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ANALISIS LITERARIO DE LA OBRA LA

PLUMA DE MIGUEL

CURSO:2°de secundaria azul


NUMERO DE LA LISTA:3
APELLIDOS Y NOMBRES: Toledo ayllon Fernando
1-. SINOMIA
1. Identifica diez palabras desconocidas y busca su
sinónimo.

Palabra significado Sinónimo


Escribir-.Represen Escribir-.transcribir, manuscribir,
tar ideas, copiar, anotar, firmar, rubricar,
palabras, autografiar, trazar, caligrafiar,
números o notas mecanografiar, taquigrafiar.
musicales
mediante letras u
otros signos
gráficos
Borrar-.Hacer que Borrar-.esfumar, desvanecer,
desaparezca de Disipar,eliminar,anular,tachar
una superficie lo
que en ella está
dibujado o
escrito.
Nacido-. Que ha NACIDO-.natural, originario ,hijo
salido del vientre
materno y ha
comenzado a
existir en un
momento o lugar
determinado.
MORIR-.Dejar de MORIR-.fallecer,expirar,fenecer
estar vivo.
Fácil-.Que se Fácil-.sencillo,Hacedero,,cómodo,
entiende, hace o simple, probable
consigue con
poco esfuerzo,
habilidad o
inteligencia
Historia-. Historia-.
Representar Suceso,aventura,empresa,
ideas, palabras, cuento,chisme,habladuría,mentira,
números o notas
musicales pretexto
mediante letras u
otros signos
gráficos.
Gobernar-.Ejerce Gobernar-.dirigir,conducir,guiar,reg
r la dirección, la ir,
administración y
Administrar, manejar, empuñar.
el control de un
Estado, ciudad o
colectividad
Naturales-.Conjunt Naturales-.índole,calidad,calaña,
o de las cosas condición,natural,carácter
que existen en el
mundo o que se
producen o
modifican sin
intervención del
ser humano.
Liberado-.Que ha Liberado-.libre, libertado
quedado libre de
impedimentos,
límites,
restricciones o
normas
Batallas-.Enfrenta Batallas-.combate,lucha,pelea,
miento armado Contienda, enfrentamiento
entre distintos
ejércitos

1-.formula oraciones con la palabra identificada y otra con


su sinónimo en total veinte oraciones.
Oraciones

1-.mateo escribe en italiano


Palabra sinónimo
Juan escribió un libro Maya se copia de la tarea
de mateo

María borra su tarea Melisa elimino una App

María José nació el 12-08- El agua no es natural


2009

Maria esta a punto de Lucia fallecio en


morir cochabamba

La tarea de lenguaje es El trabajo de mate esta


muy facil muy sencillo

Beto cuenta su historia Mari se fue de aventura

Lois es el nuevo Andrea maneja moto


gobernande

Juan se fue a la naturaleza Mariaelena tienes un


caracter
Marco fue liberado Juan se libro de sus tareas

Lucia se metio en una Pablo se peleo con tomas


batalla

3-.elabora un resumen de los cuatro primeros de la obra.


