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TORIBIO Y GAIRA
FACULTAD DE HUMANIDADES
PROGRAMA DE ANTROPOLOGIA
SANTA MARTA
2010
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PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA EN LAS ÁREAS DEL RÍO CORDOBA, RÍO
TORIBIO Y GAIRA
FACULTAD DE HUMANIDADES
PROGRAMA DE ANTROPOLOGIA
SANTA MARTA
2010
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Nota de aceptación
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AGRADECIMIENTOS
Gracias a mis padres Isabel Elena Ginez y Víctor Alvarez Ceballos, mi hermano Johao Carlos
Alvarez, mi esposo Catalino José Caballero Gonzales, a mis hijas Estefany Carolina Arango
Alvarez, Maria Isabel Caballero Alvarez, a mi abuela Celia de Alvarez, a mis tías Consuelo
Alvarez, Piedad Alvarez, Denis Ginez, Dolores Ginez, Rosalía Ginez, Mercedes Ginez y Juana
Ginez, a mis tíos Héctor Alvarez, Bernardo Alvarez, Hair Alvarez, Luis Ginez, a mi prima
Enriqueta Ponce, a mi comadre Rosa Icela Correa Jarava, a mi amiga Mabelis Gonzales. En
memoria de mi abuela Esther Maria Florín de Ginez, mi prima Maria Cristina García Ginez, mi
abuelo Víctor Alvarez, mi tía Nidia Alvarez. A mis vecinos, Martha Pabon Iglesia, Leonor
Rodríguez, Uwaldino Vizcaíno, Vilma Vizcaíno y Vimana Martínez.
A mi madre Eudenis Hernández de Gómez, mi padre Norberto Gómez, mis hermanas Maura
Gómez, Mónica Gómez, Isolina Gómez, mi tía Doris Hernández Viuda de Manjarrés, mis
primos, mis sobrinos, en memoria de mi abuela Agripina Granados.
A esas personas que fueron nuestros empuje y motivación en especial al Antropólogo director
de la tesis Álvaro Osorio Santos quien fue nuestro guía y padre que con sus consejos muy
sabios estuvo todo el tiempo pendiente de este trabajo investigativo, al Consorcio Ruta del Sol
II sin ellos no hubiera sido posible este trabajo, a los Antropólogos Enrique Campo Mier,
quien nos apoyo siempre desde el Museo, Alexis Carabalí que siempre nos dio una voz de
aliento, Wilheml Londoño, quién nos apoyo desde la Universidad, al Licenciado en Ciencias
Sociales Wilfredo Padilla, a nuestros compañeros de Campo, Miguel Gonzales Sarmiento y el
Sr Rafael Rivadeneira, quienes estuvieron en todo momento apoyándonos. A los pescadores de
Puerto Gaira y Playa Salguero por su aporte.
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Al Dr. Augusto Oyuela por sus comentarios ,al Antropólogo Santiago Giraldo por sus aportes,
al Ingeniero Ambiental Armando Rizo por su conocimiento, aporte y apoyo, quien estuvo todo
el tiempo interesado en la investigación, al Geólogo Magister Víctor Marenco, quién fue
nuestro guía y apoyo en los datos geológicos del Departamento del Magdalena y quien mostró
gran interés por este trabajo, al Médico Juan José Espinosa quien colaboró al análisis de restos
óseos humanos, al Odontólogo Pedro Carbono quien ayudó con el análisis de la dentición, a la
Bióloga marina Magister Marcela Grijalba de la Universidad Jorge Tadeo Lozano quien con su
ayuda realizó el análisis de vertebras de pescado, al Biólogo marino, Orlando p. Lecomptra de
la Universidad Jorge Tadeo Lozano quien realizó el análisis de caracoles y bivalvas.
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DEDICADO A:
A mi esposo Catalino Caballero, mis padres Isabel Ginez y Víctor Alvarez, a mis hijas Estefany
Arango y Maria Isabel Caballero.
DEDICADO A:
A mi madre Eudenis Hernández de Gómez, mi padre Norberto Gómez, mis hermanas Maura
Gómez, Mónica Gómez, Isolina Gómez, mi tía Doris Hernández Viuda de Manjarrés, mis
primos, mis sobrinos, en memoria de mi abuela Agripina Granados y mi padrino Henry
William Manajarrè.
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TABLA DE CONTENIDO
Introducción
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
3. Reconocimiento Arqueológico 30
3.1 Prospección Arqueológica 30
3.1.1 Sitio Córdobita 30
3.1 Sitio Mosquito 32
3.2 Excavación Arqueológica 33
3.2.1 Corte 1. Córdobita 34
3.2.2 Corte 1. Mosquito 36
3.2.3 Las Evidencias Arqueológicas y su Estratigrafía 40
Capítulo IV
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INDICES DE MAPAS
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INDICE DE LAMINAS
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INDICE DE CUADROS
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ABREVIATURAS
C.14 Carbono 14
Cm. Centímetros
mts Metros
mm Milímetros
m² Metro al cuadrado
m³ Metro Cubico
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INTRODUCCION
A raíz de esto nos vimos en la necesidad de plantear en estas áreas, un estudio más
profundo debido a los trabajos que se viene adelantando y así obtener información a través de
estos yacimientos arqueológicos relacionados al desarrollo cultural prehispánico tanto local
como regional. Además, se procuró ubicar a través de la cronología y en su dimensión
cultural el sitio Mosquito y Córdoba, definir rasgos característicos del material alfarero e
investigar posibles cambios culturales que se hayan podido dar en relación con áreas vecinas.
Como también se intentó inferir como fue la relación del medio-geográfico en el
aprovechamiento de los recursos y pautas de asentamiento. Posteriormente fue posible
identificar rasgos morfológicos de estos antiguos pobladores, y, por lo tanto, enfermedades de
las que padecían.
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En el capítulo II, en el marco conceptual se abordó algunos conceptos a través de datos
poblacionales desde modos de vidas prehispánicos hasta llegar a la especialización a través de
la complejización social y las posibles relaciones que tuvieron estas poblaciones con áreas
vecinas, en ese orden de ideas se recopiló información etnohistórica a partir de las crónicas de
los españoles en la época de contacto.
En el capítulo IV, se llevó a cabo el análisis y clasificación del material cultural donde
se pudo constatar su cronología a través del material cerámico identificado, lo cual nos permitió
sugerir la simultaneidad de estas ocupaciones y a considerar que su cronología está relacionada
a una fecha tardía que posiblemente se puede aproximar a la época de contacto.
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CAPÍTULO I
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municipio de ciénaga. Está situado a los 11º 1’ 44” de latitud norte y 74º 12’ 18,60” de
longitud oeste.
El sitio “Mosquito” comprende el área de Gaira en los predios de “la finca Primas
Correa” que se encuentra localizada en el sector de Mosquito cerca al Sena Agropecuario de
Gaira; limita al norte con el municipio de Santa Marta, por el oriente con el corregimiento de
Minca por el sur con el cerro Mamoron y occidente con Gaira y mar Caribe. Está situado a los
11º 11’ 1,39” de latitud norte y 74º 11’ 41,31” de longitud oeste.
1.2. Geomorfología
LÁMINA No 1
Las áreas de estudio presentan terrenos de depósitos Cuaternarios que ocupan fajas de
amplitud variable entre el mar y las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Presenta
una morfología ondulada a plana desarrollada esencialmente sobre las rocas ígneas intrusivas
grano-cuarzo dioritas pertenecientes al Batolito de Santa Marta y rocas metamórficas, esquistos
y gneises con sedimentos poco consolidados de tipo coluvión-aluvial, marino aluvial y los
aluviones derivados de la actividad fluvial de los ríos, así como las formaciones superficiales o
depósitos originados por la actividad geomórfica actuante sobre las rocas antes mencionadas.
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ligeramente inclinados. La textura es variable desde gruesas a moderadamente finas con
abundancia de gravillas y afloramientos de rocas. Suelos de consistencia dura, friables, no
plásticos, permeabilidad rápida, bien drenados, no inundables, con buena capacidad portante si
no se modifica su estructura preferentemente débil.
1.3. Fisiografía
Una de las características del las áreas de estudio es que comparten fisiografías
similares por pertenecer a un enclave climático de características muy particulares de las áreas
que rodean a la Sierra Nevada de Santa Marta.
Su relieve está compuesto por cerros altos escarpados, llanuras y colinas denudativas
que conforman bajantes de quebradas, también posee la laguna más grande de Sur América La
Ciénaga Grande de Santa Marta. Se distinguen tres grandes ríos en las zonas de estudio como
lo son: río Gaira, río Córdoba y río Toribio. (Ver mapa No2)
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Mapa tomado del trabajo de Augusto Oyuela.1987.
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El clima de estas áreas es de alta temperatura, que oscila entre 24ºC y 38ºC, tienen la
influencia de los vientos alisios, que soplan durante los meses de diciembre a marzo y de julio
a agosto este ultimo da origen al llamado veranillo de San Juan, los meses de invierno son en
julio y octubre a noviembre aunque en los dos últimos años se ha modificado el clima debido al
proceso de calentamiento global donde se ha visto reflejado fuertes oleadas de invierno y calor
afectando a todo el país. Estas áreas forman parte del Cinturón Árido Peri caribeño, definido
por (Hernández. 1992, Et al), como una de las unidades biogeográficas de Colombia.
1.4.1 Vegetación
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(Melochia parvifolia), la soguilla (Achirantes aspersa), que compiten con pastizales de guinea
(Panicum maximun), pasto elefante (Pennisetum purpureum).
Entre las especies que se observan en el área de estudio están el guácimo (Guazuma
ulmifolia) , trupillo (Prosopi juliflora), matarratón (Glicírida sepium), totumo (Cresentia
cujete), el jobo (Spondias mombin), el caracolí (Anacardium excelsum), el quebracho
(Astronium graveolens), balso blanco ó ceiba de leche (Hura crepitans), macondo
(Cavanillesia platanifolia), higuerón (Ficus sp) , ceibas (Ceiba pentandra) y (Bombacopsis
quinata), palo de brasil (Brasiletia mollis), palma amarga (Sabal mauritiaeformi), volador
(Gyrocarpu americanu)s, campano (Pithecellobiu saman), guacamayo (Acacia guacamayo),
orejero (Enterolobiun cyclocarpum), olivos (Capparis spp. y Bulnesia arbórea). En el sitio
Córdobita por ser un llanura denudativa es frecuente observar cardones (Lemairocereus
griseus), tunas (Opuntia sp) y (Melocactus sp), guamachos (Pereskia guamacho), el aromo
(Acacia farnesiana), piñuela (Bromelia pinguin), (Randia aculeata), los olivos o naranjitos
(Capparis spp), (Croto-niveus), el trébol (Platysmiscium polistachyum).
1.4.2 Fauna
En cuanto a la fauna frecuente en las zonas de estudio, está representada por la iguana
(Iguana, iguana), tortuga (Geochelonne carbonaria), el lagarto o pasa arroyo (Lacerta sp), la
salamanqueja (Lacerta veninosuu), serpientes representadas por el patoco (Bothrops
landsbergi) y la cascabel (Crotalus durissus terrificus).
Entre las aves que se encuentran con frecuencia en las zonas son: las garzas del ganado
(Bubulcus ibis) , el halcón (Milvago chimachima), los goleros o gualas (Coragyps atratus) y
(Cathartes aura), (Polyborus plancus), este último un carroñero también llamado caracara que
junto con M. chimachima, se alimentan de los cadáveres de los animales que son atropellados
en las vía, razón por la cual son observados con frecuencia los garrapateros (Crotophaga
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ani),periquito bronceado ó perico barbinaranjado (Brotogeris jugularis), Ermitaño carnicero
(Phaetornis anthophilius), azulejos palmeros (Thraupi palmarun),carpintero avado
(Melanerpes rubricapillus), tucán del Caribe (Ramphastos sulphuratus). Los cucaracheros
(Troglodytes aedon) y las palomas (Columbina tapalcota), (Pitangus sulfuratus), (C.
passerina y Scardafella squamata); entre los tiránidos se encuentran la chuchafría (Pitangus
sulfuratus), el tijereto (Tyranus savana) y (T. melancholicus.)
Entre los mamíferos que se observan con frecuencia se encuentran los saíno (Tajacu
tallassu), venado (Odocoileus virginianus), zorrochuchos (Didelphis marsupialis), zorros o
zorro perros (Cerdocyon thous), venado (Odocoileus virginianus), conejo (Sylvilagus
brasiliensis), iguana (Iguana iguana), armadillo (Dasypus novemcinctus), tortuga (Geochelone
carbonaria), ñeque (Dasyprocta colombiana) y caracoles de agua dulce (Pulmonado).
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CAPÍTULO II
Para hacer referencia a los hallazgos encontrados en los sitios Cordobita y Mosquito en
relación con la interpretación arqueológica de los vestigios culturales como tales, es necesario
entender los cambios culturales (Dolmatoff, 1953; Oyuela, 1987; Langebaek: 1987) que se
dieron antes y después de las dinámicas coloniales de la época de contacto. Los cuales puedan
ser interpretados por medios de los estudios arqueológicos y con la ayuda de los datos
etnohistóricos que permitan establecer un acercamiento a la historia de nuestros antiguos
pobladores que habitaron estas áreas culturales (Eggan,1953; Sterward, 1946, en: Correa F,
1989:16) no entendida como un espacio como tal, sino como la configuración y articulación de
esos espacios en los procesos donde emerge una dinámica tanto local, regional y de resistencia
cultural en la época de contacto, que se dieron entre el litoral y la vertiente norte y
suroccidental de la Sierra Nevada de Santa Marta.
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Véase. Angulo, Valdés C. 1985.Modos de vida en la prehistoria de la llanura atlántica de Colombia. CERES.
Universidad del Norte, Barranquilla.1995.
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(Angulo V, 1995) en el desarrollo de las sociedades prehispánicas locales, y, por lo tanto,
regionales.
