ÁGORA RAZÓN

MEMORIAS DE UN HIJUEPUTA
Por Hugo Castillo Mesino

Atropelladores, paridores, carnívoros, cristianos. ¿hasta cuándo van

a abusar de mi paciencia? Empecé como presidente, seguí como
dictador y hoy ando de tirano superándome en mis hazañas.
Convencidos mis fusiladeros en degolladeros aquí no va aquedar
defensor de los derechos humanos ni títere de la Corte Penal
Internacional de la Haya con cabeza. Adiós a la Declaración de los
Derechos del Hombre de la Revolución Francesa porque otra
revolución más decapitadora, los reemplazara por deberes.
Así que ya lo saben, connacionales. Adiós a las fiestas civiles y
religiosas a los puentes y superpuentes, a los partidos de futbol y
copas mundos y cuanta alcahuetería haya parido la mente
putrefacta de los curas y los políticos que las han gobernado
durante su miserable historia.
Dice tener huevos prehistóricos como las de su amigo Gabito.
Habla de la resurrección de Cristo al tercer día, no son creíbles las
santas mujeres por estar María Magdalena que no inspira
credibilidad.
Los quejumbrosos judíos, que piden compasión, pero no la tienen,
de zarpazo les han quitado a los árabes de Palestina su territorio.
¿Y en calidad de qué hablo? En calidad de quien encarna el Estado y
ejerce él solo los tres poderes: El ejecutivo, el Legislativo, y el
judicial. Yo,yo,soy yo el que ordena. ¡Nada de ejecutar leyes! ¡A
ejecutar delincuentes! Si Colombia delinque que pague. Si delinque
uno, paga uno; si delinquen dos, pagan dos, pagan dos; si delinquen
todos, pagan todos, que es lo que iremos viendo, si sí o si no. No se
necesitan los tres poderes de Montesquieu, espíritu
enmarihuanado y confuso que los equipa a la democracia con un
solo poder basta con el triple corona.
He ahí el precio que tiene que pagar el buen colombiano por vivir n
el Jardín de las delicias. Cuando has visto pedir limosna al papa,
colombianos.
¿Cómo puede confiar una madre colombiana, sabiendo dónde vive,
en la que puso los cuernos con el Espíritu Santo a San José, su
legitimo esposo.