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ACUSTICA FORENSE

La acústica forense es una parte de la criminalística que engloba la aplicación de técnicas desarrolladas
por la ingeniería acústica para el esclarecimiento de los delitos y la averiguación de la identidad de
quienes los cometen. No existe más límite, en la selección y uso de esas técnicas, que el impuesto por la
casuística pericial. Por tanto, los apartados que
se exponen en este trabajo responden a los requerimientos judiciales por orden de importancia o, al
menos, de frecuencia en las peticiones de informes periciales.

El primer indicio del término acústica forense fue dentro del ámbito
destacaba, entre otros, los siguientes puntos no resueltos en el ámbito de la ciencia:

1) las características básicas que distingue una voz de otra,


2) la distribución de esas características dentro de grandes poblaciones, 3) la susceptibilidad de la voz al
control voluntario, como en
la mímica, la imitación o la distorsión.

En cuanto a la práctica, revelaba la falta de fundamentos sólidos en los procedimientos de operación y de


las aseveraciones sobre el grado de exactitud de las conclusiones. Por tal razón, con frecuencia se
argumentaba en las sentencias, la inexistencia de principios claros
que ayudaran a los tribunales a evaluar la validez de la metodología del "voiceprint".

Fue necesario tomar otros elementos como la utilización de áreas cognoscitivas: sintaxis, semántica,
morfología, lexicología, dialectología y sociolingüística o psicolingüística para marcar como
características individuales del locutor. Las investigaciones fueron avanzando
a través del ensayo y error.

Posteriormente se constituyó en York (Inglaterra) en 1991, la IAFPA (International Association for


Forensic Phonetics and Acoustics). La más activa asociación internacional en Europa que engloba a
destacados expertos lingüistas en el campo del reconocimiento de locutores por la voz.

En Estados Unidos se conformó La Sociedad Americana de Acústica, que cuenta con un Grupo de
Trabajo (WG-12 Working Group on Forensic Audio, 1991). Quienes publicaron estándares que pudieran
servir de guía para una buena práctica técnico-científica relacionada con la elaboración de informes
periciales de acústica forense. Entre sus objetivos
primordiales se encuentra la autentificación de grabaciones de audio.

En 1999 fue organizada una reunión en La Haya (Holanda), donde la Guardia Civil expuso un
documento que trató de resumir los principales avances tecnológicos y de procedimiento que, hasta esa
fecha, habían tenido lugar en el mundo.

En la reunión anual del año 2005 celebrada en Wiesbaden (Alemania) se presentó un documento
elaborado por los representantes del NFI (The Netherland Forensic Institute), BKA (Bundeskriminalamt)
y Guardia Civil donde se abordó, de forma expresa, la problemática inherente a la terminología en los
informes de autentificación de grabaciones de audio y su uso en el ámbito jurídico.

Las primeras técnicas aplicadas en el ámbito forense [1].


“El estudio e identificación de la voz o del sonido es una prueba con validez ante un juez, ya que tiene
un sustento científico” Iván Sarmiento, presidente de la Sociedad Mexicana de Acústica Forense
(SMAF).
Los expertos de dicho organismo, explicó, prestan estos servicios periciales, y en promedio reciben al
año 150 casos, de los cuales alrededor del 30% son del Distrito Federal, principalmente del ámbito civil,
y en menor medida del penal y familiar.

En materia penal, los casos que más atienden son por extorsiones telefónicas y secuestros.

Sarmiento recordó el caso de un hombre acusado de plagio, a quien la víctima reconoció en la Cámara
de Hessel por su voz.“Cuando estás en una situación de presión, que al fin y al cabo son emociones, hay
características que sí cambian, en este caso la misma víctima
identifica a 18 personas como la misma voz.

“Hay que desestimar la Cámara de Hessel como un medio para la identificación de voz, porque la voz,
cuando está en un lugar pequeño, con ciertas características, y pasa por un material, cambian también las
características de la voz, eso es acústica arquitectural”.

Tras la intervención de los peritos de la SMAF, el acusado fue dejado en libertad por las autoridades. En
el ámbito familiar, intervinieron en un juicio de divorcio, en el que el hombre acusaba a su esposa de
lesionarlo al golpearlo con botellas tras una discusión.

“En la investigación nadie aportaba un dato como tal, y nadie le creía al señor, él decía que le dio
botellazos, tuvimos que recrear la misma hora, la misma temperatura, las mismas condiciones”, detalló
Sarmiento.

Al ver que se descubriría su mentira, el hombre reconoció que había inventado todo, se desistió de seguir
adelante con el juicio y optó por conciliar la separación.

La SMAF, detalló el también académico del Instituto Politécnico Nacional, necesita al menos 10 días
para obtener pruebas y presentarlas ante un juez, pero en los casos civiles llega a tardar varios meses, y
los costos pueden ir desde 25 mil pesos hasta 300 mil pesos, cuando se requiere equipo estadounidense
con el que no se cuenta en el país.

En ocasiones, dijo, algunos grupos delictivos también les han solicitado esta capacitación para mejorar
sus actividades ilícitas, pero se han negado.

Los especialistas de la SMAF no sólo son un respaldo en casos legales, sino que también capacitan a
personal de algunas procuradurías. En ese sentido, reconoció el trabajo en acústica forense de la
Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF), principalmente a través del Registro Administrativo
de Voz y Datos.

BIBLIOGRAFIA
[1] “On the theory and practice of voice identification”, Richard H. Bolt y otros. Editado por
NationalAcademy of Sciences, Washington, D.C., U.S. Department of Commerce. National Technical
Information Service (NTIS). Febrero de 1979

Sociedad Mexicana de Acústica Forense (SMAF).

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