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Papel Literario 2019, PDF Mayo 26 PDF
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J
osé Antonio Ramos Sucre es
hoy el creador indiscutible de
Obra completa de José Antonio Ramos Sucre (1890-1930). Su autora, Alba Rosa Hernández
una lengua poética y de un poe- Bossio, es una reconocida especialista en la vida y obra del poeta cumanés
ma en prosa modelos que lo si-
túan en la cumbre de la renovación res del grupo literario Sardio sacaron griega– en los secretos inaprehensi- do como poeta por pocos. José Tadeo era voz común que conocía más de
poética del siglo xx en nuestro país. a la luz las exigencias de su lengua bles que velaba y que hice míos por- Arreaza Calatrava fue el primero en doce idiomas, a fondo latín y griego,
Es el príncipe –el primero– de nues- poética, su invención de imágenes que desde entonces nunca he cesado destacar a “este poeta [...] oye el alma las lenguas indoeuropeas y el sánscri-
tros poetas, quien más allá del mo- universales. Él mismo, como los pre- de buscar a Ramos Sucre. Esta miste- recóndita, la castiza música de las pa- to, excepto el húngaro, el finlandés y
dernismo, posmodernismo y de las sagios cumplidos de sus poemas, ha- riosa fuerza de atracción nació prime- labras” (El Universal, Caracas, 1922), el vasco que no pertenecen a ellas.
vanguardias de su tiempo, supo fun- bría predicho su reconocimiento des- ro de su lengua que tuvo como fuente criticando el silencio ante su primer Su sobrino nieto, Arturo Almandoz
dar su obra en un presente atempo- pués de cuarenta años de su muerte, el latín, que yo había estudiado para libro Trizas de papel, de 1921, luego Marte, rememora que para su padre
ral, eximida del silencio y el olvido en una carta a su hermana mayor recibir el diploma de Latín Superior refundido en La torre de Timón de era el tío “políglota” antes de que fue-
imaginado por sus máscaras poéti- Trina que ella destruyó como todas junto con el título de Letras en la Uni- 1925. De modo que el mito del “poe- se reivindicado por su poesía. Cuan-
cas. Su poesía se especula entre las las demás, y de la que sus hijas Ma- versidad Central de Venezuela, y que ta solitario” que aureola su figura es do Mariano Picón Salas residió como
obras perdurables de las letras his- ruja y Virginia Almandoz han dado seguí perfeccionando en la Universi- de la posteridad porque al pie de la estudiante en Caracas entre 1919 y
panoamericanas. Ha devenido nues- testimonio. También en su más reve- dad de Florencia, otros tres años, pero letra Ramos Sucre para sus contem- 1922, frecuentó su compañía, en ter-
tro poeta de culto al que asedian lec- ladora carta a su hermano Lorenzo sin interlocutores ni salida, se había poráneos fue esencialmente un pro- tulias y en la cancillería, pero en su
tores y críticos en número creciente, del 25 de octubre de 1929, semanas vuelto olvido y nostalgia. Por eso, al sista, “el primer humanista con que crónica “Caracas” de 1920, no lo enu-
seducidos por el mundo visionario antes de embarcarse para Europa el encomendarme Guillermo Sucre el contaba en el día nuestro país”, en mera entre “los poetas de moda”, los
que convoca, por la lengua ancestral 1 de diciembre, aseguró: Sé muy bien análisis de los procedimientos de su palabras de Luis Correa, poeta y crí- de la generación de 1918 que recita-
que reconquista, y también por su vi- que he creado una obra inmortal y que lengua poética, me puso en la vía de tico muy leído entonces. Pero para la ban en el teatro Capitol, solo a An-
da, vuelta mito y persona de sus poe- siquiera el triste consuelo de la gloria regreso a lo que había poseído y perdi- imaginación mítica es el paradigma drés Eloy Blanco, Luis Enrique Már-
mas. La llamada de la muerte –prelu- me recompensará de tantos dolores. do, y volví a respirar y a catar el ritmo del “poeta solitario” por ser su obra mol, Fernando Paz Castillo y Jacinto
dio y fin de su poesía– la atendió con Así que cuando en 1978, el poeta y y el sonido del latín que yo sentía en la única, sin ataduras a movimientos li- Fombona Pachano, mientras que a él
su suicidio en 1930 –para detener la ensayista Guillermo Sucre –uno de los constitución de su escritura: Yo escri- terarios, sin seguidores, sin ser leída lo hace representante de “la cultura
