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CA*n.

an VI
LA CORRUPCIÓNDE LA
—Enveinticinco a
dificulta&s y los peligros pr tos Çe ke—g
jamds se ha cometidogna tortura,
un crimen. •
PtDa.

1, OPINIONES Y CERTEZAS

A lo lejos se ve una figura humana... ¿O es un


No IOsé» ,Ahora parece que se mueve: sí.... creo que está
acercando. ¿Es hombre o mujer? Imposible. a esta distarria.
El convencimiento que un hombre posee sobre la verda
de sus conc *imientosadmite grados. El más bajo se llama
duda, y con histe en fluctuar entre la afirmación y la negxión
de una determinada proposición. sin inclinarse hacia un ex-
tremo de la alternativa más que hacia el otro. Por encima de
la duda esta la opinión: adhesión a una prtmsición sin ex-
Cluirla posibilidad de que sea falsa. Por tanto. es un asenti-
miento débil,
La opinión es una estimación ante lo contingente. ante
aquello que puede ser o no ser, ser de una forma o de otra. El
hornbre se Ve a opinar porque la limitación de su
Çonocimiento le impide alcanzar siempre la certeza (puede
llover o no 'llover, puedo morir dentro de 'dos. d«x-e,treinta
años...L La libertad humana es otro claro factor de contin-
I}gencia. Por eso. hablar sobre la configuración futura de la
•kociedado de nuestra propia vida, es entrar de lleno en el
temenode lo opinable. ta cual no significa que tods la$ iecir, si sólo concediésemosvalor a lo conocido por uno
opiniones vagan lo mismo. Si asf fuera, se ha dióo malicio- ñismo, la vida Social,además de estar integrada indivi-
samente q:" habrfa que tener muy en cuenta la ofiión de tog dúos ignorantes.sería impsible. Por es necesario y
tontos. pues son mayorfL Séneca decfa que las q»iniones no Emzobólc dar crédito, creer.
debían ser contadas sino ¿Puede tener certeza quien cree? Sabemos que la certeza
No todo es opinable. Lo que se conoce de forma inequf• nace dc la evidepçia. ¿Que evidencia se le ofrece al que cree?
voca no es opinable sino cierto. Por tanto, no puedo Sólo una: la de la credibilidad del testigo. El que no ha estado
'tomar lo
cierto como opinable. ni viceversa: no puedo opinar que la eh América cree en los que sf han estado y atestiguan su
Tierra es mayor que la Luna. ni asegurar con certeza que la CFisiencia.El que nunca ha visto a Hitler cree a los que sí lo
República es la mejor forma de gobiemo. viçron. Y antes que Hitler. Napoleón. el Cid o Ner&i. En
La certeza se fundamenta en la evidencia. y la evidencia s estos cosos cs evidente la ctvdibilidad de los testigos.
no es otra cosa que la presencia patente de la La entre esos, cpsos debemos incluir los que dan origen a
evidencia es mediata cuando no se da en la conclusión sino creencias religioSas. Por eso. la fe —creer el testi-
en los pasos que conducen a ella. No conozco a los padres de de alguien—- C$una exige neia racional. y su exclusión
Antonio, Fro la existencia de Antonio evidencia la de sus una reducción arbi@'ariade log posibilidades humanas.
padres. la hace necesarix La existencia dc Antonio. al que
veo todos los días. es para rnf una certeza inmediata; la exis-
tencia actual o pasada de sus padres. a los que nunca he visto,
también me resulta evidente. pero con una evidencia no di-
recta sino mediata. que me viene por medio de su hijo. es 'la el entendimiento y la
La ü)ndición limitada del hombre hace que la mayoría de ag. Ppre>0 deperidç mús lo que son tas cosas que del
sus conocimientos no se realicen de forma inmediata. Son Sugeioque sentido tienen los versos de Anto-
pocos los hombres que han visto las moléculas, los fondoS
marinos, la estratosfera o Madagascar. La mayoría de los
hombres tampoco han visto jamás. ni verán nunca, a Julio yen, a buscarla,
César o a Carlomagno. Sin emhargo. conocen con certeza Io
existencia de esas y otras muchas personas y realidades.
