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COMO EVITAR LA DEPRESION Y LA ANSIEDAD EN EL MINISTERIO

PASTORAL.

Uno de los pensadores contemporáneos a quien frecuentemente leo escribió


un post en su cuenta de facebook causando gran cantidad de comentarios
de sus seguidores en respuesta a sus líneas. A continuación, unos pocos
renglones de su escrito original: “Hace 4 años él predicó en el funeral de un
pastor amigo que se había suicidado. El pasado sábado 31 de mayo él se
quitó su propia vida. El Rev. Phil Lineberger, pastor de Sugarland Baptist
Church y destacado líder denominacional, estaba luchando con la depresión
de acuerdo a un comunicado de su familia. Tenía 69 años y estaba con
licencia médica” 

¡¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO?! ¿cómo puede ser que líderes espirituales


cristianos decidan acabar con su vida? ¿es algo nuevo o muy por el
contrario un mal que lleva años en la iglesia pero que no ha sido estudiado
con la suficiente seriedad? Preguntas como éstas vienen y van cuando la
noticia del suicidio de un pastor se deja ver.
Un artículo un tanto antiguo pero interesante nos deja mucho que pensar
respecto a este tema. El post fue publicado en diciembre del 2013 y
corresponde a la página Noticiacristiana.com y dice así:

Pastores se han Suicidado en los últimos días en los  EE.UU.


¿Qué hace que una persona se suicide? Según los psicólogos, los
pensamientos son algo bastante común. El Centro para el Control y la
Prevención de los Trastornos Mentales en los  EE.UU. afirma que el 3.7%
por ciento de la población mayor de 18 años, pensó seriamente en suicidio
el año pasado.
Mientras que algunos suicidios son el resultado de un impulso, la mayor
parte es planeado. También de acuerdo con datos del Centro, la mitad de
las personas han hecho un plan para llevar a cabo su suicidio.

En los últimos 30 días, lamentablemente, tres pastores conocidos se


suicidaron conmocionando a la Iglesia en  EE.UU. El 10 de noviembre,
Teddy Parker Jr., de 42 años, pastor de la Iglesia Bautista Bibb Mount Zion,
Georgia se suicidó disparándose en la cabeza.
Su esposa lo encontró tendido en la entrada del garaje de su casa el
domingo. Él había predicado por la mañana y tenía que predicar de nuevo
ese día. No dejó ninguna nota con alguna explicación.
La semana pasada, el pastor Ed Montgomery, estaba de luto por la pérdida
de su esposa, él se suicidó delante de su madre e hijo. Él y su difunta
esposa, la profeta Jackie Montgomery, lideraban la Iglesia Asamblea
Internacional del Evangelio Completo, en el Estado de Illinois.

El 10 de diciembre, se suicidó Isaac Hunter, ex pastor de la Iglesia Summit


en Orlando, Florida. Hasta ahora, no se ha divulgado la forma de cómo se
suicidó. El caso llamó la atención de los medios seculares, porque el padre
de Isaac, el pastor Joel Hunter ha sido llamado “guía espiritual” del
presidente Barack Obama con quien se reúne frecuentemente para orar en
la Casa Blanca.

Hay estadísticas sobre la cantidad de pastores que enfrentan problemas


como la depresión, el agotamiento físico y mental. Ninguno de ellos es
alentador. Según el Instituto Schaeffer, el 70% de los pastores luchan
constantemente con la depresión, y el 71% están “agotados”. Por otra
parte, el 72% de los pastores dicen que sólo estudian la Biblia cuando van
a preparar sermones, el 80% cree que el ministerio pastoral afecta
negativamente a sus familias, y el 70% dice que no tienen un “amigo
cercano”.

El Instituto Schaeffer, también estima que el 80% de los estudiantes de


seminarios (incluyendo graduados) dejarán el ministerio dentro de cinco
años. No hay datos consistentes sobre el número de cuántos cometerán
suicidios, pero es claro que los pastores no son inmunes a esto.

Los psicólogos señalan varias razones de por qué la gente se suicida,


psicosis, depresión a menudo por las situaciones estresantes de la vida.
Una columnista de la revista Charisma, Jennifer LeClaire, que ha escrito
varios libros sobre la guerra espiritual, comentó sobre el caso de los tres
pastores.

Ella instó a las iglesias para que oren más por sus líderes, mientras se
mantienen en alerta ante estos síntomas de depresión en los pastores, “los
miembros deben ser conscientes de que el diablo ha preparado muchos
ataques contra las iglesias en el período en el que las señales de la venida
de Jesús parecen estar intensificándose”, dijo LeClaire.

El pastor Andrew Stoecklein, de 30 años, de la Iglesia Inland Hills en Chino,


California, murió por suicidio el sábado. Según The Christian Post, un
anuncio hecho por la iglesia afirmaba que Stoecklein había estado luchando
contra la depresión y la ansiedad.

