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QUÉ ES LA CONDUCTA ANORMAL

Anormal: alejado de la norma; comportamiento que manifiesta una persona y que resulta extraño
o diferente al resto de la gente.

Inadecuadas desde el punto de vista cultural.


Se acompañan de malestar subjetivo.
Reflejan una deficiencia psicológica; dificultad para enfrentarse a exigencias y tensiones de la
vida.

No existe una clara distinción entre lo normal y lo anormal, sino diversos grados de deficiencia
patológica, malestar subjetivo e inadecuación cultural. La mayoría de las personas se sitúan en el
centro, con deficiencias ligeras o moderadas.

CÓMO SE PUEDE EXPLICAR LA CONDUCTA ANORMAL

Una de las explicaciones más antiguas sobre el origen de los trastornos del comportamiento ha
sido considerarlos producto de intervenciones sobrenaturales: espíritus (o posesión demoníaca)
que se apoderaban de las personas y les obligaban a cometer ciertos actos. Esta creencia ha
pervivido con distintos matices a lo largo de los años.

ENFOQUE MÉDICO

La idea de la posesión diabólica fue la explicación dominante en la Edad Media. En esta época se
crearon instituciones dedicadas al amparo de los enfermos mentales.
Siglo XVI se va imponiendo la idea de que los trastornos mentales son una enfermedad. Se crean
los primeroshospitales separados de los monasterios. Hasta el XVIII no comienza la preocupación
por mejorar la atencióna los enfermos mentales.
Kraepelin estableció distintos tratamientos para la cura de los trastornos.
La conclusión que se desprende del enfoque médico, es que las conductas anormales, al ser
consideradas enfermedades, pueden tratarse como tal y ser curadas.
(Epilepsia: enfermedad orgánica caracterizada por la pérdida súbita de conocimiento y crisis
convulsivas.)

ENFOQUE PSICOLÓGICO

La idea es considerar que los procesos mentales intervienen en la aparición de los trastornos de
conducta.
Charcot estudió los síntomas de la histeria: muchos de estos síntomas venían de profundos
conflictos emocionales. Charcot suprimió mediante hipnosis los síntomas histéricos.
Los trastornos mentales pueden tratarse por métodos terapéuticos.

ENFOQUE SOCIAL
Las principales causas de los trastornos mentales son de naturaleza social, ya que todo tipo de
Comportamiento procede de la interacción entre las condiciones naturales de cada ser humano y
experiencias.
Existe una fuerte relación entre trastorno y cultura.
Perspectivas sobre la conducta anormal

Es evidente que la adhesión a determinada aproximación que explique la conducta


anormal, supone una cierta actitud ante tal cuestión y, constituye la propia naturaleza
humana. El hombre sigue considerándose un organismo Bio-Psico-Social, por lo tanto,
siento que para estudiarlo debiera ser en los diferentes enfoques y que necesariamente sea
una aproximación interdisciplinaria.
Heredamos a través de miles de años de evolución características que, a otras especies les
han valido su permanencia en el planeta, la agresión, por ejemplo, no sólo la
indispensable para sobrevivir o cuidar de las crías, sino aquella que va enfocada a los
asuntos más humanos, como el poder y la supremacía.
Somos dueños de mentes, y sólo el hombre, hasta ahora, ha demostrado ser consciente de
ello, no obstante y paradójicamente, el desastre que hemos provocado. Además de poseer
una organización mental que nos permita saber que, somos nosotros mismos los
causantes de lo que sucede en el medio en el que nos desenvolvemos y, que existen,
además, otros, que también piensan y actúan afectando lo mismo que nosotros. Sin
olvidar nuestra conducta gregaria, ya que viviendo en sociedad "civilizadamente", nos
convierte en seres responsables de nuestros actos.
No puedo dejar de confesar que, en un principio, al intentar explicar parte de la conducta
humana me dejé seducir por la aproximación Psicofisiológica y, me llevó a lo mismo en
que cayó el Psicoanálisis en sus inicios, pecar de reduccionista, al poseer éste un tinte
pansexualista de la conducta. La Psicofisiología intenta aproximarse al estudio de la
conducta, teniendo como explicación los mecanismos y los procesos físico-químicos que
suceden en el cerebro, así como el conocimiento, desde histológico y funcional de las
"poblaciones" de neuronas hasta la intrincada red funcional de circuitos neuronales,
pasando por el misterio de la asombrosa plasticidad del cerebro y, que tienen como
expresión, tanto el pensamiento, el lenguaje, como la conducta observable. Los avances
en la genética dan a esto último, un determinismo que no se puede soslayar, pero es
imprescindible no pensar en una causa multifactorial del ser, sobre todo porque el ser
humano es sumamente complejo y diverso. No en vano llevamos dos millones de años de
evolución para emprender finalmente la tarea de saber, ¿Qué o Quiénes somos?
Sobre la base de los previos trabajos publicados, podríamos dar por hecho que existe una
enfermedad social y que nos atañe a todos tratar de comprender para remediarla. He
intentado ir de lo social a lo individual para explicar la conducta anormal del hombre en
sociedad.
Entender la conducta anormal es un problema de carácter social y científico. El origen del
gran numero de los problemas humanos, es el hecho de que los intereses sociales,
económicos y científicos estan entrelazados, lo que pasa por teoría en un intento por
comprender cierta conducta, suele ir mezclado con grandes dosis de ideología, sin saber
realmente si un enfoque particular persigue una finalidad descriptiva o prescriptiva. Por
ejemplo, en la década de los 1960, el movimiento de liberación homosexual se lanzó
contra la opinión generalizada de que la homosexualidad era considerada una enfermedad
o trastorno psiquiátrico. Es difícil separar la tarea de examinar las diversas perspectivas
para entender la conducta anormal, sin las consideraciones de orden social, político,
ideológico y económico.
El científico no aprende conceptos, leyes ni teorías en abstracto y sin relación con otras
cosas. Por el contrario, estos instrumentos intelectuales se hallan dentro de una unidad
histórica, de fenómenos que suceden en su entorno para darle un contexto o matiz para su
propio entendimiento, es decir, no se pueden proponer teorías ni conceptos, sin referencia
a sucesos concretos.
Un medio tradicional de ilustrar una teoría, al menos en las ciencias del comportamiento,
es la historia clínica, entre otros, que debe contener los hechos de las siguientes esferas
del individuo, que estan estrechamente relacionadas entre sí: Esfera Familiar, Cultural,
Educacional, Social, Laboral, Recreativa y de Salud.
A continuación se expondrán los conceptos más representativos de cinco aproximaciones
científicas sobre la conducta anormal: Perspectiva Psicoanalítica, Medica, Social,
Humanística y la basada en las Teorías del Aprendizaje.