degeneración de sus facultades–, el fundadores del grupo Sardio, quien di- bo el español tomando de base el latín, como poesía, ni él visto como poeta clásica”, sabio en las humanidades
día que cumplió 40 años y herido de rigía el posgrado en Literatura Hispa- según Fernando Paz Castillo, él res- sino por escasos conocedores quie- que el ambiente les negaba. Aunque
muerte por el insomnio, sintió irrevo- noamericana Contemporánea de la pondía a los objetores de su uso de una nes tampoco calaron su novedad. De para esos años Ramos Sucre ya había
cables el sueño y la poesía. Universidad Simón Bolívar (USB)– palabra o de una forma sintáctica. La ahí, las líneas de Ramos Sucre en la dado a los medios periodísticos más
Sin embargo, esta consagración ac- ofreció para la maestría un seminario primigenia exactitud que él conquistó carta del 25 de octubre de 1929 a su de veinte poemas, y los había reunido
tual en nuestros altares académicos sobre José Antonio Ramos Sucre, yo tuvo de modelo la belleza lapidaria del hermano Lorenzo: “Los juicios acer- en 1921, con otros inéditos, en Trizas
y poéticos solo en las últimas déca- entré a esa “cohorte” de alumnos que latín. Así mismo, para reivindicar el ca de mis dos libros han sido muy de papel, algunos ineludibles como
das ha comenzado a proyectarse en por primera vez lo leía, en una fotoco- sentido original de la retórica –repu- superficiales. No es fácil escribir un “Elogio de la soledad”, “Discurso del
el colectivo y a trascender a los de- pia de la única reedición –muy erra- diada junto con la elocuencia por los buen juicio sobre dos libros tan acen- contemplativo”, “De la vieja Italia”,
más países hispanos. La Universidad da– de sus poemas, la del Ministerio poetas de su época–, que él se jactaba drados o refinados. Se requieren en “El retorno”, “La ventana” que con
de Salamanca desde 1993 abrió la Cá- de Educación en 1956. Y lo seguí leyen- de seguir (Pues yo soy retórico y estoy el crítico los conocimientos que yo “Devota” salió en primera página de
tedra José Antonio Ramos Sucre, su do en otros dos seminarios requeridos bien acompañado), llamé a mi tesis de atesoré en el antro de mis dolores. Y El Universal (Caracas) bajo el nombre
propuesta poética es tema de diserta- por los que deseábamos seguir apun- maestría: La voz de la retórica, publi- todo el mundo no ha tenido una vida “Poemas en prosa”. Incluso a Picón
ciones de doctorado en universidades tando a Ramos Sucre en la perdura- cada intacta por Monte Ávila Editores, tan excepcional. Solamente Leopar- Salas le dedicó “Lección bíblica”, el
de España, Francia, Estados Unidos, ble y provocativa lectura de Guillermo en 1990, entre los homenajes por los di, el poeta de la amargura. Alguien cual publicó también en El Universal
México... Crece la reparación del ol- Sucre, quien ya en 1975, en su libro La cien años de su nacimiento. ha apuntado ya mi semejanza con el antes que en Trizas de papel. Por su
vido que después de su muerte silen- máscara, la transparencia, le había de- lírico y filósofo italiano”. parte, Picón Salas le dedicó a Ramos
ció a sus tres poemarios La torre de dicado un ensayo y durante esta expe- La aparición de Ramos Sucre Arreaza Calatrava fue quien lo aso- Sucre su ensayo sobre Nietzsche: “El
Timón (1925), Las formas del fuego y riencia docente, en las revistas Tiem- Sin embargo, para muchos de sus ció a “la figura conmovedora de Leo- último pagano”, recogido en Buscan-
El cielo de esmalte (1929), ahora reci- po Real y Eco, publicó otros dos. Fue contemporáneos él no fue este inicia- pardi” y los conocimientos macera- do el camino de 1920, igualmente in-
bidos como obras radicales de decan- en aquellas memorables tardes y no- dor de una nueva lengua y una nue- dos por su imaginación aluden a su cluyó algunas “prosas” suyas en su
tación y renovación poéticas. ches de Sartenejas cuando su poesía, va forma poética, sino un prosista, prodigiosa erudición, a su ansia des- compilación antológica Dos siglos de
Pues esta afirmación de su obra co- a primera vista hermética y oscura, un intelectual, un “retórico”, “oscu- medida de indagar en todos los cam- prosa venezolana, de 1965.
