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Abstract:
Se considera el conocido problema de partículas en una caja unidimensional, es
decir, en un pozo de potencial infinito. Se evalúa la densidad de probabilidad de
encontrar una partícula en una cierta posición cuando el sistema está en contacto con un
reservorio a temperatura T ≠ 0. Se ve así que al aumentar T, la densidad tiende a hacerse
uniforme dentro de la caja, excepto en una “capa límite” cerca de las paredes. Al
considerar dos partículas en la caja hay que distinguir entre bosones y fermiones.
Primero se consideran las partículas sin tomar en cuenta el spin. Al evaluar la densidad
de probabilidad termalizada (“thermalized probability density”) aparece una clara
diferencia entre bosones y fermiones “spinless” . Al considerar la función de onda
completa para fermiones con spin ½, se encuentra que la densidad de probabilidad
cambia significativamente con respecto al caso anterior. Se muestra así que omitir el
spin al considerar modelos “for the sake of simplicity” es una práctica errónea.
2
1.Introducción
La partícula cuántica en una caja es un ejercicio ineludible para los estudiantes
que realizan un curso de Física Moderna [1] o de Mecánica Cuántica [2, 3]. Y hay
buenas razones para que así sea ya que permite aplicar los conceptos cuánticos a un
sistema que admite un tratamiento matemático sencillo. Por esa razón existe una
abundante bibliografía [4, 5, 6, 7, 8] sobre el tema donde el problema original es
modificado y analizado desde distintas perspectivas. Siguiendo esa tradición y
utilizando un lenguaje laxo, la pregunta que queremos contestar en este artículo es:
¿dónde están las partículas cuando la caja está a una temperatura T? Usando un
lenguaje más preciso, en este trabajo se va a estudiar cómo se comporta la densidad de
probabilidad de encontrar una partícula en una posición determinada cuando el pozo de
potencial infinito está en contacto con un reservorio térmico.
Enrique N. Miranda, “Where are the particles when the box is hot?”
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ℎ 2 𝑛𝑛 2
𝐸𝐸𝑛𝑛 = 8𝑚𝑚 𝐿𝐿2 (1)
2 𝑛𝑛𝑛𝑛
𝜑𝜑𝑛𝑛 (𝑋𝑋) = � sin � 𝑋𝑋� (2)
𝐿𝐿 𝐿𝐿
Entonces, como se explica en los libros de texto de mecánica cuántica [2, 3] para
evaluar la densidad de probabilidad tenemos que calcular: P(X, τ) = Ψ*(X, τ) Ψ(X,τ).
Para el caso que nos ocupa, como el sistema está en un autoestado, la dependencia
temporal se cancela y resulta:
2 𝑛𝑛𝑛𝑛 2
𝑃𝑃𝑛𝑛 (𝑋𝑋) = �sin � 𝑋𝑋�� (3)
𝐿𝐿 𝐿𝐿
Hasta aquí son resultados conocidos, ahora queremos preguntarnos qué pasa si
este sistema está en contacto con un reservorio térmico a temperatura T. Estamos en las
condiciones correspondientes al formalismo canónico de la mecánica estadística [9, 10].
Por lo tanto para conocer el promedio térmico de la densidad de probabilidad, tenemos
que multiplicar el valor de dicha magnitud cuando el sistema está en el estado n por el
factor de Boltzmann correspondiente a la energía de ese estado exp( - En / kB T), sumar
sobre todos los estados y normalizar. Como es usual, kB designa a la constante de
Boltzmann. Llamaremos Pth a la densidad de probabilidad termalizada.
2 𝑛𝑛𝑛𝑛 2 ℎ 2 𝑛𝑛 2
∑∞
𝑛𝑛 =1 �𝐿𝐿 �sin � 𝑋𝑋�� exp �− ��
𝐿𝐿 𝑘𝑘 𝐵𝐵 𝑇𝑇 8 𝑚𝑚 𝐿𝐿 2
𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ(𝑋𝑋, 𝑇𝑇 ) = ℎ 2 𝑛𝑛 2
(4b)
∑∞
𝑛𝑛 =1�exp �−𝑘𝑘 𝑇𝑇 8 𝑚𝑚 𝐿𝐿 2 ��
𝐵𝐵
ℎ2
𝑇𝑇 = 𝑡𝑡 ∗ 8𝑚𝑚 𝐿𝐿2 𝑘𝑘 (5a)
𝐵𝐵
𝐿𝐿
𝑋𝑋 = 𝑥𝑥 ∗ 𝜋𝜋 (5b)
2
𝜑𝜑𝑛𝑛 (𝑥𝑥 ) = � sin(𝑛𝑛 𝑥𝑥 ) (5c)
𝜋𝜋
Notar que ahora la variable espacial está limitada al intervalo (0, π). El cambio en la
amplitud de la función de onda en (5c) es necesario para que la densidad de
probabilidad integrada en dicho intervalo siga siendo 1.
Enrique N. Miranda, “Where are the particles when the box is hot?”
