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TEMA: EL CREDO

Art. N° 4: Padeció bajo el poder de Poncio Pilato

Fue crucificado, muerto y sepultado.

Explicar la muerte humana de Jesús, su


Objetivo del tema: padecimiento y entrega para la salvación
de la humanidad mediante su sacrificio.

INDICE:

Introducción
1. Primera Parte: Padeció bajo el poder de Poncio Pilato

1.1 ¿Qué significa padecer?

1.2 Poncio Pilato:

1.3. ¿Hubiera podido Jesucristo librarse de las manos de Pilatos y de los Judíos?

2. Segunda parte: Fue crucificado, muerto y sepultado

2.1 ¿Qué hizo Jesús en la Cruz?

2.2 ¿Por qué Jesús tuvo que morir en la Cruz?

2.3 ¿Cuáles son los efectos del sacrificio de Cristo en la Cruz?

2.4 ¿Sucedieron algunos prodigios a la muerte de Jesús?

2.5 ¿En qué condiciones se encontraba el cuerpo de Cristo mientras estaba en el


sepulcro?
Art. N° 4: Padeció bajo el poder de Poncio Pilato
Fue crucificado, muerto y sepultado.

“El Hijo de Dios me amó y se entregó así mismo por mi”

Gálatas 2,20

Este articulo nos introduce a la misión salvífica de Jesús, como fue que el pecado, la maldad
humana, figurada en el representante Político de esos tiempos Poncio Pilato, la cual estaba
dañada, a tal punto que se encontraba muerta por el pecado, es por eso que sucede la
encarnación, tanto nos amó, que decidió pagar muerte con muerte, Dios era el único capaz de
redimir, de perdonar, la atrocidad cometida por la Humidad, y así formar una nueva alianza, un
nuevo vinculo, que no se volvería romper jamás, a través de Jesús, con Jesús, por Jesús, y su
muerte en cruz, recuperamos la alianza filial con Dios.

Vamos a dividir este artículo en 2 partes, las cuales nos van a inmiscuir y lograr comprender un
poco de la misericordia infinita de Dios y su Salvación, a través de la muerte en Cruz.

1. Primera parte: Padeció bajo el poder de Poncio Pilato

Estas palabras significan que Jesucristo sufrió, en su alma y en su cuerpo. El Hijo de Dios asumió
la naturaleza humana, por lo tanto, Jesús realmente padeció en su cuerpo.

Y todo esto en tiempos del poder político de Poncio Pilato, gobernador de la provincia romana de
Judea.

1.1. ¿Qué significa padecer?

La palabra “padecer” reflejada como parte importante de la pasión de Cristo, llega a significar que el
Hijo de Dios sintió, soportó y sufrió físicamente el dolor, la pena y el castigo corporal llevado a cabo
por su pueblo, este padecimiento traspasa las sensaciones físicas a tal extremo que llega al agravio
moral y psicológico.

El padecimiento de Jesús se expresa en las penas que él sufrió durante su pasión, todo esto está
redactado en las sagradas escrituras (Hch 3, 18; Lc 9, 22)

Jesucristo padeció porque no solo era Dios, sino también era hombre, tenía cuerpo de hombre. (Jn
1,14)

Jesús: Verdadero Dios

Verdadero Hombre

En su alma padeció el miedo y la tristeza mortal. Mi alma, decía, está triste hasta la muerte (Mt
26,38) Jesucristo padeció a tal punto en su cuerpo que el profeta Isaías lo llamó Varón de Dolores,
herido por Dios y maltratado por nuestros crímenes (Is 53, 1-5)

Por lo tanto cabe aclarara que Jesús padeció, y murió en su humanidad no así en su
divinidad.

1.2. Poncio Pilato:


Pilato como persona, gobernador de Roma:

 Sus relaciones con los judíos, según nos informan Filón y Flavio Josefo, no fueron en
absoluto buenas. En opinión de Josefo, los años de Pilato fueron muy turbulentos en
Palestina y Filón dice que el gobernador se caracterizaba por “su venalidad, su violencia,
sus robos, sus asaltos, su conducta abusiva, sus frecuentes ejecuciones de prisioneros que
no habían sido juzgados, y su crueldad sin límite” (Lc 13, 1).

 Como gobernador romano, la principal preocupación de Pilato era la de mantener la ley y el


orden, y para conseguirlo estaba dispuesto a ser implacable y aplastar cualquier rebelión o
amenaza de rebelión.

