Está en la página 1de 81

POEMAS

Y
HOMILIAS

BIBLIOTECA DE LOS MÁRTIRES


Ediciones JG

Compilador Jorge Gerbaldo


POEMAS Y HOMILIAS.
ANGELELLI

Ediciones JG

Córdoba Mayo 2020

Comp. Prof. Jorge Gerbaldo

iImagen de tapa: Angelelli autor: Juan José Cabadas. Expuesto


en el Seminario Mayor de Córdoba, Nuestra Señora de Loreto
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0
Unported License.

Jorge Gerbaldo: jagerbaldo@gmail.com

2
A Paula que me motiva a todo
A la Jungla (ellos comprenden)
PRESENTACIÓN

Desde hace tiempo, considero que la Iglesia Latinoamericana está


signada por dos realidades que le han dado una personalidad única
en el contexto de la Iglesia Católica. Cuando en diciembre de 1511
Fray Antonio de Montesinos dio su sermón de Adviento denunciando la
barbarie de los españoles para con los nativos en la isla La
Española, suceso que pasó a la historia como “el grito de
Montesinos”, se inicia la etapa de la denuncia profética. A poco de
continuar la invasión europea en las nuevas tierras americanas, el
martirio de aquellos que defendían un cristianismo de Amor, fue
moneda corriente.
De este modo, la denuncia profética y el martirio se transformaron
en los símbolos de nuestra Iglesia latinoamericana.
Muestra de esta Iglesia es Monseñor Enrique Angelelli que practicó
estas dos virtudes en su actividad pastoral. Con su mensaje
denunció las injusticias que se vivieron y por ello mismo sufrió el
martirio de una forma cruel.
Por ello he decidido publicar tanto sus poemas como sus homilías.
Estos escritos suyos nos ponen delante de su mensaje de amor por
los demás contrastándolo con la dura realidad de una época que se
vivía en nuestra Argentina.
Espero que sea de utilidad para quienes estén interesados en
conocer la figura de Angelelli, su rasgo amoroso con sus poemas y
el anuncio evangélico con sus homilías y plan pastoral para su
diócesis.
Intentando seguir caminos ya trazados por quienes nos precedieron
quiero dejar este pequeño aporte para que entre todos descubramos
el mensaje de amor del Evangelio hecho carne y vivido por los
mártires.

Córdoba, mayo 2020


Jorge Gerbaldo

4
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

POESÍAS

Obtenido del sitio: https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2014/11/enrique-angelelli-13963.html

5
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

ANOTACIÓN
Estoy pelando la leña
para encontrarle el alma al palo...
y así dibujar mi rostro
en el interior de este palo.
Por eso huyo de la ciudad
donde es difícil encontrarle
el alma a este palo.
Aquí en la quebrada
y en el silencio de los cerros,
cuidado por los cardones,
los pájaros y el diálogo del arroyo
descubro que es fácil
tallar mi rostro
en el alma de este algarrobo
y escuchar en él
la voz del silencio de los cerros.
Para cantarle a mis hermanos,
negros o blancos,
pobre, rico, marginado,
que cada palo de algarrobo
se aprende a amar
cantando, llorando,
tallando, silbando,
sirviendo
sin mirar qué leña tiene el palo.

6
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

A LA RIOJA QUERENDONA

En cada chaya escondes tu dolor


hecho harina y albahaca...
los del puerto te han amordazado
para que no grites...
ya tus tientos se cortan y caen tus
machetes;
solo te quedan ranchos tristes...
y tierra caliente.

Los de afuera, Chango, te han robao'


las vacas;
tu Tata ha quedao' solo... y la Mama
un recuerdo;
el Estargidio se fue lejos, a juntar
petróleo
allá en Comodoro... rumiando
nostalgias.

Y a la Rita la llevó el patrón para que


lo comediera,
dicen que en Buenos Aires donde
todo es mentira;
tiene que hacer de todo, aunque no
lo pueda,
total es riojana, lo mismo que... ¡nada!

Pero el sol está sangrando


allá en Los Mogotes,
y en La Cueva de adentro se oyen
galopes;
se acercan pasos por los caminos
llaneros

7
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

y El Chacho amanece con sus


montoneros.

Y por La Quebrada
que le dicen de Chusquis
unos lloros del cerro se gritan
contentos;
hay olor a racimos y a vino nuevo,
y Don Aurelio ya calienta la pava en
el fuego.

¿Por qué no quieren que diga lo


que siento...
es que es mentira hablar del
silencio...
no escuchan el grito de los de tierra
adentro?

Somos, nosotros, porteños...


es fiero ¡si vieran lo que yo siento!
Quebradas y llanos... cansados y
sedientos...
el alero del rancho se lo llevó el
viento,
dicen que anoche silbando el
silencio...
¿No escuchan el grito de los de
tierra adentro?

8
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

ORACIÓN DE MI SACERDOCIO

Siento que mi tierra, dolorida y


esperanzada, reza y canta
con su historia, vida y mensaje...
Peregrina conmigo, en mi carne y
en mi sangre,
me parece escucharla con su chaya.

En esta Roma pecadora y fiel,


un día floreció en mí una Unción...
"Sacerdote para siempre"
me dijiste entonces, Señor.

Veinticinco años vividos por esos caminos


de Dios,
con mañanas de Pascua y tardes de dolor,
con fidelidades de hijo y debilidades
de pecador,
con las manos metidas en la tierra
del hombre...
de este pueblo tuyo que me entregaste,
Señor.

Mi vida fue como el arroyo...


anunciar el aleluya a los pobres
y pulirse en el interior;
canto rodado con el pueblo
y silencios de "encuentros"...
contigo... solo... Señor.

Mi vida fue como el sauzal...


pegadita junto al Río
para dar sombra nomás.

Mi vida fue como el camino...


pegadita al arenal
para que la transite la gente
pensando: "Hay que seguir
andando nomás".

Mi vida fue como el cardón...


sacudida por los vientos
y agarrada a Tí, Señor;
vigía en noches de estrellas
para susurrarle a cada hombre:
"Cuando la vida se esconde entre espinas,
siempre florece una flor".

Mi vida canta hoy dichosa a Ti, Señor...

9
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Es misterio que se hizo camino


ya andado un buen trecho, Señor...

Mesa que acoge y celebra


los racimos ya maduros
que tu Sangre fecundó.

Todo esto soy yo, Señor...


un poco de tierra y un Tabor,
veinticinco años de carne ungida
con un Cayado, un pueblo y una Misión.

Hoy la tumba de Pedro es la Mesa


de esta Eucaristía, Señor...
en mis manos renace, como entonces,
la Nueva Carne del Amor.

Pablo, tu Vicario, me sale al encuentro


como un hermano mayor...
Me dice al oído: "Hermano,
confirmo tu Fe y tu Misión,
recibe el ósculo de la paz
y lleva a tu pueblo mi bendición".

Y... mientras se encienden las estrellas...


allá, lejos, sigue floreciendo el amor.
Por este Sacerdocio tuyo,
que es mio y de tu pueblo,
muchas gracias, Señor.

Es hora que me despida


de esta Roma que me ungió,
con un Credo agradecido
a la Iglesia que me engendró
y con la esperanza de María,
¡hasta La Rioja, Señor!

La Patria está gestando un hijo


con sangre y con dolor...
Lloran los atardeceres
esperando que el hijo nazca
sin odios y con amor.

Mi tierra está preñada de vida


en esta noche de dolor,
esperando que despunte el alba
con un hombre nuevo, Señor.

10
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

EL HOMBRE PROYECTO DE PUEBLO

Mezcla de tierra y de cielo,


proyecto de humano y divino...
que en cada hombre se hace rostro
y su historia se hace pueblo.

Es barro que busca la Vida,


es agua que mezcla lo Nuevo,
amor que se hace esperanza
en cada dolor del pueblo.

El pan que en el horno florece...


¡Es para todos, amigos!
Nadie se sienta más hombre,
la vida se vive en el pueblo.

Porque el proyecto se hace silencio,


porque la vida se hace rezo,
porque el hombre se hace encuentro
en cada historia de pueblo.

Déjenme que les cuente


lo que me quema por dentro;
el Amor que se hizo carne
con chayas y dolor de pueblo.

¿Saben? Lo aprendí junto al silencio...


Dios es trino y es uno,
es vida de Tres y un encuentro...
aquí la historia es camino
y el hombre siempre un proyecto.

11
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

AL REACCIONARIO

¡Amigo! un crepúsculo enrojecido te envuelve


y la noche peregrina tu existencia,
el miedo resquebraja tu esperanza
y la oscuridad se hace sangre en tus venas.

¿Por qué hieres al hermano y calumnias...


por qué manchas, envileces y persigues?
¡Advierte! no eres pasado sino historia,
eres proyecto y siempre mensaje,
pueblo que camina y no desierto,
agua que canta y no estanque.

No te quedes solo, porque envejeces;


es El... de ayer, de hoy y de siempre.
¡Advierte! no eres pasado sino historia,
agua que canta y no estanque.

12
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

ANIVERSARIO DE UNA UNCIÓN

Un gesto maduró el Misterio en un hombre


y ungió una vida para una misión;
un Cayado y un Libro iluminaron el camino
para que un pueblo encontrara el Amor.

Fueron jornadas con sabor a Cruz,


fueron racimos maduros para Tí, Señor.
La Unción se hizo Misterio
en la Carne y en la Sangre de Dios.
12 de mayo de 1973
en el duodécimo aniversario
de mi Consagración El Cayado animó la marcha,
Episcopal el Libro encendió la Luz,
versos inspirados al las manos abrieron los surcos
despuntar el para el hombre necesitado de amor.
amanecer de este día

¡Doce jornadas... son tuyas, Señor!


Me llamaste para que fuera testigo...
soy débil, soy pobre y con temor.

Tú me dices: "¡No temas!... mi amor te ungió;


no es tuyo lo que llevas... apura la marcha...
te basta mi Palabra... lo demás es ilusión".

También Felipe y Juan, Pedro y Pablo,


aprendieron que el llamado es Misterio,
es muerte, es vida y es misión...
para que en Tí el pueblo encontrara el camino,
en tu Cayado, en tu Libro y en tu Unción.

Y mientras se duerme la tarde de esta jornada


y se perfuma de aceite todo esto que soy yo...
por el Cayado, por el Libro y por la Unción,
déjame que te lo diga: ¡Muchas gracias, Señor!

13
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

ORACIÓN DE LA NOCHEBUENA

Señor...
yo te pido esta noche,
que nos des a cada uno de nosotros,
valentía, coraje y decisión.

Porque hay muchas cosas por hacer


casas dignas para tanos que son tus hijos,
hay que hacer y buscar fuentes de trabajo
porque no hay pan.

Hay que buscar, no sé cuántas soluciones,


Misa de Nochebuena para curar las enfermedades,
La Rioja 1971 y hay que solucionar los problemas
de la educación y el descanso.

Cuántas cosas
te tendría que pedir esta noche!!

Señor, yo te pido por mí mismo,


una cosa fundamental:
que me hagas fiel,
que no me canse nunca
de pronunciar tu nombre.
Y caminar con mi pueblo,
ayudándole a que todos pechemos juntos.

Amén

14
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

AL CARDÓN

Silencioso vigía de cerros,


amigo del hombre de mi tierra,
envuelto de esperanza sufriente,
canto florecido en mi guitarra.

El viento se hace música en tu cruz,


el silencio se hace amigo de tu flor,
los cerros te cuidan por la noche
y el coplero te arrebata tu canción.

Te siento cerca, hermano cardón,


me cuentas las cuitas del hombre
que solitario madura su dolor...
el silencio se esconde en tus fibras
cuando siento arrancarte tu amor.

15
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

TINKUNACO RIOJANO

Ya se oyen galopes en la quebrada


del cerro,
las cajas peregrinan una marcha de
encuentro
y en Las Padercitas un fraile prepara
la Pascua
para la raza india, americana y diaguita.

Un niño vestido con la carne nuestra


es encuentro de cielo y de Mama tierra;
los cerros le cantan con voces de estrellas
y en La Quebrada, cuajada de flor,
una Luz se hace huella.

La caja diaguita cargada de penas


galopa en el tiempo cantando la chaya,
llenita de harina, llenita de albahaca,
con color de vino y coraje de guapa.

Ya son las doce con rumbos de encuentro,


los "Aillis" ya llegan en el filo del tiempo,
y al Niño vestido con carne de pueblo
lo adoran los "Alfereces" en la Casa
de Gobierno.

Incienso y silencio se queman en la calle.


No es farsa... mito... recuerdo... es mensaje
con gritos de penas y esperanzas de sangre...
así reza la caja del "Inca" que de nuevo sale.

Porque el Santo lo espera con carne


de pueblo,
la misma del Niño que viene de "Alcalde".
Y cuando la campana canta el Tinkunaco
grande,
La Rioja florece en historia, vida y mensaje.

15
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

CANTO A LA LUZ

Voy buscando una luz en el cerro...


con senderos... silbidos... silencios
mi guitarra sueña un encuentro
en cada piedra preñada del eco.

Llora el algarrobo su secreto,


me cuenta el arroyo su pena...
la vida madura en la cuesta,
la esperanza termina en el cerro.

Andar y andar... me grita el arroyo;


el sol ya calienta... ¡qué dura es la cuesta!
Arriero amigo, camina hasta el cerro
hay música en la pirca... ecos de fiesta.

La luz hace día el sendero,


música y canto el lamento,
la marcha se convierte en término...
hay un abrazo en la punta del cerro.
Enero de 1968
Junto a los cerros de
Calmayo (Córdoba) El valle está preñado de luz
con rumbos de marcha hacia el cerro
cara pirca es una meta
y la tranquera un encuentro.

La luz se esconde en el cardón,


la quebrada es su misterio,
el silencio es fecundo en el cerro,
el agua canto en el encuentro.

Hay una tranquera abierta


en cada punta del cerro,
la luz se hace silencio,
la marcha acaba su término.

Cada valle es un misterio


y cada marcha un despego
el arriero silba en el monte,
la luz le sale al encuentro.

¡Aleluya! cantan los cerros.


¡Aleluya! canta el arriero.
La luz se hace silencio
con música de cencerros.

16
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

DESOVILLANDO A MI PUEBLO

Honduras de quebradas y silencios,


arenales sedientos y bravíos,
cardonales vigías en horizontes,
lloros de cerros escondidos...
así es el alma de mi pueblo.

Promesante con fe de peregrino,


caminante incansable de recuerdos,
alforja cargada de esperanzas,
con el ritmo del tun-tun de las cajas...
así es el alma de mi pueblo.

17
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

HOMILÍAS

18
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 11 de abril de 1971


Mensaje Pascual a la Diócesis de La Rioja
Hechos de los Apóstoles 10, 34.37-43 Colosenses 3, 1-4 o 1Corintios 5, 6-8 San
Juan 20, 1-4

Amigas y hermanos de toda la Diócesis:


después de haber vivido intensamente este triduo de la Semana Santa, en el que
hemos celebrado el Misterio Cristiano de la Muerte y la Resurrección de
Jesucristo, el Señor, llegue el saludo Pascual a todos ustedes.

A los que rigen los destinos de esta Provincia en sus distintos poderes; a Ustedes
Hermanos en el sacerdocio de Cristo; a ustedes religiosas, consagradas para ser
testigo de lo que no perece y al servicio de este pueblo; a ustedes comunidades
parroquiales, a ustedes laicado apostólico de la Diócesis; a ustedes hogares
riojanos; a ustedes enfermos de hospitales, clínicas y en casas particulares, a
ustedes amigos de la Cárcel, a ustedes chicos, a ustedes jóvenes, a ustedes
ancianos, abuelos y abuelas; a ustedes que se encuentran solos en la vida; a
ustedes amigos de los medios de Comunicación Social en la prensa oral y escrita;
a ustedes colectividades extranjeras; a Ud. amigo que quizás no recibirá ningún
saludo, reciba éste que le envío con todo afecto. A ustedes amigos turistas que
han llegado a esta tierra riojana para descansar unos días; a ustedes camioneros,
conductores de colectivos y quienes viajan por las rutas de nuestra Provincia.
¿Se imaginan? Este saludo ya nos indica una convocación a vivir solidariamente; a
encontramos los unos y los otros porque nos necesitamos. Hoy la Pascua es una
gran convocación a construir todo aquello que nos lleve a la Vida, a mejorarla, a
perfeccionarla, a hacerla fuente de felicidad para todos. Hoy este saludo Pascual
nos invita a intensificar nuestros esfuerzos para ser constructores de una
comunión entre los hombres. La Pascua que anunciamos en Jesucristo, es un
paso más a seguir siendo los hombres de esperanza; los hombres que
aprendimos una vez más la lección de la CRUZ de Jesucristo para que unidos a Él
y con la fuerza del Espíritu Santo que habita en nosotros por las aguas
regeneradoras del Bautismo, miremos el futuro con más optimismo, aunque
existan sombras que nos hacen inclinar al miedo y al desaliento. Una vez más
somos convocados por el Señor, el Cristo Resucitado, el de ayer y el de hoy, el
principio y el fin, a quien pertenecen el tiempo y la eternidad, que con su luz
disipe las tinieblas de la inteligencia y del corazón de los hombres.
Este saludo de alegría y de gozo, nos exige a todos, grandes y chicos, hombres y
mujeres, a romper todo aquello que impida que cualquier hombre que es mi
hermano no pueda vivirlo, y aunque sea difícil y dura la tarea a la que nos
embarcamos, es preciso, con la urgencia que reclama la hora, ayudar a Nuestros
hermanos, quienes sean, a reencontrarse consigo mismos y con el otro; a trabajar
en nuestra patria para que desaparezca todo aquello que lleva a la represión
entre

19
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

argentinos, al odio, violencia, a la tortura entre hermanos, a sabernos descubrir


en aquello que tenemos de positivo y juntos construir la felicidad de todos; a que
mientras hoy cantamos a la Vida y al Señor de la Vida no recurramos a poner
normas jurídicas que quitan la vida a compatriotas nuestros.
Esta Pascua, que debe actualizarse en cada uno de nosotros y en nuestro
pueblo, nos aliente y nos haga tomar coraje para saber hacer las opciones en la
vida privada y pública -como individuo y como pueblo – en el ámbito privado y en
el ámbito oficial, que lleven a remover las causas que originan este estado de
crisis, desconcierto, violencia, enfrentamiento, los signos de muerte y no de vida
cuando se pretende construir una sociedad nueva alejada de los fundamentos
escritos por Dios en el mismo corazón del hombre y proclamados como don de
Vida por Jesucristo, en la Cruz y en la Pascua de su Resurrección. Es preciso que
los hombres con graves responsabilidades de conducción en la Política, en la
economía, en lo social, de la cultura y del tejido jurídico, deben poner la
concepción del hombre realizado por Jesucristo en su Cruz y en su Pascua.
Este es el gran servicio que hoy, en esta Pascua, vuelve a brindar a sus hermanos
los hombres, la visión global del hombre según el Mensaje Pascual de Cristo
Resucitado.
Hablar hoy de Revolución y cambio profundo en la sociedad en que vivimos, es
traicionar esta hora histórica si seguimos pensando en un hombre neutro; lo que
ayer parecía una clarinada de vanguardia en la reforma de la sociedad, hoy ya es
caduco y superado por el hombre mismo. Si no aceptamos sectarismos de
ningún tipo, no significa esto que nos equivoquemos, después de los grandes
adelantos de la ciencia, de la técnica y de la investigación en todos los órdenes,
en la visión integral del hombre y de la comunidad de los hombres y de sus
destinos exigidos por su condición de persona humana y llamada a vivir la
Comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
No podemos construir una sociedad nueva a espaldas de nuestro pueblo
porque en el corazón mismo de la comunidad de los hombres habla Dios; y es
preciso estar atentos a su voz, que se manifiesta en sus silencios, en sus
aspiraciones, en sus tensiones, en sus actitudes hasta violentas, en su
sufrimiento y en sus alegrías, en sus deseos de desarrollo integral mente
concebido, en sus marginaciones, en sus protestas, en todo aquello que es signo
de vida rudimentaria o de muerte física o espiritual o moral. Esto es penetrar en
el sentido hondo de una Pascua Cristiana en nuestro mundo de la era espacial.
El egoísmo individual y de grupos, la mentira disfrazada de verdad, el orgullo con
que a veces y con frecuencia sellamos nuestro obrar, las injusticias y todo tipo de
explotación del hombre por el hombre, ya han cobrado demasiadas víctimas,
como para que no nos decidamos a ser hombres nuevos que significa sumir en
la propia vida con todas sus consecuencias el contenido de la Cruz y de la
Resurrección de Cristo. Un cambio interior fundamental que toca toda la
persona humana es un renacer de nuevo, es hacer morir ese hombre viejo que
todos llevamos adentro y hacer nacer el hombre nuevo que El Padre de los
Cielos realizo en Cristo Resucitado.

20
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Amigos, esto es Pascua, ésta es la nueva levadura que debemos ser los cristianos,
esto es trabajar con sentido pascual para construir una sociedad nueva. Esto es
una comunidad cristiana, CRISTO RESUCITADO actualizado en cada uno de
nosotros.
Que Cristo, el Señor, nos dé su gracia para seguir caminando juntos.

21
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 18 de abril de 1971


DOMINGO 2 DE PASCUA
Hechos de los Apóstoles 5,12-16 Apocalipsis 1,9-110-12-13-17-19 San Juan 20,19-
31

Saludos
a las comunidades parroquiales. A las Religiosas, laicado.
Enfermos, ancianos y niños que han acompañado en la oración a los sacerdotes
durante su Encuentro Espiritual en Sañogasta. Hermanas del Divino Maestro.
Difuntos. Cárcel. A tanta gente que se encuentra sola. Viajeros. Camioneros.

