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antiglobalizadores

El movimiento altermundismo es un amplio conjunto de movimientos sociales formado


por activistas provenientes de distintas corrientes políticas, que a finales del siglo XX
convergieron en la crítica social al proceso de globalización.
Existe cierta controversia sobre el término que define a este movimiento. Muchos de sus
partidarios prefieren el término «altermundismo» o «alterglobalización», para evitar
definirse por oposición, y porque el término «antiglobalización» daría una imagen
imprecisa y negativa. El nombre altermundismo proviene precisamente del lema Otro
mundo es posible, es un movimiento social heterogéneo compuesto por simpatizantes de
muy variados perfiles, que proponen que la globalización y el desarrollo humano se basen
en prioridad en los valores sociales y ambientales, en oposición a quienes los centran en el
neoliberalismo económico, nacido en el Foro Social Mundial, que cada año reúne a
movimientos sociales de cientos de países del mundo.
El movimiento antiglobalización acusa al actual proceso de globalización de beneficiar a
las grandes multinacionales y a los países más ricos, acentuando la precarización del
trabajo, y consolidando un modelo de desarrollo económico injusto e insostenible. También
lo acusa de socavar la capacidad democrática de los Estados, entre otros aspectos
negativos.

Identidad y amistad
Se trata de una red potencial y unilateral que se coordina y organiza de forma más o
menos horizontal y descentralizada, además de usar Internet y las nuevas tecnologías
intensivamente para coordinarse y difundir sus ideas y noticias.
La falta de centralización y de jerarquía da lugar a que no existan portavoces ni
manifiestos finales, si bien los colectivos que forman el movimiento pueden tenerlos. El
movimiento está conformado por muchos grupos e individualidades de muy diversos
orígenes y objetivos, a veces, incluso opuestos. Esto dificulta la definición del movimiento
mismo en cuanto a término y significado. Las contracumbres y encuentros en el Foro
Social Mundial son, fundamentalmente, las ocasiones en donde el movimiento
antiglobalización se encuentra y obtiene impacto mediático.
Sus enemigos principales son las multinacionales y las grandes organizaciones
económicas y políticas internacionales, fundamentalmente, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), para ellos estos dos grupos son los
responsables de la asfixiante situación en la que se encuentran la mayor parte de los
países pobres, incapaces de afrontar la deuda que en muchos casos supera su producto
interior bruto(PIB).

Origen y efectos
La sociedad civil, como fuerza y como concepto, emergió gracias a este movimiento como
una tercera fuerza global, se coloca al lado de los negocios transnacionales y el gobierno
como una de las instituciones globales claves que ahora intentan determinar la calidad y
dirección de la globalización. El movimiento altermundista se vuelve visible en la batalla de
Seattle y se ha constituido como un hecho histórico mundial. Existe un consenso
generalizado en que a partir de su surgimiento en 1999 se produce una bisagra en la
dirección que traía el proceso de globalización corporativa. Hasta ese momento, durante la
década de los años 1990, la globalización era presentada con un lenguaje exclusivamente
comercial y afín por las empresas multinacionales (EMN) y los grandes grupos financieros
mundiales. Desde entonces, incluso los sectores más conservadores comienzan a utilizar
en su lenguaje términos y propuestas vinculadas a los derechos del trabajo, del ambiente,
de los derechos humanos, de la pobreza y la distribución de la riqueza.
El hecho de que por primera vez las organizaciones sindicales y ambientales («tortugas y
camioneros unidos al fin») pudieron unirse en una acción conjunta, abrió un proceso
mundial de alianzas entre organizaciones heterogéneas que finalmente tuvo una de sus
máximas manifestaciones en el Foro Social Mundial, cuya primera versión se realizó en
Porto Alegre en 2001.
A partir de un primer nodo surgido durante las movilizaciones de Seattle, se crea una red
global de contra información denominada Indymedia, cuyos
principios hackers y anarquistas (ideologías no necesariamente compartidas por la
antiglobalización), son el conocimiento libre y la interacción informativa de las noticias y la
opinión, antecediendo de cierta forma a la Wikipedia. En el aspecto económico una parte
importante del movimiento surgido ha ido enfocándose cada vez más propuestas
autónomas a las vías gubernamentales y alternativas al corporativismo. Es el caso de
la economía solidaria, un modelo voluntario y cooperativo de economía que incluye
el comercio justo, la banca ética, el microcrédito, empresas asociativas, entre otras
actividades propositivas.

