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En lo que respecta al ranking mundial, los cinco países del mundo con más potencia
eólica acumulada a finales de 2004 volvían a ser: Alemania (16.630 MW), España
(8.155), EE. UU. (6.750), Dinamarca (3.120) e India (3.000). España no sólo escalaba
a la segunda posición superando a EE. UU. en potencia acumulada, sino que también
fue el segundo país del mundo que más megavatios eólicos nuevos instaló (1.920)
durante el año 2004, muy cerca de Alemania (2.020), líder indiscutible del actual
desarrollo eólico mundial.
1.1.1 EUROPA
El continente europeo sigue siendo el más destacado en el desarrollo de la energía
eólica. En especial tres países, Alemania, España y Dinamarca, que juntos suman
27.905 MW de los más de 47.000 instalados en el planeta. No obstante, en los últimos
años los aerogeneradores se han multiplicado en otras naciones del continente. Italia y
Holanda entraron a formar parte en 2004 del exclusivo grupo de siete países del
mundo que han rebasado la barrera de los 1.000 MW de potencia. Y por detrás se
acercan a gran velocidad Reino Unido y Portugal. En su conjunto, el continente
europeo terminó 2004 con 34.360 MW. Y, de ellos, 600 MW correspondían a parques
eólicos marinos en Dinamarca, Holanda, Reino Unido, Suecia e Irlanda. Los países del
Este adheridos en 2004 a la UE aportan hoy en día muy pocos megavatios, aunque
son mercados más prometedores.
1.1.2 AMÉRICA
El continente americano tenía instalados a finales de 2004 un total de 7.410 MW de
potencia, de los cuales 6.750 pertenecían a EE.UU. Aun así, EE.UU. no está solo. El
mercado canadiense se muestra bastante activo y hay fundadas expectativas en torno
a países como Brasil o Argentina.
EE.UU.: Ha sido el único país del mundo en el que la energía eólica ha crecido
a un ritmo similar al europeo. En 2004 acumulaba 6.750 MW, pero la
instalación de nuevos megavatios (375) se frenó debido al retraso en la
prolongación de la exención fiscal a la producción (Production Tax Credit,
PTC). La ampliación del plazo de esta bonificación hasta 2007 permite
aventurar una pronta recuperación que pudiera ser muy importante. Estados
Unidos, junto con Canadá, dispone de los mayores recursos eólicos
comprobados del planeta.
Canadá: Tiene excelentes recursos y comienza a despertarse. En 2004
terminó con 450 MW acumulados. No obstante, la Canadian Wind Energy
Association ha anunciado un ambicioso plan para disponer de un total de
10.000 MW eólicos en 2010.
Brasil y Argentina: Aunque ninguno de los dos está entre los 20 primeros
países en el aprovechamiento energético del viento, se espera que Brasil (30
MW) logre un desarrollo significativo en el bienio 2006-2007, cuando se pongan
en marcha las primeras instalaciones impulsadas por el programa
gubernamental PROINFA, en cuya construcción participan varias empresas
españolas. Argentina (25 MW) posee enormes recursos en la Patagonia, y
algunas compañías europeas elaboraron ya planes de negocio para
explotarlos, pero los años de recesión han alejado provisionalmente a los
inversores.
1.1.3 ASIA
Asia concluyó 2004 con 4.650 MW acumulados, después de instalarse ese mismo año
más megavatios nuevos que en América. Por otro lado, India, Japón y China están
entre los diez primeros países del mundo en potencia eólica acumulada. Entre los tres
disponen del 9,7% de la potencia mundial.
