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EN LA WEB:

Homenaje al narrador, dramaturgo Dice Vicente Luis Mora: El relativismo posmoderno


y director de teatro, Ugo Ulive de hoz y coz en el que vivimos encarcelados nos impide decir que unas
cosas son mejores que otras, que unas ideas son mejores que otras,
(Uruguay, 1933-Venezuela, 2018) que unas personas son mejores que otras.

DOMINGO 26 DE MAYO DE 2019


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JOSÉ ANTONIO RAMOS SUCRE | WIKIPEDIA

ALBA ROSA HERNÁNDEZ BOSSIO


El texto que sigue contiene las dos primeras secciones del prólogo a la recién publicada

J
osé Antonio Ramos Sucre es
hoy el creador indiscutible de
Obra completa de José Antonio Ramos Sucre (1890-1930). Su autora, Alba Rosa Hernández
una lengua poética y de un poe- Bossio, es una reconocida especialista en la vida y obra del poeta cumanés
ma en prosa modelos que lo si-
túan en la cumbre de la renovación res del grupo literario Sardio sacaron griega– en los secretos inaprehensi- do como poeta por pocos. José Tadeo era voz común que conocía más de
poética del siglo xx en nuestro país. a la luz las exigencias de su lengua bles que velaba y que hice míos por- Arreaza Calatrava fue el primero en doce idiomas, a fondo latín y griego,
Es el príncipe –el primero– de nues- poética, su invención de imágenes que desde entonces nunca he cesado destacar a “este poeta [...] oye el alma las lenguas indoeuropeas y el sánscri-
tros poetas, quien más allá del mo- universales. Él mismo, como los pre- de buscar a Ramos Sucre. Esta miste- recóndita, la castiza música de las pa- to, excepto el húngaro, el finlandés y
dernismo, posmodernismo y de las sagios cumplidos de sus poemas, ha- riosa fuerza de atracción nació prime- labras” (El Universal, Caracas, 1922), el vasco que no pertenecen a ellas.
vanguardias de su tiempo, supo fun- bría predicho su reconocimiento des- ro de su lengua que tuvo como fuente criticando el silencio ante su primer Su sobrino nieto, Arturo Almandoz
dar su obra en un presente atempo- pués de cuarenta años de su muerte, el latín, que yo había estudiado para libro Trizas de papel, de 1921, luego Marte, rememora que para su padre
ral, eximida del silencio y el olvido en una carta a su hermana mayor recibir el diploma de Latín Superior refundido en La torre de Timón de era el tío “políglota” antes de que fue-
imaginado por sus máscaras poéti- Trina que ella destruyó como todas junto con el título de Letras en la Uni- 1925. De modo que el mito del “poe- se reivindicado por su poesía. Cuan-
cas. Su poesía se especula entre las las demás, y de la que sus hijas Ma- versidad Central de Venezuela, y que ta solitario” que aureola su figura es do Mariano Picón Salas residió como
obras perdurables de las letras his- ruja y Virginia Almandoz han dado seguí perfeccionando en la Universi- de la posteridad porque al pie de la estudiante en Caracas entre 1919 y
panoamericanas. Ha devenido nues- testimonio. También en su más reve- dad de Florencia, otros tres años, pero letra Ramos Sucre para sus contem- 1922, frecuentó su compañía, en ter-
tro poeta de culto al que asedian lec- ladora carta a su hermano Lorenzo sin interlocutores ni salida, se había poráneos fue esencialmente un pro- tulias y en la cancillería, pero en su
tores y críticos en número creciente, del 25 de octubre de 1929, semanas vuelto olvido y nostalgia. Por eso, al sista, “el primer humanista con que crónica “Caracas” de 1920, no lo enu-
seducidos por el mundo visionario antes de embarcarse para Europa el encomendarme Guillermo Sucre el contaba en el día nuestro país”, en mera entre “los poetas de moda”, los
que convoca, por la lengua ancestral 1 de diciembre, aseguró: Sé muy bien análisis de los procedimientos de su palabras de Luis Correa, poeta y crí- de la generación de 1918 que recita-
que reconquista, y también por su vi- que he creado una obra inmortal y que lengua poética, me puso en la vía de tico muy leído entonces. Pero para la ban en el teatro Capitol, solo a An-
da, vuelta mito y persona de sus poe- siquiera el triste consuelo de la gloria regreso a lo que había poseído y perdi- imaginación mítica es el paradigma drés Eloy Blanco, Luis Enrique Már-
mas. La llamada de la muerte –prelu- me recompensará de tantos dolores. do, y volví a respirar y a catar el ritmo del “poeta solitario” por ser su obra mol, Fernando Paz Castillo y Jacinto
dio y fin de su poesía– la atendió con Así que cuando en 1978, el poeta y y el sonido del latín que yo sentía en la única, sin ataduras a movimientos li- Fombona Pachano, mientras que a él
