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Where are the particles when the box is hot?

Abstract:
Se considera el conocido problema de partículas en una caja unidimensional, es
decir, en un pozo de potencial infinito. Se evalúa la densidad de probabilidad de
encontrar una partícula en una cierta posición cuando el sistema está en contacto con un
reservorio a temperatura T ≠ 0. Se ve así que al aumentar T, la densidad tiende a hacerse
uniforme dentro de la caja, excepto en una “capa límite” cerca de las paredes. Al
considerar dos partículas en la caja hay que distinguir entre bosones y fermiones.
Primero se consideran las partículas sin tomar en cuenta el spin. Al evaluar la densidad
de probabilidad termalizada (“thermalized probability density”) aparece una clara
diferencia entre bosones y fermiones “spinless” . Al considerar la función de onda
completa para fermiones con spin ½, se encuentra que la densidad de probabilidad
cambia significativamente con respecto al caso anterior. Se muestra así que omitir el
spin al considerar modelos “for the sake of simplicity” es una práctica errónea.
2

1.Introducción
La partícula cuántica en una caja es un ejercicio ineludible para los estudiantes
que realizan un curso de Física Moderna [1] o de Mecánica Cuántica [2, 3]. Y hay
buenas razones para que así sea ya que permite aplicar los conceptos cuánticos a un
sistema que admite un tratamiento matemático sencillo. Por esa razón existe una
abundante bibliografía [4, 5, 6, 7, 8] sobre el tema donde el problema original es
modificado y analizado desde distintas perspectivas. Siguiendo esa tradición y
utilizando un lenguaje laxo, la pregunta que queremos contestar en este artículo es:
¿dónde están las partículas cuando la caja está a una temperatura T? Usando un
lenguaje más preciso, en este trabajo se va a estudiar cómo se comporta la densidad de
probabilidad de encontrar una partícula en una posición determinada cuando el pozo de
potencial infinito está en contacto con un reservorio térmico.

Comenzaremos estudiando el caso de una partícula en un pozo infinito de


potencial, recordaremos algunos resultados bien conocidos y evaluaremos la densidad
de probabilidad de encontrar dicha partícula en una posición dada. Posteriormente
pondremos en contacto el sistema con un reservorio a temperatura T y veremos cómo se
modifica aquella densidad de probabilidad. El próximo paso será considerar dos
partículas cuánticas en el pozo y ahora será necesario distinguir entre fermiones y
bosones. Puesto que esta es una publicación didáctica analizaremos primero el sistema
omitiendo el spin, es decir, nos concentraremos en la parte espacial de la función de
onda. Y repetiremos los mismos pasos que en el caso de una partícula: evaluaremos la
densidad de probabilidad de encontrar las partículas en ciertas posiciones espaciales y
luego veremos qué pasa cuando el sistema está a una temperatura distinta de cero.
Finalmente analizaremos el problema de dos fermiones incluyendo el spin y veremos
que introduce un cambio interesante en los resultados obtenidos previamente.

2.Partícula en una caja


En cualquier curso de Mecánica Cuántica se explica que la probabilidad de
encontrar una partícula en una posición X y en un tiempo τ es proporcional al cuadrado
de la función de onda Ψ en ese punto. Si P(X, τ) indicada la densidad de probabilidad, lo
que afirma la mecánica cuántica es que 𝑃𝑃(𝑋𝑋, 𝜏𝜏) = |𝛹𝛹(𝑋𝑋, 𝜏𝜏)|2 . Si se considera una
partícula de masa m en un pozo de potencial infinito de ancho L, la ecuación de
Schrödinger tiene solución exacta y resulta ser 𝛹𝛹𝑛𝑛 (𝑋𝑋, 𝜏𝜏) = 𝜑𝜑𝑛𝑛 (𝑥𝑥 ) exp( −𝑖𝑖2𝜋𝜋𝜋𝜋𝑛𝑛 𝜏𝜏/ℎ)
donde el subíndice n indica en qué autoestado está el sistema. Ese autoestado está
caracterizado por una energía En y una función de onda espacial φn(x) dadas por:

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ℎ 2 𝑛𝑛 2
𝐸𝐸𝑛𝑛 = 8𝑚𝑚 𝐿𝐿2 (1)