1. - Teoría Psicoanalítica
La perspectiva Psicoanalítica elaborada por Sigmund Freud, es sin duda uno de los
planteamientos de mayor influencia en el estudio de los trastornos mentales. La riqueza y
la originalidad de sus teorías lo sitúan en la primera línea de los pensadores modernos, al
lado de Einstein, Darwin y Marx. Sus obras, escritas casi todas durante la primera mitad
del siglo pasado, han cambiado radicalmente la forma en que el hombre occidental se ve
así mismo. En 1893, Freud y Breuer publicaron su innovador ensayo titulado
"Mecanismos Psíquicos de los Fenómenos Histéricos", que marcó el nacimiento del
movimiento Psicoanalítico, llegando al descubrimiento de los procesos inconscientes y de
su función en la génesis de la conducta anormal. Freud ha ejercido un profundo impacto
en las diversas esferas de la actividad humana, tales como el arte, la medicina, la
literatura y las ciencias sociales.
Si bien Freud no descubrió que existen procesos inconscientes en nuestro proceder, sí fue
el primero en reunirlos como teoría y articularlos para darles un sentido y aplicarlos al
problema de la Psicopatía. Dos clases de datos lo convencieron de la necesidad de
ahondar en éstos, las observaciones sobre los fenómenos posthipnóticos y el hecho de que
muchos no lograsen recordar los episodios decisivos de su vida, sin que el individuo se
percate de ello, es decir, existen procesos psíquicos que se realizan sin la percepción
consciente.
En la vida psíquica o actividad mental para Freud, existen tres estadios, la vida
inconsciente, la preconciente y la consciente. La esfera preconsciente abarca sucesos,
pensamientos, ideas y recuerdos que escapan a la conciencia inmediata pero que son
accesibles. El inconsciente es la esfera más extensa de la actividad mental, se trata de un
enorme depósito de memorias, temores, impulsos, esperanzas, deseos, pensamientos
infantiles y presentes que rara vez emergen a la conciencia. Freud pensaba que todos
ellos son mantenidos fuera de conciencia por un proceso de censura que protege al
individuo contra los peligros de deseos inaceptables o impulsos amenazadores del
inconsciente. Este último no puede ser visto en forma directa, solo se puede inferir o
tener acceso a él a través de fenómenos psíquicos observables tales como la asociación
libre, los sueños, las pruebas proyectivas, además de que son susceptibles de distorsión y
carecen de relación entre sí. Toda conducta, tanto neurótica, como normal, obedece a un
motivo o una causa, es una lucha constante con conflictos internos, entre motivos e
impulsos antiéticos. Es preciso entender la conducta, cualesquiera que sea como una
respuesta a las exigencias que el ambiente físico y social impone al individuo.
Según la teoría Psicoanalítica, los orígenes de temores, esperanzas, peculiaridades y
virtudes del adulto, se remontan al desarrollo temprano del niño. Aun antes que sepa
hablar o razonar, ya ha entablado una lucha incesante para satisfacer sus necesidades
biológicas y ganarse el amor o la aprobación de quienes lo cuidan. Se postuló una serie
de estadios evolutivos, llamados comúnmente etapas psicosexuales. El concepto de lo
sexual para Freud es más que la connotación corriente del término. No solo indica la
estimulación de las zonas genitales, sino también la de otras zonas llamadas erógenas,
productoras de placer, tales como la boca, el ano y órganos genitales. Se pensaba que
estas zonas son importantes para el desarrollo de la personalidad, por tratarse de las
primeras fuentes de estimulación con que lucha el niño, al suponer que las actitudes de
los padres ante la ingestión de alimentos, su eliminación y la manipulación genital,
producirán gran impacto en cómo el sujeto se interrelacionará con los demás y se
aproximará a los problemas de la vida.
Freud distingue tres etapas pregenitales; Etapa oral, etapa anal, etapa fálica, la etapa
genital aparece durante la adolescencia, después de un periodo de latencia de 5 a 6 años.
Etapa oral.- En el primer año de vida la boca es la zona erógena predominante, satisface
el hambre por medio de la succión y suelen introducirse objetos por la agradable
sensación que les procuran. La perspectiva psicoanalítica sostiene que la mayor parte de
los modos de relacionarse con los "objetos" tiene origen en ésta etapa.
Etapa anal.- En el segundo y tercer años de vida, el niño comienza a concentrarse en la
presión que representa el esfínter anal, como causa de malestar y placer erótico. La
defecación es la manera natural de aliviar ese malestar físico. Los padres son los
encargados de iniciar este control. Es la primera vez que el niño debe aprender a reprimir
un impulso, por consiguiente, surge uno de los conflictos mas graves entre padres e hijos.
Etapa fálica.- En el cuarto y quinto años de vida, los órganos genitales se convierten en la
fuente principal de satisfacción. Comienza el niño a masturbarse y realizar actos auto-
eróticos. Es la etapa donde aparece el complejo de Edipo, que es una atracción sexual por
el progenitor del sexo contrario, así como una aversión y hostilidad por el progenitor del
sexo contrario. En opinión de Freud, este complejo desempeña un papel decisivo en las
actitudes que el adulto asume frente al sexo opuesto y a las personas investidas de
autoridad. Durante el proceso de formación del complejo de Edipo, el niño presenta una
angustia de castración, que lo hace reprimir su deseo sexual por la madre y orillarlo a
identificarse con el padre.
Etapa genital.- Terminado el periodo de latencia principia un estadio final de desarrollo
psicosexual que se presenta en el transcurso de la adolescencia, cuando los intereses
narcisistas de la etapa pregenital son reemplazados por elecciones de objetos del mundo
