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Aportes y Avances

científicos en el
Futbol
CARACTERIZACION DEPORTIVA Y COMPOSICION CORPORAL

Carlos Alberto Jimenez Gil


Contenido
INTRODUCCION. ..................................................................................................................................... 2
1. CONTENIDO ................................................................................................................................... 3
MORFOLOGÍA EN EL FUTBOL. ............................................................................................................... 4
BIOQUÍMICA EN EL FUTBOL . ................................................................................................................ 5
FISIOLOGÍA EN EL FUTBOL . .................................................................................................................. 6
BIOMECÁNICA EN EL FUTBOL. .............................................................................................................. 7
SOCIOLOGÍA EN EL FUTBOL . ................................................................................................................. 9
PSICOLOGÍA EN EL FUTBOL . ................................................................................................................. 9
2. CONCLUSIONES. ........................................................................................................................... 10
3. ANEXOS. ...................................................................................................................................... 10
Anexo 1 “Evaluación Morfológica y Funcional en Futbolistas Profesionales” ........................ 10
Anexo 2. El control bioquímico en el fútbol ........................................................................ 15
Anexo 3. Aspectos Fisiológicos del Fútbol ......................................................................... 19
Anexo 4. Cómo descifrar el fútbol a través de la sociología ............................................ 40
Anexo 5. Biomecánica del futbol. ......................................................................................... 45
4. BIBLIOGRAFIA............................................................................................................................... 45
INTRODUCCIÓN
En esta investigación se pretende demostrar el deporte del futbol, donde todas las
ciencias del deporte se aplican en su totalidad. En el contenido se incluye una
breve descripción de las formas en las que se aplican las diferentes ciencias
aplicadas al deporte del balompié.
Las formas de desarrollar el talento deportivo en los atletas, ha cambiado de
metodologías a través del tiempo, ahora es común que un niño de seis años ya
tenga las horas suficientes para empezar a detectar sus cualidades deportivas.
Desde niño se le muestra a actuar en sociedad, se le estudia su morfología, se
aplica la bioquímica y la biomecánica para mejorar su aprendizaje, con la fisiología
se le enseña a realizar mejor su técnica y sus esfuerzos, ayudándolo con la
psicología deportiva a siempre competir al más alto nivel. Eso se traslada en los
años posteriores a un nivel de competencia más elevado, mientras tanto las
ciencias del deporte han sido aplicadas de manera consecuente en el atleta,
primero individualmente y luego colectivamente. Esto solo tiene una consecuencia
el resultado cuantitativo y cualitativo de su rendimiento.
Como aporte a la investigación en los anexos se dejan los artículos más
interesantes encontrados para ejemplificar cada uno de las ciencias aplicadas al
futbol.
1. CONTENIDO
“El fútbol no es ciencia, pero la aplicación práctica de los conocimientos
científicos puede ayudar a mejorarlo”

Tenemos que decir que, en estas épocas del siglo 21, claro que las ciencias
aplicadas al deporte han mejorado, eso debido a la aplicación de la tecnología, cada
avance en tecnología representa un avance en la aplicación de las ciencias
aplicadas al deporte. La aparición del video de alta resolución y cámaras de
grabación con mayor impresión de cuadros por segundo permiten ver repeticiones
más adecuadas para determinar mecánicas corporales, biomecánicas, fisiología del
entrenamiento. La mejora en la aplicación de imágenes corporales, como
resonancias magnéticas, ecografías y rayos x ayudan a prevenir y corregir lesiones
en los atletas. En la bioquímica los análisis de laboratorio donde se determinan
varios factores que se han descubierto influyen en el rendimiento del deportista,
ayudando a determinar la acción preventiva y correctiva en su alimentación, hábitos
de descanso, hidratación etc.

Es necesario mencionar que por ejemplo en la Universidad de Futbol en México ya


existe una licenciatura en Ciencias Aplicadas al Futbol y que cuenta con un
doctorado donde se puede especializar en las diferentes ramas. En cada estructura
u organigrama de los grandes equipos del mundo, se cuentan con departamentos
o secciones especializadas en cada ciencia aplicada y por consiguiente el personal
de cada sección es altamente capacitado. Los fisiólogos, biomecánicos y
bioquímicos han ganado un gran espacio dentro de las instituciones.

La psicología del deporte también ha ganado un espacio notorio, eso considerando


que antes el entrenador era el encargado en su totalidad del bienestar “mental” del
deportista. Ahora esa parte se considera fundamental en los equipos de alto
rendimiento y se encarga el especialista de la mejor convivencia en grupo como su
desarrollo físico técnico individual.
En esta parte de contenido solo pretendo aclarar escuetamente que significa cada
uno de los conceptos de ciencias aplicadas al deporte, debido a que cada uno como
ciencia tiene diferentes propuestas y contenido extenso que sería imposible intentar
tratarlo acá con certeza. En los anexos se encuentra un aporte para estudio de
cada uno de las ciencias.

MORFOLOGÍA EN EL FUTBOL.
Los deportistas de alto rendimiento, en este caso los futbolistas, son seres humanos
excepcionales que, debido al entrenamiento constante, planificado y guiado, logran
realizar proezas físicas notables.
Las adaptaciones de su organismo se evidencian, por ejemplo, con el aumento de
hemoglobina y reservas de glucógeno, fortalecimiento del sistema
inmunológico, hemodilución y liberación de cortisol.
Los aficionados debemos ser conscientes de que el esfuerzo, dedicación y
consagración de un futbolista profesional lo han llevado a modificar su organismo
de una forma radical.
Pero que eso no nos impide disfrutar de un buen partido con los amigos un fin de
semana y que tal vez, tendremos mejores resultados si nos alimentamos bien y
garantizamos un buen periodo de reposo y recuperación después del juego.

Ante ese concepto, debemos asociar cada una de las ciencias del deporte al
desarrollo del futbol, para empezar como un deporte de conjunto que se juega con
una pelota se presentan fácilmente todos los aspectos a considerar y sus
aplicaciones.
En el deporte del futbol no hay una relación de morfología con un somatotipo
especifico. Los nuevos métodos hacen que la detección temprana de talento pueda
utilizar universalmente todos ellos y conforme a su desarrollo atlético se irá
conservando su mejor estado físico unido con otras ciencias como la bioquímica o
la biomecánica para sacar el mejor rendimiento del futbolista, tomando en cuenta
su nutrición.
Si es cierto que morfológicamente, ante la demanda de reacciones de fuerza,
velocidad y potencia, algunas características son mejores para estos esfuerzos,
como los jugadores de baja o mediana estatura. El desarrollo de los miembros
inferiores para un mejor estado físico es fundamental. Pero no se puede argumentar
que un jugador con una talla más alta no pueda desarrollar aspectos técnicos
adecuados para practicar el deporte.
A los jugadores de ambos géneros a base de las otras ciencias como la bioquímica,
se les hace ganar peso muscular o perderlo según sea su condición. Biomecanica
y Fisiologia se combinan para que con los mejores ejercicios y planeación de los
mismos el atleta tenga mejor rendimiento y evite las lesiones.

BIOQUÍMICA EN EL FUTBOL.
El control bioquímico puede ser considerado como un medio complejo pero eficaz
para conseguir una correcta dirección del entrenamiento deportivo mediante la
utilización de la información obtenida en los análisis bioquímicos.
El control bioquímico consiste en identificar y evaluar los valores de los parámetros
metabólicos y / u hormonales que permiten obtener una información más profunda
sobre los procesos adaptativos en el organismo del deportista.
Un ejemplo de la importancia de esta ciencia y sus mejoras en la aplicación es el
chaleco que ahora permite medir durante el entrenamiento y la competencia, las
distancias que recorre el futbolista, su velocidad, oxigenación, saltos, impactos en
articulaciones, PH del sudor, midiendo en tiempo real varios aspectos para hacer
preventiva la lesión.
Creatinafosfokinasa (CPK)
La creatinafosfokinasa es una enzima que se encuentra principalmente en el
corazón, cerebro y los músculos, el CPK se encuentra en mayor cantidad en los
músculos esqueléticos, y un aumento significativo de su concentración, indica
posibles traumatismos del músculo por sobreentrenamiento, intoxicación causada
por el consumo de cocaína, inyecciones intramusculares, e inclusive por el
alcoholismo.

Desde edades tempranas se mantiene actualmente un control de esta encima, en


equipos profesionales y con recursos para ello, evitando así posibles lesiones
graves.

FISIOLOGÍA EN EL FUTBOL.
Esta ciencia es quizá la que más se estudia en el futbol sin superar por mucho
margen a las demás, los datos que arrojan el comportamiento de un futbolista, y las
labores físicas que realiza en un campo de juego es lo que motiva todo lo demás, la
bioquímica lo mantendrá sano para poder realizarlos, la biomecánica, lo hara hacer
mejores movimientos con menores esfuerzos, con mejores resultados, la morfología
lo mantendrá en un buen desarrollo muscular.
Los datos que se estudian el equipo Liverpool de la liga Inglesa los proporciona en
esta gráfica.

Figura 1. Distancias relativas cubiertas en distintas categorías de actividad, durante los partidos de fútbol.
La fisiología reúne todos los métodos existentes de entrenamiento para mejorar la
velocidad, la fuerza, la resistencia, la potencia. Mantener los niveles adecuados
de oxigenación, evitar la fatiga y otros factores que afectan el rendimiento durante
la competencia.