Quiero hacerles esta mañana una reflexión de nuestro encuentro sacerdotal en


Sañogasta y comunicarles las determinaciones que para el mejor servicio de
nuestra Diócesis hemos tomado.
Quizás pueda aparecer como el comunicar nombres y responsabilidades
solamente. No nos mueve la Publicidad sino el sentido que nos da el buscar
juntos corresponsablemente para no detener nuestra marcha y seguir en la
opción que como Diócesis hicimos desde un comienzo.
Decididamente ratificamos seguir construyendo esta porción del Pueblo de Dios
que es la Diócesis de La Rioja, tratando de llevar a la práctica lo que el Espíritu
Santo ha ratificado en el Concilio Vaticano II. No hacer esta opción es ser infieles a
Jesucristo.
Nuestra comunidad Diocesana, nuestra Iglesia Particular, distinta pero no
separada del mundo, vale decir de la vida, la historia y la suerte de nuestro
pueblo riojano, seguirá siendo nuestra fundamental preocupación y entrega de
nuestros esfuerzos.
Más aún: si hicimos la opción de llevar nuestra Comunidad Diocesana al
compromiso con el hombre concreto, con el hombre que sufre, pobre,
marginado, es haber optado por la opción que nos exige el Evangelio. Esto no
significa que excluyamos a nadie, ni hagamos de nuestro Anuncio del Mensaje
Cristiano una ocasión para desunir a los hombres y sembrar la lucha de clases.
Pero desde la óptica de los pobres haremos descubrir al rico, al que se encuentra
satisfecho con los bienes materiales, el recto uso de los bienes, la necesidad de
sentirse necesitado de algo más fundamental en la vida, vale decir DIOS, y el
abrirse a sus hermanos para que la justicia y la Paz que es su fruto, sean
verdadera y no ficticia.
Es hacer descubrir las exigencias del Evangelio para que el encuentro entre los
hombres se haga en el respeto a las personas, se descubra la dimensión fraternal
y que todos somos llamados a participar de los bienes que el Señor ha dado al
hombre y que no sólo de pan vive el hombre sino el descubrir la Voluntad de Dios
sobre la vida de cada uno de nosotros para no ser frustrados sino realizados en
Cristo.
En octubre de 1968 los sacerdotes de la Diócesis firmábamos un documento y lo
hacíamos público desde esta misma Catedral diciendo: “Como Presbiterio, el
Obispo y sus sacerdotes, nos comprometemos a

22
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

testimoniar ante nuestro Pueblo, dentro de las limitaciones humanas, una


vivencia sacerdotal, comunitaria, madura, fruto de una interioridad contemplativa,
apostólicamente servidora, históricamente comprometida y actora del desarrollo
integral del hombre riojano”.
Les aseguro que cada una de estas palabras ha sido tema de nuestra meditación
en Sañogasta. Después de examinar en profundidad lo que constituye la columna
vertebral del Concilio, guiados por la lectura meditada de la Biblia y los
Documentos del Concilio, reflexionar sobre la realidad del mundo en que nos
toca vivir, y particularmente de nuestra realidad riojana; después de examinarnos
en la marcha y en la búsqueda que hacemos como servidores y pastores de
nuestro Pueblo, debemos ante el Señor confesar nuestras infidelidades,
nuestros pecados, y el no haber hecho brillar ante ustedes, especialmente los
más sencillos y necesitados, la imagen de Jesucristo, dibujada, manifestada, hecha
vida en cada una de las páginas del Evangelio. Lo que les dije a los sacerdotes en
Sañogasta, hoy se los digo a Ustedes, amigos y hermanos del interior,
especialmente, y a ustedes amigos de los barrios: Debemos pedirles perdón por
el escándalo que les dimos, cuando desde la ciudad, estando de espaldas a la
realidad de la vida dura y sufrida que padecen muchas veces, quienes debíamos
correr como el Samaritano a enjugar con ustedes muchas lágrimas, a levantar la
voz cuando ustedes no lo podían hacer, a trabajar con ustedes para lograr
medios de vida más dignos de un hijo de Dios, a contarles las maravillas que Dios
hace en el hombre cuando el hombre se deja invadir de Dios, a ayudarles a
liberarse de tantas cosas que empequeñecen al hombre, a interpretar el grito de
nuestra juventud cuando rechaza nuestra sociedad en que vivimos, a caminar
juntos y con todos sin excluir a nadie, a no ser aquél que quiere excluirse, para
descubrir a Jesucristo en la vida de cada uno y de un pueblo manifestado en
tantos acontecimientos personales y comunitarios, cuando estando de espaldas a
nuestros barrios de la ciudad y de nuestros pueblos del interior, a veces nosotros
sacerdotes, religiosas y laicos que hemos mamado de la Iglesia una abundante
atención espiritual, -sin mala voluntad, pero preocupados por cosas pequeñas,
domésticas- nos hemos asustado por el grito de los pobres, por el desorden de
nuestra sociedad actual, por las tensiones y corrientes ideológicas que sacuden al
hombre moderno, por el clamor de tantos hermanos nuestros que golpean la
puerta de nuestra Iglesia para saber si Cristo es verdaderamente el Salvador y el
Liberador, por el paso del Espíritu Santo que sacude interiormente a los hombres
dentro y fuera de la Iglesia que misteriosamente lleva a los cristianos a que nos
purifiquemos y seamos la comunidad de los servidores del mundo y no los
satisfechos y establecidos, mientras el mundo camina vertiginosamente.
En el retiro y en el silencio, en la oración y en la reflexión en común es cuando se
deben ir tomando las determinaciones, que juzgamos ayudarán a seguir
caminando, construyendo y haciendo una Iglesia Diocesana que sea signo eficaz
de la comunión que debe reinar entre todos los riojanos.
Tomar determinaciones de este tipo es mirar el bien de toda la Diócesis aunque
pueda tener su cuota de sufrimiento. El proceso de su elaboración ha sido
amasado en el dolor y en la esperanza. No lo dudo que es la

23
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Voluntad de Dios, nuestro Padre. Estas son algunas determinaciones tomadas:


– A ustedes, Comunidad de Chamical: vuestros sacerdotes Aciar y Pinto, asumirán
otras comunidades: Aciar, Párroco de la Catedral y Pinto, Párroco de Aimogasta.
– Para ustedes, los de Chamical: tendrán como Párroco al Padre Anzaláz y al P.
Gabriel Longeville.
– A ustedes, los de Chilecito: el Padre Sigampa irá a la comunidad de Aimogasta y
para ustedes irá el Padre Francisco D’Alteroch Mercado.
– Para ustedes, los de Sañogasta: la Comunidad Sacerdotal de Chilecito atenderá
pastoral mente todo el Departamento. Próximamente vendrán, Dios mediante,
otros sacerdotes que los acompañarán en la vida parroquial.
– He constituído la Nueva Curia Pastoral de la Diócesis, es decir, los inmediatos
colaboradores del Obispo para la atención más eficaz de la Diócesis.
– Sacerdotes que asumen mayores responsabilidades, no se constituyen en
personajes sino en mayores servidores como lo debe ser el Obispo. He
nombrado para toda la Diócesis de la Rioja: VICARIOS EPISCOPALES a los Pbros.
ESTEBAN INESTAL y a MARTIN HORACIO GOMEZ; munidos de especiales
facultades podrán con su labor sacerdotal estar más cerca de los asuntos,
problemas y comunidades de la Diócesis. La Tarea será compartida y dividida
para ser más eficaz. He nombrado Secretario General de la Curia al Padre Ortiz y
en el mismo Equipo de Curia al Padre Avelino Chiavassa. Formarán parte de este
Equipo de Curia los Delegados de cada Decanato.
Cada uno de ellos, constituidos en DELEGADOS EPISCOPALES, son: para la
Ciudad, el Padre Aciar; para Los Llanos, el Padre Anzaláz; para el Oeste, el Padre
Guzmán, para el Norte, el Padre Virgilio Ferreyra.
– Ha quedado constituído el Nuevo Consejo Presbiterial, que representando a
todos los sacerdotes de la Diócesis, tendrán como misión estudiar, reflexionar y
aconsejar al Obispo en sus decisiones.
– He determinado la nueva estructura de la Catequesis, la Liturgia, el Seminario
Catequístico y los Medios de Comunicación Social de la Diócesis.
– Las Religiosas concretaran próximamente su Junta o Comisión para actuar en la
Diócesis como cuerpo y ser la expresión de su aporte como consagradas.
– Hechos estos pasos, nos abocaremos a la importante tarea de nuestro laicado
que exige detallado examen, reflexión, consultas, diálogo, clarificación de ideas y
objetivos. Lejos de dejarlos de lado, constituyen la razón de ser de nuestro
servicio pastoral como cuerpo sacerdotal.

Al querer informar a la Comunidad Diocesana, les pido acompañen a sus nuevos


pastores con verdadero espíritu de Fe. Comprendo el dolor y los lazos afectivos
creados. Estas rupturas interiores las tendremos siempre mientras caminemos
hacia la Casa de Nuestro Padre del Cielo. El Señor nos ayude a seguir andando
por la intercesión de nuestro Patrono San Nicolás.

24
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 25 de abril de 1971


DOMINGO 3 DE PASCUA
Hechos de los Apóstoles 5, 27-32 . 40-41 Apocalipsis 5, 11-14 San Juan 21, 1-19
SALUDOS:
A la población de Saladillo del Monte. A los enfermos.
Internados del Penal de La Rioja. A Ud. amigo Camionero y colectivero.
A Ud. que viaja en las rutas de nuestra provincia. A ustedes amigos que han perdido
en esta semana un ser querido. A la Comunidad de Religiosas de Villa Unión. A
Ustedes amigos de Ulapes y de Villa Nidia y Corral de Issac. Enfermeras del Plaza que
viajan a Catamarca.

Amigos y hermanos: durante estos domingos venimos reflexionando sobre la Pascua


del Señor, sobre Cristo Resucitado y lo que nos dice hoya nosotros, hombres que
necesitamos encontrar en la vida el verdadero sentido de nuestra existencia.
Cuando el domingo pasado anunciábamos cambios y responsabilidades nuevas en
nuestros hermanos sacerdotes, no significaba una medida táctica o insensibilidad
ante los problemas de nuestro pueblo. Recae sobre nosotros cristianos la
responsabilidad de ir construyendo una Iglesia Diocesana que sea verdaderamente
Iglesia Pascual, Iglesia llena de VIDA NUEVA en cada uno de sus miembros.
Una Iglesia Diocesana joven y renovada, que saborea la fecundidad de la pobreza
interior y se apoya en la fuerza interior del Espíritu que la anima constantemente,
“una Iglesia auténticamente pobre, misionera y pascual, desligada de todo poder
temporal y audazmente comprometida con la liberación del hombre y de todos los
hombres” (Medellin 5,15).
Porque el Espíritu Santo está obrando en nosotros de un modo nuevo y
despertando energías y responsabilidades ocultas. Porque el Padre de los cielos nos
descubre la urgencia y totalidad de su plan de salvación sobre nosotros y sobre
nuestros pueblos. No es una hora de superioridad para la Iglesia sino de servicio.
Porque es una Iglesia Pascual no puede ser una Iglesia “triunfalista” o “del poder”.
Todo lo contrario.
Es una Iglesia de la esperanza y la alegría, pero en la profundidad verdadera que
da la Cruz y el Silencio interior. Es la hora de la responsabilidad y el compromiso,
la conciencia, la renovación y el servicio al mundo. Hacia esta Iglesia Pascual es a
donde debemos caminar, la que sólo confía en las armas del Espíritu de Dios y
sólo tiende a expresar al Señor resucitado. Cuando decimos una Iglesia pobre,
decimos una Iglesia libre, una Iglesia segura, porque sabe en quién pone su
confianza, en Cristo el Señor, no con la seguridad humana que da el prestigio o el
poder sino con la firmeza inquebrantable del Espíritu Santo. Cuando decimos que
nuestra diócesis debe ser una Iglesia joven, es porque sentimos necesariamente
la urgencia de lo nuevo que lo da Cristo, a cuya imagen debe ser creado el
“hombre nuevo”. Una Diócesis de “la caridad, la alegría y la paz” que son los frutos
primeros del Espíritu Santo (Gal 5,22).
Buscamos seguir construyendo una Diócesis que sea Iglesia en comunión. Porque la
Pascua es el Espíritu de la comunión entre los hombres. Pronto,

25
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Pentecostés nos enseñará que engendra en los discípulos de Cristo “un solo
corazón y una sola alma” (Hechos 4,32).
Es la comunión de la totalidad del Pueblo de Dios con el Cristo Glorioso y con la
totalidad de los hombres, sin excluir a nadie. Por eso todo cuanto se haga por
expresar en nosotros y realizar la verdadera comunión en el Espíritu Santo, que
anima y rejuvenece permanentemente a su Iglesia, es ir preparando el rostro de
una Iglesia Diocesana auténticamente Pascual. Pascua nos comunica la
inquebrantable solidez de la Esperanza.
Nace así la Iglesia Diocesana de la Luz y la Firmeza. Una Iglesia Diocesana que
debe ir sintiendo cada vez más su urgencia de ser misionera. La que sale
renovada de esta Pascua, que hemos vivido, para que se convierta en una Iglesia
que ora, y se sabe peregrina, que sufre y profetiza, que es aprisionada y libera a
los hombres, que muere y da la vida, que el Reino de Dios ha llegado e invita a los
hombres a la conversión y a la FE.
Más que nunca se advierte entre nosotros la necesidad de iluminar, hacer crecer
y comprometer en la práctica de la Fe. Pero si nuestra Iglesia Diocesana quiere
ser Iglesia Pascual, tiene que ser la Iglesia del anonadamiento y de la Cruz. Si nos
escandalizamos por ello, no hemos comprendido a Cristo, seguimos todavía con
pensamientos humanos. Si nos envuelve la triseza o la desesperanza, es porque
aún no creemos lo que encierra la muerte en la Cruz y la Resurrección de Cristo.
Porque una Iglesia Diocesana Pascual, es una Iglesia de Cristo muerto y
resucitado por su obediencia hasta la muerte de Cruz (Fil 2, 5-11).
Nuestra Iglesia Diocesana será Pascual cuando en el silencio guarde la Palabra de
Dios y la haga fecunda; cuando vivamos la Eucaristía como donación, servicio y
muerte. A esta Iglesia Diocesana la construimos todos, la hacemos todos cada día,
cada instante de nuestra existencia; cuando asumamos con todas sus
consecuencias la renovación pascual obrada en nosotros por el Concilio; cuando
el Espíritu Santo la haga en nosotros, si somos pobres interiormente, si confiamos
en Él y si nos entregamos a que obre en nosotros el “hombre nuevo”; cuando
descubramos el dolor de nuestros hermanos y nos decidamos a llenar sus
esperanzas.
Mis Amigos: Todas estas reflexiones nos sirven para sacar conclusiones prácticas
para la vida diaria. Cuando el Señor quiere dejar a sus discípulos como un
testamento les recuerda en forma de comparaciones que deben vivir como
servidores siempre preparados, fieles vigilantes, con la lámpara encendida,
habiendo hecho fructificar los talentos por el trabajo diario más bien que
teniéndolos guardados y ocultos, y que serán juzgados no por lo que tengan sino
por lo que hayan trabajado, por alimentar, por dar de beber, por visitar y vestir a
los pobres, hambrientos, perseguidos y extranjeros. Cuando resumimos que
“todo hombre, es nuestro hermano” es resumir el doble amor de Dios y del
prójimo. Cuando habla de desarrollo, la Iglesia lo hace en conformidad con el
mensaje del hombre que ha sido imagen perfecta de Dios, Jesucristo, que ha
asumido toda la creación y toda la actividad humana para llevarla a su Padre. Es
por tanto en este mundo, en sus actividades, en su expansión, como la salvación
se ofrece al hombre y se opera en él.

26
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Amigos radioyentes: en este contexto debemos comprender las decisiones que


debemos asumir en la Diócesis mirando el bien de toda la Comunidad Diocesana.
En este contexto ¿podemos decir hoy, que nuestra provincia, a la que le cuesta
dolorosamente crecer y desarrollarse como el Señor lo quiere, deba estar en
actitud pasiva y en espera que en altas esferas, con las mejores intenciones, se
paralice la marcha de un pueblo o por lo menos no pueda desarrollar las obras
que reclaman la gama de problemas existentes porque no se puede contar con el
dinero necesario hasta tanto no se lo apruebe, o se lo examine con criterios poco
sensibles a las urgencias de nuestro pueblo?
Advertir esto es hacer tomar más conciencia en quienes tienen el poder de
decisión. Es ayudar a hacer reflexionar a los Responsables de las Instituciones
Políticas, a tomar conciencia de ello. Máxime si son cristianos. La dignidad de
nuestro pueblo y la responsabilidad de quienes lo sirven como gobernantes,
merece la consideración debida de quienes ostentan un poder superior, que
debe ser servicio.
Advertir esto no es inmiscuirnos en asuntos que escapan a la competencia
pastoral de la Iglesia sino tratar de caminar junto a la vida concreta de nuestro
pueblo.
Amigos: hasta el Domingo, Dios mediante.
Enrique Angelelli.

27
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 2 de mayo de 1971 (2 versiones)


CUARTO DE PASCUA C
Hechos de los Apóstoles 13, 14. 43-52 Apocalipsis 7, 9.14-17 San Juan 10, 27-30

1° versión
Saludos cordiales,
Al Colegio Nacional. A los Trabajadores. A la Comunidad de Aimogasta. A la Obra
de las Vocaciones Eclesiásticas.
A los que han perdido un ser querido. A los enfermos, imposibilitados y presos.
Camioneros y viajantes.

Amigos Radioyentes de L.V.14

El pasaje Evangélico que acabamos de escuchar está centrado en la figura de


Cristo: el BUEN PASTOR QUE DA SU VIDA POR LOS HOMBRES.
Este pasaje del Evangelio nos invita a una meditación serena y profunda,
especialmente a nosotros sacerdotes, que debemos presidir nuestra
comunidades cristianas en nombre de Cristo, como pastores del pueblo que se
nos ha confiado. Y precisamente el domingo pasado, en esta misma Iglesia
Catedral, en una celebración eucarística concelebrada, hermanos sacerdotes,
miembros de nuestro presbiterio riojano prometían fidelidad como pastores a la
misión que se les encomendaba para servir mejor a nuestro pueblo riojano, como
los nuevos Vicarios Episcopales: Padres Esteban Inestal y Martín Gomez; los
Delegados Episcopales de cada decanato: Padres Virgilio Ferreyra, Dionisio
Anzaláz, Ramón Aciar y Julio Guzmán; y los nuevos miembros del Consejo
Presbiterial, para hacer mas efectiva la responsabilidad pastoral como cuerpo
sacerdotal en unidad sacramental con el Obispo, el primer servidor, para asumir
corresponsablemente todo lo que implica ser pastores hoy, en una Iglesia que
busca, con la gracia del Señor, renovarse interior y exteriormente, para ser más
fieles a su misión en esta Rioja presente que se proyecta hacia un futuro mejor.
Este acontecimiento, aparentemente sin trascendencia, marcaba para la Diócesis,
una nueva etapa, como punto de partida para seguir caminando y buscando
juntos, porque la relación Iglesia-Mundo es vida, movimiento, marcha; la relación
Diócesis-Rioja debe ser vida, movimiento, marcha; la Iglesia, sacramento de la
Palabra Salvadora de Dios al mundo, está también en marcha. Ambas están
constantemente buscándose.
Y para descubrir mejor el sentido que se le debe seguir imprimiendo a la vida de
la Diócesis, reflexionábamos el domingo pasado acerca del origen de la Iglesia.
Aunque parezca árida, repetida y cansadora esta referencia, la creo necesaria,
actual, vital, para no desubicarnos cuando nos examinamos como cristianos o
como Diócesis, o sea, como Comunidad Diocesana; lo mismo para comprender
mejor los acontecimientos que a diario vivimos los hombres en este mundo
actual.
La cuna de la Iglesia hay que buscarla en la Familia Divina, del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo.

28
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

En esta perspectiva, analizábamos, también, este gran acontecimiento en lo que


va de este siglo: el CONCILIO VATICANO SEGUNDO.
Y la proyección que tiene en el mundo contemporáneo, por lo tanto en nuestra
Rioja. Esta Iglesia que se hace carne, se hace acontecimiento para los hombres,
que se hace sacramento del Padre de los cielos en la Persona Divina de Nuestro
Señor Jesucristo; y se hace pueblo, comunidad, cuerpo, edificio de piedras vivas,
sarmiento y vid, Iglesia, en cada uno de nosotros que estamos unidos entre sí y
con Cristo, Cabeza de este Pueblo, por el Espíritu Santo.
Aunque todo esto pueda aparecer un poco difícil es bueno decirlo. Esta Iglesia
cuando dice relación al mundo, que siendo distinta de él no debe estar separada,
reflexiona acerca de la MISiÓN que tiene; y cuando reflexiona en su relación con
el Padre que está en los cielos, descubre una vez más la glorificación de Dios
Padre por la Alabanza, que se hace manifiesta en la Liturgia de la Iglesia.
Ésta es la Iglesia de Jesucristo, que sale en busca del hombre contemporáneo,
que entra en diálogo con las diversas culturas y civilizaciones, que condena la
guerra entre hermanos y busca la paz como fruto de la justicia y el amor fraterno,
que intensifica sus actitudes de servidora de la humanidad.
Esta Iglesia que no se cansará nunca de llamar a los hombres a cambiar de
mente y corazón para realizarnos como el Padre lo quiere, que es en Jesucristo.
Es esta Iglesia, que es la de Jesucristo, la que hemos deseado y queremos
vivamente que se vaya haciendo cada vez más realidad en esta nueva etapa o
jornada que emprendemos.
Amigos: la puesta en marcha de un Concilio trae aparejadas crisis interiores, pero
saludables; dudas y desorientaciones que es necesario disipar con una búsqueda
activa, personal y comunitariamente; es el que ha creado esperanzas, alientos y
ánimo para retomar nuevamente el camino de peregrino, como debe ser el de
todo cristiano u hombre de corazón recto. Es este Concilio el que nos hace doler
porque hay que hacer rupturas interiores y exteriores; nos hace esperar y
jugarnos en la vida por grandes ideales y objetivos; nos crea temores y nos hace
manifestar nuestras debilidades personales, a veces hasta groseras, en toda
persona que se dice culta. Es el Concilio el que nos grita que amemos al hombre
y que no le tengamos miedo, no para hacerla ídolo y mito sino un amigo, un
hermano, un peregrino más en el camino que juntos debemos hacer a la Casa
del Padre. Porque CRISTO se encarnó, murió y resucitó por el hombre, no por las
cosas, llámense dinero, poder, status social o placer falsificado.
Este hombre que a veces grita: pan, cultura, salud, paz, justicia, afecto,
comprensión, consideración como persona y no como cosa o bestia de carga;
que grita la búsqueda de Dios. A este hombre es a quien en la “denuncia” -que es
anuncio de la Buena Nueva- debemos advertirle que no debe ser carne para la
guerra, mercadería para el placer, negocio para unos pocos, campo de
experimentación para convertirse en drogadicto, domesticado, despersonalizado
u objeto de ganancia y no de respeto y amor. Es en este contexto donde
debemos juzgar a la Iglesia cuando toca problemas sociales, económicos,
políticos o culturales.