real, el niño deja de ser un narcisista y se transforma en un adulto socializado. Empieza a
preocuparse por la elección de una profesión, por la socialización y por las relaciones con
los individuos de su misma edad.
Por otro lado, la estructura de la psique humana delinea tres grandes regiones de la
mente, que para Freud eran las principales unidades funcionales de la vida mental. Las
llamó id (ello), ego (yo) y superego (superyo), y constituyen la piedra angular sobre la
cual edificó la dinámica del comportamiento.
Id (ello) .- Es la región más primitiva de la estructura de la personalidad. Contiene los
instintos, los impulsos y, es la fuente de la energía psíquica del hombre. Su función es
liberar la energía generada en el organismo por estimulación interna o externa y mantener
un nivel mínimo de tensión. Procura satisfacer los impulsos instintivos y actúa conforme
al principio del placer.
El id es la representación psíquica del sustrato biológico de la personalidad humana. No
se desarrolla con el tiempo, y la realidad externa no puede cambiarlo ni alterarlo. Para
Freud, el id es un caos, una caldera en pequeña ebullición.
El id busca satisfacción y aliviar la tensión en forma inmediata por medio de un reflejo
motor o un proceso elemental; Cuando es imposible satisfacer al instante el deseo o el
impulso, se activan los vestigios de memoria del individuo y se produce una imagen del
objeto deseado que satisfaga la necesidad y reduzca la tensión, a esto se llama
cumplimiento de deseos. El id no distingue la imagen del objeto y el objeto real en si, la
realidad objetiva es igual a la subjetiva. Este proceso elemental puede originar
alucinaciones o sueños que satisfagan los instintos o impulsos del id, por ejemplo, el
soñante que tenga hambre puede soñar con alimentos, por lo tanto la comida subjetiva
hace las veces del objeto real que puede aminorar la tensión. Si sólo se contara con el id,
el hombre no podría sobrevivir en las duras y exigentes condiciones del medio externo.
Por ello el id hace surgir una segunda estructura mental, cuya función primaria es
afrontar el mundo exterior.
Ego (yo) .- En la medida que las restricciones del mundo externo afectan al organismo,
una parte del id se desarrolla, cuyo cometido es procurar la satisfacción, pero al mismo
tiempo, toma en consideración las exigencias de la realidad. Por tanto, se dice que la
actuación del ego se rige por el principio de la realidad. Esta estructura mental hace las
veces de mediador entre la realidad y los impulsos del id, no desplazándolos, sino que
interviene para asegurarse de que logren satisfacción, por ejemplo, cuando se tiene cierto
impulso, se aplaza su satisfacción inmediata, proponiendo garantizar otra más
permanente que se obtendrá después. Por ejemplo, al rechazar un postre muy tentador
bajo la promesa de la satisfacción a largo plazo, que procurará la perdida de peso.
El ego es una región en contacto con las percepciones conscientes del mundo externo y
con las incesantes exigencias del id. Usa las funciones psíquicas de acción, pensamiento,
memoria y percepción con el fin de valorar la experiencia y proporcionar una satisfacción
realista. Por lo anterior se deduce que la misión del ego es mantener un equilibrio en el
organismo, no obstante la intervención de tres duras y tiranas exigencias, la de los
impulsos instintivos o biológicos del id, la de las persistentes y constantes eventos de la
realidad y las órdenes del superego.
Superego (superyó) .- Freud deseaba contar con una forma de representar la esfera de los
valores morales en la conducta humana, para ello postuló la existencia del superego,
como una tercera porción de la estructura de la personalidad.
Del mismo modo que el ego surge de una parte del id, también el superego surge de una
parte del ego. Los niños al crecer son influidos por sus padres mediante premios y
castigos. Así se realiza el aprendizaje de valores que los niños interiorizan cuando se
identifican con sus padres. De esta manera, una porción del ego, el superego, valora los
actos conforme a normas morales y los niños aprenden a juzgarse a través de ellas. El
superego suele identificarse con la idea de conciencia.
Un segundo sistema se une al superego, el del ego ideal, que se le integran los valores
aprendidos por los niños y adquiere importancia para ellos, como la imagen de la clase de
persona que deben procurar ser. Los padres son la fuente del ego ideal, así como las
personas con quienes se identifican los niños. Tanto el ego ideal como la conciencia, son
aspectos del superego, que desempeñan un papel central en la socialización del infante.
Los padres son los transmisores de las normas y valores sociales y son los primeros
representantes de una sociedad con que finalmente se enfrentará el niño.
Estas tres regiones de la mente, fueron descritas por Freud como principios organizativos
para dar forma y orden a la enorme complejidad del comportamiento humano.
Representan a su vez motivos y metas capaces de ocasionar conflictos en el individuo, a
pesar de que el ego procura mediar entre ellos, surgen sin cesar situaciones donde son
inevitables, así el termino de angustia, juega un papel en la génesis de la desorganización
del comportamiento humano y de las psicopatologías.
En las formulaciones de Freud, se admite la generalidad y la trascendencia de la angustia,
no solo como papel importante en la comprensión de la conducta anormal, sino también
en el desarrollo normal de la personalidad. La ansiedad funge de señal para el ego,
tomando éste medidas para sortearla. Además, cumple la función de alertar al sujeto ante
la presencia de peligros verdaderos o posibles, internos o externos.