menzó apenas en 1958, cuando los jó- se convirtió en una especie de inicia- ro”, “incomprensible”, “anacrónico”, pos de la cultura, que él ironizaba
venes poetas y narradores fundado- ción –un misterio según su etimología o epítetos por el estilo, pero reconoci- con Estudiar es mi morbo. También (continúa en la página 2)
2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 26 DE MAYO DE 2019
Luna
EL VUELO DETENIDO
Peldaños
de 1903 iniciales
MARIO MORENZA
L
dose influenciar por lo real)
a prosa elegante de Pedro Dos selenitas caraqueños, los dos [vuelta. redescubrir cualquier reali-
Emilio Coll, allá en la Cara- jóvenes modernistas del año tres, Al vate Max Guevara dad como si aquello que lo fas-
cas de 1903, anota cómo en- tomaron a la luna como pretexto de le parece una flor de Yoshivara. Propónese Rufino la quimera cinó surgiera por primera vez
tre dos semanas de copiosas diversión versificadora. Estos dos jó- deponer en la luna su escalera. como un misterio o una epifa-
lluvias septembrinas, hizo una no- venes Alejandros –porque se trata- A Fernández García le parece nía”. Paradójicamente, según
che su aparición la luna, clara, lim- ba de Alejandro Fernández García la mística calvicie de León XIII. En la galante Francia, lejos de Jesús Semprum, los escritores
písima, “absolutamente desnuda”. y de Alejandro Carias– hacen luná- [Venezuela, del romanticismo americano
Conviene advertir al posible lector ticos a sus compañeros de genera- F. Salcedo Ochoa la imagina Dominici repite: “Ave Paris Stella”. se alejaban de este precepto,
no venezolano, que a Pedro Emilio ción, sin olvidarse de ellos mismos, un imposible parasol de China. ya que, para él, este romanti-
Coll lo dejó pintado Solana en el fa- por supuesto. Eran los “siderales” de Como una gran perla sobre Liverpool cismo no fue otra cosa que una
moso cuadro de La tertulia del Café ocasión: Andrés Mata, Manuel Díaz Carias ve la luna y se figura contempla la luna José Gil Fortoul. imitación de imitaciones –de
de Pombo, presidida por Gómez de Rodríguez, Eloy G. González, Max que es la corona trágica de un cura. la misma manera en que Julio
La Serna, cuadro que ahora está en Guevara, F. Salcedo Ochoa, Pedro Cabrera Malo en su prisión en pena, Planchart sostiene que el mo-
el Museo de Arte Moderno madrile- Emilio Coll, Víctor M. Racamonde, A Coll, el de El Castillo de Elsinor, no sabe que en la calle hay luna llena. dernismo sería un movimiento
ño. Pero eso sería más tarde; ahora, Luis Churión, César Zumeta, Juan le parece una hermosa col-i-flor. de “influencias de influencias”
en 1903, Pedro Emilio Coll tiene unos C. Tinoco, Ángel Rivas y Rafael Sil- La Caracas de 1903 podía ser un mo- –, a la que nuestros escritores
treinta años. va, Urbaneja Achelpohl, Blanco Y Racamonde, “el bueno entre los desto pueblo con la lentitud provin- no escapaban. Semprum re-
Pedro Emilio, con su poquito de Fombona, Pedro César Dominici, [buenos”, ciana de otras tantas ciudades espa- cuerda que, de hecho, nues-
desdén –como quien está en la ri- José Gil Fortoul, Cabrera Malo y los mira siempre en la luna un filo menos. ñolas de la época, pero sus escritores tros ideales independentistas,
bera ultra romántica– se sonríe un Alejandros. presentaban una comunidad genera- propios o no, eran en esencia
tanto de los suspiros que la luna ha He aquí cómo aparecen todos ellos, A mi excelente amigo Luis Churión cional cohesiva de grupo literario que un producto del romanticismo,