su suicidio en 1930 –para detener la ensayista Guillermo Sucre –uno de los constitución de su escritura: Yo escri- terarios, sin seguidores, sin ser leída lo hace representante de “la cultura
degeneración de sus facultades–, el fundadores del grupo Sardio, quien di- bo el español tomando de base el latín, como poesía, ni él visto como poeta clásica”, sabio en las humanidades
día que cumplió 40 años y herido de rigía el posgrado en Literatura Hispa- según Fernando Paz Castillo, él res- sino por escasos conocedores quie- que el ambiente les negaba. Aunque
muerte por el insomnio, sintió irrevo- noamericana Contemporánea de la pondía a los objetores de su uso de una nes tampoco calaron su novedad. De para esos años Ramos Sucre ya había
cables el sueño y la poesía. Universidad Simón Bolívar (USB)– palabra o de una forma sintáctica. La ahí, las líneas de Ramos Sucre en la dado a los medios periodísticos más
Sin embargo, esta consagración ac- ofreció para la maestría un seminario primigenia exactitud que él conquistó carta del 25 de octubre de 1929 a su de veinte poemas, y los había reunido
tual en nuestros altares académicos sobre José Antonio Ramos Sucre, yo tuvo de modelo la belleza lapidaria del hermano Lorenzo: “Los juicios acer- en 1921, con otros inéditos, en Trizas
y poéticos solo en las últimas déca- entré a esa “cohorte” de alumnos que latín. Así mismo, para reivindicar el ca de mis dos libros han sido muy de papel, algunos ineludibles como
das ha comenzado a proyectarse en por primera vez lo leía, en una fotoco- sentido original de la retórica –repu- superficiales. No es fácil escribir un “Elogio de la soledad”, “Discurso del
el colectivo y a trascender a los de- pia de la única reedición –muy erra- diada junto con la elocuencia por los buen juicio sobre dos libros tan acen- contemplativo”, “De la vieja Italia”,
más países hispanos. La Universidad da– de sus poemas, la del Ministerio poetas de su época–, que él se jactaba drados o refinados. Se requieren en “El retorno”, “La ventana” que con
de Salamanca desde 1993 abrió la Cá- de Educación en 1956. Y lo seguí leyen- de seguir (Pues yo soy retórico y estoy el crítico los conocimientos que yo “Devota” salió en primera página de
tedra José Antonio Ramos Sucre, su do en otros dos seminarios requeridos bien acompañado), llamé a mi tesis de atesoré en el antro de mis dolores. Y El Universal (Caracas) bajo el nombre
propuesta poética es tema de diserta- por los que deseábamos seguir apun- maestría: La voz de la retórica, publi- todo el mundo no ha tenido una vida “Poemas en prosa”. Incluso a Picón
ciones de doctorado en universidades tando a Ramos Sucre en la perdura- cada intacta por Monte Ávila Editores, tan excepcional. Solamente Leopar- Salas le dedicó “Lección bíblica”, el
de España, Francia, Estados Unidos, ble y provocativa lectura de Guillermo en 1990, entre los homenajes por los di, el poeta de la amargura. Alguien cual publicó también en El Universal
México... Crece la reparación del ol- Sucre, quien ya en 1975, en su libro La cien años de su nacimiento. ha apuntado ya mi semejanza con el antes que en Trizas de papel. Por su
vido que después de su muerte silen- máscara, la transparencia, le había de- lírico y filósofo italiano”. parte, Picón Salas le dedicó a Ramos
ció a sus tres poemarios La torre de dicado un ensayo y durante esta expe- La aparición de Ramos Sucre Arreaza Calatrava fue quien lo aso- Sucre su ensayo sobre Nietzsche: “El
Timón (1925), Las formas del fuego y riencia docente, en las revistas Tiem- Sin embargo, para muchos de sus ció a “la figura conmovedora de Leo- último pagano”, recogido en Buscan-
El cielo de esmalte (1929), ahora reci- po Real y Eco, publicó otros dos. Fue contemporáneos él no fue este inicia- pardi” y los conocimientos macera- do el camino de 1920, igualmente in-
bidos como obras radicales de decan- en aquellas memorables tardes y no- dor de una nueva lengua y una nue- dos por su imaginación aluden a su cluyó algunas “prosas” suyas en su
tación y renovación poéticas. ches de Sartenejas cuando su poesía, va forma poética, sino un prosista, prodigiosa erudición, a su ansia des- compilación antológica Dos siglos de
Pues esta afirmación de su obra co- a primera vista hermética y oscura, un intelectual, un “retórico”, “oscu- medida de indagar en todos los cam- prosa venezolana, de 1965.
menzó apenas en 1958, cuando los jó- se convirtió en una especie de inicia- ro”, “incomprensible”, “anacrónico”, pos de la cultura, que él ironizaba
venes poetas y narradores fundado- ción –un misterio según su etimología o epítetos por el estilo, pero reconoci- con Estudiar es mi morbo. También (continúa en la página 2)
2 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 26 DE MAYO DE 2019