En la teoría Psicoanalítica se distinguen tres tipos de ansiedad; Ansiedad objetiva,
Ansiedad neurótica y Ansiedad moral. En las tres la amenaza de ser aplastado por fuerzas
internas o externas se cierne sobre el ego, cuyos mecanismos de defensa entran en
conflicto con ellas. El ego los experimenta en forma de miedo.
Ansiedad objetiva.- Este tipo de ansiedad es una vivencia emocional desagradable que
resulta de la percepción de un peligro o amenaza proveniente del medio externo. Es
aprendida a través de la experiencia, siendo el ego, quien sufre la amenaza de ésta
ansiedad. Cabe decir que el ego aprende a sentirla no solo ante un peligro verdadero, sino
ante la espera del mismo.
Ansiedad neurótica.- En el caso de ésta la excitación del ego se debe a la percepción de la
posibilidad de sucumbir a los instintos del id. Existe una lucha entre las incesantes
exigencias de los instintos del id por alcanzar determinada meta (catexis objetal), y las
tentativas del ego encaminadas a contrarestarla e impedir que lo abrumen (anticatexis).
La ansiedad neurótica es una señal de peligro para el ego, pues le revela que las
exigencias instintivas del id pugnan por manifestarse y que el ego esta haciendo lo
posible por evitar que lo venzan, lo aprisionen y lo anulen. También puede ser
consecuencia de una serie de castigos y frustraciones sufridos en la manifestación de
impulsos libidinales.
Desde el punto de vista clínico, las expresiones de la ansiedad son tres: ansiedad difusa,
fóbica y reacción pánica.
En la ansiedad difusa cualquier estimulo ambiental puede ser el causante, el sujeta parece
estar en un estado de aprensión permanente o temer que algo malo le suceda, la
experiencia típica es de una alarma constante, absurda y aparentemente infundada. En
realidad a lo que le teme es al id, que ejerce una presión ininterrumpida sobre el ego y
que puede llegar a controlarlo y reducirlo a un estado de invalidez.
El afectado de ansiedad fóbica es aquel cuya ansiedad neurótica se manifiesta a través de
un intenso temor infundado. Resulta ser irracional en el sentido de que su intensidad no
esta proporcionada al peligro real del objeto. Se piensa que el objeto del temor es una
representación simbólica de una tentación ante la satisfacción de los instintos. Por
consiguiente, detrás del temor fóbico se encuentra un deseo primitivo del id por el objeto
o por algo que éste represente.
La tercera forma de expresarse de la ansiedad neurótica, es la reacción pánica, que se
caracteriza por la aparición súbita de un temor intenso y debilitador sin ninguna causa
evidente. La reacción pánica coexiste con conductas antisociales de carácter impulsivo y
repentino. En este caso el fin que se busca es liberar o aliviar las exigencias del id. Con la
conducta se pretende librar a la persona del dolor originado por la ansiedad y para ello se
hace lo que el id esta exigiendo. Para Freud, el hombre normal se distingue del neurótico
por el grado en que la ansiedad controla su vida.
En cuanto a la ansiedad neurótica hay que reconocer que se trata de un conflicto
auténticamente intrapsiquico, es decir, se da entre dos de las dimensiones de la
personalidad. Tales conflictos son difíciles de identificar, puesto que existen en el interior
del sujeto.
Dado su carácter exclusivamente intrapsíquico, las ansiedades neuróticas no pueden ser
controladas por escape o evitación con la misma facilidad con que se controlan otros
tipos. Por otra parte, sus síntomas son siempre consecuencia de una ansiedad neurótica y
no de alguna otra clase de este trastorno.
Ansiedad moral.- Es la tercera forma de ansiedad que distingue Freud. La ansiedad moral
es fruto de un conflicto entre el superego o conciencia y los impulsos del id. El que la
padece suele sentir una fuerte vergüenza o sentimiento de culpabilidad. El superego se ve
amenazado cuando el objeto instintivo elegido por el id busca manifestarse en forma de
acto e incluso a través de la representación de un acto. De ahí el bloqueo de ese impulso
por el superego, agente que representa la autoridad interiorizada de los padres. El
producto de semejante conflicto es la ansiedad moral, la cual se expresa, como se
menciono, a través de la vergüenza o del sentimiento de culpabilidad. Por ejemplo, el id
expresa un impulso erótico, o catexis objetal, hacia una persona dotada de atractivo
físico, entonces el superego reacciona ente ese impulso como si fuera un acto inmoral,
produciendo con ello una anticatexis.
Reseñando los tres tipos de ansiedad, se deduce que sin lugar a dudas, ésta nace del
conflicto existente entre las diversas esferas de la personalidad. La ansiedad es una señal
de peligro que indica que se cierne una amenaza de algún acontecimiento externo o que
el id esta tratando de manifestarse y que el ego o la anticatexis del superego lo esta
bloqueando.
Según la perspectiva Psicoanalítica existen mecanismos de defensa que constituyen el
modo en que el ego se ocupa de la solución del problema de la ansiedad productora de
dolor. El ego se ocupa de la solución de problemas reales, como cuando afronta la
ansiedad objetiva, o recurre a métodos irracionales que distorsionan y niegan la realidad y
operan a un nivel inconsciente. Y se llaman; Represión, Formación reactiva, Proyección,
Negación, Regresión, Racionalización, Identificación, Substitución.
Freud utilizó el termino "defensa" para designar exclusivamente las tentativas del sujeto
por proteger, mediante la represión, su ego contra las exigencias peligrosas de los
instintos. Retomó el término y estableció que "defensa" es la designación general de
todas las técnicas aplicadas por el ego durante los conflictos capaces de ocasionar una
neurosis, en cambio, el mecanismo de represión se reservará para indicar un método
