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“Gabino Barreda”
Nombre (s):
Materia: Ética
Grupo: 561
Título: Drogadicción
Hipótesis:
Familia
Por una parte, el consumo de drogas en los padres puede propiciar el consumo de
las mismas en los hijos, ya que los padres actúan como modelo de conducta para
sus hijos. Además de esto, dicho consumo influye también de manera indirecta,
incidiendo en las propias pautas de crianza y en las relaciones intrafamiliares, todo
lo cual contribuye a crear entornos de mayor riesgo para el consumo por parte de
los hijos.
Por otra parte, otro factor de riesgo se refiere al “manejo familiar”, que consiste en
las distintas habilidades de los padres para controlar la conducta de los hijos, tales
como la supervisión, el establecimiento de normas y límites, las habilidades para
negociar con los hijos, etc. En este sentido, los estilos educativos juegan un papel
importante (sobreprotección, autoritarismo, permisividad).
Por último, señalamos la existencia de problemas de relación en la familia y sus
consecuencias en el clima familiar. La frecuencia de disputas y tensiones entre los
padres, la frialdad en la relación y la falta de comunicación entre ellos, contribuyen
a crear entornos de riesgo para los hijos. Por el contrario, los vínculos afectivos, el
apego y la buena comunicación, son importantes factores de protección.
Amigos
Los amigos tambien son un factor importante devido a que los adolecentes al estar
en busca de una identidad imitan los comportamientos de otros ya sea por la
curiosidad natural propia de la edad, la necesidad de ser aceptado en un grupo, el
deseo de resaltar feminidad o masculinidad, la rebeldía contra las prohibiciones, el
deseo de sentirse grande.
Es por eso que la probabilidad de que los jóvenes con de 12 a 17 años
consumieran drogas es más alta que entre aquellos con amigos que la habían
probado o la consumían habitualmente, que entre los jóvenes cuyos amigos no lo
hacían.
Desarrollo:
Las carencias éticas en el fenómeno de la droga se identifican en gran medida con
las dificultades existentes en diversas instituciones, entre ellas en la familia y en la
escuela.
La droga representa una fuga con la cual se pretende llenar un vacío. Es el vacío
de una existencia que, no fundada con valores centrales, queda como
desarraigada, a la intemperie, desprotegida. Como resalta la pastoral "Familia y
drogadicción", el vacío roba a la vida su sentido. Los vacíos se llenan o
artificialmente (lo cual agrava el fenómeno) con el recurso a la droga, o con un
paciente recorrido que es el de la liberación por medio de un entrar dentro de sí.
Equivocadamente se recurre a la droga para pretender calmarse, borrarse, darse
ánimo, pero siempre aparece la realidad. Con droga o sin droga "la realidad
siempre está".
En general, puede decirse que el uso esporádico de las drogas "blandas", podría
ser lícito o constituir sólo una leve trasgresión (el caso de una persona con cierto
grado de madurez que, de modo absolutamente ocasional, por curiosidad o por
algún otro motivo, consume una droga ligera), aunque en general su uso debe
considerarse éticamente ilícito. El uso de la droga es un atentado contra la propia
vida (salud física o psíquica); el drogadicto se convierte fácilmente en difusor de la
droga, haciendo daño a los demás; constituye un fácil y próximo deslizamiento por
el camino del vicio; la droga suele ser ocasión para cometer determinados
crímenes. Esta gravedad, suele, además, aumentar por la forma de ser
administrada, la edad (adolescentes y jóvenes), por la finalidad de su uso (fuga
existencial, entrenamiento para un comportamiento antisocial etc.), por los
ambientes en que se consume, por el riesgo penal que comporta tomar contacto
con el tráfico de drogas. En definitiva, el uso de las drogas blandas y a posteriori
de las duras debe ser considerado algo éticamente reprochable; en el mejor de los
casos significan tan sólo una gratificación del egoísmo y, en el peor, terminan con
la destrucción de la persona; además de las dificultades y los esfuerzos
económicos que generan el tratamiento y rehabilitación de los drogadictos.
Legalización
De un tiempo a esta parte existen campañas en distintos países para legalizar las
drogas y entre ellas la marihuana, manteniéndose que la utilización de esta droga
tiene un "riesgo mínimo" para la salud cuando se usa moderadamente. Sin
embargo es conocido que no existe una utilización segura de las drogas ilícitas.
Hay que resaltar que la desaparición de las penas legales actualmente existentes
corresponden al consumo de algunas drogas (sean medicamentos o no: desde
cannabis a heroína o cocaína), con el fin de tolerar a los adictos, que son
considerados enfermos. En relación a esto la Santa Sede considera "éticamente
inaceptable" la creación de centros de suministro de drogas bajo control médico,
recordando un principio ético fundamental: permitir que un toxicómano se inyecte
substancias ilícitas, aunque sea bajo la supervisión médica, es algo que va en
contra del respeto que se debe a la vida humana.
Prevención
En el mismo sentido habría que decir que la LSD, la heroína u otras drogas
cuando se usan para investigar los mecanismos neuropsíquicos del ser humano.
