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Lengua Española 1

Tema 6.- La competencia semántica


Prof. Florencio del Barrio de la Rosa Curso 2011-2012

6. La competencia semántica

6.1. Definición
La competencia semántica puede definirse como el conocimiento interno e intuitivo que los seres
humanos tenemos de las unidades léxicas de nuestra lengua y de las reglas que aplicamos para
combinarlas. Este conocimiento interno está en la base de nuestra capacidad para producir e
interpretar cualquier expresión lingüística de nuestra lengua incluso sin haberla emitido u oído con
anterioridad.
En efecto, como hablantes de español somos capaces de interpretar una oración como el artista
canadiense cantó por señas, aunque sea la primera vez que la leemos o escuchamos. La competencia
semántica no solo nos permite comprender expresiones complejas como las oraciones. Gracias a
ella, podemos deducir el significado de palabras como malqueda o miscible o sabemos que falda no
denota la misma entidad en la falda de mi novia que en la falda de la montaña. Además, es la
competencia semántica la que nos permite establecer la identidad de oraciones como El alcalde
inauguró el puente y el puente fue inaugurado por el alcalde o de palabras como iniciar y comenzar, identificar
la contradicción que surge en el siguiente fragmento María es soltera y su marido trabaja en una fábrica de
juguetes, detectar la ambigüedad que se produce en una estructura como se venden abrigos de piel de
señora o la anomalía en una oración como el viento nunca duerme (Escandell Vidal 2004: 23-24).
La competencia semántica posee las siguientes propiedades:
 Es sistemática. La sistematicidad de la competencia semántica se refiere a la regularidad
con que los hablantes aplicamos las reglas que permiten combinar las unidades léxicas de
nuestra lengua para interpretar expresiones nuevas y complejas. Esto quiere decir que para
interpretar una oración como Las angiospermas tienen los óvulos encerrados en una cavidad
denominada ovarios, en la que aparecen palabras cuyo significado, a menos que no seamos
expertos en botánica, no conocemos, aplicamos las mismas reglas que para interpretar una
oración como Las profesoras tienen los exámenes guardados en un archivo denominado “pruebas”.
Además, los hablantes sabemos que no solo es importante conocer el significado de las
palabras de una oración, sino también el orden en que se presentan. Dos oraciones pueden
presentar los mismos elementos léxicos, estar constituidas por los mismos constituyentes
sintácticos y, sin embargo, presentar dos significados diferentes. Por ejemplo, las oraciones
que aparecen en (1) contienen las mismas unidades léxicas y sintácticas, pero muestran dos
combinaciones diferentes que provocan un cambio de significado.
(1a) El profesor vive en la calle de en medio.
(1b) El profesor vive en medio de la calle.
 Es inconsciente. Los hablantes tenemos un conocimiento inconsciente acerca del
significado de las unidades léxicas de nuestra lengua y cómo se combinan, pero nos
resultaría muy difícil, a no ser que tengamos conocimientos especializados, explicarlos.
Todos, de hecho, nos veríamos en dificultades si tuviéramos que especificar el significado
de una palabra como belleza, o la diferencia de significado entre senda y vereda y, aun más, si
tuviéramos que explicar el significado de además, nunca o mucho.
6.2. La Semántica
La Semántica es la disciplina encargada de estudiar el significado de las expresiones lingüísticas y,
en general, el conocimiento que los hablantes tienen del significado de las palabras y las oraciones
de su lengua, es decir, la competencia semántica.
D. A. Cruse (2004: 11-13, 92-93) señala como tareas de la Semántica las siguientes:
 Describir el significado. La Semántica debe encontrar la manera de hacer explícito el
conocimiento implícito que los hablantes tienen de su lengua. La descripción del
significado de las palabras y de las oraciones es la tarea más obvia de la Semántica. Sin
embargo, también resulta la más ardua, pues los estudiosos no se han puesto todavía de
acuerdo sobre qué constituye el “significado”.
 Determinar la variación contextual del significado. El significado de las palabras puede
variar enormemente de un contexto a otro. Es evidente que mucho tiempo no significa lo
mismo en Juan tardó mucho tiempo en vestirse que en Juan tardó mucho tiempo en terminar Derecho.
Por este motivo, la Semántica debe dar cuenta de esta variación y encontrar patrones
regulares. Por ejemplo, el verbo salir no se interpreta igual en una oración como Mi hermana
sale del aeropuerto que Mi hermana sale con un cubano; ahora bien, la segunda interpretación de
salir se difumina si se combinan ambos complementos: Mi hermana sale del aeropuerto con un
cubano.
 Distinguir los tipos de significado. La Semántica debe explicar las diferencias de
significado que se encuentran en el léxico de una lengua. Aunque se suelen asociar palabras
distintas con realidades distintas, es muy frecuente que dos palabras hagan referencia a una
misma entidad o situación en el mundo. En español, por ejemplo, existen dos palabras para
designar al fruto de la tomatera, tomate y jitomate; mientras la primera se emplea de modo
general en España, la segunda es propia de México. También se refieren al mismo evento
las expresiones fallecer y estirar la pata; sin embargo, estas expresiones no son intercambiables
en todos los contextos. En consecuencia, a la Semántica le corresponde también
caracterizar estas diferencias y establecer los contextos en que los distintos significados son
adecuados.
 Explicar la estructura del léxico. Existen relaciones entre las palabras que siguen
patrones regulares y que sirven para estructurar el léxico de una lengua. Así, la misma
relación que existe entre caballo y animal es la que existe entre manzana y fruta, pues en
ambos casos la primera entidad es un subtipo de la segunda. También la relación femenino-
masculino se encuentra en la base de diferencias léxicas como yegua−caballo, vaca − toro o
mujer−hombre. La Semántica debe hacer explícitas las relaciones relevantes y significativas
que subyacen tras la estructura del léxico.
 Explicar el cambio semántico. La Semántica debe dar cuenta de cómo surgen los nuevos
significados. Esta tarea no es fácil dada la sorprendente flexibilidad que muestran las
expresiones lingüísticas para adaptarse a nuevas realidades. Hasta hace muy poco tiempo,
en efecto, la palabra tableta se empleaba con frecuencia para referirse a una pastilla de
chocolate; con la aparición de nuevos dispositivos electrónicos planos y ligeros esta palabra
ha extendido su significado.

