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Magnetorresistencia gigante

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Resultados fundadores de Fert et al.

La magnetorresistencia gigante (en inglés, Giant Magnetoresistance Effect o GMR) es un


efecto mecánico cuántico que se observa en estructuras de película delgada compuestas de
capas alternadas ferromagnéticas y no magnéticas
Se manifiesta en forma de una bajada significativa de la resistencia eléctrica observada bajo la
aplicación de un campo magnético externo:
Cuando el campo es nulo, las dos capas ferromagnéticas adyacentes tienen una
magnetización antiparalela puesto que están sometidas a un acoplamiento ferromagnético
débil entre las capas.
Bajo efecto de un campo magnético externo, las magnetizaciones respectivas de las dos
capas se alinean y la resistencia de la multicapa cae de manera súbita.
Los spines de los electrones de la sustancia no magnética se alinean en igual número de
manera paralela y antiparalela al campo magnético aplicado, y por tanto sufren un cambio de
difusión magnética en una menor medida respecto a las capas ferromagnéticas que se
magnetizan de forma paralela.

Índice

 1Descubrimiento
 2Tipos de fenómenos GMR
o 2.1Magnetorresistencia gigante en las multicapas
o 2.2Magnetorresistencia gigante de válvula de spin
o 2.3Magnetorresistencia gigante granular
 3Aplicaciones
 4Véase también
 5Enlaces externos

Descubrimiento [editar]
Este efecto fue descubierto de forma independiente en 1988 por un equipo liderado por Peter
Grünberg del Jülich Research Centre en capas cristalinas de Fe/Cr/Fe, los cuales poseen
la patente y en capas de Fe/Cr por el grupo de Albert Fert de la Universidad de París-Sur,
quienes por primera vez observaron el fenómeno en las multicapas que dio lugar al nombre y
que primeramente explicaron la física subyacente
Un equipo de IBM liderado por Stuart Parkin reconoció rápidamente las posibilidades de
utilización del efecto para un sensor de campo magnético y, por consiguiente, para la cabeza
de lectura en un disco duro de ordenador y replicó el efecto en capas policristalinas en 1989.
En diciembre de 1997 IBM liberó al mercado el primer dispositivo comercial basado en este
efecto.
El descubrimiento de esta tecnología supuso para Peter Grünberg y Albert Fert el Premio
Nobel de Física del año 2007.

Tipos de fenómenos GMR[editar]


Magnetorresistencia gigante en las multicapas[editar]
En este caso, al menos dos capas ferromagnéticas están separadas por una película
ultradelgada (cerca de 1 nanómetro) de metal no ferromagnético (por ejemplo, dos capas de
hierro separadas por el cromo: Fe / Cr / Fe). Para ciertos espesores, el acoplamiento
RKKY entre las capas ferromagnéticas adyacentes, se hace un acoplamiento
antiferromagnético: a nivel energético, se hace preferible para las capas adyacentes que sus
magnetizaciones respectivas se alineen de manera antiparalela. La resistencia eléctrica del
dispositivo normalmente es más grande en el caso antiparalelo, y la diferencia puede alcanzar
varias decenas de porcentuales a temperatura ambiente. En estos dispositivos, la capa
intermediaria corresponde al segundo pico antiferromagnético en la oscilación
antiferromagnético-ferromagnético del acoplamiento RKKY.
La magnetoresistencia gigante fue observada por primera vez en una configuración multicapa,
trabajándose con apilamientos de 10 o más capas.
Magnetorresistencia gigante de válvula de spin[editar]

GMR de válvula de spin.


En el GMR de válvula de spin dos capas ferromagnéticos están separadas por una capa no
magnética (aproximadamente 3 nm), pero sin acoplamiento RKKY. Si el campo coercitivo de
ambos electrodos ferromagnéticos es diferente, es posible conmutarlos independientemente.
Así, podemos realizar una alineación paralela o antiparalela, y la resistencia debe ser más
grande en el caso antiparalelo. Este sistema es a veces llamado válvula de espín puesto que
permite controlar el espín de los electrones que circulan.
Esta es la que presenta mayor interés comercial puesto que es la configuración usada en la
mayoría de los discos duros.
Magnetorresistencia gigante granular[editar]
El magnetoresistencia gigante granular es un fenómeno que se produce
en precipitados sólidos de materiales magnéticos en una matriz no magnética. En la práctica,
el GMR granular es observado únicamente en matrices de cobre que contienen gránulos
de cobalto. La razón de ello es que el cobalto y el cobre no son miscibles, y por tanto es
posible crear precipitado sólido enfriando rápidamente una mezcla en fusión de cobre y
cobalto. La talla de los gránulos depende de la velocidad de enfriamiento y del recocido
posterior. Los materiales que muestran una magnetoresistencia gigante granular no parecen
en el 2005 capaces de reproducir los efectos tan importantes como los presentados por los
formados a partir de multicapas.

