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Elaborado por: Edgar Pérez Cárdenas

Universidad: Universidad Militar Nueva Granada

Programa: Postgrado Especialización Docencia Universitaria

Fecha de presentación: 24 de abril del 2020

Asignatura: Pedagogía

Dirigido a: Rosmery Cifuentes Bonnet

Bogotá D.C. Colombia, 24 de abril del 2020

El paradigma post estructuralista de la educación

El presente documento es una reseña que describe de manera relacional las formas
que fueron otorgándosele al sistema educativo de Colombia y Venezuela, partiendo desde
la investigación realizada por Rodríguez1, titulada:”.

Comprender en la actualidad la función del docente, es comprender en sí mismo el


objetivo del acto educativo, este binomio que a primera vista parece evidenciar una
relación epistemológica, no es más que un sofisma de distracción en el papel investigativo
del docente al interior del proceso del acto educativo. Para iniciar es necesario describir
ciertas generalidades que serán la base estructural epistemológica de la educación,
podría afirmarse que el paso de la cultura, la ecuación y el currículo por los individuos han
establecido las dinámicas sociales a través del tiempo.

Rodríguez2, describe el currículo como una herramienta de carácter trascendental para


mantener el statu quo de la sociedad, es decir, que la educación como sistema de
trasmisión cultural se ha servido del currículo para garantizar ciertas dinámicas que en
muchos casos son deslegitimadoras con relación a principios y derechos, manipulando
así la educación desde la unidireccionalidad determinada por factores ajenos al mismo
proceso educativo, que deja en evidencia una grave falencia en los sistemas educativos

1
RODRIGUEZ, Marina. (2017). Currículum, educación y cultura en la formación docente del siglo
XXI desde la complejidad. En educ. humanismo. Baranquilla. 2017. 425-440 p.
2
Ibid, p. 426.
actuales, es por ello, que Morin3, aduce que la educación se entiende como el
pensamiento que pone orden en el universo y persigue el desorden, el orden se reduce a
una ley o a un principio, la simplicidad observa lo único o lo múltiple pero no ambos
juntos.

Ahora bien, lo cultural es entendido en el documento como un proceso de aprendizaje


basado en la autorreflexión en busca de la identidad colectiva, lo que determina un papel
diferente al asumido actualmente por el sistema educativo, de esta manera la cultura
juega un papel importante en la construcción de un modelo postestructuralista referente al
sistema educativo como respuesta a las necesidades colectivas específicas, un ejemplo
claro de ello, es el que presenta Jaeger4 cuando afirma que: los griegos consideraron la
totalidad de su obra creadora en relación con otros pueblos de la Antigüedad, de los
cuales fueron herederos, “en forma de paideia, de “cultura”.

Por su parte, el concepto currículo tiene su aparición histórica en Roma crsus


honorum¸ que determinaba una serie de condiciones, especificaciones para ocupar algún
cargo público al interior de la República, esta estaba determinada por el cuadrivium (o
los conocimientos que debía auirir el postulante); Derecho, Cánones, Medicina y Teología,
idea que perduro hasta el S. XVIII. Ya en la actualidad, los investigadores de las ciencias
sociales y humanas como Sacristán5, dieron un giro a la definición y estructura del
currículo, la cual se asumió como una práctica asociativa de sistemas, direccionado por
dos funciones la socializadora y cultural, cuyo antecedente histórico data de la edad
media adonde se instauró un modelo a seguir que relaciono la educación, la cultura y el
currículo.

Otros autores, han señalado la importancia de conocer el currículo oculto ya que este
genera contenidos subconscientes que establecen tantos los códigos culturales y sociales

3 MORIN, Eduardo. Unir los conocimientos. La Paz. Plural. Citado por: RODRIGUEZ, Marina.
(2017). Currículum, educación y cultura en la formación docente del siglo XXI desde la
complejidad. En educ. humanismo. Barranquilla. 2017. 425-440 p.
4 JAEGER, Werner. Paideia. Los ideales de la cultura griega. Distrito Federal México. Citado por:
RODRIGUEZ, Marina. (2017). Currículum, educación y cultura en la formación docente del siglo
XXI desde la complejidad. En educ. humanismo. Barranquilla. 2017. 425-440 p.
5 SACRISTÁN, José. El currículum: una reflexión sobre la práctica. Madrid, España: Ediciones
Morata. Citado por: RODRIGUEZ, Marina. (2017). Currículum, educación y cultura en la formación
docente del siglo XXI desde la complejidad. En educ. humanismo. Barranquilla. 2017. 425-440 p.
de los individuos y en sí de la comunidad, Flores6 indica que los currículos ocultos son “los
mensajes que se comunican en la escuela que tienen relación con los elementos,
creencias, mitos, rituales e inclusive prejuicios que históricamente hemos aprendido, y
que transmitimos sin siquiera darnos cuenta”.

En el mundo globalizado, tanto el currículo normal y el currículo oculto han sido reducido
como una herramienta para mantener el poder homogeneizador, el cual se fundamenta en
limitar los procesos reflexivos de los sujetos, de los docentes y convertir la inteligencia
desde una concepción multidimensionalidad a unidimensionalidad, y que como se ha visto
históricamente como un aparato legitimador a nivel cultural de prácticas poco humanas, o
como afirma Freire7 en alienación la bancada.

Dicha estructuración histórica del currículo, es necesario transformarla desplazando esas


ideas deslegitimadoras y tradicionales que van en contra de lo legamente instituido, en
efecto, concebir un currículo oculto transdisciplinar y transversal que atienda las
necesidades específicas de los seres humanos, que trasforme las dinámica culturales
desiguales y homogeneizadoras por unas más humanas y ligadas la visión integral de la
formación, la cual aduce Rodríguez son la “misión antropológica del mileno”.

