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Desde su arribo a Lima en 1707, Castelldosrius se esforzó por aumentar su

fortuna privada y establecer alianzas con la élite local para así conseguir
respaldo político. Emulando a Luis XIV, Castelldosrius auspició concursos
literarios, eventos musicales y una academia literaria conformada por los
mejores intelectos locales.[CITATION Qui13 \p 94 \l 3082 ]

Un agudo observador y admirador señaló que Castilla era una persona honrada
y sensata, un verdadero patriota que se esforzaba por el bienestar del país,
pese a carecer de educación y ser tosco, algo obstinado y gustar de los juegos
de cartas y dados.[CITATION Qui13 \p 162 \l 3082 ]

Más aún, esta casa también enfrentó imputaciones de cobrar comisiones


adicionales disfrazadas en los costos de flete y de cargar exageradamente las
cuentas del gobierno. En este entorno institucional apuntalado por sobornos,
privilegios indebidos y tratos turbios, las rentas guaneras fueron usadas por los
gobiernos peruanos fundamentalmente en gastos improductivos. El problema
se vio agravado por la falta de educación y experiencia de los funcionarios
estatales, que ahora tenían que administrar una repentina fuente de riqueza
nacional.[CITATION Qui13 \p 168 \l 3082 ]

La compra de estos submarinos fue también cancelada debido a su alto costo


por el sucesor de Leguía. En realidad, las transferencias presupuestarias
irregulares y el gasto excesivo inflaron el déficit de los ministerios de Defensa,
Gobierno (que incluía a la policía secreta) y Fomento, en tanto que se
descuidaba otros sectores como el de Educación.[CITATION Qui13 \p 286 \l 3082 ]

Alejandrino Maguiña, ministro de Justicia y Educación y primer ministro en


1926, explicaba que su principal motivación para tomar parte en la política
gubernamental era «hacer dinero». En efecto, Maguiña renunció después de
ignorar repetidos pedidos del Congreso para que presentara cuentas claras de
los gastos que había efectuado desde 1923 para la construcción de escuelas
primarias.[CITATION Qui13 \p 300 \l 3082 ]

Contribuyeron a su legado anticorrupción Manuel Vicente Villarán, Víctor


Andrés Belaúnde y varios dirigentes de un ascendente movimiento entre los
estudiantes universitarios y obreros. Villarán renunció como rector de la
asediada Universidad Nacional de San Marcos para proseguir una oposición
subterránea al gobierno.[CITATION Qui13 \p 305 \l 3082 ]
En pueblos y ciudades reinaba la malversación de los impuestos municipales y
la corrupción de inescrupulosos contratistas urbanos. La administración de la
educación pública y la construcción de escuelas también sufrieron debido a los
abusos de los funcionarios del ramo. [CITATION Qui13 \p 308 \l 3082 ]

Las disputadas elecciones presidenciales de 1931 dieron como triunfo de


Sánchez Cerro. El nuevo gobierno pronto dictó la clausura de la Universidad de
San Marcos, donde Basadre ejercía su empleo principal. El historiador viajó al
extranjero y solo regresó al país cuando la universidad reabrió sus puertas en
1935. Durante su larga como profesor y empleado público, Basadre
experimentó repetidas frustraciones en sus esfuerzos por efectuar reformas de
corte institucional y educativo. [CITATION Qui13 \p 316 \l 3082 ]

La apropiación de 15.000 soles de subsidios para la Universidad de San


Marcos; un monto desconocido cobrado a Grace & Co.; y el intento de
conseguir un soborno de 30.000 soles de H. J. Gildred & Co., el contratista
para la construcción del Palacio de Justicia.[CITATION Qui13 \p 322 \l 3082 ]

Cuando el presidente Manuel Prado Ugarteche asumió el mando en diciembre


de 1939 durante la segunda guerra mundial, Jorge Basadre había alcanzado
prominencia como profesor y bibliotecario de la Universidad de San Marcos. Su
prestigio como intelectual independiente y progresista era ampliamente
reconocido entre las élites políticas e intelectuales. Basadre regresó al Perú en
1935, luego de haber estudiado y dado conferencias en Estados Unidos,
Alemania y España, y de haber sido testigo del auge del fascismo en Europa.
Ante la severa mirada del presidente Benavides, Basadre ofreció la conferencia
inaugural del Congreso de Americanistas, celebrado en Lima en 1939. También
en ese año se publicó su primera Historia General de la República del Perú.
Unos cuantos años más tarde, Prado le nombró director de la Biblioteca
Nacional, una posición importante aunque difícil, pues se le encargó su
reconstrucción tras un desastroso incendio. [CITATION Qui13 \p 337 \l 3082 ]