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∞ 𝑛𝑛 2
2 ∑n =1 exp �− �(sin (𝑛𝑛 𝑥𝑥))2
𝑡𝑡
𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ(𝑥𝑥, 𝑡𝑡 ) = 𝜋𝜋 𝑛𝑛 2
(6)
∑∞
n =1 exp �− �
𝑡𝑡
0.6 P th
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0.0 x
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
Resulta instructivo estimar para un sistema particular los valores reales de esas
temperaturas. Como es sabido [11], es posible construir nanoestructura semiconductoras
que bajo ciertas circunstancias se pueden modelar como un pozo infinito de potencial.
Supongamos que tenemos un electrón confinado en una de esas nanoestructuras con L =
Enrique N. Miranda, “Where are the particles when the box is hot?”
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10 nm. De (5a) resulta que la unidad para medir la temperatura es 43 K, entonces las
curvas mostradas en la Figura 1 corresponden a 43, 430 y 4300 K. Es interesante
remarcar que la unidad de temperatura depende fuertemente del tamaño del sistema. Si
la nanoestructura tiene una ancho de 2 nm, entonces la unidad vale 1080 K y la única
curva que tiene algún sentido es la que corresponde a τ = 1.
Para fermiones, se sabe que la función de onda total tiene que ser antisimétrica
frente al intercambio de partículas y eso implica que las dos partículas no pueden ocupar
el mismo nivel energético (n1 ≠ n2) si no hay spin. Por esa razón, la función de onda ψ f
será de la forma:
1
𝜓𝜓 𝑓𝑓 𝑛𝑛1,𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 ) = (𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) − 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )) (7a)
√2
𝑛𝑛1 ≠ 𝑛𝑛2
Para los bosones la función de onda debe ser simétrica respecto del intercambio
de partículas y no hay restricción en cuanto a ocupar el mismo nivel energético,
entonces:
1
𝜓𝜓𝑏𝑏 𝑛𝑛1,𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 ) = (𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) + 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )) (7b)
√2
Reemplazando en (7) la función de onda de una partícula dada por (5c) resulta
que a densidad de probabilidad de encontrar una partícula en x1 y la otra en x2 vendrá
dado por:
2
𝑃𝑃𝑓𝑓 𝑛𝑛1,𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 ) = (sin(𝑛𝑛1 𝑥𝑥1 ) sin(𝑛𝑛2 𝑥𝑥2 ) − sin(𝑛𝑛1 𝑥𝑥2 )sin(𝑛𝑛2 𝑥𝑥1 ))2 (8a)
𝜋𝜋 2
2
𝑃𝑃𝑏𝑏 𝑛𝑛1,𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 ) = (sin(𝑛𝑛1 𝑥𝑥1 ) sin(𝑛𝑛2 𝑥𝑥2 ) + sin(𝑛𝑛1 𝑥𝑥2 )sin(𝑛𝑛2 𝑥𝑥1 ))2 (8b)
𝜋𝜋 2
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Figure 2a
Figure 2b
Enrique N. Miranda, “Where are the particles when the box is hot?”
7
Figure 3a
Figure 3b
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8
Sin embargo hay que ser cuidadosos al evaluar esta probabilidad termalizada Pth. Por
un lado, para realizar un cálculo numérico hay que reemplazar el límite superior de las
sumatorias por un parámetro nmax que habrá que determinar. Por otra parte, hay que
evitar sumar dos veces el mismo término. Y finalmente hay que tener en cuenta que dos
fermiones no pueden ocupar el mismo nivel. Teniendo en cuenta estas consideraciones,
la expresión (9a) toma la siguiente forma para fermiones o bosones:
𝐸𝐸 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2
∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑛𝑛 1=1
−1 ∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 𝑓𝑓
𝑛𝑛 2=𝑛𝑛 1+1 𝑃𝑃 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2 (𝑥𝑥 1 ,𝑥𝑥 2 ) exp [− 𝜏𝜏 ]
𝑓𝑓 (
𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ 𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 , 𝜏𝜏) = 𝐸𝐸 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2
(9b)
∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑛𝑛 1=1
−1 ∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑛𝑛 2=𝑛𝑛 1+1 exp [− 𝜏𝜏 ]
𝐸𝐸 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2
∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 𝑏𝑏
𝑛𝑛 1=1 ∑𝑛𝑛 2=𝑛𝑛 1 𝑃𝑃 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2 (𝑥𝑥 1 ,𝑥𝑥 2 ) exp [− ]
𝑏𝑏 (
𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ 𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 , 𝜏𝜏) = 𝐸𝐸 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2
𝜏𝜏
(9c)
∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑛𝑛 1=1 ∑𝑛𝑛 2=𝑛𝑛 1 exp [− ]
𝜏𝜏
Notar que los límites de las sumatorias son distintos para fermiones y bosones. Para
fermiones los límites son 1 ≤ n1 ≤ nmax – 1 y n1+1 ≤ n2 ≤ nmax, mientras que para
bosones, al no existir impedimento para que ocupen el mismo nivel energético, los
límites son: 1 ≤ n1 ≤ nmax y n1 ≤ n2 ≤ nmax. Ahora todo lo que hay que hacer es
reemplazar las expresión (8) en las (9) para calcular cuál es la densidad de probabilidad
de encontrar una partícula en x1 y la otra en x2 cuando todo el sistema está en contacto
con un reservorio a temperatura t. El parámetro nmax se determinar por prueba y error:
hay que aumentarlo hasta que los valores que se encuentran para la probabilidad a una
cierta temperatura se estabilizan. Y en cuanto a la energía, se considera que no hay
interacción entre las partículas por lo tanto:
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9
Figure 4a
Figure 4b
Enrique N. Miranda, “Where are the particles when the box is hot?”