Ideología y corrientes
Corrientes internas
Los siguientes movimientos sociales y corrientes ideológicas forman parte del
movimiento:10

 Anticapitalismo: anarquismo, fascismo, comunismo, economía
participativa, autonomismo.
 Movimiento ecologista en favor del desarrollo sostenible o del decrecimiento.
 Movimiento de liberación animal.
 Pacifismo y antimilitarismo.
 Grupos preocupados por la pobreza y la justicia Norte-Sur
(algunas ONG y movimientos cristianos).
 Movimientos indigenistas.
 Movimiento obrero, sindicatos y organizaciones estudiantiles.
 Movimientos de liberación y nacionalistas.
 Antirracismo.
 Otros: esperantistas, grupos pro medicamentos genéricos, activistas contra
los organismos modificados genéticamente (OMG).
Algunas personas provienen de varias de estas corrientes, otras no se identifican con
ninguna en concreto sino que simpatizan con la mayoría o la totalidad de ellas.

Organización
Naturaleza de la red
No es un movimiento organizado jerárquicamente sino que se trata de una red de diversos
movimientos, que se coordinan y organizan de forma horizontal y descentralizada. Esto da
lugar a que no existan portavoces ni manifiestos finales, si bien los colectivos que forman
el movimiento pueden tenerlos.
El denominador común de los grupos involucrados se basa en ideas por oposición a las
políticas imperantes. Sin embargo, se intenta con éxito que los diversos grupos adopten
las causas de los demás, logrando así propuestas en positivo y una mayor sensación de
unidad, creando redes sociales que no se rompen necesariamente tras una contracumbre
o un Foro Social.
En los últimos años se ha impulsado la construcción de alternativas de base a la estructura
social imperante, si bien, arguyen los activistas, la visibilidad se ha concentrado en
acciones de desobediencia civil, acciones directas no violentas y enfrentamientos con la
policía.

Uso de la tecnología y los medios de comunicación


Los movimientos sociales han hecho uso intensivo las posibilidades que ofrecen las
nuevas tecnologías (principalmente móviles e internet) para informarse, comunicarse
internamente y coordinarse.
Medios alternativos
Internet, como fuente de información difícil de controlar por los Estados o por los grandes
medios de comunicación, es apreciado y usado extensivamente entre los activistas para
informar e informarse. Los activistas adoptan un discurso crítico con medios de
comunicación convencionales por considerarlos como filtro para las noticias incómodas
con el poder político y económico. 14 Para contrarrestar el filtro de los medios
convencionales la producción y difusión de contenidos informativos forma una parte
importante de la estrategia de los activistas.
Así, existen medios digitales, a veces mencionados como contrainformativos,15 que
ofrecen contenidos de interés para los activistas y no serían aceptados por los grandes
medios de comunicación. Algunos de los sitios web más conocidos son: Rebelión,
Indymedia, La Insignia, LaHaine y Kaosenlared. Estos sitios web suelen más participativos
que los medios tradicionales 16 y muchas veces son los propios lectores los que producen
las noticias o artículos.
A pesar del uso intensivo que se hace de internet, también existen otros medios que
funcionan en papel como el diario de Madrid Diagonal o la publicación mensual
francesa Le Monde Diplomatique. Existen varias emisoras autodenominadas «radios
libres».
Comunicación interna
A nivel organizativo interno los grupos o colectivos de activistas, utilizan herramientas
como las listas de correo, email, sitio web y redes sociales como Facebook.
A veces las listas de correo y las direcciones de email, no están únicamente dedicadas a
labores organizativas internas (reuniones, etc.) sino que pueden dar lugar a debates
políticos y cadenas de mensajes para difundir mensajes.
El sitio web es una instrumento ya consolidado en la presentación mediática de cualquier
organización en casi todo el mundo y los colectivos de activistas no son una excepción.
Más novedosas son las campañas de comunicación llevadas a cabo exclusivamente a
partir de sitios de redes sociales como Facebook. En ellas se aprovecha la capacidad
de marketing viral que estas redes proporcionan, lo que ofrece la posibilidad tanto de
difundir una idea rápidamente como de crear una red de simpatizantes que puede ser
usada para recaudar fondos o captar colaboradores. Un buen ejemplo resulta la campaña
«¿65 horas? ¡Ni de coña!» contra la propuesta de la Unión Europea de ampliar el horario
laboral de los trabajadores, que logró reunir a miles de personas para apoyar esa causa
rápidamente y sin medios económicos.
Otro ejemplo de uso activista de la red, que puede servir para indicar el futuro del
activismo en la red, lo encontramos en Avaaz.org, un grupo activista totalmente global que
intenta influir con éxito sobre la agenda internacional sobre cuestiones como el cambio
climático, derechos humanos y conflictos religiosos, que ha sido concebido para la internet,
donde ha llegado a tres millones de simpatizantes a través de más de trece lenguas.
Críticas al movimiento
El movimiento antiglobalización o altermundialista ha sido criticado en muchos aspectos
por políticos, institutos conservadores, economistas liberales y otras personas favorables a
la economía de mercado, pero también por los mismos activistas que lo forman.

