palma hacia abajo, y con la mano abierta se
aplasta con energía lo que se ha soltado. En este punto
termina la lenta espiración (fig. 151).
El segundo grupo:
La recapitulación
El tercer grupo:
El ensueño
El cuarto grupo:
El silencio interior
La separación del
cuerpo izquierdo y el
cuerpo derecho:
La serie caliente
El primer grupo:
Agitar energía en el cuerpo
izquierdo y el cuerpo derecho
Fig. 222
El segundo grupo:
Mezclar energía del cuerpo
izquierdo y el cuerpo derecho
Fig. 333
Fig. 334 Fig. 335
Fig. 395
La serie de la
masculinidad
El primer grupo:
Pases mágicos en los que las
manos se mueven al mismo
tiempo pero se mantienen
separadas
5. Sacudir energía
Este pase mágico acompaña al precedente. En principio,
los brazos se elevan por delante hasta situarlos a la altura de
los hombros. Se forman puños angulosos, al igual que en el
pase mágico anterior, aunque en este caso
las palmas miran hacia abajo. Los puños se
desplazan hacia el cuerpo mediante una
sacudida de las muñecas. El
contramovimiento es otra sacudida de las
muñecas que envía los puños hacia fuera,
por lo que los pulgares quedan en línea
recta con el resto del antebrazo (fig. 412).
La ejecución de este pase mágico requiere el
Fig. 412
uso intensivo de los músculos del abdomen,
cuya actividad dirige la sacudida de las
muñecas.
Fig. 441
28. La almádena
Con la izquierda como
conductora, se entrecruzan
las manos delante del
estómago, en la vertical que
divide los cuerpos izquierdo
y derecho. Se mantienen un
segundo las palmas en
vertical, se desplazan a la
derecha del cuerpo,
Fig. 458 pasándolas por encima de la Fig. 459
cabeza y pendiendo otro instante junto a la
nuca, como esgrimiendo una pesada almádena. Se mueven
por encima de la cabeza con un balanceo decidido y potente
(fig. 458) y se llevan al punto en que comenzó el movimiento,
como si las manos propiamente dichas fueran una almádena
pesada (fig. 459).
Se cambia la posición de las manos y se ejecutan los
mismos movimientos a la izquierda.
Dispositivos
utilizados
conjuntamente con
determinados pases
mágicos
La primera categoría
Fig. 466
Fig. 465
Fig. 464
La segunda categoría