India: La nación pionera en el aprovechamiento del recurso eólico entre los
países en vías de desarrollo comenzó a impulsar esta fuente de energía de
forma poco racional y con equipos inadecuados. Los promotores buscaban
beneficios fiscales más que generación eléctrica y el 70% de los
aerogeneradores eran fabricados por empresas nacionales. En los últimos
años, el mercado indio ha vuelto a resurgir, pero de forma más ordenada,
presentando unas elevadas probabilidades de rápido crecimiento. En 2004
acumulaba 3.000 MW en operación, situándose en quinta posición mundial. El
fabricante indio de aerogeneradores Suzlon ha comenzado su expansión
internacional recientemente, mediante la adquisición de varias fábricas de
componentes de primer nivel.
China: El hecho de que China organizase la Conferencia Mundial de Energía
Eólica en 2004, más la reciente aprobación de legislación sobre energías
renovables, hace esperar un fuerte impulso del mercado eólico en el gigante
asiático. Este país posee buenos recursos eólicos, disponiendo a finales de
2004 de 750 MW.
1.1.4 OCEANÍA
Australia, Nueva Zelanda y los archipiélagos del Pacífico solo disponían en conjunto
de 555 MW de potencia eólica en 2004. Sin embargo, 325 de estos fueron instalados
ese mismo año, siendo esta región donde más creció relativamente la energía eólica.
Australia: Muchos creen que Australia será la “España del sur del Pacífico” en
el aprovechamiento de la energía eólica. Por ahora, la implantación de
aerogeneradores es modesta, pero empiezan a aparecer planes bastante
activos. Tiene buenos recursos, pero faltan infraestructuras eléctricas que
interconecten su vasto territorio.
1.1.5 ÁFRICA
Sin disponer de información suficiente en buena parte de su territorio sobre la
existencia de recursos eólicos apreciables, sí que hay ciertas zonas que en los últimos
tiempos han sido intensamente evaluadas, presentando un elevado potencial (norte de
Marruecos, Mar Rojo, Sudáfrica...). Aun así, la mayor parte del continente posee una
red eléctrica muy débil para posibilitar la evacuación de la posible energía generada,
por lo que se considera que la mejor forma de contribuir a la electrificación es
mediante el empleo de instalaciones a pequeña escala en poblaciones aisladas. Al
finalizar el año 2004 África contaba con 225 MW. Se prevé que en el año 2050 África
doble su población actual, alcanzando los 2.000 millones de habitantes (el 21% de la
población del planeta prevista para entonces). Hoy en día su población consume
únicamente el 3% de la electricidad mundial. A pesar de la pobreza imperante, se
constata un notable crecimiento económico conexo a un mayor incremento de la
demanda energética. Fuentes de energía como la originada por el viento servirán para
paliar en el futuro la escasez de recursos energéticos endógenos.
Egipto y Marruecos: Los países del norte de África han mostrado un especial
interés por la promoción de la energía eólica. Algunos han presentado ya
planes de desarrollo, pero éstos no han cuajado todavía. Egipto es el primero
en el ranking eólico africano con 145 MW en 2004, seguido de Marruecos, con
55 MW.
CAPITULO 2
2.1 EL VIENTO
2.1.1 ¿CÓMO SE FORMA EL VIENTO?
Si se colocan seis aerogeneradores imaginarios de última tecnología (1,5 MW de
potencia y 77 metros de diámetro de rotor) en cada kilómetro cuadrado de las áreas
terrestres con los mejores vientos del planeta, la potencia eléctrica que se obtendría
sería de 72 teravatios (TW)2, que son 72 billones de vatios, y podría reemplazar
54.000 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep). Es decir: el
aprovechamiento del viento cubriría diez veces el consumo de electricidad mundial del
año 2002 (14.700 TWh)3. Para ello, habría que colocar nada menos que 48 millones
de turbinas, en un espacio de 8 millones de km2, una extensión equivalente a 16
veces España, si bien el terreno realmente afectado por infraestructuras eólicas no
superaría los 250.000 km2: 0,0005 veces toda la superficie del planeta. Este es un
mero ejercicio teórico, pero sirve para hacerse una idea de los enormes recursos
eólicos disponibles sobre la Tierra. Para conseguir aprovechar la mayor parte posible
de ellos, resulta esencial entender el comportamiento de ese fluido transparente,
incoloro e inodoro, que se mueve paralelamente a la superficie terrestre: el viento.