 También era conocido su odio por los judíos, a los que acusaba de crearle innumerables
problemas. Y por su parte, los judíos también le odiaban a él al ver el desprecio con el que
los trataba y por el hecho de ser el máximo representante del Imperio Romano que los había
conquistado.

 Sobre sus creencias, podemos ver que a raíz de su encuentro con Jesús manifestó cierto
cinismo e incredulidad frente a la existencia de la verdad absoluta (Jn 18, 38).

Todas estas características de Pilato, hacia que generalmente tenga un descontento con los judíos,
sin embargo estos acuden a el, pues estaban bajo el mando de la ocupación Romana, el cual
sentencio la pena capital, la de muerte en cruz.

Pilato quedo muy impresionado por Jesús, incluso creyó que él era inocente, pero si no aceptaba lo
que pedían los líderes judíos, significaba para el mas descontentos, pues estos le dijeron "si a éste
sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace rey, a César se opone" (Jn 19,12), entonces
el vio su seguridad en el poder en peligro, y decidió cometer la injusticia.

Pilato se ha convertido en un símbolo tradicional de la vileza y de la sumisión a los bajos


intereses de la política y también La simbología con respecto a Poncio Pilato está en que este
mismo representa a la humanidad condenando a su salvador, siendo la malicia humana
dando fin a la vida humana de Jesucristo.

Resumiendo podemos decir, que la figura de Pilato que conocemos por los evangelios es la de un
personaje indolente, que en muchas ocasiones había condenado a inocentes sin que por ello
tuviera algún cargo de conciencia, que no quiere enfrentarse a la verdad y prefiere contentar a la
muchedumbre. Además de ser figura de la maldad humana.

Su presencia en el Credo, no obstante, es de gran importancia porque nos recuerda que la fe


cristiana es una religión histórica y no un programa ético o una filosofía. La redención se obró en un
lugar concreto del mundo, Palestina, en un tiempo concreto de la historia, es decir, cuando Pilato
era prefecto de Judea. (Opus Dei)
1.3. ¿Hubiera podido Jesucristo librarse de las manos de Pilatos y de los Judíos?

Si, Jesús podía librarse de toda condena, más se sujetó voluntariamente a padecer y morir para
salvarnos ya que de esta manera se cumpliría la voluntad del Padre (Mt 16, 21-28)

Todo esto es el plan divino de Dios, anunciado también en las sagradas escrituras del Antiguo
Testamento (Salmo 22)

Ciertamente, en Isaías 53, la profecía mesiánica clásica reconocida bajo el título del “siervo
sufriente», específicamente revela la muerte del Mesías por los pecados de su pueblo. Más de 700
años antes que Jesús viniera a este mundo, el profeta Isaías ilustra su vida y muerte. El Mesías
será rechazado (Isaías 53, 3; Lucas 13, 34). La muerte del Mesías será el sacrificio en sustitución
por los pecados de su pueblo (Isaías 53, 5-9; 2 Corintios 5, 21).

2. Segunda parte: Fue crucificado, muerto y sepultado

2.1 ¿Qué hizo Jesús en la Cruz?

Jesucristo en la Cruz rogó por sus enemigos (Lc 23, 32-34) dio su misma Madre, María Santísima,
por madre a su discípulo Juan y en él a todos nosotros; ofreció su muerte para el sacrificio
satisfaciendo a la justicia de Dios por los pecados de los hombres.

2.2 ¿Por qué Jesús tuvo que morir en la Cruz?

¿Por qué Jesús?

Para entender porque Jesús debió morir, debemos remontarnos al Génesis, situándonos en el
jardín del Edén. Adán y Eva, mediante el pecado original de la desobediencia, todo cambia, dando
como resultado la ofensa a Dios, siendo Él un ser infinito, Adán y Eva ofenden a un Ser Infinito.

Para hacer expiación por ese pecado, ellos tenían que dar un ofrecimiento infinito, pero como seres
humanos (seres finitos) no pudieron ofrecer ese acto infinito. Entonces entra Jesús, Dios
verdadero y Hombre verdadero, Jesús como Dios es infinito y como ser humano es uno de
nosotros, entonces solamente Jesús pudo, por un lado una expiación infinito pero como ser
humano lo puede hacer en nombre de todos nosotros. Solo Jesús puede ofrecer lo que satisface lo
que Dios necesita como un ser infinito, reconciliarnos con Él.

¿Por qué la Cruz?

