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A finales del siglo XVIII sucedió, en las inmediaciones de lo que hoy se conoce como la
depresión momposina, un acontecimiento con algunas peculiaridades sociales que permiten
aproximarnos de una manera diferente al tema de la esclavitud. Las sublevaciones de los
esclavos y la forma cómo estos demandaron la posesión sobre un bien muy discutido y
preciado ante las autoridades reales: su libertad. Analizando estos hechos, comprenderemos
con mayor acierto la heterogeneidad del proceso de la esclavitud y superar, de alguna
manera, otras visiones que colocan las relaciones esclavistas en un plano unidireccional.
ABSTRACT.
At the end of the 18 century, a quite extraordinary (though not so unusual) fact took place
in the so called “Depresión Momposina”, the geographical depression around Mompox
(Colombia). This historical fact has some social peculiarities that allow us to have a
different perspective on slavery, slaves’ riots or protests and how they would demand the
most precious right for themselves in front of royal authorities: their freedom. By means of
analyzing these facts, we will have a better knowledge on the heterogeneity of the slavery
process and we will achieve a more complete vision on the relationships established
between whites and black slaves which, according to traditional teachings, were
unidirectional: whites imposing their will and rules on blacks.
1
Sublevaciones de esclavos.
INTRODUCCIÓN
Tales medidas se pudieron palpar en los primeros códigos de buen tratamiento para los
siervos que comenzaron a surgir en el siglo XVIII. Por mencionar dos aspectos claves: el
esclavo tenía el derecho a la vida y a su integridad personal, es decir, su amo no podía
matarlo ni herirlo. También tenían el derecho a la protección de la justicia ¿De qué manera?
Quejándose ante los jueces o los procuradores de números y pobre acerca de los malos
tratos, lo cual permitió que muchos esclavos vieran en estos pleitos la manera de librarse de
algún amo sevicioso dado que la pena, para los amos, consistía en que tenían que vender a
los esclavos en la mayor brevedad posible. 2
1
Manuel Lucena Samoral, Leyes para esclavos. El ordenamiento para jurídico sobre la condición,
tratamiento, defensa y represión de los esclavos en las colonias de la América española, Madrid España,
Colección Proyectos Históricos Tavera (I) año 2000.
2
Ibíd., págs. 24 y 25.
3
La creación de las leyes delimitaba hasta ciertos puntos la explotación y los abusos, para impedir
inestabilidades tales como las fugas y las rebeliones, que por la vía legal debían ser contrarrestadas, lo que
2
Sublevaciones de esclavos.
confluían en la colonia. Con esto tratamos de alejarnos un poco de esa visión tradicional de
la Historia que solo reconoce, de manera inamovible, DOMINADOS Y DOMINADORES
poniéndolos así en contextos influctuantes.
Ahora bien, está claro que la esclavitud en cualquiera de sus formas era, en términos
generales, la disminución a una condición penosa, es en los estudios comparativos donde
podemos ver las diferencias, aquellas que de alguna manera brindaron al esclavo
herramientas –como el derecho indiano- con las que podían defenderse ante sus amos y
porque no, poner condiciones. 5
Está más que claro que para estudiar esta temática debemos estar desprovistos de los
presupuestos morales de la actualidad, y es que antes de ponernos a pensar en amor o en lo
ético, debemos hablar de una dependencia mutua, es decir, del esclavo al amo y viceversa;
por lo que se hacía imperante una legislación que de alguna manera nivelara la balanza.
Con lo anterior, se refuerza la idea qué, el hecho de estar insertados en un sistema legal, nos
ayuda a entender que las relaciones amo-señor no resultan ser tan verticales como la
historia oficial nos ha enseñado desde hace muchos años por eso la idea de este artículo de
demostrar lo contrario en un estudio de caso en la hacienda San Bartolomé de la Honda.
Esta investigación en su primera parte estará compuesta por la descripción del caso,
basándonos en un expediente judicial consultado y extraído del Archivo General de la
Nación ubicados en el fondo de negros y esclavos.
pone al descubierto el carácter negociante de las relaciones entre esclavos y señores, más allá de la
concepción de imposición.
4
Orian Jiménez y Edgardo Pérez, Voces de esclavitud y libertad, Documentos y testimonios Colombia, 1701-
1833 Cali, Colombia UC Editorial Universidad del Cauca, 2013 págs. 14 y 15,
5
Inclusive la figura del procurador de pobres y números, estaba también al servicio de los esclavos en sus
pleitos contra amos y autoridades. Para mayor aclaración sobre la figura del procurador de pobres y Números
ver: El abogado y el procurador de pobres la representación de esclavos y esclavas a fines de la Colonia y
principios de la República. Carolina Gonzáles en SudHistoria 5, julio-diciembre 2012, Revista digital en
estudios desde el sur.
3
Sublevaciones de esclavos.