Fuente: Traducido y adaptado por  NoticiaCristiana.com de Charisma News


/ http://www.noticiacristiana.com/iglesia/pastor/2013/12/tres-pastores-se-
0han-suicidado-en-los-ultimos-30-dias-en-eeuu.html
Pero, ¿cuál es la principal causa de que ciertos pastores cometan suicidio?
Los expertos sostienen categóricamente:  DEPRESIÓN. y esto no es nuevo la
biblia nos muestra que los siervos de Dios no están exentos de ello.

ELIAS QUIERE MORIR


Por último, la Biblia nos relata el caso de un personaje heroico, capaz de
hacer milagros inimaginables aún para nuestros tiempos el cual gozaba de
una comunión con Dios de aquellas que sorprenden hasta a los más
incrédulos, me refiero a Elías. Pero aún él sufrió una depresión aguda a tal
grado que deseó morirse: “Y él se fue por el desierto un día de camino, y
vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya,
oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres” (1ª
Reyes 19:4).
Lo interesante de esta historia es que Dios no dejó solo a su profeta, lo
acompañó, mentoreó y direccionó en su viaje por el desierto que vendría
siendo su “ruta por la depresión”. No puedo escribir aquí todo lo que en mi
libro puse porque haría demasiado largo el presente artículo, pero algunas
líneas les puedo obsequiar para establecer una idea más clara acerca de lo
que quiero transmitir. La Biblia menciona que el Señor utilizó 5 elementos
para sacar a Elías de ese estado anímico tan peligroso como es la depresión
––y los pensamientos de muerte que muchas veces vienen––. Les comparto
esos elementos, quizá le sirvan sobre todo si está atravesando momentos
difíciles en su ministerio, en su vida.

1) Desconexión (Dios llevó a su Profeta al desierto): Qué


importante es desconectarse de todo y de todos de vez en cuando,
algo que los pastores no solemos hacer (siempre estamos
disponible). En el relato de 1ª Reyes 19 vemos que Elías se fue por el
camino del desierto, pero en verdad fue Dios quien lo impulsó a ir por
allí. ¿Por qué? Leamos lo que Cristo hizo con sus apóstoles cientos de
años después, en su acto encontramos la respuesta: “Jesús les dijo:
Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco.
Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun
tenían tiempo para comer” (Marcos 6:31).
debemos ser dueños de nuestra agenda. De lo contrario, otros lo
serán. Y si otros lo son, y su agenda no es saludable, la nuestra se
contaminará irremediablemente.

No esperemos que los demás aporten equilibrio a nuestra agenda.


Nunca lo harán. Esa tarea nos corresponde a nosotros.

Cuando esto ocurre, y los demás son quienes controlan nuestra


agenda, solemos vernos dando vueltas en círculos que no conducen a
ninguna parte hasta llegar a perder la visión clara de los objetivos
que Dios ha puesto en nuestro corazón.

Cuando esto sucede, nos encontramos preparando el sermón


dominical el sábado por la noche llegando sin fuerzas y consistencia
para el domingo de servicio.

Cuando esto acontece, olvidamos que la importancia de la oración


también nos alcanza a nosotros, nos exponemos a caer en la rutina y
a depender de nuestras propias fuerzas y humana sabiduría.

Cuando volvemos a ser dueños de nuestra agenda, nuestra familia


recupera un esposo y un padre o madre.

2) Descanso (Dios permitió a su Profeta dormir hasta que se


recuperara del cansancio): El descanso es tanto
una habilidad como un mandamiento bíblico. Dios mismo descansó de
su Obra al séptimo día, entonces, ¿quiénes nos creemos nosotros
para no hacerlo? En este elemento también puede aplicarse el pasaje
de Marcos 6:31, pero existe otro versículo aún más categórico y es
éste: ”Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer,
pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu
Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu
hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los
extranjeros que vivan en tus ciudades” (Éxodo 20:9-10). ¿Se dan
cuenta que el descanso oportuno es un mandato y no una
sugerencia? En síntesis, “aprende a descansar lo suficiente”. La mejor
cura de la ansiedad es la desaceleración. Si trabajamos más despacio
todo irá mejor. Hemos de hacer las cosas "sin prisa, pero sin pausa",
dijo alguien bastante acertadamente. Pero creo que otro fue quien
acertó más exactamente al matizar que debemos hacer las cosas"sin
prisa, pero con pausa". Nada tan terapéutico en medio del trabajo
como las pausas.

Tenemos la tendencia, quizás sería mejor decir la "manía" -es parte de


nuestra vieja naturaleza- de acumular preocupaciones, adelantar
acontecimientos, almacenar penas, guardar resentimientos, archivar
quejas, refugiarnos en viejas heridas -que a veces volvemos a abrir
nosotros mismos para conservarlas frescas- y toda una larga serie de
actitudes que no nos permiten vivir el momento presente, el día que
hizo el Señor, en el que por estar enredados en las penas que hemos
permitido anidar en nuestro corazón, nos pasan inadvertidas las mil y
una oportunidades de servir y testificar.

