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Recomendaciones MINSAL Intervenciones en Consumo PDF
Recomendaciones MINSAL Intervenciones en Consumo PDF
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Acerca de este documento:
La información puede ir cambiando en relación con nuevos escenarios a partir de definiciones de
organismos públicos y autoridades, así como también de nueva evidencia científica y experiencias
internacionales y locales. Para dar cuenta de nueva información se realizarán actualizaciones
periódicas.
Este es un documento de trabajo desarrollado en el contexto del brote de COVID-19. Está dirigido
principalmente a apoyar el trabajo desde Secretarías Regionales Ministeriales de Salud, Servicios
de Salud y redes de salud, pero sus contenidos pueden ser usados en otros escenarios con algunas
adaptaciones.
Antes de cada apartado se hace referencia a su población objetivo y posibles usos.
Junio de 2020
Comentarios a pnorambuena@minsal.cl.
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Acerca del apartado: Se trata de un documento con recomendaciones para la implementación de Detección,
Intervenciones Breves y Referencia Asistida en alcohol y drogas, de manera remota, durante el periodo de COVID-19.
Contiene orientaciones y adaptaciones necesarias.
Está dirigido a trabajadores de salud en establecimientos de APS, principalmente, pero podría ser aplicado en otros
escenarios en los que se realice intervenciones breves sobre alcohol y otras drogas.
NOTA: Este documento fue desarrollado para apoyar la continuidad del trabajo del Programa DIR: Detección,
Intervenciones Breves y Referencia Asistida en alcohol y otras drogas en APS. Sin embargo, guardándo esa
consideración, la mayor parte de sus contenidos podrían ser aplicados a otros escenarios de implementación del
modelo DIR, también fuera de este marco programático específico.
ANTECEDENTES
El consumo de alcohol, tabaco y otras drogas se suma a las condiciones que debilitan
potencialmente las funciones inmunológicas de las personas para hacer frente al Coronavirus,
haciendo a las personas más proclives al contagio, o bien, emperando la evolución de un cuadro.
Al mismo tiempo, las personas que consumen drogas se enfrentan a riesgos adicionales que
necesitan consideración y cuidado. El uso de drogas muchas veces se realiza en entornos en los
que las personas se congregan y pueden compartir sustancias o aparatos para el consumo de
drogas. También, en términos más generales, la estigmatización y la marginalización asociadas con
algunas formas de consumo de drogas pueden no solo aumentar el riesgo sino también crear
barreras para promover medidas que permitan gestionar mejor los riesgos y daños del consumo.
El consumo de alcohol y otras drogas es, por lo tanto, un tema que debemos abordar para hacer
frente al brote de Coronavirus.
Para esto el rol de la red de salud es fundamental y, específicamente, el modelo técnico del
Programa DIR, Detección, Intervenciones Breves y Referencia Asistida, puede ser un recurso
importante pues es una herramienta adaptable a otras prestaciones de salud e incluso podría
realizarse con cierto éxito de manera remota y no presencial, ya sea telefónica o con otros soportes
tecnológicos.
En este documento se aborda el desafío de mantener la continuidad de estas intervenciones,
haciendo ajustes relacionados principalmente con la necesidad de realizar intervenciones remotas.
1 Pablo Norambuena C. Departamento de Salud Mental, División de Prevención y Control de Enfermedades, Ministerio de
Salud. Milena Pereira R. Departamento de Gestión de Cuidados, División de Atención Primaria, Ministerio de Salud. Mayo
de 2020.
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2. Debemos partir de la base de que el escenario NO es el ideal y que implica obstáculos que
perjudicarán el implementación y efectividad de DIR, de alguna manera. El trabajo presencial
– por ejemplo, en el despliegue de las herramientas relacionadas con la entrevista
motivacional – no puede compensarse. No obstante, existe convencimiento y evidencia que
respalda la mantención de las acciones relacionadas con DIR, en comparación con no
realizarlas o perder esta acción preventiva.