[ CITATION Alv06 \l 10250 ]
2.2 EL AEROGENERADOR
2.2.1 ¿CÓMO ES UN AEROGENERADOR?
La torre: Soporta la góndola y el rotor. Hoy en día suelen ser tubulares de
acero. Las de celosía (perfiles de acero soldados) son más económicas, pero
han dejado de usarse por estética y por ser más incómodas e inseguras para
los trabajadores. En terrenos rugosos, las torres más altas captarán vientos de
mayor velocidad.
Rotor: Conjunto formado por las palas y el buje que las une. Sirve para
transformar la energía cinética del viento en energía mecánica. Cuanto mayor
sea el área barrida del rotor mayor será la producción. Los rotores pueden ser
de paso variable (que permiten girar sobre sí mismas a las palas) o de paso fijo
(en el que no pueden girar). También puede ser de velocidad variable (cuando
la velocidad de giro del rotor es variable) o constante.
Las palas: Las palas de un aerogenerador son muy similares a las alas de un
avión. Hoy en día, la mayoría de las turbinas cuentan con tres palas. Y suelen
ser de poliéster o epoxy reforzado con fibra de vidrio.
Góndola: En su interior contiene los diferentes dispositivos que van a
transformar la energía mecánica del rotor en energía eléctrica. Además, en su
exterior cuentan con un anemómetro y una veleta que facilitan información
continua a todo el sistema para su control.
Multiplicador: Multiplica la velocidad de giro que llega del rotor para adaptarla
a las necesidades del generador. El movimiento de giro de los
aerogeneradores suele ser bastante lento. El rotor de una turbina de 1.500 kW
de potencia, por ejemplo, suele girar a una velocidad de entre 10 y 20
revoluciones por minuto (r.p.m.). El multiplicador aumentará esta velocidad
hasta las 1.500 r.p.m.
Generador: Transforma la energía mecánica en energía eléctrica, tal y como
hace la dinamo de una bicicleta, aunque generando normalmente corriente
alterna. El alternador puede ser síncrono o asíncrono. El primero suministra
una energía de mayor calidad, pero es más caro y complejo. Esta es la razón
por la que el asíncrono es el más extendido de los dos.
Controlador electrónico: Un ordenador controla continuamente las
condiciones de funcionamiento del aerogenerador mediante el análisis de las
señales captadas por múltiples sensores que miden temperaturas, presiones,
velocidad y dirección del viento, tensiones e intensidades eléctricas,
vibraciones...
Sistemas hidráulicos: Elementos auxiliares que permiten el accionamiento del
giro de las palas sobre su eje, así como el frenado del rotor o el giro y frenado
de la góndola.
Sistema de orientación: Los aerogeneradores disponen de un sistema de
orientación que, con ayuda de los datos recogidos por la veleta, coloca siempre
el rotor de manera perpendicular al viento.
La potencia de los aerogeneradores
Es común utilizar la potencia nominal para clasificar un aerogenerador. Sin
embargo, esto puede llevar a errores, sobre todo si se usa este parámetro para
comparar turbinas, pues la potencia nominal representa la capacidad de
generación máxima que puede suministrar cada máquina. Resulta mucho más
correcto definir una turbina por su curva de potencia, que determina la potencia
que proporciona para cada velocidad de viento. Si no se dispone de esta
información, entonces es preferible utilizar el diámetro del rotor, más fiable para
calcular la energía que puede generar. De hecho, para identificar cada modelo de
aerogenerador se emplea una serie de letras y números, como G80 2.000 o V72
1.500, pertenecientes, en este orden, al nombre del fabricante (en este caso
Gamesa o Vestas), el diámetro del rotor y su potencia nominal.