provocado a enamorados y poetas. por obra y gracia de una noche de la luna se le antoja un corazón. incluso derrochaba su buen humor deudos de las lecturas del pa-
Después de todo, la luna es un mo- luna cuando los noctámbulos poetas sobre la luna, eterno balón de los equi- dre de esta estética, Jacques
desto satélite chico, que tal vez ca- prodigan sus “carcajadas líricas” en César Zumeta, acaso no la ve pos líricos de fútbol sideral. Rousseau; sin olvidar las haza-
bría en Venezuela, pero solitario y la mesa de mármol del café: pues quizás llueve en el lugar do esté. ñas que tiempo después descri-
pequeño, da su planta, porque pare- *“Luna de 1903” forma parte del libro Residente en birían los historiadores.
ce mayor que astro alguno y, sobre Para el poeta Mata A Juan Tinaco, el prosador poeta, Venezuela, publicado por primera vez en 1960. Una Para equilibrar las opiniones
todo, porque es hermosa y perenne la luna es una anémona de plata. la luna le recuerda una griseta. nueva edición, que incluye un estudio de Francisco de estos críticos, es justo que
fuente de imágenes poéticas. Alfre- Javier Pérez y un prólogo de Elfidio Alonso, ha señalemos lo dicho por Oswal-
do de Musset la pensó punto sobre Díaz Rodríguez, escritor gentil, Ángel Rivas y Silva (Rafael) sido publicado por la Universidad de La Laguna y do Larrazábal Henríquez. Si
una i cuando la contempló una no- ve en la luna, su torre de marfil. sueñan en la azotea del hotel. el Instituto de Estudios Canarios (España, 2017). existe un autor que pueda ar-
bitrar en torno a estas opinio-
nes es precisamente él, con se-
guridad uno de los pocos que
70 años de su publicación leyó, estudió y calificó casi
la totalidad de las narrativas
E
scribir una biografía de Cer- estudioso de Cervantes y del Quijote, temas al que ha dedicado fuese; es decir, lo ubica en los prole-
gómenos de la industria literaria, en-
vantes conlleva dialogar con
las anteriores, bien por iden- numerosos libros y exposiciones. Luego de La juventud de Cervantes tonces vinculada al clientelismo para
obtener cargos y mecenazgos del po-
tificación o por rechazo. Le-
jos de ser un lastre, refleja la gran
(2016) y La madurez de Cervantes (2016), acaba de publicar La der. Coincide con Blecua y con Rico
vitalidad del cervantismo, en el que
José Manuel Lucía es un referen-
plenitud de Cervantes (2019) tercera entrega de su ensayo biográfico y en que quizá pudo trabajar para su
editor Francisco de Robles, en activi-
te internacional. Este catedrático dades no relacionadas con su propia
de Filología Románica (Universidad literatura; se suma a quienes creen
Complutense), además de presidente que el apodo de las Cervantas, aplica-
honorífico de la Asociación de Cer- do a las mujeres de su familia, no tu-
vantistas, acaba de publicar La Ple- vo connotación peyorativa; también,
nitud de Cervantes (Edaf), con la que rebaja a mera situación desagrada-
concluye su trilogía, tras La juventud ble, sin repercusiones en su imagen
de Cervantes y La madurez de Cervan- pública, el proceso Ezpeleta (por el
tes, ambas en 2016. Sigue ahondando que él y los suyos se vieron detenidos
en despojar a su biografiado de lo que sospechosos de estar involucrados
considera yerros, tópicos y exagera- en la muerte de este noble). Reivin-
ciones del cervantismo romántico, dica la poesía y el teatro cervantinos,
pero también en la de prevenirnos eclipsados por la devoción quijotista.