José Antonio Ramos Sucre


(viene de la página 1) de la muerte, como los paradigmas
de “Elogio de la soledad” y “Discur-
Porque prevalecían como superlati- so del contemplativo”, porque nunca
vos su “pasmosa erudición”, su hu- poseyó ese murado espacio privado
manismo enciclopédico, su saber sino que se expuso en cuartos pro-
lingüístico, además, su abolengo he- miscuos de pensiones. A la intem-
roico, su “extraña” personalidad, y perie, desde el amanecer en Cara-
no la invención de una lingua d’ar- cas cualquiera podía verlo leyendo
te, capaz de resonar desde sus raí- las últimas noticias en la pantalla
ces más antiguas. Por esto, no con luminosa de El Universal, donde ca-
la gloria de una obra realizada sino si todas las tardes iba también a dar-
con el dolor por no haberla consu- le la última mano al poema que en-
mado, fue despedido en el discurso tregaría, o cuando caminaba hacia
fúnebre de Domingo Badaracco Ber- la Universidad Central, a sus clases
múdez, compañero de su infancia y en las escuelas y liceos, cuando en-
adolescencia en Cumaná: “Murió jo- traba y salía de la cancillería donde
ven, cuando las letras patrias tanto tenía su oficina en el segundo piso
esperaban de él, cuando su enorme con ventana hacia la plaza, la pla-
preparación científica y literaria lo za Bolívar que él llamaba mi casa,
empujaba a escribir la obra que fue- donde su presencia era constante en
ra para los postreros como la consa- las tertulias matinales y vespertinas
gración definitiva del saber de Ra- acostumbradas por los escritores, CUMANÁ 1843 (1843), POR FERDINAND BELLERMANN
mos Sucre”. No supo que era poeta académicos y políticos del momen-
y su obra había alcanzado su cenit to. Y por las noches cuando deam- quien Ramos Sucre dedicó Las for- atención...”. El crítico literario de recordando a los aedas o a los bar-
inconmovible y no se le podía pedir bulaba solo, o en compañía de algún mas del fuego, en tributo a la única El Universal, el poeta Gabriel Espi- dos, los primitivos cantores griegos
más. pasante azaroso, dándole vueltas a mujer que visitaba como maestro de nosa, en su comentario bibliográfi- y celtas. Desafortunadamente, no
El hombre Ramos Sucre, la cues- la ciudad y a la noche en busca del latín y enamorado no correspondi- co sobre La torre de Timón, del 30 quedó registrada esa voz sino en la
tión de su genialidad o locura, atraía sueño. Mi padre, José Manuel Her- do, similar al gentil hombre de algu- de septiembre de 1925, confiesa que, memoria de sus oyentes. Pero he en-
más que los textos impenetrables nández González, de la promoción nos de sus poemas que, al modo del hasta este libro, había considerado contrado que algunas de las frases
que constantemente entregaba a to- de ingenieros de la UCV de 1928, amor cortés, se oculta en una mudez a Ramos Sucre un abogado “con ri- incomprensibles que sobresaltaban
dos los medios periódicos de su épo- cuando le di mi tesis de maestría, se inescrutable ante la diva inaccesible. betes literarios” y ahora sabía que a todos las grabó en su Granizada,
ca, diarios o revistas, a solicitud y a asombró: “¡Ramos Sucre! Yo lo co- Esta presencia suya premonitoria era un poeta, acotando que en la aquellas de efecto más demoledor.
voluntad propia. De los 346 poemas nocí, lo veía mucho. ¡No sabía que de una obra inmortal superaba los redacción del diario, antes de en- La entrevista de Benito Yrady a Ar-
(al menos 16 no son poemas en pro- era poeta!” Así todos los escritores, textos mostrados asiduamente que tregarlos, lo oía interpretar en voz turo Úslar Pietri, lo comprueba: “A
sa en sentido estricto) de sus tres académicos y políticos del momento, parecían no alcanzar aún la pleni- alta sus poemas con tanta origina- veces lo llamaba a uno así de paso
únicos libros, más de la mitad cir- salvo que residiesen en el exterior, tud creativa, el poder y la origina- lidad en la entonación, “en la acen- y le soltaba una especie de chirigo-
cularon por los periódicos y revis- lo trataron y tuvieron sus libros que lidad que auguraban su habla oral, tuación voluntariosa y en la comi- ta, él decía “los godos son oblicuos”
tas de Caracas, entonces una ciu- él mismo repartió. En tiempo real sus frases enigmáticas, el ritmo y cidad” que “esto ha hecho sostener y esas cosas así un poco críticas...”.
dad de unos 90.000 habitantes, pero podía encontrar en la cancillería o la modulación de su voz. Según los a alguno la superioridad del Ramos Que será la “Granizada”: Los godos
constelada de intelectuales y litera- en la calle al sabio lingüista y el et- testimonios, Ramos Sucre leía sus Sucre oral sobre el Ramos Sucre es- son zurdos. O el testimonio de su dis-
tos ilustres, de ahí que no pueda ha- nólogo Lisandro Alvarado, quien le poemas a los amigos como una de critor”. Es evidente que el intérpre- cípulo Carlos Augusto León en Las
blarse como se hace de la “chatura” pidió traducir del latín el prólogo de sus costumbres. Recuerda Fernan- te o actor debe privilegiar o elegir piedras mágicas, donde recuerda
del medio cultural donde vivió. La Chauveton para la historia de Ben- do Paz Castillo que cuando él salía una de entre las innumerables lec- dos frases que trascribirá exactas en
prensa estaba llena de “literatura”, zoni, presentándolo como “el estu- de la cancillería a las 11:30 am iba turas que convoca el poema, dejan- “Granizada”: “[...] “Los hombres, nos
la ocasional, pero también la de las dioso joven” cuando El Cojo Ilustra- a la plaza Bolívar “si tenía algo es- do abiertas otras posibles. Y que la dijo cierto día, se dividen en menta-
luminarias del modernismo, o la de do lo publicó en 1912, pero no reseñó crito, que siempre lo tenía, se lo leía entonación, el ritmo, el color de la les y sementales”. [...] “El tiempo –nos
avanzada, como la de los iconoclas- sus libros en su columna de crítica a los amigos antes de publicarlo, se voz de Ramos Sucre develaban sen- había dicho– es una invención de los
tas ultraístas, entre ellos Jorge Luis que firmaba en Cultura Venezolana. lo comentaban y él oía con mucha tidos que los lectores, por sí solos, relojeros”. ¡Cuántas veces he estado
Borges con su poema “Sábado”, y la Pudo dialogar en la cancillería con no sabían leer, de ahí que se consi- pensando sobre el sentido de aquella
de los grandes de España. De modo el maestro de la prosa modernista, derase su interpretación superior al frase!”. En cambio, otra, La califica-
que solo en el diario El Universal, Manuel Díaz Rodríguez, el canciller poema. “Leyéndolo, se oye su voz”, ción máxima en los exámenes es para
casi su centro de producción y revi- que firmó en 1914 su nombramiento recuerda con nostalgia el novelis- los imbéciles no pasó la prueba. De
sión, pude recuperar 120 poemas su- de traductor e intérprete. Se encon- ta Enrique Bernardo Núñez (Élite, algunas de estas frases aforísticas (y