Terrenos: Los terrenos sobre los que se asientan los parques eólicos suelen
ser propiedad de municipios o particulares a los que se alquila (el alquiler en
promedio ronda el 3,5% del valor de la energía producida, aunque los límites
oscilan mucho, entre el 1% y el 15% –en algunas zonas de las Islas Canarias–,
dependiendo fundamentalmente del potencial eólico y de la voluntad
negociadora de las partes). Este alquiler está ayudando muy positivamente a
promocionar la energía eólica en las poblaciones rurales. Por otro lado, unas
de las virtudes de esta fuente de energía es que la instalación de los
aerogeneradores no impide que se siga aprovechando los terrenos para otros
usos, como campos agrícolas o pastos.
Aerogeneradores: Para sacar el máximo rendimiento a los recursos eólicos,
los aerogeneradores deben alinearse de forma perpendicular a la dirección
predominante de los vientos que proporcionen mayor generación eléctrica. En
cuanto a la separación entre máquinas, ésta dependerá del diámetro de los
rotores, la disponibilidad de terreno y la dirección de los vientos dominantes.
Generalmente se superan los 2,5 diámetros del rotor para aerogeneradores
situados en una misma hilera y los 7,5 diámetros para aerogeneradores de
hileras paralelas. En la fase de construcción debe tenerse en cuenta también el
tamaño cada vez mayor de las aeroturbinas y la necesidad de accesos amplios
por los que entren los remolques con las piezas y las grúas de montaje para
elevar góndolas con pesos del orden de las 100 toneladas (y en un futuro
próximo superiores).
Infraestructura eléctrica: Un parque eólico requiere toda una infraestructura
eléctrica para recoger la energía de los aerogeneradores (normalmente a 690
voltios de tensión) y llevarla hasta la línea de distribución de la compañía
eléctrica más adecuada o hasta las grandes líneas de transporte de REE (de
hasta 400.000 V). En instalaciones de poca potencia la evacuación se realiza a
la tensión de generación de los aerogeneradores hasta un transformador que
eleva la tensión hasta la existente en el punto de conexión, siendo las pérdidas
eléctricas importantes. En grandes instalaciones, en cambio, se suelen agrupar
por sectores los aerogeneradores, existiendo distintos transformadores. En
estos casos se necesitan líneas de media tensión aéreas, de unos 30.000 V,
que van desde los transformadores hasta una subestación central del parque,
donde se eleva la tensión hasta alcanzar la de la distribución genera lde la
compañía eléctrica. Con el objeto de reducir el impacto visual que ocasionan
en el paisaje los centros de transformación dispersos por el parque es habitual
que los aerogeneradores incorporen en su interior el transformador elevador de
baja a media tensión -BT/MT- (disminuyéndose las pérdidas eléctricas pero
incrementándose el coste de la inversión) y mediante líneas subterráneas llevar
la energía producida hasta la subestación central del parque eólico.
Infraestructura de control: Aunque un parque eólico está hoy totalmente
automatizado y no requiere la intervención humana para funcionar, a partir de
cierto tamaño estas instalaciones cuentan con un centro de control que recibe y
analiza todos los datos de funcionamiento y ambientales registrados por los
aerogeneradores. De este modo, un operador puede seguir en su pantalla de
ordenador todos los pormenores del parque o detectar cualquier incidencia, lo
que resulta muy útil para optimizar su operación. Los valores captados sirven
también para generar bases de datos históricas del funcionamiento del parque,
que son fundamentales para implementar y poner a punto el programa de
mantenimiento predictivo de la instalación.
Otras dependencias: La instalación suele contar además con algún almacén
donde guardar repuestos, consumibles y herramientas y donde acumular el
aceite usado de los aerogeneradores. Este es el residuo más importante
generado por una instalación, ya que cada 18 meses se debe renovar el aceite
de las máquinas.
BIBLIOGRAFÍA
Alvarez, C. (2006). Energía Eolíca. Madrid: Madera.