Su certeza se apoya en un tipo de evidencia mediata: la sujeto'.quien debe adaptarse a la realidad. recono-
proporcionada por un conjunto unánime de testigos. En u tiéndOlaIcoino 'de fOrma pnrceida a corno el guante se
caso. la comunidad científica: en otro, las imágenes de todos a 'a 'F„l,
su'bjet,ivisrnosurge precisamente cuan-
los Inedios de comunicación; y si se trata de hechos prefiere ahorrarse el esfuerzo el disgusto
najes del pasado. los testimonios elocuentes de ga Historia y (4cver las, ç.psas como son, y decide colorear lavrealidad
de la Arqueología. "gón propios gystos: y entonces lu verdad ya no se
Estas evidencias gnediatas se apoyan no en propios erí las acosas, stno que se. inventa a partir de ellas.
namientos. sino en segundas c;'terceras personas, Si no admi- i
lil térren*"' del subjetivisgno es el de los propios
riéramos su valor, la ciencia progresaría, no existiría la
enseñanza, apenas se viajaría. leer no tendría sentido... de la éxito o del placer. pueden
tener m6 Fsoque la propia verdad. Por eso, si suspendo un cn Francia», decfa Napoleón. El sojetiviMno casi siem—
examen. nunca será pr no haberlo estudiado, sino por mala pre la coartada para una conducta equivo-
suerte o exigencia excesiva del profesor. Y Si suspende un cada. como manifiesta Dante al principio la Divina Come-
niño, mamá jamás dudaráde la capacidad de la criatura; dia: «Un mal amor me hizo recto el camino torci"» O
antes pondrá en duda la del profesor o del libro de como lo describe hecho vida real. Cervantes:
texto, O que su hijo es listfsimo aunquc «algo»
vago y despistado. vuesa merced, por ventura, ladrón?
El subjetivismo. además de afectar a Io más trivial, tam- - Sf —respondió él—, para servir a Dios y a las buenas
bién deforma las cuestiones más graves; gentes
-¯ A lo cual respondió Cortado:
-¯ terrorista está convencido de que causa es
- —— La mujer que aborta quiere creer que sólo interrumpe I Cosa nueva es para míque haya ladronesca cl mundo
_ U)
el embarazo. para servir a Dios y a la buena gente.
el suicida se quita la "Vidabajo el peso de problemas A lo cual respondió el mozo:
agigantados por una subjetividad Señor, yo no me meto en tologías; lo que sé es que
El Estado totalitario se autodenominaDemocracia cada uno en su oficio puede alabar a Dies, y más con
la orden que tiene dada Monipodio a tcxios sus
Popular.
—Al antiguo defensor de la esclavitudy al moderno Sin duda —dijo Rincón— detx ser buena y santa.
les conviene pensar que los hombres sonios friteshace que los ladrones sirvan a Dios.
esencialmente desiguales,
en nuestro arte. Él tiene Mdena-
Para que la verdad sea aceptada es preciso que encuentre do que de IO que hurtáremos demos alguna cosa o
una persona habituada a buscar el bien y rechazar el mal. limosna para el aceite de la lámpara de una imagen
como la buena tierra cs necesario para que la semilla germi- muy devota que está en esta ciudad- y en verdad que
ne. Y el que vive según sus exclusivos intereses suele carecer hemos visto grandes cosas por esta buena obra
dc la fortalezanecesaria para afrontarel compromisode la Tenemos más: que rezamos nuestro rosario. repartido
—verdad.De aquella fortaleza que empapa la declaración del en toda la semana, y muchos de nosotros no hurtarnos
filósofo griego; "Soy amigo de Platón. pero soy más amigo et día del viernes.» Cervantes (Rinconere Corralillo.)
