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ILUSTRACIÓN

La Ilustración fue una época histórica y un movimiento cultural e intelectual


europeo –especialmente en Francia e Inglaterra–que se desarrolló desde fines
del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa, aunque en algunos países
se prolongó durante los primeros años del siglo XIX. Fue denominado así por su
declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces
de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las
Luces.
Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir
la ignorancia, la superstición y la tiranía, y construir un mundo mejor. La
Ilustración tuvo una gran influencia en aspectos económicos, políticos y sociales
de la época. La expresión estética de este movimiento intelectual se
denominará Neoclasicismo.1
Definición

«La Ilustración significa el movimiento del hombre al


salir de una puerilidad mental de la que él mismo es
culpable.Puerilidad es la incapacidad de usar la
propia razón sin la guía de otra persona. Esta
puerilidad es culpable cuando su causa no es la falta
de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor
para pensar sin ayuda ajena. Sapere aude ¡Ten valor
de servirte de tu propio entendimiento! He aquí
la divisa de la Ilustración.»

Immanuel Kant, ¿Qué es la Ilustración?

La Ilustración (Lumières, en francés; Enlightenment, en inglés; Illuminismo, en


italiano;Aufklärung, en alemán),2 en frase de uno de sus más importantes
representantes, D'Alembert, «lo discutió, analizó y agitó todo, desde las ciencias
profanas a los fundamentos de la revelación, desde la metafísica a las materias
del gusto, desde la música hasta la moral, desde las disputas escolásticas de los
teólogos hasta los objetos del comercio, desde los derechos de los príncipes a los
de los pueblos, desde la ley natural hasta las leyes arbitrarias de las naciones, en
una palabra, desde las cuestiones que más nos atañen a las que nos interesan
más débilmente». Esto mismo nos indica que, más que el contenido mismo de sus
doctrinas, lo original del movimiento fue la forma de pensamiento y valoración.
Según el teórico marxista Lucien Goldmann, la Ilustración puede ser definida
como «una etapa histórica de la evolución global del pensamiento burgués».
Como tal, insertaría su filiación doctrinal en el Renacimiento y, especialmente,
en las corrientes racionalistas y empiristas del s. XVII (de Descartes, a Locke,
pasando por Bacon, Bayle, Galileo, Grotius,Hobbes, Leibniz, Newton, Spinoza, o
los libertinos), y basa su posibilidad sociológica de desarrollo en las revoluciones
políticas neerlandesa e inglesa, en el empuje de la burguesía y en las
transformaciones económicas en gestación, apoyadas en una coyuntura en alza,
que desembocarán en la revolución francesa.
La Ilustración en España
En España, la Ilustración coincidió con los reinados de Fernando VI y Carlos III.
Si bien la decadencia profunda en que se encontraba el país en el punto de
partida obstaculizó una posterior eclosión, el auge dinámico de algunas de sus
zonas geográficas (especialmente Cataluña) a lo largo del período y la actuación
coadyuvante (aunque tímida) desde el poder político facilitaron la aparición de
un nutrido y valioso grupo de ilustrados
(Cabarrús, Cadalso, Campomanes, Capmany, Cavanilles, Feijoo, Hervás y
Panduro, Jovellanos, Mutis, etc.)  condicionado, no obstante, por el arraigo y la
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preponderancia del pensamiento teológico tradicional. La creación de las Reales


