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Buenos días a todos!

Para este segundo #FridayArt os traigo una de las obras más


emblemáticas del expresionismo abstractov norteamericano, la Capilla Rothko, en Houston,
Texas. Se trata de una de las últimas obras del artista letón Mark Rothko, fundada por John y
Dominique de Menil en 1971.

Es un centro de meditación abierto a todas las creencias y religiones, un lugar para la soledad y
la reflexión.Se trata de un edificio octogonal construido en ladrillo y con paredes de estuco
gris, coronado por un enorme tragaluz.

Este edificio está lleno de simbolismos, comenzando con su propia concepción arquitectónica y
su vinculación al número 8, número de la resurrección. En este espacio se concentran varias
obras de arte, aunque las más destacadas son las 14 pinturas que se exhiben en la capilla,
pintadas por el propio Mark Rothko.

Son obras de gran formato que propician su contemplación y reflexión. Tres de las ocho
pareces muestras las pinturas dispuestas en forma de tríptico, mientras que las otras cinco
exhiben las pinturas de manera individual. Se trata de una serie de “pinturas negras”, aunque,
en verdad, se incorporan muchas más tonalidades oscuras y diferentes efectos en la textura.

Estas pinturas aluden a lo sagrado, mucho más allá de cualquier influencia cultural o religión
concreta. Su propósito era realizar una capilla en la que se pudieran celebrar ceremonias
religiosas de cualquier índole, un espacio multiconfesional y es por eso por lo que no hay
símbolos de ninguna religión concreta.

Es una de sus últimas obras y se dice que las pinta como una forma de exorcizar sus propios
fantasmas. Este pintor se quitó la vida en 1970 inmerso en medio de un episodio depresivo y
una adicción al alcohol. Por ello, se ha querido buscar un paralelismo del fin de su vida con
estas pinturas, la última gran obra de su vida.

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