“En la costa Caribe de Colombia la vida sedentaria aldeana, con una población activa y creciente, podría
haber sido factible con un mínimo de cultivos sistemáticos. Parece que la pesca y caza ribereña,
combinada con los cultivos de raíces, fueron, desde una fecha muy temprana, los factores que dieron
estabilidad a la sociedades indígenas del trópico colombiano” (Reichell Dolmatoff 1986:68)
Se podría decir que estos factores fueron un punto decisivo en las pautas de
asentamiento. Los registro arqueológicos han demostrado que para el 1120 a. C. a 70 d. C., en
Malambo (Atlántico) existía una población tecnológicamente con tradición estilística3
(Angulo, Valdés. conver. Pers. Marzo de 2001, UNINORTE. B/quilla) más avanzada que
Puerto Hormiga en cuanto a su base económica, refiriéndose a “la abundancia de fragmentos de
budares en la fase Malambo, indican el uso común de la yuca en forma de mañoco y cazabe, mientras que la
ausencia de conchas de moluscos podría sugerir la poca importancia de estos recursos” (Reichell Dolmatoff ,1987:
71). Evidenciando así que la interacción de los avances culturales tanto locales como regionales
según la posición temporal, fueron diferentes para las distintas áreas del litoral. El material
Malambo de Angulo (1981) y “Malamboide” de (Tartusi, Niño y Núñez, 1984:77-78. Citado
en: Oyuela, 1987) cuenta con cerámica monograma con decoraciones de líneas incisas anchas.
Una de las características son los adornos modelados, las vasijas ovaladas y hexagonales en
forma de animales con bases tetrápodes guardan cierta relación filial con la serie
“Barrancoide” de Venezuela (Irvins Rousse y J.M Cruxent, 1961) aunque esta se posesiona
temporalmente en el 1000 a. C. a 350 d. C. se podría suponer que hubo nexos históricos entre
los dos grupos.
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Concepto utilizado por Carlos Angulo Valdés para referirse a la persistencia en tiempo y espacio, de un conjunto de rasgos que caracterizan
la tecnología alfarera.
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cercanías de la ciudad de Ciénaga, donde se han encontrado vasijas zoomorfas con decoración
incisa, pequeñas adornos modelados y mascarillas que también se han encontrado en la región
de Papare entre Ciénaga y Santa Marta y de Zambrano en el bajo río Magdalena.
Mason en (1922) fue el primero que investigó dieciséis sitios costaneros ubicados entre
la actual población de Ciénaga y Cañaveral donde el material hallado por Mason fue
considerado como perteneciente a la denominada cultura Tairona. Sin embargo, encontró en
Gaira una clase de cerámica que consideró intrusa y que la llamó “Light colored ware” o
“Gaira amarilla” relacionada al Tairona Tardío (Reichel-Dolmatoff, 1954b) aunque en la
parte baja del río Córdoba, en Papare sigue la misma secuencia (Langebaek, 1986), hacia el sur
o el occidente de Ciénaga la cerámica habana se encuentra en mayor representación
desempeñando un papel significativo en la cronología ya que esta se posesiona en un periodo
temprano (Murdy, 1986:16-25. Citado en: Oyuela, 1986:43) los orígenes de esta cerámica
posiblemente se remonta a poblaciones del Bajo Magdalena. Otra de las características de los
tipos hallados en Gaira, es la existencia de una cerámica roja fina que puede ser propia de esta
región al igual que figurinas poco usuales y que considera pertenecientes a otra fase cultural,
Mason (1939).
Por otra parte, en la franja del litoral adyacente a la Sierra Nevada de Santa Marta, hace
su aparición la tradición alfarera temprana llamada Neguanje para esta se tiene tres fechas de
radiocarbono y existen investigaciones detalladas que fueron realizadas por, Winn (1975);
Mason (1939); Oyuela (1985); Langebaek (1987).
“una [para el] 430 ± 60 dC fue obtenida para el yacimiento en la ensenada de Cinto (Oyuela, 1985); otra
correspondiente al 580±120dC ha sido reportada para el sitio las Animas, cerca al rio Guachaca, para una
plataforma de vivienda cerca a depósitos de cerámica de tipología Neguanje (Luisa Fernanda Herrera, comp.pers.
Mayo de 1987). Finalmente, una fecha terminal, del 970± 80 dC, fue recientemente obtenida en cercanía a Ciénaga
en Papare (Langebaek, 1987)” (Langebaek, 1987:32).
Al parecer se trata de la primera alfarería introducida para esta zona, aunque se conoce
que en sectores de Ciénaga en Papare este tipo de cerámica se “asocia al final de una ocupación
agrícola y alfarera caracterizada por una cerámica modelada-incisa, emparentada con la de Malambo, Cuzi y las
fases más antigua de Las Tortolitas” (Langebaek, 1987:32), es evidente que existe una relación a partir de
la cerámica, pero no hay evidencia de los budares encontrados en Malambo para la fase
Neguanje, lo que hace pensar que la introducción de manos de moler y metates hallados para la
fase Neguanje sugiere una asociación con el cultivo y consumo de maíz y no con raíces como
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la yuca, “parece sugerir que los desarrollos Neguanje hicieron parte de un proceso general de cambios que
afectaron a diversas sociedades vecinas. En común con Momil” (Langebaek, 1987:33) los niveles de avances
culturales tanto locales como regionales temporalmente fueron diferentes, como se evidencia en
el registro arqueológico. Estudios de palinología realizados en trabajos arqueológicos, Dever
(2007) en Chengue arrojaron muestras de semillas de maíz quemado, relacionado a un periodo
temprano, hasta ahora es el único dato de análisis palinológico que se tiene para el litoral
(Alejandro Dever, conv.pers.2009. UNIMAG). La adopción y manipulación de semillas como
el maíz permitieron la domesticación del paisaje, y, por lo tanto, una base alimentaria que
repercutiría en aspecto tales como: densidad en la población que generaría un cambio
estructural en las viviendas, complejización y tecnificación en la cerámica y cambios a nivel de
las relaciones sociales y de la producción. Reichel-Dolmatoff (1986).
Una de las características de la fase Neguanje es que se considera haber estado limitada
para el litoral, según estudios arqueológicos realizados por Bischof (1968) ha demostrado que
existe evidencias de cerámica Neguanje en Gaira, cinto y Pueblito, el tipo de cerámica que
pertenece a la fase Neguanje se caracteriza por la utilización de la pintura roja sobre la
superficie, incisiones poco anchas con diseños a bases de líneas rectas para el caso de la
primera, bases abulbadas con perforaciones y curvilíneas en el caso de la segunda. Se
caracteriza la cerámica por sus representaciones zoomorfas y antropomorfas, la utilización de
pintura roja sobre su superficie y la incisión poco ancha, con diseños a base de líneas rectas en
el caso de la primera y en el caso de la segunda las líneas son curvilíneas, Langebaek (1987).
Sus diferentes formas incluyen vasijas semiesféricas y aquilladas con bordes evertidos y base
cilíndrica o bulbosa, botellones y copas con base anular. La alfarería Neguanje color negro
fino se relaciona con la tipología de la cerámica llamada “Gaira” de esta región, aunque los
rasgos en cuanto a forma y decoración comparte paralelamente rasgos con otros sitios ubicados
desde el Occidente de Venezuela hasta al Darién, Langebaek (1987).
Otras de las características de la fase Neguanje es que está relacionada con lotes
funerarios de urnas, vasijas grandes que se cree sirvieron para almacenar agua y sal,
ofrendatarios, metates, manos de moler, adornos líticos, orfebrería, hachas entre otros. Este tipo
de cerámica ha sido referenciada por Reichel-Dolmatoff (1986:195) en cercanías de la Quinta
de San Pedro Alejandrino en Santa Marta (Mamatoco), donde se encontró en un yacimiento
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excavado una fase de desarrollo temprano que fue llamado Mamatoco, la cual está relacionada
con la cerámicas de la fase temprana de Neguanje y con características de la de Puerto Gaira,
“una de las características de esta cerámica es su pintura bicromada rojo sobre negro y rojo sobre purpura, hay
que buscar el origen de estas poblaciones alfareras para la parte sur de la Ciénaga de Santa Marta y en la parte
baja del río Magdalena” (Augusto Oyuela, Conv. pers. 2009. UNIMAG). La cerámica encontrada
está relacionada a un tipo de material alfarero diferente al Tairona “clásico”, evidenciados en
sitios Tardío de Pueblito (Bischof, 1968,1969a, 1969b; Reichel- Dolmatoff, 1953, 1954a, 1965)
este se encuentra relacionado con Momil y el Primer horizonte de Ranchería en la Guajira. Esta
cerámica también es descrita por (Wynn, 1975 y Oyuela, 1985) para el bajo río Burítaca y la
Ensenada de Cinto. Por otro lado no hay que descartar la estrecha relación que existe de la fase
Neguanje con la secuencia cronológica de Momil (Reichell- Dolmatoff y Alicia D, 1956) con
la cerámica incisa curvilínea que procede de los niveles más tardíos, al parecer “los desarrollos
Neguanje hicieron parte de un proceso general de cambios que afectaron a diversas
sociedades vecinas” (Langebaek, 1987:33) compartiendo así características en común con
Momil con la introducción del complejo manos de moler – metates los cuales hacen énfasis a la
asociación de prácticas agrícolas del cultivo y consumo de granos como el maíz, los cuales
constituyen un rasgo paralelo con el período Neguanje. Otro sitio es el de Crespo en los
alrededores de Cartagena Dussán (1954), también está relacionada con el área de la Guajira
a la alfarería tardía Horno y del primer horizonte pintado de la cuenca de Ranchería,
mostrando similitud en sus formas y diseños. En cambio con el segundo horizonte pintado
existe un estrecho vínculo “compartiendo la presencia de bases bulbosas caladas, doble hileras de
impresiones en el cuerpo y la aplicación de adornos mamelonares en el cuerpo” (Tartusi, Niño y Núñez Regueiro,
1984: 71-72.en: Oyuela, 1987).
Podemos sugerir que para el litoral los Cambios Culturales se dieron en un proceso
diacrónico histórico, inferido por el medio ambiente circundante que debió ser uno de los
factores primordiales para los procesos de desarrollo culturales locales y regionales de nuestros
antiguos pobladores.
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Luisa Fernanda Herrera, siendo esta hasta el momento la única información que se tiene sobre
los inicios de una ocupación indígena para el macizo montañoso.
Algunos autores sugieren (Wynn, 1975 y Oyuela, 1985) que para el siglo VII d.C. la
alfarería Neguanje en algunos yacimientos septentrionales, tomaron nuevos estilos y formas y
decoración que al parecer culminarían al surgimiento de la alfarería Tairona.
Para el siglo VIII d. C., comienza los primeros asentamientos, con arquitectura lítica en
la Cuenca del río Burítaca, Cardoso (1986). “los aspectos culturales anteriormente mencionados inducen
a plantear que se operó una transformación hacia la jerarquización social, al pasar de una sociedad tribal a unos
rangos o cacicazgos”. (Warwick, B. 1984: 305-333) Lo que conllevó al surgimiento de aumento en la
población, grandes aldeas, caminos enlosados en las parte altas de las Cuencas Serranas para el
siglo X d. C., Groot (1985) y Ardila (1986b). Se podría decir que para el siglo X d.C., en las
áreas del litoral en los alrededores de Ciénaga la cerámica Neguanje todavía existía sin tener
alteraciones en cuanto a sus estilos y formas, lo que supone las dataciones es que para estas
épocas durante algún tiempo coexistieron tanto la Neguanje como Tairona sin inferir una con la
otra, claro está, con esto no se quiere decir que no existía algún tipo de relación de intercambio
entre los pobladores serranos y los de la franja del litoral. De hecho autores como Oyuela
(1987) plantean que la evidencia arqueológica ha demostrado que para estos siglos en el norte
de Colombia existía redes de intercambio que estaban mediadas por la integración de estas
sociedades, y, por lo tanto, por la redistribución de producto, que harían su contribución a la
complejización cultural.
Entre los siglos VII d. C. y X d. C., surgieron poblamientos estables para la Sierra con
un desarrollo notable tanto alfarero como lítico que no ha sido descrito para la franja del litoral,
hasta el momento la información de datación con que se cuenta de excavaciones arqueológicas
sistemáticas proceden de las estribaciones bajas (Mason, 1931; Reichel- Dolmatoff, 1954-1955;
Bischof, 1960; Herrera,1985; Cadavid, 1986.) las otras fechas que se tienen son de la parte alta
de la Sierra (Cadavid y Herrera,1982; Groot,1985; Lleras,1985; Ardila,1986ª y Oyuela, 1986;
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Campo, 1992:entre otros) sustentado en estos estudios los investigadores pudieron ubicar la
cultura material Tairona en un espacio-temporal, clasificándola por sus formas, algunos de
los sitios que se pueden remontar aproximadamente desde el,
“siglo X d. de J.C., según fecha de carbono 14, hasta el siglo XVI, época del contacto con los Europeos; y,
por otro lado manifestaciones culturales situadas alrededor de los siglos III y X d. de J.C que ejemplifica
desarrollos locales características del litoral y de las tierras bajas adyacentes, en los cuales algunos autores
perciben rasgos ancestrales de los Taironas”. (Groot, 1991:17).
El complejo que se conoce como Tairona está relacionado con una fecha tardía, abarca
las faldas norte y noroeste de la Sierra de Santa Marta, aunque para el sur y sureste son pocos
los trabajos arqueológicos realizados se conoce de terrazas existentes y caminos que la
comunican con el norte dato que se pude verificar con los relatos de los cronistas donde
describen la existencia de la provincia de Posigőeica “nunca conquistada por los españoles y situada en
los alrededores de río Frío donde la cerámica habana aparece con mayor frecuencia”(Bischof 1991:12), otra de
características de las poblaciones Tairona es que se distinguen de las otras áreas arqueológicas
vecinas por sus complejos arquitectónicos, sus caminos en basamento que los comunica de una
ciudad a otra, la rica gama de artefactos elaborados con gran perfección y su iconografía propia
de la región, sobre todo por las construcciones materiales tanto en cerámica como en
orfebrería y piedra, unas de las características de la alfarería Tairona son los ofrendatarios que
presentan modificaciones en cuanto a sus pestañas para acomodar las tapas; las copas son más
frecuentes, pero con bases más bajas y algunas en formas cilíndricas, a veces se le encuentra
decoradas?4 Langebaek (1987) por un par de pequeñas perforaciones, las bases bulbosas con
aberturas que son frecuentes para la franja del litoral no son notorias en la alfarería Tairona y
parece que dan paso a bases más bajas, decoradas? con un par de pequeñas perforaciones
opuestas. Las urnas también presentan decoraciones antropomorfas, vasijas aquilladas de bases
bajas, vasijas en miniatura, vasijas con decoraciones y apliques zoomorfos, antropomorfos y
antropozoomorfos, vasijas dobles con asas, silbatos y ocarinas con representaciones zoomorfos,
antropomorfos y antropozoomorfos, también se encuentran un tipo de “plato con mango,
4
El Dr. Langebaek, (1987) encuentra estos orificios como decoraciones, las autoras de esta tesis proponemos que debieron de ser utilizados,
por que muestran desgaste o uso en los orificios.