La anterior visión postestructuralista del currículo debe basarse desde una educación
intercultural y diversa, donde los docentes sean los precursores de una acción educativa
que trascienda como actores activos de la sociedad, por medio de modelos peroticos
críticos en la teoría y reflexivos en su práctica; diseñando el currículo desde una
estructura abierta que entiende y fomenta acciones en atención a las necesidad
culturales, sociales políticas y económicas de los individuos, que según Morin (1999) debe
diseñarse para abordar tres desafíos: el cultural, el sociológico y el cívico, desde la
construcción participativa de la comunidad educativa.

Por su parte, la educación en el sistema capitalista es un abismo de estrategias


económicas e individualistas que han desintegrado el trabajo colectivo, como mecanismo

6
Flores, R. Violencia de género en la escuela: sus efectos en la identidad, en la autoestima y en el proyecto
de vida. Revista Iberoamericana de Educación, (38), 67-86. (2005). Citado por: RODRIGUEZ, Marina.
(2017). Currículum, educación y cultura en la formación docente del siglo XXI desde la
complejidad. En educ. humanismo. Barranquilla. 2017. 425-440 p.
7
FREIRE, Paulo. Pedagogía del oprimido. México, México: Siglo XXI. (2002), Citado por: RODRIGUEZ,
Marina. (2017). Currículum, educación y cultura en la formación docente del siglo XXI desde la
complejidad. En educ. humanismo. Barranquilla. 2017. 425-440 p.
para disipar cualquier tipo de acción que ponga en juego el orden y la soberanía de la
bancada económica, adicionalmente la educación capitalista concibe al individuo como
una pieza mecánica o un engranaje en su sistema de producción, poco le importa el
sujeto, el ser al capitalismo. De tal modo, que abstrayendo la cultura de producción a una
cultura dinámica, diversa y construida de manera objetiva por las diferentes subjetividades
modificando las ideas tradicionales positivistas, asumiendo el acto educativo como un
medio no como un fin, cuyo objetivo es la integralidad del ser.

Rodrígue8z afirma que las miradas positivistas entienden la educación como el fin mismo
de los medios de producción (reduccionismo), que sustentan unas relaciones de poder
inamovibles dentro del mismo sistema (unos arriba con el poder y otros abajo que reciben
maniatados las diferentes formas del poder), es por ello, que afirmar que el sistema
educativo es una herramienta para garantizar el poder de los grupos dominantes no es
una hipótesis sin argumentos. En contraste, una mirada posestructuralista de la
educación, debe enfocar sus acciones para humanizar la cultura y la sociedad desde el
currículo, que solo es posible si se transforman las dinámicas cotidianas de los sujetos
desde procesos de transformación cultural, y que total acuerdo con lo que plantea
Rodríguez al señalar que el capital más preciado del ser humano es el conocimiento el
cual debe ser el punto de partida para una reforma educativa, de esta manera Rodríguez9
afirma

La Universidad no puede definirse solamente por sus funciones particulares: docencia,


investigación, extensión, sino sobre todo por su integración en un objetivo común, entre
las instituciones educativas: El conocimiento en cada una de dichas funciones. La
producción del mismo no es un hecho únicamente reflexivo, exclusivo de un sistema
autónomo, sino que es la expresión de complicadas interrelaciones sociales, por supuesto
condicionado por la política, que se debe entender en un sentido muy amplio como la
acción de los seres humanos en los procesos de transformación social, con un fin último:
El bien común; y no el de intereses particulares.

La educación colombiana en paralelo con la venezolana; antecedentes históricos.

8
Op. Cit, p. 429.
9
Ibid, p.429
Posterior a la Revolución Francesa, donde se legitimaban los derechos fundamentales de
manera universal comenzaron a mostrarse las primeras formas institucionales para dará
respuesta a lo que proclamo dicha revolución, en ese orden en Latinoamérica también se
comenzaron a dar ciertas representaciones:

1er Periodo 1820 – 1900

Rodríguez10 señala que en Venezuela como en Colombia, convergen al señalar que es en


esta época comenzaron a crear las primeras escuelas, estas curricularmente según las
experiencias europeas diseñaban curricularmente un bloque de enseñanzas, con
currículos totalmente cerrados y centrados, solo se pensaba en la dirección de la
enseñanza.

2do Periodo 1900 - 1960

Ya independizadas las naciones, Rodríguez11, señala que en Venezuela durante este


periodo se centra la educación en los procesos de tecnificación pedagógica,
consecuencia de la revolución industrial, conocida como la era de los programas
escolares, entre tanto, en Colombia tras dos constituyentes se establece el bachillerato,
como un proceso de complemento a la actual demanda industrial, se establecen los
planes de estudio, los institutos de educación media, llega el constructivismo y se hace
una renovación curricular.

3er Periodo 1980 - actualidad

10
Ibid, p. 432
11
Ibid., p. 432
Rodríguez12, afirma que ha sido él trabajo por encontrar una identidad cultural
pedagógica para diseñar un currículo propio venezolano, en cuanto a Colombia se creó el
código de educación, código educativo, la Ley 30, la Ley 115 y la Ley General de
Educación.

Referencias

RODRIGUEZ, Marina. (2017). Currículum, educación y cultura en la formación docente


del siglo XXI desde la complejidad. En educ. humanismo. Barranquilla. 2017. 425-440 p.

12
Ibid., p. 432.

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