Academias de la Lengua, de la Historia, de la Medicina o del Real Gabinete de
Historia Natural (actual Museo Nacional de Ciencias Naturales), fueron algunos
de los logros de la Ilustración española.
La Ilustración en Hispanoamérica
A Hispanoamérica llegan las ideas de ilustración a través de la metrópoli.
En los ámbitos de la política y la economía, las reformas impulsadas por el
despotismo ilustrado a finales del reinado de Fernando VI y durante el de su
sucesor Carlos III tenían por objeto reafirmar el dominio efectivo del gobierno
de Madrid sobre la sociedad colonial y contener o frenar el ascenso de las elites
criollas.
Las autoridades españolas procedían a una explotación más sistemática y
profunda de las colonias. Procuraban, además, fortalecer y aumentar la marina
de guerra y establecer unidades del ejército regular español en las diversas
regiones de América.
En la Nueva España (México), en el ámbito de los colegios de la Compañía de
Jesús, vemos surgir un importante grupo de científicos y filósofos ilustrados,
encabezados por José Rafael Campoy (1723-1777), que defienden una clara
separación entre la filosofía y las ciencias naturales, una mayor especialización
en el estudio científico y una simplificación en el método de la enseñanza
filosófica, evitando las sutilezas silogísticas, así como la sumisión incondicional a
las autoridades. En este grupo de pensadores que trabaja principalmente en
la Ciudad de México, Tepotzotlán, Guadalajara y Valladolid (Morelia), destacan el
historiador Francisco Javier Clavijero (1731-1787), que emplea un método
histórico sistemático y sorprendentemente moderno; el filósofo Andrés de
Guevara y Basoazábal (1748-1801), que se basa en Bacon, Descartes y los
sensistas para plantear la necesidad de una filosofía moderna, justificar el
método inductivo y experimental, y denunciar el abuso del método deductivo; y
principalmente Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos (1745-1783), crítico de la
escolástica y defensor de la ciencia y de la modernidad, cuyo eclecticismo
ilustrado está principalmente regido por los valores del buen sentido, la
racionalidad, la tolerancia y la utilidad para el hombre.
En el sur del continente, el pensamiento ilustrado tuvo un primer gran empuje en
la Real Audiencia de Quito mediante la llamada Escuela de la Concordia, fundada
en la ciudad deQuito por el Dr. Eugenio Espejo en 1791, y a la cual pertenecían
nobles de la élite criolla y profesionales mestizos. Los pensamientos y debates
surgidos en la Escuela de la Concordia plantaron las primeras semillas de
nacionalismo e independencia de Sudamérica, ya que de a partir de varios
sucesos ocurridos con sus diferentes miembros, la ilustración se propagaría
hacia el resto de territorios de los virreinatos de Nueva Granada y Perú.
Contexto histórico
Introducción
El término Ilustración se refiere específicamente a un movimiento intelectual
histórico. Existen precedentes de la Ilustración en Inglaterra y Escocia a finales
del siglo XVII, pero el movimiento se considera originalmente francés. La
Ilustración tuvo también una expresión estética, denominada Neoclasicismo.
Desde Francia, donde madura, se extendió por toda Europa y América y renovó
especialmente las ciencias, la filosofía,la política y la sociedad; sus aportes han
sido más discutidos en el terreno de las Artes y la Literatura.
Siglo XVII: la era de la Razón
Según muchos historiadores, los límites de la Ilustración han alcanzado la mayor
parte del siglo XVII, aunque otros prefieren llamar a esta época la Era de la
Razón. Ambos períodos se encuentran en cualquier caso, unidos y emparentados,
e incluso es igualmente aceptable hablar de ambos períodos como de uno solo.
A lo largo del siglo XVI y siglo XVII, Europa se encontraba envuelta en guerras
de religión. Cuando la situación política se estabilizó tras laPaz de
Westfalia (acuerdo entre católicos y protestantes, 1648) y el final de la guerra
civil en Inglaterra, existía un ambiente de agitación que tendía a centrar las
nociones de fe y misticismo en las revelaciones "divinas", captadas de forma
individual como la fuente principal de conocimiento y sabiduría (Iluminismo). En
lugar de esto, la Era de la Razón trató entonces de establecer una filosofía
basada en el axioma y el absolutismo como bases para el conocimiento y la
estabilidad.
Este objetivo de la Era de la Razón, que estaba construido sobre axiomas,
alcanzó su madurez con la Ética de Baruch Spinoza, que exponía una
visión panteísta del universo donde Dios y la Naturaleza eran uno. Esta idea se
convirtió en el fundamento para la Ilustración, desde Isaac
Newton hasta Thomas Jefferson.
La Ilustración estaba influida en muchos sentidos por las ideas de Blaise
Pascal, Gottfried Leibniz, Galileo Galilei y otros filósofos del período anterior. El