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probablemente correspondiente a “asadores” para arepas de maíz” (Langebaek, 1987:35), platos con asa,
cuentas en piedras y adornos en oro entre otros.
". .. De yucas y maíz es su comida de lo cual ansi mismo hacen vinos; de fructos es la tierra bastecida silvestres,
que no labran los. Es larga serranía y estendida toda de fragosísimos caminos,
Hay parras por los árboles tendidas, De racimos de uvas proveídas, Aquestas son labruscas naturales,
Cuyos gustos allí no son inicuos, Racimillos pequeños, pero tales que hacen pegajosos los hocicos...”
(Castellanos, Juan de. Op. Cit. Tomo II, Pág. 297, citado en: Herrera de Turbay, 1985:4)”.
Sobre las prácticas de cultivo se sabe muy poco, aunque parece que se realizaron
cultivos mixtos y homogéneos como también cultivos de rotación, Herrera (1985). Aunque
existe evidencias de sistemas de regadíos de las tierras por medio de acequias y fosos, para los
cultivos y huertos.5 Uno de los factores que intervienen en la práctica para la agricultura en la
Sierra es la verticalidad que ofrecen sus pisos térmicos,
“[la] Doméstica verticalidad también ha sido sugerido para el Tairona, un modelo llamado con frecuencia
microverticaly sugiere que en los más diversos ambientes a nivel local de los Andes del Norte las familias son
capaces de acceder a una amplia gama de entornos de inversión, mientras que sólo un día de viaje”. (Oberem,
1981; Bischof ,1982; Reichel Dolmatoff, 1978; Langebaek ,1996. Citado en: Dever, 2007:9).
El intercambio de las tierras altas con las tierras bajas del litoral de productos y bienes
tanto artesanales como alimenticios; raíces, granos, saíno, pescado y sal, además de moluscos
entre otros, contribuyó a una dieta balanceada para las poblaciones locales y regionales ,y,
por lo tanto, en el desarrollo político, económico y religioso.
La evidencia de una arquitectura lítica compleja, el surgimiento y la transformación de
la alfarería incidieron en:
“El modo de vida de muchas sociedades del norte de Suramérica que a la llegada de los españoles se destacaban
por haber alcanzado un notorio avance en el nivel económico y político. Se trata por un lado del inicio de la
colonización de la Serranía de Mérida, acontecimiento llevado a cabo del siglo IX d. C. por parte de sociedades
agrícolas y alfareras (Wagner, 1979.citado, en: Langebaek, 1987); así como en el comienzo de las sociedades
portadoras de cerámica del Segundo horizonte pintado en la Guajira (Ardila, 1986 citado en Langebaek, 1987) y
de la probable invasión del Altiplano Cundiboyacense por parte de una población de probable extracción costeña”.
(Langebaek, 1987:35)
5
Véase. Patiño, Víctor Manuel. Historia de la actividad agropecuaria en América equinoccial. Pág. 118
30
En este contexto las investigaciones arqueológicas proponen que para esto siglos
existía “una íntima relación entre la cultura material de los antiguos habitantes del área Tairona y la de un buen
número de sociedades del occidente de Venezuela, los Andes orientales e incluso Panamá y Costa Rica”
(Langebaek.1987:36). Posiblemente el surgimiento de estos acontecimientos históricos en los
avances y relaciones de estas poblaciones conllevaron a estas sociedades agrícolas a la
colonización de estas áreas donde dichas poblaciones pudieron incorporar tecnificación y
manipulación en los recursos ecológicos que ofrecía el medio alcanzando así un nivel de
complejidad tanto económico como socio-político, y, por lo tanto religioso.
“se [acogieran] tanto a las bondades que les brindaba esta tierra como a las restricciones que les imponía y durante
un largo proceso de desarrollo lograron combinar esas bondades y esas restricciones del medio de afianzar y
garantizar su permanencia y reproducción biológica en la región, como lo señala hoy día las ruinas de numerosos
poblados con infraestructura en piedra, terrazas de cultivo, canales, aljibes, puentes y largos caminos de piedra. La
existencia de todas estas obras sugiere, a su vez, que las varias comunidades participaban de una economía fuerte y
muy posiblemente también de un sentimiento de unidad étnica o cultural”. (Groot, 1991:16)
Los datos de los cronistas en el siglo XVI reconocen tipos de autoridades; caciques y
sacerdotes llamados Naomas Reichel-Dolmatoff (1951-1953) que incidían en las poblaciones
como autoridades, además de personajes que eran encargados de ciertos cargos inferiores como
los agricultores, los artesanos, mercaderes y guerreros entre otros. Es evidente la
especialización de mano de obra en la producción de bienes, además de la inferencia que pudo
causar la distribución espacial en los diferentes pisos térmicos de cada uno de los pueblo.
31
estas antiguas poblaciones, cuya dinámicas poblacionales cohesionaron con el escenario
espuesto por el medio, proceso que al parecer condujo a la especialización de estas poblaciones
prehispánicas.
Según la evidencia arqueológica estos autores identificaron tres grupos cerámicos que
los clasifican dentro de la cerámica Tairona, que se distinguen facilmente por el color Negro,
Rojo y Habano de su superficie y por su textura burda (aspera) y liza, algo que destaca a la
cerámica negra liza es la perfección de su acabado en la superficie que por lo regular se torna
en un color negro brillante, sin embargo la pasta varía de tonos rojizos a café o marron esta
cerámica es tradicional en el tipo Gaira las cuales están relacionadas con vasijas y urnas
antropomorfas de todos los tamaños para Reichel-Dolmatoff, (1954 ) este tipo de decoración
fue uno de sus hallazgos más importantes. Otra de las caracteristicas de la cerámica negra fina
es su acabado perfecto en un tono negro brillante en el exterior, por lo general la pasta varía en
tonos café, rojizo y marrón. Las vasijas más comunes son la figurinas antropomorfas, vasijas
aquilladas con apliques de aves desplegadas en los hombros en extremos opuestos, vasijas
subglobulares con cuello alto, bases anulares o concavas y copas, ocarinas y silbatos con
representaciones antropomorfas y zoomorfas o antropozoomorfas, Legats(1987).
Lo que han llamado Pueblito Tardío, manifiesta rasgos típicos de los artefactos
Tairona,
32
“las clases de cerámica „wares”, Shepard, 1956:319; equivalente a los „ tipos cerámicos sin decoración “de Ford,
Evans y Meggers) han sido descrita en los trabajos fundamental de Donald Horton (1939). Predomina en el sitio
XLVII la cerámica„ Pueblito Roja Tosca“(Coarse Red Ware “, Mason, 1939:288; Horton, 1939:402-3, Type).
Existen relativamente fragmentos de cerámica „ Negra Tosca”, y no está del todo cierto, si se trate en estos casos
de secciones de vasijas rojas con manchas accidentales de conocimiento, o de una clase de cerámica producida
intencionalmente. Hay tres clases de cerámica fina: la más abundante es la clase que debería dominarse „ Pueblito
Negro sobre Rojo”, con pintura negra de origen orgánico aplicada sobre un fondo rojo (Horton, 1939:403, Type
2). La clase a la cual Mason llamó„ Roja Fina “(Horton, 1939:404) carece de la pintura negra, pero es idéntica en
los demás aspecto. La clase „Pueblito Marrón fina “también puede llevar pintura negra y corresponde al tipo 3 de
Horton y J. A. Mason (1939:404). Además se hallaron algunos fragmentos de la clase „ Gaira Amarilla Incisa “(G.
Reichel- Dolmatoff, 1954b:202-3) equivalente a la „ Light Colored Ware “de Mason (Horton, 1939:407, Type g)”.
(Bischof, 1968:262)
Para estos autores es evidente la ausencia de cerámica negra fina, inducida por la
cocción de atmosfera reducida, que es típica para la cerámica Tairona, por otro lado la
cerámica Gaira amarilla encontrada en Pueblito Tardío está relacionada con un periodo tardío
al contrario del litoral que está relacionada a una fase temprana.
El sitio Burítaca al igual que Pueblito muestra que su desarrollo arquitectónico está
diseñado en cohesión con el medio. El tipo de infraestructura está relacionado con la filtración
y desagüe del agua se podría hablar de una Ciudad filtro, (Álvaro, Osorio en Conver. Pers. 4
de Septiembre de 2009) para evitar la erosión del terreno. Para las poblaciones antiguas no
debió haber sido fácil la transformación del paisaje natural a un paisaje cultural, sobre todo por
las condiciones ecológicas del territorio “la adaptación local y la adaptabilidad fueron el estímulo más
importante para el desarrollo” (Warwick. B, 1990), y, `por lo tanto, para la especialización de los
individuos dentro de estas sociedades.
Otros autores como Wynn (1975) en base a excavaciones hechas en un tramo entre la
desembocaduras de los ríos Burítaca, Don Diego y el piedemonte septentrional identifica dos
fase que las llama Burítaca y Pueblito Tardío, la primera la relaciona a lo que otros autores
como Bischof a denominado Período Neguanje y la segunda al período Pueblito Tardío de
Reichell-Dolmatoff.
33
Cronológicamente el sitio Burítaca se encuentra datado en el siglo XIV d. de C., fecha
que se obtuvo a partir de muestras de C14 “asociada a elementos culturales, el sitio estaba ocupado y ya
con un alto grado de desarrollo” (Herrera de Turbay, 1977. Citado en: Cadavid, G. y Groot, Ana M.1982:19). El
tipo de cerámica encontrada refleja en los estudios arqueológicos un fenómeno particular con
las halladas en la franja costera, fenómeno que se refiere al desplazamiento cultural del
material. Por ejemplo:
“la cerámica habana, propia del occidente de la Sierra, desplaza a la clase negro/rojo, típica del litoral; las
diferencias llegan a tal grado, que artefactos corrientes en el litoral no se encuentran en el Alto Burítaca, y
viceversa. Igualmente ocurre con las variaciones en el patrón arquitectónico y funerario, aunque se trata de la
misma “macrocultura”; variaciones que nos indican cierta regionalización y homogenización relativa, con
fronteras que se contraen o expanden en el tiempo y, claro está, con lógicas variaciones en el ámbito interno, por
efecto de la especialización local”. (Oyuela, 1987:39)
Lo que argumenta que son medios ambientes diferentes, y, por lo tanto las variaciones
en cuanto a las pautas de asentamientos6 (Llanos y Duran, 1983:24. Citado en: Briceño,
2001:69), fueron marcadores tanto para el litoral como para las áreas de la Sierra. Sería de gran
importancia tener en cuenta los fenómenos de orden geográfico que se dieron en estas áreas
para entender los procesos desde una perspectiva histórica.
6
Para Llanos y Duran el concepto de pautas de asentamiento es entendido como “una unidad teórico metodológica que tiene connotaciones
[…] dinámicas y complejas, que en términos generales, significan las respuestas dadas por un grupo social humano a las características
determinantes del medio ambiente natural, en un proceso histórico más amplio”
34
Según las evidencias arqueológicas se puede observar que las infraestructura son
similares pero con fines diferentes y que una de las posibles causas pueden estar motivada por
el medio ambiente circundante.
En cuanto al material cerámico autores como Luisa Fernanda Herrera (1985), propone
para la clasificación de la cerámica tres categorías que pude ser susceptible a cambios.
Cerámica habano amarillento y otro habano con un tono rosado, cerámica carmelita rojiza y
cerámica negra; esta cerámica es carmelita rojiza pero con engobe o pintura negra. Otros
autores como Cadavid y Groot (1987), Lleras (1987), proponen este tipo de categorías y
coinciden con los anteriores.
Una posible hipótesis sobre el desplazamiento de los materiales culturales pudo haber
sido las fuentes de arcillas, la composición geológica de la Sierra es diferente para la franja del
litoral. Ahora con los artefactos líticos utilizados para la producción de alimento sucede lo
mismo, las dietas son diferentes para cada población, por lo tanto, no se utiliza la misma clase
de artefacto en la producción de las mismas, por ejemplo: no es lo mismo relajar un saíno que
sacar un caracol de su concha, se necesita artefactos diferentes. En este sentido los ejemplos
son numerosos, y habría que tenerlos en cuenta.
“Cada eslabón o provincia cultural, posee su propia identidad pero, al mismo tiempo, está unido a sus vecinos
para formar un todo continuo e ininterrumpido. Las semejanzas disminuyen con las distancia; cada zona tiene más
rasgos en común con sus vecinos inmediatos que con los de regiones más distantes” (W. Bray, 1990:6).
Otros autores plantean la hipótesis de que “a medida en que la población Tairona consolidó
cierto grado de complejidad cultural y socioeconómica, el carácter de las “relaciones” de intercambio con otras
áreas sufrió profundas modificaciones”, (Langebaek, 1987:32) que puede ser planteada desde una
perspectiva de patrones políticos, económicos y religiosos de las entidades sociales.
En cualquiera de los modelos e hipótesis utilizadas para dar una respuesta a los cambios
culturales de nuestras sociedades prehispánicas en la Sierra Nevada de Santa Marta y en la
35
franja noroccidental y suroccidental, el factor medioambiente influyó en la adaptación cultural
de estos microambientes que conllevó a la especialización, redistribución de productos, y, por
lo tanto, a patrones de intercambio que estaban mediados por las necesidades de cada
población.
De los trabajos etnohistóricos que se han realizado para estas áreas se conoce las
investigaciones que realizó Gerardo Reichel- Dolmatoff en el Archivo de Indias, donde
efectúo un trabajo minucioso sobre los datos históricos y culturales de los antiguos
pobladores de esta región en la época de contacto.
36
Batalla de Gaira en 1510
7
Foto1. Pintura recrea Foto 1. Pintura recreada de la Batalla de 1510, por el pintor Carlos Suarez-Gaira.