de la verdad,»
Pero al hombre no le resulta fácil hacer o pensar lo que no
CONTRADICTORIO DEL SCRJETtVtS.M0
debe, Por eso, para -evitar esa violencia interna, si se Vive de
—espaldasa la verdad se acaba en la aut0Justif:caCiOn.La llis-
El subgetivismo suele ser relativista y escéptico. porque
=toria humana es una historia plagada de autoiustiiicaciones piensa que la verdad depende del hombre. que es tahto como
-más o t•nenoSpohrgsl Ya decía Hegel que todo lo malo que ha
ocurrido mundo. desde Adán, ruede Justificarse;con decir que ese hombre no es capaz no quiere conocer lo que
las cosas son realmente. Por contraste, la conclusión del sub-
buenas razones. Al menos. puede intentarse. es dogmátieu:. «yo soy la verdad». Pero la primera
que querernos decir .çs que la 3'11bji',ttis la
consecuencia de esta postura es absurda: o todos tenemos
-es voluntaria: «Fui tnahometano en l:igipto y soy católico:
LA Da LA vnmn
y nos o la tenemos (y si
ato yahay fisca
«Procúgoras que el hombre la La misma discusión es pru±a algo objetivo sobre lo que
coss. lo cualquiete se y pmeba irrefutaNe que esumos ciertos de la
qtE todas las
Arisótele-— exisEtwia de una
tales como a uno le que, al üempo trasciende,
paxcen. si asf fuera. que la misma cosa ngulta
no es, que es a la vez buena y mala. y que y hr lo dicho, resulta cualquier condena la
las
opuestas igualmente verdaderas.» demás mz6n, pues no poede sino de la misma raúi. que
Muchos siglos más tarde, la filosofía idealista afimaen esa crfüca su propio valorracioaaL eso dice
también afirmará que no alemana quequien tratade asesinar la tazón laresucita..
la
realidad como es,
sino reflejada en el estanque de nuestro comcimiento.
embargo.ya Sin
Aristótelesquesi sola- 4. LA VERDAD NO DEPENDE DE LA MAYORÍA
mente el producto de nuesuoconocimiento, ninguna ciencia
versaríasobre las exteriores;de seguiría Isa es la realidad, No consiste en la la
que la técnica —cieicia aplicada— no IX)drfaexistir, mayorfâ, ni en el común denominador de las opi-
ocurre justamente lo contrario. Pero
Por eso.' esgrimir como supremo argumento que
Aunque es claro que ruestro conocimiento no agota la -t)aceo piensa la mayoría de la gente constituye una
realidad. no se puede negar que muchas verda- 'XCuso; puede ser la coartada de la propia o del
des. Verdades incompletas. como la punta emergente que interés. Además. invcx.ar la mayoría corrx»criterio de
vemos del Cuando Kant niega la posibilidad de tcxlo erdad equivale a desveciar la inteligencia- Unas
conoeiruicnto objetivo. uno de sus críticos que Fromm io expresan de fotyna contundente: «El hecho de
rútación más decisiva de esta extravagancia filosófica, como ue millones de personas compartan los mismos vicios no
de todas las demás. es la práctica. sobre todo la experiencia y esos v icios en virtudes; el hechode qt,Ecompartan
la técnica. Si podemos ccmprobar la exactitud de nuestra uéhos ctrores no convierte éstos en verdades; el hecho
concepción de un fenómeno natural creándolo nosotrostnis- dé que 'lilillones de personas padezcan las rniÑnas formas
mos. produciéndolo con la ayuda dc sus condiciones y —,10 de patología mental no hace de estas personas gente equili-
que es más— haciéndolo servir para nuestros fines. acabare-
mos con la cosa en sí. incognoscible. de Kant». Es un gran errorconfundir la verdad con el hecho puro y
Por otra parte. la experiencia del error no demuestra que si mplc de que un determinado número de personas acepten o
nuestro conocimiento no alcance la vetuad, sino justamente no una proposición. Si se acepta esa identificación entre ver-
lo contrario: apreciamos lo erróneo en comparación con lo dad y consenso social. cerramos el camine a la inteligencia Y
vetdadero. ya que si todos fueran errores no nos daríamos la sometemos a quienes pueden crear arti ficialmente con-
cuenta. senso con los medios que tienen a su alcance. Es come decit-
Otro argumenfo lo aporta la existencia del lenguaje, El Auc sa no cxistc„lu vctdad. y que dcbc 'considerar tal
hecho de hablar es un fenómeno universal e innegable. y aquello que decide quien tiene poder para imponer ma} orita-
significa al menos tres cosas: la existencia de un yo. de urtotu, riamente su opinión.
