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DEBATES

CONSTRUCTIVISMO RADICAL,
MARCO TEÓRICO DE INVESTIGACIÓN
Y ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS
MARTÍNEZ DELGADO, ALBERTO
IES Tartesos de Carnas. Sevilla

SUMMARY
The article on radical constructivism criticizes its claim of being an original paradigm as well as criticizing some
contradictions and scarcely justified theoretical leaps, and some specific problems over previous ideas in teaching and
theoretical frames in scientific research.
The critique underlines the controversial subject of empirical and experimental methods in learning and research and
proposes a comparison between empiricism and radical constructivism axioms (with a suggested isomorphism
between supposed opposing theories) as well as a tendency for both paradigms to slip towards epistemological realism.
Also discussed are some aspects regarding research management and education (LOGSE).

LA EPISTEMOLOGÍA DEL CONSTRUCTI-


VISMO RADICAL
Dentro de la amplia diversidad de concepciones consi- a) El conocimiento no es recibido pasivamente sino construido
deradas como constructivistas (Gómez-Granell, Coll activamente por el sujeto cognoscente;
Salvador, 1994, p. 8), centraremos nuestra atención en el b) La función de la cognición es adaptativa y sirve a la
constructivismo radical y en sus derivaciones para la organización del mundo experiencial, no al descubrimiento de
enseñanza de las ciencias y para la investigación cientí- una realidad ontológica.
fica, por tratarse de una de las tendencias constructivis-
tas de mayores aspiraciones teóricas y de mayor influen- Aceptar sólo el primer principio es considerado como
constructivismo trivial por los que aceptan ambos principios,
cia en los medios académico-educativos. Dedicaremos porque este principio ha sido conocido desde Sócrates y, sin la
especial atención a los planteamientos de Glasersfeld, ayuda del segundo, se mete de cabeza en todos los perennes
(1987, 1990, 1991, 1993, 1995,1996), como represen- problemas de la epistemología occidental.
tante ampliamente reconocido, tanto por la envergadura
de sus planteamientos teóricos como por su impacto en Una caracterización similar del constructivismo radical
la enseñanza de las ciencias y de las matemáticas puede encontrarse en Etchenberger y Shaw (1992,
(Ernest, 1989, p. 151; Kilpatrick, 1990, p. 39; Ernest, p. 411), en Saunders, (1993, p. 136) y en Noddings,
1996, p. 79). (1990), quien sintetiza: «el conocimiento y la realidad
misma son construcciones de la mente» (p. 14). El
Los principios fundamentales del constructivismo radi- mismo Glasersfeld deja claro que el núcleo del construc-
cal han sido formulados, precisando la diferencia con el tivismo radical va más allá de una mera negación del
constructivismo trivial, por Glasersfeld (1991, p. 31): conocimiento metafísico del mundo exterior, estable-