Ideológicas
El movimiento ha cosechado críticas desde sectores pertenecientes a la derecha
política en general, y en especial del liberalismo y de los defensores del libre mercado que
sostienen que la libertad económica es una expresión indispensable de la libertad
individual.33 Cuestionan el movimiento en ocasiones por considerarlo una reedición
del marxismo (al que consideran caduco) y en otras achacándoles ignorancia respecto al
funcionamiento de la generación de riqueza. 34 Por ejemplo la política liberal italiana Emma
Bonino pregunta «En el mundo hay islas de exclusión, pero ¿cómo es posible que alguien
piense realmente que produciendo menos riqueza puede resultar más fácil el combate
contra la pobreza?»35 aludiendo a la tesis liberal de que el mercado es la forma más
eficiente de generar riqueza. El Primer ministro de Bélgica Guy Verhofstadt ha escrito una
carta36 en tono amistoso a los antiglobalizadores en la que argumenta en favor de la
globalización con argumentos similares.
El escritor sueco Johan Norberg es autor del libro En defensa del capitalismo global y
productor del documental Globalisation is Good,37 en el que critica abiertamente a los
activistas críticos con la globalización a los que llama «peligrosos» y a sus ideas
«equivocadas». El documental viene a presentar los argumentos más conocidos en pro
del libre comercio. Desde las posiciones de los activistas se rechazan sus argumentos y se
denuncian «graves contradicciones y errores».
Algunos críticos señalan que aunque las protestas giran en torno a cuestiones que la
mayoría reconocen como graves problemas (como las violaciones de derechos humanos,
el calentamiento global y la pobreza crónica de algunas partes del mundo), sólo
ocasionalmente se generan soluciones o propuestas concretas. Los activistas suelen
aceptar parte de la crítica pero señalan que en pocos años han sido capaces de lanzar
diversas e interesantes propuestas de corte intervencionista como la Renta Básica o
la Tasa Tobin, y otras como la condonación de la deuda externa, la profundización en
la democracia participativa, etc. (véase Propuestas más conocidas en este mismo
artículo).
Los filósofos Michael Heath y Andrew Potter en su libro «Rebelarse vende» hacen una
profunda crítica de los movimientos antiglobalización y contraculturales desde una óptica
de izquierda de Tercera Vía, afirmando que la rebelión cultural es la base del consumismo.
También cuestionan fuertemente a Naomi Klein, ideóloga principal del movimiento. En
definitiva, estos autores defienden la puesta en práctica de medidas reales y efectivas de
forma organizada, en torno a movimientos sociales organizados, que progresivamente
vayan conquistando mejoras sociales en pro de un mundo más justo y sostenible.
Algunos temen que las motivaciones finales de algunas corrientes, como la comunista o
anarquista, sean revolucionarias. La réplica habitual es que el movimiento cuenta con una
estructura horizontal, pacífica y minoritaria, con lo que no supone una amenaza al orden
establecido.

Violencia y criminalización
Una de las críticas más comunes que surgen cuando se producen hechos violentos en las
contra cumbres es la naturaleza violenta del movimiento y su naturaleza extremista y
radical.
Algunos activistas radicales, como algunos de los del bloque negro, justifican
el vandalismo contra escaparates, bancos, McDonald's, etc. para expresar su rabia contra
el sistema y por ser la mejor forma de atraer la atención de los medios. Sin embargo, otros
muchos colectivos, organizaciones e individualidades que concurren a estos eventos
rechazan todo tipo de violencia por principios, y por predisponer a los medios contra ellos y
eclipsar el mensaje político que se intenta transmitir al mundo.
De todas formas algunos activistas se quejan 39 de que los colectivos moderados de corte
tradicional y vinculados a partidos políticos intentan criminalizar los colectivos más
transformadores y alternativos para minar sus argumentos y ganar protagonismo a su
costa, independientemente del uso que hagan de la violencia.
Muchas de las manifestaciones acaban en altercados violentos y enfrentamientos con la
policía.
Los activistas han denunciado que la policía provoca violentamente en las manifestaciones
para criminalizar con ello un movimiento social legítimo. Se ha denunciado 40 también que
la policía se ha infiltrado entre ellos para reventar manifestaciones y justificar la cobertura
política de la represión policial.
Durante la contra cumbre de Génova los enfrentamientos entre policía y manifestantes
llegaron a su máxima expresión desembocaron en la muerte de Carlo Giuliani. Muchos
manifestantes denunciaron torturas que lograron la atención de Amnistía Internacional y
desembocaron en un juicio
Incluso se ha demostrado que las páginas web afines al movimiento han estado bajo
vigilancia policial para investigar sus actividades y se ha denunciado que la policía ha
suministrado informaciones falsas a los medios para criminalizarles. 44

Organizativas y metodológicas
Falta de cohesión interna
Uno de las críticas que más a menudo recibe el movimiento, que no necesariamente viene
de sus oponentes, es la carencia de metas comunes y que los puntos de vista de sus
activistas se oponen a veces entre ellas. Muchos no ven este hecho como un problema
central mientras tengan un enemigo común al que oponerse. Ciertamente las diferencias
de culturas organizativas e ideológicas complican la construcción de alternativas comunes.

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