Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
BOGOTAZO
BOGOTAZO
"La oligarquía no me mata porque sabe que si lo hace el país se vuelca y las
aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal".
Esta es una de las frases más famosas que se atribuyen a Jorge Eliécer Gaitán, el
político liberal y abogado cuyo asesinato hace 70 años desencadenó uno de los
episodios más dramáticos y simbólicos en la historia de Colombia: el Bogotazo.
Lo que pasó ese 9 de abril de 1948 dejó huellas tan profundas en todo el territorio
colombiano que pareciera que Gaitán se hubiese quedado corto al decir que la
normalidad tardaría 50 años en volver.
La cantidad de personas que convocaba Gaitán en aquellos años no tenía comparación, como se ve en la Plaza de Toros. Cortesía
Entre los tres disparos que acabaron con la vida de Gaitán, después de haber
salido de su oficina en el centro de Bogotá, y la última de las muertes de esa tarde
pasaron alrededor de cuatro horas.
En ese lapso, de acuerdo a las diferentes estimaciones, en la capital colombiana
llegan a morir entre 500 y 2.500 personas, aunque la muerte y la destrucción se
extendieron a muchas otras zonas de Colombia.
"Bogotá era una ciudad y una sociedad muy compartimentada. Uno de los éxitos
de Gaitán como político era que se acercaba a la gente. En ese entonces no había
ningún político, fuera conservador o liberal, que se aproximara a los votantes",
explicó a BBC Mundo Jursich.
Gaitán, afirman los expertos, poseía gran carisma a la hora de dar discursos. Cortesía Bibliored, Sady González
Francotiradores y militares disparaban a "todo lo que se movía". Cortesía FCE
"En las fotos se lo puede ver dando un discurso con una multitud de personas a su
alrededor, sin ninguna clase de seguridad, barrera o policías que lo alejen de la
gente", explica el editor del libro.
"Gaitán era un tipo con aspecto indígena y un tono de piel bastante oscuro. Él
conscientemente usó esto para generar simpatía entre el electorado. Cuando se
hicieron las fotos de campaña Gaitán le pidió a su fotógrafo que lo sacara lo más
feo y más indio que pudiese", añade el investigador.
Así lo explica el escritor y ensayista Juan Álvarez, que sostiene que la revuelta de
hace 70 años obligó a las oligarquías existentes a "sentir solidaridad de clase".