particular de defensa que debido a la dirección tomada por sus investigaciones fue el
primero que se conoció.
Los mecanismos de defensa son operaciones del ego y muestran dos rasgos comunes: a)
negación o deformación de la realidad, y b) operación a un nivel inconsciente.
Represión.- Impide que los impulsos peligrosos de los instintos, procedentes del id y en
conflicto con el ego o superego, penetren en la conciencia. Estas exigencias instintivas no
pueden provocar angustia si se las mantiene fuera de la conciencia. La represión
distorsiona lo que se ve o escucha, reprime o simplemente hace inaccesibles los recuerdos
vinculados a experiencias traumáticas o que las traen a la memoria, su finalidad es
controlar la ansiedad moral, neurótica u objetiva. Un deseo que el superego juzga
indeseable y que emana del id será rechazado por el ego, pero el que comienza la
represión es el superego.
Algunos teóricos del Psicoanálisis consideran que varios padecimientos psicosomaticos,
tales como la úlcera, asma y artritis se deben en parte a la represión. Aunque un impulso
productor de angustia permanezca alejado de la conciencia, puede manifestarse a través
de algún sistema fisiológico como la musculatura, el aparato respiratorio y el aparato
digestivo, en vez de hacerlo exclusivamente a través de síntomas neuróticos. Mas aún, las
ideas e impulsos reprimidos que no llegan a la conciencia pueden seguir desarrollándose
en el inconsciente.
Formación reactiva.- A veces el ego hace frente a las tendencias instintivas efectuando
aquello que es totalmente opuesto a ellas. Así los sentimientos de odio e ira, por ejemplo,
se tornan manifestaciones exageradas de amor, los impulsos sexuales de gran intensidad
se convierten en profundos sentimientos de repugnancia al pensar en el contacto sexual.
Formación reactiva es un mecanismo en virtud del cual un impulso se mantiene alejado
de la conciencia por medio de su opuesto, y una de sus principales características de esta
defensa, es su exageración.
Proyección.- Otro mecanismo que permite negar los impulsos del id consiste en
atribuirlos a una persona u objeto del mundo exterior. Cuando el ego recurre a esta
defensa, es como si la ansiedad neurótica se transmutara en ansiedad objetal, es decir,
coloca al objeto amenazador en el exterior. Tal actitud se entiende perfectamente si se
recuerda que en el transcurso del desarrollo del hombre, éste ha aprendido que es más
fácil sortear los peligros del mundo que los del id.
Además, la función de este mecanismo no se limita a suprimir la angustia, sino que
ofrece la oportunidad de externar sentimientos auténticos aunque atribuidos a un objeto
externo. La provocación externa, cuando se proyecta a otros, disminuye los sentimientos
de angustia, permitiendo manifestar una tendencia que no podría hacerse de otra forma
por las restricciones del superego.
Negación.- Se utiliza cuando el conflicto se da entre el impulso del id y alguna
frustración objetiva del mundo externo. Este mecanismo obra de tal manera que niega la
existencia de la situación en que se encuentra el sujeto. Esta defensa no debe confundirse
con la represión, donde el conflicto es entre los impulsos del id y el ego o el superego,
mientras que en la negación dichas tendencias entran en conflicto con las circunstancias
reales del medio exterior.
Regresión.- Cuando el individuo se ve amenazado por las exigencias del id, puede desear
volver a una etapa precedente en su comportamiento. Gracias a ella se exteriorizan los
impulsos del id en una forma que seria imposible a niveles superiores del desarrollo. Los
psicoanalistas interpretan como regresivas varias conductas realizadas por adultos,
algunas como la tendencia a emplear el habla infantil, destruir la propiedad ajena,
masturbarse, hacer berrinches, vestirse como niño, pelearse e incluso la propensión a la
siesta.
Racionalización.- Consiste en hallar razones o explicaciones lógicas, pero falsas muchas
veces, evitando la angustia de enfrentarnos a nuestros propios y auténticos sentimientos o
a las exigencias del id. No es fácil percatarse del uso que se hace de este mecanismo, al
actuar al nivel inconsciente, provoca angustia dar explicaciones de nuestros actos, al ser
incapaces de admitir un sentimiento que el id y el ego nos agobia y exige. Dando
explicaciones que por lo general las responsabilidades de nuestros actos se las
descargamos en otros.
Identificación.- Se considera lo opuesto a la proyección. Al identificarnos con alguna idea
o sentimiento, asumimos ciertas características del objeto admirado. Este mecanismo es
indiscutible en teatro o en el cine, existe una identificación con el héroe o la heroína y
nuestra estima se ve aumentada y la angustia disminuida al ver en otros los atributos que
queremos para nosotros, proporcionando ambiciones, ideales y finalidades.
Substitución.- Este mecanismo consiste en reemplazar ciertos impulsos del id, no
aprobados e inaceptables a sentimientos de la misma especie que si serian aceptados por
el superego, los sentimientos agresivos, por ejemplo, se substituirían por la practica de
deportes o practicas rudas aceptadas socialmente. A este tipo de mecanismo se le conoce
como Sublimación. Los impulsos se subliman o sucumben al superego.
La exposición de las etapas del desarrollo psicosexual, de la ansiedad, el conflicto y los
mecanismos de defensa dan una idea bastante clara de la perspectiva psicoanalítica sobre
la génesis de la psicopatía. Freud no vacila en admitir que tanto la ansiedad como los
mecanismos defensivos forman parte de la vida anímica de todo hombre.
La conducta es patológica cuando se vuelve incontrolable y obstaculiza el
funcionamiento habitual del sujeto. Un mecanismo de defensa se estima que posee un