contra los equívocos –interesados y/o Pero desmitificar a Cervantes con-
involuntarios– que el escritor propi- lleva también riesgos. ¿Cuándo dete-
ció en el proceso de elaborar su “vida nerse en la criba? Los mitos, nos di-
de papel”. Por ello, “nada más alejado ría un filólogo llamado Tolkien, son
de la realidad” es la frase que repite verdades con errores, pero no pueden
a lo largo de la tercera entrega, en la ser considerados mentiras. Como con
que aborda la década 1605-1615, cuan- la limpieza de un cuadro antiguo, la
do vio publicado el grueso de su obra, desromantización ha de hacerse con
antes de poner –en 1616– el pie sobre el máximo cuidado para no llevarse
el estribo. No estamos ante biografía “óleo” –o sea, verdad– en el proce-
literaturizada, sino ante un riguroso so. Lucía une a sus sólidos saberes la
ensayo biográfico, que consigue atra- condición de poeta, que le permite ha-
parnos como una novela de intriga. blarnos del Cervantes humano, con
Los tres libros son de lectura inde- grandezas y debilidades, con contra-
pendiente, pero juntos aportan una dicciones. En efecto, normal y genial.
visión compacta, alejada de los exce- Sin duda, a la visión romántica le
sos hagiográficos. Nos muestra una sobraban elementos folletinescos.
existencia normal, en los siglos XVI No obstante, la corriente analítica
y XVII, sin que pierda interés. en la que cabe encuadrar a La Pleni-
Lucía abre caminos y nos invita a tud, que parte de la biografía de Ca-
evitar otros. La gran variedad de inte- navaggio (1987), aunque dentro de
reses de este especialista le lleva a im- un proceso iniciado años atrás, tam-
JOSÉ MANUEL LUCÍA | LIBRERANTES.COM
plicarse tanto en una nueva edición bién conlleva riesgos potenciales; en-
del Quijote como en El Quijotito; en la afrenta del de Avellaneda, o su plan No es La Plenitud un libro para una pues entiende que fue ambas. Aboga tre ellos, como ya he expresado, que
una magna exposición en la Biblio- literario era otro? Aporta una explica- única lectura. por no mitificar, del mismo modo que se haga excesiva tabla rasa. No es el
teca Nacional, conmemorativa de la ción muy convincente acerca del de- Los lectores no se sentirán venci- no debemos confundir autor con na- caso de Lucía, a quien no le duelen
muerte del escritor, como en otra de- bate sobre la biblioteca personal del dos por el despliegue de saberes sino rrador, Cervantes con don Quijote, prendas en admitir que la biografía
dicada a la visión humorística de los alcalaíno, y cómo pudo adquirir tan- fascinados; sin embargo, no estamos quijotismo con España… mezcolan- de Astrana Marín es “una de las me-
personajes cervantinos plasmada por tas obras rastreables en los dos Quijo- ante divulgación, por loable que nos zas que impregnaron a gran parte de jores”, pese a carecer de distancia-
Herreros. Siempre con el buen hacer tes o el Persiles: en el Siglo de Oro era parezca el género cuando está bien las biografías, hasta bien avanzada la miento emocional con su biografiado.
