Ciudadanía y educación:

1. ¿Qué quiere decir enseñar ciudadanía?

La ciudadanía podría ser comprendida como aquel conjunto de personas naturales o vecinas de
un pueblo o nación, consideradas como miembros activos de un Estado, titular de derechos
políticos y sometido a sus leyes. Considerando esta definición, vemos que no sólo hay que
considerar que un ciudadano o ciudadana es miembro de un grupo social, sino que dicho
miembro comparte un contrato social común y específico, definido en el ordenamiento jurídico
que le corresponde al territorio donde convive con otros miembros. Pero, además, se le
presupone miembro activo de esa sociedad, concepto importante para reflexionar sobre las
características de la ciudadanía crítica
Se parte de la premisa de que una persona crítica es un sujeto que piensa y actúa críticamente, a
partir Por lo tanto, se contempla que, para poder ser crítico, es necesario ser consciente de la
propia condición de sujeto social, histórica y culturalmente constituido(Giroux), pues sólo así
es posible contextualizarse como un individuo, cuyos valores y formas de pensar están
condicionados por un tiempo y un espacio cultural determinado, tomando perspectiva sobre las
ideologías que han condicionado su proceso de socialización.

Desde la docencia, enseñar cuidadanía podría entenderse como darle al estudiante las
herramientas para desempeñar una cuidadanía crítica. Esto implicaría poder potenciar la
reflexividad y el escepticismo en el aula, generando también situaciones donde pueda ser
autocrítico.
Para el logro de este objetivo, en la selección de contenidos debería primar el trabajar sobre la
capacidad de comunicar, de argumentar y contra-argumentar, de desarrollar la capacidad de
negociar y adoptar diferentes perspectivas, sintetizar diferentes posiciones, fomentar relaciones
de confianza, soporte y cuidado mutuo, enfatizar el poder del diálogo para avanzar en el
desacuerdo, abordar las diferencias y aprender a conversar sobre las las mismas. La empatía y
el respeto hacia grupos sociales, sean o no del propio, también debería considerarse como un
valor fundamental a la hora de plantear nuestra práctica docente, y que debe además conducir
al interés por la búsqueda de inclusividad de todos los cuidadanos.

Si lo que se pretende es formar a una ciudadanía capaz de mejorar la sociedad, será necesario
ofrecer al alumnado la posibilidad de comprender las claves de cambio y transformación de las
sociedades en el pasado.
Educar para la participación activa en la sociedad es por lo tanto tanto una tarea social y tiene
consecuencias para la estabilidad de la sociedad. Los organismos públicos deben aumentar su
inversión en la formación de la ciudadanía en temas de participación ciudadana, gobernanza y
corresponsabilidad en la toma de decisiones y hacer de esa formación un instrumento
estratégico de cambio social.
Por tanto, se debe educar en el sentido más amplio de la palabra, no sólo restringido al ámbito
formal sino dirigido a la totalidad de la ciudadanía.