carácter adaptativo cuando se ocupa de energías y conflictos psíquicos y se le considera
anormal si llega a deteriorar la vida diaria del sujeto.
Resumiendo algunos postulados de la teoría Psicoanalítica se puede mencionar que:
Existen procesos inconscientes, la conducta obedece a un motivo, los impulsos o motivos
pueden entrar en conflicto, el comportamiento es resultado del desarrollo, el ser humano
es un organismo capaz de adaptarse, todos los hombres pasan por una serie de etapas
psicosexuales dinámicamente diferenciadas, todas ellas representan un periodo distinto de
interacción entre el niño y las fuerzas socializadoras que influyen en él y dejan un
vestigio en el carácter definitivo del adulto, los motivos de las tres estructuras de la
personalidad entran irremediablemente en conflicto y producen, entre otras cosas, la
ansiedad, para controlarla existen mecanismos de defensa que actúan a un nivel
inconsciente y que niegan o deforman la realidad, y todo mundo los utiliza para sortear la
ansiedad causada por el conflicto de impulsos. Freud fue un brillante observador de la
conducta humana y logró captar sus observaciones en conceptos creativos que
constituyen la base de su teoría.
El Psicoanálisis representa una importante concepción de la naturaleza humana y del
hombre. A la psicopatología, tal como diría Holzman, 1970, en Psychoanalysis and
psychopathology, se la debe considerar no como una cosa que agobia al hombre, sino
como una manifestación de su lucha con el amor, la vida y la muerte.
Conducta anormal
Durante el curso de la historia se ha tratado de  explicar y controlar los comportamientos
anormales, buscando la respuesta a tales paradigmas que consisten en explicar porque
alguien actúa de determinada forma. Los hombres siempre han supuesto la existencia de
agentes externos a nuestro cuerpo y ambiente que influyen en nuestro proceder, nuestros
pensamientos y nuestras emociones.
Unos investigadores manifiestan que la conducta anormal es una disfunción psicológica
que se refiere a una interrupción del funcionamiento cognoscitivo, emocional y
conductual.[1]
Barlow & Durand (2001:02) comentan que la definición de trastornos psicológicos, o
conducta anormal, "es la disfunción psicológica de un individuo asociada con la angustia
o con impedimentos en el funcionamiento y con una respuesta que no es característica o
no se espera culturalmente".
"La conducta anormal es aquella que viola las normas sociales y constituye una amenaza
o produce ansiedad en quienes la observan" (Davison, 2002:31). Se considera que algo es
anormal porque sucede de manera poco frecuente: se desvía de la norma; la conducta de
una persona es anormal si viola normas sociales (Barlow & Durand, 2001:04). Sue, Sue
& Sue (1994:06) deacuerdo están, ya que ellos refieren que la anormalidad es definida en
términos de "aquellas conductas que ocurren con menor frecuencia". Así mismo se
entiende por conducta anormal a "aquella que se aparta de alguna norma y que perjudica
al individuo afectado o a los demás"
Por otro lado nos dicen que la conducta anormal o conducta desadaptada es el resultado
de la incapacidad para manejar el estrés en forma efectiva. Generalmente se considera
normal al individuo que respeta un cierto orden, el orden más ampliamente extendido en
una sociedad y trasmitido de generación en generación en sus principios esenciales y de
diversas maneras. En el seno de una cultura se conceden permisos a los que se desvían de
tales principios sólo dentro de límites a menudo estrechos. Tales permisos están
codificados y jerarquizados. A menudo los locos no son alienados sino que están
integrados a la sociedad como locos. Anomalía, anormalidad y locura no coinciden y las
fronteras entre estas categorías son en general estrictas en una sociedad, pero diferentes
de una sociedad a otra (Amado, 1985:52).
Para nosotros la conducta anormal es la resultante de desequilibrios biológicos y
psicológicos, en donde estos irrumpirán la estructura psíquica del individuo,
desencadenando comportamientos aversivos fundados en ideas irracionales, que
perjudicaran tanto individual como colectivamente su salud mental.
Ya aterrizando estos conceptos a campos de la Psicología Criminal y Criminología,
señalamos cuatro tipos de manifestaciones conductuales en la sociedad, que son las
siguientes:
a)       Conducta normal. Conducta normal o conducta social, es la que cumple con las
adecuadas normas de convivencia, la que no agrede en forma alguna a la colectividad y la
integridad individual, esta se encarga de cumplir, participar, construir y alcanzar, tanto
individual como colectivamente el bien común.
b)       Conducta asocial. Es aquella que carece de contenido social y que no esta
relacionada con las normas de convivencia, ni con el bien común. Se caracterizan por una
conducta de soledad y de aislamiento.
c)       Conducta parasocial. Se produce en el ambiente social, pero es diferente a las
conductas seguidas por la mayoría de la gente; no acepta los valores estipulados por la
sociedad, aunque tampoco los ataca, ni intenta destruirlos; no busca el bien común, pero
no lo agrede.
d)       Conducta antisocial. Va en contra del bien común, irrumpiendo intensamente
contra la estructura armónica de la sociedad; violenta los buenos valores y viola las
normas de convivencia social.
Aquí la conducta desviada o anormal, se trata de una conducta cuando menos diferente y
con posibilidades de llegar a convertirse en parasocial, antisocial o sencillamente
permanecer en el contexto asocial. Lo que se considere como normal o no, conducta
desviada e inadaptada, depende de las llamadas normas sociales estipuladas por cada
cultura del mundo.

