Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Parte)
93 comentarios. 18-08-07 Tutoriales
Bien, como veo en los comentarios de la publicación anterior, estamos avanzando. Ya deberían ser capaces
de rebatir argumentos lógicos con patrañas sucias, pero altamente efectivas. Ahora, les daré una serie de
herramientas adicionales con las que estarán más y mejor armados.
EL HOMBRE DE PAJA:
El hombre de paja es una falacia deliciosa, fácil de usar y dominar, altamente
efectiva y muy difícil de identificar por nuestra contraparte. Consiste, de manera
resumida, en rebatir un argumento que no ha sido entregado por el interlocutor,
pero asumiendo que estaba en el subtexto (y convenciendo al resto de aquello).
También es cuando tomamos un elemento aislado, que por sí solo no sirve y lo
tratamos como EL argumento. Este truco tiene diversas variantes, pero te
enseñaré dos que serán de gran ayuda:
.
.
1. Bienvenido al Club: consiste en identificar a nuestra contraparte con un grupo determinado (que goce
de poca popularidad) en base a algunos de sus argumentos. Posteriormente, atacamos a los argumentos
esgrimidos habitualmente por ese grupo. Ejemplo: Juanito ha dicho que cree que se debe subir el salario mí-
nimo en Chile y que los trabajadores tienen derecho a manifestarse. Lo que hacemos es identificar a Juanito
con los comunistas (no hay que decirlo) y responder con un “las políticas que pretenden entregarle gran parte
del poder sobre la producción a los trabajadores y atacar a los empresarios como explotadores desalmados
han terminado en crisis y derrumbes de naciones enteras, como ya conocemos (URSS, gobierno de la UP,
etc.)”. O en el caso contrario: Alberto afirma que debemos firmar más tratados de libre comercio. Un muñeco
de paja sería: “pretender solucionar todos los problemas de la sociedad a través del mercado es simplemente
dotar de poderes casi supernaturales a un simple fenómeno social que debe supeditarse a las necesidades de
las personas”.
2. Me Gusta tu Parte: consiste en refutar sólo uno de los argumentos de nuestro interlocutor y
actuar/dar a entender que los hemos refutado todos. La manera más sencilla de hacer esto es lo siguiente.
Mientras él o ella desarrolla su postura, prestamos atención a algún elemento débil, contradictorio o
simplemente que aislado del “todo” carezca de sentido. SIN INTERRUMPIR AL HALLARLO. No nos importa
en lo absoluto que todo lo demás sea muy sólido. Cuando él haya terminado, cuidamos que nuestro lenguaje
corporal y tono de voz comunique lo siguiente “ahora te entiendo, parece que tienes razón”. Decimos,
mientras afirmamos con la cabeza: “mhhhh… ahora comprendo lo que dices. ¿O sea, que “xxxx” (rellenar con
el argumento incorrecto)?”. OJO, nuestra expresión debe ser la antes mencionada. Si lo hicimos bien, nuestra
contraparte afirmará y dirá algo como “exacto, eso es lo que llevo diciendo media hora”. Bien, en ese preciso
instante, rebatimos de forma avasalladora la parte elegida y terminamos con un “ves, y yo llevo media hora
tratando de explicarte que no”.
FALACIA DE GODWIN:
Si ya entendiste el mamotreto de arriba, te será extremadamente
sencillo comprender esta joyita. Revisemos un poco la historia. El
término correcto no es Falacia de Godwin, sino Ley de Godwin.
Lo que Mike dijo es lo siguiente: “a medida que la extensión de
una discusión en Internet (foro, comentarios en blog, chat, etc.)
crece, la probabilidad de una comparación con Hitler o los Nazis
tiende a 1” ¿Por qué? La verdad es que mi apreciación es que, al
extenderse una discusión y agotarse los argumentos, la gente
tiende buscar maneras de caricaturizar a su contraparte, como
una forma de dar vuelta definitivamente la conversación. Pero
bueno, lo interesante es que, con el tiempo, se creó la llamada
Ley de Godwin, que, si bien puede ser considerada como un
subtipo de otras falacias (del hombre de paja, ad homine, etc.) es
tan sabrosamente sucia, que se merece su propio espacio. Lo
que haremos es lo siguiente:
buscamos en los argumentos de nuestra contraparte, similitudes con los Nazis o con Hitler. Posteriormente
realizamos la comparación. ¿Que no toda postura puede ser relacionada con ellos? Claro que sí. Veamos
algunos ejemplos extremos:
– A: “Se debe fiscalizar más el ingreso de inmigrantes ilegales”.
– R: “Ya hubo alguien que pensó que los judíos, inmigrantes en todos lados, deberían ser tratados como
personas de segunda clase y ya sabemos a lo que eso nos llevó”.
– A: “Contrata a una recepcionista rubia, para que demos un buena primera impresión”
– R: “Eso me recuerda a una régimen que decía que los arios eran superiores”
– A: “Que carismático es nuestro presidente
– B: “Recuerdo a un mandatario alemán, carismático, que provocó una guerra mundial y un holocausto”.
– A: “Me gusta la cerveza”
– R: “Igual que a Hitler!!!” (jajajajajaja)
CÓMO ANULAR CUALQUIER ARGUMENTO CIENTíFICO:
Vamos adelantando algo que tenía listo para más
adelante. Consiste en un par de oraciones, muy
sencillas, que utilizarás cada vez que un argumento
científico te tenga contra la espada y la pared. Para
explicarlo, iré directamente al ejemplo:
– Pedro: te equivocas cuando dices que no se puede
viajar en el tiempo de acuerdo a la teoría de la
relatividad. Ese argumento ya fue refutado y se ha
demostrado, según el último estudio de la
Wanchumplero University of Cochabamba y publicado
en Science Today. Es más, los viajes en el tiempo
son aceptados como posibles por la gran mayoría de
la comunidad científica (y saca un diario de ayer, con
una foto de todos los científicos del mundo diciendo “Sí se puede viajar en el tiempo”).
¿Duro? Pues no, si tienes esta técnica.
– Tú: “Hace 500 años, creían que la tierra era cuadrada y, al parecer, no lo es. Hace poco más de 100, decían
que no había nada más pequeño que el átomo y, ups, se equivocaron. ¿Acaso me vas a decir que no es
posible que se equivoquen ahora?”.
Al parecer, ya tienes un repertorio de trampas y engaños que te ayudarán a ganar una discusión sin tener la
razón e incluso sin pensar mucho. En las próxima entrega veremos, entre otras, formas de “probar” tesis
incorrectas (“comer caca hace bien”).