3. Mantener la continuidad del Programa significa, según sea el caso, mantener el trabajo de los
equipos especiales vinculados a DIR, cuando existan, así como también el desarrollo de
acciones DIR en el marco de otras prestaciones regulares de salud, cuando esa sea la fórmula
que se ha establecido localmente.
4. De la misma manera, deben mantenerse las acciones de soporte a las intervenciones mismas,
principalmente, la capacitación y asistencia técnica, la coordinación y los registros. En todos
los casos, se requieren ajustes y adecuaciones.
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intensiva basada en la entrevista motivacional, ambas por vía telefónica, produjeron
cambios significativos en los niveles de riesgo de consultantes, medidos en AUDIT.
11. Para implementar DIR de manera remota, por lo tanto, use llamada telefónica o videollamada.
Revise las disposiciones generales u orientaciones que MINSAL haya entregado a la fecha para
atención remota o telemedicina y salud mental. En relación con el DIR, específicamente, más
adelante se describen adecuaciones a formas de trabajo remoto.
1. El modelo DIR – detección del nivel de consumo de riesgo, intervenciones de acuerdo al nivel
de riesgo (bajo, riesgo, alto) – se mantiene y aplica igualmente a la atención remota. También
se mantienen los flujogramas, con las excepciones específicas que se señalan más adelante.
2. Las acciones de detección presentarán las mayores adaptaciones para permitir realizar un
tamizaje en tiempos limitados y mediante acción remota. Las intervenciones de acuerdo a
nivel de riesgo pueden realizarse de la manera en que está indicada en las Guías disponibles,
al menos a nivel de contenidos. La referencia asistida se realizará de la manera en que ha sido
definido para el resto de las acciones sobre salud mental en el contexto de COVID-19.
4. El primer ajuste recomendado es, cuando la evaluación es indicada por el trabajador de salud,
priorizar la evaluación del consumo de alcohol por sobre el de otras drogas, durante este
período de COVID-19. La razón es concentrar los esfuerzos y hacer más rápida la indagación
inicial que da paso a la intervención, sobre la base de considerar más prevalentes los consumos
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de alcohol. Esto significa poner énfasis sobre AUDIT, para adultos, y sobre CRAFFT indagando
sobre alcohol, para adolescentes. Si los equipos están más capacitados y tienen más
experiencia aplicando ASSIST, se recomienda hacer el instrumento pero indagando sobre
alcohol y no sobre otras drogas.
5. Igualmente, se recomienda mantener los canales abiertos en los casos en que los consultantes
muestren interés o mayor preocupación por consumo de otras drogas. Algunas
recomendaciones se dan más adelante.
6. Para evaluar el consumo de alcohol en adultos, prefiera el AUDIT-C y luego el AUDIT
(siguientes 7 preguntas), si el primer corte muestra consumo de riesgo. Esto es lo mismo que
ya está indicado en la “Guía Técnica de Intervenciones Breves sobre Alcohol” (Ministerio de
Salud, 2011).
7. Las preguntas del AUDIT pueden ser hechas telefónicamente, como podrían ser hechas
oralmente en una conversación. En la mayor parte de los casos, se resolverá en las tres primeras
preguntas. Es posible, sin embargo, que sea necesario tomar más que el habitual en explicar
adecuadamente el concepto de “trago”, ya que será menos posible contar con una herramienta
visual para mostrarlo.
8. Si los tiempos disponibles para la intervención telefónica - ya sea por disposiciones de su
establecimiento, por dificultades prácticas o materiales, o porque usted así lo juzga – son muy
limitados y NO permiten realizar todas las pregunta del AUDIT, no deje de hacer DIR.
9. En esta situación, hay algunas preguntas demarcadoras de niveles de riesgo del consumo que
le permitirán hacer una indagación, no tan precisa, pero que le permitirá intervenir igualmente.
Estas preguntas NO REEMPLAZAN EL INSTRUMENTO, pero pueden permitirle orientarse en
corto tiempo y definir una intervención y esto puede, a su vez, hacer posible mantener las
intervenciones en este contexto de acción remota.