“… llegó á tomar tierra á ocho leguas encima de donde está la poblaçión de Sancta Marta, en una provincia que
decía Cinto. Y allí caçique uno llamado Ayaro, el qual quedó de paçes é muy amigo de los chripstianos al qual
tomó por engaño, é non bien façiendolo, otro capitán dicho Christobal Guerra. Esto fue año de mil é quinientos y
uno.” (23, I, 150. En: Reichell-Dolmatoff, 1951:4)
“…paró en una tierra que en essa saçon se deçia Çinta y agora se llama Concha y el señor daquella tierra el caçique Ciyaro…”
(23, V, 51. En: Reichell-Dolmatoff, 1951:4)
Diez años más tarde el cronista Rodrigo Hernández de Colmenares hace referencia al
ataque de los indígenas hacia el desembarco de una flota española en la Bahía de Gaira:
7
Foto tomada por Celia Alvarez, del cuadro que se encuentra en las instalaciones de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Sede,
Rodadero(Santa Marta)
37
“En el año de 1510, Rodrigo Hernández de Colmenares quién había armado dos carabelas en Sevilla, llegó con
sesenta hombres a la Bahía de Gaira, con ocasión de una nueva exploración de estas costa. Al desembarcar para
buscar agua dulce, unos veinte indios atacaron y derrotaron a los españoles, matando a cuarenta y siete con
flechas envenenada, mientras que siete de ellos se salvaron en tierra y desaparecieron para siempre”(Rodrigo
Colmenares, citado en:Reichell-Dolmatoff.1951:5)
Hechos como este confirman, que desde entonces nuestras costas fueron visitadas
continuamente por embarcaciones españolas que realizaban expediciones para esclavizar,
descubrir y colonizar nuevas tierras en nombre de la Corona Española. Aunque esto evidencia
que no todo los indígenas fueron amigables como los de Cinto y Bahía concha, algunos de ellos
opusieron resistencia como los de Gaira para no ser sometido a la esclavización española.
“Tornando á nuestro camino, partimos de la isla Dominica un día después de Pascua: á los doçe días de junio
(1514), un lunes, llegó el armada al puerto de Sancta Marta, ques las costas de Gaira en la Castilla de Oro, y
desde allí començaba la Gobernación de Pedrarias. E á las diez horas del día estaban todas las naos é carabelas
surgidas ó echadas ángora en aquel puerto; é por la playa andaban muchos indios flecheros en tierra, de una
parte á otros, con muchos penachos y embixados, y sus arcos y carcaxes de flechas, muy orgullosos”(23, VII,121-
134. Citado en: Reichel-Dolmatoff.1951:6)
A menudo los cronistas mencionan en sus relatos las dinámicas poblacionales de los
sitios que eran ocupados por cada pueblo indígenas que coexistió durante el siglo XVI y XVII.
“los Taironas [que] ocupaban las hoyas de los ríos Don Diego, Burítaca y Guachaca en la vertiente norte de la
Sierra Nevada de Santa Marta; los indios de Bonda ocupaban el valle del río Manzanares que desemboca en la
bahía de Santa Marta, conectándose su habitad con l de los Taironas por las poblaciones numerosas en los valles
del río Jordán y Piedras; los indios de las costas de Santa Marta ocupaban las bahías del mismo nombre y la
región de Gaira y Durcino al sur, y otros grupos indígenas posiblemente identificables con el anterior ocupaba las
bahías de la costa septentrionales entre Santa Marta y Dibulla, donde limitaba con la tribu de los Guanebucán. Los
indios de la Provincia de Betoma y de [Posigőeica] forman otro grupo aparte de los de Bonda y de los Taironas
propiamente dichos” (Reichel-Dolmatoff, 1951:61)
Con esta anotación se pude verificar que los nombres de las tribus estaban nominadas
por la toponimia de los sitios en donde se asentaban y se puede distinguir que los Taironas
eran sociedades meramente Serranas, en las investigaciones arqueológicas se acometido el error
de denominar a todas las tribus de Santa Marta como Taironas.
Actualmente se pueden localizar algunos de los pueblos mencionados por los cronistas
como lo es Bonda al nororiente de Santa Marta, Gaira al sur de Santa Marta, Durcino hacia el
suroccidente de Gaira y lo que hoy en día es reconocido como pozos colorados, así mismo se
menciona a Mamatoco, estos nombres aún sobreviven en la toponimia local de esta región.
Para el caso de la ubicación de otros pueblos ha sido muy difícil detallar con certeza su
ubicación exacta. Ya que en 1600, considerables poblaciones se trasladaron a otras regiones
38
pero, continuaron con el mismo nombre, esto hizo que algunos manuscritos fuesen algo
confusos en cuanto a las ubicaciones de algunos pueblos.
8
Tomado del Reichel- Dolmatoff. “ DATOS HISTORICOS SOBRE LAS TRIBUS DE LA ANTIGUA GOBERNACION DE SANTA
MARTA”.1951
39
“[…] desde Sancta Marta vuelve la costa al sur veinte leguas y en la vuelta, cabe Sancta Marta está Baria9 que es
la gente muy mala y adelante está Aldea grande y más adelante entra un río muy grande” (14,444-446. Citado en:
Reichel-Dolmatoff, 1951:13)
El cronista Oviedo, hace referencia a estas costas, y las describe en su diario personal
anotando.
“[…] Desde el cabo del Aguja ó Sancta Marta de ahí en adelante se haçe una ensenada, que dura diez leguas
hasta el río grande del poniente, en que hay primeramente Gayra y Nondira y Dias paenesa ó pasnesa: después
está el río grande” (23, V, 52. Citado en: Reichel- Dolmatoff, 1951:14)
Para entonces los indígenas ubicados en Gaira y Ciénaga se sabe que cultivaban y
consumían maíz, yuca, frutas, fríjol y algodón. La pesca y cacería complementaba la dieta,
además explotaban salinas, cuyo producto intercambiaban con los indios de la Sierra. Otra
fuente que estuvo incluida en la dieta alimentaria de los indígenas fue la miel, “también los indios
de Ciénaga tenían miel” (Reichel-Dolmatoff, 1951:82). A demás de esto los indígenas tenían bien
tecnificados para la irrigación de sus cultivos.
“En todo el valle de los ríos Manzanares y Gaira, entre la costa de Santa Marta y las estribaciones de la Sierra
Nevada, la horticultura indígena se practicaba a base de irrigación artificial y lo que hoy apenas potreros para
9
Véase, Reichel-Dolmatoff.1951.
10
En la actualidad en el imaginario “Gairero”, se festeja el 21 de julio la fundación de Gaira. Para ellos este
hecho se constata por haber desembarcado Rodrigo de las Bastidas en el puerto de Gaira, antes de fundar a
Santa Marta.
40
ganadería eran entonces fértiles campos de cultivo en excelentes condiciones, dando mayor rendimiento que en el
siglo XX.” (Reichel-Dolmatoff, 1951:81).
En adelante, cuando ya se había fundado la ciudad, con todo el rigor establecido por la
Voluntad del Rey y todas sus colonias. Sus habitantes estaban conformados por su gobierno
local con toda su burocracia, soldados y bandoleros que se encontraban pagando prisión.
Decidieron tomar todo el Oro que estos poseían de las tierras aledañas que seguían para esta
época pobladas por los indígenas para establecer sus granjas y ganaderías, para poderse
alimentarse.
Desistieron de algunos pueblos como Bonda porque los indios eran belicosos,
entonces se limitaron a las tierras de Mamatoco y por lo consiguiente Gaira y Taganga, aquí los
indios ya estaban pacificado por los españoles.
“Bastidas en primer lugar se dirigió a Gaira y Taganga, poblaciones inmediatamente vecinas a Santa Marta,
donde encontró los indios pacíficos. Dejando en Gaira un soldado para que aprendiera el idioma de los
indígenas, exploró luego la región de Taybo, Bonda y Bondigua, poblaciones grandes al es de la ciudad” (23, VI
106. Citado en: Reichel-Dolmatoff, 1951:15)
Para 1558, empezó una especie de emigración de los indígenas de las costas de Gaira,
Durcinos y Ciénaga de las encomiendas, debido al enfrentamiento continuo y maltratos por
parte de los españoles, como lo anota el cronista al referirse a las quejas continuas sobre el
Capitán Manjarrés.
“… los naturales de los pueblos del Durcino, la Ciénaga y Gaira, los cuales afligidos y opresos de los malos
tratos que el dicho Capitán Manjarrés les hace, y no teniendo con qué le pagar las excesivas demoras e tributos
que les pide, se ausenta y van a la Sierra adonde los indios naturales que en ella viven los favorecen y dan oro
para pagar las demoras e tributos que les piden para que luego se vuelvan a residir en sus casas e asientos
porque estando de ellas ausentes no se podrían sustentar los indios de la Sierra porque todos ellos se mantienen
de la sal y pescado que rescatan con los indios pueblo de Gayra, la Ciénaga y el Dursino”(Ms-3, fol. 568. V.
citado en: Reichel-Dolmatoff, 1951:26)
En los siglo XVII y XVIII, después de haber maltratado y encomendado a todos los
indígenas de Santa Marta, Valledupar, Riohacha, Mompós, Tenerife y Tamalameque, se
desarrolló una maquina colonizadora, administrativa y catequizadora sobre las poblaciones
indígenas asentadas en estas ciudades o pueblos. “Que fuera de su significado económico y político para
la administración española, el sistema de las encomiendas causó cambios trascendentales entre la población
indígena de la gobernación” (Reichel-Dolmatoff, 1951:42). Seguramente estos hechos se vieron
41
reflejados en la rápida aculturación, en la desunión social, y, por lo tanto, en la desintegración
de estos grupos indígenas.
No solamente los enfrentamientos y las guerras acabaron con gran parte de la población
indígena, sino también comienza a diezmarse gran parte de las poblaciones por causas de las
enfermedades que trajeron consigo los españoles como lo anota los cronistas.
“En esta época la población indígena disminuyó rápidamente. El contacto con los españoles y la vida en
agrupaciones numerosas fomentaron epidemias de sarampión, viruelas y otras enfermedades; además tomó gran
incremento el mestizaje. Así pues gran parte de la población aborigen desapareció durante los siglos XVII y
XVIII, sea exterminada violentamente por los españoles o por las enfermedades, sea que fue adsorbida por la
creciente población blanca y negra” (MS-126; MS-127.Citado en Reichel-Dolmatoff, 1951:42)
En el siglo XVII los datos poblacionales según la encomienda de Gaira, existían veinte
indios, la suma en que estaban tasados asciende a cien, otro dato de las fuentes históricas, es
que para 1625 en Gaira, existían siete familias indígenas.los datos de la encomienda de
Aracaca11 habían seis indios y la suma de los que estaban tasado ascendía ochenta, para la
encomienda de Santa Cruz cerca al río Córdoba en Papare habían treinta indios y la suma de
los que estaban tasados ascendía a cuatrocientos
Entrado el siglo XVIII los pueblos indígenas reciben por parte de la iglesia católica
nombre de santos y patronos para el caso de Gaira toma el nombre de pueblo de San Jacinto de
Gaira y para el caso de los indios fueron bautizados adoptando el nombre y apellido de sus
encomenderos o doctrineros.
Para 1746 los indios del resguardo del pueblo de San Jacinto de Gaira denuncian que
sus tierras estaban siendo invadidas por sus vecinos desde entonces hasta el 1794 se desarrolla
un litigio interminable: el pueblo había sufrido dos traslados, los primeros datos hallados se
remontan a la administración del gobierno en Santa Marta de José Mozo De La Torre (1709-
1716) durante este tiempo la población indígena había diezmado bastante. Los indios
comenzaron a ceder sus tierras de labranza, al administrador quienes la vendieran en 1746 a
Juan Antonio Díaz Granados. Los indios una vez más no poseían título de propiedad sobre las
tierras que reclamaban, por lo que las pruebas conseguidas por el protector doctrinero de donde
11
Aracaca, según las fuentes histórica era el nombre de la encomienda de la región de Córdoba y Sevilla en Ciénaga. (Reichel-Dolmatoff,
1951:)
42
estaban poblados declararon que la primera fundación del pueblo estaba en la orilla oriental del
río Gaira y que debido a los ataques de los Chimilas, el encomendero se trasladó a la otra orilla,
donde estaba la ubicación original del pueblo. El cura doctrinero del pueblo de Santa Ana de
Bonda declaró a su vez que las tierras de la otra orilla eran de los indios que las tenían
arrendadas a un vecino y que al morir fueron abandonadas ante los ataques de los chimilas, y
fue entonces cuando los vecinos las ocuparon, la primera ubicación del pueblo, según el
doctrinero era hacia la Sierra donde tenían sus labranzas, de donde el encomendero los trasladó
para alejarlos de los Chimilas, a la orilla del río, el protector deducía que era entonces su lugar
originario y de donde había tomado nombre el pueblo.
Fueron varias las quejas de los pueblos indígenas y de los españoles por las invasiones
continuas de los Chimilas en Gaira y en la parte baja del río Córdoba, según los datos de los
cronistas.
“En 1753 empezaron a hostilizar la región de Ciénaga, dirigiéndose luego por entre la Sierra Nevada de Santa
Marta. Aterrorizando a los españoles establecidos en los márgenes del río Córdoba y de la quebrada Aserradero,
los chimilas atacaron en 1753-1754 a los indios de Bonda, Masinga y Mamatoco, ya en las inmediaciones de
Santa Marta y causaron gran alarma a esta ciudad. Durante algún tiempo grupos nómadas de Chimilas
infestaron toda la región entre Ciénaga y la capital; en el restablecimiento de la abandonada fundación española
en el río Córdoba, con el fin de impedir a los indios el paso bastante estrecho que ellos utilizaban para llegar a
Santa Marta, pero después de haber enviado algunas expediciones armadas los Chimila se retiraron tan
sorpresivamente como había venido. Poco después se restableció la paz de manera que la fundación proyectada
que había causado la protesta de los indios de Ciénaga, no se efectuó, quedando el bajo río Córdoba abandonado
por los españoles. ” (MSS-79-87.Citado en: Reichel-Dolmatoff, 1951:44)
El problema residía en que las tierras de Gaira, que pedían los indios eran las
contiguas a la actual localización, que eran las que ocupaba Díaz Granados con título de
propiedad, este alegaba que la de los indios eran las de la otra orilla, Díaz Granados utilizó
como defensa ser el abastecedor de los productos de la ciudad de Santa Marta, el mismo
argumento que había utilizado los indios de Ciénaga, argumento que sería valido debido a la
escases de producto alimenticios que presentaba las provincias, este hecho era bien
reconocido e incentivado.