28
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Y a este respecto, hace dos días, leía en un Órgano de Información, un diálogo


tenido entre los del A.T.P. de nuestra Rioja, en el reciente viaje a Buenos Aires,
con un alto funcionario de la Nación, a propósito del aumento de salarios para
los servidores de la Provincia y la aprobación del Presupuesto Provincial. Al estar
de la información se les habría dicho: ” que el Obispo reedite el milagro de la
multiplicación de los panes” por el hecho de haber dicho que en nuestro pueblo
existen hogares que no tienen pan y que depende el tenerlo la aprobación del
Presupuesto Provincial. De ser verdad esta información, me crea un deber de
conciencia el responder, no con ánimo polémico, que no lleva a nada, sino
reflexionar como argentino y como cristiano y Obispo de la Iglesia Riojana.
Entiendo que quizás, estando a 1200 kilómetros de la Capital, no puedan advertir
y apreciar que en nuestra Provincia lo que afirmamos es la cruda realidad y no
ocurrencia de adolescente. También somos conscientes de que no es fácil
encontrar todas las soluciones adecuadas inmediatamente. Pero también
entiendo y comprendo, que pudiendo ser una simple consideración ocasional,
no es respuesta de un Funcionario a un Pueblo que debe hasta humillarse para
pedir en la Capital lo que le corresponde: el pan necesario para seguir
subsistiendo.
Dios ha dado la capacidad suficiente al hombre para que lo produzca y lo
distribuya equitativa y fraternalmente.
Le sugeriría a este hermano compatriota, que tiene la grave responsabilidad de
ser servidor de la Comunidad Nacional, también de La Rioja, que lea el primer
capítulo del Génesis o el capítulo quinto de San Mateo o el veinticinco del mismo
Evangelista.
Parecería que en nuestra Argentina existiesen unos argentinos que son hijos y
otros que no lo son; que mientras unos sobreabundan de pan en sus mesas y
tienen el privilegio de gozar de todo el confort moderno y aumentar
sus cuantiosas ganancias, otros argentinos deben callar si tienen hambre, no les
alcanza el salario …(sic) (1)
Nota:
(1) La última idea del texto es ilegible en el original.

2 de Mayo de 1971 Misa Radial 2°.versión


Hechos de los Apóstoles 13,14 . 43-52 Apocalipsis 7, 9.14-17 San Juan 10, 27-30

Saludos:
a los Trabajadores. Al Colegio Nacional. A la Comunidad de Aimogasta. A los
enfermos. Camioneros y Viajantes. A los que han perdido un ser querido. A los
que trabajan por las Obras de las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas.

Amigos y Hermanos:
Este domingo, la lectura evangélica está dedicada al BUEN PASTOR,
presentándose Cristo como el Pastor que da su vida por la ovejas y que las
ovejas lo conocen a Él y Él conoce a sus ovejas. Es un pasaje del Evangelio que
nos hace meditar mucho a nosotros pastores del Pueblo de Dios.

29
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Y precisamente, el domingo pasado, en una concelebración eucarística,


prometían fidelidad como pastores a la misión que se les encomendaba para
servir mejor a nuestro pueblo riojano, los nuevos Vicarios Episcopales: Padres
Esteban Inestal y Martín Gomez; los Delegados Episcopales de cada Decanato:
los Padres Virgilio Ferreyra, Ramón Aciar, Julio Guzmán y Dionisio Anzaláz. Al
mismo tiempo todos los sacerdotes de la Diócesis delegaban en un Consejo
Presbiterial, la tarea de afrontar con su consejo el ser fieles pastores de las
comunidades de la Diócesis.
Este acontecimiento, aparentemente sin trascendencia, marcaba para la vida de la
Diócesis Riojana, una nueva etapa; no era un punto de llegada sino una nueva partida
para seguir caminando y buscando juntos; a la vez, (…) un tramo del camino andado
con ricas reflexiones (…)
Y para descubrir mejor el sentido del acontecimiento en la vida de la Diócesis, el
domingo pasado, volvimos a reflexionar acerca del origen de la Iglesia, su cuna en la
Familia Divina, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Aunque aparezca árida y
repetida esta referencia, es ciertamente necesaria, actual y vital, para no
desubicarnos cuando nos examinamos como cristianos o como Comunidad
Diocesana hoy; o cuando analizamos los acontecimientos que vivimos los hombres
en nuestra sociedad.
En esta perspectiva analizábamos el gran acontecimiento de lo que va de este siglo: el
CONCILIO VATICANO SEGUNDO, la proyección que tiene en el mundo
contemporáneo, y por lo tanto en nuestro medio riojano. Una Iglesia que se hace
carne, se hace sacramento del Padre de los Cielos en la Persona Divina de Jesucristo;
y que se hace pueblo, comunidad, cuerpo, edificio vivo, Sarmiento y Vid, en la realidad
de cada uno de nosotros, unidos entre sí y con Cristo por el Espíritu Santo. Una
Iglesia que dice relación al MUNDO en su MISION,
y al Padre de los Cielos, en su ALABANZA. Una Iglesia que ahonda hoy de una manera
especial su realidad de COMUNION ENTRE LOS HOMBRES, para poder descubrir así
mejor, que todo hombre es mi hermano, que debemos ser servidores los unos de los
otros.
Y esta Iglesia que se vuelve sobre sí misma en el Concilio proyecta su acción
misionera en un mundo que está en CAMBIOS PROFUNDOS Y RÁPIDOS.
Supuesto todo esto, entendemos mejor las tensiones de la misma Iglesia, que como
signo de vida, cuestiona a Pastores, sacerdotes, religiosas y laicos; que cuestiona a las
Instituciones, en sus aspectos humanos, si se adecuan o no a las tiempos en que
vivimos.
Una Iglesia que sale en busca del hombre contemporáneo; que entra en diálogo con
las diversas culturas y civilizaciones; que condena la guerra y llama a los hombres a la
paz como fruto de la justicia y de la caridad o el amor fraternos; que asume con mas
vigor su actitud evangélica de servidora de la humanidad y renuncia a todo lo que le
puede significar poder, triunfo humano; una Iglesia que no se cansa de llamar a
cambiar de mente y corazón según el Evangelio de Jesucristo.
Esta Iglesia es la que hemos deseado y queremos vivamente que se vaya haciendo
más realidad en esta nueva etapa o jornada que emprendemos.
Es este Concilio, que dentro de todas nuestras limitaciones ha despertado tensiones
en nuestro medio; que ha creado crisis interiores, dudas y desorientaciones; que ha
creado esperanzas, alientos y ánimos para

30
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

retomar la marcha fatigosa de todo peregrino, como debe ser un cristiano u


hombre de corazón recto. Es ésta la Iglesia
del Concilio, que nos hace doler, sufrir, esperar, jugarnos en la vida, tener
temores; que nos hace manifestar, a veces, públicamente nuestras debilidades
hasta las más groseras; es este Concilio y las características de nuestro mundo,
los que nos hacen que miremos y amemos a todo hombre; no para hacerla un
ídolo y un mito sino para hacerla un hermano, un amigo, un peregrino más en el
camino que hacemos hasta llegar a Dios, nuestro Padre. Porque Cristo, se
encarnó, murió, resucitó, por el HOMBRE, no por las cosas, así se llamen dinero,
poder, status social o placer falsificado. Este hombre que a veces grita, pan,
cultura, salud, paz, justicia, afecto, comprensión, consideración, como persona y
no como cosa o bestia de carga. A este hombre a quien a veces debemos
prestarle nuestra voz para que grite, espere; para que advierta que no debe ser
carne de cañón, mercadería para el placer, negocio para unos pocos, campo de
experimentación para convertirse en drogadicto, domesticado y
despersonalizado; objeto de negocio y no de respeto y amor.
En este contexto es donde debemos juzgar a la Iglesia cuando toca problemas
humanos, llámense sociales, económicos, políticos y culturales. Ya este respecto,
hace dos días leía en un órgano de información, un diálogo tenido entre
hermanos nuestros de la A.T.P. y un alto funcionario de la Nación, a propósito del
aumento de salarios para los servidores públicos de la Provincia y la aprobación
del Presupuesto Provincial. Al estar de esta información, se les habría dicho que
“el Obispo reedite el milagro de la multiplicación de los panes …” por el
hecho de haber dicho que en nuestro pueblo hay hogares que no tienen pan y
que depende el tenerlo de la aprobación de un Presupuesto.
De ser verdad esta información me crea un deber de conciencia el responder, no
con ánimo polémico, que no lleva a nada, sino reflexionar como argentino y como
cristiano. Entiendo que quizás, estando a 1.200 kilómetros de la Capital, no
puedan advertir en nuestra Provincia que esta cruda realidad de falta de pan no
es literatura, ni ocurrencia de adolescentes.
También somos conscientes que no es fácil solucionar este problema en forma
adecuada e inmediata. Pero también entiendo que la solución dada es demasiado
inconsciente, al tener que recurrir a “reeditar la multiplicación de los panes como
lo hizo Cristo”. Debería este hermano funcionario releer el primer capítulo del
Génesis, el quinto capítulo de San Mateo o el veinticinco del mismo Evangelista.
Parecería ser que en nuestra Patria existiesen hijos y entenados.
Mientras unos argentinos tienen carta de ciudadanía para sobreabundar sus
mesas de pan, tener el privilegio de gozar de todo el confort moderno y aumentar
sus cuantiosas rentas, otros argentinos deben permanecer en silencio si dicen
que tienen hambre, no les alcanza el salario para educar a sus hijos o curarles de
las enfermedades, o que quieren cambiar unas cuantas lonas que tienen por
vivienda por una habitación digna de un hijo de Dios. Decirlo para hacer tomar
conciencia solidaria de estos problemas y juntos agotar todos los

31
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

medios para resolverlos, parecería romper un orden mal entendido y que en


realidad es un grave desorden y un insulto a nuestra sociedad que se dice culta y
civilizada.
El respeto y la consideración que me merece por su grave responsabilidad e
investidura de servidor de la comunidad nacional, me hace hacer esta reflexión
para ayudarle a que La Rioja, que es un pueblo digno y noble, pueda merecer
otro trato.

Mis amigos: hasta el domingo si Dios quiere.

Enrique Angelelli

32
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 16 de mayo de 1971


DOMINGO 6 DE PASCUA
Domingo 6 de Pascua Hechosde los Apóstoles 15,1-2.22-24 Apocalipsis21, 10-
14.22-23 San Juan 14, 23-29

SALUDOS:
A La Rioja en su Semana. A los turistas. A las comunidades de San Isidro de Agua
Blanca y de San Isidro de Chepes.
A los ancianos. Camioneros y amigos del transporte de pasajeros.
Hermanos de la Fraternidad. Hermanas de Barrio Rincón.

Las lecturas bíblicas que acabamos de escuchar nos iluminarán y guiarán este
domingo, nuestra reflexión que la llamaría familiar.
Una reflexión de hermanos y amigos, si es que cada día vivimos mejor que todo
hombre es mi hermano.
Trataremos de iluminar a la luz de la FE los acontecimientos vividos esta semana;
cada uno de ellos guardan un rico contenido para reflexionarlo serenamente. Es
el Señor quién nos guía, es su palabra, es Él quién se vale de esta palabra
humana para que lo comprendamos, lo escuchemos, descubramos su presencia
en ella; es por este delicado ministerio de la Palabra que nos comunicamos los
hombres en torno a Jesucristo hecho alimento para nuestra inteligencia y hecho
Eucaristía para nuestro camino y sentirnos más confranternizados los unos con
los otros.
Enumeremos algunos de los acontecimientos en los cuales se ha fijado nuestra
atención o hemos sido actores:
-La Semana de La Rioja que hoy comienza.
-Sañogasta que no deja salir a su Párroco y que hace 7 días que se encuentra
acampando junto a la casa parroquial,
-Chamical que espera a su nuevo pastor que aún no llega con deseos de no dejar
salir al que concluyó su misión en esa comunidad.
-Los A.T.P. que salen a la calle para reclamar su pan.
-Unas declaraciones de una casa de juego de nuestra ciudad que dice hacer un
gran aporte al progreso Riojano.
-La Fraternidad de los Hermanos de Foucauld que se establecen en La Rioja.
-Las Hermanas del Divino Maestro que ayer se radicaron en un barrio de La Rioja.
-Dos sacerdotes franceses que haciendo un gesto verdaderamente Evangélico
han dejado su patria, sus familias, sus comunidades para integrarse a nuestra
vida Riojana.
-Pablo VI que acaba de sacar un documento universal sobre los graves problemas
de la humanidad.
– Nuestro país que vuelve a sentir el sacudón de uno de los tantos intentos
revolucionarios.
Como ven, podemos seguir enumerando esos y otros acontecimientos que van
tejiendo nuestra vida diaria de pueblos. A estos acontecimientos se ha
respondido con distintas actitudes y reacciones que podrían reflejar el estado o
situación de una comunidad o de una Iglesia que aún peregrina,

33
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

que busca, que manifiesta tener vida; que se expresa como es, con aciertos,
debilidades, angustias, esperanzas, violencias, silencio, oración, madurez, gestos
adolescentes. Con reacciones de una sociedad que cada día prueba más su
desequilibrio social cultural y económico; así por ejemplo, estamos preparando
las celebraciones de un aniversario más de la fundación de nuestra ciudad.
Sañogasta, reconociendo la benemérita acción pastoral de su párroco, priva a un
hombre de su libertad para hacer una opción libre y concienzuda de acuerdo a
sus compromisos contraídos en virtud de la sacramentalidad de su sacerdocio y
del servicio a una comunidad Diocesana. ‘
Con gestos de gratitud y asumidos dolorosamente no miden las consecuencias
que todo esto significa para el mismo pueblo, para toda La Rioja y para el mismo
pastor. Una fuerte emotividad les impide discernir serenamente las actitudes que
deberían haber asumido reflexionando mejor la Palabra de Dios.
Se repite lo mismo que en la primitiva comunidad cristiana que se nos detalla en
la lectura de los Hechos de los Apóstoles que acabamos de escuchar. Como en
ella, aquí también se produce una agitación entre los hermanos: “el Espíritu Santo
y nosotros -dicen los Apóstoles- hemos decidido”. Este es el sentido de Iglesia y
del servicio pastoral de quienes eran los pastores de esa comunidad.
Y Juan en su Evangelio nos dice: “El que me ama será fiel a mi Palabra y mi Padre
lo amará e iremos a El y habitaremos en El. La Palabra no es mía sino del Padre
que me envió” ¡Qué texto más denso para que lo meditemos!
Y siguiendo con las actitudes: mientras en un pueblo se agita una comunidad, en
otro pueblo riojano, unos hombres consagrados se apartan del ruido y se radican
entre las piedras y los cardones para descubrir mejor el sentido profundo de la
vida en la Contemplación de Dios y en la meditación asidua de la Palabra de Dios.
Diría que mientras en uno se está dando la etapa de salir de una FE aún
demasiado adolescente, en este último es ya la madurez de la Fe de quienes
buscan servir a toda la comunidad riojana con el silencio y la oración. El
Espíritu Santo les enseña a que en la vida no temamos, porque en Él está puesta
la confianza, no en los hombres; con ellos caminamos y buscamos juntos, pero es
Él quién le da sentido a la vida y a la marcha por la vida. Otros hermanos y
compatriotas, guiados no por la Fe y las circunstancias que ella implica, utilizan
estos acontecimientos eclesiales para detener todo proceso de cambio y seguir
establecidos en sus privilegios. Otros son sus objetivos, debemos tener
misericordia para con ellos.
Otros quizás, incapaces de leer interiormente los acontecimientos, viven de las
anécdotas, de los que solemos decir familiarmente “chismes”; debemos
comprenderlos pera estar bien clarificados que con estos hermanos no se puede
construir nada nuevo; nada que signifique hacer felices a los demás. Hombres sin
ideales u hombres ya derrotados interiormente; ayudémosles a que salgan de
este estado para que se logren y no se sientan frustrados. Una manera de
manifestar la propia frustración es vivir del chisme y de los reales o inventados
defectos de los demás.
Otros, están en la oración. Son muchos, chicos y grandes. Estos saben que la
Iglesia para servir mejor tiene que anonadarse; ser el escarnio de la Cruz. Son
lúcidos, ven cómo el Espíritu de Dios lleva maravillosamente por

34
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

caminos misteriosos a este pueblo riojano para ir logrando cada vez más su
plena liberación en Cristo. Acontecimientos como el de Sañogasta son señal de
vida aunque no se puedan aprobar todas sus actitudes y reacciones; advierten
que es un pueblo que no quiere ser más masa, quiere ser persona y tratado
como persona; que la justicia, la fraternidad, el construir juntos son valores
descubiertos que no deben perderse.
El Concilio nos ha dejado una rica doctrina sobre la Iglesia Pueblo de Dios. En ella
se nos convoca a asumir todas las consecuencias de la responsabilidad de
acuerdo a los distintos ministerios que tenemos y al lugar en que el Señor nos ha
colocado; nos llama a la universalidad, al servicio fraterno. Nos llama a descubrir
los propios dones que el Espíritu Santo ha sembrado en el pueblo y a la vez a
que ahondemos que la Iglesia ha sido fundada sobre Pedro y los 12, y continúa
idéntica a través de sus sucesores; en ellos nace la comunidad por la Palabra y la
Eucaristía que ellos anuncian y celebran. En ellos y con ellos crece la comunidad.
En ellos y con ellos se hace la verdadera comunión entre los bautizados.
Hago esta otra reflexión sobre otro acontecimiento de la semana.
Hace unos días se publicaron unas declaraciones de una casa de juego de
nuestra ciudad señalando que la Iglesia está mal informada en una reflexión que
meses atrás hizo sobre ella. Al respecto debemos decir: si queremos construir
una Rioja nueva, moralmente sana y que prepare una juventud que sea capaz de
hacer una sociedad nueva y distinta de la que tenemos, no es ciertamente ése el
camino del progreso que hay que buscar; más bien allí encontraremos el de una
sociedad que se embellece elegantemente con todos los adelantos de la técnica
moderna, mientras seguirá produciendo, en esta sociedad de consumo, hombres
masa, hombres esclavos de muchas cosas, hombres frustrados, hombres
despersonalizados y no hombres como quiere Dios. No juzgamos las condiciones
personales, a éstas las juzga Dios; analizamos los hechos objetivos y analizamos
las consecuencias; por eso, fraternalmente advertimos a los responsables de la
comunidad, a los padres, a los educadores, que por ahí no se construye nada
sólido; La Rioja necesita muchas obras, necesita modernizarse, tener los
adelantos de la técnica y de la ciencia, pero que su precio no sea la postración
moral de nuestra juventud y de nuestras familias.
Comprendo que puedan sentirse afectados algunos hermanos compatriotas.
Amigos, reflexionen y miren un poco más allá de los propios intereses y de los
pocos o muchos años de vida que puedan vivir. Mañana, que puede ser también
hoy, todo esto puede quedar reducido a la nada con la muerte.
Vuelvo a ustedes hermanos de Sañogasta, y que esta última reflexión sirva a toda
la Diócesis. Examinando todo lo que ustedes están viviendo, y que por cierto
estoy muy cerca de ustedes, aunque pueda parecer lo contrario, no puedo
menos que felicitarlos por todo lo que significa haber asumido las exigencias de
la FE y la marcha hacia una plena liberación. Pero piensen: es el bien de toda la
Diócesis la que reclama el sacrificio de un sacerdote amigo a quien se quiere; es
la exigencia de la madurez cristiana de ustedes que reclama su partida; es el
respeto a su conciencia y a los compromisos contraídos con un juramento en la
Catedral lo que exige
respeto.

35
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Es Chamical, su nueva comunidad y los Llanos Riojanos que tienen derecho a ser
respetados.
También ellos son un pedazo de Rioja y de Iglesia riojana; no le impidan una
ratificación de la opción hecha, no quedarán solos, oren y ofrézcanle todo lo que
intensamente están viviendo a Cristo para que tengan un sacerdote como Él; no
pierdan lo que han conquistado dolorosamente, sentirse solidario, sentirse
hermano, sentirse coresponsable con el sacerdote, sentirse más Iglesia; no
permitan que nadie les manche lo que ustedes están viviendo, guárdenlo como el
mejor regalo, no se dejen usar por quienes pretenden utilizarlos. Deben dar este
gesto cristiano al resto de la Diócesis, a Chamical , a Los Llanos, al Oeste; háganle
una linda despedida y llévenlo al padre ustedes mismos a Chamical. La imagen
deteriorada que puedan haber dado la clarifiquen con este otro gesto. Dios
nuestro Señor no se dejará ganar en generosidad; además piensen ustedes,
como toda la Diócesis que a los sacerdotes no los fabrica el obispo, son los hijos
de la comunidad cristiana a quienes el obispo les impone las manos para
consagrarlos y darles la misión concreta.
Hermanos sacerdotes: enseñemos a nuestros pueblos a ser peregrinos y no
establecidos, seamos pedagogos de la FE ayudándoles a crecer; que nunca
nuestras comunidades puedan decir que no les supimos hacer madurar en la FE,
en la esperanza y en la caridad; que nuestras actitudes no fueron evangélicas,
que por nuestros gestos no supieron descubrir el verdadero sentido de sentirse
Iglesia. Sacerdotes, religiosas y laicos: los invito a pensar, existen muchos riojanos
hermanos nuestros que ahora están mudos, no hablan ni protestan porque están
marginados, aún religiosamente no pueden darse este lujo de retener un
sacerdote porque nunca lo han tenido. Solamente los centros urbanos o más
poblados son los privilegiados. A la liberación total de nuestro pueblo, en
Cristo, la debemos hacer con todos y no con algunos grupos privilegiados.
Esto es celebrar con sentido de futuro el Día de La Rioja.
HASTA EL DOMINGO SI DIOS QUIERE.
Enrique Angelelli.