2 𝑛𝑛𝑛𝑛
𝜑𝜑𝑛𝑛 (𝑋𝑋) = � sin � 𝑋𝑋� (2)
𝐿𝐿 𝐿𝐿

Entonces, como se explica en los libros de texto de mecánica cuántica [2, 3] para
evaluar la densidad de probabilidad tenemos que calcular: P(X, τ) = Ψ*(X, τ) Ψ(X,τ).
Para el caso que nos ocupa, como el sistema está en un autoestado, la dependencia
temporal se cancela y resulta:

2 𝑛𝑛𝑛𝑛 2
𝑃𝑃𝑛𝑛 (𝑋𝑋) = �sin � 𝑋𝑋�� (3)
𝐿𝐿 𝐿𝐿

Hasta aquí son resultados conocidos, ahora queremos preguntarnos qué pasa si
este sistema está en contacto con un reservorio térmico a temperatura T. Estamos en las
condiciones correspondientes al formalismo canónico de la mecánica estadística [9, 10].
Por lo tanto para conocer el promedio térmico de la densidad de probabilidad, tenemos
que multiplicar el valor de dicha magnitud cuando el sistema está en el estado n por el
factor de Boltzmann correspondiente a la energía de ese estado exp( - En / kB T), sumar
sobre todos los estados y normalizar. Como es usual, kB designa a la constante de
Boltzmann. Llamaremos Pth a la densidad de probabilidad termalizada.

En términos matemáticos, la fórmula correspondiente es:


𝐸𝐸 𝑛𝑛
∑∞
𝑛𝑛 =1 𝑃𝑃𝑛𝑛 (𝑋𝑋)exp [− ]
𝑘𝑘 𝐵𝐵 𝑇𝑇
𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ(𝑋𝑋, 𝑇𝑇 ) = ∑∞
(4a)
𝑛𝑛 =1 exp [−𝐸𝐸𝑛𝑛 /𝑘𝑘 𝐵𝐵 𝑇𝑇 ]

2 𝑛𝑛𝑛𝑛 2 ℎ 2 𝑛𝑛 2
∑∞
𝑛𝑛 =1 �𝐿𝐿 �sin � 𝑋𝑋�� exp �− ��
𝐿𝐿 𝑘𝑘 𝐵𝐵 𝑇𝑇 8 𝑚𝑚 𝐿𝐿 2
𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ(𝑋𝑋, 𝑇𝑇 ) = ℎ 2 𝑛𝑛 2
(4b)
∑∞
𝑛𝑛 =1�exp �−𝑘𝑘 𝑇𝑇 8 𝑚𝑚 𝐿𝐿 2 ��
𝐵𝐵

Para simplificar la notación, introduciremos una coordenada espacial


adimensional x y una temperatura adimensional t dadas por:

ℎ2
𝑇𝑇 = 𝑡𝑡 ∗ 8𝑚𝑚 𝐿𝐿2 𝑘𝑘 (5a)
𝐵𝐵

𝐿𝐿
𝑋𝑋 = 𝑥𝑥 ∗ 𝜋𝜋 (5b)

2
𝜑𝜑𝑛𝑛 (𝑥𝑥 ) = � sin(𝑛𝑛 𝑥𝑥 ) (5c)
𝜋𝜋

Notar que ahora la variable espacial está limitada al intervalo (0, π). El cambio en la
amplitud de la función de onda en (5c) es necesario para que la densidad de
probabilidad integrada en dicho intervalo siga siendo 1.

Con estas nuevas variables, (4b) se puede rescribir como:

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∞ 𝑛𝑛 2
2 ∑n =1 exp �− �(sin (𝑛𝑛 𝑥𝑥))2
𝑡𝑡
𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ(𝑥𝑥, 𝑡𝑡 ) = 𝜋𝜋 𝑛𝑛 2
(6)
∑∞
n =1 exp �− �
𝑡𝑡

Resulta instructivo ver cómo la temperatura influye en la densidad de probabilidad pero


primero hay que decidir qué hacer con los infinitos términos que aparecen en las
sumatorias de (6). Para ello se evalúa numéricamente la expresión (6) tomando un
número nmax de términos en la sumatoria. Se encuentra así que para t ≤ 10 el valor de
Pth se estabiliza con nmax ≈ 25 y no cambia al incrementarlo, entonces puede tomarse
ese número de términos en las sumatorias. Naturalmente que a mayores temperaturas,
habría que considerar más términos de las sumatorias, por ejemplo para t = 100 es
necesarios tomar nmax = 50.