Por último, el uso de las drogas por placer, cuando el placer es puntual y
controlado, no necesariamente es inmoral en sí mismo. Hay conductas humanas,
como pueden ser los deportes de alto riesgo, que la sociedad permite porque
forman parte del derecho a disponer de sí mismo que tiene cada uno, siempre que
no se ponga en peligro la vida de terceros. No obstante esto, sigue pendiente de
respuesta la pregunta sobre el nivel de obligación moral que tiene el individuo con
respecto al cuidado de su propia salud y con respecto a la evitación de conductas
de riesgo.
El consumo de drogas es un hecho antiguo. En todas las épocas los hombres han
conocido - y han consumido - sustancias que hacen experimentar estados de
lucidez y oscuridad mental, de excitación o de relajamiento en el ánimo, de euforia
o pasividad y abulia a quien las ingiere. Se trata, como es sabido, de sustancias
variadas que se engloban bajo la denominación común de drogas.
Uno de los primeros y más graves problemas con el que se topa el moralista es el
de determinar el criterio de moralidad. Arduo problema, larga y apasionadamente
discutido. Sin entrar, como es lógico, en el tema y para efecto de nuestro estudio,
precisemos que:
Los tratados clásicos de la moral tocan el tema de las drogas sólo en dos
ocasiones. De un modo explícito al estudiar los deberes que cada hombre tiene
para consigo mismo, y específicamente al tratar la virtud de la templanza. Y de un
modo más o menos implícito al examinar los elementos del acto humano libre.
Las dos preguntas obtienen fácilmente una respuesta negativa. La mayor parte de
la gente se siente inclinada a afirmar: "No es bueno consumir drogas".
Digamos, en primer lugar, que lo que se ha llamado "alterar por algún tiempo los
procesos naturales de la inteligencia, de la voluntad libre, de la efectividad", etc.,
es más serio de lo que parece. Porque estas expresiones encierran, en realidad, la
alteración o la pérdida de las dos capacidades esenciales del hombre como ser
espiritual y personal: la autoconciencia y la autodeterminación libre. Es decir, el
que se droga renuncia -por un poco de tiempo, y esto no le resta significación- al
núcleo mismo de su ser personal, se puede decir, a ser persona; ya que en aquel
lugar donde cada uno es más estrictamente uno mismo, desde donde cada uno
realiza sus aportaciones originales, donde se toman las decisiones y se asumen
las responsabilidades, allí ya no hay un sujeto consciente, libre y responsable, ya
no está la persona, sino que opera una fuerza mecánica, ciega y tiránica: la droga.
La droga, que muestra un mundo distinto - por no decir falso, engañoso,
resbaladizo, fugaz - y que hace sentir, desear y vivir un mundo extraño,
curiosamente semejante - sospechosamente similar - al de más de una patología
de la personalidad. En estos casos sucede que nadie puede verdaderamente
responder de las acciones y decisiones porque la triste realidad es que no
pertenecen a nadie.
Podemos concluir, por eso, que si el resultado del consumo de drogas es dejar de
ser personas es decididamente inhumano; nadie tiene tal dominio sobre sí mismo
que pueda, a voluntad, dejar de ser lo que es, renunciar a lo que ha recibido por
naturaleza. Hacerlo constituye un mal moral, y un mal moral grave.
Hay que hacerse una pregunta muy importante ante el fenómeno del consumo de
las drogas: ¿Tiene auténtico sentido moral la afirmación de que existe una
obligación de actuar prudentemente en el cuidado de la propia salud?
Kant sostiene que los deberes para con uno mismo, como preservar la propia vida
o salud, son las obligaciones más centrales. Pero hay que tener en cuenta que el
hecho estar obligada la persona consigo misma, no tiene fuerza vinculante, ya que
es una exigencia ética, y no aparece como una obligación en sentido estricto.
Locke afirmaba que: la vida no es una propiedad sobre la que se tiene jurisdicción,
sino que se posee en depósito, ya que es propiedad divina. De ahí surge la
obligación de preservarla.
En todo caso, la obligación de cuidar la propia salud no puede tomarse como sin
sentido, sino como una máxima prudencial de gran aplicabilidad, ya que
cualquiera que sea el objetivo o forma de concebir una buena vida, se halla
respaldado por una buena salud, por lo tanto, hay el deber de cuidar la propia
salud, ya que un individuo, no podría lograr nada si se está enfermo o
perjudicando su propia salud.
Además, el que una persona no se sienta obligada a cuidar su propia salud como
exigencia ética consigo mismo, no quita exista una obligación con los demás, pues
hay obligaciones hacia otros que implican el preservar defender la propia vida. Por
el hecho de ser miembro de una comunidad, se tiene una serie de obligaciones.
No es fácil argüir con total persuasión que el individuo tiene una obligación literal
hacia la propia salud. Pero la mayoría de las personas tienen obligaciones hacia
los otros y consiguientemente, una serie de razones para mantener la salud.
