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Biografía de Javier Solís

JAVIER SOLIS
Su nombre de pila fue Gabriel Siria Levario.
Nació en México, en una barriada marginal, el 1º de septiembre de 1931, en el Hospital
Homeopático de Chimalpopoca.
No conoció a su padre, Francisco Siria, de oficio obrero, quien era un alcohólico y su
madre, Juana Levario, lo dejó a cargo de su tío materno Valentín Levario quien se dedicaba
a la panadería y la esposa de éste, Angela López.
Creció en el barrio Tacubaya. Alcanzó a terminar sus estudios de primaria, mas no pudo
continuar debido a la muerte de su madre adoptiva, situación que lo obligó a trabajar para
conseguir el sustento.
Se desempeñó en diversos oficios: panadero, carnicero, carpintero, cargador de mercados,
lavador de autos… incluso se llegó a disfrazar de payaso en los circos.
En sus ratos libres gozaba practicando el boxeo, durando 6 años en la categoría amateur.
A los 18 años, ya sintiendo inclinación por la música, ganaba concursos de canto en las
carpas de barrio, como la del Teatro Salón Obrero y la del Salón Escandón, interpretando
tangos bajo el seudónimo de Javier Luquín. En uno de éstos concursos, donde de premio se
llevaba el ganador un par de zapatos, fue declarado fuera de concurso gracias a su talento.
Tomó clases de canto con el maestro Noé Quintero. Formó el Dueto Guadalajara, el Trío
Flamingo que luego pasó a llamarse Trío México, posteriormente se dedicó a ser solista,
actuando en Garibaldi y en Tenampa, donde los mariachis le tenderon la mano dejándolo
cantar.
Su admiración por Pedro Infante le condujo a adoptar en sus inicios un estilo de canto muy
similar al de Infante, sin saber que él poseía todas las capacidades para imponer un estilo
propio, sólo lo sabría tiempo después.
Fue muy tímido, sobretodo con las mujeres, precisamente por su origen humilde que
siempre quiso ocultar. Sin embargo tuvo 5 matrimonios, de cuyas uniones quedaron nueve
hijos. Se casó por primera vez a los 20 años.
A mediados de 1955 conoció a Julio Rodríguez, integrante de Los Panchos, el cual lo
recomendó para una audición con la compañía Columbia, en donde cambió su sobrenombre
a Javier Solís.
Felipe Valdés Leal, director artístico de la compañía aprobó su audición. Grabó su primer
sencillo a finales de este año, incluyendo canciones como “Por qué negar” y “Qué te
importa”, el cual le mereció su primer disco de platino el 5 de septiembre de 1957.
El 18 de abril de 1957 durante el entierro de Pedro Infante surgió de entre la multitud el
joven Javier Solís, subiéndose a una cripta y comenzó a imitar a Pedro Infante con la
canción “Grito Prisionero” con mayor énfasis, ésto ocasionó el retraso del lanzamiento de
sus primeras grabaciones, ya que los productores no eran partidarios del estilo imitador de
Solís.
Cargó con el lastre de imitador de Pedro Infante durante diez años. Rafael Carrión
(compositor) intervino mucho en el fortalecimiento de su estilo propio.
El músico Felipe Valdés Leal siempre creyó en él. Una tarde de 1958 cuándo Javier Solís
grababa “Llorarás, llorarás” bajo la influencia del estilo de Infante, Valdés Leal logró hacer
surgir el estilo propio y la voz auténtica de Solís a base de consejos.
Este disco, “Llorarás, llorarás” hizo que se consolidara como el máximo exponente del
bolero ranchero no solo en México, sino en Estados Unidos, Centro y Suramérica, y un año
después en España.
Una vez se afianzó con su estilo, interpretó gran número de boleros rancheros. Los boleros
rancheros, consisten en una ranchera abolerada, sin las estridencias de las canciones
charras, dicho género musical nace el 23 de abril de 1949 con la canción “Amorcito
Corazón”.
También interpretó rancheras como “Las rejas no matan”, “Renunciación” y “Esta tristeza
mía”, además de valses y tangos como “En esta tarde gris”.
Su voz de gran hermosura, permitía lograr la media voz, que consiste en alcanzar altas
tonalidades y posteriormente descolgarse a tonos bajos sin desafinar.
Posee un cancionero completo de melodías agradables al oído en su totalidad, en conjunto
una gran obra de arte.
Además de su excelente voz, poseía una memoria prodigiosa ya que se aprendía las letras
de las canciones con solo la primera vez que las escuchaba.
El 18 de junio de 1959 realiza su primera gira internacional a los Estados Unidos, Centro y
Suramérica, presentándose en teatros de la talla de El Million Dolar, Teatro de Puerto Rico
y el Teatro Lyceum.
En febrero de 1960 realiza su primera película: El Norteño, luego de la cual vendrían 33
películas más, alternando con artistas de la talla de María Victoria, Lola Beltrán y Luis
Aguilar.
No alcanzó a consagrarse en el campo histriónico, pero se ganó elogiosos comentarios de
algunos cineastas y de críticos especializados por sus facultades naturales y por su
naturalidad.
En 1960 conoce a quien fuese su última esposa, Blanca Estela Sáenz, de la cual tuvo dos
hijos: Gabriel y Gabriela.
Debido a que siempre se avergonzó de su pasado, cuando comenzó a enamorar a Blanca
Estela, quien contaba con 17 años en ese entonces, se inventó que era indígena de la tribu
Yaki y se tenían que casar según el ritual de dicha tribu: uniendo sus respectivas sangres, a
lo cual Blanca Estela no puso reparo.
Su carrera fue maratónica, grabó más de 320 canciones, un álbum por mes, tan solo en
1965 filmó 10 películas.
También en el año de 1965, participó en el programa colombiano “Yo y Tú”, al ser invitado
por la actriz Alicia del Carpio; durante su estadía en Colombia se alojó en el Hotel
Tequendama de Bogotá.
El 8 de febrero de 1965 graba otro éxito: Sombras que batió todos los récords en ventas y le
mereció una medalla por parte de su disquera, como reconocimiento por su gran calidad
como cantante y excelente vendedor de discos.
El 12 de abril de 1966 fue internado en la Clínica Santelena en México D.F. debido a sus
problemas con la vesícula, el día 13 fue operado satisfactoriamente, pero como tenía la
costumbre de comer hielo y beber agua fría, pese a la prohibición médica sobre ello, luego
de la intervención quirúrgica, se le produjo un infarto cardíaco, acarreándole la muerte el 19
de abril de 1966 a los 34 años de edad, cuando se encontraba en la cima de la gloria.
Antes de su muerte dijo: “Que rieguen con mucha agua mi tumba, sé que me voy a morir,
esto no tiene remedio”.
El 20 de abril su cuerpo fue inhumado en el lote de actores del Panteón Jardín de la Ciudad
de México.
Entre los boleros rancheros, la canción más conocida y aclamada es “Payaso”, mientras que
en el género de las rancheras se destaca por “Renunciación”.
Cuenta hasta hoy en día con una gran número de fanáticos que lo quieren e incluso lo
imitan.
Las canciones interpretadas con esa prodigiosa voz de Javier Solís, hacen que los amores
permanezcan vivos en cualquiera de sus etapas: el nacimiento del idilio, su transcurso y su
fin.

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