3) Comida saludable (Dios le dio comida sana y nutritiva a su


Profeta): Algo en que los pastores frecuentemente fallamos es no
poner atención en lo que comemos. Una comida saludable es tan
importante como una vida de oración, ¿amén? “Y mirad por vosotros
mismos, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y
embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre
vosotros aquel día” (Lucas 21:34). Si los pastores pusiésemos más
atención en comer sano, en las horas adecuadas y decir no más
seguido a esos banquetes a los que muchas veces somos sometidos,
de seguro viviríamos más y mejor. Por otra parte, los médicos
sostienen que una forma efectiva de combatir la depresión es comer
sabroso pero sano.

4) Ejercicio (Dios hizo caminar a su Profeta cuarenta días, para


sacarle el estrés acumulado): Está comprobado médica y
psicológicamente que una persona que hace ejercicio con frecuencia
se mantiene más sana que una persona sedentaria, y muchos
pastores ––lo quieran reconocer o no––, son “sedentarios
empedernidos”. San Pablo utiliza el ejemplo de una carrera para
decirnos lo importante de dominar el cuerpo, someterlo, tenerlo en
forma: “Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos
lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en
cambio, por uno que dura para siempre. Así que yo no corro como
quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire. Más
bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber
predicado a otros, yo mismo quede descalificado” (1ª Corintios 9:25-
27). Los pastores deberíamos poner énfasis en cuidar nuestro cuerpo
y mente mediante el ejercicio físico, hacerlo nos ayudará a estar
prevenidos para cuando los malos momentos de la vida lleguen.

5) Una meta clara (por último, Dios le dio un objetivo a su


Profeta, una meta bien determinada por la cual luchar): Las
personas con metas son más felices, proactivas y desarrollan pasión
por la vida. “Planes bien pensados ¡pura ganancia! Planes
apresurados ¡puro fracaso!” (Proverbios 21:5). Cuando los pastores
perdemos el rumbo ––lo cual es más común de lo que pensamos––
es fácil caer en desánimo, tristeza y quemeimportismo. Sacudámonos
de todo eso poniendo metas en nuestra vida.

FINALMENTE…
Criticar a los pastores que sufren de depresión o a quienes han cometido
suicidio no es el camino correcto. Estas personas al igual que cualquiera
otra que está sufriendo este mal necesitan acompañamiento, no
critica; mentoría, no burla; cobertura, no aislamiento; comprensión, no
ironía. Nuestros pastores merecen un cuidado pastoral genuino,
sistemático, de calidad, ¿por qué? porque los líderes espirituales necesitan
más que cualquier otro líder “cuidado integral”. Por lo demás, si alguien
piensa que este mal nunca le afectará recuerde las sabias palabras
enunciadas por un pastor de pastores: “Por tanto, el que cree que está
firme, tenga cuidado, no sea que caiga” (1ª Corintios 10:12).

¡UN GRUPO DE APOYO PASTORAL ES URGENTE!


 Mil quinientos pastores dejan el ministerio cada mes en los EE.UU.
debido a un fracaso moral, quemados espiritualmente o por contiendas
en sus iglesias.
 El ochenta por ciento de los pastores se sienten inadecuados y
desanimados en su rol como pastor.
 El cincuenta por ciento de los pastores están tan desanimados, que
dejarían el ministerio si pudieran, pero no tienen otra forma de
ganarse la vida.
 El ochenta por ciento de los graduados de los seminarios e institutos
bíblicos, que entran en el ministerio dejarán el ministerio dentro de los
primeros cinco años.
 El setenta por ciento de los pastores están en constante lucha contra
la depresión. La principal causa de su depresión son las bajas finanzas
personales que su oficio les reporta.
 El setenta por ciento dijo que la única vez que estudian la Palabra es
cuando están preparando sus sermones.
 La mayoría de pastores se sienten solos, sin amigos en quien confiar,
sin un grupo de apoyo donde abrir su corazón.
 La mayoría de pastores sienten un abandono total por parte de sus
autoridades denominacionales, de ahí que muchos abandonan la
corporación y prefieren hacerse independientes.
 El oficio pastoral es considerado uno de los más estresantes (aunque
esto jamás aparecerá reportado en Forbes u otras revistas de índole
comercial). “A diferencia del médico, sostiene Rick Warren, que ve al
paciente cada quince días, el pastor ve a sus ovejas no sólo los
domingos, se ocupa de ellas todo el tiempo; sin embargo el salario del
pastor no se compara con el de un médico especialista“.
FUENTE: Dr. Richard Krejcir (Cosultora de Tendencias Pastorales).

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