El resumen
RESUMEN Del CAPITULO I Los siete cielos Esta historia trata
de los sietes cielo estos cielos donde miguel tiene un amigo
llamado azrael en realidad tiene muchos amigos. Él era el
encargado de manejar un libro donde escribía nombres de
personas y como también borraba los nombres, el copia los
nombres de los recién nacidos y borra los nombres de los
que acaban de morir. El primer capítulo habla el viaje de los
siete cielos de miguel donde viajo y que no es muy fácil de
llegar a cada uno de los siete cielos. Encada cielo hay
ángeles que se encargan de una parte del planeta en que
vivimos y el universo por ej.: jehudiel gobierna los
fenómenos naturales, en los días más fríos otros ángeles lo
ayudan para que las tormentas sean de calidad. Y miguel
llega al séptimo cielo donde se encuentra con zadquiel un
amigo de miguel que habían liberado un millar de batallas
juntos, en el séptimo cielo se encuentro el creador Dios que
es donde habita, pero en realidad el se encuentra en todas
partes ahí en el cielo se siente una tranquilidad y paz y
armonía.
: La asamblea de Dios y el tobo de la conciencia humana
RESUMEN Del capítulo II Este capítulo trata de la asamblea
de dios que se da en un gran salón de gloria ahí llegaban
todos los ángeles, serafines, querubines y otros llegaban y
tomaban sus respectivo lugares reservado en el coro
celestial para a lavar a Dios el creador. Y ahí llega el creador
de una forma de luz radiante y tornasolada y todos los
ángeles, querubines .serafines y otros tomaron sus
respectivos lugares, luego el creador comenzó hablar muy
enfadado porque sus siervos no evitaron que robaran la
conciencia humana, el comienza a reñirlos y el creador le
dice ha ofaniel el gran jefe de los tronos paraqué te sirven
los 8.466 pares de ojos si a la vez estas ciego, y después se
calma un poco y después nos manda llamar a su trono a
todos los arcángeles que en total somos 7 nos nombra a
cada unos dándonos una orden para recuperar la conciencia
humana, hasta que llega a mí y me dice que soy el jefe de
los arcángeles y que tenemos que recuperar la conciencia
humana, y ahí les dice a todos que lo que yo necesite estén
alertas, de ahí todos volvemos a nuestro respectivos lugares
para seguir a lavando a nuestro creador Dios.
: La caída de Luzbel RESUMEN Del capítulo III Este capítulo
trata sobre la caída de Luzbel él era un ángel bello con
mucha inteligencia, el había decepcionado a Dios porque
Dios Había dicho que iba a traer al mundo un salvador hijo
de él, pero Luzbel vio al niño que era un humano y el dijo
que no se arrodillaría ante un humano él lo dijo en su
pensamiento pero Dios interrumpió su pensamiento, pero
el después dijo que si pero el luchaban con el desafío con su
rebeldía al creador, después Luzbel puso en contra a
muchos ángeles a Dios que como podíamos a lavar a un
humano y dios se enojo con él y le dijo que como se atreve
yo que tenía mucha confianza en ti y que te hice diferente a
los demás ángeles me pagas haci vete que ni tu ni los demás
ángeles merecen habitar en el reino, y Dios dijo cambiare tu
nombre por el de Lucifer príncipe de las tinieblas y como
eres el más bello serás el mas repúgnate del universo,
después Lucifer fue botado del reino de Dios donde
comenzó a deformarse dando forma a sus alas como las de
los murciélagos su color fue convirtiéndose en un color
rojizo y negro que parecía reflejar odio,ira,maldad y rencor
y Dios le dijo que jamás volverá a ver la luz del día y hací les
dijo a los demás ángeles que habían decepcionado a Dios y
ahí miguel quiso volver a la realidad y ahí Dios se levanto de
su trono para alumbra el abismos donde se iría Lucifer y los
demás ángeles, ahí miguel vio por última vez a su amigo
Lucifer después miguel vio completa la transformación de
Lucifer a un dragón de color del fuego con siete cabezas y
diez cuernos y ahí en sus cabeza había diadema que era su
corona de Lucifer siendo coronado como el único príncipe
de las tinieblas.
La Conciencia Humana RESUMEN Del capítulo IV Este
capítulo trata sobre que miguel tiene que reunirse en el
espacio de Gabriel ahí tenían que discutir sobre la