NORMAS VS CONDUCTA ANORMAL

Dorsch (2002:525) entiende por norma social "las pautas de conducta y de valores,
reconocidas en determinados grupos en forma de prescripciones, generalmente no
escritas; donde la observación de la norma social se premia con sanciones positivas y su
transgresión se castiga con sanciones negativas. En oposición a la norma absoluta
(moralidad), las normas sociales son solamente reglas de conducta vigentes y observadas
de hecho en determinadas sociedades".
Las normas son innovaciones, guiadas por la captación de relaciones causales en las
esferas física y psicológica. Constituyen invenciones sociales, realizadas por y para
personas que están orientadas hacia las mismas condiciones. Las normas son, por su
propia naturaleza, coerciones que restringen la libertad de acción. No se deja librada a la
preferencia o capricho individual la decisión de observarlas o no; debe cumplirse un
contrato aun cuando ocasione un daño. Las normas implican una compulsión hasta
cuando reciben la aprobación general. Las normas representan restricciones que éste
obedece debido al temor de las consecuencias. Las normas son coacciones, pero existe
una clara diferencia entre las que adoptamos porque sirven un propósito que sustentamos,
y aquellas a las que debemos someternos debido a la coerción (Asch, 1972:355).
En otras palabras las normas de conducta vienen a ser expectativas de comportamiento en
determinadas condiciones sociales. Las normas sociales tienen mucho que ver con
estereotipos, ya que la sociedad a través de las normas y reglas se ha encargado de
imponer conductas que deben ser aceptadas y acatadas, en donde el individuo tiene que
someterse a estas para sentirse integrado a esta sociedad y preservar el bien común
nuestra sociedad.
Parsons señala  que las normas "son reglas para determinadas categorías de unidades en
un sistema de valores, válidas para determinadas situaciones" (Parsons, 1964; citado en
Dorsch, 2002:525).
Asch (1972:354) nos dice que la primera función de las normas sociales consiste en
"establecer modalidades de acción y claras expectativas. Suministran la necesaria
seguridad de que la casa en la que hoy se habita podrá ocuparse mañana, y de que la
promesa recibida ayer será mantenida hoy. Al cumplir este fin las normas reducen el área
de lo desconocido y lo no previsible; se convierten en el fundamento de la orientación
estable. Las normas sociales se encuentran entre los medios por los cuales los hombres se
avienen unos con otros".
Cuando nos hallamos de acuerdo con el orden social, cuando éste expresa nuestras
necesidades y propósitos, sus normas nos hablan con nuestra propia voz. Solo cuando el
orden social actúa contrariamente a nuestros intereses las normas adquieren ciertamente
el carácter de fuerza y violencia (Asch, 1972:355).
Las normas sociales son esenciales para las expectativas del comportamiento y
contribuyen al sentimiento de seguridad, a la orientación y a la liberación de temores y
recelos en los miembros de nuestra sociedad.

[1] Las disfunciones conductuales, emocionales o cognoscitivas, que son inesperadas en


un contexto cultural y se asocian con angustia personal o con un impedimento sustancial
en el funcionamiento, son anormales. Esta definición puede ser de utilidad en todas las
culturas y subculturas si prestamos una atención minuciosa a lo que es funcional o
disfuncional en una determinada sociedad (Barlow & Durand, 2001:05).