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ciendo una insalvable barrera entre el sujeto y los objetos observar, objetos exteriores, objetivo aprendizaje por
exteriores y desplazando así al mundo exterior la caja descubrimiento..., característicos de la teoría realista,
negra, en que el conductismo había colocado los proce- por los correspondientes a construir (o inventar ), mundo
sos internos del individuo. Así, Glasersfeld (1995, experiencial, viable, aprendizaje por invención..., más
p. 114) concreta más el segundo principio (distintivo) acordes con la orientación constructivista.
del constructivismo radical:
Esta relación formal entre el constructivismo y el realis-
«El segundo principio es que [...] el conocimiento no mo, sobre todo en la versión pasiva de éste, permite
constituye una «pintura» del mundo. No representa en plantear la hipótesis de la existencia de un isomorfismo
absoluto el mundo –comprende esquemas de acción, entre el modelo constructivista (con sus objetos y opera-
conceptos y pensamientos y distingue los que son consi- ciones como constructos) y el modelo realista pasivo
derados ventajosos de los que no lo son [...]–. De esto se (con sus objetos y operaciones surgidos del mundo
sigue que lo que ordinariamente llamamos «hechos» no exterior). Esta hipotética relación de isomorfismo hace
son elementos de un mundo independiente del observa- superfluo, en alguna medida y desde un punto de vista
dor, sino elementos de la experiencia de un observador.» formal el problema del antagonismo entre los dos para-
digmas, aunque no elimina la disyuntiva entre ellos,
El constructivismo radical se presenta, por lo tanto, sobre todo si salimos del estrecho marco de las estructu-
como un paradigma epistemológico contrapuesto al rea- ras formales.
lismo, para el que la existencia de un mundo exterior al
sujeto y con influencia en éste resulta innegable, y no En los mismos planteamientos constructivistas radicales,
sólo como eliminador de tentativas del individuo. La es frecuente, por otra parte, una recaída en formulaciones
alternativa constructivista, que entronca con el idealis- realistas -de entrada, merece destacarse que el constructi-
mo filosófico tradicional, se postula presentando a su vismo se justifica como una verdad, o si se prefiere
oponente realista de manera un tanto caricaturesca, iden- viabilidad, superior a la que pueda representar el realismo
tificándolo con formas metafísicas del materialismo epistemológico-. Esta deriva hacia el realismo, en parte
pasivo o contemplativo que ya denunciara Marx en las atribuible a la conformación realista de nuestro lenguaje
«tesis sobre Feuerbach» (Marx, K., 1845/1975, p. 426), (Glasersfeld, 1995, p. 19), quizás tenga raíces más pro-
al mismo tiempo que proclama la grandilocuente preten- fundas, como sugiere la historia del empirismo y el
sión de constituir una revolución mental respecto a los positivismo, formulados inicialmente bajo principios
últimos dos mil quinientos años de historia de la huma- equivalentes a los del constructivismo y a los que el
nidad (Glasersfeld, 1995, p. 19, p. 113). mismo constructivismo acusa actualmente de defender
posiciones metafísicas y principios epistemológicos rea-
listas. El vuelco evolutivo del empirismo y del positivis-
mo hacia el realismo es revelador de la resistencia del
CONSTRUCTIVISMO RADICAL Y REALIS- paradigma realista a ser eliminado como perspectiva
MO. ISOMORFISMO FORMAL Y RECAÍDAS epistemológica, renuncia que quizás pueda ser explica-
EN EL REALISMO da, en un enfoque marxista-althuseriano (Althusser, 1975,
p. 101-102), como resultado de la contradicción, dentro
El anhelo de originalidad revolucionaria del constructi- de la «filosofía espontánea de los científicos», entre el
vismo, sin embargo, encuentra serios problemas. Por un elemento «“intracientífico” [...] de carácter materia-
lado, es abusivo reducir el realismo, y el materialismo, a lista y objetivista» y el elemento «“extracientífico”
sus versiones mecanicistas, metafísicas y contemplati- [...] reflejo sobre la práctica científica de tesis filosóficas
vas. Por otra parte, el constructivismo no es la primera elaboradas fuera de esta práctica [...] que, explotando las
teoría que combate la metafísica. Ya el empirismo y el ciencias, sirven acríticamente a determinados objetivos
positivismo se opusieron a la concepción metafísica, con que pertenecen a ideologías prácticas».
argumentos similares a los que en la actualidad emplea
el constructivismo en contra del empirismo y del positi-
vismo. La originalidad del constructivismo radical pue-
de verse cuestionada por la coincidencia entre los postu- LAS IDEAS PREVIAS EN LA ENSEÑANZA-
lados del constructivismo radical y los del empirismo de APRENDIZAJE Y COMO MARCO TEÓRICO
Hume (1734/1984) y por su posible subsunción dentro EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
de los principios del positivismo (Martínez Delgado,
1995, p. 5). A pesar de que algunos autores consideran que «el
constructivismo no es una teoría para la enseñanza o la
El desplazamiento, por parte del constructivismo radi- instrucción» (Kilpatrick, 1990, p. 42), es bastante fre-
cal, de la fuente de las regularidades que dan lugar al cuente que personas que se identifican con el construc-
conocimiento, desde el mundo exterior de los realistas (y tivismo, incluso con versiones radicales, eludan la pro-
especialmente de los realistas contemplativos) al sujeto blemática filosófico-epistemológica y sostengan
constructor, puede esquematizarse como la «reconstruc- fundamentalmente un planteamiento pedagógico como
ción» de algunos conceptos tradicionales como «cono- núcleo de su constructivismo.
cimiento, verdad, comunicación y comprensión» (Glasers-
feld, 1995, p. 19). Esta reconstrucción, con cierta frecuencia, Es discutible que, a partir de los principios epistemoló-
se reduce a la mera sustitución formal de términos como gicos constructivistas, puedan plantearse consecuencias

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pedagógicas claras y exclusivas de este paradigma, por pueda defenderse la importancia de las ideas previas,
lo que es comprensible la resistencia apuntada a conside- dado el carácter siempre inacabado y revisable del cono-
rar una pedagogía constructivista. Pero en la práctica, y cimiento científico y que, en consecuencia, merezcan
a veces con alusiones a una fundamentación epistemoló- consideración las ideas no coincidentes con las admiti-
gica de tipo radical, en la literatura educativa de los das –provisionalmente– como correctas.
últimos doce años predomina un enfoque «constructi-
vista» de la enseñanza con algunos rasgos tajantes y Una situación similar de doble compatibilidad (con el
dogmáticos, incluso oficializados gubernamentalmente. constructivismo radical y con el realismo epistemológi-
Así, el Ministerio de Educación y Ciencia español (1989, co) se produce también respecto a otros conceptos de
p. 31) enmarca «los principios psicopedagógicos que interés psicopedagógico, como los relacionados con el
subyacen al Diseño Curricular Base» en «una concep- procesamiento de la información (calificado por diver-
ción constructivista del aprendizaje escolar y de la inter- sos autores como tendencia neoconductista) y con los
vención pedagógica, entendida en sentido amplio...», planteamientos materialistas vygotskianos (Vygotsky,
orientación constructivista que, en su desarrollo en la 1991, p. 200; Wertsch, 1988, p. 28), posteriormente
literatura logsiana, incluso en casos de adscripción al incorporados al constructivismo social, como «pilar
constructivismo social, mantiene conexiones con el ra- psicológico del mismo» (Weinberg y Gavelek, 1987, p.
dicalismo epistemológico constructivista. 346).

Dentro de la corriente pedagógica constructivista, ocu- Reconocida la aportación para el aprendizaje que supone
pa un lugar destacado la noción de ideas previas, dife- la valoración de las ideas previas, y no sólo de los
renciada de la de conocimientos previos, como conse- conocimientos previos, es preciso señalar la existencia
cuencia de la impronta de los principios epistemológicos de sombras y dificultades en la concepción constructi-
del constructivismo radical –diferencia no siempre per- vista de las ideas previas, algunas de ellas, paradójica-
cibida por algunos defensores del constructivismo. mente, dignas del más ingenuo y simple de los realismos.