43
se les había agregado también por causa de los ataques de los Chimilas. El protector insistía en
la necesidad de darle tierras productivas y en la preferencia que tenían por ley sobre los
vecinos. Por su parte, estos declararon en contra de que los indios fuesen capaces de producir
maíz para la ciudad.
Una vez más las antiguas poblaciones que aún subsistían al yugo de los españoles se
vieron despojadas de sus tierras, para el caso de Gaira habían intereses concretos para no
modificar la ubicación del pueblo y concederles sus tierras originales, en esa zona las tierras
eran escasas y la lucha por la posesión no terminó para los siguientes siglos, al igual que las
poblaciones aledañas.
“ [la hacienda] Santa Cruz de Papare, fundada por el Conde de Santa Cruz, Don Toribio de la torre (de donde toma
su nombre el río que atraviesa estas tierras) cuya familia paso luego a Cartagena.[…] en un principio es un lugar
cargado de historia, pues en tiempo de la independencia y después de ella, se libraron allí terrible batallas, como en
aquella ocasión en que las tropas patriotas dejaron en la playa unos 400 muertos ante la feroz acometida del mulato
realista Narciso Crespo, que no permitió el desembarco de los hombres de Labatud. […] En la Hacienda Santa
Cruz de Gaira, al lado de la colonial casa con su capilla, reposaban hasta 1956 los restos del mártir de Cartagena,
Miguel Díaz Granados…” (Bermúdez, 1997:238-239).
44
En la actualidad la hacienda Santa Cruz de Papare existe pero, con el nombre de
hacienda Papare, la hacienda de Gaira también se encuentra aun en su sitio de origen su nombre
no ha cambiado, sigue llamándose hacienda Santa Cruz de Gaira. Hoy en día pertenecen a las
familias pudientes de Santa Mara.
Es evidente en todos los aspectos que las dinámicas poblacionales de los antiguos
pobladores prehispánicos en la época de contacto sufrieron fuertes cambios culturales, que se
vería reflejado en su continuidad histórica y en el grado de interacción actual, 500 años de
resistencia cultural.
45
CAPÍTULO III
3. RECONOCIMENTO ARQUEOLÓGICO
El reconocimiento del sitio Cordobita se hizo a lo largo de tramo de la Vía Troncal del
Caribe donde actualmente se están realizando las obras de la Doble Calzada Ciénaga – Santa
Marta. Allí se practicó una recolección superficial, en la que se recogieron 24 fragmentos
cerámicos, se efectuaron 10 pozos de sondeo, de los cuales 3 arrojaron material cultural (ver
fotos 3-4), incluidos entre estos el hallazgo de dos copas pintadas de cerámica prehispánica.
Esta zona pertenece al área de Papare donde se tiene conocimiento por escritos
históricos que perteneció a un sitio de contacto y por estudios arqueológicos se confirmó la
existencia de asentamientos y cementerios prehispánicos, además por tradición oral se ha
confirmado que es un área que ha sido objeto de guaquería desde los años 70 cuando empezó
el auge de esta en la ciudad de Santa Marta.
47
Foto 3. Recolección superficial
48
En este sitio se prospectó un área de 1000 mts². En el lugar predomina una vegetación
arbórea, compuesta por ceibas como la colorada (Bombacopsis quiniata) bonga (Ceiba
petandra), balso blanco ó ceiba de leche (Hura crepitans), macondo (Cavanillesia
platanifolia), higuerón (Ficus rádula) y arbustos de matarratón (Glicírida sepium).
En el predio finca Primas Correa se practicó una recolección superficial que arrojó
3.000 fragmentos cerámicos, 30 martillos, 50 manos de moler, 4 hachas, bruñidores, 600
conchas de bivalvas, chipichipi y caracoles de diversos tipos. Allí se efectuaron ocho pozos de
sondeos de 1mtr * 1mtr los cuales arrojaron de 200 a 500 fragmentos prehispánicos por pozo
asociado a restos de fauna, ubicados desde la superficie hasta los 80 cms y en algunos casos
hasta 2 mts de profundidad. Una de las características de este sitio es la gran acumulación de
martillos y manos de moler, fragmentos cerámicos, restos de fauna, conchas y caracoles.
Se había planteado en el proyecto la excavación del área de “Piedra Hincada” este tuvo
que ser remplazado ya que se encontraba bastante alterado por la guaquería y por las obras de
trazado de la carretera troncal del Caribe que destruyeron gran parte de la terraza que se
encontraba en esa área, y, por lo tanto se reemplazó por el área ubicada en el predio finca
Primas Correa, Mosquito sector del Sena Agropecuario de Gaira donde se situó un yacimiento
en el cual se halló un cementerio prehispánico.
49
Foto 5. Sector Piedra Hincada (terreno alterado por la guaquería y obras civiles)
El sitio Cordobita se ubicó en una llanura denudativa que separa a los ríos Córdoba y
Toribio. Se eligió este lugar por haberse hallado dos copas pintadas con bases abulbadas y
pintura bicromada; rojo sobre negro, relacionada a la fase temprana de puerto Gaira, Oyuela
(1987) y el primer horizonte de Reichel-Dolmatoff (1953)
En este sitio se realizó un corte con el fin de diferenciar el material cultural y relacionar
su presencia con los cambios culturales que pudieron darse entre los antiguos pobladores de
esta zona y su posible contacto con las oleadas emigratorias de antiguos pobladores del interior
del país.
50
se halló en la capa arenosa donde se encontraron las dos copas, fragmentos de borde y cuerpo
de vasija asociado a carbón vegetal a 85 cms.
Las características estratigráficas que este corte presentó son: Los primeros cuatro
niveles, entre 0 a 80 cm de la superficie, se encuentra una capa vegetal humus arcillosa
asociada a grava con ausencia de material arqueológico, en el nivel siguiente capa arenosa
asociada a gravas de 80 cms a 1mts se hallo fragmentos de bordes y cuerpo de vasijas
asociados con carbón, de 1 mts a 1.20 mts capa estéril de roca meteorizada de granodiorita y
vetas de cuarzodiorita.
51
cuadrículas, alcanzando su máxima profundidad a 2 mts sobre una capa estéril. El área fue
excavada siguiendo niveles de 20 cms donde fue posible diferenciar su estratigrafía.
MAPA No 2 12
12
Tomado del trabajo de Augusto Oyuela.1987.
52
puede sugerir la frecuencia de restos de fauna y artefactos líticos. En cuanto al área de
actividad sugiere un cementerio pero, también un basurero.
Los entierros funerarios incluyen prácticas muy elaboradas en cuanto al ajuar funerario:
entierros primarios tapados con vasijas sobre el cuerpo, vasijas metidas dentro de otras vasijas.
Se hallaron aros pequeños hechos en hueso, fragmento de huesos tallados y piedras talladas.
53
En el primer corte de 0 a 20 cms capa vegetal con raicillas y ligeras variantes hasta
1mts en algunos casos, hacia la capa de transición presencia de ceniza haciendo posible
diferenciar las siguientes capas estratigráficas.
Capa # 2, corresponde a la capa de transición asocia a con cenizas textura suave, color gris
claro (GLEY 1 N 7 / light gray).
Capa # 3, comprende a la capa arcillosa asociada con ceniza textura arenosa de color
marrón pardusco (7.5YR 6 / 3 light brown).
54
LÁMINAS No 3.PERFILES ESTRATRAFICOS
55
3.2.3 Las evidencias arqueológicas y su estratigrafía
Al relacionar la estratigrafía con la distribución del material cultural de acuerdo con los
niveles estratigráficos, se registra en los primeros 20 cms conchas marinas (Bivalvas),
chipichipi (Anomalocarida Brasiliana) en abundancia, caracoles terrestres (Gasterópodos),
restos óseos de animales como aves, iguana, ardilla, pasa arroyo y saíno, manos de moler,
pulidores y abundante fragmento cerámico prehispánico. Las vasijas completa y los entierros
se hallan desde los 60 cms hasta 1.60 mts aunque se ha encontrado fragmentos cerámicos y
restos óseos a 2 mts, el nivel subyacente es capa estéril de acumulaciones sedimentarias
sueltas. Todas las inhumaciones tanto primarias como secundarias tienen algo característico y
es que están asociados a ceniza de origen orgánico.
También practicaban la caza, como lo señalan los restos óseos de saíno (Tajacu-
tallassu), venado (Odocoileus-virginianus), iguana (Iguana-iguana), tortuga (Geochelonne-
carbonaria). La presencia de manos de moler, metates y otros artefactos líticos sugieren la
práctica agrícola de cultivo de maíz, aunque no necesariamente estos pueden estar relacionados
con estas actividades.
56
Cuadrícula A3
Foto 8.Vasija subglobular con base cóncava del tipo rojo burdo, (2.5 YR 5/6 red) boca abajo.
Cuadrícula A4
57
se halla un puntal de 45 cms de largo y 16cm de ancho, debajo del puntal se halló dos rocas
de granodiorita, una de las piedra tiene 15cm de largo y 32 cms de ancho la otra tiene 15 cms
de largo y 34 cms de ancho, al lado se encuentra una base cóncava de vasija aquillada del tipo
rojo burdo (2.5 YR 5/6 red) alrededor de estas se hallaron cinco piedras de roca granodiorita
en la capa de transición a 45 cms , en la mitad de la cuadrícula E se halló una copa fragmentada
del tipo negra fina (N5 / gray) también se encontró dos vasijas subglobulares fragmentadas
del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red) una tapando a la otra dentro de ellas se encontraron restos
faunísticos, bivalvas de la forma redondeada, caracol terrestre, vertebras de pescado, una
semilla de palma de vino-curumuta (Sheelea magdalenica).
Cuadrícula A5
58
pies hacia al occidente; alrededor del individuo se halló restos de fauna terrestre sin
identificar, bivalvas y caracol terrestre. Algo interesante es que la capa de transición se localiza
hasta los 1.50 mts donde la frecuencia de ceniza sigue siendo la misma, en este nivel se halló
una vasija del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red) asociada a tres hachas fragmentadas elaborada
en cherts (GLEY2 5B 4/1 dark bluish gray), las cuales se encontraron formando un triángulo,
en el medio de las hachas se encontraba una vasija; en la parte interior se le halló una cuenta
de cuarzo lechoso de cromo y vanadio asociada con restos óseos que, por sus características,
pertenecen a algún tipo de ave que aún no se ha podido identificar.
59
Foto 11. Entierro primario adulto y ajuar funerario. Foto 12 .Entierro primario adulto directo tapado con vasijas.
Cuadrícula B1
60
Foto 13. Ajuar de entierro primario directo de infante (hallado en la cuadrícula B1)
Cuadrícula B2
61
Foto 14. Ajuar funerario de la cuadrícula B2.
Cuadrícula B3
A 60 cms de la superficie en la capa vegetal se halló una copa de cerámica del tipo
negra fina (GLEY1 10GY 4/1 dark greenish gray); dentro tenía un caracol terrestre, bivalva de
forma redondeada, vertebras de pescado y espinas. Siguiendo hacia el oriente a 70 cms de la
superficie se encontró una hacha pequeña elaborada en cherts (GLEY2 5B 4/1 dark bluish gray)
con desgaste en uno de los bordes, también se encontró una mano de moler pequeña de forma
redonda elaborada en granodiorita; al lado de la copa se halló una figurina zoomorfa pequeña
de un reptil y un pie; también se encontraron restos óseos de animales pequeños, vértebras de
pescado, espinas y abundante fragmentos cerámicos en las capas subyacentes asociado a ceniza
orgánicas; hacia el occidente de la cuadrícula se encuentran dos vasijas subglobulares
fragmentadas del tipo rojo burdo ( 2.5 YR 5/6 red); dentro se halló hollín asociado a vertebras
de pescados y ceniza de origen orgánica, alrededor de las vasijas había caracoles terrestres,
bivalvas, restos óseos de animales pequeños.
62
Foto 15. Ajuar de los entierros (hallado en la cuadrícula B2)
Hacia el occidente en el mismo nivel se encontró una vasija aquillada de base cóncava
de color marrón burdo (7.5YR 5/4 brown) fragmentada en el borde con un entierro secundario
directo de infante (neonatal) decúbito lateral derecho flexionado; a modo de ajuar se halló en el
interior de la vasija bivalvas de la forma redondeada, vertebras de pescado y un pito zoomorfo
(felino) fragmentado en la parte de la cabeza; a un lado una piedra de roca granodiorita y dos
mano de moler.
Foto 16. Entierro secundario directo neonatal en urna (hallado en la cuadrícula B3)
63
En el nivel subyacente a 1.20 cms sobre capa estéril se halló un entierro primario
directo de mujer en posición decúbito lateral izquierdo flexionado con un bebe neonatal puesto
dentro de sus piernas, en posición decúbito ventral flexionado; el cráneo de la mujer se
encontró en orientación oriental con los pies hacia el occidente; a modo de ajuar se
encontraron tres vasijas, a un lado del cuerpo hacia el oriente, y cuatro más hacia el occidente
fragmentadas (5YR 5/6 yellowish red - 2.5 YR 5/6 red) del tipo rojo burdo con restos óseos
faunísticos, caracoles terrestres, vertebras de pescado, bivalvas, chipichipi y abundante
fragmentos cerámico del tipo burdo asociado a ceniza.
Foto 17. Entierro primario directo adulto posición decúbito lateral izquierdo flexionado y neonato dentro de sus piernas en
posición decúbito ventral flexionado.
Es necesario mencionar, que la vasija aquillada con los restos óseos neonatales se halla
encima del entierro primario de la mujer adulta con el bebé, lo que podría pensarse según
criterio médico que la mujer sufrió una fractura a la altura del fémur, adelantándose el parto de
las dos criaturas.
64
Cuadrícula B4
Foto 18.Vasija ofrendataria con apliques zoomorfos Foto 19. Figurina antropomorfa
65
Cuadrícula B5
En esta cuadrícula entre el nivel 1 y 2 se hallaron dos vasijas fragmentadas del tipo rojo
burdo (2.5 YR 5/6 red) a 25 cms en capa vegetal con orientación occidental en el perfil de la
cuadrícula A5; hacia el oriente en capa de transición, a 70 cms, se halla urna funeraria del tipo
rojo burdo (2.5 YR 5/6 red) con entierro secundario de infante; se encuentra asociada a
vertebras de pescados, bivalvas, chipichipi y caracoles terrestres, a modo de ajuar una copa
fragmentada del tipo rojo (2.5 YR 5/6 red) la cual se halló asociada a carbón de origen vegetal
y bivalvas. En el nivel subyacente en la capa estéril se encontraron tres piedras de
granodiorita.