En la Figura 1 se puede ver la densidad de probabilidad en términos de la


posición de la partícula para tres temperaturas. Para baja temperatura(t=1) , la partícula
tiende a estar en la parte central de la caja, mientras que al aumentar la temperatura la
densidad de probabilidad tiende a hacerse uniforme (t=10). Es interesante que aparece
un fenómeno tipo “capa límite” (“boundary layer”) y que hay una región muy próxima a
las paredes de la caja donde es muy poco probable encontrar la partícula. Esto queda de
manifiesto para una temperatura alta (t = 100) que corresponde a la línea sólida del
gráfico.

0.6 P th

0.5

0.4

0.3

0.2

0.1

0.0 x
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0

Figura 1: Aquí se muestra la densidad de probabilidad termalizada Pth de encontrar la


partícula en una posición x para distintas temperaturas: I) t = 1 -línea punteada-, II) t = 10 -
línea entrecortada-, III) t = 100 -línea sólida-. Notar el efecto “boundary layer”: en la zona
cercana a las paredes de la caja, la densidad de probabilidad baja abruptamente a cero. Esto
es especialmente claro en el caso de la temperatura más alta -línea sólida-.

Resulta instructivo estimar para un sistema particular los valores reales de esas
temperaturas. Como es sabido [11], es posible construir nanoestructura semiconductoras
que bajo ciertas circunstancias se pueden modelar como un pozo infinito de potencial.
Supongamos que tenemos un electrón confinado en una de esas nanoestructuras con L =

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10 nm. De (5a) resulta que la unidad para medir la temperatura es 43 K, entonces las
curvas mostradas en la Figura 1 corresponden a 43, 430 y 4300 K. Es interesante
remarcar que la unidad de temperatura depende fuertemente del tamaño del sistema. Si
la nanoestructura tiene una ancho de 2 nm, entonces la unidad vale 1080 K y la única
curva que tiene algún sentido es la que corresponde a τ = 1.

3.Dos partículas sin spin


Ahora nos planteamos el mismo problema que en la sección anterior pero en la
caja hay dos partículas. Y sabemos que en mecánica cuántica hay que distinguir entre
fermiones y bosones, en consecuencia identificaremos con un supraíndice “f” las
funciones de onda y magnitudes físicas relativas a fermiones y con un supraíndice “b”
las referidas a bosones. Por razones pedagógicas, en esta sección omitiremos el spin, es
decir nos concentramos en la parte espacial de la función de onda. En la sección 4 se
considera la función de onda completa.

Para fermiones, se sabe que la función de onda total tiene que ser antisimétrica
frente al intercambio de partículas y eso implica que las dos partículas no pueden ocupar
el mismo nivel energético (n1 ≠ n2) si no hay spin. Por esa razón, la función de onda ψ f
será de la forma:
1
𝜓𝜓 𝑓𝑓 𝑛𝑛1,𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 ) = (𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) − 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )) (7a)
√2

𝑛𝑛1 ≠ 𝑛𝑛2

Para los bosones la función de onda debe ser simétrica respecto del intercambio
de partículas y no hay restricción en cuanto a ocupar el mismo nivel energético,
entonces:
1
𝜓𝜓𝑏𝑏 𝑛𝑛1,𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 ) = (𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) + 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )) (7b)
√2

Reemplazando en (7) la función de onda de una partícula dada por (5c) resulta
que a densidad de probabilidad de encontrar una partícula en x1 y la otra en x2 vendrá
dado por:
2
𝑃𝑃𝑓𝑓 𝑛𝑛1,𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 ) = (sin(𝑛𝑛1 𝑥𝑥1 ) sin(𝑛𝑛2 𝑥𝑥2 ) − sin(𝑛𝑛1 𝑥𝑥2 )sin(𝑛𝑛2 𝑥𝑥1 ))2 (8a)
𝜋𝜋 2

2
𝑃𝑃𝑏𝑏 𝑛𝑛1,𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 ) = (sin(𝑛𝑛1 𝑥𝑥1 ) sin(𝑛𝑛2 𝑥𝑥2 ) + sin(𝑛𝑛1 𝑥𝑥2 )sin(𝑛𝑛2 𝑥𝑥1 ))2 (8b)
𝜋𝜋 2

Notar que las funciones de onda están expresadas en términos de la variable


adimensional x definida en (5b).