• Primera pregunta: Para hombre: “Con qué frecuencia toma 5 o más tragos en un solo
día?”. Para mujer: “Con qué frecuencia toma 4 o más tragos en un solo día?”.
Cualquier respuesta positiva en la última semana es un indicador de “consumo de
riesgo”. Corresponde hacer intervención breve.
Observe que las preguntas son parte del instrumento AUDIT. Recuerde que la prioridad es
aplicar el instrumento en todos los casos en los que sea posible.
10. Para evaluar el consumo de alcohol en adolescentes use el CRAFFT, tal como está definido en
la Guía Técnica de Intervenciones Motivacionales para adolescentes (Ministerio de Salud,
2015). Se trata de pocas preguntas que podrán ser realizadas telefónicamente. En este caso y
como fue antes señalado, recomendamos usar el alcohol como referencia principal, por sobre
otras drogas, solo para concentrar los esfuerzos y hacer más fluida la intervención general.
11. Si no es posible hacer las preguntas del instrumento – por las condiciones actuales y los
tiempos – indague por el consumo de alcohol y considere todo consumo como riesgoso, en
adolescentes (principalmente en aquellos menores de 16 años), y, por lo tanto, realice una
intervención motivacional/breve.
12. Si bien recomendamos priorizar la evaluación del consumo de alcohol, durante el contexto de
COVID-19, mantenga los canales abiertos para los consultantes que sí quieran hablar de
drogas. Es decir, no instale usted la indagación sobre consumo de drogas, pero esté abierto/a
a tomarlo si el consultante lo señala de alguna manera. Recuerde que es posible que la
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cuarentena y la restricción de sustancias ilegales, haga que consumidores regulares
problematicen sus consumos cuando comienzan a sentirse intranquilos sin las sustancias que
habitualmente consumen.
13. Si este es el caso, para evaluar el consumo de drogas en adultos use el ASSIST (Humeniuk et al
2011). Asumiendo que, en el caso antes planteado, será de preocupación del consultante,
podemos suponer también que estará dispuesto/a a tomar más tiempo en responder a todas
las preguntas del instrumento. Recomendamos, eso sí, para dar mayor fluidez a la intervención
telefónica, focalizar las preguntas en una sola droga, la que más preocupa al consultante, por
ejemplo.
14. Si no es posible hacer las preguntas del instrumento, indague sobre consumo de drogas en
general, y considere todo consumo como riesgoso y realice intervención breve.
17. A los contenidos definidos en las Guías Técnicas antes referidas, es posible agregar algunos
consejos que están más relacionados con el contexto COVID-192.
Contenidos especiales para la intervención mínima e intervención breve en alcohol, durante
COVID-19
2 Otro recurso de trabajo disponible es el video “¿Cuánto es tomar mucho?”, que podría ser usado como material
educativo o como herramienta de intervención con usuarios con acceso a internet, en la medida que se vea y se discuta,
comparando con el propio consumo, por ejemplo.
https://www.youtube.com/watch?v=UNd7eZYR3bk&t=51s
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No tengas reservas extra
No tengas grandes reservas de alcohol en tu hogar. En las circunstancias en las que estamos, planifica
tus compras cada vez que vayas por provisiones a una tienda o supermercado, una vez a la semana,
por ejemplo. Solo compra el alcohol que vas a consumir durante esos días. Prefiere las bebidas
alcohólicas de menor graduación que las de mayor graduación. Claro, prefiere todavía más las sin
alcohol.
Preocúpate por los niños, niñas y adolescentes
Aunque no lo notes, algunos niños y niñas pueden asustarse cuando los adultos beben. También
suelen ser muy perceptivos de los cambios en su ambiente y, por ejemplo, notan que los adultos
están bebiendo más o en horas poco habituales. Intenta no beber hasta que los niños y niñas se han
ido a la cama. Asegúrate, además, que siempre habrá un adulto que no beba mientras ellos y ellas
están en casa.
18. La intervención por vía remota puede facilitar que usted tenga los materiales y recordatorios
más a mano. Todos estos materiales y herramientas están descritas en las citadas Guías
Técnicas.
