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TEXTO

El regreso del conocimiento

Por primera vez desde que tenemos memoria las voces que prevalecen en la vida pública
española son las de personas que saben; por primera vez asistimos a la abierta celebración del
conocimiento y de la experiencia, y al protagonismo merecido y hasta ahora inédito de esos
profesionales de campos diversos cuya mezcla de máxima cualificación y de coraje civil
sostiene siempre el mecanismo complicado de la entera vida social. En los programas de
televisión donde hasta hace nada reinaban en exclusiva charlistas especializados en opinar
sobre cualquier cosa en cualquier momento, ahora aparecen médicos de familia, epidemiólogos,
funcionarios públicos que se enfrentan a diario a una enfermedad que lo ha trastocado todo y
que en cualquier momento puede atacarlos a ellos mismos. Cada tarde, a las ocho, sobre las
calles vacías, estalla como una tormenta súbita un aplauso dirigido no a demagogos
embusteros sino a los trabajadores de la sanidad, que hasta ayer mismo cumplían su tarea
acosados por los continuos recortes, la falta de medios, el desdén a veces agresivo de
usuarios caprichosos o quejicas. [...]

La realidad nos ha forzado a situarnos en el terreno hasta ahora muy descuidado de los
hechos: los hechos que se pueden y se deben comprobar y confirmar, para no confundirlos con
delirios o mentiras; los fenómenos que pueden ser medidos cuantitativamente, con el máximo
grado de precisión posible. Nos habíamos acostumbrado a vivir en la niebla de la opinión, de la
diatriba sobre palabras, del descrédito de lo concreto y comprobable, incluso del abierto
desdén hacia el conocimiento. [...]

Investigar con rigor y explicar con claridad requiere conocimiento y experiencia, que es el
conocimiento más profundo que solo se obtiene con el tiempo y la práctica: son las cualidades
necesarias para ejercer una tarea pública comprometida, desde asistir a un enfermo en una
sala de urgencias a mantenerla limpia, o conducir una ambulancia, o montar de la noche a la
mañana un hospital de campaña. [...]

Nos ha hecho falta una calamidad como la que ahora estamos sufriendo para descubrir de
golpe el valor, la urgencia, la importancia suprema del conocimiento sólido y preciso, para
esforzarnos en separar los hechos de los bulos y de la fantasmagoría y distinguir con nitidez
inmediata las voces de las personas que saben de verdad, las que merecen nuestra admiracio ́n
y nuestra gratitud por su heroísmo de servidores públicos. Ahora nos da algo de vergüenza
habernos acostumbrado o resignado durante tanto tiempo al descrédito del saber, a la
celebración de la impostura y la ignorancia.

Antonio Muñoz Molina. El País. 25 marzo 2020.

CUESTIONES

1. Identifique las ideas del texto, exponga de forma concisa su organización e indique
razonadamente su estructura.
2. Explique la intención comunicativa del autor (0,5 puntos) y comente dos mecanismos de
cohesión distintos que refuercen la coherencia textual.

3. ¿Crees que la crisis que vivimos cambiará sustancialmente la sociedad? Elabore un discurso
argumentativo, entre 200 y 250 palabras, en respuesta a esta pregunta, eligiendo el tipo de
estructura que considere adecuado.
4a. Analice sintácticamente el siguiente fragmento:

Explicar con claridad requiere experiencia, que es el conocimiento ma ́s profundo que solo se
obtiene con el tiempo y la práctica.

4b.(1) Explique qué sentido tienen en el texto las palabras subrayadas: demagogos,
conocimiento.

4b.(2) Analice cómo están formadas las siguientes palabras en negrita en el texto:
caprichosos, ignorancia.

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