10
Enrique N. Miranda, “Where are the particles when the box is hot?”
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1 1
Ψ 𝑓𝑓 𝑛𝑛,𝑚𝑚 = [𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) − 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )] [𝜒𝜒+(1)𝜒𝜒−(2) + 𝜒𝜒+(2)𝜒𝜒−(1)]
√2 √2
(11b)
1
Ψ 𝑓𝑓 𝑛𝑛,𝑚𝑚 = [𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) − 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )][𝜒𝜒+(1)𝜒𝜒+(2)] (11c)
√2
1
Ψ 𝑓𝑓 𝑛𝑛,𝑚𝑚 = [(𝜑𝜑𝑛𝑛1 𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) − 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )][𝜒𝜒−(1)𝜒𝜒−(2)] (11d)
√2
1 1
𝑃𝑃𝑛𝑛 ,𝑚𝑚 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 ) = � [𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) + 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )]2 � +
4 2
3 1 2
+ 4 �2 �𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) − 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )� �
(12)
Figure 5a
Enrique N. Miranda, “Where are the particles when the box is hot?”
12
Figure 5b
(13)
En la Figura 4c se muestra Pth para fermiones con spin para una temperatura τ =
10. Es claro que el nuevo resultado interpola en cierta forma entre lo que se encuentra
para bosones y fermiones sin spin. Y se ve que al considerar fermiones tener en cuenta
el spin es importante: si se omite se obtienen resultados muy distantes del correcto
(comparar la Fig. 4b y 4c).
Enrique N. Miranda, “Where are the particles when the box is hot?”
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5.Conclusiones
Hay algunos puntos interesantes a remarcar en este ejercicio que hemos
desarrollado. En primer lugar, es claro que al aumentar la temperatura de la caja, la
densidad de probabilidad tiende a hacerse uniforme dentro de la caja, excepto por el
efecto tipo “capa límite” (boundary layer) que se ve en la Figura 1. Un poco de
reflexión muestra que es esperable. Todas las funciones de onda de este modelo son
estrictamente cero en las paredes por lo tanto la densidad de probabilidad termalizada
también lo es y por eso aparece esa zona donde la probabilidad debe caer abruptamente
a cero. Si se trabajara con un pozo finito de potencial, donde las funciones de onda son
diferentes de cero dentro de las paredes, no se observaría este fenómeno de la capa
límite, sino que la densidad de probabilidad termalizada iría suavemente a cero. Esto
significa que el fenómeno de la capa límite en realidad es un artefacto debido a la
excesiva simplificación que implica usar como modelo el pozo infinito de potencial.
Aunque es un hecho sabido, vale la pena remarcar una vez más la atracción
(repulsión) de origen estrictamente cuántico que aparece entre bosones (fermiones) y
que se observa en la Figura2 (3). Y esa atracción (repulsión) se hace aún más clara
cuando se analiza la densidad de probabilidad termalizada -Figura 4-. La densidad de
probabilidad de encontrar una partícula es máxima sobre la diagonal (i.e. cuando x1 =
x2) para bosones (Fig. 4a) y estrictamente cero para fermiones (Fig. 4b).
Tal vez lo más interesante de este trabajo es mostrar el efecto del spin en la
densidad de probabilidad. Es muy común omitir el spin al desarrollar modelos en los
que intervienen electrones, sin embargo al hacerlo se cambia la física del sistema. Si se
compara las Figuras 3 y 5 o bien la Figura 4b y 4c aparece una gran diferencia en la
densidad de probabilidad. Y puesto que la densidad de probabilidad es necesaria para
evaluar el valor medio de cualquier observable, se concluye que omitir el spin conduce
a predecir valores erróneos de magnitudes observables experimentalmente.
Naturalmente que lo correcto es incluir el spin en la función de onda, pero no es
infrecuente que se omita el spin “in the sake of simplicity”. Esto último conduce a
resultados equivocados.
Para finalizar, hay que resaltar que en este artículo hemos desarrollado un tema
de claro interés pedagógico ya que se integran conocimientos de dos asignaturas
diferentes (mecánica cuántica y física estadística). Y está al alcance de un estudiante no
graduado (“advance undergraduate”). Las secciones 2 y 3 pueden usarse incluso en un
curso de Física Moderna donde no se trate el tema de partículas idénticas. Y la primer
parte de la sección 4 puede utilizarse para mostrar la diferencia entre estados singlete y
triplete en un sistema de dos electrones, tema que suele causar dificultad a los
estudiantes.
Enrique N. Miranda, “Where are the particles when the box is hot?”