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Cédula: 4-821-125
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Índice
1. Introducción
4. Ciudadanos
5. Patricios
6. Plebeyos
7. Clientes
8. Esclavos
9. Libertos
10. Conclusión
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INTRODUCCIÓN
El Imperio Romano ha sido uno de los más poderosos, extensos e importantes de
la historia de la Humanidad. Muchos pueblos cayeron bajo el yugo de Roma, y
todavía hoy se pueden admirar los restos arquitectónicos de una civilización que
alcanzó un esplendor casi absoluto. Sin embargo, ya en el Imperio Romano
existían grandes diferencias entre los diferentes estratos que componían la
sociedad. En este post vamos a explicarte acerca de Las clases sociales en el
Imperio Romano: Patricios, Plebeyos Nobles y Plebeyos Caballeros.
La civilización romana es una de las más complejas sociedades de la historia
universal. Dada su extensa duración (desde el siglo VIII a. C. hasta el siglo V
d.C) los historiadores han dividido la Historia de Roma en distintos períodos
históricos: Monarquía, República e Imperio. Hoy les propongo internarnos en los
años de mayor esplendor del Imperio Romano (s. I y II a.C.), pero alejándonos
de los grandes personajes, para tener una idea más global de cómo estaba
compuesta esta sociedad.
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– Ciudadanos
La clase social compuesta por los ciudadanos incluía en su interior a dos
grupos de población diferentes: los patricios y los plebeyos.
Patricios
Los miembros de esta clase tenían todos los privilegios, tanto políticos
como económicos, pasando por los culturales y los judiciales. Eran, por
lo tanto, ciudadanos con todos los derechos.
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Plebeyos
Los plebeyos formaban la clase más numerosa dentro de la sociedad
romana. Al contrario del origen aristocrático de los patricios, los
plebeyos procedían de algunos pueblos conquistados por Roma o eran
descendientes de inmigrantes. Esto hacía que no tuvieran derechos.
Los clientes
Además de las dos clases principales de ciudadanos, en Roma existía
una tercera con una consideración especial. Se trataba de los clientes,
que, aunque plebeyos y ciudadanos libres, no tenían ningún tipo de
recursos propios.
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Evolución histórica
Las diferencias entre patricios y plebeyos comenzaron a reducirse a
partir del siglo III a. C. En su lugar apareció un nuevo esquema basado
en la riqueza, en la condición política y en sus relaciones familiares,
entre otros factores.
Por otra parte, el ordo equester estuvo formado por una especie de
burguesía enriquecida gracias a sus actividades económicas.
Políticamente estaban subordinados a los anteriores, pero sus riquezas
les otorgaban ciertos privilegios.
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– Esclavos
Mosaico del siglo III con esclavos de Dougga, Túnez. Los esclavos son
los hombres con jarras y los que llevan toallas y ramas de olivo. Fuente:
Pascal Radigue / CC BY
Para los romanos, los esclavos no tenían consideración de seres
humanos. Era, en la práctica, objetos sin derechos que pertenecían a
sus dueños, que incluso podían matarlos sin ningún tipo de repercusión
legal.
Los esclavos realizaban los trabajos más duros y su situación llegó a ser
tan precario que el imperio se vio obligado a legislar en contra del
maltrato que sufrían. Según los historiadores, en esa época había unos
300 000 esclavos en Roma y algunas de las familias más ricas poseían
hasta 1 000.
Libertos
Fresco de una mujer con una bandeja. Villa de san Marcos, Estabias,
Italia. Fuente: Luiclemens at English Wikipedia / CC BY-
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Aunque no eran una clase social propiamente dicha, las leyes vigentes
hacían que las mujeres formaran una especie de condición social
diferente. Sus derechos, no obstante, también dependían de la familia
en la que hubieran nacido.
Estas mujeres, al igual que las nacidas en otras clases sociales, estaban
bajo la autoridad del cabeza de familia, ya fuera su padre o su marido.
Por otra parte, las libertas podían ejercer algunas tareas profesionales
o, incluso, poseer sus propios negocios.
Por último, las esclavas no tenían más salida que dedicarse a las labores
manuales o a la prostitución.
CONCLUSIÓN
Las clases sociales existentes eran cinco. Los patricios y plebeyos tenían la
consideración de ciudadanos, mientras que esclavos y libertos conformaban la
clase de los no ciudadanos. Durante la historia de Roma fueron frecuentes las
tensiones entre patricios y plebeyos, además de producirse algunas rebeliones
protagonizadas por los esclavos.