yos, aparecidos entre enero de 1918 traba y conversaba con Rómulo Ga- 1931). Comentarios como este reite- de sus poemas) nace la leyenda de
y enero de 1929. Y en otras publica- llegos, el director del liceo Caracas ran que Ramos Sucre fue un retóri- su misoginia y misantropía, y no de
ciones periódicas, más de 60. Aun- –hoy Andrés Bello, donde enseñaba no fue un co de la palabra escrita y también de su carácter social, aunque retraído,
que aún hace falta consultar otras latín por las tardes–, quien publica- la oral. De ahí que Enrique Bernar- siempre caballeroso y cortés con las
fuentes donde hay más. Yo partí pa- ba sus primeras narraciones y su solitario como do Núñez sostenga que es un dudoso mujeres (visitaba a su adorada pri-
ra este acopio hemerográfico de la
primera bibliografía recopilada por
novela emblemática Doña Bárbara
en 1929. Podía polemizar oralmente
los personajes elogio para un escritor afirmar que
escribe como habla, en cambio “alto
ma Dolores Emilia de paltó levita), o
cordial y afable con los compañeros
Sonia García y Violeta Urbina pa-
ra los seminarios de Guillermo Su-
con Julio Garmendia defendiendo
la retórica y la poesía elocuente que
de sus poemas elogio es afirmar que Ramos Sucre
hablaba como escribía”. Hay que de-
que sabían que cuando se disgusta-
ba, fácilmente recuperaba su educa-
cre en la USB, luego proseguí esta aquel negaba y luego verter sus ar- que se encierran cir, sin embargo, que Ramos Sucre
leía sus poemas a sus amigos, o an-
da compostura.
Por tanto, no es de extrañar que
labor con el fin de investigar hasta gumentos en un artículo en El Uni-
qué punto Ramos Sucre había esta- versal, al que Garmendia respondió en un recinto tes de entregarlos al periódico, para dotes tan sobresalientes pareciesen
do presente en la prensa de su épo- con otro en ese diario donde ejer- hacerlos pasar por la prueba decisi- sobrepasar los textos que aún no es-
ca. Y este rescate de sus poemas he- cía el periodismo y publicaba sus inaccesible” va y primordial de la voz humana, taban “a su altura”. Y que se leían
merográficos permite asegurar que primeros cuentos y crónicas. Gar- como expresión y proyección de su
ningún poeta ni escritor fue tan no- mendia fue el móvil para la inven- yo personal, y no como la invención
torio y pródigo con su poesía, ofre- ción de “La vida del maldito” –que le poética de otros múltiples yoes, otras
cida a la vista de todo lector posible, dedicó y publicó en El Universal en máscaras que ponen en crisis la uni-
de modo que cualquiera podía leer 1923–, generado a raíz del artículo de dad o continuidad del yo, el suyo o
en caliente sus poemas con las pri- aquel: “El doctor José Antonio Ra- el de nadie. “Su arte es un traslado
micias de cada día. Al amanecer po- mos Sucre”, aparecido en ese mismo fiel de su manera de vivir, incom-
dían encontrarlos en primera pági- diario un mes antes. Asimismo, en prendida y maniática”, es la opinión
na de El Universal entre el desayuno un artículo en El Universal (luego corroborante de Fernando Paz Cas-
y la perplejidad, y darles una ojeada en su primer libro) rebatió otro del tillo. Sin embargo, para rehacer esa
por no dejar. Paradójicamente, en la ensayista y cuentista Pedro Emilio imagen tan a la vista de todos solo
prensa de la tiranía gomecista, don- Coll, quien atribuía valor subjetivo contamos con tres fotografías, y aho-
de nada podía pasar, ante los ojos de al adjetivo, mientras que él sostenía ra otra cuarta que he rescatado de
todo el mundo pasaba la poesía de su impersonalidad cuando era pos- El Nuevo Diario (gracias a la infor-
Ramos Sucre y nadie la leyó como el puesto, un recurso fijo de su poesía. mación de Héctor Pérez Marchelli),
acontecimiento perdurable del día. El intercambio con Coll debió con- donde apareció ilustrando la noticia
De modo que no tiene sustento la tinuar porque le dedicó su primera de su nombramiento como traductor
afirmación de que Ramos Sucre fue Granizada de 1925. Resulta ser que en la cancillería en 1914, luego de su
poco leído porque sus contemporá- todos los integrantes de la brillan- grado de abogado en 1917, y tam-
neos pasearon sus ojos por sus poe- te aristocracia cultural venezolana bién en 1930 para dar la noticia de
mas sin verlos. Pero fuera del país (y he señalado solo a algunos por- su muerte. Esta pérdida de sus po-
no fue leído porque no envió su poe- que también tuvo trato con histo- sibles fotografías ha desdibujado su
sía a revistas o periódicos latinoa- riadores positivistas como José Gil faz real y repetidas veces las fotos de
mericanos o españoles, ni sus libros Fortoul, Laureano Vallenilla Lanz, sus hermanos Lorenzo o Miguel, in-
a escritores y críticos de otros paí- César Zumeta, con el historiador bo- cluso la de su padre, han sido repro-
ses. Yo no pude mandar mis libros a livariano Vicente Lecuna o con los ducidas usurpando la suya.
Unamuno. No sé cómo puede conocer- pintores del Círculo de Bellas Ar-
los. Esta frase en la carta antes cita- tes) lo conocieron en persona y lo *Alba Rosa Hernández Bossio es ensayista,
da a Lorenzo prueba que Unamuno, leyeron, pero salvo contados casos biógrafa y narradora. Su tesis de maestría,
que conoció la obra de poetas y no- (los resaltantes de Carlos Augusto Ramos Sucre, la voz de la retórica, obtuvo el
velistas venezolanos con los cuales León, Fernando Paz Castillo y En- premio de ensayo de la IX Bienal Literaria José
tuvo correspondencia, no conoció rique Bernardo Núñez) no dejaron Antonio Ramos Sucre, y el Premio Andrés
la suya. Chela, la hija de Lorenzo, testimonio de sus libros ni de su per- Bello de Investigación. El libro suma ya dos
recuerda que este siempre lamentó sona, o no se les interrogó a tiem- ediciones en Monte Ávila Editores. Además,
que su hermano no le hubiese envia- po. Teresa de la Parra, en sus tem- es autora de una biografía sobre Ramos
do sus libros. poradas caraqueñas de 1909 a 1922, Sucre (Biblioteca Biográfica El Nacional) y
Pero fue el escritor más “leído” en y luego en los primeros meses de coordinadora de la edición crítica de la obra
nuestra prensa diaria y más a la vis- 1928, pudo cruzarse muchas veces poética de Ramos Sucre en la colección
ta. En este sentido, no fue un solita- con él y con sus poemas sin entendi- Archivos de la UNESCO.
rio como los personajes de sus poe- miento, aunque ella era íntima ami- Obra completa. José Antonio Ramos Sucre.
mas que se encierran en un recinto ga de Carmen Helena de las Casas, Edición crítica a cargo de Alba Rosa Hernández
inaccesible esperando solo la visita “la mujer más bella de Caracas”, a JOSÉ ANTONIO RAMOS SUCRE | ARCHIVO EL NACIONAL Bossio. bid & co. editor. Caracas, 2019.
EL NACIONAL DOMINGO 26 DE MAYO DE 2019
Papel Literario 3