Ahora bien, dentro de esa denominada Historia Oficial, ha sido mucho lo enseñado sobre
las relaciones que había entre amo-esclavo en la población blanca-europea junto con la
esclava-africana: Relaciones de tensión, de luchas, de enfrentamientos y sublevaciones
dado el mismo contexto histórico de la esclavitud, en donde dicho sistema socio-económico
generó intensos debates tanto éticos, como sociales en lo referente al trato de la población
africana pero, siguiendo un análisis más detallado sobre los documentos oficiales del siglo
XVIII –época que nos interesa estudiar, por ejemplo- se ve, como esas relaciones sociales
entre ambos grupos no fue de lucha constante, sino antes bien, se tornaron complejas dado
el mismo desarrollo histórico de la vida cotidiana de los mismos. Es decir, no podemos
hacer juicios a priori con respecto a las relaciones de amo-esclavo sin observar,
detalladamente qué nos dicen las fuentes primarias –como por ejemplo los juicios o los
testamentos- que vamos a analizar en el artículo.
Haciendo estudios comparativos, con otros estudios de casos, vemos por ejemplo como en
un testamento Doña Brígida Fernández en 1818 en la provincia del Chocó, declaró su
voluntad de manumitir a su esclava Dominga «[…] pero para que no se abandone con la
soltura quedará al cuidado de doña Leonor de Andrade»7, esto quiere decir que, las
complejidades sobre la relación amo-esclavo se construyeron en base a muchos
condicionamientos propios de la época: primeramente, la necesidad de mujer por parte de
los españoles por falta de compañera blanca que los acompañase desde las mismas guerras
de conquista lo cual desencadenó el llamado concubinato, seguidamente de la necesidad del
blanqueamiento de la población negra para alcanzar algún status o beneficio individual8. En
el primer aspecto vale recordar que, para el caso español, la corona prohibía la movilización
de mujeres blancas al continente por las guerras y lo segundo, el ascenso social que
generaba el involucrarse con los blancos para lograr manumitirse –esto habría que
matizarlo- o algún beneficio en sus labores diarias. Por otro lado, la seducción jugó un
6
PITA PICO, Roger. Restricciones y prejuicios en torno a las relaciones sentimentales y familiares de la
comunidad esclava en tiempos de la independencia de Colombia. Tabula Rasa. Bogotá - Colombia,
No.20:307-325, enero-junio 2014; ISSN 1794-2489.
7
Ibíd., pág. 309
8
Ibíd., pág. 310
4
Sublevaciones de esclavos.
Cabe aclarar que los autores Ivonne Suarez Pinzón, Luis Carlos Mateus Corzo y Laura P.
Rojas Villamizar en su Artículo A propósito del estudio histórico necesario a la
organización de los Fondos Judiciales10 hablan de la importancia que tiene el acervo
documental, aunque ellos trabajen el caso para los siglos XIX y XX. Es pertinente en la
medida en que nos da pautas para el tratamiento que debe dársele a un expediente y las
preguntas que han de hacérsele en aras de desarrollar un mejor trabajo.
Cabe aclarar que en la primera parte encontraremos párrafos o frases que pueden sonarnos
reiterativas por el carácter del expediente pues así lo propicia, además qué, pese a que
pueda percibirse cierta verticalidad en este pleito hay dos variantes en las que el binomio
tradicional de dominante y sumiso debe matizarse, para evitar errores de precisión a la hora
de abordar estos temas. Posteriormente daremos una explicación legal del caso y luego de
eso vendrán las conclusiones con las que finalizaremos el ejercicio.
Con el fin de cumplir la última voluntad de una persona que haya testado un albacea, tiene
como obligación dejar todos los asuntos demandados en orden. En este caso Juan
Nepomuceno fue requerido para dicha tarea, por eso su desempeño como tal lo hace clave
para entender el proceso llevado a cabo por él, quien fuera representante de Juan De
Setuayn.
9
Ibíd., pág. 310
10
SUÁREZ PINZÓN Ivonne, MATEUS CORZO Luis Carlos y ROJAS VILLAMIZAR Laura P., A propósito
del estudio histórico necesario a la organización de los Fondos Judiciales, en Vicerrectoría de
Investigaciones de la Universidad Industrial de Santander. Año 2015.
5
Sublevaciones de esclavos.
El mencionado señor Juan Nepomuceno Surmay quien fuera, para la época de 1799,
albacea testamentario de Don Martin De Setuayn y, por tanto, administrador de sus bienes,
quien se vio envuelto en una situación embarazosa cuando trató, por vía legal, pacificar a
los negros esclavos de la Hacienda de San Bartolomé de la Honda. Este incidente ocurrió
durante la repartición de los bienes del difunto, según lo estipulado en su testamento y,
entre las tareas que, como administrador, tenía, era ceder también a los esclavos como parte
de la herencia a su hija.
El caso era que la entrega de dichos esclavos se retardó bastante hasta el punto de pensar
que no se efectuó pues estos se encontraban revueltos y decididos a no servir a nadie más,
por esta razón se apropiaron de la Hacienda y desde ahí hicieron guardia, a la espera de
algún blanco, es decir, en espera de Juan Surmay y de Emeterio quienes eran los que
estaban al frente de la situación y por tanto eran una de las partes en este pleito; también
hacían otras operaciones, como comprar y vender.