BIOMECÁNICA EN EL FUTBOL.
La biomecánica juego un papel importante en el proceso de enseñanza y
entrenamiento de los atletas, resultando fundamental para el control de
entrenamiento, mejorar la técnica deportiva y el rendimiento, para lo cual se
utilizan procedimientos biomecánicos que están encaminados a solucionar
movimientos, desde una óptica interna y externa.

Me parece importante mostrar la clasificación de la biomecánica en el siguiente


cuadro.
Áreas de la biomecánica deportiva.
SOCIOLOGÍA EN EL FUTBOL.
El futbol es un deporte de conjunto jugado por asociación con un balón o pelota,
por lo tanto, el atleta siempre estará ligado a la sociología, aprendiendo desde
temprana edad a compartir en sociedad. Asociarse para conseguir objetivos
deportivos y por lo consiguiente objetivos sociales.
La relación de deportista y entrenadores, siempre será una asociación modelo
para la sociedad. El proceso de entrenamiento es un experimento social por
excelencia, mezclando sin distinción a clase social, raza o color, por lo menos eso
es lo que se pretende en las sociedades deportivas.

PSICOLOGÍA EN EL FUTBOL.
Con demasiada frecuencia (afortunadamente cada vez menos), dadas las
reticencias del fútbol para abrir puertas a otros ámbitos relacionados pero que no
sean estrictamente deportivos, en este deporte se ha desconocido durante mucho
tiempo la relevancia de una especialidad relativamente joven que puede ayudar a
favorecer el rendimiento, mejorando la consecución de logros deportivos:
hablamos por supuesto, de la Psicología del Deporte.

Desde el punto de vista del deporte en cuestión, la Psicología del Deporte es un


campo de aplicación de la propia Psicología (aunque actualmente se considera
como una subdisciplina dentro de las Ciencias del Deporte), cuyos principios
determinan qué se aplicará en cada área. La progresiva especialización indica
cómo y en qué direcciones se aplicarán los principios psicológicos (Lorenzo, J.
1992). Por tanto, la Psicología del Deporte estudia fundamentalmente:

a. Los Factores Psicológicos que influyen en la participación y el Rendimiento


Deportivo.
b. Los Efectos Psicológicos derivados de la participación en un programa
deportivo o de ejercicio físico.

Importancia de la relación entrenador/docente y deportista/alumno

Para que el deportista o alumno se desarrolle de forma íntegra es necesario que


exista una relación coherente y bien compaginada con su entrenador/profesor.

El entrenador es una de las figuras más relevantes y claves en la iniciación


deportiva, y en el seguimiento posterior del deportista; ya que el propio entrenador
es el que planifica la preparación del futbolista y el que acompaña continuamente
al mismo. Convirtiéndose en muchas ocasiones en un segundo padre del
futbolista.
2. CONCLUSIONES.
 La tecnología ha ayudado a mejorar las técnicas en las ciencias del
deporte.
 Los métodos y las formas han cambiado pero los objetivos no han
cambiado significativamente a través de los años.
 El estudio del futbol con las ciencias aplicadas ha permitido mejorar en los
objetivos técnicos individuales y colectivos.
 Cana una de las ciencias esta estrechamente ligada al desarrollo deportivo
de los atletas.

3. ANEXOS.
Anexo 1 “Evaluación Morfológica y Funcional en Futbolistas Profesionales”
Introducción
La realización del trabajo de “Pretemporada” constituye una práctica corriente en
el ámbito del fútbol profesional. Durante este periodo que podría denominarse de
“preparación general” según la terminología clásica de la teoría del entrenamiento,
los objetivos se orientan hacia el desarrollo de las cualidades físicas de base:
fuerza, velocidad, potencia, capacidad aeróbica, flexibilidad, etc. Que sirvan de
sustento al desarrollo de las condiciones más específicas en un periodo posterior,
para la manifestación del máximo rendimiento posible en forma individual y
colectiva.
Lo que no es tan habitual es que se realicen evaluaciones previas de los
deportistas para conocer el estado de aptitud morfológica y funcional y fijar
objetivos colectivos o personales en ambos aspectos; además de descartar
problemas de salud desde el punto de vista clínico u ortopédico que pueden
redundar en déficit de rendimiento o en lesiones.
Si bien hay equipos que logran buenos resultados sin evaluar en absoluto y otros
que no logran tan buenas prestaciones en las competencias, evalúan todos los
aspectos señalados; las grandes exigencias orgánicas funcionales y estructurales
a las que se hallan sometidos los deportistas y la magnitud de lo que se pone en
juego, tanto desde el punto de vista del prestigio institucional como desde el
económico, justifica ampliamente la realización sistemática de estas valoraciones.
En este primer artículo desarrollaremos los aspectos generales de la evaluación
de futbolistas profesionales y luego en entregas posteriores analizaremos más
puntualmente cada variable en particular.
Las demandas fisiológicas del fútbol
En primer lugar, es un deporte de naturaleza intermitente, sobre una base de
moderada baja intensidad (más del 70% del tiempo de juego): caminatas, trote; se
superponen esfuerzos de gran demanda de velocidad-potencia: sprints, cambios
rápidos de dirección, saltos, remates, etc. los cuales en gran medida definen las
acciones principales y los resultados del juego, pero que no ocupan un elevado
porcentaje de las acciones totales de juego.
La capacidad de aceleración y desaceleración es una cualidad indudablemente
ligada con el rendimiento en esta disciplina.
Desde el punto de vista bioenergético, sobre una base aeróbica, se ejecutan
acciones con alta participación anaeróbica, principalmente del sistema fosfágeno y
en escasa medida lactácido. Los valores promedio de concentración de lactato al
final de primer tiempo y del partido, ronda los 7-9 mM. La mayor parte del tiempo
la demanda del consumo de oxígeno (VO2) ronda el 70 % del VO2 máximo, área
considerada de metabolismo prevalente lipídico.
Una característica interesante dada por la acumulación de fatiga (incremento de
lactacidemia, amoniaco y depleción glucogénica) es la disminución del número de
sprints hacia el final del partido, y la mayor incidencia de lesiones y sobre todo las
más graves, según distintas estadísticas, en la parte final de los eventos. Aunque
también se observa que el mayor número de goles se produce en la parte final del
partido. Los jugadores con menor contenido de glucógeno muscular (obtenido por
biopsias) antes durante y después del evento, recorren distancias menores y con
menor intensidad; lo cual debe tenerse en cuenta para la estrategia de nutrición y
reposición de carbohidratos del futbolista.
Las distancias recorridas varían en función del puesto, el grado de aptitud, las
condiciones ambientales y del terreno de juego, pero van desde los 7 a los 14 Km
por partido, siendo más elevadas en mediocampistas.
Una capacidad aeróbica incrementada implicará una mayor posibilidad de recorrer
mayores distancias, con menor fatiga, una recuperación más precoz, además de
las ventajas que de ello deriva.
Existe una pérdida de peso corporal de 1 a 3 kg por partido, dependiendo de las
condiciones de temperatura y humedad ambiental, que debe ser tenida en cuenta
al valorar la reposición de fluidos y carbohidratos del deportista.
Menos del 2% de las distancias recorridas son en posesión de la pelota, lo cual no
implica que se debe entrenar sin la pelota. Entre el 1 y el 4 % de las acciones
corresponden al pique explosivo lo que no implica que se deba descuidar esta
característica ya que estas acciones son las que definen el juego. A pesar de esta
característica las evaluaciones de potencia de miembros inferiores en futbolistas
no revelan altos valores en relación a otros deportes y no siempre es una cualidad
priorizada.
Otro aspecto a tener en cuenta es la relación de fuerza de grupos musculares
tanto de agonistas/antagonistas como del miembro contralateral, cuyo déficit
denominado “disbalance muscular” predispone a lesiones musculares y sobre todo
ligamentarias.
Factores Clínicos, Metabólicos y Ortopédicos
¿Qué aspectos se evalúa desde este punto de vista?
Desde el punto de vista clínico una correcta valoración implica la realización de un
correcto examen cardiorrespiratorio: auscultación, palpación de pulsos, valoración
de tensión arterial de reposo, electrocardiograma de reposo, variables
ventilatorias. Un aspecto fundamental de un adecuado examen cardiológico es la
prevención de muerte súbita en el deporte.
También la correcta observación de piel y faneras, presencia de adenopatías,
cicatrices quirúrgicas, etc.
En función de este examen se solicitan los estudios complementarios: radiografías
y estudios bioquímicos de sangre y orina para valorar aspectos metabólicos. Los
estudios bioquímicos pueden incluir la relación testosterona/cortisol y la presencia
elevada de enzimas relacionadas con estado de sobresolicitación funcional:
especialmente Creatinfosfokinasa, aldolasa y lactatodeshidrogenasa (marcadores
de sobreentrenamiento).
Desde el punto de vista ortopédico se deberá examinar la alineación postural de
miembros inferiores: déficits de apoyo de los pies, desejes en varo o valgo,
anomalías de torsión o de rotación, asimetría de longitud de miembros, déficit de
movilidad articular, acortamientos musculares, hipelaxitud o inestabilidad
ligamentaria (se confirman mediante radiografías con stress), integridad de
estructuras articulares, meniscales, etc. Valorar la alineación del tronco:
alteraciones de la columna, déficits musculares o articulares. Evaluar
correctamente la cintura escapular y los miembros superiores, especialmente en
arqueros: movilidad articular y estabilidad ligamentaria, fuerza y potencia muscular
adecuada, simetría bilateral, etc.
Si existen criterios clínicos puede confirmarse la presencia de disbalances
musculares o articulares, mediante test isocinéticos específicos para cada grupo
muscular o articulación involucrada.
Aspectos Estructurales
Muchas cualidades físicas y aspectos funcionales dependen de variables
estructurales. Desde hace tiempo están bien definidos los valores de referencia
tanto del somatotipo del futbolista de alto rendimiento, la proporcionalidad, índices
óseo-muscular, adiposo-muscular, etc así como la composición corporal ideal,
porcentaje graso, masa muscular, etc. Para que la valoración de estos aspectos
tenga validez y puedan ser tomados como parámetros de referencia de la
performance, se deben realizar con protocolos e instrumental validados
internacionalmente y a cargo de evaluadores acreditados.
Todas las prestaciones físicas van a depender de una masa muscular adecuada
en función de los requerimientos específicos de cada puesto, especialmente las
variables de fuerza, potencia y velocidad.
El exceso de grasa corporal representa un aspecto no deseable para el alto
rendimiento, por la necesidad energética incrementada de trasladar un peso extra
y por la mayor dificultad de regulación térmica que tal situación implica.
Valorar estos aspectos permite objetivar las condiciones de aptitud y tomar
decisiones adecuadas para implementar cambios individuales en el tipo de
entrenamiento y la nutrición del deportista.
Aspectos Funcionales: test de laboratorio, test de campo
Las evaluaciones funcionales abarcan básicamente la determinación de las
cualidades físicas y los sistemas bioenergéticos, además del umbral anaerobio y
las áreas fisiológicas o funcionales. Conocer el rendimiento en cada una de estas
variables en los deportistas individualmente, permite planificar y ajustar las cargas
de trabajo físico, especialmente durante el periodo preparatorio. El ajuste
personalizado de la dinámica de la carga permite evitar el sobreentrenamiento en
unos o la subestimación en otros.
Puedan aplicarse desde pruebas básicas realizadas en el campo de deportes o en
el gimnasio, como evaluaciones de velocidad , fuerza, potencia, agilidad,
flexibilidad, potencia aeróbica y anaeróbica, coordinación específica, etc. así como
sofisticados test en laboratorio como medición directa del consumo de oxígeno por
ergoespirometría computarizada, con o sin registro de variables cardiológicas
(electrocardiografía, tensión arterial) Evaluación ecocardiográfica y realización de
ecostress en aquellos casos que se justifique; determinación del umbral
anaeróbico por método ventilatorio, o bioquímico. También la valoración de las
llamadas áreas funcionales o fisiológicas según las distintas intensidades
individuales y el uso prevalente de combustibles (grasas o carbohidratos).
El conocimiento de todas estas variables permitirá comparar los valores con
referentes, fijar objetivos en forma personalizada, tomar decisiones adecuadas y
especialmente orientar las cargas de trabajo en función de los resultados.
Aplicaciones Prácticas
“El fútbol no es ciencia, pero la aplicación práctica de los conocimientos científicos
puede ayudar a mejorarlo”
Una correcta aplicación de estas consideraciones, especialmente al inicio de la
temporada y especialmente con los jugadores recién incorporados y los
promovidos de divisiones inferiores, implica tener en cuenta los siguientes
aspectos:

 Confección correcta de la Ficha de salud del deportista


 Realización de adecuados exámenes de preparticipación deportiva:
bioquímico, clínico, cardiológico, ortopédico, estructural y funcional.
 Testeos de aptitud física.

Aunque puede ser controvertido, también puede ser válida la aplicación de


cuestionarios psicológicos: de personalidad, de estado de ánimo, de adaptación e
integración social, autovaloración y confianza, liderazgo, etc. cuyo
conocimiento puede contribuir en gran medida a mejorar el rendimiento individual
y colectivo.
En conclusión, el conocimiento de los aspectos de salud, la valoración
antropométrica, la determinación del nivel de aptitud física estructural y funcional y
un correcto examen ortopédico en función del puesto en el campo de juego,
permiten cumplir los siguientes objetivos:

 Asegurar y mantener la salud


 Detectar condiciones que puedan limitar la práctica, favorecer el riesgo de
lesiones o patologías que puedan agravarse
 Asegurar que se cumplan los requisitos legales, de contratación, etc.
 Prevenir lesiones propias o de otros participantes
 Orientar la práctica deportiva y el entrenamiento de forma altamente
específica

Anexo 2. El control bioquímico en el fútbol


Publicado por: Prof. Rubens Valenzuela
El control bioquímico puede ser considerado como un medio complejo pero eficaz
para conseguir una correcta dirección del entrenamiento deportivo mediante la
utilización de la información obtenida en los análisis bioquímicos.
El control bioquímico consiste en identificar y evaluar los valores de los
parámetros metabólicos y / u hormonales que permiten obtener una información
más profunda sobre los procesos adaptativos en el organismo del deportista.
El Proceso de control es eficaz si se cuenta con profundas bases científicas. Los
investigadores que trabajan con el control bioquímico del entrenamiento tienen
que estar familiarizados con los resultados y los conceptos relacionados con la
adaptación metabólica de la actividad muscular.
Es conocido que en el organismo desde el punto de vista bioquímico se
originan una serie de procesos y mecanismos que permiten a este nivel los
procesos de homeostasis, algunos de ellos son:
Cambio en valores de enzimas glicolíticas y oxidativas, de glucosa sanguínea,
glucógeno hepático, del CrP, y la ATP-asa de la miosina e iones de calcio, sodio y
potasio fundamentalmente entre otros.
La velocidad de las reacciones glicolíticas y oxidativas.
Variación en el contenido de proteínas en las fibras musculares.
Se incrementa la resíntesis anaerobia y aeróbica en dependencia del tipo de
ejercicio.
El incremento de la interrelación metabólica, jugando un papel importante el
hígado
Se incrementan los valores de la hemoglobina en sangre, que trae como
consecuencia una mayor capacidad de oxigenación.
Se eleva el consumo de oxigeno durante el trabajo muscular.
Mayor redistribución del Ac. Láctico en la actividad muscular del miocardio.
CONTROL BIOQUÍMICO DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO.
Los métodos, medios, técnicas y procedimientos bioquímicos se utilizan cada vez
más en el entrenamiento de los deportistas, como guía del efecto inmediato o
mediato al mismo. Cada ejercicio se realiza para conseguir un cambio específico
en el organismo y el cambio resultante (objetivo) hace posible comprobar la
eficacia de cada uno de estos ejercicios o grupo de ejercicios. La principal ventaja
del control bioquímico es que permite confirmar los cambios que experimenta el
organismo y controlar la eficacia del entrenamiento respecto a una respuesta
específica.
DATOS DE JUGADORES ARGENTINOS JUVENILES.

Afortunadamente la ciencia ha avanzado enormemente en el campo deportivo, y


aunque el fútbol no sea una ciencia, la ciencia cada día llena al deporte de más
posibilidades de triunfo, por ese motivo tener en cuenta los principios del
entrenamiento deportivo, al igual que las grandes ayudas que ofrecen los
exámenes de laboratorio con los marcadores bioquímicos de la fatiga muscular
ayudan relevantemente a la prevención de lesiones.
Creatinafosfokinasa (CPK)
La creatinafosfokinasa es una enzima que se encuentra principalmente en el
corazón, cerebro y los músculos, el CPK se encuentra en mayor cantidad en los
músculos esqueléticos, y un aumento significativo de su concentración, indica
posibles traumatismos del músculo por sobreentrenamiento, intoxicación causada
por el consumo de cocaína, inyecciones intramusculares, e inclusive por el
alcoholismo.
Los valores normales de la CPK en hombres adultos sanos son de 24 a 190 U/L y
en mujeres es de 166 U/L, estos valores van disminuyendo con la edad, y existen
de tres tipos: la CPK (BB) predomina en el cerebro, CPK (MM) predomina en el
músculo esquelético y la CPK (MB) que predomina en el corazón.
La CPK (MM) es la izoensima más abundante en el total de CPK, si esta se eleva,
debemos relacionarla con lesiones o daños musculares principalmente
ocasionados por el sobreentrenamiento, por este motivo se deben realizar
chequeos de CPK periódicamente y así establecer o descartar lesiones
musculares.
Cortisol.
El cortisol es una hormona que se produce en las glándulas suprarrenales, su
medición nos puede mostrar la capacidad del deportista para obtener energía, los
niveles altos de cortisol nos indican que el entrenamiento no está siendo bien
asimilado por lo que se debe replantear el plan de trabajo.
El examen se realiza recogiendo una muestra de sangre y los valores varían de
acuerdo a la hora que se tome la prueba, los valores normales am es de 5 a 20
microgramos/decilitro y pm de 35 a 45 microgramos/decilitro.
En conclusión, es de manera importante que el preparador físico establezca junto
al médico, los exámenes bioquímicos a tener en cuenta, estos datos facilitarán el
trabajo del entrenador marcando pautas importantes en el trazado del plan de
entrenamiento, cabe recordar que no es un trabajo exclusivo del preparador físico,
pues el médico es el especialista y es él quien determina los niveles de cada
prueba y los posibles pasos a seguir.
Creatina.
La creatinina es el resultado final de la degradación de la creatina, la cual es una
molécula sumamente importante en la generación de energía ya que puede ser
transformada en ATP.
Los valores normales de creatinina en un adulto hombre sano es de 0,5 a 1,5
mg/decilitro y en las mujeres adultas sanas los valores son de 0.5 a 1,2
mg/decilitro, este examen al igual que los anteriores se hace por medio de una
muestra de sangre, en medicina general esta prueba más bien hace referencia a
posibles problemas de orden renal pero en el campo deportivo, un nivel elevado
de creatinina, puede mostrarnos la regulación hídrica corporal.
Al igual que el nitrógeno ureico, esta prueba nos indica el estado de la función
renal de los deportistas, y se recomienda hacerla en aquellos que sus niveles de
urea son constantemente elevados.
Lic. Carlos Virrareal.