pensamiento europeo atravesaba por una ola de cambios, ejemplificados por la
filosofía natural de Sir Isaac Newton, un matemático y físico brillante. Las ideas
de Newton, que combinaban su habilidad de fusionar las pruebas axiomáticas
con las observaciones físicas en sistemas coherentes de predicciones
verificables, proporcionaron el sentido de la mayor parte de lo que sobrevendría
en el siglo posterior tras la publicación de sus Philosophiae Naturalis Principia
Mathematica. Pero Newton no estaba solo en su revolución sistemática
pensadora, sino que era simplemente el más famoso y visible de sus ejemplos.
Las ideas de leyes uniformes para los fenómenos naturales se reflejaron en una
mayor sistematización de una variedad de estudios.
Si el período anterior fue la era del razonamiento sobre los principios básicos, la
Ilustración se dedicó a buscar la mente de Dios mediante el estudio de la
creación y por la deducción de las verdades básicas del mundo. Esta visión de
algún modo puede haber llegado hasta nuestros días, en los que la creencia de
los individuos en las verdades es más provisional, pero en aquel momento, la
verdad era una noción poderosa, que contenía las nociones básicas sobre la
fuente de la legitimidad de las cosas.
Siglo XVIII: el inicio de las revoluciones
El siglo XVIII constituye, en general, una época de progreso de los conocimientos
racionales y de perfeccionamiento de las técnicas de la ciencia. Fue un período
de enriquecimiento que potenció a la nueva burguesía, si bien se mantuvieron los
derechos tradicionales de los órdenes privilegiados dentro del sistema
monárquico absolutista. Sin embargo, la historia del siglo XVIII consta de dos
etapas diferenciadas: la primera supone una continuidad del Antiguo
Régimen (hasta la década de 1770), y la segunda, de cambios profundos, culmina
con la Revolución Estadounidense, la Revolución francesa y Revolución
industrial en Inglaterra.
Esta corriente abogaba por la razón como la forma de establecer un sistema
autoritario ético. Entre 1751 y 1765 se publica en Francia la
primera Enciclopedia, de Denis Diderot y Jean Le Rond D'Alembert, que
pretendía recoger el pensamiento ilustrado. Querían educar a la sociedad,
porque una sociedad culta que piensa por sí misma era la mejor manera de
asegurar el fin del Antiguo Régimen (el absolutismo y las dictaduras se basan en
la ignorancia del pueblo para dominarlo). En su redacción colaboraron otros
pensadores ilustrados comoMontesquieu, Rousseau y Voltaire.
Los líderes intelectuales de este movimiento se consideraban a sí mismos como
la élite de la sociedad, cuyo principal propósito era liderar al mundo hacia el
progreso, sacándolo del largo periodo de tradiciones, superstición, irracionalidad
y tiranía (periodo que ellos creían iniciado durante la llamada Edad Oscura). Este
movimiento trajo consigo el marco intelectual en el que se producirían las
revoluciones Guerra de la Independencia de los Estados Unidos y Revolución
francesa, así como el auge del capitalismo y el nacimiento del socialismo. En la
música estaba acompañado por el movimiento barroco y en las artes por el
movimiento neoclásico.
Otro destacado movimiento filosófico del siglo XVIII, íntimamente relacionado
con la Ilustración, se caracterizaba por centrar su interés en la fe y la piedad.
Sus partidarios trataban de usar el racionalismo como vía para demostrar la
existencia de un ser supremo. En este periodo, la fe y la piedad eran parte
integral en la exploración de la filosofía natural y la ética, además de las teorías
políticas del momento. Sin embargo, prominentes filósofos ilustrados
como Voltaire y Jean-Jacques Rousseau cuestionaron y criticaron la misma
existencia de instituciones como la Iglesia y el Estado.
El siglo XVIII vio también el continuo auge de las ideas empíricas en la filosofía,
ideas que eran aplicadas a lapolítica económica, al gobierno y a ciencias como
la física, la química y la biología.
En la historia nada es casual, un hecho es la consecuencia inevitable de otros
que lo precedieron. La Revolución francesa, si bien tuvo otras causas, no hubiera
sido posible sin la presencia del iluminismo que, poniendo luz sobre el
oscurantismo de la Edad Media, época en que se impedía pensar libremente, se
alejó de los dogmas religiosos para explicar el mundo y sus acontecimientos,
para hacerlos a la luz de la razón.
El iluminismo tampoco hubiera existido de no haberlo precedido un
debilitamiento del poder de la Iglesia a causa de la reforma protestante, que
dividió al mundo cristiano; y delhumanismo, movimiento filosófico que centró en
el hombre el objeto de las preocupaciones terrenales, quitando a la religión ese
privilegio y desechando el teocentrismo.
Contexto social, difusión y pensamiento