La importancia de los conocimientos previos ha sido La relatividad de la identificación de una idea como
resaltada tradicionalmente por diversas teorías educati- previa desmantela gran parte de la sacralización que de
vas (Miras, 1993, p. 48); de hecho, las secuencias esta- las ideas previas se ha realizado por parte de la doctrina
blecidas en distintos programas educativos responden a constructivista, al poner en cuestión la pretendida natu-
un criterio sobre el carácter previo de unos conocimien- raleza idiosincrásica de la generalidad de las mismas,
tos respecto a otros. Merece destacarse, como muestra como emanación del yo, al margen de contingencias
de lo inadecuado de ciertos ataques simplistas contra el exteriores.
conductismo, la propuesta de Thorndike (1922, p. 199)
sobre el valor de los conocimientos previos: El mismo Piaget ha intervenido en esta desmitificación
de las ideas previas, al señalar «cinco tipos de reacciones
«Un plan científico para enseñar aritmética debería empezar revelados por examen clínico», distinguiendo los casos
con un inventario exacto del conocimiento y la habilidad de «respuesta al azar» (llamada por Binet y Simon le
que ya poseen los alumnos.» n’importequisme)», de «fabulación», «convicción suge-
rida», «convicción liberada» y «convicción espontánea»
Sin embargo, la importancia de las ideas previas, no en (Piaget, 1973, p. 21-22).
tanto que conocimientos, más o menos acertados, sino
como expresión del individuo, como construcción per- La existencia de ideas arraigadas, resistentes incluso a
sonal, debe su actual reconocimiento al empeño en ese su modificación mediante la enseñanza, distinguiéndo-
sentido del movimiento constructivista, especialmente las de ideas superficiales (Martínez Delgado, 1998), y el
de la línea radical. La desvinculación constructivista del proceso de formación de unas y otras, hasta el punto de
conocimiento respecto a una realidad objetiva exterior que puedan considerarse tanto ideas previas como ideas
propicia que las ideas de una persona adquieran valor al resultantes, ofrece un importante campo de investiga-
margen de su corrección o correspondencia con una ción educativa, en el que pueden ser contraproducentes
realidad. Aunque no se compartan los principios del algunos simplismos instruccionales.
constructivismo radical, es innegable la repercusión
positiva de esta tendencia epistemológica con ramifica- El apriorismo de considerar el conjunto de las ideas
ciones educativas, en la medida en que se propone la previas como expresión sólo de tendencias internas del
valoración de opiniones no ajustadas a los moldes esta- individuo, sin ninguna influencia moldeadora del medio
blecidos como inmutables y a la rigidez dogmática de exterior (cuya propia existencia y valor epistemológico
algunas transposiciones didácticas. se cuestiona por el constructivismo radical) supone en-
globar la historia de las diferentes ideas dentro de la
El respeto y el realce de las ideas previas, sean éstas indescifrable «caja negra del universo» (Glasersfeld,
acertadas o no, no puede considerarse, sin embargo, 1987, p. 108), en que el constructivismo coloca el mundo
como sucede con otros «temas» (Goldin, 1990, p. 32) un objetivo exterior a los individuos y las relaciones mutuas
planteamiento exclusivamente vinculado a unos princi- sujeto-objeto. Es sorprendente y paradójico, sin embar-
pios constructivistas radicales. El relativismo adjudica- go, que, desde la perspectiva de los principios radicales,
do por Berkeley (1710/1985, p. 129-130) al realismo, se pretenda averiguar las ideas previas de otras personas,
justifica el que incluso desde una posición materialista cuando las personas mismas, y por lo tanto sus ideas, son