conciencia humana y como tenían que recuperarla y que
esta misión era sumamente peligrosa y miguel le
recomendaba a todos sus arcángeles que ninguno puede
fallar en esta misión luego miguel se dirigió a Gabriel
diciéndole que le explique que como es la conciencia
humana y que características tiene y Gabriel comenzó a
decirle que la conciencia humana es un elemento
importantísimo en la creación, que es la esencia de cada
uno de los hombre y que pueden inclinarse hacia el bien
como el mal pero el dijo que sin embargo estamos al
cuidado de Dios y si por si alguna caso se desviaran hacia el
mal por cualquier razón también tienen la oportunidad de
arrepentirse y que pidan perdón hacia Dios de sus errores
todos comenzaron a discutir como deberían recuperar la
conciencia humana todos comenzaron a pensar cómo
recuperar la conciencia humana porque Lucifer no
descansara hasta convencer a la conciencia humana a
inclinarse hacia el mal donde Gabriel le pide ha barraquiel
que dibuje la conciencia humana a medida que él lo baya
describiendo y le alcanzo todas las plumas que fueran
necesarias para que pudiera dibujar la conciencia humana,
de ahí Gabriel dijo que la conciencia humana es una esfera
de cristal transparente y que tenia agua de muchos sabores
como dulce y saladas y que tenia tierra de volcán rocas de
montañas muestras de bosques secos y húmedos y también
el tercer elemento que es el aire que sin el aire los humanos
no podrían vivir, y que yo no puedo respirar ese aire
espantoso dijo miguel y finalmente el cuarto elemento que
era el fuego que es el centro de la tierra, y jehudiel
pregunto que como esa llama se mantiene viva por una
mezcla de que contiene bismuto en polvo con sal que se
encuentra en la tierra, de ahí miguel mando a Rafael para
que investigue en los libros de raziel sobre la característica
del bismuto y donde se lo puede encontrar. Luego miguel
dijo después que terminen con sus que haceres nos vemos
nuevamente en el espacio de Gabriel.
Mefistófeles en el corazón del infierno RESUMEN Del
capítulo V Esta historia trata cuando miguel baja al abismo
con Uriel y zadquiel para hablar con Lucifer ellos piden
permiso a Dios para poder bajar al abismo y Dios se lo
concede y bajan, y lo que se encuentra es un enorme
dragón que hecha unos colores como fuego y las rocas
parecen bañadas en sangres y con una cola muy larga. Y
miguel aterrizo con sus demás acompañantes cerca de una
pesada puerta de metal donde lo atiende malik que es el
guardia del infierno que es el encargado de recibir las almas
que llegan hacia él y darles la cordial bienvenida luego malik
les permite el paso y ahí ellos entra y hace mucho calor van
por muchos pasillo oscuros y muy oloroso al olor del azufre
ellos siguen caminando y encuentran un lugar donde se los
interrogan a las almas y les dice que han cometido para
estar aquí les dice si han robado sin le han faltado el respeto
a sus padres y las almas tan malas responden que si que
toda la vida que estuvieron vivos y miguel no quiso escuchar
mas esas charla tan repugnantes de esas almas. Entonces él
sigue caminando con Uriel y zadquiel donde caen en la
trampa de Lucifer en una jaula donde ellos se ponen
espalda con espalda para protegerse de cualquier cosa que
quería aprontar Lucifer ahí aparece Mefistófeles que es la
mano derecha de Lucifer y secretario de el Tiene tres cabeza
que opinan constantemente lo que el demonio, dice luego
le dice Mefistófeles a miguel a que se debe tu visita tan
horrosa o te vienes a unirnos a nosotros y miguel le
responde que jamás vendría a unirse con ellos par de
vestías malvadas donde miguel comienza a tratarlo y le dice
que jamás será un príncipe del infierno y que yo vengo
hablar con el verdadero jefe que es Lucifer y si sigues haci le
daré las quejas ha Lucifer y quiero que tus almas del
infierno no crucen la frontera con el bien porque me he
enterado que se están cruzando tus alamas repugnantes y si
Dios ve a tus almas se cruzan se va a enojar mucho con tigo
y te llevara a un lugar donde haya mucha luz como a ti no te
gusta sufrirás mucho y quedaras con luz toda la eternidad.

