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AREQUIPEÑADAS NICOLI

La luna de plata alumbra la catedral,

y aunque no es luz artificial

lo hace cual mejor farol

que le otorga misterio a mi caminata... (Nicoli)

Antiguos balcones arequipeños,

desde donde los dueños de casa,

se ven mucho más pequeños,

y por las noches de invierno,

solo se notan fantasmas sin terno... (Nicoli)

Arequipa de mis ancestros,

de la cual casi si no quedan los restos,

fuiste rica en su gente y monumentos,

pero hoy solo una sombra de esos viejos tiempos...

(Nicoli)

Chachani que ocultas un legendario tesoro

de jesuitas que en tus faldas escondieron el oro

Antes de marcharse de estos sitios, sin prenda

juraron volver pero del botín solo quedó la leyenda.

(Nicoli)

Puertas cíclopes de portadas gigantes,

con dos bastones labrados a cada lado,

por donde pasan austeros caminantes,

en busca del confesionario,


porque olvidaron decir un pecado.

Un arco apuntando al cielo su cruz,

es un disparo directo al corazón de Jesús...

(Nicoli).

Paseo por las calles

y me encuentro con extraños detalles

de aquellos que me cuestionan

¿será una mujer árbol, o una invitación?

sin duda la mente vuela y también la imaginación.

¿será un disfraz de carnaval?

o sólo un relieve junto al portal.

(Nicoli)

Son los viejos puentes arequipeños

los que cruzaron los abuelos de pequeños

y mirando al río, vieron a la famosa sirena

que nunca fue rubia sino morena

y desde la piedra que tenía por escenario

cantó libre y atrapó la voluntad hasta de un mercedario

que iba camino a celebrar misa de un difunto

pero que nunca llegó a su cercano destino

por subir la baranda y saltar con total desatino

para alcanzar el amor indebido pero ese es otro asunto.

(Nicoli)

Cuando la neblina cubre las calles

los tiempos pasados regresan con sus fantasmas


y nos hacen ver dos ciudades

La Arequipa de los abuelos con sus ectoplasmas.

(Nicoli)

Si el evangelio del diablo es que el hombre sea malo

el dolor que siente bajo el púlpito al ser atrozmente aplastado

se convierte en placer y victoria al ser víctima y no victimario.

El escultor ha pecado, y no solo de intención sino de obra.

Así como hay alegría con llanto,

hay sonrisas que provocan espanto,

y si es la del diablo bajo el púlpito como su cruz

¡Ángeles!, que no resucite, en su lado oscuro de luz.

(Nicoli)

Pálida discurre Sor Ana por las calles del convento

va al encuentro de un remedio que le haga vomitar lo de adentro

en la sopa había algo más que carne, papa, y ocopa.

son monjas enemigas, dos cuervos, que le han dado veneno

¿Es por su rectitud y su vida santa? o es por celos, me temo

bebe el vomitivo que le preparan con aceite y fruta ácida

expulsa líquidos, sapos, culebras y una profecía nada plácida

Arequipa se hundirá cuando el naranjo de la celda floresca

parece solo un mito o quizás solo sea una leyenda grotesca.

(Nicoli)

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