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creaciones propias de cada individuo, que no podría La dirección de la revista Enseñanza de la Ciencias
atribuir con pretensiones de objetividad (o de viabili- (3-10-1997), manifestó ante un trabajo presentado a su
dad) sus propias creaciones a otras personas; por ejem- consideración:
plo, el profesor no podría pretender conocer las ideas
previas de sus alumnos, como tales ideas propias de «Pensamos, de acuerdo con muchos autores: que no
éstos, como recomienda el constructivismo pedagógico. existen trabajos empíricos que no estén sometidos a
encuadramientos teóricos (toda observación está condi-
En conexión con los problemas de coherencia teórica cionada por la teoría), por lo que es importante precisar
entre los principios constructivistas generales y las fór- y argumentar qué referente psicológico o epistemológi-
mulas teóricas relativas a las ideas previas, se ignora con co ha orientado el trabajo.»
frecuencia, en las directrices pedagógicas de orientación
constructivista, la dificultad de acceder a las mismas y En esta formulación cabe distinguir dos aspectos: por un
de actuar sobre ellas, y se propaga la «presunción implí- lado, la afirmación de la inevitable presencia de un
cita» de que «descubrir qué piensa un niño es una tarea substrato teórico en todo trabajo empírico, fórmula en
relativamente sencilla (Johnson y Gott, 1996, p. 562). principio trivial, aunque quizás sea discutible que el
encuadramiento sea de carácter exclusivamente, o inclu-
La rotundidad con que desde algunas zonas académicas so predominantemente, teórico; y, por otro lado, la
y administrativas, de tendencia logsiana, se prescribe la recomendación de que dicho marco previo deba ser
averiguación de las ideas previas para una nueva ense- precisado y argumentado.
ñanza eliminadora del fracaso escolar, parece reflejar la
misma seguridad en las posibilidades de llegar a un La connotación teórica, incluso ideológica y de vincula-
conocimiento pleno, objetivo y verdadero que la que se ción a intereses, de la actividad humana, incluida la
atribuye al conductismo, seguridad que parece particu- investigación, es reconocida de forma general, pero el
larmente problemática si tenemos en cuenta que se análisis del alcance de dicha connotación teórica merece
refiere a procesos internos del sujeto. toda clase de cautelas para no caer en un determinismo
ramplón y en los excesos que históricamente se han
El hecho de que el constructivismo radical desplace la producido en la calificación ideológica de distintas ideas
caja negra en que el conductismo (comportándose como u opiniones. De la misma forma que desde un punto de
un realismo parcial) encierra el mundo subjetivo del vista realista la hipótesis de la existencia objetiva de un
individuo, desde dicha subjetividad, al mundo de la mundo exterior influyente en nuestras concepciones no
realidad exterior, denota un cierto dualismo entre las dos permite asegurar que determinada posición corresponde
teorías (conductista y contructivista), en la línea del infaliblemente a unos u otros hechos objetivos, tampoco
hipotético isomorfismo realismo-constructivismo que aquí resulta aceptable un dogmatismo interpretativo que
desde el punto de vista de ciertas operaciones formales permita adscribir de forma indiscutible cualquier inves-
hemos bosquejado. tigación a unos principios determinados. Es más, la
determinación del marco teórico ni siquiera es algo fácil
Si la noción de ideas previas, desde un enfoque ni seguro para el mismo autor de las opiniones y activi-
constructivista radical, presenta en el terreno de la dades; hay razones para pensar incluso que la autocali-
enseñanza-aprendizaje contradicciones conceptuales y ficación puede ser menos fiable que la realizada por
prácticas, también encuentra problemas cuando se apli- otras personas.
ca a la investigación científica, donde revisten, en parte,
la forma de marco teórico de investigación. Aunque A este respecto, y como una invitación a la reflexión
entre el proceso de investigación y la labor de aprendi- sobre los principios básicos del constructivismo radical,
zaje no existe un foso insalvable, al menos desde el son reveladores los versos de Louis Aragon:
punto de vista del aprendizaje por descubrimiento (en
una connotación realista) o del aprendizaje por inven- [...] rien n’est jamais acquis à l’homme,
ción (sobre bases constructivistas), es interesante resal- ni sa force ni sa faiblesse ni son coeur,
tar algunas formulas características de planteamientos et quand il croît ouvrir ses bras,
constructivistas acerca de la investigación educativa. son ombre est celle d’une croix.
También en este campo se manifiesta con claridad la Una vez más nos encontramos con la paradoja de que el
ilimitada y paradójica confianza, por parte de sectores constructivismo, partiendo de un principio general que
constructivistas, en la trascendencia y objetividad del invita al relativismo, se excede en sus pretensiones de
marco teórico declarado de una investigación. Y ello a llegar a un conocimiento seguro y verdadero, precisa-
pesar de que la declaración de principios acerca de la mente en los terrenos en que, desde una perspectiva
investigación emprendida se reduzca a veces a una realista es aconsejable la mayor prudencia.
fórmula ritual, de mayor eficacia si se realiza a favor
de la corriente constructivista (o del paralelo refor-
mismo LOGSE). La celeridad de algunas conversio- Las críticas dirigidas anteriormente al enfoque cons-
nes al constructivismo puede contribuir a explicar tructivista radical de las ideas previas relacionadas
algunas divergencias entre el encuadre teórico decla- con la naturaleza, se agigantan cuando nos referimos
rado y los propios planteamientos teóricos aparente- a fenómenos psicológicos o sociales, cuya compleji-
mente derivados, junto a la práctica concreta de la dad dificulta aún más los dictámenes terminantes y
investigación. definitivos.