11
Capitán A guerra: Se referían en la época colonial cada uno de los corregidores, alcaldes mayores o
gobernadores que estaban habilitados, además de sus funciones civiles, para entender en asuntos de guerra o
de llamamiento al orden.
6
Sublevaciones de esclavos.
“He recibido el exhorto con fecha de veinte de septiembre del presente año
/773/ que vuestra majestad se sirvió remitirme para arrestar y enviar a esta
Villa los esclavos de la hacienda de la Honda que salgan a este sitio; pero me
ocurre advertir a vm no podré darle su cumplimiento porque no tengo en este
vecindario con quién auxiliarme, pues ya he experimentado al principio de este
año que para prender un delincuente de menos espíritu que dichos esclavos, me
dejaron solo los que me acompañaban, por cuyo motivo sufrí muchas injurias,
y amenazas del referido delincuente. Por aquí infiera vm que para coger a los
citados esclavos, que están como despechados y siempre están armados hay
más evidente así está riesgo de que me hieran por lo menos”12
Más adelante se encargó a José María Rodríguez, quien era como una especie de capataz de
la hacienda, para verificar el estado de la misma, para mediar y remediar a como diera lugar
la situación con los esclavos sublevados, y claro, porque no, para investigar la causa del
asunto y también para reconducir y volver a poner en marcha los trabajos que habían
abandonado (aspecto que no debe extrañarnos, pues ellos ya no pertenecían a Setuayn y
menos a ningún amo heredero).
De manera que a este se le encomendaron específicamente unas tareas que debía cumplir a
cabalidad las cuales eran: Ubicar el número de esclavos que estaban sublevados, o los de
mayor notoriedad en el caso, seguramente para buscar o rastrear los líderes de este
levantamiento y que acaudillaban a los demás. Investigar cuál era la causa de esta
insubordinación, y ver cómo estaban los ánimos; del documento también se puede entrever
que la idea de mandar a José María Rodríguez a la finca, era para saber cómo proceder
según fuera el caso y persuadirlos para que volvieran en obediencia, por supuesto que, con
el mayor sigilo y sutileza, no fuera ser que a estos -por no gustarle la idea- se hubiesen
vuelto contra él. Instrucciones precisas para usar la fuerza: “Del mismo modo deberá
avisarme si es conveniente el aucilio de la real justicia”13 .Y, siendo algo reiterativo,
seguía esta consigna de buscar a los precursores de tan enorme agravio para los herederos y
para el descanso y sosiego del alma de Don Martín de Setuayn.
Surmay necesitaba concluir la entrega de los bienes a heredar y dar por terminada la causa
mortuoria, 14 por lo que era menester realizar un censo o inventario, de cuantos eran los
esclavos que se iban a “traspasar” pero dadas las circunstancias no había cabida a ningún
tipo de actividades puesto que también había la necesidad imperante de producir, pues las
12
Archivo General de la Nación. Fondo negros y esclavos, Bolívar T. 3, ff 772 v, ff 773.
13
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3 ff 776.
14
ANG, Fondo de Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 766.
7
Sublevaciones de esclavos.
deudas crecieron dado por las obligaciones que tenían y los trabajos estaban parados;
aunque por otro lado, poco les importaba esto a los esclavos pues sus intereses eran otros.
Posterior a esto se llamó al señor José María Rodríguez y a sus bogas a declarar sobre todo
lo ocurrido durante su estadía en la hacienda, donde dicho personaje llegó para hacer lo
encomendado por el señor albacea.
Llegado el momento para que José María Rodríguez declarara ante los jueces, contó al
llegar este que tuvo un inconveniente con unos negros; que lo amenazaron con lanzas y
machetes, entre ellos uno llamado Narciso, puesto que ellos alegaban que no iban a dejar
pasar a ningún blanco. Rodríguez supo sortear la situación diciéndole a estos que si no
había ninguna novedad con él que por lo menos lo dejasen ir y les suplicó que por favor no
lo dejaran solo y le dieran al menos un muchacho para que lo acompañara de regreso. Así
se hizo y al llegar a dicho embarcadero se encontró con Valerio y Antonio dos esclavos que
al parecer ya lo conocían desde hace tiempo, los que al verlo lo abrazaron y le dijeron:
15
A.N.G, Fondo de Negros y esclavos, Bolívar, tomo 3, Ff 786V y Ff 787.
8
Sublevaciones de esclavos.
días; y que delante de Emeterio les dijo muchas veces el citado su amo, que no
pensase que sus esclavos habían de servirle a él, que trabajase como él había
trabajado y tendría esclavos que le sirviesen: que si su señora Doña /V/ María
de Mier hubiera dejado algún hijo, que con mucho gusto servirían y no a los
que ha nombrado su amo por herederos que son hijos de puta, y que ningún
blanco piense que ellos le han de servir, que solo a Dios y al señor Vicario
atenderán porque lo estiman, que en tiempos de su difunto amo pasaban
hambres, y desnudeces por estar trabajando hasta de noche por la palabra que
les había dado de dejarlos libres”16
Esa era la razón de porque lo esclavos de La Honda –cerca a las inmediaciones de Simití-
no querían recibir orden alguna de cualquier blanco que ahí se acercara, por lo que aquel
declarante sintió mucha preocupación al pasar la noche ahí. Y no era para menos con una
tropilla de esclavos insubordinados y revoltosos, con intenciones muy claras era mejor
andarse con cuidado, pues estos siempre resaltaban el hecho de estar armados y listos por si
alguien quisiera venir a someterlos.