Resulta instructivo graficar estas probabilidades para distintos valores de n1 y n2.


Esto se ha hecho en la Figura 2 para bosones y en la Figura 3 para fermiones.

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Figure 2a

Figure 2b

Figura 3: Aquí se muestra la probabilidad P (eje vertical) de encontrar una partícula en x1 y


la otra en x2 (ejes horizontales). Puesto que se trata de bosones, no hay restricción respecto
del nivel energético que ocupa cada una de ellas. Figura 3a: ambas partículas están en el
estado fundamental (n1 = n2 = 1). Figura 3b: una de ellas está en el fundamental (n1 = 1)
mientras que la otra está en el quinto estado excitado (n2 = 5). Observar que sobre la
diagonal se encuentran máximos relativos, esto significa que la probabilidad es máxima en
situaciones en que x1 = x2.

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Figure 3a

Figure 3b

Figura 3: Aquí se muestra la densidad de probabilidad P (en el eje vertical) de encontrar un


fermión en la posición x1 y el otro en la posición x2 (los ejes horizontales). Hay que
recordar que por el cambio de variables realizado, las posiciones varían en el intervalo (0,
π). Figura 2a: uno de los fermiones está en el fundamental (n= 1) mientras el otro está en
el segundo estado excitado (n=2). Observar que en la diagonal x1 = x2 la probabilidad es
estrictamente cero. Figura 2b: se muestra para el caso en que uno está en el fundamental
(n=1) y el otro en el quinto estado excitado (n=5). Nuevamente la probabilidad es
estrictamente cero sobre la diagonal.

En cuanto a los bosones, los gráficos se pueden ver en la Figura 2. En la Fig. 2a se


muestra el caso cuando ambas partículas está en el estado fundamental (n1 = n2 = 1) y
se ve que la probabilidad de encontrar una partícula es máxima en la parte media de la
caja, cuando ambos bosones ocupan la misma posición espacial. En la Fig. 3b se
muestra la probabilidad cuando una partícula está en el fundamental y la otra en el
quinto estado excitado (n1 = 1, n2 = 5). Nuevamente se observa que hay máximos sobre
la diagonal, es decir, cuando x1 = x2.

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En la Figura 3 se muestra el caso de dos fermiones. En la Fig. 3a se ha graficado


el estado fundamental del sistema, cuando uno de los fermiones está en el estado
fundamental y el otro en el primer excitado (n1 = 1, n2 = 2). En la Fig. 3b se muestra
para el caso n1 =1 y n2 = 5 A medida que uno de los números cuánticos aumenta, el
gráfico se vuelve más complicado aunque visualmente atractivo. Veremos que la
temperatura borra todo esa complejidad. Hay que remarcar que la probabilidad de
encontrar los fermiones en la misma posición espacial, i.e. en la diagonal del gráfico, es
estrictamente cero.

Para calcular el efecto de la temperatura tendremos que multiplicar la


probabilidad que se obtiene para cada par (n1, n2) por el factor de Boltzmann y
normalizar. En forma naïve se podría escribir:
𝐸𝐸 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2
∑∞ ∞
𝑛𝑛 1=1 ∑𝑛𝑛 2=1 𝑃𝑃𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2 (𝑥𝑥 1 ,𝑥𝑥 2 ) exp [− ]
𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ(𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 , 𝜏𝜏) = 𝐸𝐸 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2
𝜏𝜏
(9a)
∑∞ ∞
𝑛𝑛 1=1 ∑𝑛𝑛 2=1 exp [− ]
𝜏𝜏