«-¿Debéis tener, le dijo Cándido al turco, una extensa y


magnifica tierra?
-Solo tengo veinte arpendes, contestó el turco; los cultivo
con mis hijos; el trabajo aleja de nosotros tres grandes
males, el aburrimiento, el vicio y la necesidad.
-También sé, dijo Cándido, que tenemos que cultivar
nuestro jardín.»

Voltaire, Cándido
Ya se ha dicho que, socialmente, la Ilustración se halla inscrita en el ámbito de
la burguesía ascendente, pero sus animadores no fueron ni todas las capas
burguesas, ni solamente éstas. Por un lado, tuvo sus adversarios en
determinados sectores de la alta burguesía comercial (como, por ejemplo, el
dedicado al tráfico negrero), y, por otra parte, ciertos elementos del bajo clero o
de la nobleza cortesana (caso del Conde de Aranda en España, o de
losArgenson en Francia), e incluso el propio aparato estatal de despotismo
ilustrado (Federico II, Catalina II, José II), la apoyaron, aunque, en este último
caso, en sus manifestaciones más tímidas y, muchas veces, como simple arma de
política internacional.
Los medios de que se valió el movimiento para su difusión fueron múltiples
(entre otros, las sociedades secretas, como la masonería), pero, en primer lugar,
hay que señalar las sociedades de pensamiento, específicas de la época, como
los Amigos del país en España, o conocidas ya antes, pero potenciadas ahora,
como las academias y los salones (éstos en muchas ocasiones, regidos por
«femmes de lettres»). Otros vehículos de enorme importancia fueron la prensa
periódica y la internacionalización de las ediciones. Por otra parte, la
independencia económica del profesional de las letras, antes sujeto al
mecenazgo, dio mayor autonomía a su pensamiento.
Aunque existieron diversas tendencias entre los ilustrados (que, a veces, dieron
lugar a largas polémicas entre ellos —por ejemplo, en torno a problemas de la
propiedad, que enfrentó a fisiócratas y utópicos— y a enemistades duraderas,
como la de Diderot-Rousseau), reconocieron también una línea maestra común,
que los hizo solidarios en su lucha. Su arma es la razón, desprovista de contenido
preestablecido y convertida en un seguro instrumente de búsqueda, cuyo poder
no consiste en poseer, sino en adquirir (libido sciendi). Con ella luchan contra
la superstición las formas religiosas tradicionales y reveladas (llegando
al deísmo o al ateísmo), al argumento de autoridad y las estructuras políticas y
sociales anquilosadas, intentando eliminar cualquier elemento de misterio,
extrañeza o milagro; es, por lo tanto, una ideología antropocéntrica –Pope diría
que «el estudio propio del género humano es el hombre»–, llena de un optimismo
activo frente al futuro, porque cree en el progreso conseguido a través de la
razón, en la posibilidad de instaurar la felicidad en la tierra y de mejorar a los
hombres, de por sí buenos (Rousseau). En este sentido es un movimiento
entusiasta, basado no en un frío racionalismo, sino convencido de que la
sensibilidad, como aptitud para la emoción, es una potenciadora de la razón, si
viene guiada por la experiencia: «a medida que el espíritu adquiere más luces, el
corazón adquiere más sensibilidad», se lee en L'Encyclopédie (artículo “foible”).
Al mismo tiempo, la Ilustración, forma de pensamiento de una economía de
intercambio basada en el contrato comercial, tiene como rasgos distintivos
el individualismo, el igualitarismo formal, el universalismo iusnaturalista,
la tolerancia y el postulado de la libertad.
GUERRA DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS
UNIDOS
La Guerra de Independencia de los Estados Unidos fue un conflicto que
enfrentó a las trece colonias británicas originales en América del Norte contra
el Reino de Gran Bretaña. Ocurrió entre 1775 y 1783, finalizando con la derrota
británica en labatalla de Yorktown y la firma del Tratado de París.
Durante la guerra, Francia ayudó a los revolucionarios estadounidenses con
tropas terrestres comandadas por Rochambeau y por el Marqués de La Fayette y
por flotas bajo el comando de marinos como Guichen, de
Grasse y d'Estaing. España, por su parte, lo hizo inicialmente gracias a Bernardo
de Gálvez y de forma abierta a partir de la batalla de Saratoga, mediante armas,
suministros y abriendo un frente en el flanco sur.
Las colonias británicas que se independizaron de Gran Bretaña edificaron el