36
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 6 de Junio de 1971


DOMINGO DE LA TRINIDAD
Proverbios 8, 22-21 Romanos 5, 1-5 San Juan 16, 12-15
El domingo pasado centrábamos nuestra reflexión en la fiesta de Pentecostés. La
venida del Espíritu Santo sobre el Colegio Apostólico reunidos sobre el cenáculo,
con María, es el nacimiento visible de la Iglesia después de la resurrección de
Jesucristo, es el nuevo pueblo de Dios, el cuerpo místico de Cristo.
Hoy centramos nuestra reflexión en la Fiesta de Santísima Trinidad. El Dios vivo y
verdadero es Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, Unico Dios verdadero y
tres personas divinas distintas. Así lo confesamos y lo creemos con toda la Iglesia
y bendecimos y adoramos a la Santísima Trinidad que en la intimidad de nuestro
corazón está presente como un templo: Así entendemos que somos hechos
templos de Dios vivos.
En esa criatura recién bautizada, como en ese anciano que baja a la tumba
ambos están marcados por el agua y el fuego del Espíritu Santo. Cada mañana al
abrir los ojos a un nuevo día lo marcamos y lo empezamos en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, cuando se derrama el agua en el recién
nacido, cuando tomamos el pan de cada día, cuando se unen dos en matrimonio,
cuando se ungen los sentidos del cristiano, cuando se proclama la palabra de
Dios, cuando partimos el pan de la Eucaristía, cuando se invoca al Señor sobre las
cosas, cuando cerramos la jornada para el descanso, cuando trazamos una cruz
sobre nuestro cuerpo, cuando comprometemos la palabra en el juramento,
cuando despedimos a un ser querido a la eternidad o cuando dejamos nuestra
plegaria sobre la tumba, siempre lo hacemos en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo.
Porque en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo existimos y nos movemos. Aquí, en la
Santísima Trinidad, está la fuente y el centro de nuestra FE cristiana. En ella nace y
tiene origen la FE, la esperanza y el amor. Cuando el Concilio Vaticano II invitó al
mundo y convocó a los cristianos a un nuevo Pentecostés para la Iglesia, con
actitud peregrinante y guiada por el mismo Espíritu de Dios, nos llevó como de la
mano, para que volviésemos a encontrar el origen de la Iglesia. Sólo así los
cristianos de hoy, que somos nosotros, descubriremos las exigencias de nuestra
Fe personal y eclesial.
Somos la Iglesia de Cristo y Cristo en cumplimiento de la Voluntad del Padre
inauguró en la tierra el Reino de los Cielos, nos reveló su misterio y con su
obediencia hasta la Cruz realizó la redención de todos los hombres en sus
Pascuas que es el triunfo sobre la muerte, la luz que disipa las tinieblas, la buena
nueva, que es el Evangelio.
Toda la Iglesia aparece como un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Y la esperanza que hemos recibido no quedará
defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que habita en nosotros.
Por eso el mismo acto de FE que hacemos en el Padre, Hijo y Espíritu Santo lo
hacemos en la Iglesia que es el misterio de Dios revelado a los hombres en
Jesucristo y que podemos decir, creo, por la virtud y la gracia del Espíritu Santo
que misteriosamente obra en cada corazón humano.

37
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Y cuando la Iglesia pecadora en sus miembros que somos nosotros, los hombres,
busca limpiar y purificar su rostro, que es lo mismo que limpiar y purificar
nuestras vidas personales, lejos de infundirnos miedo, nos debe regocijar y
llenarnos de esperanza, porque los hombres de nuestro tiempo nos reclaman de
nosotros cristianos que seamos la luz de Cristo, los hombres convertidos
testimonial mente en los templos vivos de la Santísima Trinidad. Cuando a la
Iglesia se la juzga fuera de la óptica de la Trinidad que es la óptica de la Fe, es
imposible descubrir y asumir su rol en el mundo. Lo penoso es que a veces
nosotros, el mismo cristiano, la juzgamos y la cuestionamos como si
desconociésemos nuestro propio origen, nuestra propia cuna.
En la Trinidad se da plenitud de vida, se da plenitud de amor, plenitud de
realización en cada persona divina, plenitud de acción y dinamismo, plenitud de
comunión entre las tres divinas personas, plenitud de realización interpersonal,
plenitud de fecundación, plenitud de comunidad. Los hombres por Jesucristo
somos llamados para vivir y realizarnos a semejanza de esta familia trinitaria. Dios
es vida, amor, dinamismo, fecundidad. Al ver el cielo, obra de tus manos, la luna y
las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre para que pienses en él, o el ser
humano para que lo cuides tanto? A esto somos llamados todos los hombres, sin
distinción alguna por la raza, el color, el dinero, el poder o la fuerza. Hoy más que
nunca es necesario anunciarles a los hombres de la condición que sean, que es
necesario tomar el sentido de nuestra existencia que nace en la Trinidad, en Dios,
para que con su inteligencia creadora busque los caminos nuevos que sean
según el plan y el proyecto de Dios, realizado por Jesucristo.
Nada escapa a la órbita trinitaria de cuanto existe en la tierra, en el cielo y en los
abismos. Hoy más que nunca la Iglesia no debe renunciar a su misión profética y
santificadora, como el atalaya debe anunciar a los hombres todo lo que aparta
del proyecto trinitaria y ayudarle a realizarlo con la gracia de Cristo de la Pascua,
fruto de la Cruz. Por eso esta Iglesia de Cristo, de ayer, de hoy y de siempre,
seguirá ayudando a leer interiormente todos los acontecimientos que dejen la
trama de la historia humana a la luz de la Trinidad; por eso la Iglesia nos vuelve a
hablar en su magisterio universal sobre los graves problemas que aquejan al
hombre de hoy, le habla al hombre de los medios de comunicación social,
convoca a un sínodo universal para reflexionar la situación de la justicia en el
mundo actual, replantearse desde la Trinidad, el ser, la misión y el rol de los
sacerdotes. Asumen los candentes problemas que hoy se plantean: celibato
sacerdotal, rol sacerdotal, tarea de los cristianos en el mundo de hoy, la pobreza
como debe ser vivida en nuestra sociedad, la renuncia a todo privilegio que
pueda ser imagen de todo factor de poder puramente humano, la violencia, las
lacras sociales que hoy caracterizan a nuestra sociedad de consumo, las
ideologías encontradas, las escandalizantes situaciones de los que no tienen nada
y de los pocos que poseen mucho, el atropello que se hace de diversas maneras
de la persona humana, convocada para ser el templo de Dios vivo.
Si la Iglesia se compromete con el hombre, hombre concreto no imaginario, es
porque antes la Trinidad Santísima se ha bajado hasta él para convertirlo

38
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

en su templo. Todas las profanaciones que hacemos al hombre son


profanaciones que hacemos a Dios.
La Trinidad es el modelo de la Iglesia que debemos seguir construyendo en cada
riojano y en toda la Diócesis. Toda una tarea, los invito.
Enrique Angelelli.

39
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 13 de junio de 1971


CORPUS CRISTI
Génesis 14, 18-20 1 Corintios 11, 23-26 San Lucas 9, 11-17

Cuando reflexionábamos, el domingo pasado, acerca de la Fiesta de la Santa


Trinidad, decíamos que en el Padre, en el Hijo, en el Espíritu Santo, debíamos
buscar el centro y la fuente de nuestra Fe Cristiana; la fuente y el origen de la
Iglesia, como Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo.
No partir desde aquí nos desubicaría y no entenderíamos qué es la Iglesia. No
entenderíamos quién es el hombre.
Durante esta semana que pasó, la Eucaristía fue el centro de nuestra meditación
descubriendo en Ella, la meta de la comunidad cristiana y, a la vez, la que
engendra la comunidad. Y como prueba del amor que el Padre tiene con los
hombres, celebramos el viernes próximo, la fiesta del corazón de Cristo.
Así se juega Dios por los Hombres.
Se hace difícil tener que iluminar permanentemente con el Evangelio la vida y los
acontecimientos que teje la vida de los hombres.
Reflexionar diariamente con las páginas de la Biblia y en los documentos del
Magisterio de la Iglesia, desentrañando la sabiduría que. ayude a orientar la vida
de un pueblo, en todas sus manifestaciones,· constituye hoy, el deber más grave y
difícil en la misión pastoral. “Se torna cada vez más difícil de cumplir la misión
profética de la Iglesia, imitando a Cristo Profeta, Maestro. Y sin embargo no lo
podemos eludir porque estamos atados a un ministerio por la responsabilidad de
Pastor de Pueblo de Dios, confiado por el mismo Espíritu de Cristo.
Una doble fidelidad debemos tener siempre presente: fidelidad a Dios que nos
habla de distinta maneras y fidelidad a los hombres, a quienes tenemos que
anunciarles el mensaje de liberación y salvación. Ambas fidelidades, hecha la
opción de ser pastores de la Comunidad, nos ata, nos exige renuncias, nos hace
ser pastores de la comunidad; nos hace libres interiormente y a la vez nos
crucifica; nos exige que antes seamos imitadores y realizadores de la Palabra de
Dios en nuestras propias vidas y a la vez que antes obedezcamos a Dios que a los
hombres. Nos exige el obsequio de la obediencia racional apoyados en la Fe y nos
lanza a ser testigos del hombre nuevo realizados en Cristo.
Proclamadores de la muerte y de la Resurrección de Cristo con todas las
consecuencias que implican morir y resucitar. Este delicado y grave misterio del
Obispo, es participado por quienes son consagrados sacerdotes de Jesucristo y
son enviados por el Obispo a presidir las distintas comunidades de la Diócesis
para que anuncien el Evangelio y celebren la Eucaristía, ayudando a los hombres
nuestros hermanos, que se liberen del pecado y la consecuencia del pecado, en
lo personal y en lo comunitario. Y cuando esos sacerdotes faltan en la comunidad,
el Obispo deberá encomendar a laicos penetrados por el conocimiento y por el
testimonio de Vida, de la palabra de Dios y de la vivencia de la Iglesia, presidan la
comunidad de acuerdo a la competencia que les da su condición de cristianos,
unidos a su Obispo y a sus hermanos. Lo importante en la vida es que Jesucristo

40
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

sea anunciado, conocido, vivido y testimoniado con la acción de cada día.


Tenemos obligación de hacer fructificar los dones que el Espíritu Santo ha
distribuido en los miembros del Pueblo de Dios para que la liberación traída por
Cristo a todos los Hombres se realice en todo nuestro pueblo.
Por eso esta celebración dominical, en esta Iglesia Catedral y que puede ser
participada gracias a L.V. 14, es una bendición de Dios para La Rioja, porque en
ella, se irá ahondando cada vez más el sentido diocesano y el encuentro semanal
de quienes nos sentimos confraternizados en la Eucaristía de Señor. El hacer
fructificar los dones, de que nos habla San Pablo en su carta, significa que
deberemos ponerlos siempre en común para que la comunidad crezca y madure
en su Fe, en la esperanza y en el amor.
Nosotros sacerdotes de Jesucristo puestos por el Señor para servir y ayudar a
caminar y madurar a nuestras comunidades, nos urge el grave deber pastoral
como cristianos y como pastores, el conocer cada vez más en profundidad las
Sagradas Escrituras, la abundante doctrina expuesta por la Iglesia en su
Magisterio, la reflexión teológica basada en la Palabra de Dios y en la vida
concreta de los hombres, el conocimiento y el análisis sereno y hondo de los
acontecimientos que a diario van tejiendo la historia humana, para ser buenos
pastores de nuestro pueblo. El tomar cada día la Cruz, como nos invita el Señor,
significa para nosotros y para el laicado que quiere ayudar a seguir construyendo
el reino de Dios, al tener que actualizarnos permanentemente como nos pide
insistentemente la Iglesia y lo reclama el mundo en que vivimos. Todo esto
constituye, muchas veces, una cruz pesada, renuncias a nuestros gustos, aún
legítimos, y una permanente actitud interior de conversión de mente y corazón.
Sobre esto no nos cansaremos de seguirlo anunciando e invitando. No lo
permitamos nunca en la vida, el dejar de ser luz y sal para nuestro pueblo. ‘Esto
nos toca a todos sacerdotes, religiosas y laicos. Pero especialmente a los pastores
del Pueblo de Dios. Sería lamentable que después de cinco años de un Concilio,
como el Vaticano Segundo, aún no lo conociéramos, ni lo hubiésemos leído por lo
menos una vez; no lo analizáramos y lo reflexionemos personal y
comunitariamente; no lo estemos rumiando para que se interiorice nuestra vida
eclesial. Dios, a quién le dio mucho, le pedirá mucho, cuando seamos juzgados en
nuestra vida por el Señor. Los hombres podemos engañar y engañarnos, pero el
Señor, no, porque Él lee lo secreto de nuestro corazón.
Si hemos optado pastoralmente para que la Diócesis camine hacia una
renovación conforme con el Concilio, no es un capricho, no es una opinión más,
ni es optativo; no podemos ni debemos detenernos en el esfuerzo que se viene
realizando para lograrlo; sabemos que su concreción seguirá teniendo el precio
de toda autenticidad: el sufrimiento. También será bueno ponernos en la
presencia de Dios y preguntarnos si las resistencias que podemos poner en la
renovación querida por la Iglesia y exigida por el mundo actual, no es fruto de una
ignorancia culpable, de la comodidad, del aburguesamiento de la vida, de la
resistencia del Soplo del Espíritu Santo que nos sacude interiormente a todos:
sacerdotes, religiosas y laicos. Los esfuerzos realizados por todos, en el dolor y la
alegría, nos indican que el Espíritu Santo sigue moviendo a

41
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

nuestra comunidad, de diversas maneras, para que no nos detengamos en el


esfuerzo emprendido.
No quisiéramos que nadie se quede en el camino; convocamos nuevamente a
todos para que vayamos construyendo a nuestra Iglesia Diocesana diariamente
hasta que logre madurez y adultez en todos sus miembros.
La Iglesia es suficientemente clara e indicativa en su abundante documentación
emanada del Magisterio, para asumir la hora en que vivimos con sereno coraje,
puesta la confianza en el Señor, porque la acción nos urge con características de
dramatismo. No podemos perder el tiempo en mezquindades y encerrados en
nuestro egoísmo; hay demasiado dolor, miseria, problemas de los hombres para
resolver. Después de cinco años de Concilio la misma Iglesia que lo convocó
universalmente ahora convoca de nuevo a los pastores de todo el mundo en sus
representantes, para reflexionar dos grandes temas: EL SACERDOCIO (que no es
sólo si el sacerdote se casa o no) y la JUSTICIA en el MUNDO. Los acontecimientos
y el cambio vertiginoso de la sociedad hace que la Iglesia esté permanentemente
como un vigía en la noche, no por táctica sino para damos la Luz de Dios en el
camino nuevo que a diario emprendemos los hombres.
Amigos Oyentes: Los dones que el Espíritu Santo derramó en nosotros,
volquémoslos en la acción inmediata para resolver tantos problemas de nuestros
hermanos, de nuestro pueblo en la ciudad y en el interior. Los que estamos en la
ciudad y en el centro, ¿por qué no les damos todos juntos una manita a los del
interior, especialmente a los más abandonados, antes de que se vayan a otras
partes? No nos rindamos ante la magnitud de los problemas y ante la
superficialidad de críticas e impresiones. Con la fuerza de Dios y el esfuerzo de
nuestra acción comprometida seguiremos adelante ayudándonos los unos con
los otros. Lo importante es quitar de nosotros todo aquello que impide que los
otros sean felices y que hagamos una Rioja Mejor y una Diócesis como la quiere el
Concilio, que es lo mismo, como la quiere Dios.

42
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

20 de febrero de 1972

Carta pastoral en la cuaresma

“Urge escuchar la voz de Cristo y llegar incluso a opciones y rupturas interiores si


queremos cambiar nuestra manera de vivir"

Queridos hermanos y amigos: Esta carta pastoral que les envío es fruto de
prolongada reflexión ante el Señor y de un gran amor por esta Iglesia local de La
Rioja, que es nuestra comunidad diocesana.

El hombre nuevo, hombre convertido a Dios

"Conviértete y cree en el evangelio". Así comenzamos la cuaresma en la liturgia


del miércoles de ceniza.

Este urgente y gozoso llamado de Cristo: "Convertíos porque ya llegó el reino de


Dios" (Mt 4, 17; Mc 1, 15), es un verdadero evangelio, una verdadera buena nueva
para el hombre de nuestro tiempo, y reclama su respuesta, dada como la del hijo
pródigo: “Me levantaré e iré a mi padre” (Lc 15, 18). Sólo el que después de haber
escuchado el evangelio y haberlo aceptado en su corazón, por una gracia del
mismo Dios viviente y Padre de las misericordias, lo pone por obra, "será el varón
prudente que edifica su casa sobre roca". Será el varón justo "que vive de la fe"
(Gál 3, 11), y actúa esa fe por la caridad o amor (Gál. 5, 6). Por eso, si la fe no
produce obras, es de suyo muerta (Sant 2, 17).

Convertirse es mucho más que renunciar al pecado, mucho más aún que recibir
el perdón de los pecados: es el regalo o don de Dios de una vida nueva, un nuevo
ser engendrado por la “semilla divina” (1 Jn 2,29; 3,9; 4,7; 5,1). Es renacer "de lo
alto por el agua y el Espíritu", es una transformación íntima y profunda en el
corazón del hombre, llamada por Jesucristo nuevo nacimiento”, “nacimiento de
Dios” (Jn 1,11; 3,35). El que es definitivamente de Jesucristo se ha hecho una
nueva criatura. Lo viejo ya pasó, todo se ha hecho nuevo (2 Cor 5, 17; Ef 4, 22; Gál
6,8). El convertido es el hombre nuevo, es el hombre de la luz.

Respetar la dignidad del hombre como la respeta Dios

Se pregunta el autor del salmo ocho, dirigiéndose a Dios: "¿Qué es el hombre...?"


Y responde: "Lo has hecho apenas menor que un dios, coronándolo de gloria y
honor, y constituyéndolo señor de todas las cosas…"

La misión y función del hombre es dominar la creación, hacer presente en el


mundo el poder de Dios. Es un mandato, pues él es imagen y semejanza

43
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

de Dios, para que domine el mundo y lo cuide, lo cultive y desarrolle, no como


individuo cerrado sobre sí mismo, sino como miembro de la comunidad humana.
El hombre debe glorificar al Padre junto con la creación.

“Conviértete y cree en el evangelio”: esta palabra seguirá resnando como


comprometedora invitación que Jesucristo formula a cada uno. Pero el evangelio
sin Cristo crucificado no existe para nosotros. Como pedía san Pablo al comienzo
de la fe, no reduzcamos tampoco nosotros la "locura de la cruz", porque es
“sabiduría de Dios”.

Si la resurrección de Jesucristo está en el corazón del evangelio y constituye


nuestro futuro, dejemos que nuestra esperanza en esa promesa se haga realidad
en el mundo, a través de una conducta que no está dispuesta a tolerar ningún
conformismo, ninguna discriminación entre los hombres, ninguna explotación del
hombre por el hombre. Esto es un don, una responsabilidad del hombre. Esto es
una gracia de Dios, una gran tarea que hemos de realizar.

La liberación consiste en promover un hombre nuevo en Cristo

Este es el hombre nuevo que anunciamos y que infatigablemente buscamos


ayudar a realizar en cada hombre y mujer de nuestra comunidad diocesana, sin
distinción alguna.

Pero es preciso tener las actitudes interiores necesarias y ejercer la acogida


generosa y sincera para que el hombre crezca en humanidad. Esta es la
liberación que incansablemente buscaremos llevar a cabo en nuestra acción
pastoral diocesana; la que esta descrita en la unidad de los libros de la Biblia, en
la Antigua y la Nueva Alianza; la que se actualiza y se expresa en lenguaje
moderno y captable para los hombres de nuestro tiempo por medio del
magisterio de la Iglesia.

Este es el hombre nuevo que debemos realizar en cada uno de nosotros, llámese
obispo, sacerdote, religioso, religiosa o laico. Este es el hombre nuevo que
ofrecemos a todo hombre de corazón recto. La invitación de cuaresma:
“Conviértete y cree en el evangelio”, seguirá siendo el meollo de nuestra vida
como Iglesia local. Y la invitación es para todos; por ello la respuesta deberá ser
personal y verdaderamente libre.

Trabajar por la justicia es fortalecer el hombre nuevo

Mientras el Señor nos siga regalando vida, obremos el bien... Pero si miramos
detenidamente nuestra situación actual, tanto en lo personal como en la vida
pública, advertiremos inmediatamente que es preciso rectificar muchas cosas si
queremos ser fieles a ese hombre nuevo de que hablamos antes.
En la última asamblea del episcopado, decidimos redactar, cada obispo en su
diócesis, una carta pastoral con motivo de la cuaresma, y para ello

44
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

aunamos los criterios fundamentales acerca de la vida moral de nuestra sociedad


argentina. Que es menester cambiar de conducta en la vida privada y pública
resulta una cosa tan evidente que no merece probárselo.

Urge que nos pongamos ante nuestra conciencia con una sinceridad objetiva y
cruda para que, habiendo hecho el silencio necesario para escuchar su voz,
lleguemos a tomar las opciones y a efectuar las rupturas interiores requeridas
para cambiar nuestra manera de vivir.

El aburguesamiento que practicamos nos está insensibilizando ante los más


urgentes reclamos de la conciencia. Pero advertimos también que no tenemos
paz; vivirnos asfixiados y en un vacío interior que nos lleva hasta la alienación.
Nada nos satisface. Rechazamos frecuentemente el más fundamental
cuestionamiento de la vida, hasta con agresividad hacia nosotros mismos y hacia
los demás. Constatamos la contradicción entre lo que decimos y lo que hacemos.

Un planteo para profundizar el concepto de moral

Las diversas manifestaciones de inmoralidad de la vida diaria (la que no se refiere


solamente al sexo) están tocando fondo y se escuchan por todas partes las
expresiones del hastío, el cansancio y la urgencia de un cambio en lo privado y en
lo público. Ello nos debe hacer abrir los ojos, para aprender la lección que
dolorosamente nos está brindando la sociedad en que vivimos. No es un grito de
desesperación ni de pesimismo, sino un grito saludable de esperanza y de
sinceridad para con nosotros mismos, para con nuestros hermanos y para con
Dios, si aún alcanzamos a distinguirlo presente y operante en la vida. Es bueno y
urgente reflexionar acerca de los "signos" que se manifiestan en nuestra
sociedad.

No nos escandalicemos ni rasguemos las vestiduras si debemos señalar que


existen hombres que no ven a Dios en la vida: que viven la angustia, a veces
desesperante, de la búsqueda del sentido de la existencia: que odian, que matan.
Porque también están aquellos que no comen: que viven infrahumanamente; que
no pueden curar sus enfermedades; que no tienen acceso a la cultura; que son
silenciados en sus legítimos derechos de personas; que viven encarcelados por
querer salvar la dignidad del hombre hecho a imagen y semejanza de Dios...

Quizá colamos el mosquito y nos tragamos el camello. Es hora de convertirnos y


de no seguir mintiéndonos a nosotros mismos ni de mentir a quienes sueñan con
una sociedad nueva, más humana y más conforme con el plan de Dios. Pienso en
ustedes, jóvenes, que Frecuentemente deben pagar el precio duro de la droga,
que se sienten impulsados al rechazo de todos los valores que parezcan
comprometidos con el pasado, que gritan lo que no quieren y detestan todo lo
que tienen.
Y mientras tanto, seguimos escuchando y leyendo a diario las mismas palabras:
"moral", "orden", "disciplina", "valores tradicionales", "ley", "Dios", "Iglesia"...

45
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Quisiera señalar algunas manifestaciones de inmoralidad, con la finalidad de que


esto nos ayude a pensar y optar en la vida, sea ella privada o pública.

No debemos sentirnos fuera de época si señalamos que es inmoral una


orquestada y comercializada pornografía que invade nuestra vida ciudadana,
hasta hacer perder el gusto y el sentido de la vida... Es inmoral domesticar y
despersonalizar a un pueblo con una propaganda dirigida "inteligentemente", que
mata la creatividad, entre otros valores… Es inmoral el machismo, que considera a
la mujer corno una cosa u objeto de placer... Es inmoral el auge
“inteligentemente” comercializado de la droga, que quiebra y corrompe a nuestra
juventud con una felicidad ficticia, fruto de una sociedad caduca que reclama
cambios sustanciales...