En realidad, no es a mí a quien corresponde dejar


escrito en los legajos celestiales sobre lo que nos
ocupa a los mensajeros del Creador. Es Raziel, el
ángel de las regiones secretas y el jefe supremo de los
misterios, quien se encarga de poner al día el Gran
Libro en el que está escrito todo el saber celestial y
terrenal que existe; incluso allí se explican las 1.500
claves a los misterios del mundo que no fueron
reveladas ni siquiera a los ángeles. Sin embargo, esta
historia es tan peculiar, es más, diría yo que en lugar
de haber cumplido una misión habríamos vivido una
aventura de la que no me gustaría que se perdiera
ningún detalle. Contársela a Raziel significaría hacer
una larga fila en un interminable corredor que
desemboca en su espacio de trabajo que me llevaría
una espera infinita. Llegado el momento de la
entrevista, Raziel me invitaría a sentarme al frente
suyo mientras prepara una serie de hojas en blanco,
un tintero y una pluma. Sacudiría sus alas, arreglaría
su larga cabellera blanca, se pondría cómodo y
empezaría con esta pregunta:
—¡Ah! Miguel, ¿y qué te trae por aquí?
            Yo empezaría a relatar mi historia, pero al
mismo tiempo Raziel se acordaría de cuando
sobrevolaba la Tierra, me quitaría la palabra de la boca
y se iría por las ramas dejando a su imaginación
divagar en el tiempo. Volvería de vez en cuando a la
narración, que con una paciencia infinita trataría yo de
hilar, intentando no perder detalle, para luego
ausentarse una vez más reviviendo alguna de sus
hazañas sobre el planeta; y así sucesivamente. La
última vez que le conté una de nuestras misiones al
sur de Egipto, para que quedara en los anales
celestiales, tuve que hacerle 784 visitas y tardé más de
16 años en digerir sus historias con paciencia y
tolerancia.
            ¿Dónde íbamos? ¡Ah! Estaba yo en mi espacio
del Cuarto Cielo, del cual soy gobernador, arreglando
una balanza. Tenía problemas con uno de los dos
platillos, nada menos que con el que pesa las virtudes
y todas las obras buenas que traen las almas consigo
cuando su vida termina en la Tierra. Parece un trabajo
sencillo este de ser Juez de Almas, pero es bastante
complicado; que lo diga Azrael que también anda
metido conmigo en esta empresa.
            Azrael es uno de mis mejores amigos. Es uno
de los ángeles más activos del Cielo porque va y viene
sin parar por lo menos unas 364 veces al día. ¿Será
por eso que el Creador lo ha provisto con 70.000 pies
y 4.000 alas, además de tantos ojos y tantas lenguas
como hombres hay sobre la Tierra? Es divertido,
fanfarrón y un gran amigo. Es el encargado de anotar
nombres en un enorme libro, y así como los escribe
también los va borrando. Copia los nombres de todos
los recién nacidos y borra los nombres de los que
acaban de morir, y siempre se está quejando de la
poca originalidad que tienen los mortales. Hace algún
tiempo, (y de puro aburrido que estaba), se dedicó a
sacar un registro con todos los nombres iguales que
había en ese momento en la Tierra. Según sus
cálculos había 13.045.820 personas con el nombre de
Juan. Era divertido verlo corretear, pues en cuanto
moría un Juan borraba su nombre del libro y restaba
sus cifras.
—¡Oye Miguel, tan sólo quedan 13.045.819 juanes! —
gritaba con entusiasmo— ¡Espera un poco! ¡No puede
ser! Acaban de bautizar a 23 juanes más. ¡Qué poco
originales que son! —decía moviendo la cabeza
mientras hacía sus cuentas a la velocidad de un rayo.
            Azrael, conocido también como el ángel de la
muerte, es el que desciende a la Tierra con la lista de
aquellos hombres que tiene que recoger ese día.
Primero termina con la vida de los mortales
acercándoles una manzana a las fosas nasales y
después separa el alma del cuerpo con minuciosidad y
perfección. Una vez en el Cielo, Azrael busca el
registro de las buenas y malas acciones de cada una
de las almas y extrae lo que durante años se ha ido
acumulando en uno u otro archivo.