Estos hechos y la conversación que hubiera tenido José María Rodríguez con aquellos
esclavos esclarecieron cualquier tipo de dudas que rondaran estos sucesos, y claro también
advirtió la seriedad de la situación que se desencadenó en aquella Hacienda, ya que estos
negros, aparentemente conscientes de algunos asuntos de leyes, estaban resueltos a
emanciparse. A la mañana siguiente salieron de allí él y sus bogas quienes también
hubieron de declarar, ante el escribano, cuyos testimonios son semejantes a los del
mencionado capataz y menos completos; ignoro si es por sus carencias en letras que estas
declaraciones nos llegan escasas. Con esta información se puede observar lo grueso de las
circunstancias que rodeaban este caso.
Debido a que estos estaban levantados contra sus amos, o más bien los herederos de Don
Martín, que desde la muerte del mencionado difunto los esclavos alegaron que en adelante
no tendrían más amo que Dios. Manifestando que ya no estaban atados a las voluntades de
estos hombres, porque Don Martín, que ya no pertenecía a este mundo les había prometido
la libertad a sus esclavos como herencia, por eso también desde que murió estos sitiaron la
hacienda de la Honda, y se provisionaron con armas para asegurarse que ningún blanco los
sometiera.
16
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 787 V, ff788 y ff788 V.
9
Sublevaciones de esclavos.
estado de la situación y de todo cuanto pasaba en la Hacienda; en la primera carta que inicia
esta comunicación entre Surmay y el señor jefe de correos, vemos que el señor Noverto
Aconcha fue a apersonarse de la situación de la hacienda, en donde desde ya se percibe la
apatía de muchos esclavos, advertida ya por uno de ellos:
Así mismo, se mandaron a ejecutar captura de algunos esclavos que fueron hasta el Simití
con Carriazo dado que este iba a cobrar un dinero que le debían… Para fortuna de ellos el
Juez no pudo efectuar el oficio de capturarlo pues al parecer enfermó, y así pasaron los
días en los que el señor Aconcha iba a la hacienda, hablaba con los negros-esclavos, pero
sus intervenciones eran en vano, más aún porque ellos estaban aterrorizados con la idea o el
rumor de que a lo mejor se los llevarían al Chocó, o al menos eso oyeron de un mencionado
Carlos que fue referenciado como una especie de agitador, por meterles estas ideas en la
cabeza y también el hecho de que estuviera encarcelado alimentaba esta idea. Por eso
aumentaron su resistencia y se negaron a hacer cualquier favor, reiterando que no servirían
a ningún blanco. Tan es así, que Don Noverto sugería que doblaran los esfuerzos. Este
alegaba que sabía que habían ofrecido buena cantidad, pero que de todas formas siempre es
bueno aumentar, pues nadie se inmiscuiría en ese asunto sin que se ofrezca paga alguna:
“pues gentes de por aquí de estos países no ocurren a la voz de la justicia. Y es
menester ofrecerles paga” 18.
Vemos que la situación demandaba más carestía y no era tan fácil de resolver, porque
aquellos estaban resueltos a dar su cabeza si fuera necesario con tal de no volver a servirle a
más señor que Dios. Hasta de manera implícita citaban al derecho, pues decían ser libres
porque su amo los liberó en calidad de herencia, y que de esto ya tenían conocimiento
Surmay y Emeterio. Al transcurrir de los días la situación empeoró para los señores pues
como –era de esperarse- los esclavos no iban a responder al mandato de los blancos. Esto
quedó una vez más demostrado porque rehusaron ayudar a recoger unos animales. Por si
fuera poco, la situación de la hacienda era apremiante, porque se estaban dañando los
17
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 806 v, ff 807.
18
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 809 v, ff 810.
10
Sublevaciones de esclavos.
cultivos de caña y un tigrillo se estaba comiendo a los animales, por lo que se solicitaba
servidumbre a falta de mano esclava. 19
Por este motivo el juez encargado del caso, fue hasta las inmediaciones de Simití para
capturar a los esclavos que allí se encontraban, entre ellos Tiburcio y le aconsejaron que no
lo hiciera pues ellos estaban armados y este no tenía cómo someterles y se encontraba
entonces en grave riesgo; la valoración o el peso de este riesgo lo podemos constatar con
una carta que el señor Noverto Aconcha le manda a Surmay donde le dice que él no se
atrevía a hacer el inventario de los esclavos, pues ellos estaban llenos de cólera contra él y
que en dos ocasiones habían tratado de ir hasta su casa para lanzarle vituperios:
En las siguientes cartas observamos los encargos y cobros que se hacían para llevar a cabo
en este tipo de procesos y además la cuenta de lo que cuesta trasladar algunos animales
porque al parecer las actividades de la hacienda no se detuvieron del todo. Se contrataron
tres mozos que llevaran a cabo los trabajos, ya que con estos negros no había ninguna
esperanza y que Noverto no creía que ellos fueran a entregar las herramientas pues estos
seguían en la misma situación de insurrección.