Pero es también inmoral el que ejerce el vil oficio de delator, y manosea la


dignidad de las personas... Es inmoral cl que pervierte su vida y la desfigura con la
triste imagen del calumniador... Es inmoral el torturador que agudiza su
inteligencia para atormentar a sus hermanos, física, psicológica y moralmente… Es
Inmoral el usurero y el opresor... Es inmoral el que usa de su responsabilidad de
servidor de la comunidad para la coima o para corromper a sus subalternos con
el afán de lucro, status o poder... Es inmoral el que es infiel y traiciona a su
hermano... Es inmoral el que obstaculiza, para satisfacer sus propios intereses,
todo auténtico cambio que haga más feliz al pueblo silenciado, marginado,
explotado...

Es inmoral el que profana su hogar con la infidelidad, considerándola como


timbre de hombría... Es inmoral el que comercializa su profesión, sin importarle
las vidas inocentes, la dignidad personal de sus clientes y pacientes o la
eliminación de un ser humano en el seno materno... Es inmoral el
aprovechamiento de situaciones económicas desesperadas, y de la debilidad
humana, para prostituir a la mujer... Es inmoral el que administra la justicia
venalmente.. Es inmoral todo gesto que degrada a la mujer y la convierte en
articulo codiciable y comercializable... Es inmoral toda ley injusta... Es inmoral la
represión que atenta contra el legítimo y verdadero uso de la libertad... Es
inmoral la mentira institucionalizada... Es inmoral el que siembra odio y división...
Es inmoral el que pervierte los medios de comunicación social para lograr más
lucro, para corromper o dominar y no para ser servidor de la verdad... Es inmoral
orquestar intereses para ahogar fuentes de trabajo... Es inmoral el robo
institucionalizado... Es inmoral sofocar la vida de un pueblo con monopolios fríos
e inhumanos.

Volver la espalda al mal y prepararse para la pascua

Esta pintura de distintas maneras de inmoralidad (que no agota toda la realidad)


no busca, como ya se dijo, subrayar lo negativo. Si señalamos los efectos de la
situación actual es porque urge buscar las causas y decididamente ponerle
remedio.

46
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Tarea difícil y compleja, pero necesaria y que nos implica a todos: a las
autoridades y a la comunidad. No olvidemos que en el corazón del mismo
hombre radica un desequilibrio profundo, que es necesario armonizar. Con las
solas fuerzas humanas no lo lograremos.

Los cristianos ofrecemos la realización del hombre en Cristo, plenificado en su


pascua. Tenemos que dimensionar la realidad del pecado y las consecuencias del
mismo, para entender la estructuración de una sociedad que adolece de fallas
sustanciales.

Convirtámonos y creamos en el evangelio. Ello debe constituir la gran tarea y el


esfuerzo personal y de toda la comunidad diocesana en esta cuaresma. Así nos
prepararemos a vivir en verdad la pascua del Señor.

47
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 14 de abril de 1974


Mensaje en la Pascua

El apóstol San Juan en su primera carta nos dice: “LA VIDA SE DIÓ A CONOCER
… LO QUE HEMOS VISTO, LO QUE HEMOS OIDO, LO QUE HEMOS TOCADO CON
NUESTRAS MANOS, ESO SE LO TRASMITIMOS A USTEDES …
NOSOTROS OÍMOS DE ÉL MISMO SU MENSAJE Y SE LO ANUNCIAMOS A
USTEDES”.

Hoy, en este día de Pascua, les anuncio nuevamente: ¡CRISTO RESUCITÓ!


Anunciar la pascua es anunciar nuevamente la alegría de la esperanza cristiana,
fundada en la certeza de la Vida, que es Cristo resucitado. Lo que le anunciaba el
apóstol Juan a su comunidad cristiana, eso mismo le anuncio a toda la comunidad
cristiana de LA RIOJA por ser sucesor de los apóstoles y testigo de la resurrección
de Cristo, por la comunión que une a esta IGLESIA con la IGLESIA de los
apóstoles, testigos directos de aquella primera pascua. Y Con el mismo apóstol
Juan les anuncio esta pascua en este AÑO SANTO, “para que tengan alegría y esa
alegría sea perfecta”. Esta alegría pascual se la anunciamos también a todos los
hombres, hermanos nuestros, que siendo de corazón bueno y recto le quieran
dar cabida en su corazón; porque, sigue diciendo Juan, “Dios es Luz y en Él no hay
tinieblas”.
Les hago llegar este mensaje pascual con toda la fuerza de mi alma, con toda la
certeza que nos da la Palabra de Dios. Para nosotros, esta pascua nos es muy
necesaria. A su luz debemos examinar toda nuestra realidad actual.
Porque ser TESTIGOS de la pascua de Cristo significa asumir la estupenda y difícil
misión que el mismo Cristo nos confió, para que descubramos y aprendiéramos
dónde está el fundamento del HOMBRE NUEVO. Nos ayudará también a
dimensionar el sentido profundo del SUFRIMIENTO, que se origina cuando
queremos llevar a la vida de nuestro pueblo riojano todo lo que supone vivir muy
en serio el Evangelio, que no es otra cosa que vivir a fondo la Cruz que
meditamos el Viernes Santo y la Vida Nueva que nace de la Resurrección del
Señor. Aquí debemos buscar también la fuente, para comprender a la Iglesia, que
se esfuerza por caminar con su pueblo guardando fidelidad a su
origen divino.
Y si Cristo resucitó, todo se ilumina en nuestra vida. Tiene sentido nuestra alegría,
nos inunda interiormente una paz profunda e inquebrantable, y nuestra
esperanza tiene firmeza inconmovible. Porque Cristo resucitó, todo deberá ir
cambiando, en nuestro pueblo hasta lograr ser un pueblo interiormente rico, con
la sabiduría de Dios, y exteriormente fraterno, con la fuerza que nos da la
Fe, la Esperanza y el Amor. Andan do por nuestros pueblos riojanos cómo
constata uno que en muchos hermanos nuestros la pascua de Cristo es como el
pan de cada día en sus vidas. La sabiduría que brota de sus labios es fruto de un
Bautismo que se lo ha ido madurando interiormente, hasta hacer de la persona
una presencia contagiante de la pascua. Es como si tocáramos la presencia viva
de Cristo.

48
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Pero también somos conscientes que vivir la pascua en cada uno de nosotros, y
hacer de una comunidad diocesana una comunidad plenamente pascual, no es
fácil. Es tarea difícil y constante; es tarea que debe ser realizada con gran
serenidad interior, pacificados interiormente; es tarea exigente; sin demora y
constantemente, sin miedos. Para esto nos ayuda aquello de San Pablo: “Sé en
Quien creo y en Quien espero y en Quien confío”.
Partiendo de la visión de la pascua de Cristo, nuestra Iglesia Diocesana (lo hemos
repetido más de una vez) es RIOJANA y es UNIVERSAL; es Una, Santa, Católica, y
Apostólica; quiere vivir cada vez más con sentido de pascua toda su vida y toda su
misión evangelizadora y santificadora; y a la vez con conciencia de PEREGRINA,
limitada, pobre, y en esperanza. Porque posee los signos dolorosos
de la cruz; porque es precisamente “peregrina”; al mismo tiempo también posee
todo el DON DE DIOS, que es el Cristo pascual.
Porque somos una Iglesia peregrina, siempre se irá conjugando el sufrimiento de
la cruz con la alegría de la pascua. En este sentido no nos es necesario traer
muchas razones; es suficiente constatar diariamente lo que estamos viviendo en
La Rioja. Y a este propósito, queremos manifestarles que, así como les anuncio la
pascua, les comunico el agradecimiento que debemos tener para con Cristo por
la gracia privilegiada que nos ha concedido, a saber: lo que me ha hecho sentir
“en carne propia”, lo que le hace sentir a toda la comunidad eclesial diocesana, lo
que le hace sentir a todo nuestro Presbiterio riojano, a nuestras Religiosas y a
muchos de nuestros hermanos cristianos… especialmente a nuestros hermanos
más débiles, indefensos, pobres material y moralmente.
Pareciera que se reeditara el CRUCÍFICALE del Viernes Santo; pareciera que se
reeditaran todos los PERSONAJES, los HECHOS, las ACTITUDES, los SILENCIOS, las
TRAICIONES, y las ESTACIONES del via crucis que vivió y asumió Cristo para
redimir a la humanidad en la cruz.
Ustedes comprenderán que si esta pascua de la Diócesis es más evangélica, lo es
porque ha sido y lo continúa siendo más purificada en su cruz. Nos podemos
preguntar: ¿POR QUÉ el Señor eligió a la Diócesis de La Rioja para probarla así? …
¿POR QUÉ es objeto de la predilección de Dios con este sufrimiento?
Dos preguntas que pueden servir muy bien para la reflexión personal y
comunitaria.
Lo cierto es esto: solamente la Fe nos podrá dar la respuesta adecuada.
Toda otra óptica es equivocada. Así la debemos ver nosotros los sacerdotes,
ustedes las Religiosas y ustedes cristianos. Cabe también esta pregunta: ¿QUÉ
exigencias tiene Cristo para nosotros este Año Santo al hacernos vivir en una
Iglesia diocesana que es permanentemente SIGNO DE CONTRADICCIÓN?
Unos la insultan y la agravian; y otros la descubren con rostro más evangélico y
caminando a una pascua verdadera.
¿Por qué se dan estas dos actitudes?
Cuando hablamos de HOMBRE NUEVO, también hablamos de COMUNIDAD
NUEVA. No sólo el individuo debe ser pascual, sino toda la comunidad.

49
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

¡Cuánta tarea nos resta por hacer en nuestra provincia y Diócesis de La Rioja!!!
Todavía resta mucho por hacer, a nivel personal, familiar, a nivel de barrios y de
pueblo. Esto no quiere decir que no se esté haciendo mucho. Pero no nos
durmamos sobre los laureles de las realizaciones que van concretándose. Cada
vez que hacemos algo para que algún hermano nuestro o un grupo de
hermanos o un pueblo o toda la Provincia o Diócesis, para que seamos más
felices, crezca la vida por dentro y vivamos más fraternalmente, estamos
haciendo UN POCO MAS DE PASCUA. Todo esto nos dice que la pascua, que con
alegría celebramos y es motivo de encontrarnos familiarmente, aún no está
acabada ni es completa.
NUESTRA ALEGRÍA PASCUAL ES como el gozo de la madre que da a luz al hijo
con dolor; y con dolor lo debe seguir acompañando en la vida hasta que madure
como hombre, y como cristiano si es bautizado; es como la alegría del hombre
que con dolor llegó al conocimiento de la Fe cristiana, y nace a la Vida
Nueva en una fuente bautismal; es como la alegría del hombre cristiano que con
dolor lucha para ser limpio de corazón, sincero, e interiormente pacificado, para
sentarse a la Mesa de la Eucaristía en comunión con Cristo y con sus hermanos,
para que el Manjar del cielo sea de “bendición” y no de “maldición”, como dice
San Pablo; es como el gozo del cristiano, que agobiado por la culpa, con hambre
de paz y de reencuentro, emprende dolorosamente el camino del “hijo pródigo”
hasta lograr renacer un hombre nuevo en el abrazo de la misericordia y del
perdón con su Padre y con sus hermanos; es como la alegría de la pareja de
jóvenes que con dolor maduran el amor, hasta convertirlo en Sacramento
pascual en el matrimonio; es como la alegría del hombre elegido para ser
“dispensador de los Misterios de Dios” en el Sacerdocio, pero que debe
emprender un camino doloroso hasta que por “la imposición de las manos” toda
su persona quede ungida constituida sacerdote para siempre; es como la alegría
del hombre que dolorosamente llega al término de su existencia, y en el umbral
de la muerte purifica toda su vida con la Unción de los Enfermos que nace de la
pascua, para que en su encuentro definitivo con el Padre la pascua sea acabada,
sea pascua eterna; es como la alegría de un pueblo que dolorosamente va
haciendo su propio camino de liberación, como pueblo nuevo de la pascua; es
como la alegría del hombre bautizado que con dolor va madurando la Fe, la
Esperanza y el Amor, hasta que el Espíritu Santo lo marque y lo unja con el
crisma de la Confirmación, haciéndolo TESTIGO; es, muy en riojano y de hace
tres días, la alegría de nacer que tuvo CLAUDIA PAREDES con su llanto diciendo
“aquí estoy”; “con el dolor de morir que tuvo Roxana Acosta con su llanto
diciendo “ya me voy”, las dos junto al mismo Señor de la Peña, el Cristo que
moría para resucitar.
Como ven, siempre existe una PASCUA inacabada, una CRUZ que purifica y
empuja hacia la pascua. Todo lo que estamos viviendo hoy en La Rioja tiene aquí
su sentido y su explicación más honda.
Y si las caravanas de peregrinos y promesantes “velan” al Cristo del Viernes Santo
junto al Señor de la Peña o en casas particulares, reflejando en sus rostros y en
la marcha el sufrimiento causado por una “sociedad de

50
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

consumo” que busca sólo “tener más” pero no “ser más”, esto nos dice que la
pascua aún es inacabada.
Y si nuestro pueblo vive situaciones indignas de un hijo de Dios porque a la
sociedad en que vive le importa más tener brazos productivos para ganar más
dinero, y no para tener un pueblo más feliz, la pascua es inacabada, es
incompleta.
Y si la Iglesia en su misión irrenunciable de ser evangelizadora y santificadora de
los pueblos, entendida su misión como se la entregó Cristo y no como la pueden
definir o indicar las opiniones fluctuantes o intereses de los hombres que buscan
sus propios intereses, es considerada como PERTURBADORA DEL ORDEN
ESTABLECIDO, enemiga de su pueblo a quien debo servir, sospechada de
ideologías distintas del Evangelio de Cristo; nos quiere decir que la pascua es
incompleta y que hay que seguir, aún con mucho dolor, construyéndola.
Y si en nuestro pueblo siguiesen existiendo hermanos nuestros a quienes se les
negase los más fundamentales derechos, aún el de expresarse (catalogados por
Pablo VI como “los sin voz”), quiere decir que nuestra pascua es incompleta, que
debemos seguir construyéndola sin desmayo y con esperanza.
HERMANOS, sigamos desentrañando todo lo que significa esta afirmación, que es
a la vez un ANUNCIO GOZOSO:
¡¡¡CRISTO RESUCITÓ!!! CREYENDO EN LA VIDA, SIGAMOS CAMINANDO EN LA
ESPERANZA.

A María, Madre del Camino y de la Esperanza, le confiamos nuestra pascua


inacabada.

LA RIOJA, abril 14 de 1974.

Enrique Angelelli

51
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 21 de abril de 1974


SEGUNDO DE PASCUA

Hermanos y Amigos Radio oyentes de L.V.14


Con el espíritu y con el sentido profundo de la Pascua del Señor, seguimos
peregrinando durante este Año Santo para que sea efectivo, cada vez más, el don
de la “reconciliación”, exigido por nuestra condición de cristianos, para con
nuestro Padre Dios y entre nosotros, como hermanos. No nos cansaremos de
seguir proclamando los fines de este Año Santo en nuestra diócesis. En este
sentido trataremos de ayudar a remover todos los obstáculos para que este Año
de Gracia llegue, como una fecunda lluvia en el corazón de nuestro pueblo.
Con este fin hemos querido realizar este año, los “ejercicios espirituales” todos los
sacerdotes, en la hermana diócesis de Catamarca, los sacerdotes de La Rioja, que
tenemos la misión confiada por Cristo de ser pastores de este pueblo. Elegimos
Catamarca para realizar este encuentro sacerdotal, en la oración y en la revisión
profunda de la vida para ser más fieles a nuestra misión, con espíritu de
peregrinos junto a la Virgen Madre del Valle. Si hemos dejado durante una
semana nuestras comunidades, ha sido para retornar a ellas con renovado
espíritu evangélico, templado en la oración y en la búsqueda de mayor luz y
fortaleza para afrontar las cruces, que también aparecen en el camino.
Y, cuando ayer bajábamos del cerro del Rodeo en peregrinación al Santuario de la
Virgen del Valle, sentimos la necesidad de vivir hondamente nuestro sacerdocio
en una concelebración eucarística junto a la Madre.
Sentimos la necesidad de decirle a la Virgen Madre, nuestro profundo
agradecimiento por las maravillas que hace el Señor en sus hijos sacerdotes.
Sentimos la necesidad de cantar juntos el mismo canto que Ella cantó en la casa
de Isabel: “mi alma canta dichosa al Señor… porque miró nuestra pequeñez…
porque hizo grandes cosas en nuestra fragilidad humana… porque nos eligió
sacerdotes de su pueblo… porque guardó en su pueblo que es el riojano el regalo
de la Pascua de Cristo como fuente de Vida, de Fraternidad y de Paz…”.
Peregrinamos al Santuario de la Virgen del Valle, con los sentimientos y el sentido
del peregrino de un año de gracia y perdón para volver a nuestras casas con la
fuerza que da Dios por caminos distintos a los de los hombres. Para ser mejores
servidores; para seguir presidiendo nuestras comunidades; para seguir
entregando el pan de la Palabra de Dios y celebrar los sacramentos de
Cristo con nuestro pueblo. Hemos orado por todos ustedes junto a la Virgen; por
todas y cada una de nuestras comunidades parroquiales; por nuestros enfermos;
por nuestros niños y nuestra juventud; por nuestras familias; por quienes tienen
la difícil misión de ejercer el poder civil; por los que están más necesitados
material y moralmente; por nuestros hermanos costeños; por quienes tienen una
dolorosa medida espiritual en sus almas; por todo nuestro pueblo riojano. Allá
quedó, junto a la Virgen

52
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

del Valle, la oración eucarística de todo el presbiterio de la Rioja por ustedes.


Solamente se puede entender este gesto del Presbiterio de La Rioja, si lo vemos
con espíritu de Fe. Ver de otra manera, se puede hasta prestar a tergiversaciones,
como se ha prestado. Pero esto no interesa. Y si damos importancia a este
Encuentro Espiritual y Sacerdotal de los sacerdotes de La Rioja, es para decirles
que debemos darle gracias a Dios por pastores que presiden las comunidades y
entregan sus vidas sacerdotales entre ustedes. Medimos también todo lo que
importa ser sacerdote hoy; todo lo que supone ser signos de contradicción; todo
lo que exige anunciar el Evangelio que es la Palabra Viva de Dios; todo lo que le
acarrea, hoy a un sacerdote el compartir sufrimientos y alegrías de su pueblo. Las
confidencias que Cristo Sacramentado recibió cada día de estos ejercicios
espirituales de cada sacerdote de La Rioja solamente pueden ser medidas por el
mismo Cristo y por la mayor entrega gozosa y esperanzada en el ejercicio de la
misión sacerdotal entre ustedes. También dejamos junto a la Virgen nuestro
agradecimiento y la oración por nuestros hermanos catamarqueños.
Con la luz y la fuerza de la oración hemos podido concretar decisiones para la
diócesis, en beneficio de todos ustedes, y que a su tiempo les daremos
publicidad. Si entendiéramos todos que la misión sacerdotal en un pueblo es
fuente generadora de fraternidad, de justicia y de paz, de otra manera algunas
veces opinaríamos y obraríamos. Más aún, de otra manera veríamos el ejercicio
de la misión sacerdotal en cada pueblo. Quizás, la preocupación sospechosa de la
misión sacerdotal en La Rioja, se convertiría en gozosa y confiada espera de que
nunca nos falte el regalo de Dios a su pueblo como es el Don del Sacerdocio a
una comunidad.
Con la luz y la fuerza de la oración, hemos decidido que en este Año Santo,
quitaremos, en lo que respecta a nuestras posibilidades, todos los obstáculos que
puedan no ayudar a reencontrar el perdón de Dios en el sacramento de la
reconciliación. Seremos mejores ciudadanos si somos capaces de mayor
reconciliación en nosotros. Seremos reconciliados con Dios por su perdón, si
somos capaces y sentimos la necesidad de ser perdonados. Con una vida
desarreglada, que camina en la mentira y busca ocultar lo que no se es capaz de
confesar públicamente, no honraremos a Dios Padre ni seremos protagonistas de
la felicidad de nuestro pueblo.
La Pascua de este Año Santo nos pide intensificar nuestra oración personal y
comunitaria para que se haga la luz donde aún hay tinieblas. Esto no quiere decir
que no intensifiquemos nuestra tarea apostólica, con mayor alegría y esperanza,
en la opción pastoral que un día, con la ayuda de Dios y la seguridad de la
protección de María y de San Nicolás, un día hicimos.
Por eso, como consecuencia de esta opción pastoral, pedimos a toda la diócesis
que elevemos oraciones al Señor para que, de ser verdad informaciones que
corren, ninguno de nuestros hogares tengan que sufrir la falta del pan necesario
de cada día, por disposiciones que puedan ser tomadas que afectarían a muchos
hermanos nuestros riojanos. Si fuese necesario sumar nuestra voz a la voz de
nuestro pueblo y de nuestros gobernantes para que el orden nacional se
sensibilice ante posibles angustias de muchos hogares, desde ya, la empeñamos
para que se tenga en cuenta nuestra realidad riojana.

53
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Concretamente, si los recursos materiales que vienen del orden nacional son
cercenados y esto trae como consecuencia inmediata cesantías de hermanos
nuestros en el trabajo, creemos que es un deber pastoral no quedarnos en
silencio. Sin dejar de lado gestiones necesarias y eficaces, nosotros, como pueblo
acompañaremos con la oración diciendo con más fuerza: “PADRE NUESTRO QUE
ESTÁS EN LOS CIELOS… que no nos falte el pan de cada día…” –
Enrique Angelelli.

54
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja 5 de mayo de 1974


CUARTO DE PASCUA

SALUDOS: Hermanos y Amigos Radioyentes de L.V. 14 de La Rioja.