El gobierno aplicó estas medidas siguiendo las recomendaciones de


funcionarios estadounidenses. Más de 1.800 ciudadanos japoneses varones,
entre ellos maestros y miembros de asociaciones japonesas locales, fueron
deportados forzosamente a Estados Unidos.94 Los colegios, asociaciones,
negocios y propiedades japoneses fueron clausurados y sus activos
expropiados. [CITATION Qui13 \p 342 \l 3082 ]
El primer gabinete del nuevo régimen, al cual se le denominó el «gobierno
moralizador», estuvo formado por jóvenes profesionales. Basadre, una figura
políticamente independiente, fue nombrado ministro de Educación y desde su
posición intentó combatir la corrupción entre los funcionarios del ministerio.
Aunque tenía una experiencia limitada para semejante cargo, Basadre sostuvo
que «por lo menos, fuimos honestos».106 Una de sus primeras medidas fue
realizar una profunda investigación del sospechoso incendio que había
destruido la Biblioteca Nacional, un desastre sobre el que no se había indagado
plenamente.[CITATION Qui13 \p 345 \l 3082 ]

“En esa función de reconstruir y restaurar la biblioteca, Basadre tuvo fricciones


con la compañía e ingeniero contratados por el Ministerio de Fomento para
construir su nuevo edificio: los costos continuaban creciendo sin tener en
consideración las necesidades presupuestarias y técnicas. Como ministro,
Basadre también descubrió una trama para defraudar al Estado por
aproximadamente el 40 por ciento del valor de un número considerable de
pupitres escolares, fabricados por un contratista en colusión con un funcionario
de alto rango”.[CITATION Qui13 \p 345 \l 3082 ]

“Las publicaciones apristas criticaron e insultaron a Basadre sin cesar debido a


su independencia política, llamándole «un cobarde y un adulón que ha
sacrificado la integridad de su posición a cambio de la sinecura». El APRA
presionaba para tener el control de varios ministerios claves, como Relaciones
Exteriores, Hacienda, Fomento y entre ellos el de Educación, para así
promover sus objetivos políticos. Basadre y otros ministros pasaron a ser el
blanco favorito de los dardos apristas como parte de la estrategia global del
APRA de humillar, obstruir y desestabilizar al régimen de Bustamante”.
[CITATION Qui13 \p 346 \l 3082 ]

públicos pradistas fue observada de primera mano por el honrado y


políticamente independiente Jorge Basadre, quien fue nombrado por segunda
vez ministro de Educación por el presidente Prado. Basadre ocupó dicho cargo
entre julio de 1956 y octubre de 1958, cuando renunció por supuestas razones
de salud. Sin embargo, Basadre posteriormente reveló que su renuncia tuvo
otros motivos. Como ministro, nuevamente se esforzó por llevar a cabo un
estudio integral de la situación real de la educación peruana y, sobre dicha
base, proponerle al Congreso una ley general de educación pública. Estos
esfuerzos constructivos fueron materia de abrumadoras dificultades en el
Congreso. Las serias diferencias que Basadre tenía con algunos senadores y
diputados pradistas continuaron y se intensificaron en torno a la cuestión de la
construcción de varios colegios.
La creciente población peruana de ese entonces ya superaba lo que el
limitadon sistema educativo podía ofrecer. El objetivo de Basadre era introducir
urgentes reformas educativas. Tristemente, varios parlamentarios venales
tenían otras prioridades que descarrilaron una vez más los esfuerzos
reformistas de Basadre. El aplazamiento de las reformas necesarias debido a
los intereses partidarios del segundo gobierno de Prado tendría consecuencias
costosas para la sociedad y la economía peruana en las décadas siguientes.
El ministro Basadre fue presionado por los principales dirigentes del MDP para
que aprobara las condiciones del contratista RIMSA. Esta compañía tuvo una
disputa con el Ministerio de Educación en torno al incremento sustancial en los
costos cobrados en la construcción de dos grandes colegios (el Colegio Hipólito
Unánue y la Unidad Escolar de Huaraz), cuyos planos de construcción
originales habían sido modificados para que cumplieran nuevos requisitos. Los
expertos técnicos afirmaron que dichos cambios no justificaban el exorbitante
alza de los costos.[CITATION Qui13 \p 370 \l 3082 ]

El contrato fue rescindido. Basadre eligió esta oportunidad para


anunciar públicamente que su renuncia como ministro de
Educación se había debido a las presiones políticas ejercidas en el
caso RIMSA.192 Al analizar estos escándalos de corrupción, un
diplomático estadounidense concluyó que si bien las «corruptelas
son un problema omnipresente en el Perú, parecería que en estos
casos las personas cercanas al gobierno de Prado podrían haberse
extralimitado».[CITATION Qui13 \p 373-374 \l 3082 ]

la mayoría de los peruanos deseaba una amplia reducción de la


corrupción en los asuntos del poder ejecutivo y del poder judicial,
así como en el ámbito de la educación.[CITATION Qui13 \p 375 \l 3082 ]

Cuando un periodista extranjero le preguntó cuál era a su juicio el rol apropiado


de las fuerzas armadas en los asuntos nacionales, Belaúnde respondió que la
cooperación entre civiles y militares era necesaria, y que las fuerzas armadas
constituían verdaderas escuelas para los reclutas indígenas. [CITATION Qui13 \p
387 \l 3082 ]

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