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Por otra parte, admitiendo la posibilidad de que el marco realizado, aunque la profundidad conceptual quizás deba
teórico, de una actividad o de una investigación, pueda tener más peso que ciertas liturgias más propias de
precisarse razonablemente, la exigencia de que dicho comportamientos sacerdotales que del ideal científico.
encuadre sea formulado explícitamente parece excesivo
porque, a pesar de algunas apariencias expositivas, el Aunque el concepto de ideología haya perdido vigor
fondo de una investigación no consiste meramente en un recientemente, quizás no sea del todo descartable la
proceso deductivo a partir de los axiomas teóricos y vinculación entre marco teórico, de una investigación o
porque debería respetarse el derecho de los autores a de una decisión valorativa, e ideología, ideología que en
llevar su declaración teórica hasta donde éstos crean sus grandes direcciones reflejaría la defensa de bloques
conveniente plantearla, incluso a despreciar plantea- de intereses. A la vinculación entre postura teórica e
mientos considerados como excesivamente teóricos, en ideología, y entre ésta e intereses, no es atribuible una
consonancia con la manifestación de Montessori: naturaleza rígida y estable, y menos aún una transparen-
«No me gustan los filósofos. A mi sólo me inspira la cia que permita el enjuiciamiento tajante y definitivo;
realidad» (citado por Moreno, Poblador y Río, 1984, eso no impide, sin embargo, la discusión de conjeturas e
p. 455). hipótesis que arrojen alguna luz sobre estas complejas
cuestiones.
El requerimiento para que, puesto que existen, se formu-
len los marcos teóricos de una investigación se inserta, Nuestra crítica se dirige, pues, tanto contra los excesos
en general, en el contexto de una relación asimétrica de fe en la vinculación entre marco teórico e investiga-
entre el organismo de dirección (y sus asesores) y el ción práctica, como contra el estancamiento en el análi-
investigador autónomo, relación que tiene algunas ca- sis de la conexión de una investigación con factores
racterísticas y cierta proximidad con las relaciones de externos a los «datos» de la misma, sin que vaya más allá
poder. Esta asimetría se refleja, entre otras facetas, en de la pantalla de un presumible marco teórico y sin que
que, mientras los planteamientos de una investigación se se susciten posibles condicionamientos ideológicos y
consideran inevitablemente unidos a un marco teórico, grupales.
incluso a una finalidad, las decisiones de la dirección de
una revista, o de otra institución selectiva, gozan de una
presunción especial de objetividad y de calidad.
EL PROBLEMA DE LOS MÉTODOS EMPÍ-
Sin pretender detectar de forma terminante las líneas RICOS Y EXPERIMENTALES DE APRENDI-
seguidas por uno u otro grupo directivo ni insertar ZAJE Y DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
inequívocamente los aspectos teóricos entre las conse-
cuencias de determinadas formas de estructuración so- Ya hemos expuesto cómo la noción de ideas previas
cial, proponemos la reflexión sobre algunas conjeturas presenta problemas en cuanto al propio concepto y en
explicativas generales. cuanto a la justicia de su adscripción exclusiva al modelo
constructivista de conocimiento. Ahora dedicaremos
Si bien, dentro de los criterios empleados por grupos alguna atención a analizar la actitud del constructivismo
encargados de canalizar y promover la investigación radical respecto a los métodos empíricos y experimenta-
científica (publicaciones científicas, tribunales de selec- les de aprendizaje e investigación.
ción...), puede reivindicarse la defensa de criterios eva-
luadores de cierta objetividad (relativa), cuya desapari- En principio no existe una contradicción de base entre
ción produciría probablemente algunos trastornos, cabe los postulados del constructivismo radical y los métodos
plantear también la coexistencia de estos elementos empíricos y experimentales utilizados en la enseñanza y
positivos con otros componentes, estructurales y no en la investigación científica (incluido el método induc-
sólo, ni fundamentalmente, personales, que obedecerían tivo). Por el contrario, sería de esperar que, dada la
a la defensa de intereses corporativos y que desviarían la importancia concedida por el constructivismo al mundo
inicial objetividad reclamada hacia la paralización de la experiencial del sujeto, las vivencias empíricas, y más
investigación libre. aún las dirigidas intencionalmente por el propio indivi-
duo, de modo activo, en forma de experimentación,
Entre las funciones de tipo corporativista puede contem- recibieran el apoyo de la concepción constructivista del
plarse la actividad eliminadora y distanciadora de traba- conocimiento; en la misma dirección apuntaría el propó-
jos procedentes del exterior de la casa. Para ello puede sito constructivista de conservar los resultados científi-
servir de señal la mayor o menor disposición y pompo- cos, difícilmente rechazables por cualquier teoría que no
sidad para alinearse con posiciones teóricas imperantes quiera verse reducida a la marginalidad de una secta. Si
y para enfeudarse respecto a grupos más o menos estruc- acaso, se podría esperar que el constructivismo reinter-
turados que controlan al menos parte de la producción y pretara, de acuerdo con su propia epistemología, estos
distribución de, en este caso, la investigación educativa procedimientos, empíricos y experimentales, de investi-
(dentro de lo que podríamos llamar nomenklatura acadé- gación y de aprendizaje, advirtiendo del peligro objeti-
mica). vista. De hecho, sin embargo, se viene produciendo un
rechazo, por parte del constructivismo, de los métodos
Con la crítica anterior, sin embargo, no se pretende empíricos de aprendizaje e investigación, subrayando
elevar a virtud la carencia sistemática de referentes así que «la teoría constructivista del conocimiento y la
teóricos o el desconocimiento de trabajos próximos al práctica constructivista de la enseñanza están demasiado