Luna
EL VUELO DETENIDO

Peldaños
de 1903 iniciales
MARIO MORENZA

María Rosa Alonso Con la llegada del XIX, Europa


se encontraba en angustiosa
(1909-2011) fue combustión. La Grande Armée
periodista, filóloga, de Napoleón incendia ciuda-
des. En otras latitudes, Rusia
ensayista y poeta, implanta la feroz era zarista.
Alemania se robustece y cons-
nacida en Canarias, tituye su imperio. España teme
perder sus gestiones ultramari-
España. Entre 1953 nas y colonias. Estas abruptas
y 1967 vivió en y múltiples dificultades casti-
gan y conmueven Occidente,
Venezuela. Fue parte lo que llevaría a un reajuste en
las conciencias europeas. La
del equipo editor de revolución romántica estaba en

las obras completas marcha. Y ese influjo no solo se


deslizaría hacia estratos socia-
de Andrés Bello y les y políticos. En estos tiem-
pos agitados, de igual modo los
José María Baralt territorios de la literatura, se
quebrantarían.
LA TERTULIA DEL CAFÉ DE POMBO (1920), POR JOSÉ SOLANA | ÓLEO SOBRE LIENZO | COLECCIÓN MUSEO REINA SOFÍA, MADRID | José Napoleón Oropeza se-
MUSEOREINASOFIA.ES ñala que el escritor no es “un
imitador, sino un hacedor que
MARÍA ROSA ALONSO che sobre el campanario que el poe- A Eloy, la hermosa luna ¿Cómo será la luna en el remoto Delta? tiene la posibilidad de (deján-
ta veía desde su ventana. le parece una lírica tribuna. Urbaneja Achelpohl lo contará a su

L
dose influenciar por lo real)
a prosa elegante de Pedro Dos selenitas caraqueños, los dos [vuelta. redescubrir cualquier reali-
Emilio Coll, allá en la Cara- jóvenes modernistas del año tres, Al vate Max Guevara dad como si aquello que lo fas-
cas de 1903, anota cómo en- tomaron a la luna como pretexto de le parece una flor de Yoshivara. Propónese Rufino la quimera cinó surgiera por primera vez
tre dos semanas de copiosas diversión versificadora. Estos dos jó- deponer en la luna su escalera. como un misterio o una epifa-
lluvias septembrinas, hizo una no- venes Alejandros –porque se trata- A Fernández García le parece nía”. Paradójicamente, según
che su aparición la luna, clara, lim- ba de Alejandro Fernández García la mística calvicie de León XIII. En la galante Francia, lejos de Jesús Semprum, los escritores
písima, “absolutamente desnuda”. y de Alejandro Carias– hacen luná- [Venezuela, del romanticismo americano
Conviene advertir al posible lector ticos a sus compañeros de genera- F. Salcedo Ochoa la imagina Dominici repite: “Ave Paris Stella”. se alejaban de este precepto,
no venezolano, que a Pedro Emilio ción, sin olvidarse de ellos mismos, un imposible parasol de China. ya que, para él, este romanti-
Coll lo dejó pintado Solana en el fa- por supuesto. Eran los “siderales” de Como una gran perla sobre Liverpool cismo no fue otra cosa que una
moso cuadro de La tertulia del Café ocasión: Andrés Mata, Manuel Díaz Carias ve la luna y se figura contempla la luna José Gil Fortoul. imitación de imitaciones –de
de Pombo, presidida por Gómez de Rodríguez, Eloy G. González, Max que es la corona trágica de un cura. la misma manera en que Julio
La Serna, cuadro que ahora está en Guevara, F. Salcedo Ochoa, Pedro Cabrera Malo en su prisión en pena, Planchart sostiene que el mo-
el Museo de Arte Moderno madrile- Emilio Coll, Víctor M. Racamonde, A Coll, el de El Castillo de Elsinor, no sabe que en la calle hay luna llena. dernismo sería un movimiento
ño. Pero eso sería más tarde; ahora, Luis Churión, César Zumeta, Juan le parece una hermosa col-i-flor. de “influencias de influencias”
en 1903, Pedro Emilio Coll tiene unos C. Tinoco, Ángel Rivas y Rafael Sil- La Caracas de 1903 podía ser un mo- –, a la que nuestros escritores
treinta años. va, Urbaneja Achelpohl, Blanco Y Racamonde, “el bueno entre los desto pueblo con la lentitud provin- no escapaban. Semprum re-
Pedro Emilio, con su poquito de Fombona, Pedro César Dominici, [buenos”, ciana de otras tantas ciudades espa- cuerda que, de hecho, nues-
desdén –como quien está en la ri- José Gil Fortoul, Cabrera Malo y los mira siempre en la luna un filo menos. ñolas de la época, pero sus escritores tros ideales independentistas,
bera ultra romántica– se sonríe un Alejandros. presentaban una comunidad genera- propios o no, eran en esencia
tanto de los suspiros que la luna ha He aquí cómo aparecen todos ellos, A mi excelente amigo Luis Churión cional cohesiva de grupo literario que un producto del romanticismo,
provocado a enamorados y poetas. por obra y gracia de una noche de la luna se le antoja un corazón. incluso derrochaba su buen humor deudos de las lecturas del pa-
Después de todo, la luna es un mo- luna cuando los noctámbulos poetas sobre la luna, eterno balón de los equi- dre de esta estética, Jacques
desto satélite chico, que tal vez ca- prodigan sus “carcajadas líricas” en César Zumeta, acaso no la ve pos líricos de fútbol sideral. Rousseau; sin olvidar las haza-
bría en Venezuela, pero solitario y la mesa de mármol del café: pues quizás llueve en el lugar do esté. ñas que tiempo después descri-
pequeño, da su planta, porque pare- *“Luna de 1903” forma parte del libro Residente en birían los historiadores.
ce mayor que astro alguno y, sobre Para el poeta Mata A Juan Tinaco, el prosador poeta, Venezuela, publicado por primera vez en 1960. Una Para equilibrar las opiniones
todo, porque es hermosa y perenne la luna es una anémona de plata. la luna le recuerda una griseta. nueva edición, que incluye un estudio de Francisco de estos críticos, es justo que
fuente de imágenes poéticas. Alfre- Javier Pérez y un prólogo de Elfidio Alonso, ha señalemos lo dicho por Oswal-
do de Musset la pensó punto sobre Díaz Rodríguez, escritor gentil, Ángel Rivas y Silva (Rafael) sido publicado por la Universidad de La Laguna y do Larrazábal Henríquez. Si
una i cuando la contempló una no- ve en la luna, su torre de marfil. sueñan en la azotea del hotel. el Instituto de Estudios Canarios (España, 2017). existe un autor que pueda ar-
bitrar en torno a estas opinio-
nes es precisamente él, con se-
guridad uno de los pocos que
70 años de su publicación leyó, estudió y calificó casi
la totalidad de las narrativas