Sin embargo hay que ser cuidadosos al evaluar esta probabilidad termalizada Pth. Por
un lado, para realizar un cálculo numérico hay que reemplazar el límite superior de las
sumatorias por un parámetro nmax que habrá que determinar. Por otra parte, hay que
evitar sumar dos veces el mismo término. Y finalmente hay que tener en cuenta que dos
fermiones no pueden ocupar el mismo nivel. Teniendo en cuenta estas consideraciones,
la expresión (9a) toma la siguiente forma para fermiones o bosones:

𝐸𝐸 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2
∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑛𝑛 1=1
−1 ∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 𝑓𝑓
𝑛𝑛 2=𝑛𝑛 1+1 𝑃𝑃 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2 (𝑥𝑥 1 ,𝑥𝑥 2 ) exp [− 𝜏𝜏 ]
𝑓𝑓 (
𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ 𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 , 𝜏𝜏) = 𝐸𝐸 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2
(9b)
∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑛𝑛 1=1
−1 ∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑛𝑛 2=𝑛𝑛 1+1 exp [− 𝜏𝜏 ]

𝐸𝐸 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2
∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 𝑏𝑏
𝑛𝑛 1=1 ∑𝑛𝑛 2=𝑛𝑛 1 𝑃𝑃 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2 (𝑥𝑥 1 ,𝑥𝑥 2 ) exp [− ]
𝑏𝑏 (
𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ 𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 , 𝜏𝜏) = 𝐸𝐸 𝑛𝑛 1,𝑛𝑛 2
𝜏𝜏
(9c)
∑𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛
𝑛𝑛 1=1 ∑𝑛𝑛 2=𝑛𝑛 1 exp [− ]
𝜏𝜏

Notar que los límites de las sumatorias son distintos para fermiones y bosones. Para
fermiones los límites son 1 ≤ n1 ≤ nmax – 1 y n1+1 ≤ n2 ≤ nmax, mientras que para
bosones, al no existir impedimento para que ocupen el mismo nivel energético, los
límites son: 1 ≤ n1 ≤ nmax y n1 ≤ n2 ≤ nmax. Ahora todo lo que hay que hacer es
reemplazar las expresión (8) en las (9) para calcular cuál es la densidad de probabilidad
de encontrar una partícula en x1 y la otra en x2 cuando todo el sistema está en contacto
con un reservorio a temperatura t. El parámetro nmax se determinar por prueba y error:
hay que aumentarlo hasta que los valores que se encuentran para la probabilidad a una
cierta temperatura se estabilizan. Y en cuanto a la energía, se considera que no hay
interacción entre las partículas por lo tanto:

𝐸𝐸𝑛𝑛1,𝑛𝑛2 = 𝑛𝑛1 2 + 𝑛𝑛2 2 (10)

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En la Figura 4 se muestra la densidad de probabilidad termalizada para τ = 10


para bosones (Fig. 4a) y fermiones (Fig. 4b). Se usa nmax = 25.

Figure 4a

Figure 4b

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Figura 4: Aquí se muestra la densidad de probabilidad termalizada Pth (eje vertical) de


encontrar una de las partículas en x1 y la otra en x2 (ejes horizontales) cuando el sistema
está en contacto con un reservorio a τ = 10: (a) bosones ; (b) fermiones sin spin; (c)
fermiones con spin. En el primer caso, la probabilidad de que dos bosones tengan la misma
coordenada espacial es máxima, mientras que para los fermiones sin spin, la probabilidad
de que ambos estén en la misma posición espacial es nula. Estos resultados se obtienen
usando solo la parte especial de la función de onda. En (c) se utiliza la función de onda
completa de los fermiones, incluyendo el spin y el resultado cambia significativamente tal
como se muestra en la sección 4.