Anexo 3. Aspectos Fisiológicos del Fútbol


Thomas Reilly1
Centro de Ciencias del Deporte y del Ejercicio. Universidad John Moore, Liverpool, Inglaterra.
1

Resumen

Este artículo de revisión cubre aspectos seleccionados de la aplicación de la


fisiología del fútbol. El análisis de las intensidades y de los factores que afectan las
tasas de esfuerzo brinda una base para describir las intensidades de ejercicio
durante los partidos. Las respuestas fisiológicas al juego de fútbol indican
intensidades moderadas a altas, respuestas anaeróbicas elevadas e intervaladas,
y la reducción en las reservas de glucógeno muscular hacia el final del partido. Las
actividades relacionadas con el juego imponen un estrés fisiológico particular
sobre los jugadores. Las demandas del partido tienen implicancias en la
formulación de los sistemas de entrenamiento y en la atención a la especificidad
de las habilidades en el fútbol.

INTRODUCCIÓN

Las demandas fisiológicas del juego de fútbol están representadas por las
intensidades a las cuales se llevan a cabo las distintas actividades durante un
partido. Esto tiene implicancias en cuanto a la capacidad física necesaria de los
jugadores y también para la determinación de adecuados regímenes de
entrenamiento. Debido a que los esquemas de entrenamiento y competencia de
los jugadores profesionales comprenden sus roles ocupacionales, esto tiene
consecuencias para sus actividades habituales, requerimientos energéticos diarios
y gastos calóricos. También existen repercusiones para la prevención de lesiones,
en la medida de lo posible, y para la adecuada rehabilitación de lesiones de los
tejidos blandos.

La intensidad del esfuerzo durante el fútbol competitivo puede indicarse por la


distancia total cubierta. Esta representa una medición global de la tasa de
esfuerzo, la cual puede ser dividida en las acciones discretas de un jugador
particular, durante todo el juego. Las acciones o actividades se pueden clasificar
de acuerdo al tipo, intensidad (o calidad), duración (o distancia), y frecuencia. La
actividad se puede establecer en base al tiempo, por lo que puede calcularse el
promedio de las proporciones ejercicio-pausa. Luego, estas proporciones pueden
utilizarse en estudios fisiológicos diseñados para representar las demandas del
fútbol, y también en los elementos condicionantes de los programas de
entrenamiento de los jugadores. Estas tasas de esfuerzo pueden ser aumentadas
a través del monitoreo de las respuestas fisiológicas, cuando sea posible.

En este artículo, se cubren distintos aspectos de la fisiología del fútbol. Antes de


revisar las respuestas fisiológicas al juego se consideran las tasas de esfuerzo
durante el partido, y los actores que influyen en los perfiles de intensidad. Las
respuestas están restringidas a la frecuencia cardiaca y a mediciones metabólicas.
Se mencionan también las implicancias en la compatibilidad entre las demandas
del juego, los estímulos de entrenamiento, y las mediciones de la capacidad física,
aunque la revisión de la aptitud física de los jugadores está fuera de la óptica del
presente artículo.

PERFILES DE TASAS DE ESFUERZO

Las primeras investigaciones en Liverpool sobre las tasas de esfuerzo en el fútbol


se publicaron a mitad de los setenta El método adoptado para el análisis del
movimiento probó ser confiable, objetivo, y válido (4). El mismo utilizaba un plano
del campo, complementado con conos visuales alrededor del mismo. Se
registraban los eventos desarrollados por un jugador durante todo el partido, a
través de comentarios codificados en un grabador, acoplados a la grabación de un
video de las mismas actividades.

Otros investigadores reportaron modificaciones de este método de análisis del


movimiento en jugadores australianos (58), belgas (57), canadienses (24),
daneses (4), y japoneses (32). Otras investigaciones han incorporado filmaciones
de muestras de individuos, hasta eventualmente abarcar todo el equipo (50),
tomas elevadas de la cancha para el análisis de movimientos con utilización de
computadoras (57), y cámaras sincronizadas para el cálculo de actividades
utilizando trigonometría (32). También se han utilizado, métodos de anotación
manual para registrar las actividades sobre papel (13, 21), si bien los análisis
computados de anotación (17), actualmente utilizados para analizar los patrones
de juego, tienen el uso potencial de brindar información sobre las intensidades.
Cualquiera sea el método adoptado, debe obedecer a las especificaciones del
control de calidad (41).

Figura 1. Distancias relativas cubiertas en distintas categorías de actividad,


durante los partidos de fútbol.
Un resumen de las tasas de esfuerzo generales reportadas en la literatura (Tabla
1), indica que los defensores deberían ser capaces de cubrir 8-l2 km durante el
transcurso del partido. Esto se realiza de manera más o menos continua. La
distancia total cubierta sólo es una medición somera de la tasa de esfuerzo,
debido a los frecuentes cambios en las actividades. Estas se acercan a 1.000
actividades diferentes en un partido, o a una pausa en el nivel o tipo de actividad
cada 6 seg (41). Los cambios abarcan alteraciones en el ritmo y en la dirección del
movimiento, ejecución de habilidades de juego, y persecución de los movimientos
de los oponentes.

La distancia total cubierta por los jugadores de campo durante un partido se


reparte de la siguiente manera: el 25 % caminando, 37 % haciendo jogging o trote
suave, 20% corriendo a velocidad crucero submáxima, 11 0/o haciendo piques. y 7
% moviéndose hacia atrás (41), Mezcladas con las categorías principales se
encuentran los movimientos laterales y diagonales. Estas cifras (Figura 1) son
representativas del juego contemporáneo en las primeras divisiones de Inglaterra,
como se confirmó a través de las observaciones de dos jugadores de Copa del
Mundo que jugaron en la Liga Inglesa en 1990. Aparentemente, éstas son
indicativas de otras ligas nacionales importantes en Europa y de alto nivel en
Japón (60).
Tabla 1. Distancia media cubierta por partido de acuerdo a distancias fuentes

Las categorías de “velocidad crucero” y piques pueden combinarse representando


la actividad de alta intensidad en el fútbol. Se observa entonces, que la proporción
entre el ejercicio de baja y alta intensidad es de casi 2.2 a 1, en términos de
distancia cubierta (41). En términos de tiempo, esta proporción es de casi 7 a 1
(24). Esto denota un gasto de energía predominantemente aeróbico. En promedio,
cada jugador tiene un corto período de pausa de sólo 3 seg cada 2 min., sin
embargo, en los niveles inferiores de juego, donde los jugadores son mas reacios
a correr para apoyar a un compañero en posesión de la pelota, los descansos son
más largos y ocurren más frecuentemente. Por lo general, menos del 2% de la
distancia total cubierta por futbolistas de alto nivel se cumple en contacto con la
pelota. La gran mayoría de las acciones se llevan a cabo sin la pelota, ya sea
corriendo para buscar una pelota, apoyar a un compañero de equipo, contrarrestar
la marca de un jugador, saltar o marcar a un oponente, o tocar la pelota con un
sólo pase.

Si bien la mayor parte de la actividad durante un juego de alto nivel se realiza a


una intensidad baja o submáxima, no se puede subestimar la importancia de los
esfuerzos de alta intensidad. Los jugadores generalmente tienen que correr con
esfuerzo (velocidad crucero) o realizar un pique cada 30 seg., pero corren al
máximo una vez cada 90 seg. EI timing o coordinación de estos esfuerzos
anaeróbicos, sean o no en posesión de la pelota, es crucial ya que su éxito juega
un papel predominante en el resultado del partido.

FACTORES QUE AFECTAN LAS INTENSIDADES DE TRABAJO

La tasa de esfuerzo está determinada, en gran parte, por la posición de juego del
futbolista. Las mayores distancias son cubiertas por los mediocampistas, quienes
tienen que actuar como lazos entre la defensa y el ataque. Esto se ha observado
en partidos de la liga Inglesa (41), Sueca (13) y Danesa (6). En los estudios con
los jugadores de la Liga Inglesa, los defensores mostraron la mayor versatilidad
(Figura 2)

A pesar de que los defensores cubrieron una mayor distancia total, recorrieron
menos distancia con sprints. La mayor distancia cubierta con piques se observó
entre los atacantes y mediocampistas. La mayor distancia total cubierta por los
mediocampistas daneses se llevó a cabo corriendo a velocidades bajas. Esto
denota un tipo de actividad aeróbica para los mediocampistas en particular. En los
zagueros centrales y los líberos se observa un perfil de tipo más anaeróbico. El
ritmo de caminata se observó que era más lento en los zagueros centrales que en
cualquier jugador de otra posición (41). Los zagueros centrales y los atacantes
tienen que saltar más frecuentemente que los defensores o los mediocampistas
(41, 58). La frecuencia de un salto cada 5-6 min denota que si bien la resistencia
en saltos podría no ser tan importante en fútbol como en básquetbol y voleibol, la
potencia anaeróbica y la habilidad para saltar bien verticalmente son requisitos
para jugar en la de defensa central y en el ataque como jugador clave.
Figura 2. Distancias medias (± DS) cubiertas durante un partido de fútbol, por los
jugadores de distintas posiciones (de Reilly y Thomas [41]).