El mal contento era mutuo: por un lado, estaban los esclavos rodeados en la zozobra y a la
espera de la represión de los amos, y por otra parte los señores al querer, en vano,
persuadirlos para que vuelvan en obediencia y subordinación. Pero, por si fuera poco, el
señor director de correos de Morales manifestó que los negros estaban vendiendo algunas
herramientas, pero principalmente las que son de aprisionamiento, es decir, grillos (donde
19
El documento, visto de otra forma, nos da luces de como los esclavos podían resistirse ante lo que ellos
creían, iba en contravía de sus intereses. El caso es interesante en la medida en cómo estos tipos de resistencia
físicos, vienen acompañados de un conocimiento a la ley. Lo que aclara un poco el hecho que, estos sí sabían
–aunque de forma limitada- sobre las leyes y a quienes debían acudir en caso de agravios. Para los interesados
en el tema de la resistencia, véase a: Munive Contreras, Moisés. Resistencia estática. Los negros colombianos
contra la esclavitud: Cartagena y Mompox, Siglo XVIII. Tiempos Modernos: Revista Electrónica de Historia
Moderna, ISSN: 1699-7778 Vol. 5, Núm. 14 (2006); Novoa, Rocío Rueda. Desesclavización, manumisión
jurídica y defensa del territorio en el norte de Esmeraldas (siglos XVIII-XIX). Procesos: revista ecuatoriana
de historia, n.º 43 (enero-junio 2016), 9-35. ISSN: 1390-0099; Fabián Leonardo Benavides Silva. La libertad
de los esclavos frente a la legislación y las ideas antiesclavistas en el Nuevo Reino de Granada entre la
segunda mitad del siglo XVIII y comienzos del XIX. Análisis No. 83 Bogotá, jul.-dic. / 2013. ISSN: 0120-
8454, pp. 305-320
20
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 812 V.
11
Sublevaciones de esclavos.
Y los días pasaban, días en los que confluían la situación de la finca, es decir, su desarrollo
habitual, el traslado de los animales, el pastoreo en fin; y con el asunto de los esclavos que
una vez más alegaban haber estado en servidumbre mucho tiempo, pues esto se mostró en
una de las misivas del señor Aconcha a Surmay en donde le dice que ellos a ninguna oferta
o negociación condescienden.21
En esta carta a Surmay se observa la mención de un hombre llamado Escolástico, que era
quien los incitaba a la desobediencia de los amos, y de quien se decía no parecer cristiano
pues no se amoldaba a los principios de obediencia y servicio propios del catolicismo. A
pesar de que algunos estuvieran un poco más calmados todavía seguían al mencionado
Escolástico. Por resultar casi imposible apresarlos, su resistencia era tal que ni si se
ofreciera dinero podrían reducirlos o pacificarlos, como era la consigna de este oficio, así
que Noverto le aconsejó al albacea que les hiciera una carta donde los exhortara
amorosamente a volver a sus labores.
Posteriormente Noverto, a Juan Surmay, le siguió comentando del estado de la finca, de los
animales de la hacienda y demás menesteres que eran propios de esta. En otra misiva que el
señor director de correos le mandó a Surmay le decía que estando a punto de reducir a los
esclavos y volver al trabajo, estos volvieron a revolverse puesto que Geronymo, Luis e
Ybiricu Carriazo insistían en ser libres porque su amo así lo disponía en el testamento;
alegaban que un blanco se lo había leído pero que ese testamento fue quemado.22 La
identidad del blanco que había leído el testamento no fue revelada, aunque se sospechaba
de un hombre llamado Francisco.
Ya en esta parte Aconcha sugirió que a estos se les mandara una tropa para reducirlos, pues
no encontraba él la forma de que esta situación volviera a la normalidad, sentía que todas
las diligencias que se hacían eran en vano, ya que los jueces estaban también cansados con
la situación, -cosa que intuía el señor Noverto Aconcha- porque él en las cartas mencionaba
que los jueces miraban los requisitorios con desprecio como si se tratara de una causa
21
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, Paráfrasis del ff 819 v.
22
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. ff 821, v.
12
Sublevaciones de esclavos.
perdida, pues para este personaje si bien estos casos se movían con dinero, este no era el
motivo por el cual los jueces no ejecutaran sus diligencias.