66
Foto 21. Entierro secundario niño
Cuadrícula B6
En la capa vegetal a 40 cms se halló vasija del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red)
fragmentada; en los niveles subyacentes, a 80 cms, en capa vegetal se encuentran restos óseos
faunísticos, caracoles terrestres y bivalvas marinas; se hallaron cuatro vasijas del tipo rojo
burdo de color (2.5 YR 5/6 red) fragmentadas; adentro tenían carbón vegetal de origen
orgánico y seis piedras pequeñas de granodiorita; a 1 mts de distancia en el nivel subyacente en
orientación sur se halló entierro primario indirecto adulto sobre capa estéril; su cráneo se
encontró detrás de las extremidades bastante destruido y sus extremidades se hallaron en
posición horizontal.
67
Foto 22. Entierro primario adulto. (Hallado en la cuadrícula B6)
Cuadrícula B7
68
molino elaborados en piedra de granodiorita. Hacia el perfil occidental la capa de transición se
profundiza hasta los 1.60 mts.
Cuadrícula C2
69
Foto 24. Pito ornitomorfo
Cuadrícula C3
70
Foto 25. Vasija cuenco del tipo rojo burdo en perfil occidental de la cuadrícula C3 y C4.
Cuadrícula C4
71
Foto26. Plato en cerámica negra fina
Cuadrícula C5
72
Foto 27. Vasijas utilitarias del tipo carmelita burdo y rojo burdo (halladas en la cuadrícula C5)
En el nivel subyacente, a 1.20 - 1.30 mts en capa estéril hacia el oriente, se hallan tres
piedras de granodiorita en forma de media luna; detrás de las piedras se hallaron cuatro vasijas,
una tapando a la otra; una de las tapas pertenece a un plato del tipo negro fino (GLEY 1 3/
very dark gray). En el mismo nivel en orientación norte se hallaron dos vasijas globulares de
cuello alto pequeñas una metida dentro de la otra lo que parece es que partieron unas de las
vasijas por la mitad para poder meter adentro a la otra vasija; ambas pertenecen al tipo rojo
burdo (2.5 YR 5/6 red. Estas vasijas se encuentran asociadas a ceniza de origen orgánico,
vertebras de pescado, restos óseos de animales y bivalvas.
Cuadrícula C6
En el 1er nivel hay raicillas de palos de mango asociadas con material cultural
prehispánico, fragmentos de piedras, bivalvas, vertebras de pescado, caracoles terrestres. En el
2° nivel sigue la misma secuencia, en el 3er y 4° nivel se encuentran 5 bases fragmentadas de
copas de diferentes formas del tipo negro fino (GLEY 1 3/ very dark gray) y unos pedazos de
huesos tallados. En el 5° y 6° nivel se encuentran tres piedras de granodiorita en forma de
triángulo; al frente de éste se halló entierro primario adulto en posición decúbito dorsal
extendido con la cabeza orientada hacia el sur y los pies hacia el norte; a modo de ajuar se
73
hallaron, a 50 cms, de los pies tres vasijas fragmentadas del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red)
boca abajo; en el mismo nivel en el perfil oriental se hallaron dos vasijas fragmentadas del
tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red); una de las características de las vasijas encontradas es que
dentro de ellas se encontraron restos de vertebras de pescado, carbón de origen vegetal y restos
óseos de animales asociado a ceniza.
Cuadrícula C7
En esta cuadrícula el tipo de cerámica fina tiene una mayor concentración desde el
nivel 1 hasta el nivel 6. Otra de las características de esta cuadrícula es que se encontraron tres
manos de moler en el nivel 3 y 4 asociadas a ocho piedras de tamaño regular de granodiorita,
restos óseos de tortuga, bivalvas, concha de ostra, coral, vertebras de pescados y espinas de
diferentes variedades en el nivel 5 y 6 capa de ceniza de origen vegetal. En el perfil sur se halló
entierro secundario niño en vasija aquillada del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red) con una
tapa de vasija cuenco subglobular (2.5 YR 5/6 red) los restos se encuentran asociados con
74
ceniza de origen vegetal; están demasiado deteriorado y, por lo tanto, fue imposible
recuperarlos; a modo de ajuar una cabeza de ardilla y una aguja de unos 15 cms hecha de
espina que al parecer pertenece a alguna clase de pez, cinco bases de copa fragmentadas en
cerámica del tipo negro fino (GLEY 1 3/ very dark gray) y carmelita (5YR 3/2 dark reddish
brown); también se halló un pedazo de hueso tallado. Algunos de los restos óseos encontrados
fueron difíciles de extraer ya que se encontraban bastante deteriorados por la humedad del
suelo. Hacia el perfil sur en el nivel 7 se hallaron tres vasijas cuenco subglobular pequeñas del
tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red); asociado a esto se encontró un pedazo de molino, una semilla
de corozo, caracoles terrestres, tres mano de moler y se nota fácilmente en el perfil sur la
secuencia de fragmentos de más o menos 15 cms.
Cuadrícula D5
75
fragmentado con mango de asa del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red) con una bivalva adentro, a
un lado vasija cuenco subglobular pequeñas del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red) fragmentada
asociadas a ceniza de origen vegetal, bivalvas y caracoles terrestres. La capa estéril franco
arenosa se encuentra en el 6 nivel.
Foto No29-30. Chipichipi de la forma redonda hallada dentro del plato con mango de asa.
Cuadrícula D6
Una de las características de esta cuadrícula es que en los niveles 1 y 2 son escasos los
fragmentos de cerámica prehispánica y se encontraron cinco piedras hacia el norte y cinco más
76
hacia el sur a modo de ajuar; en el nivel 3 se encontró dos copas boca abajo una encima de la
otra de base anular del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red) que se encuentran tapando otra vasija
en el nivel 3 donde se encontró urna funeraria subglobular de cuello alto y borde evertido de
66 cms de diámetro y 70 cms de altura del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red); adentro de la
vasija se hallaron entierros secundarios colectivos de infantes tres (3). A modo de ajuar se
hallaron aros pequeños y medianos en hueso, piedras pequeñas pulidas de cuarzo lechoso de
color rojo (2.5 YR 5/6 red) en forma de cuentas, pero sin orificio, asociada a restos óseos de
algún roedor o pájaro por su tamaño; alrededor de la urna se encontraron 10 vasijas pequeñas
de diferentes formas y color.
• Vasija cuenco pequeño del tipo negro fino (GLEY 1 3/ very dark gray). Adentro se
le encontraron restos óseos de animal pequeño y carbón de origen vegetal.
• Vasija subglobular pequeña tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red) de cuello alto,
fragmentada y sin base. En su interior se le encontró restos óseos de animal
pequeño y carbón de origen vegetal.
• Vasija cuenco con asas del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red), fragmentada en la
parte superior del borde y en las asas. Se le encontraron restos óseos de animal
pequeño y carbón de origen vegetal.
• Vasija subglobular pequeña de cuello alto del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red).
Adentro se le encontró restos óseos de animal pequeño, vertebras de pescado y
carbón de origen vegetal.
• Copa pequeña del tipo negro fino (GLEY 1 3/ very dark gray) fragmentada en su
totalidad. En su interior se le encontró restos óseos de animal pequeño y carbón de
origen vegetal.
77
• Vasija subglobular pequeña de cuello alto con decoración alrededor del cuello en
forma de cadeneta sin base del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red); adentro se le
encontró restos óseos de animal pequeño y carbón de origen vegetal.
• Vasija subglobular de cuello alto del tipo rojo burdo (2.5 YR 5/6 red). Adentro
contenía restos óseos de animal pequeño, vertebras de pescado y carbón de origen
vegetal, fragmentada en su totalidad.
Adentro de la urna se hallaron los restos de tres infantes cuyas edades oscilaban entre
los 4 y 8 años.13 Al parecer esta forma de entierro no ha sido reportada en investigaciones
arqueológicas para el área del litoral de Santa Marta y sus alrededores.
13. La clasificación de los restos óseos humanos y dentición de algunos de los individuos fue posible gracia a la colaboración del Médico Juan
José Espinoza Vides y el Odontólogo Pedro Carbonó.
78
LÁMINA No 5. AJUAR FUNERARIO
Cuadrícula D7
79
Foto 32.vasija cueco del tipo rojo burdo
Cuadrícula D8
En los niveles 1 y 3 se halló una vasija del tipo negro fino (GLEY 1 3/ very dark gray)
boca abajo fragmentada, la cual se encuentra asociada abundante material cerámico
prehispánico de los tipos rojo burdo (2.5 YR 5/6 red), negro fino (GLEY 1 3/ very dark gray),
restos óseos de animales, un caracol marino, bivalvas y restos óseos de pescado. En el nivel 4
se encontró medio gusanillo ¨mojojoy¨ tallado en piedra y tres vasijas cuenco subglobular de
los tipos rojo burdo (2.5 YR 5/6 red) y negro fino (GLEY 1 3/ very dark gray) fragmentadas
en su totalidad. En el nivel 5 se halló lo que parece la pared de una vivienda en piedra
granodiorita y un rastro de poste al frente que se profundiza hasta el nivel 6 asociado a
diferentes clases de bivalvas, coral, concha de ostra, restos óseos de pescado y animales
terrestres.
80
CAPÍTULO IV
“El proceso de clasificación [del material arqueológico], por el mismo peso de sus implicaciones epistemológicas,
ha sido objeto de acalorados y apasionantes debates desde los inicios de la arqueología como disciplina científica.
Las observaciones, las estrategias de aproximación cualitativa o cuantitativa y la elaboración de inferencias o
deducciones con las cuales desde el presente el arqueólogo intenta transformar el registro estático en un pasado
dinámico” (Hernández. sin fecha.pag.3).
81
superficie y por su textura burda (áspera) y lisa. Algo que destaca a la cerámica negra lisa es la
perfección de su acabado en la superficie que, por lo regular, se torna en un color negro
brillante. Sin embargo la pasta varía de tonos rojizos a café o marrón. Esta cerámica es
tradicional en el tipo “Gaira” las cuales están relacionadas con vasijas y urnas antropomorfas de
todos los tamaños para Reichell, este tipo de decoración fue uno de sus hallazgos más
importantes.
Cabe decir que existe una cerámica que está relacionada con un periodo o fase
temprana para el litoral que se distingue de lo que han denominado grupo Tairona. Esta fase
también ha sido descrita por sus rasgos culturales; formas, atributos y tipología. Los cuales se
diferencian por su pintura bicromada y por diferentes características. (Augusto Oyuela. Conv.
pers.UNIMAG.2009)
Para el caso del modelo metodológico aplicado por Wynn (1975) y Dever (2007) en la
clasificación del material cerámico del área del litoral de Santa Marta, sobre el método seriado
"Marquardt", que compara los tipos en cada uno de los niveles, aclaramos que éste no fue
aplicado a esta investigación ya que, a diferencia de Chengue, los sitios de Cordobita y
Mosquito presentan unificación del material en los niveles que hemos llamado capa cultural y
capa de transición. Por lo tanto, no hay una diferenciación circunstancial que haga pensar que
82
hubo un cambio cultural en el tiempo a través del desgrasante o temperante Wynn (1975) y de
los rasgos de la misma. Aunque este modelo es posible aplicarlo en los estudios arqueológicos
no quiere decir que los otros modelos aplicados a otras investigaciones carezcan de
cientificidad. “Los modelos no deben tomarse como concepciones, pues son susceptibles al cambio, y que los
mismos deben de ser capaces de someterse a una evaluación objetiva” (Dunell. R, 1971:117-118), y, por lo
tanto, se circunscrita a las dinámicas que permean dichas investigaciones.
4.2 La cerámica
14
Véase. Elba Manrique .Guía para un Estudio y Tratamiento de Cerámica Precolombina.2001
83
Los datos reunidos del sitio “cordobita” en este capítulo provienen a partir de la
recolección superficial de 24 fragmentos cerámicos y 10 pozos de sondeos de los cuales 3
arrojaron material cultural, en el corte se hallaron 30 fragmentos para un total de 105. Cabe
anotar que en el sitio Cordobita en el perfil oriental, se hallaron dos copas con bases abulbadas
con perforaciones ovaladas y decoraciones en forma de flor o estrella con pintura bicromada
en las bases; éstas fueron ubicadas por su tipología a un periodo formativo relacionado con
Puerto Gaira, la fecha que se tiene para Puerto Gaira de C14 es de 500 a. de C.,
(Oyuela,1987). En el análisis del desgrasante o atemperante se encontró que el material con que
fueron hechas pertenecen a depósitos de arcillas con componentes cilicio arcillosos, mica,
biotita, moscovita, feldespatos, plagioclassas, calcitas, cuarcita, arcillas bentónicas internas,
cuarzos, horblendas, arenas de grano grueso y arenas de granos finos, originarios de suelos del
departamento del Magdalena, (Víctor Marenco. Conv .pers. 2009)
84
Foto 34. Copa 2 relacionadas al periodo formativo de Puerto Gaira.
Foto tomada por Álvaro Osorio Santo
Este tipo de cerámica no ha sido reportada dentro de lo que han llamado como típico
Tairona.
El sitio Mosquito fue ubicado dentro del grupo cerámico Gaira tardío. Sin embargo,
posee rasgos culturales de la llamada cerámica Tairona tardío donde una de las características
importantes son su representaciones iconográficas, Legast (1987), en cuanto a los animales y
su relación con el medio ambiente, las decoraciones en las vasijas se encuentran alrededor del
cuello, hombro y base en forma de cadena, puntos e incisiones en formas de serpientes,
asemejando caminos y figuras geométricas como triángulos formados por puntos en cadena
igualando las grandes montañas que existen en la Sierra Nevada de Santa Marta y sus
alrededores, entre otras son las más comunes, es evidente que existe una estrecha relación
simbólica con el medio ambiente, además de sus representaciones antropozoomorfas.