Se ha observado que el arquero cubre casi 4 km durante un partido (41). El tiempo


que pasa parado es mucho mayor que para los jugadores de otras posiciones. El
perfil de intensidad supone esfuerzos anaeróbicos de corta duración cuando esta
comprometido directamente en el juego. El arquero está envuelto en el juego más
que cualquiera de los jugadores de campo, a pesar de que el grado en que esto
ocurre, se vio reducido a partir de los cambios reglamentarios introducidos en
1992, para evitar pases hacia atrás por los defensores. Esta regla sólo ha tenido
un efecto marginal sobre las actividades de los jugadores de campo.

La capacidad de mantener un ejercicio prolongado depende de una elevada


potencia aeróbica máxima (VO2 máx.) pero el límite superior al cual se puede
sostener un ejercicio continuo está influenciado por el denominado umbral
anaeróbico y por la alta utilización fraccional del VO2 máx. (23). Se ha estimado
que en el fútbol se utiliza un consumo de oxígeno correspondiente al 75% del
VO2 máx. (35), valor probablemente cercano al umbral anaeróbico en los
futbolistas de alto nivel. Se ha mostrado que los jugadores de medio campo de la
Liga Inglesa tienen valores más elevados VO2 máx., que los jugadores de otras
posiciones. Se observó que el VO2 máx., está significativamente relacionado con
la distancia cubierta en un partido, subrayando la necesidad de altas intensidades
y un elevado nivel de capacidad aeróbica, particularmente en los mediocampistas.
Snaros (53) reporto esta fuerte relación entre el VO2 máx., y la distancia recorrida
por partido, pero también noto que el VO2 máx. influye en el número de piques que
los jugadores realizan. Bangsboo y Lindquist (4) mostraron que la distancia
recorrida estaba relacionada con el rendimiento en una evaluación continua de
campo de 2,16 km., con el máximo consumo de oxígeno y con el consumo de
oxígeno correspondiente a un nivel de lactato sanguíneo de 3 mmo1/L.
Aparentemente, la tasa de esfuerzo en los partidos de fútbol depende de los
indicadores fisiológicos de la capacidad aeróbica, tal como se observa en
corredores de fondo (18).

El estilo de juego podría influir en las tasas de esfuerzo de los jugadores. El


énfasis en retener la posesión, demorar el ritmo de juego, y retrasar los
movimientos de ataque hasta tener oportunidades de penetrar en la línea
defensiva, significa que se debe poner énfasis en la velocidad de los movimientos
en tales fases críticas del partido. Por el contrario, el método directo del juego,
como el utilizado por el equipo irlandés en el Campeonato Europeo de 1988 y en
la Copa del Mundo de 1990, incrementa el ritmo del juego en todo momento. Los
principales elementos son la transferencia rápida de la pelota de la defensa al
ataque para crear oportunidades de convertir, el uso de pases largos más que una
secuencia de pases cortos, el aprovechamiento de los errores defensivos, apurar
a los oponentes a cometer errores cuando están en posesión de la pelota, y el
turnarse de los mediocampistas para apoyar a los atacantes cuando están en la
ofensiva (46). Este estilo de juego tiene un efecto de nivelación sobre la tasa de
esfuerzo ya que se espera que todos los jugadores realicen ejercicios a una alta
intensidad sin la pelota. Un equilibrio similar de las demandas en la capacidad
aeróbica se aplica al estilo de juego de fútbol total, exhibido al principio por el
equipo nacional de Holanda en 1974 y característico de muchos clubes europeos
de alto nivel (por ejemplo, el Milan).
FATIGA

La fatiga se define usualmente como la disminución en el rendimiento debido a la


necesidad de seguir realizando esfuerzos. En el fútbol puede manifestarse como
el deterioro de la intensidad hacia el final del partido. Los estudios que compararon
las tasas de esfuerzo entre el primer y el segundo tiempo han brindado evidencia
de la ocurrencia de fatiga.

Se observó que los jugadores de una Universidad Belga cubrían, en promedio,


una distancia de 444 m más en el primer tiempo que en el segundo (57). Bangsbo
y cols. (6) reportaron que la distancia recorrida en el primer tiempo era 5 % mayor
que en la segunda mitad. Esta disminución no necesariamente ocurre en todos los
jugadores. Reilly y Thomas (41) notaron una relación inversa entre la capacidad
aeróbica (VO2 máx.) y la disminución en la intensidad. Los jugadores con mayores
valores de VO2 máx., aquellos mediocampistas y defensores laterales, no
mostraron una caída significativa en la distancia recorrida en el segundo tiempo.
Por el contrario, todos los zagueros centrales y el 86 % de los atacantes tuvieron
valores más altos en el primer tiempo, con una diferencia significativa con respecto
al segundo tiempo. Aparentemente, el impacto de un alto nivel de capacidad
aeróbica es especialmente evidente en las últimas etapas de un partido.

La cantidad de glucógeno almacenado en los músculos del muslo antes del


partido parece tener una importante función protectora contra la fatiga. Se observó
en jugadores de clubes suecos con bajos contenidos glucogénicos en el vasto
lateral que cubrían una distancia 25 % menor que los otros jugadores (50). Se
observó un efecto más marcado para la velocidad de carrera; aquellos con bajas
reservas de glucógeno muscular antes del encuentro cubrieron el 50 % de la
distancia total caminando y el 15 % a velocidad máxima, en comparación con los
jugadores con altas concentraciones glucogénicas, quienes recorrieron el 27 %
caminando y el 24 % realizando sprints. En la preparación inmediata para la
competencia se recomienda prestar atención a la dieta y evitar la deplección
glucogénica producida por un entrenamiento muy intenso. Estas consideraciones
serían de suma importancia cuando los partidos se extienden más allá de los 90
min. (por ejemplo, 30 min mas).

Si bien los goles pueden convertirse en cualquier momento durante el partido, la


mayoría se hacen hacia el final del mismo. Esto está ejemplificado por datos de la
Liga Escocesa durante un período extendido en la temporada 91-92. En los 10 min
finales de juego se produjo una tasa de conversión mayor que el promedio. Esto
no puede ser simplemente explicado por una caída en la intensidad ya que esto
estada balanceado, lógicamente, para los dos equipos. Podría explicarse por el
deterioro más pronunciado entre los defensores lo cual les da una ventaja a los
atacantes, hacia el final. Alternativamente podría estar relacionado con una fatiga
mental, lapsus en la concentración como consecuencia del esfuerzo físico
sostenido, lo que lleva a errores tácticos y abre la posibilidad de convertir goles.
Este fenómeno podría ser un factor inherente en el juego, siendo más importante
jugar hacia el final a pesar de la caída en las capacidades físicas. Sin importar la
naturaleza del fenómeno, un equipo que está fisiológica y tácticamente preparado
para soportar 90 min de juego intenso, es probable que sea muy efectivo.

Las condiciones ambientales también podrían limitar la intensidad de ejercicio que


puede mantenerse durante un partido de fútbol, o acelerar la aparición de la fatiga.
Algunos encuentros importantes, por ejemplo, las finales de las Copas Mundiales
de España 1982 e Italia 1990, se llevaron a cabo en condiciones calurosas, con
temperaturas ambiente rondando los 30 C º. Cuando tales condiciones se
combinan con una humedad elevada, la tasa de esfuerzo es afectada de manera
adversa. El rendimiento estará influenciado tanto por la elevación de la
temperatura corporal como por la deshidratación, y la generación de sudor será
inefectiva para perder calor cuando la humedad relativa es del 100 %. Se ha
observado que la función cognitiva, que se expresa como la toma de decisiones
requeridas durante el partido, se mantiene mejor durante los 90 min de ejercicio
continuo cuando se les suministra agua a los jugadores, en comparación con
condiciones de control (47). Cuando Los futbolistas tienen que jugar en el calor, es
importante la adecuada hidratación antes del ejercicio y durante el periodo de
descanso, La oportunidad de aclimatarse al calor antes de competir en torneos en
climas cálidos, es un elemento esencial en la preparación sistemática para tales
eventos. Esto podría llevarse a cabo eligiendo estratégicamente los lugares de
entrenamiento, realizándose una buena adaptación fisiológica dentro de los 10 a
14 días de la exposición inicial al calor, o exposiciones regulares o frecuentes al
calor en una sala climatizada (27).

Es probable que las principales consecuencias de jugar en climas fríos estén


asociadas con la posibilidad de lesionarse. Esto podría ser más pronunciado
cuando se juega en canchas congeladas sin contar con los equipos calefacción
subterránea. El rendimiento muscular se deteriora a medida que disminuye la
temperatura muscular (71); por lo tanto, sería importante realizar una buena
entrada en calor antes del partido en un clima frío y el uso de ropa deportiva
adecuada para mantener el calor y evitar un perjuicio sobre el rendimiento.
También está establecido que es más probable que se produzcan lesiones en los
jugadores si la rutina de entrada en calor es inadecuada (40). Por lo tanto, se
deberían realizar ejercicios antes del partido que comprometan los grupos
musculares utilizados durante el juego, particularmente en la ejecución de las
habilidades en fútbol.