            Es entonces cuando entro yo en acción
pesando en mi balanza todas las obras de los
mortales. Si el alma es aprobada por más virtudes que
vicios, entonces es coronada con radiantes diademas,
pero si no aprueba es echada fuera del Cielo. Allí
espera hasta ser conducida a su castigo final.
            Y fue en el juicio de esta mañana que tuve un
percance, llamémosle un percance doméstico. Debo
confesar que la balanza que utilizo desde hace... ya no
recuerdo cuánto tiempo, diremos que desde que el
alma del primer mortal cruzó el umbral del Cielo,
estaba ya un poco inclinada beneficiando al platillo de
las virtudes. Y me pregunto yo, ¿quién no quiere dar
una manito a estos incorregibles mortales? Cientos de
ellos llegan con el abrigo de la prepotencia, del
«¡Abran paso, aquí vengo yo!» y cuando están delante
del Creador parecen unos corderitos en el matadero a
punto de ser degollados. Es verdad que mi balanza ha
abogado por ellos en muchas ocasiones y por
supuesto que «El que lo sabe todo» estaba enterado
del asunto, pero es que esta mañana este instrumento
me ha dejado en ridículo. La trampa era ya demasiado
grosera y tampoco se trataba de tapar el sol con una
pluma.
            El Creador miró la aguja que descansa en la
cruz de la balanza, frunció el ceño y dijo:
—Miguel, se supone que ésta es una balanza de
precisión, ¿no es cierto?, cuya cruz tiene el punto de
apoyo entre el de la potencia y el de la resistencia.
            Y empezó a subir el tono de voz:
—Parece que la tuya ha estado fallando últimamente,
pero precisamente hoy el error se inclina con
demasiado beneficio para el cliente.
            Paró el juicio y sin decir más desapareció.
Azrael, que ya me había advertido que esto podía
suceder, trataba de contener la risa agitando sus alas
para que no se le viera el rostro «angelical» que tenía
en aquel momento. Tan pronto Dios hubo
desaparecido, lanzó la carcajada acusadora que me
sumió en el más profundo de mis estados de ánimo: la
inactividad angelical. En esos momentos decidía ya no
ser un ángel y actuaba como un simple mortal; es
decir, que no utilizaba ninguno de mis atributos
celestiales. Trataba de solucionar mis problemas
poniéndome, como vulgarmente se dice, «en los
zapatos de un hombre» y confieso que la pasaba muy
mal. Jamás entenderé cómo se le ocurrió a Dios crear
a los hombres; unos seres tan limitados, débiles, sin
fuerza de voluntad, que tienen que ingerir lo que ellos
llaman «alimento» para poder vivir, que ni siquiera
pueden volar y para colmo de males que además son
mortales. Reconozco que en ellos hay algo que los
hace interesantes, es su capacidad de elección.
            ¡En fin! Yo creo, y ésta es una opinión muy
personal, que desde el sexto día de la creación lo
único que tiene Dios son colerones y dolores de
cabeza.
            De esa manera volví al Cuarto Cielo cargando
sobre mis espaldas la inactividad angelical. Conseguí
unas cuantas herramientas de aquellas que utilizan los
mortales y me encerré en mi espacio para arreglar la
balanza intentando que la palanca que forma la cruz
quede perfectamente centrada. En ésas andaba
cuando escuché la aguda voz de Hadraniel. No sé si
era mi estado de ánimo, el hecho de que la balanza
seguía en las mismas condiciones que antes o las
pocas ganas de encontrarme con Azrael y aguantar
sus irónicas burlas, pero los decibeles de la voz de
Hadraniel me parecieron insoportables. Tapé mis
oídos con las alas para seguir trabajando, pero fue
inútil. Cuando Hadraniel proclama los deseos del
Señor su voz es capaz de penetrar a través de
200.000 firmamentos y a cada palabra que sale de su
boca le acompañan 12.000 luces relampagueantes por
si algún despistado no se ha enterado de que es Dios
el que lo está llamando. Dada la imposibilidad de
seguir con mi tarea dejé el martillo, los clavos y la
balanza sobre la mesa de trabajo y me apresté a salir
volando hacia el Gran Salón de Gloria, en el Séptimo
Cielo, donde se realizan las reuniones de mucha