“…No hay línea divisoria estricta entre hombre y animal. Los animales se consideran esencialmente como seres
dotados de todas las características del hombre con la sola excepción de su aspecto exterior. Se cree que los
animales piensan, hablan, que piensan que tienen “alma” y viven una vida organizada como la de los seres
humanos.” (Reichell –Dolmatoff ,1950:261-263 citado en: Legat.1987:27)
Aunque se reconoce este tipo de cerámica como Tairona tardío, debemos tener cuidado
con la interpretación porque existe dentro de este grupo diferencias notorias a simple vista en
cuanto a formas y estilos que no corresponden al denominado grupo Tairona tardío.
85
En este sitio se practicó una recolección superficial que arrojó más de 3.000 fragmentos
cerámicos, 50 piedras de mano moler y más de 600 conchas de bivalvas y caracoles de diversos
tipos. Allí se efectuaron quince pozos de sondeos de 1 mts * 1 mts los cuales arrojaron de 200
a 500 fragmentos prehispánicos por pozo asociado a restos faunísticos que se ubicaron desde la
superficie hasta los 80 cms y en algunos casos hasta 2 mts de profundidad. Una de las
características de este sitio es la gran acumulación de manos de moler, fragmentos cerámicos,
conchas y caracoles.
La alfarería hallada en dichos sitios, por sus analogías, la hemos considerado que
pertenecen a lo que han llamado grupo cerámico tardío.
86
Pozo de sondeo 9 7 7 ˗
Pozo de sondeo 10 18 12 6
El total de muestras halladas en este sitio es de 80 fragmentos de los cuales hay 3 bordes
invertidos, 6 evertidos, 2 de bases, el resto pertenecen a cuerpos de vasijas sin decoración.
4.3.1.1 Pasta
Color: 2.5YR 5/6 (rojo); 2.5RY 4/2 weak red (marrón rojizo); 4/1 dark reddish gray
(marrón); 7.5 YR 5/6 (naranja); 2.5 YR 4/6 (café rojizo).
4.3.1.2 Superficie
Color: 2.5RY 4/2 weak red (marrón rojizo); 4/1 dark reddish gray (marrón); 5YR 5/3
reddish brown (rojizo oscuro); 2.5RY 5/1 (rojo); 2.5 YR 4/3 reddish brown (rojizo oscuro);
7.5YR 3/2 dark Brown (marrón); 5 YR 6/6 yellowish red (amarillo rojizo).
87
Textura: granulosa en la cara interna y áspera al tacto. Una de las características de esta
cerámica es que en su gran mayoría se encuentran erosionadas. Se pude observar que la
cerámica fue sometida a un baño soluble ¨Engobe¨ de la misma arcilla.
Acabado: pulido.
4.3.1.3 Formas
Las formas de las vasijas son subglobulares y aquilladas con bordes directos, invertidos
y evertidos y cuencos hemisféricos.
Bases: anulares
4.3.1.4 Decoración
88
LÁMINA No 7. FORMAS Y BORDES DE VASIJAS DEL TIPO ROJO BURDO
CORDOBITA
89
La cerámica que hemos denominado rojo fino presento un total de 15 fragmentos; 8
corresponden a cuerpo, 4 a bases y 3 a bordes.
4.3.2.1 pasta
Color: 5YR 6/6 (naranja); 2.5 YR 5/8 (café rojizo); 7.5 YR 6/4 (naranja opaco) YR 5/1
(gris café).
4.3.2.2 Superficie
Color: 5YR 5/4 reddish Brown (rojizo oscuro); 5YR 5/6 yellowish reed (Amarillo
rojizo). El color del engobe varía entre naranja y rojo 5YR 6/6 (naranja) y 5YR 5/6 yellowish
reed (Amarillo rojizo).
Tratamiento: se puede observar el pulido con bruñidor una vez echado el engobe de la
misma solución liquida de la arcilla.
Acabado: pulido.
Unas de las característica de éste tipo de cerámica es que generalmente presenta brillo.
4.3.2.3 Formas
La forma de las vasijas por lo regular pertenece a figuras con apliques antropomorfos o
apliques zoomorfos y son utilizadas como ofrendas, también se pueden encontrar lisas. En
90
forma de copas con decoraciones excisas y incisas, vasijas subglobulares y globulares con
cuello alto.
Bordes: 3 invertidos.
Bases: 4 cóncavas
4.3.2.4 Decoración
Foto 35. Fragmento de vasija roja fina con aplique zoomorfo (ave)
91
Foto 36. Fragmento de vasija roja fina con decoración punteada
El sitio Mosquito presenta en la cerámica los rasgos de la alfarería que han denominado
como grupo tairona destacándose la clase roja, marrón o carmelita como las de mayor
92
frecuencia en un 60%. Es una cerámica predominantemente utilitaria. Muchas de las vasijas
halladas presentan huellas de hollín en un 90% tanto en sus paredes internas como externas, su
forma corresponde a vasijas globulares con cuello alto, subglobulares, cuencos, platos con asa,
mangos en forma de falos, machacadores con figuras antropomorfas y zoomorfas y vasijas
aquilladas. Los bordes y formas de la cerámica encontrada pertenecen a vasijas utilitarias
como las de la figura de abajo.
Color: 10R 4⁄1 (dark reddish gray); 2,5YR 3⁄1 (dark reddish gray); 5YR 6⁄8 (reddish
yellow), 7.5 YR 5⁄Y (brow); 25 RY 6⁄8 (light red) en la escala de Munsell.
4.4.1.1 Pasta
Tamaño del grano: oscila entre los 0.45- 0.50 mm el cual es fácil de apreciar en la
superficie.
Grosor: de 10mm a 35mm, por lo general los bordes y bases presentan mayor grosor.
4.4.1.2 Superficie
93
Textura: áspero al tacto debido a su tamaño y erosión, ausencia de engobe.
4.4.1.3 Formas
4.4.1.4 Decoración
Por lo regular el tipo de vasija rojo burdo presenta incisiones y excisiones párelas
alrededor de sus hombros en forma horizontal o en sus bordes. Aplique antropomorfos y asas
decoradas. (Ver lámina 6.)
LÁMINA No 9. BORDE DE ASA DECORADA DEL TIPO ROJO BURDO DEL SITIO
MOSQUITO
94
LÁMINA No10. FORMAS Y BORDES DE VASIJAS DEL TIPO ROJO BURDO
MOSQUITO
Las formas 9-10-11-12 pertenecen a vasijas utilitarias del tipo rojo burdo.
95
LÁMINA No 11. FORMAS Y BORDES DEL TIPO ROJO BURDO DEL SITIO
MOSQUITO
Las formas 1-2-3 pertenecen a vasijas utilitarias, aunque se han encontrado como urnas
funerarias
La cerámica del tipo Mosquito rojo fino presenta un total de 4.059 fragmentos, de los
cuales 2000 borde evertidos, 1500 invertidos, 500 bases cóncavas, 50 cuerpos y 9 base de copa.
4.4.2.1 Pasta
96
Color: 10R 4⁄1 (dark reddish gray); 2,5YR 3⁄1 (dark reddish gray); 5YR 6⁄8 (reddish
yellow), 25 RY 6⁄8 (light red) en la escala de Munsell.
4.4.2.2 Superficie
Color: 5YR 6⁄8 (reddish yellow), 25 RY 6⁄8 (light red) en la escala de Munsell.
4.4.2.3 Formas
4.4.2.4 Decoración
97
Foto 37. Fragmento de copa del tipo rojo fino mosquito
98
LÁMINA No 13. FORMAS Y BORDES DE VASIJAS DE TIPO ROJO FINO DEL SITIO
MOSQUITO
.
4.4.3 Tipo Mosquito Negra Fina
Color: (GLEY 1 3/ very dark gray); (10G 5/1 greenish gray); (N 2.5black); (N 3/very
dark gray); (10YR 3/1 very dark greenish gray) en la escala Munsell.
4.4.3.1 Pasta
99
Tamaño del grano: 0.15 mm y 0.20 mm. Este no es muy fácil de apreciar sin lupa o
microscopio.
4.4.3.2 Superficie
Color: GLEY 1 3/ (verydark gray); 10G 5/1 (greenish gray); N 2.5 (black); N 3/
(very dark gray); 10YR 3/1 (very dark greenish gray) en la escala Munsell.
Tratamiento: se observa con facilidad que la cerámica fue sometida a un tenue baño
líquido de arcilla.
4.4.3.3 Formas
4.4.3.4 Decoración
En esta cerámica con regularidad las vasijas encontradas presentan apliques zoomorfos
y antropomorfos, incisiones paralelas en forma horizontal sobre el contorno. Algunas se
encuentran con punto que forman líneas incisas de trazos suaves como también otras forman
triángulos dobles alrededor de la vasija. Una de las características de esta cerámica es que las
vasijas presentan dos orificios en la parte de la base con huella de uso.
100
Foto 38-39. Fragmento de borde y copa tipo negro fino Mosquito
El total de la cerámica asciende 6843 fragmentos de los cuales 3000 cuerpos, 1500
bordes evertidos, 2000 bordes directos, 40 asas, 300 bases, 3 bases de copa.
Color: 5YR 3/2 (dark reddish brown); 7.5YR 5/4 (brown); 10YR 5/2 (grayish brown);
7.5YR 5/3 (brown); 7.5YR 6/3 (light brown) en la escala Munsell.
101
4.4.4.1 Pasta
Desgrasante: La cerámica del tipo marrón burdo presenta sensación áspera granulosa
con componentes de arcillas meramente de depósitos arenosos, la mayor proporción de los
minerales corresponden a micas, biotitas, muscovitas y cuarzo común.
Tamaño del grano: en algunos casos oscila entre 0.45 mm y 50 mm. El cual se puede
apreciar con facilidad.
4.4.4.2 Superficie
Color: 7.5YR 5/4 (brown); 10YR 5/2 (grayhis brown); 7.5YR 5/3 (brown); 7.5YR 6/3
(light brown)
4.4.4.3 Formas
4.4.4.4 Decoración
102
Foto 39. Borde invertido del tipo marrón o carmelita burdo
Las formas 14 y 15 pertenecen a vasijas utilitarias del tipo marrón o carmelita burdo del
sitio Mosquito.
103
Color: 7.5YR 5/4 (brown) 7.5YR 5/4 (brown);
4.4.5.1 Pasta
Desgrasante: una de las características del desgrasante de la cerámica fina tanto el tipo
negro, rojo y carmelita o marrón es la graduación notable para la diferenciación de molduras
gruesas y finas; son arcillas muy plásticas y seleccionadas en sitios especiales. Se observan
partículas brillantes que corresponden a minerales de mica, biotitas, muscovitas, plagioclasas y
cuarzos de origen metamórficos policristalinos.
Tamaño del grano: 0.10 mm a 0.20 mm, no es fácil de apreciar sin lupa.
Grosor: 05 mm y 10 mm.
4.4.5.2 Superficie
Acabado: pulido
4.4.5.3 Formas
4.4.5.4 Decoración
104
Foto 40. Figura en forma de pie con decoración del tipo marrón o carmelita fino del sito Mosquito
105
LÁMINA No16. FORMAS Y BORDES DE VASIJAS DEL TIPO MARRÓN O
CARMELITA FINO DEL SITIO MOSQUITO
SITIO No DE
FRAGM TIPOS CERÁMICOS DEL SITIO Mosquito
ENTOS
Corte 1 Mosquito Mosquito Mosquito negro Mosquito Mosquito marrón o
rojo burdo rojo fino fino marrón o carmelita fino
carmelita
burdo
Recol,Su 3.000 1.500 500 200 600 200
p.
Cuadrí 1.413 523 400 50 350 80
cula A3
Cuadrí 1.218 436 207 117 338 120
cula A4
Cuadrí 1.653 531 325 115 629 53
cula A5
Cuadrí 1.249 608 120 101 300 120
cula B2
Cuadrí 1.394 453 210 314 317 100
cula B3
Cuadrí 1.457 629 189 89 300 250
cula B4
Cuadrí 1.590 700 200 170 400 120
cula B5
Cuadrí 1.349 500 100 110 389 250
cula B6
106
Cuadrí 1.826 631 356 200 450 189
cula B7
Cuadrí 1.316 477 190 129 300 220
cula C2
Cuadrí 1.231 485 145 93 305 203
cula C3
Cuadrí 1.133 435 98 104 298 198
cula C4
Cuadrí 1.451 410 130 240 450 221
cula C5
Cuadrí 1.585 635 220 125 306 299
cula C6
Cuadrí 1.568 651 113 97 307 200
cula C7
Cuadrí 512 206 90 21 120 75
cula D5
Cuadrí 759 215 129 91 190 134
cula D6
Cuadrí 906 374 110 55 250 117
cula D7
Cuadrí 1.140 431 227 98 244 140
cula D8
Totales 27.540 10.830 4.059 2.519 6.843 3.289
Para el análisis del estudio de los restos óseos humanos encontrados en los entierros se
conto con la asesoría del antropólogo físico Ancizar Sánchez Urriago, el médico Juan José
107
Espinosa Vides quienes colaboraron con la identificación del sexo, edad, filiación poblacional
y el odontólogo Pedro Carbonó quien realizo el análisis de los dientes.
Con base a la observación, se pudo constatar que se trata de un niño que tiene una talla
de 90 cm de largo, de aproximadamente 3 años de edad.
No muestra ninguna clase de deformación en sus huesos que haga suponer que murió de
alguno enfermedad; los dientes no demuestran caries en general presenta dientes deciduales.
No hay evidencias de enfermedades periodontales.
Los restos óseos pertenecen a un individuo masculino robusto, se puede apreciar fuerte
estrés muscular en la tibia. La estatura aproximada es de 1.60 mts.
108
Foto 41. Restos óseos de mujer y neonatal en posición anatómica.
109
Foto 42. Cráneo de mujer
Presenta estrías en tibias y peroné tanto derecho como izquierdo, enfermedad que
puede estar relacionada a la infección del periosto, lo que hace suponer que sufría de periostitis.
Una de las características de este entierro es que tiene un individuo neonatal ubicado
dentro de las piernas y otro individuo neonatal en urna encima de ella, parece ser que estaba
embarazada de gemelares o mellizos, por su forma de entierro.
Las posibles causas de la muerte podría ser el fuerte impacto en el fémur derecho,
por alguna caída hecho que ocasionó el adelanto del parto.
De los restos de este individuo se pudo recuperar dos muelas y tres dientes que presenta
características de dientes en pala, propio de poblaciones mongoloides. Estos muestran
enfermedades periodontales como cálculos y caries.