primer sistema político liberal y democrático, alumbrando una nueva nación,
los Estados Unidos de América, incorporando las nuevas ideas revolucionarias
que propugnaban la igualdad y la libertad. Esta sociedad colonial se formó a
partir de oleadas de colonos inmigrados y no existían en ella los rasgos
característicos del rígido sistema estamental europeo.
En las colonias del sur (Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia)
se había organizado un sistema esclavista (con unos 500.000 esclavos negros)
que explotaban plantaciones de tabaco, algodón y azúcar. De este modo, la
población estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios y esclavos.
Los antecedentes a la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos se
remontan a la confrontación franco-británica en Norteamérica y a las
consecuencias de la Guerra de los Siete Años.
La Guerra de los siete años terminó en 1763. El 10 de febrero, el Tratado de
París ponía fin al imperio colonial francés en América del Norte y consolidaba a
Inglaterra como la potencia hegemónica. En oposición sólo tenía a España, que
controlabaNueva Orleans, la ciudad más importante, con unos 10 000 habitantes.
Respecto a Francia, la pérdida territorial no fue sentida como algo catastrófico.
Se conservaban los derechos pesqueros en Terranova y la población católica
francófona recibiría un trato de respeto. Por otro lado, en el Caribe las pérdidas
pueden ser compensadas, pues la colonia principal francesa del Caribe, Saint-
Domingue (la Española) con capital en Puerto Príncipe, produce la mitad del
azúcar consumido en todo el mundo, y su comercio con África y las Antillas está
en pleno apogeo.
Respecto a los colonos estadounidenses, la guerra modificó radicalmente el
panorama anterior. Los francófonos católicos deQuebec, tradicionales enemigos
de los colonos estadounidenses de las Trece colonias, recibieron un trato
respetuoso por parte de las autoridades británicas. Trato que se confirmó en
1774 cuando se dotó a Canadá de un estatuto particular dentro de las colonias
estadounidenses, llevándose sus fronteras hasta la confluencia del Ohio y
el Misisipi. Asimismo su población conserva un derecho civil propio y la Iglesia
Católica es reconocida. Todos estos movimientos fueron mal aceptados por la
población de las Trece colonias.
La causa inmediata de este conflicto fue el injusto trato que Gran Bretaña infligía
a los colonos, pues éstos aportaban riquezas e impuestos a la metrópoli pero no
tenían los medios para decidir sobre dichos impuestos, por lo que se sentían
marginados y no representados.
La guerra
Gran Bretaña obtuvo el triunfo sobre Francia en la Guerra de los Siete
Años (1756-1763) recibiendo gran ayuda económica y militar de las colonias,
aunque dicha colaboración no les fue recompensada. Las medidas represivas del
gobierno inglés (producidas tras sublevaciones como el Motín del té de Boston y
las sanciones de las Actas Intolerables) provocaron el inicio de la guerra de
independencia.
El descontento se extendió por las Trece Colonias y se organizó una
manifestación en Boston en contra de los impuestos que debían pagar por
artículos indispensables como el papel, el vidrio o la pintura. En esta
manifestación no hubo ningún altercado y el gobierno inglés hizo oídos sordos a
las peticiones de los colonos. Pero éstos no iban a consentir que la situación
continuara así, con lo que se reunieron junto a varios miembros de otras
poblaciones para urdir una acción más propagandística que la manifestación.
En 1773 los colonos se reunieron en Boston. De Gran Bretaña llegaban tres
naves cargadas de cajas que contenían té. Varios miembros de la sociedad
secreta se disfrazaron de indios y fueron nadando hasta alcanzar los tres barcos.
Una vez allí capturaron a sus tripulantes y tiraron la mercancía por la borda. Fue
la primera acción contra la represión de impuestos, lo que intranquilizó a los
británicos.
En 1774 se reunió por primera vez el Congreso de los colonos en contra de la
servidumbre a los británicos y a favor de una patria independiente, el Primer
Congreso Continental. Ya se discuten unas hipotéticas leyes. Pese al clima de
enemistad contra los ingleses en las colonias, todavía había algunos colonos que
apoyaban al rey inglés Jorge III, siendo llamados kings friends.
Los primeros combates