y pasión pedagógica. habitual alquilar libros. Asimismo, realizado, sino ante excelente cervan- segunda mitad del siglo XX. Con La Plenitud, como con las dos
“No fue un fracasado”, nos insiste, varias vivencias adversas las explica tismo académico, escrito para ser en- En definitiva: Lucía propone desro- anteriores entregas, que conforman
sino un hombre de confianza de la desde las costumbres de la época, las tendido por todos. mantizar a Cervantes… para que lo una sola biografía, nos ofrece un Cer-
Administración, pese a las sombras resta excepcionalidad. Sin duda, muchas sorpresas espe- disfrutemos en su genial normalidad. vantes para el siglo XXI, acorde con
–finalmente despejadas– sobre sus Rechaza que siga siendo considera- ran al lector no especialista. Entre Si en La juventud consideró que en lo que los documentos –los ya cono-
cuentas públicas; un agente de nego- da información autobiográfica la ex- otras, que las dos entregas del Quijote la batalla de Lepanto fue un valien- cidos y los de reciente hallazgo– per-
cios, ajenos o propios, con contactos presada por los yoes del narrador, en se vendieron bien, mejor la primera te soldado bisoño, pero uno de tantos miten afirmar. Pero estamos ante mu-
en la Corte; alguien valorado en los los prólogos o en Viaje del Parnaso; no, que la segunda, pero muy por debajo heridos en combate, así como seguía cho más que cronología actualizada:
ámbitos profesionales en lo que tra- al menos, sin prudencia, pues ha dado de las Novelas Ejemplares o el Persi- la tesis de quienes sospechan que en Lucía invita, a especialistas y a pro-
bajó, incluidos los círculos literarios, pie al equívoco, entre otros, de que él les. En La Plenitud queda muy bien Argel no fue condenado a muerte, pe- fanos, a disfrutar de un nuevo ima-
pese a los reveses (otra cuestión, ex- mismo se consideraba mal poeta. En explicado que lo inusual –hoy lo lla- se a sus varios intentos de fuga, por- ginario colectivo. Y sí, en efecto, ca-
plica su biógrafo, es que lo fuera por efecto, biografiar al autor del Quijo- maríamos fenómeno mediático– fue que quizá tenía negocios con sus cap- da biógrafo establece un diálogo, por
las obras o en los géneros en los que te ofrece la dificultad añadida de que la rápida popularidad de don Quijote tores, incluso a una posible condición identificación o por rechazo, con todos
él quería ser reconocido). casi siempre se describió mediante la y Sancho, muy por encima de la de de passeur; si en La madurez nos lo los demás. Dialóguese pues, con esta
En La Plenitud, mucho de lo que autoparodia. En este aspecto, apunto su autor. Les resta excepcionalidad mostró como un eficaz empleado pú- excelente trilogía, desde el acuerdo o
los lectores no especializados saben o por mi parte, sin confundir autor y na- a los pesares sufridos, los cuente el blico, además de como un agente de desde la discrepancia, para felicidad y
creen saber apenas coincidirá con lo rrador: quizá tampoco Woody Allen propio Cervantes o los cervantistas negocios, ajenos y particulares, con aprendizaje de los lectores.
que se encuentren. ¿Hubo un primer sea –en su vida privada– neurótico e y cervantófilos, pues considera que reveses económicos pero alejado de la
Quijote, como novela corta, anterior al inseguro, como su personaje fílmico, eran comunes a gran parte de los es- pobreza, en La Plenitud nos contex- *La plenitud de Cervantes. Una vida de
de 1605?, ¿fue un encargo de su editor?, pero ¿por qué un autor elige un yo de pañoles. En efecto, para Lucía “nor- tualiza brillantemente al Cervantes papel. José Manuel Lucía Megías. Editorial
¿hubiera existido el Quijote de 1615 sin ficción y no otro? Apasionante debate. mal” y “genial” no son excluyentes, escritor, cuando la literatura empeza- EDAF ( España, 2019).