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distantes y dejan demasiado espacio vacío en medio» ticas sobre el empirismo; estas alternativas, con la salve-
(Schoenfeld, 1992, p. 294). dad parcial de la inclinación por los métodos cualitativos
y por los deductivos, no cristalizan de forma suficiente-
Con una cierta caricaturización de los planteamientos mente clara.
contrarios, Porlán (1988, p. 201) sostiene, en una pers-
pectiva constructivista de la enseñanza y de la ciencia: La asignación de procedimientos de indagación (empíri-
cos, experimentales, de introspección) a unos u otros
«En el mejor de los casos se plantea la búsqueda “en la principios filosóficos parece anunciar una predisposi-
realidad” de las explicaciones conceptuales: las obser- ción a favor de los métodos deductivos de investigación,
vaciones en el medio y las experiencias de laboratorio con carácter excluyente respecto a otras posibilidades.
llevarán, por sí mismas al alumno al aprendizaje “co- Lo inapropiado de considerar que el empleo de un
rrecto” de los conceptos científicos acabados. En ningún método empírico conlleva, cuando menos implícitamen-
caso se expresan referencias al pensamiento propio del te, la adopción de unos principios filosóficos empiristas
niño, sus concepciones previas, sus representaciones es comparable a que, de forma automática, la utilización
sobre la realidad [...] En general, los sujetos de la del método deductivo –cuyo valor y potencia son reco-
muestra apuestan por un modelo de producción cien- nocidos especialmente en el pensamiento lógico y mate-
tífica de conocimientos del tipo observación-hipótesis- mático– implicara la presunción de una concepción
experimentación-teoría, por una concepción del filosófica idealista y espiritualista.
aprendizaje científico basado en el niño con “mente en
blanco” o “vaso vacío”, y por unos métodos de enseñan- Independientemente de sutilezas teoricistas, merece re-
za coherentes con lo anterior (hay que partir de la saltarse que la apelación a los datos empíricos, a los
observación de la realidad para llegar al conocimiento).» hechos, a la observación sistemática y a la experimenta-
ción supuso un salto extraordinario frente al oscurantis-
De igual forma se pronuncian Pope y Scott (1983, 1988, mo y la especulación escolástica anteriormente reinan-
p. 181) al anunciar su observación, en su trabajo con tes y que, quizás bajo otras formas, muestre cierta
educadores, de que «la concepción positivista, empiro- revitalización en la actualidad.
inductivista de la ciencia está en consonancia con una
visión absolutista de la verdad y del conocimiento [...]». La peculiar relación del constructivismo radical con el
empirismo y el positivismo, interpretados ambos como
La repulsa hacia los métodos empíricos de investigación formas de realismo epistemológico (cuestión que resul-
se expresa, de forma contradictoria, en la objeción co- ta, como mínimo, discutible, al menos respecto a sus
municada por la dirección de la revista Enseñanza de la orígenes), puede seguirse a través de la relación entre la
Ciencias (3-10-1997) a una investigación: dirección académica de un programa (SCIIS) para la
enseñanza de las ciencias en quinto grado de orientación
«[...] el problema del artículo no son las críticas al constructivista y una profesora ejecutora del progra-
conductismo o al constructivismo vertidas en él, sino la ma (Ms. Howe), con cuya inocencia y buena y sufrida
defensa implícita que se hace del empirismo en la inves- voluntad no se puede sino expresar la mayor simpa-
tigación psicológica y didáctica». tía. La actividad de aprendizaje analizada por Smith
y Anderson, (1988) se centra en la fotosíntesis, cuyo
Aparte de las reflexiones ya realizadas sobre la cuestión concepto «hay que “inventar”, según la terminología
de hacer explícito (o dejar implícito) el marco teórico de SCIIS [...] y usarlo para explicar los resultados»
que afecta de forma más o menos pronunciada una (p. 160).
investigación, se suscita la cuestión de qué se entiende
por defensa implícita del empirismo. Si, como sería La profesora, Ms. Howe, tomando en serio y rigurosa-
acorde con otros textos constructivistas, se desaprueba mente la consigna constructivista, había intentado que
la utilización de métodos empíricos de investigación que los alumnos llegaran al concepto de fotosíntesis, sin
no vaya acompañada de una declaración de adscripción conseguirlo. El fracaso del intento se resuelve por parte
a la filosofía empirista, nos encontraríamos ante una del equipo directivo imputando un desviacionismo epis-
rigidez teórica rayana al dogmatismo. Piaget, reivindi- temológico a la profesora y, al mismo tiempo, debilitan-
cado por constructivistas radicales como Glasersfeld, do la radicalidad del propio paradigma constructivista.
como el padre de este paradigma, sostuvo: Como la profesora intentó llevar a los alumnos hacia la
construcción del concepto de fotosíntesis, por «la obser-
«[...] gran número de ejemplos muestran que se puede vación empírica de plantas que crecen a la luz y en la
ser psicólogo estrictamente experimentalista e interpre- oscuridad», sentencian los autores:
tar la formación de los conocimientos de forma antiem-
pirista o independiente de la filosofía empirista [...]» «[...] las creencias de Ms. Howe eran coherentes con la
(Piaget, 1965, 1992, p. 78). posición filosófica del positivismo lógico, que defiende
que las teorías científicas son inferidas a partir de datos
La oposición al empleo de métodos empíricos y experi- por medio de una lógica inductiva» (p. 168).
mentales de investigación y la plena inserción de los
mismos en el marco de la filosofía empirista exigirían la Y como esta actitud inductivista de la profesora no
presentación de alternativas a dichos procedimientos parece suficiente para explicar el fracaso, los directivos
que no se reduzcan a disquisiciones nominales y escolás- rebajan los propios principios y responsabilizan nueva-