Ana Isabel, una niña decente


decimonónicas.
En Historia y crítica de la no-
vela venezolana del siglo XIX,
Larrazábal Henríquez explica
que, si bien no tuvimos grandes
escritores, sí contamos con un
VÍCTOR BRAVO ciencia para la posibilidad del cono- puñado de escribas que siguie-
cimiento. Con el reconocimiento de ron las pautas de la moda y nor-
Es novela de la infancia, de la pér- la transformación que se ha operado mas literarias de la época, de tal
dida de la infancia, acaso la pérdida en su cuerpo y que cambia totalmen- manera que las obras produci-
fundamental del ser; y del paso a la te el rumbo que llevaba como “niña das, aunque pocas, se concebían
adolescencia. Es novela de la consti- decente”, Ana Isabel entra a una vida atendiendo a dichas estéticas.
tución del yo; y lo es de ese territorio nueva que, aunque siga siendo la mis- Sostiene que “nuestra novelís-
de complejidades y enigmas que es la ma de antes en sus aspectos externos, tica en su origen sí es imitativa,
subjetividad femenina. Su autora es ya es completamente diferente en su pero no en el sentido despectivo
Antonia Palacios (1910-2001); la pri- interior. Su personalidad está afian- y menospreciativo que se le ha
mera edición es de 1949. zada, la relación con sus padres está querido juzgar”. Concluye que
Con elegante prosa, la novela relata bien delimitada. Ella es parte de un la narrativa de este período es-
la etapa de infancia de Isabel, cuan- núcleo familiar definido. El caos y la tableció los peldaños iniciales
do tenía 8 años, hasta la pubertad. La incomprensión de su vida de “niña para la consecución de esa no-
representación de la “plenitud” de la decente” ha concluido. La fragmen- vela nacional que nacería poste-
infancia se enhebra en un tejido sim- tación de su propio yo ha dado paso a riormente.
bólico de representaciones de la alte- la unidad. La lluvia de lágrimas con
ridad: el agua, y sus variaciones: el río que cierra la historia parece respon-
y el mar, la lluvia y las lágrimas, el es- der de manera difusa al temor por la
pejo y los vidrios, que aparecen con feminidad y la sexualidad que se pro-
ritmo de recurrencia. Esas represen- yecta en el futuro. El mundo de la ni-
taciones significan y resignifican el ñez como un paraíso perdido, irrecu-
meandro de vivencias de la infancia: perable, solo posible de recuperar en
la intensa manifestación de la sensibi- la literatura (de allí la frase de Walter
lidad, el cúmulo de sensaciones, el an- Benjamin: “La literatura es la infan-
sia de protección y totalidad; y la pér- cia por fin recuperada”), y el camino
dida lenta e implacable de la infancia a la adultez.
en el viaje hacia la pubertad. Ana Isabel, una niña decente es, por
El texto responde explícitamen- su voluntad de estilo y por su inten-
te a lo que quizá sea la intenciona- cionalidad estética, una de las nove-
lidad, secreta o expresa, de toda no- las más hermosas del siglo XX vene-
vela: narrar el acontecimiento de la zolano.
vida, ese viaje esencial, a la vez co-
mo continua pérdida y como consti- *Este texto fue publicado por primera vez en
tución del yo: plenitud de un estado marzo de 2008, en la web del Centro Virtual JESÚS SEMPRÚM (1882-1931) |
(la infancia) y adquisición de la con- ANTONIA PALACIOS | DIGO.PALABRA.TXT. TWITTER Cervantes. LETRALIA
4 Papel Literario EL NACIONAL DOMINGO 26 DE MAYO DE 2019