Referencia asistida
19. A partir de un consumo de “alto riesgo” detectado por alguna de las vías antes definidas, es
fundamental asegurar el contacto del consultante con los espacios de evaluación y
confirmación diagnóstica, de acuerdo a los protocolos que se hayan definido localmente y a
las orientaciones que el Ministerio de Salud determine al respecto y que, seguramente,
implicarán otra acción remota, pero dirigida por algún profesional vinculado al programa de
salud mental en APS.
REGISTRO
1. Las acciones del Programa DIR deben seguir siendo registradas en REM, de acuerdo a lo
indicado en el documento de “Orientaciones Técnico Administrativas para la Detección,
Intervención Breve y Referencia Asistida para el consumo de Alcohol, Tabaco y otras Drogas en
Atención Primaria”.
2. Las acciones de detección quedarán registradas en REM A03, sección D.1: “aplicación de
instrumento e intervenciones breves por patrón de consumo alcohol y otras sustancias
(Programa DIR ex Programa Vida Sana Alcohol).
3. En este caso, registre de acuerdo al instrumento con el que haya realizado la intervención
(AUDIT, CRAFFT, ASSIST) y, si corresponde, al espacio de atención al que se vinculó el tamizaje
(EMP, Control de salud integral del adolescente). En los casos excepcionales – durante el
contexto de COVID-19 – en los que no se haya aplicado el instrumento completo, sino las
preguntas demarcadoras antes definidas, registre en el instrumento que corresponde a la
sustancia sobre la que realizó el tamizaje (es decir, AUDIT, si tamizó alcohol, por ejemplo).
Registre también los niveles de riesgo definidos.
4. Las acciones de intervención de acuerdo a nivel de riesgo deben ser registradas en REM
A27, sección G: “Intervenciones por patrón de consumo alcohol y otras sustancias
(Programa DIR ex Programa Vida Sana Alcohol”. En este caso el registro no se altera en
absoluto por realizar la acción de manera remota.
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https://doi.org/10.1186/s12888-019-2199-z
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Acerca del apartado: Se trata de un documento con recomendaciones para aplicar elementos de la telemedicina al
tratamiento de trastornos por uso de alcohol y otras drogas, durante el periodo de COVID-19.
Está dirigido a trabajadores de salud que participan de procesos de tratamiento, tanto a nivel primario como de
especialidad ambulatoria.
Hoy se tiene conocimiento que el COVID-19 ataca las vías respiratorias, por lo que es razonable
suponer que el compromiso de la función pulmonar o las enfermedades respiratorias relacionadas
con antecedentes de tabaquismo, como EPOC, puedan poner a las personas en riesgo de sufrir
complicaciones graves de la COVID-19.
Mientras la pandemia por COVID-19 se extiende, también se va provocando un aumento de la
sensación de miedo y preocupación en la población en general. En términos de salud mental
pública, uno de los principales impactos posibles son las tasas elevadas de estrés y ansiedad. Las
personas con problemas asociados a la salud mental podrían verse influidas de manera más
sustancial por las respuestas emocionales provocadas por la epidemia COVID-19, lo que resulta en
recaídas o empeoramiento de una afección de salud mental ya existente debido a la alta
susceptibilidad al estrés en comparación con la población general. Así mismo, la menor
disponibilidad de atención y la reticencia a acercarse a servicios de salud, por temor al contagio,
hacen que en algunos casos se pierda la continuidad de la atención.
Por otro lado, tal como muestra la evidencia de los países que iniciaron los contagios por COVID-
19 antes que en Chile, a medida que la pandemia impacta en las actividades, rutinas o estilos de
vida habituales de las personas, también se espera que aumenten los niveles de uso de alcohol y
drogas.
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posicionando a las personas con trastornos por uso de alcohol y otras drogas en una situación de
mayor peligro de contraer el COVID-19.