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mente, de la rigidez, a la sufrida Ms. Howe, mediante el nuestros conocimientos. Así, Hume (1984, p. 328), en
siguiente retruécano: frase que nos recuerda el principio distintivo del cons-
tructivismo radical respecto al constructivismo trivial y
«[...] el no presentar a los estudiantes una definición y la distinción entre asuntos prácticos y asuntos científi-
explicación de la fotosíntesis, tal como se sugería, cons- cos, asevera:
tituye una segunda desviación [...] En el punto en que
Ms. Howe planteó el interrogante, la guía del profesor «En efecto, la filosofía nos dice que toda cosa manifiesta
SCIIS requiere que se presente a los estudiantes el a la mente no es sino una percepción y que ésta es
concepto de fotosíntesis. El sugerir esto refleja el «ciclo discontinua y dependiente de la mente; el vulgo, en
de aprendizaje» SCIIS en el que los nuevos conceptos cambio, confunde percepciones y objetos, y atribuye una
explicativos son «inventados» (claramente es el profe- existencia distinta y continua a las cosas que ve y
sor quien los presenta) después de la «exploración» que siente.»
los estudiantes hacen, en la que desarrollan observacio-
nes y preguntas adecuadas [...] El punto de vista SCIIS, En cierto sentido puede afirmarse que la posición teórica
que se corresponde con el de los filósofos Khun y del empirismo de Hume es, al menos en sus formulacio-
Toulmin, es que estos conceptos son invenciones creati- nes iniciales, más radical y más coherente que la adop-
vas que no es probable que se les ocurran a los estudian- tada posteriormente por el constructivismo radical.
tes» (p. 169-170). Russell (1979, p. 634) manifiesta que «Hume [...] repre-
senta, en cierto sentido, un punto final: es imposible ir
La labilidad y carácter acomodaticio de los planteamien- más allá en su dirección». Las diferencias entre ambas
tos (sólo firmes en la condena de la actitud de Ms. Howe, posiciones filosóficas proceden de esa diferente radica-
salvo amplificación debida a la traducción), llegando a lidad en la negación de la existencia de sustancias
admitir la denostada enseñanza transmisiva, presenta metafísicas, que el empirismo lleva hasta la negación del
tonos sarcásticos y pone en duda la coherencia de los yo (en el libro I del Tratado de la naturaleza humana, de
principios constructivistas. Lo que sí queda claro es la Hume, aunque en los dos libros siguientes, se reintro-
asimetría, característica de las relaciones de poder y duzca dicha idea del yo), quedando como base del
dominación, que impregna la relación entre el equipo conocimiento la colección de percepciones, mientras
dirigente de la experimentación y la profesora ejecutan- que el constructivismo defiende, sin titubeos ni dilacio-
te, en la que los fracasos sistemáticamente son producto nes, la existencia de un yo, creador de las percepciones
de los errores propios de los subordinados o de falsas y de la experiencia. De esa forma, el constructivismo
interpretaciones de éstos, y nunca de errores teóricos aparece con una más decidida vocación metafísica que el
atribuibles a los grupos dirigentes: Un dogmatismo tra- empirismo de Hume, evidenciada en la idea de un yo
dicional en la justificación de distintas modalidades de dotado de racionalidad.
autoritarismo, un tanto reñido con la hipótesis inicial del
constructivismo radical de que no existe una verdad La diferencia expuesta, en el distinto grado de metafisi-
objetiva más allá del individuo. cación del sujeto, se invierte por parte del constructivis-
mo radical, repudiando como metafísica la metodología
Algunas situaciones angustiosas de profesores de mate- empírica (metodología no exclusiva del empirismo filo-
máticas y de ciencias –motivadas por la credulidad en la sófico y asumible incluso, en nuestra opinión, por el
publicidad de la LOGSE en el sentido de hacer desapa- pensamiento constructivista radical).
recer el fracaso escolar, que el aprendizaje de los alum-
nos sea espontáneo y sin esfuerzo, y de eliminar las Hemos abordado hasta ahora dos aspectos básicos de la
desigualdades y discriminaciones sociales preexistentes enseñanza constructivista, las ideas previas y el rechazo
entre los alumnos– pueden proceder de la interiorización de los métodos empíricos y experimentales de enseñan-
de una presunción jerarquizadora que asigna, de forma za, aprendizaje e investigación (inductistas y base de la
automática e inflexible, el acierto al dirigente y el error enseñanza por descubrimiento), a los que se sustituye
al subordinado, como se refleja en la narración referida por el aprendizaje por invención, invención respecto a la
del programa SCIIS. que es pertinente recordar como muestra de los obstácu-
los para conseguir una coherencia constructivista, la
El rechazo por el constructivismo de los métodos empí- opinión (cuyo excesivo empirismo y elitismo puede ser
ricos y experimentales que, al igual que sucede respecto discutible) de Mach (1976, p. 56), –considerado un
a los planteamientos realistas, una vez arrojados reapa- precursor del constructivismo radical– sobre las limita-
recen sistemáticamente dentro de la misma doctrina que ciones de la invención como método de aprendizaje:
los expulsa suscita no sólo un problema referente al
método de aprendizaje o de investigación, sino también «En cualquier caso, muy pocas personas son inventores,
el problema teórico de las proximidades y diferencias la mayoría de los otros usa y aprende lo que esos pocos
entre la filosofía empirista y los principios del construc- han inventado: ésa es la esencia de la educación...»
tivismo radical.
Otros dos enfoques y técnicas de enseñanza de las
Debe destacarse una plena coincidencia inicial entre ciencias, de valor reconocido, han sido absorbidas por la
empirismo y constructivismo, respecto a negar la exis- corriente constructivista, la resolución de problemas
tencia de un mundo objetivo, exterior al sujeto, o cuando (con insistencia en el tipo abierto de problemas), estre-
menos que ese posible mundo exterior pueda moldear chamente vinculada a las ideas previas y a la enseñanza