Por ese motivo, al final de una carta ubicada en el folio 822 le dice:
“Vuestra Majestad determine lo que halle por conveniente pues ya yo no tengo
palabras con que desempeñar este asunto que por todas partes veo obscuro, y
sin ninguna claridad pues quando uno ofrece el dinero, y no se le atiende ya
puede considerar como está ese asunto de remoto. 23”
Una vez más vemos como este asunto se hace más dispendioso y los esclavos más
escurridizos, y es que, de una u otra manera, ellos, amparados en las leyes, tenían la
oportunidad de acabar con su condición de esclavitud; la muerte de Setuayn fue el
momento indicado. Aconcha no hacía más que informar de manera detallada todo cuanto
ocurría como era normal; pues la clave para dicho personaje, sobrellevar la situación con
los negros estaba en reconocer la astucia de estos y su malicia, pues no podía permitirse
pensar que estos fueran ingenuos o tontos –por tanto que con la insurrección quedó más que
demostrado-, sin embargo, no importaba cuán estuviera él entendido de cómo eran o cómo
actuaban, no servía de nada y él no sabía ya que hacer más que tenía rato que no los veía
porque estos temían que los fueran a apresar. Por este motivo Aconcha le sugirió al señor
Surmay que hiciera una carta para llamarlos a la “paz”.
Hasta que un día el señor albacea de Don Martín escribió una carta “muy dulce”
(aludiendo, claro, al tono conciliador) para llamar a los esclavos a la reconciliación:
Nótese que el señor administrador utiliza la frase Vuestras Majestades para dar tratamiento
digno, si se quiere, a los esclavos reconociendo de alguna manera, no una alta dignidad,
pero sí dependencia del trabajo de ellos, y además que debía irse por la vía conciliatoria
23
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 822.
24
A.N.G, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 827.
13
Sublevaciones de esclavos.
debido a que estos aparte de tener el trabajo parado de la hacienda25 la tenían también
sitiada, por eso el tono “dulce” al momento de dirigirse a sus esclavos. También es
importante ver que aparte del trato amable y conciliatorio, se observa de igual forma el
manejo de la conciencia, ya que el hecho de apelar a sus sentimientos o su buena fe es un
signo de reconocimiento hacia los esclavos:
“y lo más doloroso, que ni para sufragios en alivio y descanso del alma del
difunto vuestro amo” 26
Si esto es expresado en la carta y se usa como recurso para persuadir a los negros se puede
inferir que la relación entre estos y el difunto no podía ser cruda o simplemente representar
la dualidad dominante-dominados. Luego de esto encontramos el llamamiento a la
obediencia con un claro ofrecimiento de perdón y de alguna manera ofrecimientos para
hacer de sus vidas más llevaderas con relación al trabajo:
“les ofrezco el perdón de todos vuestros yerros que sin reflexión han hecho, y
auciliarles con todo lo necesario y si gustasen venir a venir a esta Villa pueden
francamente hacerlo, que no serán molestados ni perseguidos lo que espero de
la prudencia de Vuestras Majestades que con la mayor armonía depongan su
bana idea, y se empeñen al dicho trabajo para remediar los quebrantos, y
perjuicios acaecidos que de Dios serán premiados a quien pido les guarde
muchos años” 27
Luego de todo esto, al parecer los esclavos no atendieron las ofertas de Don Surmay, esto
puede intuirse porque hay una carta donde Aconcha hace alusión a que es imposible hacer
el inventario porque los negros insisten en la idea de que ellos son libres, por lo que se
aconsejó a Surmay que mandara gente capaz de someterlos o aprisionarlos pues es mucha
su rebeldía y ellos no sabían qué hacer, ya la situación se salía de sus manos. Por lo aquí
expuesto, el padrón que se adjuntó al expediente fue realizado en el año de 1795.
25
A.N.G, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 827v
26
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 828.
27
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 828v.
14
Sublevaciones de esclavos.
estos. En él explica cómo estos díscolos (sin tono dulce o amable) han quebrantado las
disposiciones y voluntades de su natural amo difunto y que también han provocado daños a
la ley natural. Ya en este punto, Surmay lanzó una serie de agravios y calificativos no muy
amorosos para los negros, advirtiendo así la gravedad de este asunto. También expresa en
cierta forma su molestia por todo lo ocasionado con esta insurrección: la pérdida del trabajo
que había por hacer en los cañaverales, la perdida de algunos animales, el vender
herramientas y utensilios de aprisionamiento y la apropiación de la hacienda:
Más claro aún era que aquellos no volverían o estuvieron resueltos a no volver a su
condición anterior. Por eso ya con todo lo aquí acontecido, Surmay estableció una demanda
contra los esclavos de manera formal y mandó a pedir tropas para reducir, pacificar y
catequizar a estos miserables29 (llamados así por él mismo).
Esta situación tuvo estas consecuencias porque existía la necesidad imperante de volver a la
normalidad. Se entiende dentro del documento, que la tropa no fuera utilizada para
mancillarlos sino más bien para amedrentarlos porque ¿quién trabajaría la hacienda si esto
hubiese ocurrido? Sin embargo, ellos también estaban decididos y dispuestos a todo, tal
como se menciona arriba.
Se puede ver que estos pleitos con toda la formalidad de la época demuestran que estas
relaciones de amos y esclavos eran, de alguna forma, mutualistas. Relaciones que pasaban
por el plano de la negociación antes que de alguna forma de opresión. Tan es así que en
aras de fortalecer estas relaciones y que en la medida de lo posible hubiera también un
28
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 836 y ff 836 v
29
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 838.