Reciban ustedes los buenos días al dar comienzo a esta Misa Radial. En este
domingo dedicado al BUEN PASTOR, de una manera especial saludo a todos mis
hermanos sacerdotes, pastores del pueblo de Dios y que presiden comunidades
cristianas. Un saludo agradecido, también en este Día dedicado mundialmente a
las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas. A la Obra de las Vocaciones de la
Diócesis, destacando la benemérita obra que vienen realizando la Señora
Azucena de Pelliza y las personas que con ella trabajan en toda la diócesis. Saludo
a la Hermana Genoveva que hoy Renueva sus Votos Religiosos, saludo a los tres
jóvenes: G. Mecca, Augusto Pereira y Eduardo Máximo Fischer que esta tarde
recibieron el Orden del Diaconado. Saludo a la Parroquia del Tiro en su Fiesta. Al
Pueblo de Santa Cruz en su día y al pueblo de Santa Cruz en Famatina.
Saludamos a nuestros hermanos catamarqueños en la Fiesta de la Virgen del
Valle: nos unimos con la oración, con el afecto y en la alegría de este día.
Saludamos al Hospital Plaza en sus 50 años de vida. Saludamos como siempre, a
ustedes hermanos enfermos, ancianos y presos. Saludamos a la Vicaría 4 de junio
que acaba de celebrar sus fiestas patronales de San José. A Villa Unión por la
Fiesta de la Peña.
LA MISA:
Se comienza con un canto.
Señor ten piedad de nosotros.
Gloria y oración.
Una lectura sola; la hace Ortiz: HECHOS… Evangelio.
CREDO…
REFLEXIONES ACERCA DE UNA DECISIÓN PASTORAL EN EL AÑO SANTO
Estamos viviendo un tiempo privilegiado para los cristianos y para todos los
hombres de “corazón recto”. Este tiempo se llama: AÑO SANTO; para
comprenderlo mejor tenemos que recurrir a la Biblia donde se habla de los
“Jubileos” y a la historia de la Iglesia que los viene celebrando desde el 1300.
A nosotros nos toca ahora vivir el Jubileo de 1974-1975.
El objetivo grande de este Año Santo es: “RECONCILIAR Y RENOVAR”.
Apunta a lo más profundo del corazón humano: toca a “todo el hombre y a todos
los hombres”. Esta “reconciliación” dice relación con Dios; nuestro padre y con
nuestros hermanos. Quizás tanto repetir estas palabras, pueda hacer perder toda
la riqueza que encierran.
“Este es el anuncio que les traigo: el Reino de Dios está cerca; CONVIÉRTANSE,
PERDÓNENSE, PÓNGANSE EN PAZ e intenten comprender que ésta es la hora del
“paso” de Dios”, decía el Santo Padre Pablo VI el 24 de octubre de 1973.
Y a medida que vamos viviendo este “Año Santo”, vamos también descubriendo
todo lo que exige Dios en este “su paso” entre nosotros. Para percibir bien “su
paso” nos es necesario estar “pacificados”

55
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

interiormente; sólo así nos convertiremos en buenos y evangélicos constructores


de “paz“ y de “reconciliación”.
Todo esto es exigente, hondo y con dimensiones individuales y comunitarias.
Y habíamos acabado de vivir una Cuaresma preparatoria para celebrar la Pascua.
Luego, con “todo eso” que significa la Pascua, nos fuimos al “silencio y al retiro”.
Éramos los sacerdotes de La Rioja. Éramos EL PRESBITERIO RIOJANO.
Fuimos con alma de peregrinos de “Año Santo”; dedicamos una semana a la
oración y a la reflexión; fuimos a desentrañar toda la hondura que tiene esa
“reconciliación y esa renovación”, guiados por la meditación del PADRE NUESTRO.
Luego peregrinamos al Santuario de la Virgen del Valle. Allí sentimos necesidad de
hacer nuestra oración de gratitud; decir: “gracias”. Concelebrar la Eucaristía en su
altar y dejar junto a ella nuestra oración sacerdotal y de pastores por nuestro
Pueblo Riojano. Mientras tanto, habían quedado en La Rioja nuestras hermanas
las religiosas y ustedes hermanos de las Comunidades Cristianas, en largas vigilias
de oración. Creemos que esto es fundamental para la vida de todos los días y
para preparar “DECISIONES IMPORTANTES” que dicen relación a toda nuestra
Iglesia Local Riojana.
Una vez más vemos cómo se nos exige una doble FIDELIDAD: a Dios y a nuestro
pueblo, que no se contraponen sino que guardan estrecha comunión.
Aquí es donde radica nuestra “OPCIÓN DIOCESANA PASTORAL”, que una vez más
ratificamos. Siempre se nos seguirá exigiendo en la vida la actitud evangélica de
conjugar la CRUZ con la RESURRECCIÓN, o mejor: toda Cruz camina a la
Resurrección. Para que ésta sea verdadera, supondrá siempre aquella. Esto
también, de tanto repetirlo se nos va haciendo carne de nuestra carne. El Apóstol
Pablo nos dirá: “…me complazco en mi debilidad, en los oprobios, en las
persecuciones, soportadas por amor de Cristo; porque soy débil, entonces soy
fuerte…” (2 Cor. 12, 10). No comprender esto es no comprender, tampoco, el
proceso liberador de un pueblo.
UNA DECISIÓN DE AÑO SANTO
Les decía que fue necesario “retirarnos” en búsqueda de “silencio” y de mayor
oración, para percibir mejor el “paso” de Dios, en este Año Santo, por La Rioja. Así,
nuestras decisiones estarían cimentadas en lo “sólido”, a pesar de nuestras
“debilidades” y limitaciones humanas.
Con la “fuerza y el espíritu” de este Año santo, no escatimaré esfuerzos posibles
para que este “paso de Dios”, sea aprovechado por TODOS sin exceptuar a nadie.
Porque esta Iglesia Diocesana, más que nunca desea, en cuanto de ella dependa,
“remover” los obstáculos que impidan la felicidad de su pueblo.
Por eso, entre otras resoluciones tomadas en estos Ejercicios Espirituales, he
tomado la siguiente: LEVANTAR LA PENA ECLESIÁSTICA DEL “ENTREDICHO
PERSONAL” a los trece hermanos señalados en el Decreto del veintiuno de junio
de mil novecientos setenta y tres.
Si fue dolorosa la medida que, entonces, debí tomar, hoy es causa de alegría la
resolución que tomo, en el nombre del Señor, de levantar el “ENTREDICHO
PERSONAL” a estos hermanos señalados. 

56
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

ambas resoluciones fueron dictadas “por amor” a sus personas y a un pueblo a


quien me debo como Obispo, puesto por el Señor para servirlo en la Verdad y en
el Amor. Puede darse fácilmente otra interpretación. Pero esta es la verdad.
Además, la malicia y la debilidad humanas tienen otros “intereses” y otras leyes,
que nunca podrán armonizarse con el verdadero “amor fraterno”. Esta resolución
que tomamos, ha sido madurada en la presencia de Dios y con la oración y la
reflexión de un examen delicado, profundo y cristiano de la Comunidad
Diocesana, especialmente, sacerdotes, religiosas y cristianos de diversa condición
social.
Es una resolución que tiene un proceso doloroso y riquísimo en lecciones para la
vida individual y comunitaria. Con esta resolución no se puede decir que ya se
celebra la Pascua. Sigue siendo inacabada esta Pascua. Por eso, estamos seguros
que Dios seguirá moviendo los corazones, aún los más endurecidos, hasta
hacerles sentir la necesidad y el hambre de “paz” y de “reconciliación”.
Además, es bueno decirlo, que esta resolución estará destinada a todo tipo de
comentarios y opiniones, las más contradictorias. Quizás llegue a ser ridiculizada.
Correrá el riesgo de especulaciones políticas y pondrá en juego “intereses” los
más diversos. Quizás algunos se desorienten; otros la verán como signo de
“debilidad”; para unos significará “claudicar” y para otros un gesto de amor
fraterno, aún para aquellos hermanos que no corresponden con la misma
moneda.
Si señalo todo esto es porque han sido, también, examinadas sus consecuencias.
Aún más, les diría que si buscamos fundamentar esta resolución con razones
puramente humanas, la respuesta sería el “desconcierto” en cambio si la
fundamentamos con razones que sólo tienen como fuente el Evangelio y el
desarrollo profundo del proceso de nuestro pueblo, la respuesta es simple:
seguir brindando “gestos” que ayuden a cambiar la vida de las personas para el
bien y no para el mal. Sencillamente por el “amor” que se desprende de la
LOCURA DE LA CRUZ.

¿CUAL ES EL FUNDAMENTO DE ESTA RESOLUCIÓN?


A todo lo dicho, respondo así: SOLAMENTE POR EL AÑO SANTO que es un año de
“gracia”. Es un gesto cristiano que quiere hacer participar de esta “gracia” a
aquellos hermanos cristianos que en estricta “justicia” no se hacen acreedores.
¿Y qué alcance tiene? nos seguimos preguntando. El siguiente: con esta
resolución se levanta LA PENA ECLESIÁSTICA del “entredicho personal” por el cual
están impedidos de recibir los Sacramentos de la Iglesia y de tener una plena
comunión con sus hermanos en la Comunidad Eclesial. Pero lo que no podemos
levantar con esta resolución es LA CULPA PERSONAL que grava sus conciencias.
Esta exige, como a toda persona que comete “pecado grave”, que antes de poder
recibir la “Absolución Sacramental” en el Sacramento de la Reconciliación, se
arrepientan y conviertan sus corazones al Señor, su Dios y Padre y reparen el
daño inferido a sus hermanos.

57
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Es decir: debe mediar una adecuada “reconciliación” con Dios y con sus hermanos
a quienes se les hizo daño. El Decreto por el cual se les imponía el “entredicho
personal” tiene clara orientación al respecto. Es una ayuda y no un obstáculo.
Les decía que con alegría levanto este “entredicho personal”. Dejo al juicio de Dios
todo lo que está referido a la CULPA. Al mismo tiempo le pido a Dios por
intersección de San Nicolás que mueva los corazones de estos hermanos
nuestros para que rehagan el camino del “Hijo Pródigo”, asegurándoles que los
espera el abrazo misericordioso de Nuestro Padre Dios. Toda la Comunidad
Diocesana espera este gesto para poder estrecharlos gozosa y fraternalmente en
un encuentro eucarístico. Mientras tanto seguiremos orando por ellos.

A TODA LA COMUNIDAD DIOCESANA


Al tomar esta resolución para con estos hermanos que pesa sobre ellos el
“entredicho personal”, no quiero solamente referirme a ellos solos. Me dirijo
también a toda la Comunidad Diocesana. Porque, Dios no lo quiera que así sea,
pueden existir otros hermanos que sin tener una “pena eclesiástica”, sin embargo
a los ojos de Dios pueden estar gravando sus conciencias con culpas que
reclaman una urgente conversión y una profunda reconciliación.
Este Año Santo es para todos. No dejemos “pasar” al Señor de largo por nuestras
vidas. Debo hacer en nombre de Cristo este llamado a toda la comunidad:
¡Hermanos! los invito a reencontrar la paz de la reconciliación y la esperanza
cristiana.
Los invito a que descubran el gesto acogedor de esta Madre la Iglesia que los
engendró a la Vida de la Pascua. Somos todos llamados a rehacer el camino del
Hijo pródigo. Unos en una medida y otros en otra. Cubrir el orgullo con el manto
de la Fe es ya caminar por los caminos que llevan al “pecado contra el Espíritu
Santo”. Le pido que sus Dones se derramen abundantemente en el “corazón” de
nuestra comunidad diocesana.

A LOS PUEBLOS DE “LA COSTA”


También para ustedes, pueblos de la Costa, les quiero hacer llegar esta palabra.
Con ustedes sufrimos y con ustedes esperamos. No pretendo exigirles que
presten crédito a la nobleza de estos sentimientos cristianos que para con
ustedes abrigo. Sé perfectamente cómo se ha ido y se sigue sembrando en
ustedes “semillas de destrucción”. Desde ya le pido a Dios, nuestro Padre, que no
tenga en cuenta este pecado. Pero debo decirlo, es grave el pecado que se está
cometiendo contra el pueblo de la Costa. El Señor tenga misericordia de sus
responsables. Por eso queremos tenderles una mano amiga y fraternal para que
no sigan pecando contra la luz.
Un día, lo creo muy cercano, verán brillar la luz verdadera en este doloroso
camino de cruz. Aunque ahora, muchos no lo comprendan bien, verán que los
llamados SUCESOS DE LA COSTA han sido el comienzo y el despertar de una vida
nueva para todo el Departamento. Más allá de los agravios, los insultos y las
anécdotas, ya ha comenzado una Pascua que lleva el vigor y la fuerza de Dios.

58
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Dios construye “maravillas” con la debilidad y con lo que los hombres en nuestra
arrogancia y en nuestro orgullo despreciamos y humillamos. DIOS ES CELOSO DE
SU PUEBLO. Lo que se construye sobre arena, no tiene mucha vida. Aprendan
siempre a descubrir el rostro vivo de Dios, especialmente en cada rostro sufriente
de muchos hermanos costeños como lo decimos también de muchos hermanos
riojanos.
También a ustedes los invito en nombre de Cristo a descubrir este “paso”
reconciliador de Dios en este Año Santo. Únanse a toda la Comunidad Diocesana
para que reparemos las graves ofensas que se han hecho a Nuestro Padre Dios
cuando hemos agraviado a nuestros hermanos más débiles e indefensos material
y moralmente. Cuando hemos herido a nuestra Madre la Iglesia.
DOS REGALOS han tenido de Dios durante estos “sucesos costeños”; a saber: el
DOLOR y la VISITA a la Costa del Representante Personal de Pablo VI, Mons.
Vicente Zazpe. Mediten serenamente lo que Dios les quiere decir con esto en
este Año Santo. Comprendo la desorientación que tienen. Aún prefiero seguir
guardando un religioso silencio antes de hacer público un detallado
y evangélico análisis de los “sucesos de la Costa”. Un día ustedes mismos me
dirán en toda su proyección, todos estos hechos.
Quiero decirles públicamente que en lo que toca a mi persona, todo lo que pudo
haber de agravio e injuria, les doy esta respuesta: EL PERDÓN y el seguirles
brindando un especial cariño. Dios es testigo de estos sentimientos. En lo que
toca a mi condición de Obispo de ustedes, puesto que son cristianos, hijos de
esta Iglesia Diocesana, que es lo mismo decir ser hijos de la Iglesia de Cristo, les
seguiré ayudando a que maduren la Fe, la Esperanza y el Amor, para que todos se
sientan hijos de un mismo Padre Dios.
En cuanto a LOS TEMPLOS de La Costa, a pesar de las tergiversaciones hechas,
NUNCA ESTUVIERON CERRADOS NI CASTIGADOS por “entredicho personal –
local”. El Decreto es lo suficientemente claro: “Los templos permanecerán
abiertos para que el pueblo haga oración, pida perdón a Dios, y ruegue de una
manera particular por la conversión de sus hermanos cristianos que tan
gravemente han ofendido al Señor en las personas de los más débiles. y
desvalidos.” (21 de junio de 1973).
Además, el 13 de junio del año pasado se dijo públicamente al exigírsenos la
inmediata salida de Anillaco, que “NO DEBÍAMOS RETORNAR MAS ni el Obispo, ni
los Sacerdotes, ni las Religiosas”. Hemos respetado esta “decisión” porque “un
grupo” manifestó que era el deseo del pueblo costeño. Más aún, desoyendo
indicaciones de orden superior, hemos tenido especial consideración durante
este tiempo, con la persona del Padre Virgilio Ferreira, anciano Párroco del lugar.
Por tanto, si estando los templos de La Costa en la situación en que están,
conforme lo hemos indicado más arriba, el hecho de la no administración de los
Sacramentos y de la celebración de los Divinos Oficios en los distintos pueblos en
forma adecuada, sólo tiene una causa: aún no existe un formal pedido a la
Diócesis del Ministerio Sacerdotal, ni se dan, aún, las garantías fundamentales
del libre y canónico ejercicio de dicho ministerio.

59
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Esperamos sin embargo que a los niveles que corresponda se garantice el


derecho que ustedes tienen, si deciden solicitar la atención sacerdotal; y a la vez
se garantice también el libre ejercicio de esta atención sacerdotal de quienes
tenemos el deber de brindársela legítimamente y conforme lo ha dispuesto el
Magisterio de la Iglesia.
Más aún, si demoramos la solución adecuada para la Costa, ello es debido a
directivas de la Santa Sede, especialmente después de lo que debió vivir el
Representante del Santo Padre, Mons. Zazpe en su visita al Departamento.
También está dada esta demora, por la situación del Padre Virgilio Ferreira. El
deberá ser hijo fiel y obediente a lo que la Iglesia, como Madre, le pide. De su
respuesta depende la solución adecuada para la Costa, conforme a indicaciones
de la Santa Sede. Espero que esa respuesta no deba ser exigida por indicación
superior a la Diócesis de La Rioja.
Finalmente, deben saberlo, buscamos soluciones religiosas solamente y no
aquellas soluciones que estén “comprometidas” con “otros intereses” que no son
los que ayudan a hacer crecer cristianamente al pueblo de La Costa.

ATENTOS a estas REFLEXIONES que preceden; puesto en la presencia de Dios,


nuestro Padre; invocando a María Madre de la Iglesia y pidiendo la intersección
de San Nicolás, después de maduro examen y pedidas las luces al Espíritu Santo:

RESUELVO
1º. LEVANTAR el “ENTREDICHO PERSONAL” en que fueron incursos a tenor de los
canones 2268 y 2269, parágrafo 2, con todas las consecuencias establecidas en el
canon 2275 del C.I.C. a las siguientes personas: señores JUAN FANOR DEL
MORAL, JUAN CARLOS CISTERNA, AMADO MENEN, CARLOS ORELLANA; FIORI
CECCONE, MANUEL MENEN, CESAR MENEN, MANUEL YAÑEZ, ROBERTO PASTOR
AVILA y SIMON NAVARRO; Profesores JOSE ALEJANDRO LUCERO y LUIS MARIA DE
LA PUENTE y Doctor HUMBERTO PAEZ.
2º. COMUNICAR a cada uno de nuestros hermanos, arriba mencionados, esta
decisión pastoral.
3º. DAR CONOCIMIENTO de esta Resolución a toda la Diócesis y pedir a nuestros
hermanos Sacerdotes que den lectura a este Documento a sus respectivas
Comunidades que presiden, explicándoles el sentido de esta Resolución Pastoral.
4º. COMUNICAR a la Santa Sede y a la Nunciatura Apostólica de nuestro país, esta
Resolución Pastoral.
5º. RESERVAR PERSONALMENTE el otorgamiento de las “facultades ministeriales”
a todo sacerdote diocesano o religioso, para poder ejercerlas en toda la
Jurisdicción de la Parroquia del Departamento de Castro Barros, señalando que
esta determinación busca solamente el mejor aprovechamiento del Ministerio
Sacerdotal en favor del pueblo costeño conforme hoy lo exige el Magisterio de la
Iglesia.
6º. COMUNÍQUESE a quienes corresponda y dése al Archivo Diocesano.

60
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Dado en la ciudad de LA RIOJA, a cinco días del mes de mayo del Año Santo mil
novecientos setenta y cuatro, FESTIVIDAD DEL BUEN PASTOR.

Por mandato del Señor Obispo.

Pbro. JUAN AURELIO ORTIZ +ENRIQUE ANGELELLI


Secretario General Obispo de La Rioja

1. El texto de estas reflexiones con la resolución del levantamiento de las


sanciones canónicas a los “entredichados” de la Costa fueron protocolizadas con
el N° 055/74 en papel membretado con el escudo episcopal. Se imprimieron en
mimeógrafo para ser distribuidas y leídas en las parroquias. En la Catedral fueron
leídas por el Obispo en la Misa Radial de las 8 hs., del domingo 5 de mayo de
1974. (Cfr. El Independiente, lunes 6 de mayo de 1974).

61
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 12 de mayo de 1974


DOMINGO 5 DE PASCUA
Hermanos y amigos radioyentes de L.V. 14.
El domingo pasado, por la gracia de Dios hemos vivido una jornada
verdaderamente privilegiada para quienes la vean con sentido de pueblo y con
sentido cristiano. Estos fueron los hechos vividos diocesanamente: 1 – En este
Año Santo hubo un gesto de esta Madre Iglesia que busca todos los medios
“reconciliar a los hombres necesitados de ella” – 2 – Tres jóvenes se ordenan de
diáconos y una religiosa hace sus “promesas religiosas” en el seno de nuestro en
el día mundial de las vocaciones. – 3 – Fue un día mariano porque celebramos
como cristianos y como argentinos la fiesta de la Virgen del Valle. En apariencia
sin importancia y sin embargo con trascendencia de futuro. En medio de las
dificultades que a diario vivimos porque aún no logramos vivir una verdadera
fraternidad como pueblo, estos hechos nos ayudan a reflexionar y a hacer un alto
en el camino para repensar nuestra vida, así como la llevamos.
Porque existe una verdadera hambre de reconciliación y de paz. Por eso nos
desubicamos como hombres, y si tenemos Fe, como cristianos, si decimos que no
necesitamos ser perdonados, ni de qué arrepentirnos. En este caso, si así
pensamos y obramos, somos víctimas de la soberbia y de la ceguera de mente y
de corazón, haciéndonos daño a nosotros mismos y nos empequeñecemos
negativamente ante Dios y ante los demás. Dios quiera que nunca caigamos en
esta actitud interior, porque significaría que rechazamos la “luz” y “gracia” de Dios.
De las lecturas de este domingo que acabamos de escuchar, hacemos esta
reflexión: La Comunidad Cristiana, que somos nosotros, como pueblo y como
cuerpo, debe ir creciendo siempre interiormente en la VIDA que nos viene de
Cristo. Esto nos dice que nuestra condición es de peregrinos y que caminamos
hacia una meta que es Dios Nuestro Padre. Este crecimiento sólo es verdadero si
se hace con el AMOR; – “En esto conocerán que son mis discípulos, si se aman los
unos con los otros…”. En esto entenderemos bien lo que busca lograr en
nosotros este Año Santo. Tres palabras lo resumen: RENOVAR – RECONCILIAR –
AMAR. Esto lo comprendemos mejor si lo comparamos con lo que hacemos y
vemos todos los días en nuestros campos; si el árbol tiene mucha savia tendrá
mucha vida y dará buenos frutos y abundantes; pero el cuidado hay que tenerlo
desde que preparamos la tierra hasta que recogemos los frutos. Lo decimos en
nuestro lenguaje familiar: “al árbol se lo conoce por su fruto”. De un árbol malo no
se puede sacar buenos frutos. Y esto que es fruto de la sabiduría popular,
apliquémoslo a la vida personal de cada uno de nosotros y a la vida de un pueblo.
Daremos como individuos y como pueblo buenos frutos, si somos capaces de ir
trabajando, a pesar de todas las dificultades, hasta lograr hacer un pueblo que
vive muy en serio el amor fraterno.
Ahora, esta es una frase muy linda y de tanto repetirla casi no le damos toda la
importancia que tiene y sin embargo nos dice Cristo: “En esto conocerán los
hombres que son mis discípulos”. En esta ley del amor fraterno debemos regular
toda la vida privada y pública. El AMOR debe regular la política,
la economía, la educación y la cultura, las relaciones sociales entre los hombres, 

62
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

la vida familiar, la vida interior de una comunidad cristiana. Ahora bien, nos San
Pablo que el amor es: “paciente, es servicial, no tiene envidia. No quiere aparentar
ni se hace el importante. No actúa con bajeza, ni busca su propio interés. El amor
no se deja llevar por la ira, sino que olvida las ofensas y perdona. Nunca se alegra
de algo injusto y siempre la agrada la verdad. El amor disculpa todo; todo lo cree,
lo espera y todo lo soporta. El amor nunca pasará… Cuando yo era niño, hablaba
como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando ya fui
hombre, dejé atrás las cosas de niño…Hermanos no se queden como niños en su
modo de pensar. En el camino del mal, sí sean como niños, pero adultos en su
manera de pensar. 1 Cor. C. 13.
A la luz de esto que acabamos de decir necesitamos crecer y madurar en nuestra
vida personal y en nuestra vida como pueblo. No cualquier cambio hace madurar,
pero es ley de la vida ir cambiando para que, como dice San Pablo, cuando niño
obre como niño y como hombre obre como adulto. Esto es vivir el amor. Exige de
nosotros muchas renuncias y sacrificios. Renovar no es fácil; por eso renovarnos
cuesta mucho; por eso fraternalmente nos trae muchos dolores de cabeza.
Aparentemente es más fácil vivir encerrados en nuestro egoísmo y en nuestros
“intereses individuales” pero así ni tendremos paz ni habrá paz en la comunidad,
ni en la vida familiar, ni en las relaciones humanas.
Hemos dicho que este Año Santo es para nosotros argentinos un año también
eucarístico. No miremos tanto la exterioridad de un Congreso Eucarístico
Nacional, sino todo lo que nos exige la Eucaristía en la vida y en un proceso que
ayude a liberar a un pueblo. No puede haber Eucaristía si no hay reconciliación.
No habrá reconciliación si no se funda en la justicia y en la caridad o el amor.
Por eso, a veces, da pena, observar en la búsqueda de la felicidad como pueblo,
lo queramos hacer con la pública difusión de la mentira, con el agravio, con el
juego mezquino de intereses de grupos, con la desconfianza a quienes en la vida
de una comunidad tenemos el ministerio de entregar el Evangelio y la fuente del
AMOR que son los sacramentos. Así no se construye nada sólido.
En todo proceso de crecimiento, así como lo quiere Dios, nunca perdamos el don
que nos ha dado el mismo Dios, de ser autocríticos de nuestros propios actos.
Sólo así maduramos. Sólo así crecemos y vencemos las dificultades de toda
marcha. Así será verdadera la renovación; así será sincera la reconciliación; así
será efectivo el amor fraterno.
A ustedes, las comunidades parroquiales, a ustedes de los pueblos del interior y
de los barrios de la ciudad, los grandes objetivos de este Año Santo y de este Año
Eucarístico, más allá de las sospechas ridículas que pudiesen existir, que el “gran
árbol” que es nuestra Rioja, pueda ir recogiendo verdaderos frutos de fraternidad,
de trabajo, con sentido de pueblo, de compromiso cristiano con sentido de tarea
y de misión.
Tienen muchísimas ocasiones para reflexionar en todo esto: tienen ya próximas la
fiesta de Pentecostés, del Corpus; del Sagrado Corazón, las Fiestas Patronales, los
encuentros decanales y diocesanos, las reuniones o encuentros más
pequeños de pueblo o de barrios; los encuentros familiares.

