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en el Invernadero
Manejo integrado de plagas (MIP)
El Manejo Integrado de Plagas (MIP) es definido como la selección inteligente de tácticas para controlar
plagas; asegurando consecuencias económicas, ecológicas y sociológicas sostenibles. El MIP no busca la
eliminación completa de las plagas, sino la reducción de las mismas a niveles por debajo del umbral
económico. El establecer un control de plagas efectivo en el invernadero implica poseer un nivel de
conocimiento técnico-biológico elevado. El MIP debe ser práctico, simple, y flexible para manejar
insectos, ácaros, enfermedades, malezas y vertebrados plaga.
El uso de mallas ligeras especiales en las paredes del invernadero es recomendable para la exclusión de
ciertas plagas como áfidos, mosca blanca y trips. La desventaja de utilizar estas mallas es la disminución
en la entrada de aire, limitación que puede paliarse con una bien diseñada estructura que contemple la
ventilación cenital. El control físico, que incluye la utilización de agentes como temperatura, humedad e
intensidad de iluminación, suelen ser letales para organismos patógenos incluyendo insectos y ácaros.
Idealmente el invernadero debe estar vacío por un período de 10 a 15 días antes de iniciar un nuevo
cultivo y, de ser posible, todas las ventanas y puertas deberán ser cerradas para solarizar el interior del
invernadero. Las altas temperaturas (40-42oC) alcanzadas durante esta etapa son suficientes para
eliminar cualquier inóculo de infestación. La medida de cerrar el invernadero por largos períodos puede
ser impráctica para productores que trabajan con cultivos escalonados, pero de seguirse, es muy
efectiva.
Es recomendable el transporte y
eliminación inmediata de rastrojos de
cultivos fuera del invernadero ya que
éstos pueden albergar los diferentes
estadíos de las plagas. La destrucción de
los rastrojos se logra quemando los
residuos o enterrándolos en fosas
suficientemente profundas que no
permitan el escape principalmente de
insectos o ácaros.
Control biológico
El uso de enemigos naturales juega un papel importante en la regulación de plagas de invernaderos. El
control biológico involucra el uso de parasitoides (ej. avispas), depredadores (ej. mariquitas o vaquitas
de San José, chinche ojón y chinche pirata) y enfermedades (ej. uso de bacterias, virus o nemátodos)
para el control de plagas. Los insectos benéficos más exitosos, son aquellos que son específicos, tal
como es el caso de muchas avispas (Orden Hymenoptera); sin embargo, el uso de benéficos generalistas
(ej. vaquitas de San José), constituye una buena opción cuando tratamos con complejos de plagas en el
invernadero.
La efectividad del control biológico de plagas radica
en la sincronización de la liberación de enemigos
naturales con la temprana presencia de plagas. Se
pueden obtener excelentes resultados cuando se
tienen medidas preventivas de liberaciones
tempranas al primer signo de la plaga en los
almácigos. Entre los depredadores y parasitoides
más comunes utilizados en invernadero tenemos,
Encarsia formosa L. para el control de mosca blanca,
Orius insidiosus (Say) para el control de trips,
Aphidius colemani L. para el control de áfidos.
Algunas de las ventajas del uso de insectos
benéficos incluyen: (1) el uso de enemigos naturales
no deja residuos tóxicos sobre las plantas y no
contamina el ambiente; (2) si se usan a tiempo, Figura 3. Adulto de Encarsia formosa. Control
pueden reducir significativamente la población de biológico de mosca blanca.
plagas; (3) no acarrean el problema de resurgencia
y/o resistencia; (4) a largo plazo, puede resultar mucho más económico que el uso de pesticidas.
Figura 4. Adulto de Orius insidiosus. Control Figura 5. Adulto de Aphidius colemani. Control
biológico de trips. biológico de áfidos.
Algunos controladores biológicos utilizados en invernaderos.
Controladores Biológicos
Plaga Nombre científico Nombre común
Entre las desventajas del uso de artrópodos benéficos: (1) los resultados del uso de controladores
biológicos no son rápidos; (2) si las condiciones ambientales no son las apropiadas para el
establecimiento de los enemigos naturales, el uso de control biológico no es exitoso.
Tenga en cuenta que ninguna medida unilateral de control es eficiente y ninguna medida de control es
100% efectiva. El uso de control biológico involucra más trabajo que el uso de químicos y puede requerir
la modificación de los métodos de producción tradicionales en el invernadero. Es muy importante
contar con compañías responsables que otorguen productos de calidad. Tenga siempre en
consideración que antes de cualquier liberación de organismos benéficos, debe revisarse la calidad de
los mismos.