RESPUESTAS FISIOLÓGICAS AL JUEGO


Si fuera posible medir de manera directa tanto el gasto energético durante la
competencia como la potencia aeróbica máxima, se podría precisar la carga
metabólica relativa durante el juego de fútbol. Las mediciones directas realizadas
a partir de la recolección del aire espirado en bolsas de Douglas han indicados
tasas de gasto energético de 22-44 kJ/min (61). Es probable que estos valores
estén subestimados debido a las restricciones impuestas sobre los jugadores por
los aparatos y también a la poca habilidad de los sujetos utilizados en estas
investigaciones. Seliger (51, 52) reportó valores más altos para jugadores checos,
obteniendo cifras medias de 54.8 kJ/min para el gasto calórico y 76.0 L/min para la
ventilación por minuto. El VO2 de 35.5 ml/kg/min esta en estrecha concordancia
con los valores de 35-38 y 29-30 ml/kg/min para dos jugadores japoneses (29).
Estos intentos para la recolección de datos es probable que hayan perturbado las
actividades de los jugadores. Una estrategia alternativa de investigaci6n ha sido
medir la frecuencia cardiaca durante el partido junto con las observaciones de las
relaciones frecuencia cardiaca-VO2 máx. determinadas durante una carrera en
cinta ergométrica. Aceptando las imperfecciones en tales extrapolaciones de las
condiciones de laboratorio al campo, la frecuencia cardiaca es un indicador útil del
esfuerzo fisiológico general durante el partido.

Tradicionalmente, para monitorear la frecuencia cardiaca durante partidos


amistosos o competiciones simuladas se han utilizado sistemas de telemetría de
largo alcance (33, 34, 35). En los últimos años se han adoptado sistemas
telemétricos de corto rango (Sport-Tester) (2). Los resultados confirman que el
esfuerzo circulatorio durante el partido es relativamente alto y no tiene una gran
fluctuación en el mismo (Tabla 2). Rohde y Espersen (48) reportaron que la
frecuencia cardiaca se acercaba al 77 % del rango de la misma (frecuencia
máxima - frecuencia en reposo) durante el 66 % del tiempo de juego. Para la
mayor parte del tiempo restante la frecuencia cardiaca estaba por sobre este nivel.

La frecuencia cardiaca en el fútbol varía con la intensidad y por lo tanto, puede


diferir entre las posiciones de juego, y entre el primer y el segundo tiempo. Van
Gool y cols. (57) reportaron valores medios de 155 Lat/min para un zaguero
central y para un defensor lateral, 170 para un mediocampista y 168 y 171 L/min
para dos delanteros. Este patrón estuvo estrechamente relacionado con las
distancias recorridas por los jugadores en un partido. El mismo grupo de
investigación reporto valores promedio para el equipo de una Universidad belga
durante un partido amistoso de 169 Lat/min en el primer tiempo y 165 L/min el
segundo tiempo. Nuevamente, las respuestas fisiológicas reflejaron una caída en
la tasa de esfuerzo durante la segunda mitad. Estas tendencias han sido
confirmadas en partidos jugados por equipos de Universidades inglesas (G.
Florida-James y T. Reilly, datos no publicados).

En varios estudios se ha utilizado la frecuencia cardiaca para estimar la carga


metabólica relativa durante el partido. La mayoría estima que la intensidad del
ejercicio en fútbol es de casi el 75-80 % del VO2 máx. (13, 37). Si bien las
limitaciones para extrapolar las condiciones de laboratorio al campo, utilizando
datos de regresión de FC-VO2, sugieren que esta cifra podría representar una
sobreestimación, los cálculos mas abarcativos indican que este error no es muy
grande (4, 6).

Tabla 2. Valores medios de la frecuencia cardiaca (Lat/min) en el fútbol.

La intensidad del ejercicio también se puede indicar a través de las


concentraciones lactato sanguíneo. Han sido observados niveles de lactato
progresivamente mayores en partidos de la cuarta a la primera división de la liga
Sueca (13). Gerisch y cols. (16) demostraron que los niveles más elevados de
lactato sanguíneo están asociados con marcaciones hombre a hombre, en
comparación con la marcación de zona. Ekblom (13) observó que en los niveles
más elevados de juego se registran frecuentemente valores picos mayores a los
12 Mmol/L. La actividad no podría mantenerse de manera continua bajo tales
condiciones, lo cual refleja las consecuencias intermitentes del metabolismo
anaeróbico durante la cornpetencia. Si bien la mayoría de los estudios sobre la
concentración de lactato sanguíneo han mostrado valores de 4-6 Mmol/L durante
el juego (Tabla 3). Tales mediciones son determinadas por la actividad en el quinto
minuto previo a obtener las muestras sanguíneas. Consecuentemente, por lo
general se observan valores más altos cuando los resultados se obtienen en el
entretiempo, en comparación con el final del partido.
Tabla 3. Promedio (± DS) de concentraciones de lactato sanguíneo (Mmol/L) en el
fútbol.
FISIOLOGÍA DE LAS ACTIVIDADES RELACIONADAS CON EL JUEGO.

La distancia cubierta en un partido subestima la energía gastada, ya que no se


tienen en cuenta las demandas adicionales de las habilidades del juego Estas
incluyen las frecuentes aceleraciones y desaceleraciones, carreras angulares
cambios de dirección, saltos para competir por la posesión, marcas, evasión de
marcas, y los múltiples aspectos del compromiso directo en el juego. Se han
realizado algunos intentos de cuantificar estas demandas fisiológicas adicionales.

Dribblear con la pelota es un ejemplo de una habilidad de juego interesante para la


investigación fisiológica en el ámbito del laboratorio. ReilIy y Ball [38] examinaron
las respuestas fisiológicas al dribbling con una pelota de fútbol, en una cinta
ergométrica a velocidades de 9, 10, 5. 2, y 13.5 km/h, cada esfuerzo durante 5
minutos. Una caja de rebote en el frente de la cinta devolvía la pelota a los pies del
jugador luego de cada toque hacia adelante. El procedimiento permitía un control
exacto de la actividad del jugador, mientras se medía el aire espirado, el nivel de
lactato sanguíneo, y la percepción del esfuerzo. Se observo

que el costo energético del dribbling, el cual suponía un toque de la pelota cada 2-
3 ciclos completos de zancadas, aumentaba linealmente con la velocidad de
carrera. El costo adicional de dribblear se mantuvo constante en 5.2 kJ/min (Figura
3). Es probable que este valor varíe en las condiciones de campo, de acuerdo a la
cercanía del control de la pelota que ejerza el jugador.
Cuando se realiza un “dribbling” teniendo un buen control de la pelota, el ritmo de
zancada aumenta y se acorta la longitud de la misma en comparación con una
carrera normal, a la misma velocidad; es probable que estos cambios contribuyan
al costo energético adicional. Aumentar o disminuir la longitud de zancada más
allá de la libremente elegida por el individuo, provoca un aumento en el consumo
de oxígeno (9). El costo energético podrá acentuarse aún más en los partidos, ya
que el jugador cambia las características del paso de manera irregular o realiza
movimientos laterales mientras está en posesión de la pelota para esquivar a un
rival. Cuando se realizan dribblings quizás sea necesaria la reducción en la
longitud de pasos para tener un contacto controlado y efectivo con la pelota, y
dirigirla hacia adelante con la fuerza justa y necesaria. La actividad muscular
requerida para patear la pelota, y la acción de los músculos sinérgicos y
estabilizadores para facilitar el balance mientras se ejecuta la patada,
probablemente también contribuyan al costo energético adicional.

Figura 3. Las respuestas fisiológicas a diferentes velocidades son mayores cuando


se realiza "dribbling" (о) con la pelota que una carrera normal (•) (de Reilly y Ball
(38)).

La percepción del esfuerzo también aumenta con el “dribbling” de manera paralela


con la elevación en el metabolismo (38). Es probable que los esfuerzos máximos
estén limitados por el techo en la percepción del esfuerzo, y por lo tanto, podrían
no lograrse velocidades máximas de carrera en las prácticas de “dribblig” a menos
que se reduzca la frecuencia de contacto con la pelota. En efecto, esto se hace en
ocasiones cuando el jugador patea la pelota hacia adelante para darse espacio a
sí mismo y acelerar para pasar a un oponente que está quieto.

Los niveles de lactato sanguíneo también son elevados como consecuencia de


“dribblear” con la pelota, con concentraciones de lactato en un incremento
desproporcionado a altas velocidades (Figura 3). En el estudio Reilly y Ball (38) el
umbral de inflexión del lactato se estimó que ocurría a 10.7 km/h para el
“dribbling”, pero no hasta los 11.7 km/h en la carrera normal. Esto indica que el
esfuerzo metabólico del “dribbling” rápido será subestimado a menos que se
considere la carga anaeróbica adicional.

Casi el 16% de la distancia cubierta por los jugadores en un partido se desarrolla


moviéndose hacia atrás o hacia los costados. Este porcentaje es mayor en los
defensores quienes, por ejemplo, tienen que regresar rápidamente desde la mitad
contraria o moverse hacia los costados. Se han examinado los costos fisiológicos
adicionales de las direcciones no convencionales de movimientos, haciendo correr
a nueve jugadores de fútbol en la cinta ergométrica a velocidades de 5, 7, y 9
km/h, corriendo normalmente, o hacia atrás, o hacia los costados (39). El costo
energético extra de los modos no ortodoxos de carrera aumentó
desproporcionadamente en función de la velocidad de movimiento. Correr hacia
atrás y hacia los costados no fueron diferentes entre si en términos de gasto
calórico o tasas de percepción subjetiva del esfuerzo (Tabla 4). Claramente,
mejorar la eficiencia muscular en estos modos no convencionales de movimiento,
beneficiaría al jugador.
Tabla 4. Promedio (± DS) de la energía gastada (kJ) y tasas de percepción de
esfuerzo, con tres velocidades y tres modos direccionales de movimiento (n =9);
de Reilly y Bowen (39).
ENTRENAMIENTO Y ACTIVIDADES HABITUALES

Las características del programa de entrenamiento (intensidad, frecuencia,


duración, modo de ejercicio) son manipuladas por los técnicos. Por lo tanto, los
estímulos de entrenamiento dependen de cómo se organizan los regímenes de
actividad. Es difícil de caracterizar al entrenamiento de los jugadores de fútbol a la
luz del principio de que el entrenamiento debería ser específico a los requisitos del
juego. Sin embargo, el mismo podría clasificarse tal se muestra en la Figura 4, la
cual proporciona la distribución del tiempo de estos componentes, en una
investigación de fútbol de la Liga inglesa (33).