63
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Ustedes hermanos que están en el importantísimo campo educacional, tienen


valores grandes para reflexionar; especialmente ustedes los que están en
Institutos, que tienen una mayor dependencia de la Diócesis, reexaminen toda
vida educacional a la luz de los grandes objetivos del Año Santo: Renovar,
Reconciliar, Amor. Hay mucho que corregir y mucho por hacer. Por otra parte,
sean lugares oficiales como privados, todos deben ser considerados al mismo
pueblo. No son dos
pueblos ni dos comunidades. Y en este sentido, para efectivizar más el amor
fraterno, la Iglesia, en su fundamental misión educadora del pueblo, deberá
evaluar las formas concretas cómo la realiza en nuestra Diócesis. Y para nosotros,
que tenemos una identidad propia y una misión específica dada por Cristo, tanto
en la vida sacerdotal, como en la consagración en la vida religiosa, debe seguir
siendo en este Año Santo por la vivencia y la labor que realicemos.
En esto se plantea qué es EVANGELIZAR HOY EN NUESTRO MUNDO ACTUAL. De
esto hablaremos en lo sucesivo. El gran tema del Sínodo Mundial de los Obispos
en Roma.
Enrique Angelelli.

64
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La celebración de la fundación de La Rioja, la celebración del día patrio, la


celebración del día del Olivo, la celebración de fiestas patronales: Santa Rita de
Chilecito y de Catuna; el delicado problema de los docentes; el lanzamiento oficial
de CREAR-DINEA. En el corazón de estos hechos, entre otros, Cristo que nos dice:
“Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan y hagan discípulos de
todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado… sepan que estoy
con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo… vayan y proclamen el
Evangelio a toda la creación… el que crea y se bautice se salvará; el que se resista
a creer, será condenado… sean testigos de todo esto… les enviaré al Espíritu
Santo… quédense en la ciudad hasta que se revistan de la fuerza de lo alto… y
mientras los bendecía… se separó de ellos subiendo hasta el cielo… volvieron con
alegría y bendecían a Dios…”
Y mientras meditaba todo esto, preparando estas reflexiones para la Misa Radial,
no me resistí a pensar en algo que me tocó muy de cerca vivirlo. Era la muerte de
una anciana de noventa y dos años; murió, también durante esta semana. Y
reflexionaba: cuando la Fe ilumina y penetra hondamente en una persona, le
hace descubrir el sentido profundo que tiene la vida; le da la verdadera sabiduría
y la convierte en eso que nos manda Cristo: “sean testigos… con la fuerza del
Espíritu Santo que les enviaré”. Se dejó evangelizar por Dios a través del
ministerio de la Iglesia – Madre – hasta el último instante de su prolongada vida.
Su muerte se convertía así en un testimonio viviente de Fe y dejaba, antes de
partir, como herencia a sus hijos y a su pueblo, un mensaje de sabiduría
enriquecida con pequeños-grandes gestos, hechos en silencio y con gran
conciencia de fidelidad. Me tocó ungirla con los óleos de los enfermos, me tocó
recoger sus últimos gestos, me tocó celebrar la misa de despedida, me tocó vivir
con sus familiares y con su pueblo todo lo que significa una partida de quién
muere y se despide así, como coronamiento de una larga vida. “La Virgen sabe lo
que debe hacer de mi vida, que haga lo que Ella quiere… que bendiga a mis
‘changos’, y que bendiga a mi barrio… yo estoy lista para irme… decía entre otras
cosas, antes de partir…”. Y como ella, cuántas y cuántos así prepararán una
partida definitiva de este mundo, después de haber vivido la propia vida
comprometidos y fieles a las exigencias de la Fe y de las necesidades de sus
hermanos. Después de haber vivido la vida comprometida con su pueblo.
Me parecía oír que decía lo mismo que Jesús: “Vayan hijos y hermanos de mi
pueblo. Vivan así para que Dios les regale una muerte como me la regaló a mí”.
Así se fue la abuela Atanasia. Y volví a la reflexión de la Ascención de Cristo,
Nuestro Señor.
Muchas cosas nos deja antes de su partida para volver junto a su Padre y
nuestro Padre Dios. Nos deja su Vida de Hombre-Dios, desde su Encarnación y
Nacimiento en Belén, hasta su Ascención; nos deja su Evangelio con la muerte en
la Cruz y la Resurrección; nos deja la Iglesia y en Ella al Espíritu Santo que la anima
y la rejuvenece permanentemente; nos deja el sentido nuevo de la vida y de las
cosas; nos deja el regalo de la Fe, de la Esperanza y del Amor; nos deja el sentido
de caminantes en la vida y la certeza de un encuentro definitivo en la Vida

65
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

que no tiene término en Dios; nos deja la gran tarea de realizar una sociedad
nueva, distinta de aquella que se construye en el egoísmo, ésta hay que
construirla en el Amor; nos deja la tarea de ser EVANGELIZADORES Y
ANUNCIADORES de esta BUENA NUEVA que es Él – Cristo; nos deja la tarea de
convocar a los hombres a la fraternidad y a trabajar para que la justicia sea vivida
entre los hombres; nos deja la tarea de ser constructores de la Paz; nos deja su
Vida y su PRESENCIA permanente entre nosotros, para que en Él y con Él
construyamos un Pueblo Nuevo, una Raza Elegida, un Pueblo Santo. Nos deja la
clave para ser felices, en las Bienaventuranzas; nos deja como una especie de
código, que de acuerdo a él seremos juzgados al término de nuestra vida, como a
la abuela Atanasia. Nos deja a nuestro hermano, el hombre, para que en él
reconozcamos su rostro y su presencia. Nos deja al samaritano para que en él
aprendamos a descubrir las exigencias del Evangelio; nos deja el don del
sacerdocio y de la consagración total de la vida, como signos de servicio al
hombre y al pueblo,
alabando y glorificando a Dios, con y desde él; nos deja la capacidad para no
quedarnos “establecidos en la vida”, porque así se debilita y muere; por eso nos
llama permanentemente a superarnos como individuos y como pueblo, a crecer,
renovarnos, madurarnos, a no perder el rumbo y la meta definitiva. Así podríamos
seguir desentrañando todo lo que esta celebración contiene y exige de nosotros,
especialmente, cristianos, hijos de la Iglesia; aunque va mucho más allá; es un
“acontecimiento” que mira a todos los tiempos y a todos los pueblos. Mira y es
respuesta a todo el hombre y a todos los hombres de todos los tiempos. Muerte
– Resurrección y Ascensión de Cristo, es la clave para interpretar la historia y los
grandes interrogantes de los hombres. La abuela Atanasia, en su sencillez de hija
de su pueblo, la interpretó con gran sabiduría para darle sentido a toda su vida y
a su muerte.
Así también, se convierte en “clave”, como en la música, para interpretar y darle
sentido a nuestras celebraciones como pueblo y para buscar las verdaderas
soluciones a los problemas que plantean nuestros conflictos cuando están en
juego la justicia, la paz y la respuesta que debemos dar los adultos a nuestros
niños y a nuestra juventud. Así, también, celebramos e interpretamos bien las
expresiones de Fe que un pueblo vive en sus fiestas patronales. Decíamos que en
la lectura de los textos de la Ascensión, Cristo nos envía a EVANGELIZAR a todos
los pueblos y a toda la creación. Por eso, también, en este Año Santo, se celebrará
lo que se llama Sínodo Universal de los Obispos, es decir: un encuentro de
Obispos, sucesores de los apóstoles, con el Papa, sucesor de Pedro, para
seguir reflexionando y sacar las orientaciones para toda la Iglesia.
El tema para este gran acontecimiento es: LA EVANGELIZACIÓN EN EL
MUNDO DE HOY. Vale decir: cómo seguir anunciando el Evangelio de Cristo, el
mismo de siempre a nuestro mundo actual, siendo fieles a su contenido; con qué
medios nuevos y de qué forma debe ser anunciado para que el hombre actual,
nosotros, sepamos descubrir que ese Evangelio es la gran respuesta de Dios a la
vida del hombre y del mundo actual. Reconciliarnos verdaderamente como
hermanos, los hombres y asumir toda la renovación y cambios profundos que
exige el mundo en que vivimos, supone que, primero, nosotros los cristianos, 

66
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

sintamos vivamente la permanente necesidad de ser reevangelizados,


catequizados, actualizados, iluminados por el Evangelio de Cristo y, segundo,
presentar a nuestros hermanos ese Evangelio con la palabra, pero especialmente
con la vida, comprometida en la construcción de un mundo más justo y más
fraternal.
Este gran acontecimiento de Año Santo, que es el Sínodo de los Obispos, al
haberse escogido el tema de la EVANGELIZACIÓN EN EL MUNDO DE HOY, es
también para nosotros, el gran objetivo de la diócesis. No como una necesidad
impuesta de afuera, sino como una necesidad surgida de nuestra realidad
riojana.
Porque si es una exigencia permanente del Espíritu Santo en toda la Iglesia
Universal, lo es más para nosotros, pueblo bautizado y cristiano, en su casi
totalidad, pero necesitado de mayor profundización de la Fe y de sus exigencias
en la vida, privada y pública. Porque todo el pueblo de Dios es comunidad del
Evangelio y es responsable de su transmisión con palabras y obras.
Si fuéramos lo suficientemente evangelizados, no tendríamos que constatar
hechos dolorosos en la vida de la comunidad diocesana. Es exigencia de vida y de
tarea a realizar, para todos; para nosotros, sacerdotes; para los consagrados en la
vida religiosa y para todos los fieles cristianos de la diócesis.
Comenzamos la preparación de la festividad de Pentecostés, la venida del Espíritu
Santo. Que toda la diócesis entre en un clima de cenáculo como entraron los
apóstoles y María, después de la Ascensión para que encuentre en nosotros
acogida humilde y sincera el Espíritu Santo con el regalo de sus Dones.
Con su Luz y con su fuerza comprenderemos mejor qué es evangelizar y ser
evangelizador, y nos lanzaremos más a ser los TESTIGOS del Evangelio de Cristo
por las palabras y por las obras.
Que María Santísima y San Nicolás nos ayuden a vivir en plenitud, Pentecostés.
Enrique Angelelli.

67
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 2 de junio de 1974


DOMINGO DE PENTECOSTÉS

SOBRE PENTECOSTÉS Y LA LABOR CATEQUISTA HABLÓ ANGELELLI

El obispo diocesano, monseñor Enrique Angelelli, dedicó la homilía de la misa


radial de ayer a destacar la significación del día de Pentecostés en que se
conmemora la venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia. A la vez, por ser iglesia
misionera por naturaleza, instó a los hombres y mujeres de toda la diócesis que
sientan el llamado de Cristo a ser catequistas en el medio en que actúan.

Comenzó citando el Libro de los Hechos de los Apóstoles: “Todos los discípulos
estaban juntos el día de Pentecostés (50 días después de Pascua). De repente, un
ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se
encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían
posándose encima de cada uno. Se llenaron todos del Espíritu Santo
y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el
Espíritu Santo les sugería…María estaba con los discípulos…”.
“En este día – prosiguió Angelelli – queremos hacer, como la Iglesia de Cristo
permanentemente asistida y rejuvenecida por la presencia viva del Espíritu Santo,
este acto de fe recitando el artículo del Credo que hemos aprendido desde niños:
Creo en la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica. Y era impulsada y movida por
el Espíritu Santo la confesión que hacía una mujer de nuestro pueblo antes de
morir: ‘como madre que he engendrado a mis hijos, le pido a Cristo perdón por
los posibles pecados de ellos, sí en la vida que llevan hubiesen ofendido e
injuriado alguna vez a la Iglesia, que es también Madre de ellos…pido esto antes
de morir a mi Madre la Iglesia; y les pido a ellos que siempre les sean fieles…’.
Confesar nuestra fe en la Iglesia, como lo hacía esta mujer antes de morir, es
hacer nuestra confesión pública en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Iglesia es
una obra estupenda de la Santísima Trinidad. Allí tiene su origen. Por eso, al
pretender entenderla y comprenderla con las solas luces de la razón y
equipararla a cualquier sociedad humana, corremos el riesgo de no comprender
este regalo y misterio de Dios. Por eso, decimos: Creo en la Iglesia, Una, Santa,
Católica y Apostólica”.
“Y cuando en el año 1962 los sucesores de los apóstoles que son los obispos,
veníamos de todas las regiones de la Tierra con nuestra lengua, historia y raza,
traíamos las esperanzas y los sufrimientos de cada pueblo, región y continente y
junto a la tumba de Pedro recitábamos el Credo y el Padre Nuestro y
celebrábamos la misma Eucaristía – explicó enseguida – vivíamos un Pentecostés
de la Iglesia y entregábamos al mundo la gran esperanza y respuesta a los más
acuciantes problemas. Esto sucedía en el Concilio Vaticano Segundo. Y cuando
Pablo VI peregrinó a las Naciones Unidas y en medio de esa gran asamblea de
responsables de pueblos y razas, anunciaba el Mensaje de la Paz como fruto del
Evangelio de Cristo, era hacer presente la presencia viva del Espíritu Santo por su
muerte y resurrección. Pentecostés es el fruto de la Pascua”.

68
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Más adelante puntualizó que, “por obra del Espíritu Santo, Dios se hizo hombre,
tomando un nombre y se llamó Jesucristo. Y por obra de este mismo Espíritu
Santo sigue encarnándose en la pobre carne humana. Por eso, a Dios se lo
encuentra y a Dios se lo ha de amar en la carne de los hombres. Sólo así se
entiende aquellos de San Juan: ‘Quien dice amar a Dios que no ve, y no ama
a su hermano a quien ve, es un mentiroso…”.

La Iglesia misionera
Indicó enseguida que “este Pentecostés nos debe hacer reflexionar muy
seriamente en esa cualidad fundamental que tiene la Iglesia. Ella nació misionera.
Nuestra Diócesis de La Rioja será más fiel al Espíritu Santo si vivimos esta
exigencia: somos misioneros todos los cristianos. Esto supone asumir una tarea
recibida por Cristo y animada y asistida por el Espíritu Santo: ‘Así como mi Padre
me envió, así Yo envío a ustedes…’. ‘Vayan por el mundo a predicar el Evangelio a
toda criatura…’. Tener la fuerza y la gracia para cumplir esta tarea, es obra del
Espíritu Santo. No solamente los sacerdotes y las religiosas tienen la misión de
anunciar el Evangelio; la tienen todos los hombres cualquiera sea su condición”.

Pentecostés y el Año Santo


Expresó luego que “este Pentecostés nos invita también a repensar nuevamente
todo lo que nos exige el Año Santo. Porque hablar de ‘año de la reconciliación’ es
hablar de la obra que el Espíritu Santo realiza en nosotros. En el bautismo se nos
convirtió en templos vivos del Espíritu Santo. Toda la comunidad cristiana es
comunidad de testigos de las ‘maravillas’ que obra el Espíritu Santo en los
hombres. Sólo así podemos entender lo que diariamente recogemos de personas
de corazón sencillo y recto que, con el testimonio de sus palabras, nos están
diciendo que en ellas hay una presencia viva de Dios”.
En la parte final de la homilía, el obispo expresó: “Decíamos que la Iglesia es, por
naturaleza, misionera. Por eso hoy, día de Pentecostés, quiero hacer el mismo
gesto que hizo Cristo a sus apóstoles. Lo quiero hacer especialmente con todos
los catequistas de la diócesis. Hermanos catequistas, Cristo los ha llamado a
cumplir una misión muy grande: anunciar el Evangelio a sus hermanos.
Esos hermanos son, concretamente, los niños que preparan para la comunión o
la confirmación. Son los grupos que ayudan a reflexionar juntos el Evangelio. Son
ustedes, hermanas maestras de pueblos, personas mayores o jóvenes, mujeres u
hombres que sienten vivamente este llamado de Cristo para ser catequistas en el
medio donde se encuentran. Reciban en nombre de Cristo, oficialmente, esta
misión que el Obispo les confía en la diócesis. Les pido a los párrocos o a quienes
presiden comunidades que hagan algún gesto concreto donde se destaque esta
misión de ser catequista en la propia comunidad.
Que María nos ayude a vivir en la vida de Pentecostés”.

69
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La Rioja, 9 de junio de 1974


FIESTA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Amigos y Hermanos Radio oyentes de L.V. 14


Celebramos, hoy, la festividad de la Santísima Trinidad. Este es el Misterio
fundamental para el Cristianismo. Es el alma de todo el Evangelio de Cristo y la
VIDA o REINO de Dios que se revela y se desarrolla en todo el Nuevo Testamento.
Es el adorable misterio de Dios: Padre, Hijo, Espíritu Santo. Para ayudarnos a esta
reflexión dominical relataremos un hecho muy significativo y cargado de
sugerencias para la meditación. El hecho es el siguiente: un hombre de pueblo
acababa de bautizar a su hijito recién nacido; luego del bautismo regresa a su
casa; la esposa recibe al hijo, y juntos se dirigen a la habitación matrimonial; una
vez allí, colocan al niño en la cama matrimonial; luego ambos esposos se ponen
de rodilla; descubren el pechito del hijo y con mucha piedad besan al niño en el
pechito. Unos amigos que los acompañaban, al contemplar esta escena se
sonríen con algún gesto de sorpresa. El padre del niño los mira y con mucha
delicadeza les dice: ustedes no entienden lo que acabamos de hacer con mi
esposa… por eso se ríen. Acabamos de dar un beso a la Santísima Trinidad
porque por el bautismo ha elegido a nuestro hijito para convertirlo en su propio
templo para siempre. Nuestro hijo es un cristiano, y acaba de ser hijo, también,
por este bautismo de la Iglesia…
Esta pareja había entendido bien lo que dice Cristo en el Evangelio: “…y
vendremos a él (el hombre) y pondremos nuestra morada en él…”. Es decir:
vendremos el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y convertiremos esta criatura en
nuestra casa.
Por eso nuestra actitud interior deberá ser en esta reflexión la misma que la de
estos esposos: la de adoración al Dios vivo y presente en cada hombre, porque
allí está el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo habitando en su propia casa por las
aguas regeneradoras del bautismo. Esto sucede cada vez que derramamos el
agua bautismal en cada niño o adulto que bautizamos. Casi diría que esta actitud
la queremos hacer de rodillas, como la de estos padres. Porque sabemos que en
Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo existimos y nos movemos.
Y para nuestra reflexión es útil recordar que en nombre de la Trinidad
bautizamos; en nombre de la Trinidad ungimos la frente del joven cuando lo
confirmamos para hacerlo Testigo de la Vida que le ha regalado Dios al Hombre
por Cristo; en nombre de la Trinidad trazamos la cruz en el sacramento de la
reconciliación cuando confesamos nuestros pecados; en nombre de la Trinidad
consagran el amor los novios en el sacramento del matrimonio; en nombre de la
Trinidad imponemos las manos sobre las cabezas de los nuevos sacerdotes para
consagrarlos; en nombre de la Trinidad celebramos la Eucaristía y en su nombre
consagran sus vidas las mujeres y los varones que asumen la vida religiosa; en
nombre de la Trinidad ungimos los sentidos de los enfermos; en nombre de la
Trinidad ponemos una cruz en cada sepulcro de nuestros muertos; en nombre
de la Trinidad bendecimos todo cuanto hace el hombre y toda criatura o cosa de
la creación para servicio del hombre y glorificación de Dios.

