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Hay múltiples maneras de interpretar la paz. Para un feligrés cristiano la única paz posible
es la de los cementerios. Para un sacerdote es la última morada. Desde tiempos
inmemoriales vienen diciendo lo misma “mariconería”. ¿Se acabaron las moradas? Debe
ser muy aburrido para los muertos vivir hacinados en la última morada. ¿Cabrán tantos
muertos allí?
Para un dictador la paz es la desaparición forzada de sus opositores, muerte política. Para
un demócrata es la garantía de los derechos ciudadanos. Para un defensor de derechos
humanos es la defensa de esos derechos. Para un paraco es desmembrar cuerpos con
sierras eléctricas y jugar fútbol con cabezas humanas. Para Uribe es la privatización de la
seguridad a la que después llama: "seguridad democrática". Para algunos militares son los
falsos positivos y las botas al revés o dos botas del mismo pie puestas a los inocentes
ejecutados. Para un juez honesto es cárcel para los delincuentes.
Para un terrateniente o hacendado la paz es: la seguridad democrática. Para un pobre
diablo que solo tiene tierra en sus uñas, la paz es que dejen tranquilo a su patrón. Para los
narcos es que sus alijos de cocaína no sean interceptados e incautados para luego gritar al
unísono…¡Coronamos papaaá!
Para un ignorante la paz es la felicidad por no saber nada, mientras halla ron, fútbol,
pornografía, "chismes" y chatee todo el día sin sentido, todo está bien. Para unas
organizaciones militares de izquierda es la justicia social. Para otras es la amnesia porque
se les olvidó por qué hijueputas es que pelean.
Para un oportunista de derecha o un izquierdista arrepentido y gris la paz es acceder a la
burocracia, por elección o nombramiento, para vivir sabroso. Para Gaviria es que le den un
cargo a Simoncito donde sea y como sea, porque de lo contrario agarra una rabieta y
amenaza con quemar el trapo rojo. !Eche como si no hubiera más trapos!. Para Vicky la
paz es: joder a Petro por haber sapeado la parapolítica; que no se metan con Varito e ir de
compras a Falabella de la mano con su Genecco y que nadie lo acuse de paraco si no
quieren que desenvaina su lengua viperina.
Para Robledo, "El Señor No", es decir no a casi todo y sí a casi nada. Para Pastrana es que
Pambelé deje el bazuco y recobre su vitalidad. Para "Coscorrón" Vargas Lleras es que su
hermano sea el zar de las EPS. Para la Cabal la paz es: además de no hacer nada, que
dejen en paz a su Lafaurie. Para Lafaurie la paz es venderle tierras a Petro antes que se las
quite MaFe. Para Paloma Valencia, la paz es que se le muera la paloma a Juan Manuel
Santos… ¡la de paz, claro! Para JuanMa es que se muera la bellaca Paloma, pero no su
paloma, por muy grave y cabizbaja que esta esté. Para Polo Polo, la paz es hacer la
voluntad de María Fernanda y blanquearse la piel porque odia a los negros. Para los que
cometen delitos contra la administración pública es el vencimiento de términos. Para las
organizaciones multicrimen es que los dejen en paz para poder delinquir libremente.
Para Duque la paz es jugar a las pinolas y hacer el ridículo cuando toca
la guitarra y baila rock. Cuando alguien lo exhortaba diciéndole: ¡Presidente salve los
acuerdos de paz! Siempre respondía: “No sé de que me hablas viejo”.
Pareciera que cada colombiano quiere su propia paz, una paz a su medida, ajustada a su
talla y horma, como si este asunto hirsuto se tratara de un desfile de modas. En fin, una
paz individual privada. Pareciera que hubiese cincuenta y un millones de razones en favor
de la paz y cincuenta y un millones en contra.
Si disgregamos el conjunto de la sociedad se reducen las tendencias de los que están a
favor y en contra de la paz. En el plebiscito del 2016 el resultado fue: 50,2% de los
colombianos votaron por el NO y 49,7% votaron por el Sí. Si disgregamos más aún, nos
vamos a encontrar que dentro de la población colombiana hay factores, sectores y
segmentos en favor de la paz o contra ella.
Quienes determinan la paz o la guerra son los factores reales de poder. Los grandes
propietarios que representan el 10% de la población y dentro de los cuales hay un 1% de
ultra ricos. Son: los banqueros, los terratenientes, gremios económicos, representantes
señoriales de los partidos políticos tradicionales y capos del narcotráfico, del contrabando
y de la minería ilegal.
En un Estado mafioso unos factores reales de poder son los dueños de la paz o de la
guerra. Como quieran quieren: ¡“si quieren paz dejen de jodernos y si quieren guerra
déjense joder”! Y a una paz privada o guerra privada corresponde una seguridad privada.