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por invención (enseñanza centrada en el sujeto), y el 4) Valoración de técnicas de trabajo como los esquemas,
aprendizaje por esquemas, como los mapas conceptua- mapas conceptuales y en general las aportaciones sobre
les, instrumentos para «representar un conjunto de sig- relaciones productivas y fundamentales en la conexión
nificados conceptuales, incrustados en un armazón de entre conceptos, pero evitando caer en una nueva forma
proposiciones» (Novak y Gowin, 1984, p. 15). En la de memorismo esquematista y en rituales permanentes
utilización de ambos métodos por el constructivismo de formación de mapas conceptuales, que pueden tener
radical pueden encontrarse tanto aportaciones positivas la misma superficialidad y embrollo que cualquier otra
como censurables, aunque en este trabajo no entraremos forma de exposición y de síntesis.
en su análisis.
5) Crítica de algunas formas de «investigación» que, so
pretexto de carácter cualitativo y de no caer en algunos
excesos dogmáticos de la experimentación, desvirtúan
ALGUNAS CONCLUSIONES Y PERSPEC- el método científico y caen en el nuevo dogmatismo de
TIVAS presentar como resultados definitivos lo que son cons-
tructos banales e impresiones puramente subjetivas,
Como resumen del análisis realizado y de algunas con- contaminadas en ocasiones por la técnica triunfalista de
secuencias deducibles del mismo proponemos reflexio- la propaganda.
nar sobre las siguientes conclusiones y perspectivas,
algunas de las cuales afectan al panorama general epis- 6) La exigencia de un determinado nivel de claridad
temológico, otras a la enseñanza y a la investigación en la investigación y en su comunicación, la conve-
científica y alguna a las relaciones entre teóricos de la niencia de reflexión sobre el marco teórico, las ideo-
educación y dirigentes administrativos, por un lado, y, logías previas, las connotaciones y consecuencias de
por otro, profesores ejecutantes y con la responsabilidad tipo teórico y práctico no deben conducir a la impo-
de hacer progresar el conocimiento de los alumnos en el sición de una declaración explícita sobre el marco
trabajo diario. teórico de trabajos de investigación, declaración que,
por otra parte, pueda guardar escasa cercanía con la
1) Defensa de los métodos empíricos y de la experimen- propia investigación.
tación en la enseñanza-aprendizaje y en la investigación.
Como señaló Piaget (1975/1983, p. 51): 7) Aumento de la consideración hacia los realizadores
prácticos en la investigación educativa, planteando una
«La crítica del empirismo no consiste en negar el papel colaboración en la que las mutuas aportaciones no se
de la experimentación; no obstante, el estudio “empíri- limiten a la labor de diseño por parte del investigador
co” de la génesis del conocimiento muestra de entrada la oficial y a la ejecución por parte del profesor. A pesar de
insuficiencia de la interpretación “empirista” de la expe- la publicidad de la idea de investigación en el aula, la
riencia. No hay conocimiento alguno que deba su origen realidad de la investigación educativa presenta indicios
únicamente a las percepciones, porque éstas están siem- de excesiva subordinación de los prácticos al teórico
pre dirigidas y encuadradas por esquemas de acciones.» investido como tal. Paralelamente es reivindicable un
mayor respeto hacia la labor cotidiana de los profesores,
Esta defensa de los métodos empíricos y experimentales evitando las vistosas y provocativas consignas del tipo
debe evitar caer en la plena identificación entre los de «la mejor forma de enseñar es no enseñar» (Lange,
métodos de aprendizaje (donde los conocimientos asen- director del Instituto Freudenthal, citado por Reeuwijk,
tados permiten atajos, evitando la repetición de los 1992, p. 516) y algunos excesos publicitarios construc-
esfuerzos de los primeros descubrimientos) y los tivistas.
métodos de investigación de nuevos conocimientos
(Ogborn, 1994, citado por Osborne, 1996, p. 67). El 8) Revalorización del realismo como epistemología.
aprendizaje por investigación no debe, por lo tanto, Russell (1976, p. 107), al referirse al solipcismo («doc-
pretender el monopolio de las actividades de enseñanza trina de que no existe razón válida ni para afirmar ni para
y aprendizaje. negar, excepto las propias experiencias»), sostiene:
«[...] no creo que esta teoría pueda ser refutada, pero
2) Utilización de la enseñanza transmisiva, tampoco en tampoco creo que nadie pueda creer en ella sinceramen-
este caso con propósitos excluyentes, realizable de for- te». La indemostrabilidad de planteamientos paradig-
ma significativa y no necesariamente memorística máticos, la necesaria adaptación de éstos a éxitos reco-
(Ausubel, Novak y Hanesian, 1983), aunque el cultivo nocidos como los de la ciencia, incluso la idea de
de la memoria deba merecer también consideración. isomorfismo que hemos bosquejado, conducen a no
plantear el enfrentamiento entre paradigmas en términos
3) Prestar atención y respeto a las ideas previas de los de exterminio teórico de uno u otro, aunque cada cual
alumnos, apoyarse en ellas o inducir conflictos cogniti- encuentre razones y argumentos en favor de uno y en
vos (quizás más justificados en una perspectiva realista contra del otro paradigma. En nuestro caso, hemos ar-
que en la constructivista radical) pero sin presunciones güido en contra de la hegemonía del constructivismo y a
superficiales y aventuradas («el supuesto de que el niño favor del realismo epistemológico, aceptado de forma
“tiene ideas” no es suficiente base para conceder tal general tanto en la vida práctica como en la actividad
estatus a cualquier respuesta» (Johnson y Gott, 1996, científica, como el mismo Glasersfeld reconoce. La
p. 563). cíclica recaída de planteamientos inicialmente no realis-

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tas en el objetivismo exterior es una muestra de la general se aplique también a la valoración de otros
renuencia de éste a desaparecer y de la potencia del modelos teóricos y prácticos de enseñanza-aprendizaje
modelo. En cualquier caso, es de desear que la relativi- y de investigación, discrepantes con los oficializados
dad que el constructivismo predica del conocimiento en como constructivistas.

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[Artículo recibido en diciembre de 1997 y aceptado en noviembre de 1998.]

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