15
Sublevaciones de esclavos.
Un pueblo de esencia mestiza. Así estaba concebida España con entidades notablemente
mestizas: pueblos de origen ibero y céltico culturizados por la Europa grecolatina,
posteriormente subyugados por visigodos, que dominaron el país pero se integraron en su
30
Juan Eslava Galán. Historia de España contada para escépticos, capitulo 62 Llegan los Borbones,
planeta, Barcelona España año 2005.
31
Francisco Tomás y Valiente, Manual de Historia del derecho Español, 4° edición, Capitulo XVIII entre el
absolutismo y el pactismo. Pag. 282, tecnos 1983.
32
Es sabido que una buena parte del oro y plata de las Américas fue dilapidada en la lucha que enfrentaba a
España con los protestantes en las posesiones germánicas de los Habsburgo españoles.
33
Don Miguel de la Guardia, Recopilación de las leyes de Indias Tomo I, Ley primera y ley segunda,
Establecimiento tipográfico de Pedro Núñez, espíritu Santo 18. 1889.
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Sublevaciones de esclavos.
Cultura política integradora a través del pacto: Al igual que ocurre en la España peninsular,
la integración de los pueblos nativo americanos a la Corona se produce a través del pacto y
del diálogo, no siempre pacífico en origen, pero sí en su resultado histórico. El cuerpo
legislativo de los nuevos reinos hispanoamericanos hace mención expresa al respeto por las
gentes americanas, sus propiedades y sus costumbres; unas estructuras de poder
participadas por el pueblo hispanoamericano que se une a la monarquía de tipo pactista ya
referida.
Uno de los aspectos sociales cuya evolución sigue patrones peninsulares es la esclavitud.
Los reinos peninsulares se desarrollan en la segunda mitad del milenio medieval, siendo el
esclavismo un elemento social común en todos ellos, como también lo era de todo el mundo
antiguo en Europa y Asia. En el caso español, sin embargo, hay peculiaridades en el trato a
los esclavos. En la España musulmana, como en la cristiana, personas que habían sido
esclavos o hijos de esclavos ganaban su libertad de modos muy diferentes, pero
mayormente a través del servicio a sus señores, muy frecuentemente como recompensa por
su participación en actos de guerra o colonización.
Manuel Lucena35 dice que España, con su amplia experiencia en el tratamiento de esclavos,
se convirtió, lamentablemente, en el imperio mejor capacitado para implementar la
esclavitud36. Aunque si hacemos un estudio de este “lamentable” equipamiento que hizo de
la esclavitud hispana una institución que conformara no solamente una parte del
ordenamiento jurídico de las colonias o los reinos de ultramar, sino también la cultura y las
costumbres de los pueblos americanos -que no son el objeto de estudio en este ejercicio-.37
Sería válido preguntarse porqué España era el reino de mayor competencia en estos
campos. Como dato histórico importante, debo reiterar que, al haber sido colonizada
sucesivamente por romanos y árabes, la península ibérica se apropió o adaptó la vasta
experiencia en materia esclava que ambas culturas tenían, las cuales sentaron las bases para
34
Juan Eslava, Op. Cit Capitulo 30 Los Almoravides pag. 40.
35
Manuel Lucena Op. Cit pags 13 y 14.
36
Manuel Lucena, Óp. Cit, pág. 25.
37
Aunque dan cuenta de la maleabilidad las relaciones entre esclavos y amos, por eso se considera importante
referenciarlo aquí.
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Sublevaciones de esclavos.
que, en el Derecho Castellano, Alfonso X, llamado también el Sabio, diseñara unas leyes
denominadas las Partidas que sirvieron a su vez, de base, para las creaciones de los códigos
de buenos tratos referenciados en la introducción.
A lo largo de este escrito se ha tratado de explicar las variantes que podían tener las
relaciones esclavistas que, como se observa arriba, se caracterizaban por tener una
condición enajenada y subyugada. La importancia de esto radica, en la forma de agotar
todos los conductos posibles y librar una discusión en la que ambas partes pusieran
condiciones y establecieran posiciones claras. Esto que decimos, hace pensar que éste no es
un tema que se pueda estudiar de manera plana y que sería interesante e importante mirar
sus variantes y fluctuaciones para dar una nueva mirada al estudio de la esclavitud en su
conjunto.
En el dicho estudio, encontraremos varios aspectos que llaman la atención del caso y
ayudan de alguna manera a reafirmar la idea que se plantea y, por demás, se quiere
expresar. En el inicio del escrito de esta causa se puede ver claramente como Nepomuceno
da aviso y sienta los precedentes para dar inicio a los procesos correspondientes:
Es lógico pensar que, al levantarse contra sus autoridades o su nueva dueña, estos realizaran
actividades que les permitieran sustentar sus vidas, pero lo importante aquí es también
entrever la movilidad que, de alguna manera, estos pudieran tener o manejar siendo
esclavos, porque de otro modo cabría preguntarse ¿cómo conocían éstos todas estas rutas?
