1. ¿Qué es lo que el autor Bohm considera es el diálogo para las Naciones Unidas y cuál sería la mejor forma para dialogar que nos propone el autor? El autor señala que “Los miembros de las Naciones Unidas, por ejemplo, afirman sostener diálogos, pero qué duda cabe de que se trata de diálogos muy limitados que se asemejan mucho más a las discusiones –o a las transacciones comerciales– que a los auténticos diálogos (…)” Con lo previamente señalado Bohm, señala que la forma en que se comunican los representantes de las Naciones Unidas es limitada frente a lo que podría comunicarse, ahonda más en la lectura cuando afirma que “(…) en tales diálogos los participantes no están realmente dispuestos a cuestionar sus creencias fundamentales y, por tanto, lo único que hacen es negociar cuestiones secundarias (…) pero el hecho fundamental de la existencia de dos sistemas diferentes jamás ha sido seriamente cuestionado. (…)” Apreciamos de lo indicado por el autor que las discusiones al nivel de las Naciones Unidas no buscan expresar de manera directa y abierta el sistema de creencias, valores, visión del mundo y de la vida; puesto que casa miembro que conforma las Naciones Unidas considera que ellos son aspectos irrenunciables e innegociables, los cuales no pueden ser materia de cuestionamiento por parte de los demás miembros; lo cual, limita el diálogo a los asuntos que son menos trascendentales. En ese sentido, el autor señala que no es el verdadero diálogo, pues este no debería encontrarse limitado por la reserva de cada participante. El autor señala como la forma adecuada para dialogar el hecho de que los que se involucran en un diálogo (que puede realizarse con un único participante, dos o más), es sin restricciones, ataduras o formalidades que condicionen los asuntos a tratar; lo ideal, según Bohm es que el diálogo cuente con las siguientes carácterísticas:
Una disposición geométrica que, no favorezca a ningún participante
Comunicación directa entre todos los participantes.
Sin la presencia de ningún líder
Sin agenda.
Regularidad (al menos al inicio)
Establecer relaciones de confianza
En ese sentido, lo que propone Bohm es que el diálogo debe ser abierto, franco, sin ataduras; que además debe buscar el conocimiento entre todos los participantes y no debe limitarse a los preconceptos que cada uno de ellos lleva al diálogo. 2. De las tres lecturas adicionales que Ud realizó, cuál es el concepto de diálogo con el que Ud. se queda (su propio concepto): Considero que el diálogo es un mecanismo de intercambio de información, mediante el cual uno o más participantes pueden llegar a solucionar diferentes aspectos que les atañen, no limitándose a conflictos, sino que pueden incluirse la satisfacción de necesidades, o actividades de simple comunicación. Asimismo, la forma ideal del diálogo es la verbal-presencial, en la cual los participantes además de escuchar lo que el otro tenga o pueda decir, también puede observar lo que se conoce como lenguaje no verbal, captando toda la información posible al respecto, el tono de voz, los gestos, la postura corporal, lo cual enriquece el intercambio de información. Sin perjuicio de lo señalado previamente, considero que el diálogo no puede limitarse únicamente al verbal-presencial, puesto que existen muchos mecanismos de intercambio de información que pueden respaldarse en la semiótica de las imágenes o de las acciones; por ejemplo, es muy conocido el caso de “la tregua de navidad” en la primera guerra mundial cuando tropas alemanas y británicas hicieron un alto al fuego no oficial en la víspera de Navidad de 1914. Los alemanes decoraron sus trincheras y cantaron “noche de paz” en alemán, los británicos respondieron cantando la misma canción en inglés, ambos lados se gritaron feliz navidad a la media noche, ambas tropas ingresaron al terreno considerado “zona de nadie” entre las dos trincheras, intercambiaron regalos (cigarrillos, alcohol), ninguna de las tropas hizo fuego sin necesidad de orden expresa. Claramente se trató de un diálogo sin palabras, sino de gestos, símbolos compartidos y canciones en común. Para que exista un diálogo, considero que necesariamente debe haber un interlocutor y un receptor y ambos deben intercambiar los mencionados roles; es decir el diálogo es un intercambio de información que va en dos sentidos. Algunas de las lecturas restringen a la negociación del concepto de diálogo; puesto que señalan que el diálogo es la tendencia de puentes entre los participantes, y que no debe de enmarcarse en una finalidad distinta a ello; sin embargo, considero que ello es incompleto; puesto que el diálogo puede tener múltiples funciones y objetivos, lo cual podría integrar a sub géneros o formas de establecerse.