[2] Rodríguez Manzanera (2003:21) señala que el bien común es "aquel que es apto para
servir o perfeccionar la naturaleza humana en cuanto tal, independientemente de las
condiciones individuales. Este implica el conjunto de condiciones de la vida social que
hacen posible la ejecución de los buenos valores y costumbres a cada uno de los
miembros, el logro mas pleno y más fácil de la propia perfección; el conjunto de las
condiciones sociales que permiten y favorecen en los seres humanos el desarrollo integral
de su persona". En otras palabras el bien común es la armonía de la sociedad, los buenos
valores, el respeto y amor a la vida; y de esta manera alcanzar la trascendencia de esta.
[3] En la conducta asocial vemos a aquellos sujetos que no les interesan las normas, sin
embargo no las transgreden; ejemplo: los ermitaños. 

[4] En la conducta parasocial vemos a aquellos sujetos que van a la par de la sociedad;
sin embrago no esta de acuerdo con las normas, sin llegar a transgredir estas. No aporta a
la sociedad, retoman lo que les sirve de la sociedad, pero ellos no contribuyen a esta;
ejemplo: las subculturas (punk´s, dark´s, roqueros, raperos, rastas, etc.), modas, 
religiones, prostitutas, entre otros.

[5] Algunas conductas parasociales pueden llegar a convertirse con cierta facilidad en
conductas francamente antisociales. Cuando suele suceder esto, es debido a que hay
algún miembro del grupo, en donde este suele ser líder, que esta desarrollando o ya
desarrollo una conducta antisocial, y llega a influir en los demás.

[6] Son aquellos sujetos que agreden el bien común, destruye los valores básicos de la
sociedad, no respeta las leyes elementales de convivencia, no vive en sociedad sino
contra ella. Ejemplo: delincuentes, criminales, malandrines, etc.
CONDUCTA ANORMAL

El centro de atención de la Psicología Anormal lo constituyen entender y describir


aquello que sucede en la vida de una persona que le causa infelicidad y conducta
desordenada. Está enfocada hacia la conducta desadaptada, sus causas, consecuencias y
tratamiento. Incluye lo referente a lo que se siente ser diferente, lo que significa serlo y la
manera de tratar, por parte de la sociedad a las personas que las consideran diferentes.

Dentro del marco de las anotadas diferencias se pueden encontrar desde delirios que
distorsionan la realidad y la debilitación severa, hasta las preocupaciones y peculiaridades
de la conducta que sería mejor no manifestar, sin embargo no interfieren
significativamente en la vida diaria.

Aquellas personas que padecen de alguna desviación importante pueden ser víctimas de
prejuicios y discriminación. En el transcurso de la socialización toda persona desarrolla
ideas sobre la forma en que los pacientes mentales se consideran y se tratan, de tal forma
que para quienes se convierten en pacientes, estas creencias adquieren una importancia
personal; La amenaza es latente, al pensar que la gente menosprecia y discrimina a los
pacientes mentales..El aislamiento social al que llegan, en determinados casos, afecta el
desempeño laboral, las relaciones con los demás y la opinión de si mismos.

EL PAPEL DE LA TEORÍA EN PSICOLOGÍA ANORMAL

Las teorías actuales son útiles para analizar la información disponible en el campo
psicológico; Ellas organizan lo conocido, con el fin explicar los significados de cada
termino. Cada perspectiva está diseñada o construida con respecto a su contexto histórico.
CONCLUSION

1. La Psicología Anormal se encarga de buscar respuestas con el afán de describir todo


aquello que sucede en la vida de una persona que le causa infelicidad y conducta
desordenada.
2. La conducta Anormal está enfocada hacia la conducta desadaptada, sus causas,
consecuencias y tratamiento.
3. La adaptación se establece por el equilibrio entre lo que la gente hace y desea hacer,
incluyendo lo que el ambiente requiere.
4. Quienes estudian la Conducta Anormal se dirigen a aquellas que representan motivos
de preocupación para el individuo, la familia, amigos y sociedad.
5. Las desadaptaciones varían, desde los temores crónicos hasta la distorsión severa de la
realidad y la incapacidad de funcionar de forma independiente.
6. Un Trastorno Psicológico es la disfunción Psicológica asociada con la angustia o
impedimentos en el funcionamiento, con una respuesta no esperada socialmente.
7. La perspectiva Biológica señala que muchos tipos de conducta anormal se deben en
gran medida a factores fuera del alcance del control de las personas.
8. La perspectiva Psicodinámica define la conducta anormal es una función de procesos
intrapsíquicos en el que los pensamientos y sentimientos son inferirlos, relacionándolos
con la conducta.
9. El enfoque conductual considera la conducta como resultado de la interacción estimulo
respuesta.
10. Desde la perspectiva cognitiva las personas recolectan, almacenan, modifican,
interpretan, y comprenden la información que se genera en su interior y los estímulos del
ambiente.
11. La perspectiva Sociocultural detalla como los individuos se ven influidos por la
gente, las instituciones sociales y las fuerzas sociales del entorno.
12. La Perspectiva Familiar considera que la anormalidad está causada por disfunciones
en interacción dentro del entorno familiar.
13. La Perspectiva Humanista establece que la conducta anormal se origina debido a que
las personas deben vivir inmersos en restricciones de la libertad impuestas por la
sociedad.
14. La perspectiva comunitaria explica la conducta desadaptada como resultado de la
incapacidad para manejar el estrés con efectividad, debido a una falla en el sistema de
apoyo social del individuo.
15. La perspectiva Interaccional sostiene que la conducta desadaptativa depende de las
características personales del individuo y las del ambiente social.

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