Aplicaciones[editar]
Otra aplicación es la memoria de acceso aleatorio magnética no volátil. Actualmente, su uso
como en sensores está muy extendido.1

¿Qué es eso de la magnetorresistencia gigante?

El descubrimiento del efecto de magnetorresistencia gigante, justo hace


ahora 20 años, es un paradigma de lo que ahora se denomina
nanotecnología. Para aclarar este concepto conviene recordar primero
algunos aspectos acerca de la grabación magnética, cuyo objetivo es poder
almacenar la mayor cantidad de información posible en el menor espacio.
Aquí es donde surge la importancia de la nanotecnología.

Resumiendo mucho, la nanotecnología en grabación requiere poder fabricar


de forma controlada las unidades de información o bits de un tamaño lo
menor posible, a escala nanométrica (10 elevado a -10 metros). Cuando
eres capaz de fabricar y caracterizar experimentalmente estas
pequeñísimas unidades, se observan fenómenos que no se pueden
observar en otros materiales de mayores dimensiones. Fert y Grünberg
descubrieron un efecto nuevo en determinadas multicapas magnéticas
nanoestructuradas, en las que, aplicando un campo magnético, se puede
modificar su resistencia eléctrica. Si bien existen varios efectos magneto-
resistivos, la magnetorresistencia gigante (cuyas siglas en inglés son GMR)
se caracteriza por su intensidad “gigante”, y por ponerse de manifiesto sólo
en materiales nanométricos.
¿Y qué aplicaciones tiene?

El efecto de la magnetorresistencia gigante se descubrió en 1988 y su


importancia se puso de manifiesto rápidamente, pues a mediados de los ‘90
las cabezas lectoras de IBM ya se basaban en ello. En esencia, este efecto
permite que puedas leer la información magnética almacenada en el disco o
soporte magnético con mayor precisión y sensibilidad, con lo cual se
pueden fabricar unidades magnéticas más pequeñas, y por tanto posibilita
aumentar la densidad de grabación.

Un sistema de grabación consiste en un medio donde se almacena la


información -como el disco de un ordenador-, y dos cabezas magnéticas, la
grabadora de la información y la lectora de la misma. Los sistemas
magnéticos actuales de grabación tienen una cabeza magnética que “lee” la
información utilizando el efecto de magnetorresistencia gigante. Esto ha
posibilitado la reducción del tamaño de los discos duros y de todos los
sistemas magnéticos de grabación, además de reducir su coste.

Además de la grabación magnética, ¿existen otras áreas de


investigación en magnetismo?

Dentro del magnetismo básico y aplicado existen tres grandes campos de


investigación. El primero es la grabación magnética, pero existen otros dos.
Uno es el relativo a los materiales magnéticos blandos o dulces, y el otro se
refiere a los materiales magnéticos duros o imanes permanentes.

Un material magnético blando, que no tiene nada que ver con su dureza
mecánica, es muy sensible a la acción de campos magnéticos, o en
términos técnicos, posee una gran facilidad para imanarse y desimanarse.
Dadas esas características, se emplean en numerosos sensores basados
en las modificaciones de determinadas propiedades que se quieren medir
con un campo aplicado. Su aplicación más importante, por el volumen del
material empleado, está en los núcleos de los transformadores, como los
utilizados para llevar la energía desde un pantano a nuestras casas. La
tecnología en este campo está muy desarrollada y se avanza relativamente
poco, pero el mercado de chapa de transformadores y de motores en el
mundo es enorme, y mueve millones de euros, a pesar de tener un precio
muy barato.

Respecto a los imanes permanentes son los conocidos comúnmente como


imanes. Son materiales específicos que se caracterizan por generar un
campo magnético de mayor o menor intensidad. Se emplean en numerosas
aplicaciones, desde el típico imán de la nevera, hasta su uso en satélites
espaciales o en biomedicina.
¿Y qué retos le quedan todavía al magnetismo?

Actualmente, más de la mitad del apoyo económico e inversión mundial en


actividades relacionadas con el magnetismo y sus tecnologías se destinan a
la búsqueda de sistemas alternativos y avanzados en grabación magnética.
Con la tecnología actual se está alcanzando el límite de reducción del
tamaño.

Algunos de los últimos avances implican el uso de la ‘grabación


perpendicular’, donde los bits o unidades de información son
perpendiculares al disco duro, al plano del medio de grabación. Esto implica
una fuerte financiación de la investigación básica y aplicada que se enfoca a
nuevos materiales, nuevos fenómenos y nuevas tecnologías en el mundo de
lo “más pequeño todavía”. Esto revierte hacia aplicaciones en otras áreas
de magnetismo. Se están desarrollando nuevas nanoestructuras
magnéticas que tienen propiedades específicas mejoradas respecto a las
que se vienen fabricando, nuevos sensores, e incluso ya se trabaja en
magnetismo molecular o magnetismo de materiales orgánicos.

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