y de un ello objetivo. Si Io entendido por dos interlocutores (En la versión de Shakespeare.el discursode Bruto al
pueblo romano. justificando el asesinato de Julio César. es
convincente;y el pueblo es Lo in-
quietame es pensar que nosotros también bubi&anws aplau- lascampanasPbüeitarias simplificarlapara ha.
dido a Bruto; de bxho. acepamos e incluso ceda congrensbie al gran asúuiunfana esas
acaloradamentelos argumentos invetosfmiles de muchos ideas ridículamente caricaturescas.
y polfticos Cuando se transmiten altos ccntenbs culturales o éti-
das.) ,cos. la simplificacióna costa de la verdad suele acarrar
La mentimse puede impone de muchas maneas, y no
sólo con la de los grandes consecuencias. Asf, prejempb, el marxismo hizo
de
ci6n; Sin ellos alcanzó a Sócrates hace más doscomunica-
mil años:
creer que todo órero era buena persona por el hecho de ser
«Sí, atenienses. hay que defenderse y uatar de obrro. y que empresario era odiosopr la misma razón
ánimo, en tan cono espacio de tiempo. una calumnia que del (erala simplificación de la lucha de clases). También simpli-
habéis estado escuchando tantos años de mis acusadores, fica quien equipara el consumo de drogas blandascon el
bien Y mero hábito de tilmar. o el que identifica l*ilftica y corrup-
quisiera conseguirlo (...), mas la cosa me parece dificil
y ción, deporte de elite y dopping, etc. Como se ve, muchos
no me hago ilusiones Intrigantes, activos. ntnnerosos,
hablando de mf con un plan de antermno y de se en los cimientos de la cultura media
nnnera persuasiva. os han llenado los ofdos de falsedades ambiental.y supnenun alimentointelectual fácildiges-
desde hace ya muctw tienpo, y prosigEn violentunente su tión. Pero en la medicklen que se expresan errores o tnedias
campaña de calumnias.» verdades, su nivel de aceptación es equivalente a su nivel de
Sócrates representa la situación del hombre aislado por manipulación. Los tópicos han existido siem pre, pero actual-
defender verdades éticas fundamentales. Pertenece a esa cla- mente se diría que su proliferación parece prod ucida por una
se de hombres apasionados por la verdad e irxiiferentes a las multinacional. Éstos son algunos de mejores
opiniones cambiantes de la mayoría. Hombres que compro- prcxluctos:
nrtieron su vida en la solución a este problema ¿Es
preferible equivcrarse con la mayoría o tener ru.ón contra ella? El mito del pmgreso. Decía Miguel Delibes, en su dis"
curso de ingreso a la Real Acadetni{i.que nuestra socie-
dad pretendidamente progresista es, en el fondo. de una
5. LA MULTINACIONALDEL TÓPICO mezquindad irrisoria. En prinwr lugar por el escandoloso
contraste entre una parte de la hurnanidad que vi ve en «l
Los tópicos son ideas simples ampliamente difundidas. delirio del dcspi lt•arromie ntras otra parte rnayor se rnuere
Son tópicos el trabajo eficiente de los japoneses. la perfec- de hambre
ción técnica de los aletnanes. el buen fútbol brasileño,el Afirmaba Delibes carriles del progreso se ilitl>ntan
humor inglés, la gracia andaluza, y otros muchos. sobre la idea de provecho. y que el' dinero se antepc»ne
El exIto de los tórncos consiste en expresar sencillamente todo. Así. «al teocentrisrnti liled'ie tval y a.la,ntropt L.•el'ltris-
una iclea sencilla. Sin ernbargo. las ideas sencillas también Ino renacen'tistaha un que, 01
pueden ser falsas: para muchos norteamericanos. los espado- eliminar todo sentido dc elevación en el le ha
les somos t0Jvros o guitarristas. y todas las españolas bailan caer en la abyección y la El di
flatnencl). alcanza quizá su nota triás graveen la conclusióltv el
Not gnahnentela Icalidad cs coanplcja. ditfcil de raciona. greso debe las see ue lit.", lanas quc
Illar en esquemas simples. pero les medios dc comunicación mos en nuestras sociedades maihadelantadas. «yo grT

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