70
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

En nombre de la Trinidad iniciamos el día, bendecimos los alimentos que


comemos y cerramos cada jornada por la noche antes de entregarnos al
descanso.
La misma Iglesia nace de la Trinidad: del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La
Iglesia es hija de la Trinidad. El cristiano es hijo de la Trinidad. Esta verdad del
nacimiento de la Iglesia en la Trinidad es fundamental para comprenderla y
comprender su misión en el mundo. Desde aquí comprenderemos mejor toda la
obra colosal llevada a cabo por el Concilio Vaticano Segundo.
Más aún, toda la creación; todo cuanto nos rodea está marcado y sellado por la
presencia de Dios Trinitario. El que tiene alma contemplativa podrá descubrir las
huellas de Dios Padre que crea y saca de la nada a la existencia todo cuanto
existe. Descubriremos que el Hijo, Jesucristo es quien reconcilia, redime, salva,
libera, lleva a toda la creación a la armonía rota por el pecado del hombre. Es el
Espíritu Santo que purifica, reúne lo disperso, santifica, convoca a los hombres a
vivir en fraternidad y comunión entre sí para hacer un pueblo nuevo que sea
santo, sacerdotal y señor de las cosas. Nos hace verdaderamente el Pueblo de la
Trinidad.
Esta presencia viva de la Santísima Trinidad en el corazón del cristiano es el
secreto que hace fuerte a los mártires; que le da fuerza a todos los que trabajan
por la justicia y el encuentro entre los hombres; es quien le da sabiduría y
fortaleza para que los pueblos luchen para ser respetados y considerados como
templos vivos de la Trinidad; es aquí donde encuentran sentido la vida de los
consagrados que entregan totalmente la vida al servicio de sus hermanos; es aquí
donde se mantienen frescos y permanentes los valores eternos escondidos en el
corazón del Pueblo.
Todo lo abarca y todo lo llena la presencia y la acción del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Frecuentemente encontramos hermanos nuestros que se
sorprenden o no entienden todos estos gestos que acabamos de señalar. La
respuesta es fácil: existe la presencia de ALGUIEN que es la Trinidad que infunde
VIDA, FORTALEZA, ESPERANZA, LUZ y un profundo y operante AMOR para que se
lleven a cabo las más profundas transformaciones. En pocas palabras; es aquí
donde estaba el secreto de esos padres que besaban el pechito del niño. Ellos
habían comprendido todo esto. Con un gesto simple nos enseñaban una
profunda lección para la vida.
Jamás podrá arrancarse del corazón del hombre cristiano o de corazón recto, a
este Dios Trinitario que misteriosa y eficazmente obra en el corazón de cada
hombre y en el corazón de cada pueblo. Comprender y explicar en sentido
profundo, la historia y los gestos de nuestro pueblo riojano, sólo lo podremos
hacer si lo sabemos ver con ojos iluminados por esta realidad: El Dios Trinitario
que camina con su pueblo. Podemos decir que nuestro pueblo riojano es hijo de
la Trinidad, porque fue bautizado en su Nombre que es: Padre, Hijo y Espíritu
Santo.
Qué pobres somos y cómo, a veces nos equivocamos, cuando pretendemos
juzgar a la Iglesia de la Trinidad con razones puramente humanas o considerarla
como simple Institución humana.

71
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Más allá de lo que los hombres podemos equivocarnos como fruto de la


limitación humana o de nuestros pecados personales, sin embargo nos debe
alentar y darnos una serena paz interior el saber con certeza que existe una
presencia viva y verdadera del Espíritu Santo que anima y asiste
permanentemente a la Iglesia como Cristo la fundó, para que la VIDA TRINITARIA
traída al mundo por Cristo, sea cada vez más abundante y plena en el corazón de
los pueblos. cumplimiento de su misión, para que los hombres y los pueblos sean
siempre templos vivos de Dios y tratados como a tales. Aquí debemos ubicar el
gran servicio que presta a la humanidad cuando señala todo aquello que atenta
contra la dignidad del hombre y de los pueblos y que no los hace libres y felices
sino desgraciados y esclavos. El hombre no ha sido creado, redimido y santificado
por la Trinidad para ser esclavo sino libre; para ser feliz y no oprimido; para ser
protagonista de su propio destino y no obsecuente. Solamente adorarás a Dios y
a Él sólo servirás nos enseña el primer gran mandamiento; con toda tus fuerzas,
con tu mente y corazón y el segundo, semejante a éste; esto mismo harás con tu
hermano, que es todo hombre.
Por eso, también, todo esto nos recuerda que la Iglesia no puede ni debe reducir
su misión a los templos materiales; allí deberá cumplir su gran misión litúrgica;
pero no acaba allí su misión, sino que comienza y termina donde se juega la vida
de cada hombre y de cada pueblo, que va más allá de los muros del templo. Todo
esto nos debe hacer reflexionar ante hechos dolorosos que son fruto de
confusiones e intereses egoístas que están en juego. Bendigamos al Dios de la
Trinidad que todas las cosas y realizaciones que se vienen haciendo para que
nuestro pueblo sea feliz y hermanado, pero con actitud crítica positiva y
constructiva; por tanto, ayudemos a que en el seno de nuestra comunidad
riojana, como lo debe ser de toda la comunidad argentina, desaparezcan
situaciones y realidades que nos deben avergonzar como pueblo y es ofensa
grave a Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Miremos la vida y todo nuestro
proceso con ojos sencillos y corazón recto para que no nos autoengañemos.
Convenzámonos que Dios Trinitario es quien y en quien fuimos marcados por el
bautismo haciéndonos un pueblo nuevo, es el Dios de la Verdad, de la Luz, de la
Vida, de la Justicia, de la Esperanza, de la Misericordia y del Amor. No es el Dios
que nos llama a construir con lo que es fruto de la mentira, de la injuria y de la
explotación del hombre por el hombre.
Nuestro Dios Trinitario es Padre celoso de su Pueblo. Pero seguimos creyendo
firmemente y esperando serenamente que en este Año Santo, más allá de
nuestras pequeñeces, florecerá un nuevo amanecer para la vida de nuestro
pueblo riojano. El Espíritu Santo sopla donde quiere y cuando quiere. Esto me da
certeza para afirmar que en el corazón de nuestro pueblo, aunque lentamente, el
Espíritu Santo ya viene realizando “hechos” y “gestos”, que preanuncian
acontecimientos felices.
Finalmente Amigos: la más estupenda prueba de AMOR del Dios Trinitario ha sido
regalarnos a los hombres a CRISTO, la Segunda Persona de la Trinidad. Este
Cristo sigue presente entre nosotros como Señor de la historia.

72
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Una de las presencias de Cristo entre los hombres, la más estupenda, es su


presencia en la EUCARISTIA.
Allí está real y verdaderamente presente bajo las apariencias de pan y vino.
También los cristianos celebramos de una manera especial la festividad del
Santísimo Cuerpo de Cristo; la llamamos, también la fiesta del “Corpus”. Será el
próximo jueves. Este año queremos darle un sentido especial. En la Eucaristía los
hombres nos encontramos como comunidad fraternal y desde ella salimos para
construirla con nuestros demás hermanos. En la Eucaristía celebramos el gran
encuentro fraternal; es la Pascua de la reconciliación. Además, como argentino,
celebraremos un Congreso Eucarístico Nacional en Salta. Todos esperamos que
este Congreso sea para la Argentina lo que fue el Congreso del 1934 para la
Argentina de entonces. Por eso les indico lo siguiente:
1. Traten todas las comunidades parroquiales de tener un Triduo preparatorio a
la celebración del Corpus, de la manera que ustedes lo juzguen mejor.
2. En el Día de Corpus, jueves próximo, en la ciudad de La Rioja, celebren las
misas solamente por la mañana. Por la tarde, este año haremos la Procesión con
el Santísimo Sacramento en torno a la Plaza 25 de Mayo finalizando con la gran
concelebración en la Catedral.
3. Pidamos a Cristo Eucarístico para que en la Argentina y en La Rioja se realicen
los grandes objetivos del Año Santo, así como lo quiere Dios. Pidamos también,
para que el próximo Congreso Eucarístico no sea una manifestación solamente
externa, sino el punto de partida para una Patria que se reencuentra como
pueblo en la construcción de una Argentina que sea capaz de hacer felices a
todos los argentinos. Pidamos, finalmente, por aquellos hermanos nuestros, que
pudiendo estar ofuscados y enceguecidos por otros intereses, vean la luz y se
sumen a la construcción de una Rioja de la que todos nos debemos sentir
protagonistas.
Enrique Angelelli.

73
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Homilía con motivo del entierro de los sacerdotes Gabriel y Carlos


22 de julio de 1976.

Mis queridos hermanos y amigos: vamos a seguir rezando, como lo venimos


haciendo desde que desaparecieron nuestros hermanos sacerdotes, pastores de
Jesucristo, en este noble y sufrido pueblo de Chamical, elegido y probado,
señalado como fiel testigo, testimonio vivo de la muerte de estos dos hermanos.
(…)
Antes de proseguir tengo que dar cumplimiento a lo que se me ha pedido, no
como una cosa externa; debo comunicar a la diócesis las condolencias que hemos
recibido. Una de ellas proviene de parte de todo el episcopado argentino, y me la
hace llegar mi hermano, el cardenal Primatesta, presidente de la conferencia
episcopal argentina. Todos los obispos hubieran deseado estar presentes, como el
mismo nuncio apostólico, representante del Papa en la Argentina. Los obispos no
pueden hacerlo en este día, porque la comisión ejecutiva del episcopado tiene una
entrevista con el excelentísimo señor presidente de la nación.
El segundo telegrama proviene del señor nuncio apostólico del Santo Padre,
monseñor Pío Laghi; y el tercero del arzobispo de Santa Fe, monseñor Vicente
Zazpe. La sola lectura de estos mensajes nos habla de la adhesión de toda la
Iglesia argentina, del representante del papa y de la comisión ejecutiva, y nos
explican por qué no están concelebrando y presidiendo -como lo harían con
gusto- esta eucaristía, en la despedida de Carlos y Gabriel.
Esto también tiene que hacernos pensar. No es algo de Chamical, no es algo de La
Rioja. Es de la patria, es algo de toda la Iglesia argentina, es de todos. Yo diría: de
creyentes y no creyentes. ¡Nos toca a todos! (…)
¡Cómo quisiera decir a los que les quitaron la vida, a los que prepararon el crimen,
a los que lo instigaron: abran los ojos, hermanos! Si es que se dicen cristianos,
¡abran los ojos ante el sacrilegio que se ha cometido, ante el crimen que se ha
cometido! (…)
Por nuestro corazón, porque llevamos en la raíz la inclinación al pecado, al mal, a
veces nos convertimos a lo que es malo como si eso fuese una cosa buena. Y no
nos damos cuenta de que el corazón se nos pudre, apesta, hace daño. En cambio,
¡qué estupendo es cuando el corazón humano está lleno de la palabra de Dios,
lleno del Señor y de todo lo que él inspira y nosotros acogemos!
Pero los hombres llevamos todo esto en vasos de barro. ¡Miren aquí las pruebas
de cómo llevamos este tesoro en vasos de barro! Somos frágiles: ¡también nos
pueden quitar la vida por Jesucristo! Y nuestros cuerpos tenemos que guardarlos
en una caja y hasta soldarla antes de tiempo, porque se descomponen. Y sin
embargo, por pura misericordia de Dios, ellos fueron ministros de Jesucristo,
pastores del Chamical. (…)
Estamos doloridos, profundamente doloridos, pero no somos locos. Porque
gracias a Dios somos normales, y ¡cómo no vamos a llorar al que es carne de
nuestra carne y sangre de nuestra sangre, afecto de nuestro afecto, miembro de
nuestra familia, hijo del cuerpo de Cristo, parte de su pueblo, testigo de su Iglesia!
¡Cómo no los va a llorar Chamical! (…)

74
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

La primicia de la sangre sacerdotal ha sido vertida en esta comunidad y en esta


tierra de Los Llanos: véanla con ojos de fe, no la miren con ojos de rencor ni de
resentimiento. Doloridos, con lágrimas, sí, pero con ojos de fe. (…)
Este pueblo, como cualquier otro del país, necesita pastores que sigan haciendo
lo que Carlos y Gabriel hicieron hasta ahora, y por lo que murieron. Y también
para las religiosas es una bendición su muerte. Ellos, hermanas, han entregado la
vida, no por tontos, ni por cándidos, sino por la fe, por servir, por amar, para que
nosotros entendamos qué es servir, qué es amar, qué es no ser tontos.
No hay ninguna página del evangelio que nos mande ser tontos. Cristo nos
enseña a ser humildes como la paloma y astutos como la serpiente; nos manda
tomar la cruz de cada día y seguirlo; nos manda que nos gocemos en la
persecución; nos manda ser mansos de corazón, y tener alma y corazón de
pobres; él nos manda buscar a los más necesitados porque son los privilegiados
del Señor, y no rechazar a nadie, porque suya es la respuesta para todos los
hombres y para todo hombre, aunque se quiera dudar de esta verdad. “Todo
hombre es mi hermano”: esto es el evangelio, aunque se puedan mofar de él. (…)
Hermanos míos, yo los invito a que oremos por los que mataron a Carlos y a
Gabriel, sin que nos interesen ni las siglas ni los nombres. Lo repito, no tenemos
ni los ojos ni los oídos cerrados; tenemos la inteligencia normal de todo ser
humano, o sea, que si hay que saber y podemos conseguir elementos y estar así
en condiciones de informar a quien se debe, vamos a hacerlo. Pero también nos
preguntamos: ¿hay acaso hermanos nuestros que pueden imaginar o pensar o
programar violen-cias, y hay otros que las ejecutan? ¿Y es posible que coincidan?
(…)
¡Qué difícil es ser cristiano! Porque al cristiano se le exige perdonar. Si se nos
dijera: “No tenemos que perdonar; esto no es cristiano, no es siquiera humano
matar sacerdotes”, responderíamos sin vacilar: el cristiano tiene que perdonar a
todos. Pero otra cosa es aprobar los errores y otra aún no trabajar para evitar
que estas cosas sucedan.
Pero al responsable su conciencia ha de decirle seguramente: «¡Vos lo hiciste!» Y
no sé cómo puede dormir y, si está casado, cómo puede darle un beso a su mujer
y a sus hijos. No lo entiendo desde la fe, y ni siquiera humanamente, en este y en
otros casos… No entiendo como esos hombres pueden tomar a sus semejantes y,
diciéndose cristianos, despedazarlos y triturarlos como al trigo para hacer pan,
por más que esta vez les haya salido pan bendito. ¿No se acuerdan que
Tertuliano dice que la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos? Así,
los mismos verdugos son instrumentos, en cierta manera, para el bien, para que
surja una comunidad fuerte en la fe, en la esperanza y en el amor. (…)
Señor, permite a Gabriel y a Carlos que desde el cielo sacudan los corazones de
sus asesinos, para que no sigan haciendo lo que están haciendo. Gabriel y Carlos:
como obispo, yo tengo mucho que agradecerles a ambos. ¡Muchas gracias! Amén.

75
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Beatificación de Monseñor Enrique Angelelli, de los Sacerdotes Carlos


Murias y Gabriel Longueville y del laico Wenceslao Pedernera

HOMILÍA

Excelentísimo Cardenal Ángelo Becciu


Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos

“Este es el día que hizo el Señor:


Alegrémonos y regocijémonos”.

Queridos hermanos y hermanas,


La invitación que la Liturgia nos renueva constantemente en este tiempo de
Pascua, encuentra hoy en nosotros, reunidos en el solemne rito de la
beatificación de cuatro mártires, una respuesta particularmente pronta y alegre.
Nos alegramos y nos regocijamos en el Señor por el don de los nuevos Beatos.
Son hombres que han dado valientemente su testimonio de Cristo, mereciendo
ser propuestos por la Iglesia a la admiración e imitación de todos los fieles. Cada
uno de ellos puede repetir las palabras del libro de la Apocalipsis, proclamadas en
la primera lectura: “Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la
soberanía de su Mesías” (Ap 12,10): el poder de Cristo resucitado, que, a lo largo
de los siglos, por medio de su Espíritu, continúa viviendo y actuando en los
creyentes, para impulsarlos hacia la plena realización del mensaje evangélico.
Conscientes de esto, los nuevos Beatos siempre contaron con la ayuda de Dios,
incluso cuando tuvieron que “sufrir por la justicia” (1Pe 3,14), de modo que
siempre estaban dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pidiese
razón de la esperanza que ellos tenían (cfr 1Pe 3,15). Se ofrecieron a Dios y al
prójimo en un heroico testimonio cristiano, que tuvo su culmen en el martirio.
Hoy a la Iglesia se complace en reconocer que Enrique Ángel Angelelli, Obispo de
La Rioja, Carlos de Dios Murias, franciscano conventual, Gabriel Longueville,
sacerdote misionero fidei donum, y el catequista Wenceslao Pedernera, padre de
familia, fueron insultados y perseguidos a causa de Jesús y de la justicia evangélica
(cfr Mt 5, 10-11), y han alcanzado una “gran recompensa en el cielo” (Mt 5,12).
“¡Felices ustedes!” (Mt 5,11; 1Pe 3,13). ¿Cómo podríamos no escuchar dirigida a
nuestros cuatro Beatos esta sugestiva manifestación de alabanza? Ellos fueron
testigos fieles del Evangelio y se mantuvieron firmes en su amor a Cristo y a su
Iglesia a costa de sufrimientos y del sacrificio extremo de la vida. Fueron
asesinados en 1976 [mil novecientos setenta y seis], durante el período de la
dictadura militar, marcado por un clima político y social incandescente, que
también tenía claros rasgos de persecución religiosa. El régimen dictatorial,
vigente desde hacía pocos meses en Argentina, consideraba sospechosa
cualquier forma de defensa de la justicia social.

76
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

Los cuatro Beatos desarrollaban una acción pastoral abierta a los nuevos desafíos
pastorales; atentos a la promoción de los estratos más débiles, a la defensa de su
dignidad y a la formación de las conciencias, en el marco de la Doctrina Social de
la Iglesia. Todo esto, para intentar ofrecer soluciones a los múltiples problemas
sociales.
Se trataba de una obra de formación en la fe, de un fuerte compromiso religioso
y social, anclado en el Evangelio, en favor de los más pobres y explotados, y
realizado a la luz de la novedad del Concilio Ecuménico Vaticano II, en el fuerte
deseo de implementar las enseñanzas conciliares. Podríamos definirlos, en cierto
sentido, como “mártires de los decretos conciliares”.
Fueron asesinados debido a su diligente actividad de promoción de la justicia
cristiana. De hecho, en aquella época, el compromiso en favor de una justicia
social y de la promoción de la dignidad de la persona humana se vio
obstaculizado con todas las fuerzas de las autoridades civiles. Oficialmente, el
poder político se profesaba respetuoso, incluso defensor, de la religión cristiana,
e intentaba instrumentalizarla, pretendiendo una actitud servil por parte del clero
y pasiva por parte de los fieles, invitados por la fuerza a externalizar su fe solo en
manifestaciones litúrgicas y de culto. Pero los nuevos Beatos se esforzaron por
trabajar en favor de una fe que también incidiese en la vida; de modo que el
Evangelio se convirtiese en fermento en la sociedad de una nueva humanidad
fundada en la justicia, la solidaridad y la igualdad.
El Beato Enrique Ángel Angelelli fue un pastor valiente y celoso que, nada más
llegar a La Rioja, empezó a trabajar con gran celo para socorrer a una población
muy pobre y víctima de injusticias. La clave de su servicio episcopal reside en la
acción social en favor de los más necesitados y explotados, así como en valorar la
piedad popular como un antídoto contra la opresión. Icono del buen pastor, fue
un enamorado de Cristo y del prójimo, dispuesto a dar su vida por los hermanos.
Los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville fueron capaces de
individuar y responder a los desafíos concretos de la evangelización siendo
cercanos a las franjas más desfavorecidas de la población. El primero, religioso
franciscano, se distinguió por su espíritu de oración y un auténtico desapego de
los bienes materiales; el segundo, por ser hombre de la Eucaristía. Wenceslao
Pedernera, catequista y miembro activo del movimiento católico rural, se dedicó
apasionadamente a una generosa actividad social alimentada por la fe. Humilde y
caritativo con todos.
Estos cuatro Beatos son modelos de vida cristiana. El ejemplo del Obispo enseña
a los pastores de hoy a ejercer el ministerio con ardiente caridad, siendo fuertes
en la fe ante las dificultades. Los dos sacerdotes exhortan a los presbíteros de
hoy a ser asiduos en la oración y a hallar, en el encuentro con Jesús y en el amor
por Él, la fuerza para no escatimar nunca en el ministerio sacerdotal: no entrar en
componendas con la fe, permanecer fieles a toda costa a la misión, dispuestos a
abrazar la cruz. El padre de familia enseña a los laicos a distinguirse por la
transparencia de la fe, dejándose guiar por ella en las decisiones más importantes
de la vida.
Vivieron y murieron por amor. El significado de los Mártires hoy reside en el
hecho de que su testimonio anula la pretensión de vivir de forma egoísta

77
POEMAS Y HOMILIAS. ANGELELLI

o de construir un modelo de sociedad cerrada y sin referencia a los valores


morales y espirituales. Los Mártires nos exhortan, tanto a nosotros como a las
generaciones futuras, a abrir el corazón a Dios y a los hermanos, a ser heraldos
de paz, a trabajar por la justicia, a ser testigos de solidaridad, a pesar de las
incomprensiones, las pruebas y los cansancios. Los cuatro Mártires de esta
diócesis, a quienes hoy contemplamos en su beatitud, nos recuerdan que “es
preferible sufrir haciendo el bien, si esta es la voluntad de Dios, que haciendo el
mal” (1 Pe 3,17), como nos ha recordado el apóstol Pedro en la segunda lectura.
Los admiramos por su valentía. Les agradecemos su fidelidad en circunstancias
difíciles, una fidelidad que es más que un ejemplo: es un legado para esta
diócesis y para todo el pueblo argentino y una responsabilidad que debe vivirse
en todas las épocas. El ejemplo y la oración de estos cuatro Beatos nos ayuden a
ser cada vez más hombres de fe, testigos del Evangelio, constructores de
comunidad, promotores de una Iglesia comprometida en testimoniar el Evangelio
en todos los ámbitos de la sociedad, levantando puentes y derribando los muros
de la indiferencia. Confiamos a su intercesión esta ciudad y toda la nación: sus
esperanzas y sus alegrías, sus necesidades y dificultades. Que todos puedan
alegrarse del honor ofrecido a estos testigos de la fe. Dios los sostuvo en los
sufrimientos, les ofreció el consuelo y la corona de la victoria. Que el Señor
sostenga, con la fuerza del Espíritu Santo, a quienes hoy trabajan en favor del
auténtico progreso y de la construcción de la civilización del amor.

78
Yo me siento feliz de vivir en la época en que vivo, de
cambios profundos, acelerados y universales. Me siento igual
que todos, débil como todos y al mismo tiempo me siento
solidario con todos los hombres. Porque se nos ha dado en
este momento histórico la posibilidad de construir algo
nuevo.
Mns. Enrique Angelelli
Ediciones JG

BIBLIOTECA DE LOS MÁRTIRES

También podría gustarte