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- Las veinte cargas de maíz -

Hace muchos años un señor y su hijo fueron en busca de trabajo de Aramberri


a Tamaulipas. Regresaron de allá con veinte burros cargados de maíz.

En el camino se les hizo de noche. Descargaron los burros, los sujetaron y


amarraron las veinte cargas de maíz, todas juntas, a un tronco grande.
Después, prendieron una lumbre para cenar y poco más tarde se acostaron más
allá de donde habían dejado las cargas de maíz.

A la mañana siguiente, antes de que llegara la luz del día, se levantaron,


almorzaron y se fueron a traer los burros para darles de comer.

En seguida buscaron las cargas de maíz para echárselas a los burros, pero no
las encontraron. Sólo hallaron un rastro muy grande.

El señor y su hijo reunieron los burros y siguieron el rastro de las cargas.


Después de varias horas de camino encontraron una víbora muy grande que
llevaba todas las cargas de maíz. Entonces se dieron cuenta de que habían
amarrado las cargas no a un tronco, sino a la víbora. Cuando el animal tuvo
hambre, en la noche, se fue a buscar comida y se llevó arrastrando las veinte
cargas de maíz.

Cuenta la leyenda que el rastro que dejó la víbora con las cargas de maíz es
actualmente el camino que va de Aramberri a la Boquilla.

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