Tropas alemanas que sirvieron con los británicos, llamadas «Hesianos» o


«Hessians» en inglés (C. Ziegler, tras Conrad Gessner, 1799).
El 19 de abril de 1775, soldados ingleses salieron de Boston para impedir la
rebelión de los colonos mediante la toma de un depósito de armas de estos
últimos en la vecina ciudad de Concord. En el poblado de Lexington se
enfrentaron a 70 milicianos. Alguien, nadie sabe quién, abrió fuego, y comenzó
de este modo la guerra de independencia. Los ingleses tomaron Lexington y
Concord, pero en su regreso hacia Boston fueron hostigados por cientos de
voluntarios de Massachusetts. Se producen las primeras bajas de la contienda,
ocho soldados colonos. Para junio, 10.000 soldados coloniales estaban sitiando
Boston.
En mayo de 1775, un Segundo Congreso Continental se reunió en Filadelfia y
empezó a asumir las funciones de gobierno nacional. Nombró catorce generales,
autorizó la invasión de Canadá y organizó un ejército de campaña bajo el mando
de George Washington, un hacendado virginiano y veterano de la Guerra
Francesa e Indígena. Consciente de que las colonias sureñas desconfiaban del
fanatismo de Massachusetts, John Adams presionó para que se eligiera a este
coronel de la milicia virginiana, que tenía cuarenta y tres años,
como comandante en jefe. Fue una elección inspirada. Washington, que asistía al
Congreso de uniforme, tenía el aspecto adecuado; era alto y sereno, con un digno
aire militar que inspiraba confianza. Como dijo un congresista: «No era un tipo
que actuara alocadamente, que despotricara y jurara, sino alguien sobrio, firme
y calmado.»
Se empezaron a reclutar soldados de entre todas las partes de las colonias.
Muchos de ellos eran agricultores o cazadores, bravucones y poco entrenados en
el combate. En las primeras luchas contra los británicos, George Washington
llegó a decir: «hemos reclutado un ejército de generales, no obedecen a nadie.»
Al principio, la guerra fue desfavorable para los colonos. En junio de 1775 ambos
ejércitos se encontraron en Bunker Hill, frente a Boston. Los rebeldes se habían
atrincherado en la colina y, pese a que los británicos asaltaron las posiciones
continentales con violencia, los colonos consiguieron aguantar el ataque durante
bastante tiempo; cuando los últimos asaltantes logran llegar a la cima las bajas
británicas son de 800. Es una victoria pírrica para los ingleses. Los insurgentes,
además, hicieron circular su versión de los hechos, que no era otra sino que se
habían retirado simplemente por la falta de munición y no por el empuje de los
casacas rojas.