En resumidas cuentas, esta población, el riesgo de desarrollar patología grave se relaciona a:
o Comorbilidad con otras patologías.
o Menor autocuidado.
o Exposición al salir a buscar OH/drogas.
o Riesgo de síndromes de abstinencia por menor disponibilidad de OH/drogas.
o Personas consumidoras de alcohol crónicas, se consideran inmunosuprimidos.
o Riesgo de no consultar por confusiones acerca del origen de los síntomas (por ejemplo
confundir sintomas COVID-19 con resaca).
Por otra parte, si se sobrepasa la capacidad de los hospitales y centros de salud, podría ocurrir que
estas personas—que muchas veces son objeto de estigmatización—se enfrenten con barreras aún
mayores en el tratamiento de la COVID-19. Por lo que debemos asegurarnos de que los pacientes
con trastornos por consumo de drogas no sufran discriminación si el aumento de casos de COVID-
19 agrega una carga mayor a nuestro sistema de cuidado de la salud.
Finalmente el uso de la cuarentena y otras medidas de salud pública, podrían tener efectos
indeseados en el acceso a la salud, medicamentos y otros elementos de apoyo que las personas
con trastornos por consumo de sustancias necesitan. Por lo que se deben buscar las mejores
alternativas para facilitar el acceso a tratamiento para quienes sufran de trastornos asociados al
uso de alcohol y otras drogas.
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o Permite el monitoreo de pacientes para identificar casos potenciales y confirmados sin
contacto de persona a persona.
o Permite a los profesionales en cuarentena continuar tratando a los pacientes de manera
remota y segura.
o Reduce el riesgo de propagación en áreas de alto tráfico de personas, como salas de espera, al
reducir el número de usuarios que requieren controles presenciales.
o Permite a los equipos clínicos continuar la atención, al tiempo que reduce la potencial de
exposición para aquellos usuarios que se consideran más vulnerables a COVID-19.
o Reduce la probabilidad de que los pacientes participen en actividades que podrían aumentar
el riesgo de exposición, como el uso del transporte público para asistir a los controles.
a) Mensajes de texto
Se refiere a la transmisión de mensajes electrónicos cortos entre dispositivos móviles. Se han
atribuido resultados positivos a las intervenciones por intermedio de comunicación. El tratamiento
del consumo de alcohol y otras drogas basado en mensajes de texto es económico y tiene el
potencial de ser ampliamente accesible en tiempo real.
Recomedable para el seguimiento del estado de personas en tratamiento y para post altas
terapéuticas.
b) Asistencia telefónica
Es uno de los primeros métodos de prestación de servicios de telemedicina.
La atención telefónica se sugiere para proporcionar atención continua para los trastornos por uso
de sustancias.
c) Video-llamada
Los estudios sobre videoconferencia para tratamiento de adicciones, han encontrado satisfacción
del usuario y resultados equivalentes con la atención prestada en persona. Los metanálisis de
videoconferencias para servicios de psiquiatría han encontrado resultados positivos similares.
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CONSIDERACIONES GENERALES PARA IMPLEMENTAR LA TELEMEDICINA EN
TRATAMIENTO POR CONSUMO DE ALCOHOL Y OTRAS DROGAS
Las siguientes consideraciones fueron extraídas de las mejores prácticas para la telemedicina
durante la emergencia de salud pública COVID-19 por la AMA’s Quick Guide to Telemedicine
(American Medical Association, 2020), el National Council Resources for COVID-19 (National
Council for Behavioral Health, 2020) y la American Society of Addiction Medicine (2020).
e) Flujo de trabajo
Determine en qué horario se atenderá por telemedicina. Es decir, durante todo el día,
entremezcladas con controles presenciales o durante un bloque de tiempo establecido dedicado
específicamente a atenciones virtuales.
4 Consultar Lineamientos para atención ambulatoria de salud mental realizada de manera remota en contexto de COVID-
19. Departamento de Salud Mental DIVAP-DIGERA-DIPRECE. Ministerio de Salud
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g) Resguardo de la información
El profesional que realiza la teleatención debe tomar los cuidados para que esta atención ocurra
en forma segura, resguardando la privacidad del usuario, por lo que se debe buscar el espacio físico
más idóneo para realizar la atención.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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