4.Fermiones con spin


Hasta ahora lo más significativo que se ha mostrado es la diferencia que hay en
la densidad de probabilidad al distinguir fermiones de bosones. Sin embargo al hacerlo
se omitió deliberadamente el espín para concentrarnos en la parte espacial de la función
de onda. Ahora haremos el análisis completo, esto es, se supondrá que los fermiones
tienen spin ½. Nos concentramos en los fermiones porque en ellos la introducción del
spin implica cambios cualitativos en su comportamiento. Para ellos la función de onda
total tiene que ser antisimétrica y tiene dos componentes, uno referido a las variables
espaciales y el otro a los espines. Si se usa χ+(1) para indicar que la primera partícula
tiene el spin “up” mientras que la segunda tiene el spin “down” χ-(2), entonces tenemos
los siguientes casos posibles cuando una partícula está en el nivel n1 y la otra en el nivel
n2:

a)Función de onda espacial simétrica:


1 1
Ψ 𝑓𝑓 𝑛𝑛,𝑚𝑚 = [𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) + 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )] [𝜒𝜒+(1)𝜒𝜒−(2) − 𝜒𝜒+(2)𝜒𝜒−(1)]
√2 √2
(11a)

b)Función de onda espacial antisimétrica:

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1 1
Ψ 𝑓𝑓 𝑛𝑛,𝑚𝑚 = [𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) − 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )] [𝜒𝜒+(1)𝜒𝜒−(2) + 𝜒𝜒+(2)𝜒𝜒−(1)]
√2 √2
(11b)
1
Ψ 𝑓𝑓 𝑛𝑛,𝑚𝑚 = [𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) − 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )][𝜒𝜒+(1)𝜒𝜒+(2)] (11c)
√2

1
Ψ 𝑓𝑓 𝑛𝑛,𝑚𝑚 = [(𝜑𝜑𝑛𝑛1 𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) − 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )][𝜒𝜒−(1)𝜒𝜒−(2)] (11d)
√2

Es importante remarcar la diferencia cualitativa que hay entre ambos casos. Si la


función de onda espacial es simétrica, entonces la parte de la función de onda asociada
al espín tiene que ser asimétrica y hay una sola forma de obtenerla. Se dice que es un
estado singlete de spin. Pero si la función de onda espacial es asimétrica, entonces hay
tres maneras diferentes de escribir la parte debida al espín y las tres son simétricas
frente al intercambio de las partículas. Se dice que la función de onda espacial
asimétrica está asociada a un triplete de espín. ¿Cómo calculamos ahora la probabilidad
de encontrar una partícula en x1 y la otra en x2, independientemente del espín que tenga
cada una de ellas? Habrá que tener en cuenta las cuatro posibles configuraciones de los
espines y recordar que tres de ellos están asociados a la función espacial asimétrica y
uno a la función de onda espacial simétrica. Entonces:

1 1
𝑃𝑃𝑛𝑛 ,𝑚𝑚 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 ) = � [𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) + 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )]2 � +
4 2

3 1 2
+ 4 �2 �𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥1 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥2 ) − 𝜑𝜑𝑛𝑛1 (𝑥𝑥2 )𝜑𝜑𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 )� �

(12)

Es importante remarcar que cuando no consideramos el spin, el caso n1 = n2


estaba prohibido por el principio de exclusión de Pauli. Ahora, al tener en cuenta el
spin, es posible que ambos fermiones tengan el mismo número cuántico n pero spines
opuestos. En la Figura 5 se muestra: a) el caso para n1 =1 y n2 = 2 y b) el caso para n1
= 1 y n2 =5. La Figura 5 tiene que ser comparada con la Figura 3

Figure 5a

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Figure 5b

Figura 5: En esta figura se muestra la densidad de probabilidad P de encontrar un


fermión en x1 y el otro en x2 cuando se considera la función de onda completa, esto es, se
incluye el spin. Se consideran dos casos: a) n1 = 1 y n2 =2; b) n1 = 1, n2 = 5. Al
comparar con la figura 3, se ve que la inclusión del spin tiene un impacto importante en
forma de P.