Esto demuestra o nos advierte lo cuidadosos que debemos ser cuando lanzamos juicios o
planteamientos apresurados de las relaciones esclavistas, que muchas veces no trascienden
de las visiones estáticas, abordando solo las generalidades: matrimonio, manumisión,
castigos, y dominación, en los que, insisto, sesgan por completo la posibilidad de hacer una
historia de la esclavitud más concisa, detallada y apropiada para entender nuestra realidad.
38
AGN, Fondo, negros y esclavos, Bolívar T. 3, ff 765 y V.
18
Sublevaciones de esclavos.
El auxilio de la justicia, como lo mencioné arriba, era siempre un aliciente para los esclavos
dado que de ahí podrían obtener algún tipo de partidas. ¿Cómo podemos observar todo esto
en el caso que estudiamos? Si bien era una demanda contra de ellos, se les advirtió, en
medio de su impetuosa reacción, que tenían una justicia que los podría escuchar, que le
daría a cada uno lo suyo y que tenían al procurador del oficio que los podría ayudar y/o
sustentar en su defensa. Y si bien en este expediente no se hace referencia al hecho qué,
ellos se acercaran a dicho procurador, puede entreverse que éstos teniendo la opción de
plantarse desde una posición legal, tenían la puerta abierta para abrir una discusión, ya que
en el mismo folio se referencia el hecho de que estos esclavos tenían bases para fundarse en
lo que estaban diciendo.40
“Ejecutado esto en los términos más contundentes les explorara el ánimo a los
más racionales con sagacidad y prolijo examen a descubrir los motivos que
tengan para estar disgustados y caprichados, y que declaren su sentimiento de
lo que [y de lo contrario les insinuara a que dispongan y desistan de su labor]
pidan en justicia y razón haciéndoles ver y conocer que están debajo de
servidumbre como esclavos y que deben obedecer y trabajar a sus amos”41
En este folio observamos que se hace una mención: “buscar a los más racionales para que
hablasen”; podemos comprobar que al utilizar este término se hace un reconocimiento que
pone de manifiesto la capacidad de negociar y de hablar o discutir un asunto; no se ve una
orden apresurada ni una utilización del poder para remediar el asunto de manera coercitiva
sino más bien persuasiva. Normalmente se toma la figura del esclavo como un ser
ignorante, y analógicamente se le compara con un asno al que se le lleva, casi que sesgado,
por un camino determinado. En el caso de los negros de San Bartolomé, observamos cómo
éstos utilizan la misma ley para contrarrestar las demandas del señor Juan Nepomuceno
Surmay.
39
A.N.G, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 785.
40
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 791.
41
ANG, Fondo, Negros y esclavos, Bolívar, T. 3, ff 775 V.
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Sublevaciones de esclavos.
Pertinente sería comentar aquí la que los negros podían testar. Orian Jiménez en el libro
Voces de esclavitud rescata una serie de documentos concernientes a testamentos que
fueron dejados por esclavos y libertos.42 Libre es el criterio de la interpretación que pueda
hacer el lector ya en este punto. No se está sugiriendo que los esclavos entraran a estudiar
leyes en las universidades, pero es un hecho que por la proximidad a gente letrada (gente de
gobierno, hacendados conocedores de la ley) o porque prestaban atención en la plaza del
mercado o, simplemente, porque observaban la aplicación de las leyes, aquellos eran
conocedores, al menos en parte, de lo que se disponía.
En conclusión, es un hecho que el trato dado a los esclavos en el ámbito hispánico siempre
tuvo características diferentes a las de los ámbitos franceses e ingleses. De todas las
peculiaridades que definen la relación entre africanos y blancos hispanos destaca el carácter
paternalista de los blancos hacia sus esclavos negros. Testimonios por toda las Américas,
muestran actos de familiarización de amos y esclavos a través de herencias y donaciones.
De hecho, durante la formación de la colonia francesa de Saint Domingue en la isla de La
Española era común la fuga de los esclavos del área francesa a la española en la que los
esclavos fugados se ofrecían al servicio de los españoles por reconocer su mejor trato que
los franceses. Los esclavos ya hispanizados eran católicos, tenían nombres y apellidos
españoles (frecuentemente por herencia, hecho que demuestra el carácter paternalista de
estas relaciones).
Así mismo no debe descartarse la intensa labor de los religiosos, como la de Pedro Claver,
en la aceptación del negro como ser humano, y si bien no fueran vistos en un plano de
igualdad al blanco o al amerindio, el trato entre libertos y blancos en un mismo espacio, el
mestizaje cultural de unos con otros, unido a la unidad religiosa y lingüística posibilitarían
una mejor aceptación del afro hispano dentro la sociedad hispanoamericana. De un modo u
otro, y con todas las salvedades que contiene un asunto tan complejo, parece cierto que el
42
Orian Jiménez y Edgardo Pérez, Op.Cit.
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Sublevaciones de esclavos.
Fuentes secundarias.
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Sublevaciones de esclavos.
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