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Capitulo II

Antecedentes de la investigación:
Valentín Martinez-Otero (2005-2006): se realizó una investigación luego de
seleccionar el inventario de depresión infantil (CDI) en la ciudad de Madrid,
España. Esta prueba se aplicó en el primer trimestre del curso y posteriormente se
corrigieron los cuestionarios, se extrajeron las conclusiones durante el resto del
año académico. La muestra total estuvo compuesta por 244 alumnos adolescentes
de segundo curso de educación secundaria pertenecientes a 5 centros educativos
(3 públicos y 2 privados). La edad media de los alumnos fue entre 13 y 28 años.
De la referida muestra, 130 personas corresponden a varones y 114 a mujeres,
124 son alumnos de centros públicos y 120 de institutos privados. Finalmente, 171
son alumnos nacionales y 72 inmigrantes, por lo tanto, esta muestra es
homogénea en lo que se refiere a la cantidad de hombres y mujeres, así como en
cuanto al número de alumnos de centros públicos y privados. Por otra parte, es
heterogénea en cuanto al número de estudiantes autóctonos e inmigrantes.

OMS (2005-2015): Según un estudio realizado por esta organización, más de 300
millones de personas en todo el mundo viven con depresión, lo cual significó un
incremento del 18% durante 1 década. Se confirmó que en América Latina
aproximadamente 50 millones de personas sufren esta enfermedad (casi 17% más
que en 2005, cuando se inició esta investigación) Esto representa un 5% de la
población Latinoamericana. En el día mundial de la salud en el año 2017 la OMS
lanzó la campaña anual ‘’Depresión: hablemos’’, el objetivo general es que cada
vez más personas con depresión, en todo el mundo, busquen y obtengan ayuda.
“Estas nuevas cifras son un llamado de atención a todos los países para que
reconsideren sus enfoques sobre la salud mental y la traten con la urgencia que
merece” dijo Margaret Chan, directora general de la OMS.

Justificación: Un aumento en la inversión en la salud mental también es


necesario, ya que en muchos países no hay, o es muy escaso el apoyo disponible
para las personas con trastornos como la depresión. Incluso en los países de
ingresos altos casi el 50% de su población no recibe su debido tratamiento, en
promedio solo el 3% del presupuesto para la salud de los países se invierte en
salud mental, variando de menos de 1% en los países de bajos ingresos hasta 5%
en los países que cuentan con mayores ingresos. La inversión de salud mental
beneficia el desarrollo económico, según estimaciones mundiales, cada dólar
invertido en la ampliación del tratamiento para la depresión y la ansiedad conduce
a un retorno de 4 dólares en mejor salud y habilidad para trabajar.
Bases legales

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de fecha 15 de


diciembre de 1999

Artículo 83:

La salud es un derecho social fundamental, obligación del estado, que lo


garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará
políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a
los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así
como el deber de participar activamente en su promoción y defensa, y el de
cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de
conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados
por la República.

Artículo 84:

Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y


gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial,
descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido
por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración
social y solidaridad. El sistema público nacional de salud dará prioridad a la
promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, garantizando
tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad. Los bienes y servicios públicos de
salud son propiedad del Estado y no podrán ser privatizados. La comunidad
organizada tiene el derecho y el deber de participar en la toma de decisiones
sobre la planificación, ejecución y control de la política específica en las
instituciones públicas de salud.

Bases teóricas
Las mujeres son más propensas a tener depresión o a tener mayores síntomas de
esta, esto es atribuible a varios factores de índole biopsicosocial, sin perder de
vista el impacto de las causas hormonales y personales. En la adolescencia, es
preciso insistir en que este trastorno debe investigarse mucho más en esta etapa,
ya que el trastorno de ánimo en la adultez está muy estudiado, pero no sucede lo
mismo en la niñez y la adolescencia.
Características de la depresión:

Se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o


derrumbado. Cabe recordar que los síntomas en adolescentes y niños son
diferentes a los de adultos. La depresión puede afectar al sueño y comportamiento
de cada persona y alterar el estado de ánimo, el sueño, el apetito y la capacidad
laboral.

Causas:

Sus causas son variadas, pero se logró confirmar que las personas deprimidas
muestran niveles muy altos de Cortisol (una hormona que se encarga de
incrementar los niveles de azúcar en la sangre, y también suprimir el sistema
inmunológico para ahorrar energía para ayudar el metabolismo de grasas,
proteínas y carbohidratos). Estos niveles se pueden elevar por motivos
hereditarios, un ejemplo de esto son los niños que perciben una imagen triste del
mundo por el comportamiento de sus padres, o el hecho de crecer en un ambiente
que no es totalmente enriquecedor.

Una de las causas más recurrentes de la depresión está relacionadas con


pérdidas familiares. Las pérdidas emocionales muy profundas pueden llevar a
padecerla. Entre otros motivos se encuentran la pérdida de un trabajo o falta de
capacidad de adaptación a determinados cambios.

Tipos:

Depresión mayor: Se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren


en la capacidad de las personas para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar
de actividades que en circunstancias normales, deberían resultar placenteras. La
depresión suele ocurrir una vez, pero es una enfermedad que suele generar
recaídas a lo largo de la vida.

Distimia: Es un tipo de depresión menos grave, los síntomas se mantienen a


largo plazo, pero no evitan la actividad de las personas. También puede ser
recurrente, es decir, aparecer más de una vez en la vida.

Desorden bipolar o enfermedad maniaco-depresiva: La prevalencia de esta


patología no es tan alta como las dos anteriores. Se caracteriza por cambios de
humor. Estados de ánimo muy altos se ven sucedidos por otros muy bajos. Estos
cambios son bruscos a veces, pero lo más frecuente es que sean graduales. En el
ciclo de depresión, las personas tienen alguno o todos los síntomas de un
problema depresivo.
Ciclo maniaco: Pueden sentirse hiperactivos, excesivamente locuaz y con
demasiada energía. A veces la manía afecta al pensamiento, el juicio y el
comportamiento social del individuo. Si la manía no se trata puede empeorar y
llevar a un estado psicótico.

Depresión posparto: Alrededor del 10 o 15% de las nuevas madres lloran


constantemente, se sienten terriblemente ansiosas, no pueden dormir e incluso no
son capaces de tomar decisiones sencillas. Esta depresión es una deformación
severa del Baby blues, un problema que sufren las dos terceras partes de las
madres que se manifiesta con un poco de tristeza y ansiedad. Algunas madres
pueden llegar a sufrir una ruptura total.

Síntomas:

Síntomas positivos:

 Tristeza, ansiedad o sentimiento de vacío persistentes.

 Pérdida de interés en actividades que antes producían placer, incluyendo la


actividad sexual.

 Fatiga o pérdida de energía.

 Pérdida de apetito (pérdida de peso) o aumento del apetito (aumento del


peso).

 Problemas para dormir, insomnio, problemas para mantener el sueño o


dormir demasiado.

 Pérdida de la expresión emocional (emociones aplanadas).

 Sentimiento de desesperanza, pesimismo, culpa o inutilidad.

 Retraimiento social.

 Problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones.

 Irritabilidad.

 Problemas físicos persistentes como jaquecas o cefaleas, problemas


digestivos, dolor crónico, que no responden al tratamiento.

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