RESEÑA >> Última entrega de la biografía del Manco de Lepanto

Cervantes, normal y genial


EDUARDO AGUIRRE ROMERO José Manuel Lucía (1967) es filólogo, poeta y un destacado ba a planteársele como un posible sis-
tema de subsistencia, por difícil que

E
scribir una biografía de Cer- estudioso de Cervantes y del Quijote, temas al que ha dedicado fuese; es decir, lo ubica en los prole-
gómenos de la industria literaria, en-
vantes conlleva dialogar con
las anteriores, bien por iden- numerosos libros y exposiciones. Luego de La juventud de Cervantes tonces vinculada al clientelismo para
obtener cargos y mecenazgos del po-
tificación o por rechazo. Le-
jos de ser un lastre, refleja la gran
(2016) y La madurez de Cervantes (2016), acaba de publicar La der. Coincide con Blecua y con Rico
vitalidad del cervantismo, en el que
José Manuel Lucía es un referen-
plenitud de Cervantes (2019) tercera entrega de su ensayo biográfico y en que quizá pudo trabajar para su
editor Francisco de Robles, en activi-
te internacional. Este catedrático dades no relacionadas con su propia
de Filología Románica (Universidad literatura; se suma a quienes creen
Complutense), además de presidente que el apodo de las Cervantas, aplica-
honorífico de la Asociación de Cer- do a las mujeres de su familia, no tu-
vantistas, acaba de publicar La Ple- vo connotación peyorativa; también,
nitud de Cervantes (Edaf), con la que rebaja a mera situación desagrada-
concluye su trilogía, tras La juventud ble, sin repercusiones en su imagen
de Cervantes y La madurez de Cervan- pública, el proceso Ezpeleta (por el
tes, ambas en 2016. Sigue ahondando que él y los suyos se vieron detenidos
en despojar a su biografiado de lo que sospechosos de estar involucrados
considera yerros, tópicos y exagera- en la muerte de este noble). Reivin-
ciones del cervantismo romántico, dica la poesía y el teatro cervantinos,
pero también en la de prevenirnos eclipsados por la devoción quijotista.
contra los equívocos –interesados y/o Pero desmitificar a Cervantes con-
involuntarios– que el escritor propi- lleva también riesgos. ¿Cuándo dete-
ció en el proceso de elaborar su “vida nerse en la criba? Los mitos, nos di-
de papel”. Por ello, “nada más alejado ría un filólogo llamado Tolkien, son
de la realidad” es la frase que repite verdades con errores, pero no pueden
a lo largo de la tercera entrega, en la ser considerados mentiras. Como con
que aborda la década 1605-1615, cuan- la limpieza de un cuadro antiguo, la
do vio publicado el grueso de su obra, desromantización ha de hacerse con
antes de poner –en 1616– el pie sobre el máximo cuidado para no llevarse
el estribo. No estamos ante biografía “óleo” –o sea, verdad– en el proce-
literaturizada, sino ante un riguroso so. Lucía une a sus sólidos saberes la
ensayo biográfico, que consigue atra- condición de poeta, que le permite ha-
parnos como una novela de intriga. blarnos del Cervantes humano, con
Los tres libros son de lectura inde- grandezas y debilidades, con contra-
pendiente, pero juntos aportan una dicciones. En efecto, normal y genial.
visión compacta, alejada de los exce- Sin duda, a la visión romántica le
sos hagiográficos. Nos muestra una sobraban elementos folletinescos.
existencia normal, en los siglos XVI No obstante, la corriente analítica
y XVII, sin que pierda interés. en la que cabe encuadrar a La Pleni-
Lucía abre caminos y nos invita a tud, que parte de la biografía de Ca-
evitar otros. La gran variedad de inte- navaggio (1987), aunque dentro de
reses de este especialista le lleva a im- un proceso iniciado años atrás, tam-
JOSÉ MANUEL LUCÍA | LIBRERANTES.COM
plicarse tanto en una nueva edición bién conlleva riesgos potenciales; en-
del Quijote como en El Quijotito; en la afrenta del de Avellaneda, o su plan No es La Plenitud un libro para una pues entiende que fue ambas. Aboga tre ellos, como ya he expresado, que
una magna exposición en la Biblio- literario era otro? Aporta una explica- única lectura. por no mitificar, del mismo modo que se haga excesiva tabla rasa. No es el
teca Nacional, conmemorativa de la ción muy convincente acerca del de- Los lectores no se sentirán venci- no debemos confundir autor con na- caso de Lucía, a quien no le duelen
muerte del escritor, como en otra de- bate sobre la biblioteca personal del dos por el despliegue de saberes sino rrador, Cervantes con don Quijote, prendas en admitir que la biografía
dicada a la visión humorística de los alcalaíno, y cómo pudo adquirir tan- fascinados; sin embargo, no estamos quijotismo con España… mezcolan- de Astrana Marín es “una de las me-
personajes cervantinos plasmada por tas obras rastreables en los dos Quijo- ante divulgación, por loable que nos zas que impregnaron a gran parte de jores”, pese a carecer de distancia-
Herreros. Siempre con el buen hacer tes o el Persiles: en el Siglo de Oro era parezca el género cuando está bien las biografías, hasta bien avanzada la miento emocional con su biografiado.
y pasión pedagógica. habitual alquilar libros. Asimismo, realizado, sino ante excelente cervan- segunda mitad del siglo XX. Con La Plenitud, como con las dos
“No fue un fracasado”, nos insiste, varias vivencias adversas las explica tismo académico, escrito para ser en- En definitiva: Lucía propone desro- anteriores entregas, que conforman
sino un hombre de confianza de la desde las costumbres de la época, las tendido por todos. mantizar a Cervantes… para que lo una sola biografía, nos ofrece un Cer-
Administración, pese a las sombras resta excepcionalidad. Sin duda, muchas sorpresas espe- disfrutemos en su genial normalidad. vantes para el siglo XXI, acorde con
–finalmente despejadas– sobre sus Rechaza que siga siendo considera- ran al lector no especialista. Entre Si en La juventud consideró que en lo que los documentos –los ya cono-
cuentas públicas; un agente de nego- da información autobiográfica la ex- otras, que las dos entregas del Quijote la batalla de Lepanto fue un valien- cidos y los de reciente hallazgo– per-
cios, ajenos o propios, con contactos presada por los yoes del narrador, en se vendieron bien, mejor la primera te soldado bisoño, pero uno de tantos miten afirmar. Pero estamos ante mu-
en la Corte; alguien valorado en los los prólogos o en Viaje del Parnaso; no, que la segunda, pero muy por debajo heridos en combate, así como seguía cho más que cronología actualizada:
ámbitos profesionales en lo que tra- al menos, sin prudencia, pues ha dado de las Novelas Ejemplares o el Persi- la tesis de quienes sospechan que en Lucía invita, a especialistas y a pro-
bajó, incluidos los círculos literarios, pie al equívoco, entre otros, de que él les. En La Plenitud queda muy bien Argel no fue condenado a muerte, pe- fanos, a disfrutar de un nuevo ima-
pese a los reveses (otra cuestión, ex- mismo se consideraba mal poeta. En explicado que lo inusual –hoy lo lla- se a sus varios intentos de fuga, por- ginario colectivo. Y sí, en efecto, ca-
plica su biógrafo, es que lo fuera por efecto, biografiar al autor del Quijo- maríamos fenómeno mediático– fue que quizá tenía negocios con sus cap- da biógrafo establece un diálogo, por
las obras o en los géneros en los que te ofrece la dificultad añadida de que la rápida popularidad de don Quijote tores, incluso a una posible condición identificación o por rechazo, con todos
él quería ser reconocido). casi siempre se describió mediante la y Sancho, muy por encima de la de de passeur; si en La madurez nos lo los demás. Dialóguese pues, con esta
En La Plenitud, mucho de lo que autoparodia. En este aspecto, apunto su autor. Les resta excepcionalidad mostró como un eficaz empleado pú- excelente trilogía, desde el acuerdo o
los lectores no especializados saben o por mi parte, sin confundir autor y na- a los pesares sufridos, los cuente el blico, además de como un agente de desde la discrepancia, para felicidad y
creen saber apenas coincidirá con lo rrador: quizá tampoco Woody Allen propio Cervantes o los cervantistas negocios,  ajenos y particulares, con aprendizaje de los lectores.
que se encuentren. ¿Hubo un primer sea –en su vida privada– neurótico e y cervantófilos, pues considera que reveses económicos pero alejado de la
Quijote, como novela corta, anterior al inseguro, como su personaje fílmico, eran comunes a gran parte de los es- pobreza, en La Plenitud nos contex- *La plenitud de Cervantes. Una vida de
de 1605?, ¿fue un encargo de su editor?, pero ¿por qué un autor elige un yo de pañoles. En efecto, para Lucía “nor- tualiza brillantemente al Cervantes papel. José Manuel Lucía Megías. Editorial
¿hubiera existido el Quijote de 1615 sin ficción y no otro? Apasionante debate. mal” y “genial” no son excluyentes, escritor, cuando la literatura empeza- EDAF ( España, 2019).