importancia, sobre todo las más urgentes, y ésta
parecía ser una de ellas.
            Al salir de mi espacio, me encontré con el típico
caos del caso. Las trompetas sonaban sin descanso y
el tráfico angelical era inaguantable. Todos se dirigían
al mismo lugar y por supuesto sin ningún control de
velocidad, sobre todo algunos ángeles más jóvenes a
quienes ni siquiera les importaba el roce con alas
vecinas. Seguro que ni se habían enterado de lo caras
que estaban las plumas y lo difícil que era
conseguirlas. Podían al menos tener un poco más de
consideración. ¡Claro, son otros tiempos!
            En circunstancias caóticas como éstas, no es
nada fácil llegar del Cuarto al Séptimo Cielo, aun
teniendo un par de alas que supuestamente están
exentas de toda gravedad (ley que les complica
muchísimo a los humanos), dado que somos más de
mil millares de ángeles volando sobre la misma ruta y
a la misma hora. Aunque, sin duda, en peor situación
están los que habitan el Primer Cielo. Ubicado entre
las estrellas, es la residencia de los Ángeles Custodios
a quienes Dios les ha asignado, a cada uno, una
estrella para que la protejan y de esa manera nunca
deje de brillar.
            Del Primero al Segundo Cielo, la distancia es
de bastante consideración. En este espacio habita
Jehudiel quien agiliza los movimientos de los planetas,
del Sol y de la Luna. Cada uno de estos astros tiene su
ángel tutor. Así, Anael cuida de Venus, Baraquiel de
Júpiter, Uriel se hace cargo de Marte y Anachiel de
Saturno; Rafael y Gabriel cuidan del Sol y la Luna,
respectivamente, y un servidor es el que conduce a
Mercurio. Por las mañanas, los tutores nos reunimos
en el Segundo Cielo y les damos a estos planetas el
impulso necesario para su giro elíptico; pero eso sí, es
Jehudiel quien a lo largo del día controla las órbitas, el
brillo del Sol y el movimiento de la Luna.
            Jehudiel también gobierna sobre los
fenómenos naturales. En los días más fríos, por
ejemplo, es ayudado por otros ángeles para que el
envío de tormentas sea de calidad. En esta labor es
Baraquiel, sin duda, el más creativo; es un artista. Va
dibujando con tinta blanca, sobre el oscuro
firmamento, una variedad de líneas que le dan vida a
los relámpagos. Inmediatamente después, Uriel se
encarga del sonido de los truenos utilizando fuertes
instrumentos de percusión y, finalmente, Baradiel se
divierte lanzando con mucha fuerza desde las nubes la
lluvia y el granizo.
            En este Cielo también vive Liwet, que es el
ángel inventor. Tiene un laboratorio donde realiza
arduas investigaciones para crear los instrumentos
más increíbles. No hace mucho nos mostró un aparato
capaz de crear nubes de color. Esta máquina,
supuestamente, sustituiría el trabajo del ángel que da
las pinceladas rosas del amanecer y las naranjas del
atardecer. En rigor de verdad, debo decir que funcionó
por un tiempo hasta que un día las nubes de la
madrugada aparecieron moradas con motas amarillas
y las del atardecer negras con rayas rojas. A Liwet no
le quedó otro remedio que retirar su invento y dejar
que el proceso de pintado de nubes siga de la manera
tradicional.
            A muy poca distancia del Segundo Cielo, está
el Tercer Cielo. Allí se encuentra el Paraíso tan
anhelado por los mortales, donde morarán sin
sufrimientos por toda la eternidad. Está custodiado por
Uriel, el Arcángel de la espada de fuego que flamea
continuamente y que sólo se apagará cuando no
quede alma sobre la Tierra sin ser juzgada. En el
Tercer Cielo también se hallan los inmensos silos
destinados a guardar el «maná». Es el alimento de los
ángeles que parece polvo de escarcha (por supuesto
que carece de proteínas, vitaminas y minerales,
ingredientes que para los hombres son sinónimo de
«buena salud»); es una concentración de glorificación
y santificación al Creador. Cuanto más alabamos y
llenamos de gloria al Señor, más engordamos los
ángeles y la digestión se hace muchísimo más fácil.