110
4.5.1.5 Entierro Primario 6
Por los rasgos craneales se pudo determinar que se trata de un individuo de unos 30 a 40
años de sexo masculino. Se observó la presencia de “estrías” sobre el hueso peroné y tibia lo
que hace pensar del padecimiento infeccioso de una Periostitis.
En el análisis de los restos óseos se pudo inferir que se trata de tres individuos, que se
pudieron identificar a través de ¨una mandíbula adicional que se encontró en mal estado de
conservación [con sus] dientes respectivos, los dientes encontrados son deciduales mejor
conocidos como ˗dientes de leche˗ y se encuentran sueltos de la mandíbula, también [se
pudo observar] varios dientes que se encontraban aún en formación, y, por lo tanto, no habían
aún erupcionado. (Ver foto 41)
111
Foto 43. Dientes deciduales y mandíbula de un segundo individuo.
Foto tomada por: Ancizar Sánchez Urriago
Dentro del material analizado se encontró un tercer radio, del cual no se podría afirmar
que se trata de un cuarto individuo, pues muy probablemente pertenezca al tercer individuo.
112
A juzgar por la escotadura isiática mayor se podría decir que el individuo es de género
femenino. Sin embargo, no debemos olvidar que se tiende a presentar el mismo tamaño y forma
en individuos masculino y femenino hasta que llega a la adolescencia.
El cráneo presenta una mínima elevación de la glabela, los huesos del frontal cambia
suavemente a los huesos nasales, la apófisis mastoideas son bastante pequeñas en proporción
con el cuerpo del occipital. Esto quiere decir que estos puntos reafirman el resultado del
análisis de la escotadura isiática mayor, donde se tiene como resultado un individuo se sexo
femenino.
Con respecto a la edad del individuo se pudo deducir que es menor de 7 años ya que el
Isión y el Pubis no se han fusionado. Tampoco aparecen los centros de osificación que también
ayudan a determinar la edad en individuos infantiles, tales como la cabeza del fémur y el
húmero, por lo tanto, se deduce que aun no se habían fusionado para convertirse en lo que
conocemos como huesos largos, estos muestra que era un individuo aun en formación y
maduración ósea. Es un individuo dolicocéfalo infantil de aproximadamente 6 años de edad.
Del material lítico hallado se pudieron identificar treinta martillos, cincuenta manos de
moler, veinte bruñidores o pulidores y ocho hachas, además de las lascas encontradas. Este
113
material fue encontrado en superficie, en las capa tanto vegetal como en la de transición
algunos asociados a cerámica y entierros como parte de ajuar.
Para la identificación y clasificación de la materia prima con que fueron elaboradas las
herramientas líticas, se contó con la colaboración del Geólogo Magister. Víctor Marenco B. A
través de esto fue posible la identificación de Rocas de depósitos petrológicamente hablando
pertenecientes a la Sierra Nevada de Santa Marta y materia prima proveniente de las vegas del
río Magdalena y Atlántico como es el caso del Cherts.
4.6.1 Martillos
Una de las características que se puede observar en la fotografía arriba es que una de
las caras aparece desgastada y con huella de hollín.
114
Foto 48. Martillo de esquistos celicilicos.
Las manos de moler que se encontraron son hechas en piedra de granodioritas densa
muy compacta de alta dureza como también roca acidas del tipo granodiorite de la Sierra
Nevada de Santa Marta.
115
4.6.3 Hachas
Las hachas y lascas que se hallaron están asociadas en su mayoría a ofrendas y ajuar
funerario.
Como instrumento de corte muestran desgaste o huellas de uso por golpes aunque
algunas se encontraron fragmentadas por la mitad.
Roca ultra básica de tipo cherts homogénea que se consigue a orillas de las vegas del
Magdalena y en el Departamento del Atlántico.
116
LÁMINA No 17.VISTAS Y CORTES DE HACHAS15
Estas formas de filos fueron reconocidas en las hachas que se encontraron tanto en el material
superficial como el excavado en el sitio Mosquito
15
Imágenes tomadas del Diccionario arqueológico
117
La mayoría de las hachas
encontradas tienen huella de uso y
se les pueden observar roturas en su
núcleo y desgastes de lascas que
fueron fragmentadas en el momento
de su utilización o fabricación.
4.6.4 Bruñidores
Roca de cuarzo lechoso algunas con pigmentación de vanadio, usado para pulir y dar
brillo a las superficies del material cerámico.
118
Foto 50. Bruñidor en cuarzo lechoso.
Se pudo reconocer una aguja hecha en espina de raya, no se logró recuperar por su
avanzado deterioro. También se encontró un pedazo de instrumento en hueso tallado con
orificios intencionales que por sus características parece ser una flauta. Además se halló otro
pedazo de hueso tallado con dos orificios que al parecer lo utilizaron como instrumento para
hacer sonido. (Ver Lámina No 14.)
119
De los restos óseos de animales encontrados se pudo identificar los restos de un saíno
(Tajacu-tallassu), la cabeza y restos óseos de una ardilla (ratonus-vanidosus), la cabeza y
restos óseos de una iguana (Iguana, iguana), el lagarto o pasa arroyo (Lacerta sp).
A4 N2 - - + - + -
A5 N4 + - - - + +
B1 N2 - - - - + -
B2 N4 - - - - + -
B3 N3 - - - - + -
N4 - - - + - -
N6 + + + + + +
B5 N3 - - - - + -
B6 N4 + - + + + +
B7 N2-3 - - + + + +
N4 + - - - + -
N5 - - - - + -
C2 N1 - - - - + -
N2 - - - - + -
N3 - - - - + -
C3 N4 + + - + + -
N5 + + + + + -
C4 N5 - - - - - +
C5 N3 + + + + + +
N4 - - - - + -
N5 + + + + + -
N6 + + + + + -
C6 N1 - - - - + -
N5 + + + + + +
N6 + + + + + +
C7 N7 - - - - + -
D5 N1-2 - - - - + -
N5 - - - - + -
D6 N3 - + + + + +
D7 N1-2 - - - - + -
N4 + + + + + +
D8 N1-3 + + + + + +
N6 + + + + + +
120
Cuadro No 5
La tabla de arriba nos muestra el porcentaje de restos óseos de faunas terrestre que fue
hallado en el Corte 1.
Con esta evidencia se puede argumentar que especies de animales terrestres consumían en
mayor porcentaje.
121
caracoles; (Strombus Gigas, Melongena Melongena, Cassis y Cyprea). (Ver fotos No 51-52-
53). Se puede observar evidentes trazas de bioerosión, atribuibles a la actividad de anélidos
poliquetos perforadores.
122
Foto 53. Cassis
En uno de los caracoles (Melongena, Melongena) se pudo observara lo largo del espiral
una concentración de perforaciones sobre la línea de sutura de las vueltas, mientras que la
última vuelta aparecen trazas esporádicas o pequeñas concentraciones.
123
Para el caso de los chipichipis se identificaron dos especies nativas: (Donax)
perteneciente a las costas del Mar Caribe y la (Anomalocarida Brasiliana)(umbonopaleal y
anteroposterior medio 1,7 cms y 2,2 cms respectivamente) endobentónico somero que habita en
fondos fangosos o arenosos – fangosos, pertenecientes a áreas protegidas de la acción de las
olas y corrientes de las zonas intermareal e infralitoral, como lo son: las áreas lacustres y
cenagosas “la Ciénaga Grande de Santa Marta y el lago del Durcino en Gaira”
124
C3 N4 - - - - + + - - +
N5 - - - - + + - - +
C4 N1 - - - - + + + - -
N2 - - - - + + + - -
N3 - - - - + + + - +
N5 - - - - + + + - +
C5 N3 - - - - + + - - -
N4 - - - - + + - - -
N5 - - - - + + - - -
N6 - - - - + + - - -
C6 N1 - - - - + + - - -
C7 N3 + + - - + + - - -
N4 + + - - + + - + -
D5 N1 - - - - + + - - -
N2 - - - - + + - - -
N5 - - - - + + + - -
D7 N1 - - - - + + + - -
N2 - - - - + + + - -
N4 - - - - + + + + -
D8 N1 + - - - + + - - -
N3 + + + + + + - - -
N6 - - - - + + - + -
125
Cuadro No 8
126
Foto 56. Escamas de pescados no identificadas.
A4 N3 + + + + + +
A5 N4 - - - - - -
B1 N3 + + + + + +
B2 N4 - - - - - -
B3 N3 + + + + + +
N4
- - - - - -
N6
+ + + + + +
B5 N3 + + + + + +
B6 N4 - - - - - -
B7 N2-3 - - - - - -
N4
- - - - - -
N5
. - - - -
C2 N1 - - - - - -
N2
- - - - - -
N3
- - - - -
C3 N4 - - - - - -
N5
- - - - - -
C4 N1 + + + + + +
N2
- - - - - -
N3
N5 + + + + + +
+ + + + + +
C5 N3 - - - - - -
N4
- - - - - -
C6 N5 + + + + + +
N6
+ + + + + +
N7
+ + + + + +
C7 N5 + + + + + +
N6
+ + + + + +
N7
+ + + + + +
D5 N1-2 - - - - - -
N5
127
- - - - - -
D6 N3 + + + + + +
D7 N1-2 - - - - - -
N4
- - - - - -
D8 N1-3 + + + + + +
N6
+ + + + + +
Cuadro No 9
128
Foto 57. Tortuga Caguama (Caretta caretta)16 Foto 58. Carey (Eretmochelys imbricata)
De los restos óseos de muelas de jaiba que se encontraron en la excavación del sitio
Mosquito se pudo identificar la especie de jaiba azul (Gallinectes sápidos) pertenecientes a
aguas marinas, pero posee una característica y es que puede vivir en las desembocaduras de
los ríos donde hay entrantes de aguas saladas del mar y aguas dulces de los ríos.
16
Foto tomada por Celia Alvarez del acuario, Mundo Marino Rodadero.
17
Foto tomada de internet de la página google.
129
CONSIDERACIONES FINALES
Los grupos cerámicos definidos para Gaira y Papare están relacionados tanto a periodos
Formativos como Tardíos y aunque compartan rasgos estilísticos alfareros no podríamos
hablar que pertenezcan a un solo grupo como tal, error que se ha venido cometiendo en los
trabajos arqueológicos en Santa Marta, donde los arqueólogos han clasificado el material
alfarero Tardío como pertenecientes a un solo grupo Tairona. Estos grupos alfareros poseen
rasgos estilísticos parecidos en cuanto a sus formas pero también difieren uno del otro con
pequeñas variaciones muy significativas que se deben tener en cuenta.
Los sitios mencionados corresponden a desarrollos locales Tardíos. Donde dicho grupo
humanos se establecieron a orillas de fuentes de agua dulce, zonas lacustres, zonas Serranas y
130
en el litoral, extendiéndose desde las estribaciones bajas del norte de la Sierra Nevada de Santa
Marta hasta la parte sur occidental de esta, son grupos alfareros que debieron estar
posiblemente emparentados por una lengua, aunque las fuentes históricas hablan de lenguas
Karid, chibchas y Arawak no queda claro cuales pertenecían a cada pueblo. También hacen
una diferenciación de los pueblos, cuando estos son nombrados se refieren a los grupos
indígenas de cada pueblo diferenciándolos de los Taironas.
“se denominan según las poblaciones principales y que el nombre de Tairona no se aplica a ellos tampoco. Se
habla de “Bondas”, “Gaira”, “Indios de Santa Marta”, “Indios de Ciénaga”, pero de ningún modo se hace alusión
en las fuentes principales históricas, a que estos grupos se designasen como Tairona” (Reichel- Dolmatoff,
1951:59)
La relación con los hallazgos encontrados nos hace sospechar que el sitio correspondió
a un antiguo lugar de ocupación en el cual se puede observar que la parte baja en cercanía del
cerro el Diablo, corresponde a asentamientos y cementerios como lo evidencia la gran
cantidad de material cultural hallado en el reconocimiento.
131
• Prácticas Mortuorias en Gaira (Sitio Mosquito).
Distintos relatos como la del cronista Oviedo, en 1514 en Santa Marta, describe las
costumbres funerarias de los indígenas:
“… Se halló que algunos Aposentos apartados de las Casas, a donde moraban, tenían los Huesos, i çenizas de sus
Antepasados que los conservaban en algunas Urnas, ó Vasos grandes de tierra cocida, pintados: i otros no
osaban quemarlos, sino desecados al fuego, i cubiertos con mantas de Algodón, los tenían con gran reverencia, i
en las Mantas ponían algunas Cadenillas de Oro, i Planchuelas delgadas” (18, II, 313-314. Citado en: Reichel-
Dolmatoff, 1951:92)
Otro cronista llamado Simón se refiere los indios de la región de Santa Marta: “En
muriendo la persona, se doblaban antes de enfriarse el cuerpo, y así la enterraban… en bóvedas, con sus joyas,
mujeres y esclavos” (32, V, 218.citado en: R- Dolmatoff 1951: 92). Estas fuentes dan una buena
descripción de las pautas de enterramiento indígenas. Por lo general los arqueólogos en las
investigaciones omitimos el universo de significados que posee una tumba. “La tumba en su
carácter reflexivo implica una introspección al mundo de la cultura humana, sus ideas sobre el mundo que el
domina y aquel que parece dominarlo, la tumba contiene un diálogo entre las necesidades materiales y las
espirituales, la ansiedad por un lugar en el mundo humano y el mundo de lo divino” (Ospina, 2005)18. En este
contexto la tumba se convierte en una urdimbre de significados cargados de significantes tanto
18
Estudio descriptico sobre prácticas funerarias en las sociedades prehispánicas del suroccidente Colombiano. Universidad del
Cauca.2005.Tesis sin publicar.
132
para los individuos, y, por lo tanto, para las sociedades las cuales están cargadas de simbología
en relación con el material cultural.
133
ninguna clase de enfermedad visible, tal vez se podría estar hablando de personajes que fueron
utilizados para alguna clase de ritual, pero sería riesgoso afirmar una situación como está. Pero
tampoco esta inhumación se podría tomar como una simple forma de enterramiento lo que
demuestra es que hay una simbolización sacralizada que,
“se le puede entender en relación a procesos culturales que le dan sentido. [Los entierros no son lo que
“representan sino lo que transforman”], es decir sólo son su propio papel que como producto cultural desempeñan
en una sociedad, como receptáculo de mensaje, asociaciones y metáforas específicos” (Langebaek, 1987:8).
134
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