Finalmente nos queda por evaluar el efecto de poner al pozo de potencial en


contacto con un reservorio térmico a temperatura τ. Para ello debemos tomar la
densidad de probabilidad Pn1, n2 dada por (12), multiplicarla por el factor de Boltzmann
respectivo y normalizar. Resulta así:

𝑃𝑃𝑃𝑃ℎ(𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 , 𝜏𝜏) =


𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 (𝑛𝑛12 +𝑛𝑛22 ) 𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 (𝑛𝑛12 +𝑛𝑛22 )
− −
= � � 𝑃𝑃𝑛𝑛1,𝑛𝑛2 (𝑥𝑥1 , 𝑥𝑥2 )𝑒𝑒 𝜏𝜏 ��� � 𝑒𝑒 𝜏𝜏 �
𝑛𝑛1=1 𝑛𝑛2=𝑛𝑛1 𝑛𝑛1=1 𝑛𝑛2=𝑛𝑛1

(13)

En la Figura 4c se muestra Pth para fermiones con spin para una temperatura τ =
10. Es claro que el nuevo resultado interpola en cierta forma entre lo que se encuentra
para bosones y fermiones sin spin. Y se ve que al considerar fermiones tener en cuenta
el spin es importante: si se omite se obtienen resultados muy distantes del correcto
(comparar la Fig. 4b y 4c).

El caso de los bosones con spin no resulta de interés. Se podría considerar un


átomo neutro en un pozo de potencial pero tal objeto tiene spin cero. En consecuencia,
hay una única función de onda posible y es la función de onda espacial simétrica ya
considerada multiplicada por una función también simétrica para la parte de spin. La
densidad de probabilidad espacial arrojaría el mismo resultado mostrado en la sección 3
para bosones.

Enrique N. Miranda, “Where are the particles when the box is hot?”
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5.Conclusiones
Hay algunos puntos interesantes a remarcar en este ejercicio que hemos
desarrollado. En primer lugar, es claro que al aumentar la temperatura de la caja, la
densidad de probabilidad tiende a hacerse uniforme dentro de la caja, excepto por el
efecto tipo “capa límite” (boundary layer) que se ve en la Figura 1. Un poco de
reflexión muestra que es esperable. Todas las funciones de onda de este modelo son
estrictamente cero en las paredes por lo tanto la densidad de probabilidad termalizada
también lo es y por eso aparece esa zona donde la probabilidad debe caer abruptamente
a cero. Si se trabajara con un pozo finito de potencial, donde las funciones de onda son
diferentes de cero dentro de las paredes, no se observaría este fenómeno de la capa
límite, sino que la densidad de probabilidad termalizada iría suavemente a cero. Esto
significa que el fenómeno de la capa límite en realidad es un artefacto debido a la
excesiva simplificación que implica usar como modelo el pozo infinito de potencial.

Aunque es un hecho sabido, vale la pena remarcar una vez más la atracción
(repulsión) de origen estrictamente cuántico que aparece entre bosones (fermiones) y
que se observa en la Figura2 (3). Y esa atracción (repulsión) se hace aún más clara
cuando se analiza la densidad de probabilidad termalizada -Figura 4-. La densidad de
probabilidad de encontrar una partícula es máxima sobre la diagonal (i.e. cuando x1 =
x2) para bosones (Fig. 4a) y estrictamente cero para fermiones (Fig. 4b).

Tal vez lo más interesante de este trabajo es mostrar el efecto del spin en la
densidad de probabilidad. Es muy común omitir el spin al desarrollar modelos en los
que intervienen electrones, sin embargo al hacerlo se cambia la física del sistema. Si se
compara las Figuras 3 y 5 o bien la Figura 4b y 4c aparece una gran diferencia en la
densidad de probabilidad. Y puesto que la densidad de probabilidad es necesaria para
evaluar el valor medio de cualquier observable, se concluye que omitir el spin conduce
a predecir valores erróneos de magnitudes observables experimentalmente.
Naturalmente que lo correcto es incluir el spin en la función de onda, pero no es
infrecuente que se omita el spin “in the sake of simplicity”. Esto último conduce a
resultados equivocados.

Para finalizar, hay que resaltar que en este artículo hemos desarrollado un tema
de claro interés pedagógico ya que se integran conocimientos de dos asignaturas
diferentes (mecánica cuántica y física estadística). Y está al alcance de un estudiante no
graduado (“advance undergraduate”). Las secciones 2 y 3 pueden usarse incluso en un
curso de Física Moderna donde no se trate el tema de partículas idénticas. Y la primer
parte de la sección 4 puede utilizarse para mostrar la diferencia entre estados singlete y
triplete en un sistema de dos electrones, tema que suele causar dificultad a los
estudiantes.

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