            Entre un Cielo y otro, los desplazamientos se
realizan a través de un sinnúmero de corredores que
van desembocando en los diferentes espacios. En el
Cuarto Cielo, por ejemplo, uno de esos corredores
termina en lo que es mi espacio, mi hábitat y mi lugar
de trabajo. También habitan allí Zagzagel, el gran
maestro de los ángeles que tiene el don de hablar 70
lenguas distintas, y Sandalfón que es el más alto de
todos. ¡Con decir que sobrepasa a Hadraniel por una
altura de 500 años de camino a pie! Sandalfón es, sin
duda, un ángel «pop». Impone lo último de la moda en
los Siete Cielos. De esa manera se hicieron famosos
los calzados que usamos los ángeles y que por
supuesto bautizamos con su nombre: las sandalias.
Llegando al Quinto Cielo nos encontramos con los
«Dominios». Cada uno de ellos lleva sobre la cabeza
una corona y domina desde un trono de luz que es
siete veces más brillante que la luz del sol. Y en el
Sexto Cielo reside el ángel guardián del Cielo y de la
Tierra. Tiene la mitad del cuerpo helada, porque está
hecha de nieve, y la otra mitad ardiendo en llamas.
            A tiempo de llegar al corredor que desemboca
en el Séptimo Cielo me encontré con Zadquiel, un
amigo entrañable con quien habíamos librado un millar
de batallas bajo las circunstancias más increíbles. A
diferencia de Azrael, Zadquiel es serio, de poca
conversación, frío y calculador. No en vano se lo
conoce como la «Rectitud del Creador» y es sin duda
el mejor capitán de los ejércitos celestiales.
            Después de semejante barullo y de haber
perdido varias plumas en el camino, habíamos llegado
al lugar más tranquilo y sereno del firmamento. Allí se
siente una paz infinita, se escucha el silencio y se
huele a eternidad. Es en este nivel donde las nuevas
almas esperan su turno para nacer y es aquí también
donde reside el Creador; aunque, sabemos que Él está
en una y en todas partes a la vez. Los ángeles, como
somos puro espíritu, también gozamos en algo de ese
privilegio: podemos estar en dos lugares al mismo
tiempo. Y cuando necesitamos viajar a la Tierra, a las
estrellas, a otros planetas o a cualquier punto del
universo, no importa cuán lejos se encuentre, tan sólo
con pestañear estamos en el lugar deseado. Por
supuesto que en el Cielo estamos prohibidos de utilizar
ese medio tan eficaz de viaje porque el efecto sería
atroz. ¿Se imaginan a un millar de ángeles queriendo
llegar en un abrir y cerrar de ojos al Gran Salón del
Séptimo Cielo? ¡Ya veo el espectáculo que
daríamos! ...alas destrozadas, plumas tiradas por el
piso, ángeles buscando las coronas que han perdido...
en fin, gracias a Dios es un código de tránsito
irrebatible, algo perjudicial en casos de emergencia
como éstos, pero creo que es muy acertado.
—Miguel, parece que ésta es una reunión de
emergencia. ¿Te has dado cuenta que han sido
convocados todos los ángeles? —me dijo Zadquiel
casi en un susurro.
—Ya lo sé —le contesté bajito—. Presiento que algo
malo ha sucedido. La última vez que hubo una reunión
como éstas fue cuando ese tal Enrique VIII y luego...
¿cómo se llamaba el que venía de visitar a sus padres
y lo pescó una terrible tormenta de esas que manda
Jehudiel? Era cerca de la villa de Stotternheim...
—Lutero —me contestó con seguridad Zadquiel.
—¡Ah sí! Ya lo recuerdo —le dije dándole unas
palmadas en la espalda—. Son los fundadores del
anglicanismo y el protestantismo. ¿Y te acuerdas de la
discusión que provocaron estos dos mortales entre los
ángeles? Pusieron tantas cosas en duda que creímos
que también cuestionarían nuestra existencia. Fue en
esa reunión que el Creador nos llamó severamente la
atención. Dijo que los hombres podían elegir y tomar
sus propias decisiones y que nosotros debíamos
respetarlas, y nos advirtió que la historia de la
humanidad debía seguir su curso con errores y
aciertos estemos o no los ángeles de acuerdo.

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