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GIMNASIO VERMONT

PROCESOS DE RETROALIMENTACIÓN PARA EL APRENDIZAJE

¿Qué es la retroalimentación?
La retroalimentación es un proceso de análisis, comunicación y ajuste de resultados. El
concepto proviene de la teoría de sistemas que se aplicó en diversos dominios de las prácticas
humanas; en ese marco, la retroalimentación es el proceso relativo al control de los sistemas
dinámicos.
En educación, el término inicialmente se asociaba al conocimiento de los resultados de la
evaluación, tradicionalmente de tipo sumativo. Se creía que al informar sobre lo correcto e
incorrecto, el estudiante podría resolver el problema del rendimiento escolar simplemente
estudiando; en ese sentido, se basaba en un modelo de enseñanza-aprendizaje memorístico y
mecanicista. Posteriormente, al enfocar los fines de la educación en el desarrollo de
conceptos, habilidades, actitudes, valores,… y, de forma más general, en el desarrollo de
competencias, la retroalimentación debió asumir esa complejidad, y por ello se asocia más
con los modelos de evaluación para el aprendizaje, evaluación formativa y evaluación
auténtica.
Actualmente, se entiende que la retroalimentación es un proceso central en el aprendizaje, ya
que permite a los estudiantes conocer y ser conscientes de sus fortalezas y aspectos a mejorar
en un desempeño determinado; involucra a docentes y estudiantes, y es reconocida en los
nuevos enfoques de la evaluación como una acción crucial para transformar la evaluación en
una oportunidad para aprender (Aramanti, 2010). Así, la retroalimentación puede entenderse
como la información que el docente le entrega al estudiante sobre el nivel actual y el nivel de
referencia ideal al que debe llegar, y busca disminuir la brecha entre ambos niveles (Sadler,
2010)

¿Qué caracteriza a un proceso de retroalimentación efectivo?

Si la información que facilita el docente al estudiante sobre sus aprendizajes, no implica una
acción concreta de mejora por parte del estudiante, no es posible considerar que sea una
retroalimentación efectiva. De acuerdo con Stobart (2005), la retroalimentación es
información que permite al estudiante cerrar la brecha entre el desempeño actual y el deseado,
es decir, determinar dónde está, dónde quiere llegar y qué es lo que le ayuda a aprender; por
consiguiente, un proceso de retroalimentación efectivo, requiere que el estudiante posea una
meta de aprendizaje a seguir, compare su nivel actual del desempeño con dicha meta y se
comprometa en una acción que lo conduzca a cerrar la brecha.
En ese sentido, los procesos de retroalimentación efectivos se caracterizan por:
✓ Un puntaje o expresión simbólica para representar la calidad global del desempeño
✓ Una explicación o justificación del puntaje o expresión
✓ Una descripción del nivel de desempeño esperado
✓ Elogios, estímulos o comentarios afectivos
✓ Un diagnóstico de los errores y debilidades
✓ Sugerencias para corregir los errores, superar las dificultades que los originaron y
fortalecer el desempeño en su globalidad.
✓ Orientaciones para las acciones de mejora que puede emprender el estudiante.

Según Sadler (2010), una retroalimentación efectiva promueve la autonomía, la


autorregulación y la metacognición en el aprendizaje, habilidades tan esenciales en la
educación presencial como en la modalidad virtual.

¿Cómo hacer de la retroalimentación un proceso efectivo para mejorar el aprendizaje?


Para lograr que los procesos de retroalimentación tengan efectos positivos sobre el
aprendizaje, se propone responder tres preguntas y considerar las siguientes
recomendaciones.

¿Dónde te ¿Cómo puedes llegar


¿Dónde estás encuentras ahora?
tratando de llegar? hasta allí?
Esta pregunta alude a
Esta pregunta alude a las Con esta pregunta se busca
describir donde se ubica el
brindar sugerencias de acción
metas de aprendizajes o los estudiante, a partir de su
para que el estudiante se
criterios que se tomarán en desempeño en una tarea
mueva desde donde está hacia
cuenta para la evaluación. determinada, en el trayecto
dónde quiere llegar.
hacia la meta de aprendizaje.
Debe ser clara y específica. La retroalimentación debe describir en
términos sencillos cómo fue realizada la tarea o cómo fue su desempeño
en una determinada actividad. Para esta descripción, es ideal iniciar con
los aspectos positivos o fortalezas, luego de ello, se deben señalar los
aspectos por mejorar. Debe incluir mensajes legibles y entendibles,
considerando las formas en las que los puedan comprender o interpretar.

Debe ser oportuna. La retroalimentación debe ser


oportuna en el sentido de que debe ser brindada en el
momento adecuado. En todo caso, debe ser dada en el
momento que aún sirva al estudiante para mejorar y aprender.

Debe ser frecuente. La retroalimentación debe darse


durante todo el proceso de enseñanza – aprendizaje, no
sólo en las evaluaciones de tipo sumativo, cuando el
estudiante ya no puede hacer nada porque ya finalizó.

Debe ser coherente. La retroalimentación debe


guardar relación con lo que se espera que el estudiante
aprenda y los criterios de evaluación. Para ello, es
necesario que los estudiantes conozcan los resultados de
aprendizaje previstos.

Debe ser constructiva. La retroalimentación debe estar


enfocada en dar información sobre el desempeño (o resultado
de una determinada actividad) del estudiante, no sobre el
estudiante en sí mismo. Debe evitarse tanto la
condescendencia como la excesiva negatividad.

Debe ser propositiva. Esta característica se refiere a que la


retroalimentación debe proveer información para la acción, es decir,
comunicar al estudiante qué debe hacer para mejorar su desempeño o la
tarea que realizó.
Referencias
Aramanti, M. (2010). Concepciones y prácticas de retroalimentación de los profesores de
lenguaje y comunicación de primer año de educación media. Congreso Iberoamericano de
Educación, 13, 14 y 15 de setiembre. Argentina, Buenos Aires
Gibbs,G.(2006) How Assessment Frames Student Learning'in Bryan, C.and Clegg,K.(eds),
Innovative Assessment in Higher Educación, London:Routledge.
Hammerness, K. M., Darling-Hammond, L., Bransford, J. et al. (2005). How Teachers Learn
and Develop. In L. Darling-Hammond, & J. Bransford (Eds.), Preparing Teachers for a
Changing World: What Teachers Should Learn and Be Able to Do (pp. 358-389). San
Francisco, CA: Jossey-Bass
Sadler, R (2010) Beyond feedback: developing student capability in complex
appraisal, Assessment & Evaluation in Higher Education, 35:5, 535-
550, DOI: 10.1080/02602930903541015
Stobart, G. (2005). Fairness in multicultural assessment systems. Assessment in Education,
12(3),

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