En la Tabla 2 (ver anteriormente) se indicaba la intensidad de entrenamiento


reflejada por la frecuencia cardiaca media. Esta tabla muestra que los jugadores
están preparados para resistir un mayor estrés fisiológico durante los partidos. Las
evaluaciones de campo son considerablemente poco confiables en jugadores de
fútbol (36), a menos que se incorporen aspectos semejantes a la actividad en el
juego.

El entrenamiento de la flexibilidad también es importante para el fútbol. Ekstrand


(14) demostró que la rigidez muscular era una característica de los jugadores de
fútbol, particularmente en los grupos musculares isquiotibiales y abductores. En un
estudio prospectivo que empleaba entrenamiento de la flexibilidad, se observó que
la incidencia de lesiones fue menor en una muestra experimental de jugadores
(que practicaban entrenamiento de flexibilidad).

Se debe enfatizar la necesidad de mantener un balance entre los componentes


integrales de un programa de entrenamiento. El entrenamiento en la pretemporada
tiende a remarcar los estímulos aeróbicos los cuales podrían interferir con la
fuerza muscular (42, 43). Durante la temporada competitiva la capacidad aeróbica
tiende a estabilizarse mientras que los niveles de fuerza muscular crecen hasta
alcanzar el nivel óptimo. Una de las consecuencias de la disminución en la fuerza
muscular al comienzo de la temporada es que los jugadores pueden volverse más
vulnerables a las lesiones. Los futbolistas con mayores niveles de fuerza al
comienzo de la temporada fueron capaces de permanecer sin lesiones a lo largo
de la misma, comparados con jugadores con menores niveles de fuerza (43, 44).

Figura 4. Distribución del tiempo de entrenamiento para equipos de la Liga


Inglesa. Los valores son en porcentaje del tiempo total de entrenamiento.
Figura 5. Gasto calórico diario (en MJ/día) de jugadores profesionales de fútbol, de
acuerdo a los días de la semana (de Reilly y Thomas (43).

Normalmente, los jugadores de fútbol compiten cada fin de semana y este


esquema les permite una preparación gradual hasta lograr un pico en la carga de
entrenamiento a mitad de semana y un tapering-off para el siguiente partido. Esto
está ilustrado por las tendencias en los gastos calóricos diarios a lo largo de la
semana (Figura 5). Este patrón es un resguardo contra el sobreentrenamiento y
contra la reducción de los niveles de glucógeno muscular antes del partido. Sin
embargo, no es posible utilizar este modelo cuando los jugadores tienen
calendarios competitivos más desorganizados, incluyendo partidos extras a mitad
de semana. En tales circunstancias, sólo se podrán incluir algunos componentes
de los estímulos de entrenamiento fisiológico entre los partidos, y los encuentros
en sí brindarán el principal estímulo fisiológico.

Las oscilaciones en el gasto energético durante una semana normal tienen


implicancias en la forma en que los futbolistas organizan sus dietas. En general,
éstas tienden a ser imperfectas, tanto en términos de la ingesta calórica total como
de la distribución de macronutrientes (20). Sin embargo existen excepciones: el
ejemplo en la Tabla 5 se acerca, en muchos aspectos, a las distribuciones
recomendadas para jugadores de fútbol de alto nivel (19, 59). Estas incluyen
proporciones de 10-12 % de proteínas, 25 % de grasas, y 65-70 % de
carbohidratos, en comparación con los porcentajes respectivos de 12, 42, y 46 %
observados en la población general. Los estudios de campo en los cuales se han
suministrado suplementos nutricionales a jugadores de fútbol han probado que
éstos son beneficiosos tanto para el rendimiento en el entrenamiento (26), como
para la resíntesis del glucógeno muscular luego de la competencia (22).

Tabla 5. Ingesta diaria de un jugador de fútbol internacional expresada en


porcentajes de macronutrientes para cada día de la ingesta.
RENDIMIENTO MUSCULAR
Como en el fútbol es importante la capacidad de resistir altas intensidades, entre
los jugadores de nivel se observa una tendencia hacia una elevada capacidad
aeróbica (28, 32, 45). La importancia de una buena capacidad aeróbica fue
demostrada por Apor (3) quien reportó que los valores medios del VO2 de los
equipos de alto nivel de la Liga húngara estaban inversamente relacionados con
su posiciónen la Liga; se observó que el equipo con mayor puntaje tenía los
valores más altos de VO2 max. Si bien el VO2 max. no es necesariamente un
factor limitante del rendimiento en fútbol, los altos valores reportados en la
literatura (45), resaltan la contribución aeróbica al juego. Esto se enfatiza aún más
cuando se examinan las características fisiológicas de muestras musculares
extraídas de jugadores de fútbol.

Las actividades mitocondriales de las enzimas oxidativas medidas en biopsias


musculares de jugadores daneses, extraídas en el momento de mayor
entrenamiento, fueron características de atletas de resistencia (5). Similares
resultados se obtuvieron con jugadores finlandeses (53) y japoneses (49). Smaros
(53) reportó que la deplección de la reserva glucogénica ocurría principalmente en
las fibras lentas, reflejando la característica aeróbica del juego. Se debería
remarcar que la distribución de las fibras musculares tiende a ser mixta y muestra
un gran rango de variación dentro de un equipo (20). La distribución podría reflejar
los roles posicionales de juego dentro del equipo y las características
histoquímicas podrían reflejar las etapas de entrenamiento.

El entrenamiento físico puede afectar las propiedades funcionales de los grupos


musculares comprometidos con las habilidades de juego, aunque no siempre es
así. Se observó que la distancia de un saque lateral estaba relacionada con la
fuerza de “pull-over” y la fuerza de flexión del tronco (55). En esta instancia, el
entrenamiento con un balón medicinal mejoró la fuerza, pero sin un incremento
correspondiente en la distancia del saque lateral. Opuesto a esto, se reportó que
un programa de entrenamiento de fuerza para distintos músculos de la pierna (11)
mejoraba tanto la fuerza muscular como la distancia a la cual jugadores belgas
fueron capaces de patear una pelota. En este caso, el programa especial de
entrenamiento de sobrecarga fue superpuesto al programa normal de
entrenamiento. De Proft y cols. (12) observaron que jugadores de fútbol que
remataban una pelota mucho más lejos, comparado con no futbolistas, mostraban
una menor actividad muscular general (en base a análisis de electromiogramas)
pero una mayor actividad antagonista. Esto se atribuye a acciones concéntricas
del cuadriceps y a una actividad excéntrica de los isquiotibiales. Este patrón fue
posteriormente confirmado por McCrudden y Reilly (25), quienes también
reportaron que la potencia anaeróbica máxima del cuadriceps estaba relacionada
con la distancia del remate. Cabri y cols. (8) reportaron correlaciones significativas
entre el rendimiento del remate y el torque máximo en movimientos isoquinéticos
excéntricos (flexión de la rodilla y extensión de la cadera) y concéntricos
(extensión de la rodilla y flexión de la cadera). No siempre se observan estas
correlaciones en el rendimiento de los futbolistas cuando se mide la velocidad de
la pelota, enfatizando el rol esencial de la técnica de remate (1). Existen datos que
indican que la asimetría en la fuerza muscular puede predisponer a las lesiones.
Esto puede referirse a diferencias entre las extremidades izquierda y derecha, y a
isquiotibiales débiles, reflejado por la proporción isquiotibiales/ cuádriceps. Los
datos reportados por Fowler y Reilly (15) sugieren que lo más importante sería
prestar atención a este último hecho. En todos los jugadores lesionados se
observaron isquiotibiales relativamente débiles, mientras que la extremidad
lesionada no era significativamente el lado más débil. Los isquiotibiales funcionan
de manera excéntrica en las acciones de remate (12, 25) y en la desaceleración
en el juego general y deben ser suficientemente fuertes para estos propósitos
funcionales La proporción isquiotibiales/ cuadriceps se incrementa con el aumento
de la velocidad angular y esto debería tenerse en cuenta cuando se evalúa a los
jugadores de fútbol a través de aparatos isoquinéticos.

CONCLUSIONES

Las características fisiológicas de los jugadores de fútbol y las respuestas al juego


denotan que durante la competencia se impone una combinación de demandas
sobre los futbolistas. Las fases críticas de juego para un individuo representan los
esfuerzos anaeróbicos, pero éstos están superpuestos con bastantes actividades
aeróbicas submáximas. La naturaleza intervalada y acíclica de la actividad durante
la competencia hace que sea difícil encontrar protocolos relacionados con el juego
en experimentos en laboratorio. Es probable que en futuras investigaciones de la
fisiología del fútbol se utilicen más estudios de campo con una mayor especificidad
con el juego Los trabajos futuros también deberían considerar los protocolos de
entrenamiento más adecuados para optimizar las características físicas y
musculares de manera de aumentar el rendimiento durante el juego. Si bien las
consideraciones fisiológicas ocupan un lugar en la preparación sistemática para la
competencia, el rendimiento depende, en última instancia, de la calidad técnica
con la cual se llevan a cabo las habilidades individuales y las tácticas del equipo.