Porque Jesús en la Cruz nos muestra el amor del Padre, Jesús no necesitaba morir en la cruz, pero
decidió libremente morir en ella, mediante su sufrimiento extremo, su padecimiento y muerte tan
humillante nos muestra que tan lejos es capaz de llegar y que tanto martirio puede soportar solo por
nuestra salvación y por amor puro (Gal 2, 20)

La cruz es signo de reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con los humanos y con todo el
orden de la creación en medio de un mundo marcado por la ruptura y la falta de comunión.

Cristo, tiene muchos falsos seguidores que lo buscan sólo por sus milagros. Pero Él no se deja
engañar (Jn 6, 64); por eso advirtió:

"El que no toma su cruz y me sigue no es digno de mi’’ Mateo 7, 13


2.3 ¿Cuáles son los efectos del sacrificio de Cristo en la Cruz?

El sacrificio pascual de Cristo rescata, por tanto, a los hombres de modo único, perfecto y definitivo,
y les abre a la comunión con Dios

En esto consiste esencialmente el misterio de la Cruz (Opus Dei);

 Cargó con nuestros pecados.

Como un cordero al degüello era llevado, y como oveja que ante los que la trasquilan
está muda, tampoco él abrió la boca» (Is 53, 7).

El, Cordero sin mancha, aceptó libremente los sufrimientos físicos y morales impuestos por la
injusticia de los pecadores, y en ella, asumió todos los pecados de los hombres, toda ofensa a Dios.
Cada agravio humano es, de algún modo, causa de la muerte de Cristo. Decimos, en este sentido,
que Jesús “cargó” con nuestros pecados en el Gólgota

 Eliminó el pecado en su entrega.


Ofreció al Padre sus sufrimientos y su muerte en nuestro favor, para nuestro perdón: «en
sus llagas hemos sido curados» (Is 53,5)
El y solo el, era capaz, de perdonar, y sanar la herida que nos había dejado el pecado.

2.4 ¿Sucedieron algunos prodigios a la muerte de Jesús?

Si, A la muerte de Jesús se oscureció el sol, se estremeció la tierra abriéndose los sepulcros y
muchos muertos resucitaron

"Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu. En esto, el velo del Santuario se
rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hundieron. .Se abrieron los sepulcros,
y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. Y, saliendo de los sepulcros después de la
resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos." Mateo 27, 50-53

 ¿Qué era el “velo del templo” que se rasgó al morir Jesús?

El velo del templo (en hebreo Parokhet) respondía a las obligaciones que el libro del Éxodo
había indicado para la construcción del templo:
“Harás un velo de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal; bordarás en él unos
querubines. Lo colgarás de cuatro postes de acacia, revestidos de oro, provistos de ganchos de oro
y de sus cuatro basas de plata. Colgarás el velo debajo de los broches; y allá, detrás del velo,
llevarás el arca del Testimonio, y el velo os servirá para separar el Santo del Santo de los Santos”
(Ex 26, 31-33).
Este velo, separa el lugar Santo, al cual solo el sacerdote podría entrar una vez al año a hacer el
sacrificio. Es asi que la laceración del velo tiene un significado denso puestos que al rasgarse de
arriba hacia abajo, nos dice que el sacrificio perfecto de Jesús sacerdote santo, elimina todo lo que
se interponía entre el lugar de la alianza y el pueblo, Jesús cordero inmolado nos ha abierto el
camino para que nosotros desde ahora podamos estar en el.
 “el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo” (Mt 27, 51; Mc 15, 38)
 “se rasgó por medio” (Lc 23, 45).
Los tres evangelistas concuerdan en el hecho que este desgarro no fue desde abajo por
deterioro, como sería natural: también Lucas que no habla ni de arriba, ni de abajo, dice que el
corte fue en el centro.
2.5 ¿En qué condiciones se encontraba el cuerpo de Cristo mientras estaba en el sepulcro?
El cuerpo de Cristo se encontraba incorrupto, esto quiere decir que no se encontraba en
descomposición, pues la Divinidad de cristo no se separa de su cuerpo.
"Mi carne reposará en la esperanza de que no abandonarás mi alma en la mansión de los muertos
ni permitirás que tu santo experimente la corrupción" (Hch 2,26-27; Sal 16, 9-10). La Resurrección
de Jesús "al tercer día" (1Co 15, 4; Lc 24, 46; cf. Mt 12, 40; Jon 2, 1; Os 6, 2) era el signo de
ello, también porque se suponía que la corrupción se manifestaba a partir del cuarto día (Jn 11,
39).

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