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Existe un paralelo en la vida que se divide en vivir con Dios o sin él, algunos dicen
que dicho ser no existe, otros dicen que saben que existe pero no le dan
importancia alguna y están los que viven para él, aceptando, creyendo y
cumpliendo lo que dice a través de su Santa Palabra. Para empezar aclaro que
soy Cristiana y seguidora del evangelio de Cristo, así que este texto está escrito
basándome en mi opinión personal sobre lo dicho por el profesor Alfredo Romero
en el programa de televisión “caminando con Jesús”, en el cual habla de unas
claves muy importantes en el tema llamado “la felicidad en los jóvenes”.
La primera clave habla del empoderamiento de la vida en el que decía que había
que responsabilizarnos de nuestra existencia, de lo que hacemos, de lo que
somos. Ciertamente siendo jóvenes pensamos solo en el momento que
disfrutamos y no pensamos en las consecuencias que vendrán mañana por la
acción que hicimos hoy, él comparaba la vida con un juego de ajedrez donde hay
que saber cuál ficha escoger para hacer la jugada porque después de esto no hay
vuelta atrás y decía que le pidamos a Dios que nos ayude a ser responsables.
Ligada con lo anterior la segunda clave es decidir bien, vivimos cometiendo los
mismos errores producto de malas decisiones que son más bien un impulso de
nuestros deseos. La tercera clave nos dice que soñemos en grande no
pobremente y esto se refiere a que dejamos de lado las esperanzas de ser algo
más de lo que vemos, solo nos visionamos en unos años siendo lo que los demás
quieren que seamos o pensando que no podemos hacer más por nosotros y el
profesor recalca que debemos pedirle la ayuda a Dios para lograr nuestros sueños
y en este punto hace unas preguntas muy trascendentales que nos hace
reflexionar mucho acerca de lo que hacemos siempre y son, “¿incluimos a Dios en
nuestra vida o solo cuando tenemos problemas?” “¿creemos que somos
autosuficientes y tenemos fuerza para todo?”, la mayoría de los jóvenes solo vive
la vida por vivirla y cuando la juventud en una persona está floreciendo piensa que
esta etapa nunca acabará y como lo he dicho anteriormente solo se prefiere
disfrutar el momento e incluso adelantarse en la carrera de la vida y aquí entramos
a la última clave dicha en dicho programa que es aprender que todo tiene su
tiempo como referencia está la cita bíblica Eclesiastés capítulo 3, versículo del 1 al
8 donde dice, “Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene
su hora. Tiempo de nacer y morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo
plantado; tiempo de matar y tiempo de curar; tiempo de destruir y tiempo de
edificar; tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de endechar y tiempo de bailar;
tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntarlas; tiempo de abrazar y tiempo de
abstenerse de abrazar; tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar y
tiempo de desechar; tiempo de romper y tiempo de coser; tiempo de callar y
tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra y
tiempo de paz.” , nuevamente se recalca, no nos aceleremos en los pequeños
placeres de la vida como por ejemplo un fin de semana, en donde un joven puede
acabar con su corta vida. También está el tiempo para amar, algunos
adolescentes piensan que aman cuando una persona les llama la atención o solo
les gusta y terminan involucrándose de una manera muy lamentable donde de
simples niños pasan a ser papás o el caso de enfermedades de trasmisión sexual.
Para culminar debo decir que este programa me ha parecido excelente, porque
fue un espacio para reflexionar y pensar en esos pequeños detalles que a veces
se olvidan y es darle gracias a Dios por todo, sea bueno o malo, confiar en el en
todo momento y vivir la vida conforme su santa palabra lo dice, también
respetando y formándonos como seres humanos humildes y llenos de paz y
sabiduría que Dios nos da.
TRABAJO DE COMUNICACIÓN 2
SINCELEJO-SUCRE
2018