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¿QUIÉN ES EL MAESTRO NICÉFORO URBIETA?

El maestro Nicéforo Urbieta es un pintor filósofo indígena zapoteco que nació en el año
1950 en el pueblo de Santa Ana Zegache, en los Valles Centrales de Oaxaca. Ahora mismo
tiene 68 años y vive en la ciudad capital del estado.

Desde niño desarrolló su creatividad y dejó ver su talento artístico. Estudió en la Escuela de
Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, pero sobretodo ha sido
un autodidacta.

En los años setentas, aquellos años marcados en México por la falta de libertades, represión
del Estado y movimientos estudiantiles de fuerte protesta, el maestro, siendo un joven
artista, se sumó al activismo político que buscaba el cambio social. Esta participación directa
en estos movimientos de izquierda hizo que fuera detenido y encarcelado. Pasó en la cárcel
6 años (1975-1981).

Allí adentro, al percatarse de sus habilidades artísticas, le encomendaron la elaboración de


un mural que fue documentado por la actriz y fotógrafa Erika Carlsson y publicado por el
periódico de La Jornada en el año 1994 y por la Revista Proceso en 1995.

Pero lo más significativo es que esta experiencia le provocó un gran cambio: el maestro
Urbieta entró en la cárcel con sus pinceles y con el libro del “El Capital” de Karl Marx, el
fundador del marxismo; y salió seis años después con sus pinceles, que nunca abandonó y,
en vez de “El Capital”, un manuscrito pictográfico semejante a las imágenes de los códices
que hacían nuestro antepasados mesoamericanos.

Lo que hizo el maestro fue, tras estudiar detalladamente “El Capital”, sintetizarlo en
símbolos visuales de carácter prehispánico. Este ejercicio fue lo que le hizo conectar con su
memoria e identidad indígena, convirtiéndose este episodio en un parteaguas en su vida y
en su quehacer artístico.

Esa es la razón por la cual, el maestro se ha dedicado desde el día de su liberación hasta el
día de hoy a dos cosas de manera simultánea y entrelazada: por un lado, a estudiar,
recuperar y promover el pensamiento antiguo de sus antepasados zapotecos (sobre todo a
partir del estudio de su lengua primigenia y de la iconografía visual); y, por otro lado, a
pintar y a crear múltiples expresiones artísticas (escultura, performance y arquitectura),
impregnadas todas ellas de esa filosofía que ha ido rescatando de sus estudios.

En cuanto a la investigación y promoción del pensamiento prehispánico, ha impulsado a lo


largo de los años un sinfín de iniciativas: por ejemplo, en su comunidad de origen creó el
Centro de Investigación del Pensamiento Visual, promovió la restauración del templo, fundó
la asociación civil Recuperación Creativa de la Lengua Zapoteca (RECREALEZA A.C),
desarrolló proyectos comunitarios de fortalecimiento de la identidad. Asimismo ha
elaborado y publicado desde el año 2014 hasta este año el Calendario Xigaab. Y también ha
participado en foros académicos nacionales e internacionales compartiendo los hallazgos
de sus estudios.

En cuanto a la obra plástica, el maestro ha sido muy fructífero, contando con una extensa
obra creativa que ha sido expuesta en Oaxaca, México y el extranjero (España, Holanda,
Corea, China, Cuba, Colombia, Argentina y Francia).

Algunas de sus obras hacen parte de colecciones privadas y públicas, tales como la
Fundación Golinelli de Italia o la UABJO. Por otro lado, las imágenes de algunas piezas han
sido utilizadas numerosas veces para ilustrar libros y revistas.

Aquí en la ciudad de Oaxaca se pueden apreciar sus obras en los siguientes lugares:

● En la Casa Xigaab, donde se exhiben obras emblemáticas en las que se puede


apreciar toda su búsqueda filosófica antigua.
● En la Catedral de Oaxaca donde se encuentra colgado el óleo de “Los Mártires de
Cajonos”, que pintó en el año 2002 y, que simbolizando la dualidad entre la religión
católica y la nativa, invita a un diálogo intercultural.
● En la colonia Las Flores, una pequeña capilla resguarda un mural elaborado en la
mismísima bóveda, que recrea desde una perspectiva actualizada y crítica la escena
de “La última Cena” de Leonardo da Vinci (2016).
Como reconocimiento a toda su labor, en el 2017 fue homenajeado por el Museo de los
Pintores Oaxaqueños por sus 50 años como pintor y 40 como investigador del pensamiento
zapoteco: una doble vertiente, la del estudio y la de la pintura, que paulatinamente ha ido
desembocando en la propuesta artístico-filosófica que él mismo ha llamado Arte Xigaab.

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