ASPECTOS ESENCIALES
Hay poco consenso acerca de la teoría ética más adecuada para determinar las
acciones que son “buenas” o “rectas”, pero varios principios éticos elaborados
para la investigación biomédica son aceptados por la mayoría de las personas y
sirven de base a la mayoría de las directrices éticas internacionales para la
investigación de seres humanos (por ejemplo, respeto de la autonomía,
beneficencia, innocuidad y justicia distributiva).
Para tomar una decisión sobre lo que es comportamiento ético no basta seguir
simplemente reglas y principios aceptados. Estas reglas y principios deben
aplicarse y probarse en casos determinados mediante un proceso participativo de
examen y debate entre las principales partes interesadas.
Principios básicos
ASPECTOS ESENCIALES
Como la epidemiología del abuso de drogas es un campo de investigación
relativamente nuevo e incipiente, hay dudas razonables sobre la aplicabilidad de
principios y normas éticos generales a ese campo, y cada vez más consenso en
que las soluciones de problemas éticos determinados deben elaborarse
localmente.
La exposición que sigue tiene por objeto destacar problemas éticos importantes y
no analizar exhaustivamente ni resolver las cuestiones éticas que plantea la
investigación epidemiológica del abuso de drogas. Con la evolución de los
métodos epidemiológicos y el desarrollo cada vez más rápido de la tecnología de
las comunicaciones, surgirán en el futuro nuevos problemas éticos. Se espera que
el presente módulo sirva de marco de referencia útil para resolver los problemas
éticos actuales de la epidemiología del abuso de drogas y los problemas que no
pueden preverse ahora.
Conclusion: Creemos que los adolecentes podrian evitar las drogas no solo con
informacion ya que esta no creemos que sea un factor relevante en la prevencion
de adicciones ya que en muchos casos el tema trasciende mas alla ya que no por
tener informacion podras evitarlos problemas que te puedan llevar por este camino
como por ejemplo por el intento de llenar algun vacio ya sea la separacion de la
familia la perdida de un ser querido o quiza otras circustancias como la presion de
los amigos o la necesidad de pertenecer a un grupo social o por el hecho de creer
que ya no eres un niño y por ende tienes mas libertad y quiza sea verdad pero
esta libertad es confundida con un libertinaje que lleva a una rebeldia tonta y no
justificada como en la mayoria de los adolecentes y esta provoca que quieran retar
a la autoridad para sentir esa "libertad" que nos lleva a cometer un sin fin de actos
tontos como el iniciar a consumir algun tipo de droga.
Las drogas se podria decir que no son tan mal vista desde un punto de vista moral
es cuando son usadas con un benefico y sin excesos peron esto solamente aplica
con la personas maduras en el caso de los adolecentes si estos consumen drogas
por mas leve y moderado que sea el uso es mal visto por la sociedad y a la ves
creemos que esto podria ser contraproducente ya que insitan mas su sentimiento
de rebeldia y lo hacen en mayor cantidad sin considerar el riesgo que se estan
causando.
Talves sea por eso que no es muy bueno ser un padre que impone bastante
restricciones a sus hijos ya que de una u otra forma buscara tener autonomia y en
el peor de los casos podria caer en el mundo de las drogas. A la ves tambien es
peligroso dar bastante libertad a los hijos ya que como ya fue mencionado esto
puede convertirse en libertinaje y llevarte al igual que en el primer ejemplo al
mundo de las drogas.
Cada persona tiene la opcion de elegir su camino ya que somos libres y como
menciona Kant todos tenemos la obligacion primaria de preservar nuestra salud
pero con el como es visto el uso de drogas depende mucho desde donde sea
observado ya que algunas personas ven a las drogas como algo bueno ya que
ayudan a superar las dificultades de la existencia, así especialmente en los casos
del café, la nicotina, el alcohol, la marihuana, y los tranquilizantes menores pero
desde otro punto de vista se dice que los adolecentes debemos de aprender a
asumir la vida con seriedad y madurez. No debemos falsificar la vida y disminuir la
capacidad de afrontarla.
Es por eso que lo que creemos mas recomendable para que los adolecentes
eviten caer en un problema de adicciones es mantener un lazo fuerte de
confianaza con la familia para asi, si un problema llega a surgir o aluna otra cosa
aflije al adolecente poder orientarlo de la manera mas correctar para que asi este
no tenga la necesidad de busacr refugio en las drogas; ademas de esto los padres
deben Conocer a los amigos de sus hijos y reafirmar su oposición a las drogas son
dos de las cosas más importantes que los padres pueden hacer para proteger a
sus hijos de los peligros del abuso de sustancias.
Pero la ultima decision la tomamos asi que devemos a aprendrer a ser libres y
tomar decisiones reales sin ser influenciados por otros aspectos.
Bibliografía
http://www.apocatastasis.com/consumo-drogas-valoracion-
moral.php#axzz1pm9xHeV0
. http://www.unodc.org/documents/data-and-
analysis/statistics/Drugs/GAP_toolkit_module_7_Spanish_03-89743_ebook.pdf
http://www.bioeticacs.org/iceb/seleccion_temas/adicciones/Drogadiccion_y_etica.p
df