Anexo 4. Cómo descifrar el fútbol a través de la sociología

A pocos días de que comience la Copa América en Chile, la expectación crece en


torno a los resultados que tendrá la Selección. Pero más allá del juego y los
comentarios deportivos, la metodología de entrenamiento, el proceso previo a un
partido o la interacción entre los jugadores en la cancha no son elementos de
análisis considerados habitualmente. El Laboratorio Social del Deporte,
perteneciente a la Facultad de Ciencias Sociales, entrega sus visiones sobre este
evento y el fútbol, pero desde la investigación sociológica.

A través de los movimientos y dinámicas de los jugadores en la cancha es posible


encontrar ciertas acciones que remiten a lo social.

El fútbol es el deporte más popular en Chile, por lo que su estudio genera una
gran relevancia para la sociología.

Toda la emoción propia del fútbol comenzará a vivirse desde el 11 de junio cuando
comience la Copa América 2015, que se extiende hasta el 4 de julio en ocho
ciudades del país. Este importante evento deportivo y el desempeño de sus
equipos, a juicio de investigadores, genera la posibilidad de plantear la estrecha
relación entre fútbol y sociedad.

Paulatinamente, las ciencias sociales, la historia y el periodismo se han interesado


en estudiar diferentes aspectos del futbol como práctica social y su impacto en
diferentes esferas de la sociedad, como los procesos de identificación con los
clubes, el rol de las barras bravas, o la emergencia y reforzamiento de identidades
nacionales.

Sin embargo, ¿Qué ocurre en la propia cancha de fútbol? ¿Cuál es el rol del
entrenador? ¿Cómo se desarrollan las relaciones interpersonales en un equipo de
fútbol? ¿Cómo esto se expresa en el rendimiento deportivo? ¿Y cuál es el
significado y proceso que hay detrás de un pase o de los movimientos con o sin
balón en un equipo de fútbol? Estas y otras interrogantes relacionadas al juego
propiamente pueden ser investigadas y respondidas desde la sociología.

La interacción, clave de la sociedad y el juego

Comúnmente, el fútbol se define en torno a cinco dimensiones básicas para su


desarrollo: la técnica, lo físico, la táctica, lo psicológico y lo reglamentario. Sin
embargo, desde lo sociológico se puede agregar un sexto elemento, indican los
investigadores del Laboratorio Social del Deporte: esta es la interacción: “La
naturaleza colectiva del fútbol es tan o más importante de analizar en este deporte
que los aspectos individuales. El pase, por ejemplo, es un acto comunicativo entre
dos jugadores que supone reflexividad sobre a quién dirigir el pase y añade, entre
otras cosas, un lenguaje corporal”, comenta el prof. Rodrigo Figueroa, del
Departamento de Sociología, quien además dirige el equipo de trabajo del
Laboratorio Social del Deporte.

“El pase de fútbol, por ejemplo, puede ser analizado desde un punto de vista
sociológico pues en este juego hay elementos de interacción que traspasan las
vivencias individuales de un jugador”, comenta el Prof. Rodrigo Figueroa. En este
sentido, prosigue, el entrenador es fundamental para desarrollar la interacción; él
mismo se transforma en un objeto de observación sociológica ya que posee, al
menos, tres funciones que podrían ser analizadas desde esta perspectiva:
observar, liderar y coordinar. “La síntesis de esas tres funciones puede decantar
en un método”.

Precisamente, el pase y los movimientos colectivos suponen un desarrollo de


reciprocidad, comunicación y de interacción social, todos objetos de estudio de la
sociología. Por eso es que se puede asimilar el trabajo del entrenador con la
planificación y construcción de pequeñas sociedades o asociaciones competitivas
al interior de un equipo, facilitando los procesos de toma de decisión del líder, que
en este caso sería el entrenador”, explica Patricio Carvajal, sociólogo egresado de
la Universidad de Chile e investigador del Laboratorio Social del Deporte.

También “este pequeño sistema de interacción que es un equipo de fútbol, como


es el caso de la selección nacional, tiene oposición de rivales en donde también
quedará expuesto a condicionantes del contexto societal, que se expresan en
'exitismo' o 'nacionalismo'”, complementa.
“Todos estos elementos micro y macroestructurales que definen la interacción en
un equipo de fútbol suponen un desafío enorme para los sistemas y metodologías
de entrenamiento. En este sentido, las metodologías para desarrollar un equipo
han cambiado y algunas de ellas, como la periodización táctica, se estructuran a
partir del paradigma sistémico, algo que todos conocemos en la sociología
contemporánea”. Uno de los desafíos que tienen estos sistemas de entrenamiento
es cómo mejorar la toma de decisiones de jugadores y también de técnicos de
fútbol. En ello algo puede ayudar la sociología, dice Figueroa.

Por ejemplo, Marcelo Bielsa, durante su periodo como director técnico de la


“Roja”, utilizaba el concepto de asociaciones para referirse a su metodología de
trabajo y la capacidad de construir parejas o tríos de futbolistas que cumplían
determinadas funciones dentro del sistema de juego. Esto es una perfecta
metáfora sociológica y que describe la naturaleza de la asociación competitiva de
la que hablaba Bielsa.

Valoración del entrenamiento

Rodrigo Figueroa además de sociólogo es entrenador de la serie sub11 de AC


Barnechea. Según su experiencia, tradicionalmente los entrenadores ordenaban a
los niños en filas para que practicaran el pase del balón. Actualmente, esos
sistemas analíticos están siendo desplazados por otros, donde el aprendizaje del
juego se hace justamente jugando. Jugar para aprender, lo cual estimula el
proceso de toma de decisiones. Pero se hace la siguiente pregunta ¿Qué factores
facilitan o dificultan este proceso de aprendizaje basado en juego? El profesor
Figueroa responde que su experiencia siendo entrenador en los Estados Unidos
con niños de la misma edad (11 años) le ha indicado que hay un valor o una
cualidad de la sociedad que es fundamental: el valor de entrenarse. Y agrega que
en Chile tenemos un escaso valor por la idea de entrenarnos. Justamente la
principal diferencia entre los niños chilenos y los de Estados Unidos era el valor a
la preparación y al entrenamiento que le daban los segundos.

“La sociedad chilena produce niños, en este caso, que son poco entrenables
porque el chico o la chica se insertan, al igual que nosotros(as), en una sociedad
autoritaria, y esta característica se traduce en subordinación. Lo que uno aspiraría
es que los equipos de fútbol en vez de tener una relación de subordinación entre
el entrenador y sus dirigidos tuvieran más bien una relación interactiva basada en
el valor de entrenarse para crecer y ser mejores”, subraya.

Ganar o perder parece ser vital en la sociedad chilena, por lo que tras los partidos
sólo se comenta sobre los resultados, pero no acerca del proceso que condujo a
tales resultados. Y es por ello, según Figueroa, que no se habla de lo mal que nos
entrenamos, ya que siempre estamos funcionando en términos del reproche o el
castigo. “Ellos siguen al entrenador cuando los retan, me doy vuelta y ellos se ríen;
esto hay que romperlo, porque es un signo que algo nos pasa como sociedad con
el líder o con la organización y creo que las herramientas sociológicas nos pueden
ayudar a cambiar en algo esto”.

En la misma línea, Patricio Carvajal, quien desarrolló durante casi dos años su
memoria de pregrado, titulada “El entrenador de fútbol como síntesis de la relación
entre fútbol y sociedad. Una aproximación sociológica a la praxis social de
entrenadores profesionales y amateurs”, concluye que la concepción del
entrenador como un estratega que enseña el fútbol se desarrolla desde el recurso
de La Disciplina para la subordinación del jugador, “entendiendo que el otro está a
gusto en esa posición de subordinado. Esto es un rasgo propio de la sociedad
chilena”.

Oportunidades de los entrenadores

Para Patricio Carvajal, los entrenadores actualmente tienen una gran oportunidad:
“Las funciones que desde el discurso de los entrenadores se desagregaron, que
son la observación, el liderazgo y la coordinación pueden potenciarse mucho más
si se desarrolla la reflexividad que ofrecen las herramientas sociológicas para la
construcción de un equipo de fútbol. Esto tanto en el plano amateur como en el
profesional”.

Hoy, el entrenador puede expandir su capacidad de observación, su talento, que


es ver lo que otros no ven. “Un pase nunca será sólo técnica y movimiento: es
complicidad, reciprocidad, interacción social. Un equipo es una pequeña sociedad,
donde lo individual se somete a lo colectivo, donde emerge una moral y una
inteligencia colectiva”, determina.
Anexo 5. Biomecánica del futbol.
Bajo esta perspectiva, cabe destacar en un sentido, la definición que le da la
Asociación Americana de Ingeniería Mecánica, AMIN (1972), al referirse al estudio
del cuerpo humano como un sistema, bajo dos conjuntos de leyes: Las leyes de la
mecánica newtoniana y las leyes biológicas.

El Instituto de Biomecánica de Valencia, IBV (1992), define más específicamente a


la biomecánica deportiva, como el conjunto de conocimientos interdisciplinarios
generados a partir de utilizar, con el apoyo de otras ciencias biomédicas, los
conocimientos de la mecánica y distintas tecnologías, en primer lugar el estudio del
comportamiento de los sistemas biológicos y en particular del sistema del cuerpo
humano, y segundo en resolver los problemas que le provocan las distintas
condiciones a las que puede verse sometido.
Clasificación de la biomecánica
Siendo uno de los más aceptados el que propone García-Fojeda, Biosca, Valios
(1997).

4. BIBLIOGRAFIA.
https://www.efdeportes.com/efd106/aspectos-psicologicos-que-influyen-en-el-futbolista.htm

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