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Historia
Patricia Hearst durante el atraco protagonizado por
el SLA en el Banco Hibernia.
El 23 de agosto de 1973, Jan Erik Olsson intentó
asaltar un Banco de Crédito
de Estocolmo, Suecia. Tras verse acorralado
tomó de rehenes a cuatro empleados del banco,
tres mujeres y un hombre. Entre sus exigencias
estaba que le trajeran a Clark Olofsson, un
criminal que en ese momento cumplía una
condena. A pesar de las amenazas contra su
vida, incluso cuando fueron obligados a ponerse
de pie con sogas alrededor de sus cuellos, los
rehenes terminaron protegiendo al raptor para
evitar que fueran atacados por la Policía de
Estocolmo. Durante su cautiverio, una de las
rehenes afirmó: «No me asusta Clark ni su
compañero; me asusta la policía». Y tras su
liberación, Kristin Enmark, otra de las rehenes,
declaró: «Confío plenamente en él, viajaría por
todo el mundo con él». El psiquiatra Nils Bejerot,
asesor de la policía sueca durante el asalto,
acuñó el término de «síndrome de Estocolmo»
para referirse a la reacción de los rehenes ante su
cautiverio.
Un año después, en febrero de 1974, Patricia
Hearst, nieta del magnate William Randolph
Hearst, fue secuestrada por el Ejército Simbionés
de Liberación. Dos meses después de su
liberación, ella se unió a sus captores,
ayudándolos a realizar el asalto a un banco. Este
caso le dio popularidad al término de «síndrome
de Estocolmo», al intentar ser usado por su
defensa durante el juicio, pero no fue aceptado
por el tribunal y Hearst fue condenada por el
atraco.
En 1904, el escritor catalán Marian
Vayreda (1853-1903) describió en su novela La
punyalada este efecto psicológico.
Situaciones
De acuerdo con el psiquiatra y catedrático de
Medicina Social Nils Bejerot, asesor de la Policía
sueca durante el secuestro, el síndrome de
Estocolmo es más común en personas que han
sido víctimas de algún tipo de abuso, tal es el
caso de:
Rehenes
Víctimas de violencia intrafamiliar
Miembros de una secta
Víctimas de abuso sexual reiterado
Prisioneros de guerra
Prisioneros de campos de concentración
Víctimas de violencia en la pareja
Otros usos
Fuera del contexto criminal, una forma de que el
síndrome puede ocurrir es en el entrenamiento
militar básico, el cual es una experiencia
ligeramente traumática, con la meta de crear
vínculos en las unidades militares, que seguirán
siendo leales entre sí, aun en situaciones de
peligro de muerte
Igualmente, los efectos del sistema de las
«novatadas» en la introducción a grupos (tales
como fraternidades, secretas o no,
las bandas y hermandades) se han comparado a
este síndrome. En la antropología cultural un
síntoma similar común es la captura de la novia.
La lealtad a un abusador más poderoso, a pesar
del peligro en que esta lealtad pone a la víctima
de abuso, es común entre víctimas de abuso
doméstico, los maltratados y el abusador de niños
(infantes dependientes). En muchos casos las
víctimas eligen seguir siendo leales a su
abusador, y eligen no dejarlo, incluso cuando se
les ofrece un lugar seguro en hogares adoptivos o
casas de acogida. Este síndrome fue descrito por
los psicoanalistas de la escuela de la teoría de las
relaciones objetales como el fenómeno de la
identificación psicológica con el abusador
poderosa.
Síndrome de Estocolmo
doméstico
El síndrome de Estocolmo doméstico (SIES-d),
también llamado «síndrome de la mujer u hombre
maltratado», se da en personas maltratadas por
sus parejas sentimentales con las que mantienen
un vínculo de carácter afectivo.
El SIES-d plantea que la persona víctima del
maltrato por parte de su pareja llega a adaptarse
a esa situación aversiva que se da,
incrementando la habilidad para afrontar
estímulos adversos y la habilidad de minimizar el
dolor. Estas personas suelen presentar
distorsiones cognitivas como son la disociación, la
negación o la minimización. Esto les permite
soportar las situaciones e incidentes de violencia
que se ejerce sobre ellas/os.
Origen de la denominación