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Resumen
6. La competencia semántica
6.1. Definición
La competencia semántica es el conocimiento interno e intuitivo que los seres humanos tenemos
del significado de las unidades léxicas de nuestra lengua, así como de las reglas para combinarlas. La
competencia semántica es 1) sistemática, porque los hablantes aplican recursivamente las reglas para
interpretar y producir expresiones nuevas y 2) inconsciente, porque los hablantes no somos capaces
de hacer explícito nuestro conocimiento implícito.
6.2. La Semántica
La Semántica es la disciplina que estudia el significado lingüístico y, en general, la competencia
semántica de los hablantes.
Las tareas de la Semántica son:
 La descripción del significado de las unidades léxicas y de las expresiones más complejas
(sintagmas y oraciones).
 La determinación de patrones regulares que expliquen la influencia del contexto en la
variación del significado.
 La distinción de tipos de significado.
 La explicación de las relaciones significativas que estructuran el léxico.
 El estudio del cambio semántico.
Bibliografía
Bosque, Ignacio (2004): REDES. Diccionario combinatorio de la lengua española. Madrid: SM.
Cruse, Alan (2004): Meaning in Language. An Introduction to Semantics and Pragmatics (2ª edición).
Oxford: Oxford University Press.
DRAE: Real Academia Española (1992): Diccionario de la lengua española (22ª edición). Madrid: Espasa-
Calpe (disponible en red: <www.rae.es>).
Escandell Vidal, Mª Victoria (2004): Fundamentos de semántica composicional. Barcelona: Ariel.
Escandell Vidal, Mª Victoria (2007): Apuntes de semántica léxica. Madrid: Universidad Nacional
Española a Distancia.
Ježek, Elisabetta (2005): Lessico. Classi di parole, strutture, combinazioni. Bolonia: Il Mulino.
Ogden, Charles K. y Ivor A. Richards (1946): The meaning of meaning. A study of the influence of language
upon thought and of the science of symbolism (8ª edición). Nueva York: Harvest Book.
Pottier, Bernard (1976): “Hacia una semántica moderna”, en Lingüística moderna y filología hispánica.
Madrid: Gredos. 99-133.
Saeed, John I. (2009): Semantics (3ª edición). Oxford: Wiley-Blackwell.
Salvador, Gregorio (1985): “Sí hay sinónimos” en Semántica y lexicología del español. Madrid: Paraninfo.
51-66.

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