Los diez senderos


de la virtud
ZBIGNIEW HERBERT les son del agrado de los Inmortales.
4. Uno puede rezar en cualquier par-
1. No hay que invocar la ayuda de los te. El peor sitio para hacerlo son los
dioses ni siquiera en casos extremos, templos. Huelen a estadizo.
ya que justo entonces pueden estar 5. No matar. Intentar pensar bien de
entretenidos con otras cosas y nues- la gente y, muy de vez en cuando, de-
tra insistencia tendrá un efecto inver- jarles en préstamo nuestras numero-
so al deseado. Además, por culpa de sas y variadas virtudes. Guardarse
los aludes y de las explosiones de de- de calumniar a nadie, ya que la ca-
cibelios, por no decir nada de las tor- lumnia es la forma más abyecta del EL ESCRITOR POLACO ZBIGNIEW HERBERT (LVOV, 1924 - VARSOVIA, 1998) | D. S. DIARIODESEVILLA.ES
mentas magnéticas, es poco probable asesinato con alevosía.
que un comunicado humano llegue a 6. En el amor sensual, evitar la exa- lo de los suplicios cotidianos de los 9. Evitar las ideologías que prometen corazón adiposo de los tragaldabas o
sus oídos. geración, pero tampoco andarse con progenitores. la liberación definitiva de la humani- los pies planos de los correveidiles.
2. Hay que amar a los dioses, porque excesivos escrúpulos. Para la Natura- 7. Procurar ser felices, porque solo dad. Una vez obsequiados con una
así limpiamos nuestro corazón. leza, más vale una pareja de aman- siendo felices podemos dar felicidad partícula de libertad, limitarla ense- *“Los diez senderos de la virtud” forma parte
3. Todo parece indicar que la vene- tes felices que la enrevesada relación a otros. guida en aras del bien del prójimo. del volumen El rey de las hormigas. Mitología
ración de los padres, la protección de entre dos neurasténicos de alfeñique. 8. Robar solo lo imprescindible para 10. Solo existen pecados del espíritu. personal. Traducción de Anna Rubió y Jerzy
los pobres, ancianos y huérfanos, y la Sobre todo, en la versión procreati- sobrevivir. Y nunca hacer de ello una Los pecados de la carne ya conllevan Slawomirski. Publicado por la editorial Acantilado
actitud afectuosa para con los anima- va, que ofrece el lóbrego espectácu- ideología. el castigo: la sífilis de los libertinos, el (España, 2018).

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