Travesía del río Delaware


El 2 de julio de 1776, el Congreso finalmente resolvió que: «estas Colonias
Unidas son, y por derecho deben ser, estados libres y soberanos». El 4 de
julio de 1776 se reunieron 56 congresistas estadounidenses para aprobar
la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que Thomas
Jefferson redactó con la ayuda de otros ciudadanos de Virginia. Se imprimió
papel moneda y se iniciaron relaciones diplomáticas con potencias extranjeras.
En el congreso se encontraban cuatro de las principales figuras de la
independencia: George Washington, Thomas Jefferson, Benjamin Franklin y John
Adams. De los 56 congresistas, 14 murieron durante la guerra. Benjamin
Franklin se convierte en el primer embajador y jefe de los servicios secretos.
La unidad se extendió entonces por las Trece Colonias para luchar contra los
británicos. La declaración presentó una defensa pública de la Guerra de
Independencia, incluida una larga lista de quejas contra el soberano inglés Jorge
III. Pero sobre todo, explicó la filosofía que sustentaba la independencia,
proclamando que todos los hombres nacen iguales y poseen ciertos derechos
inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que los
gobiernos pueden gobernar sólo con el consentimiento de los gobernados; que
cualquier gobierno puede ser disuelto cuando deja de proteger los derechos del
pueblo. Esta teoría política tuvo su origen en el filósofo inglés John Locke, y
ocupa un lugar prominente en la tradición política anglosajona.
Estos hechos convencieron al gobierno británico de que no se enfrentaba
simplemente a una revuelta local de Nueva Inglaterra. Pronto se asumió que
el Reino Unido estaba envuelto en una guerra, y no en una simple rebelión, por
lo que se adoptaron decisiones de política militar dieciochesca convencional,
consistente en maniobras y batallas entre ejércitos organizados.
Este cambio de estrategia forzó a los británicos a evacuar Boston en marzo
de 1776 y transferir sus principales fuerzas a Nueva York, cuya población se
presumía más favorable a la Corona, con un puerto más amplio y una posición
central. En consecuencia, en el verano de 1776, sir William Howe, que sustituyó
a Gage como comandante en jefe del ejército británico en Norteamérica, llegó al
puerto de Nueva York con una fuerza de más de treinta mil hombres. Howe tenía
intención de aislar Nueva Inglaterra de los otros rebeldes y derrotar al ejército
de Washington en una batalla decisiva. Iba a pasar los dos años siguientes
tratando de llevar a cabo este plan.
Según todas las apariencias, un enfrentamiento militar parecía muy ventajoso
para Gran Bretaña, una de las potencias mundiales más poderosas, con una
población de unos once millones, frente a los dos millones y medio de colonos, un
quinto de los cuales eran esclavos negros. La armada británica era la mayor del
mundo y casi la mitad de sus buques participaron inicialmente en el conflicto con
los nacientes Estados Unidos. El ejército era una fuerza profesional bien
entrenada; en 1778, llegó a tener cerca de cincuenta mil soldados estacionados
sólo en Norteamérica, a los cuales se añadieron más de treinta mil mercenarios
alemanes durante la contienda.
Para enfrentarse a ese poder militar, los rebeldes tenían que empezar de la nada.
El Ejército Continental contaba con menos de cinco mil efectivos permanentes,
complementados por unidades de las milicias estatales de diferentes tamaños. En
la mayoría de los casos estaban mandados por oficiales inexpertos y no
profesionales. George Washington, el comandante en jefe, por ejemplo, sólo
había sido coronel de regimiento en la frontera virginiana y tenía poca
experiencia en combate. No sabía nada de mover grandes masas de soldados y
nunca había dirigido un asedio a una posición fortificada. Muchos de sus
oficiales habían salido de las capas medias de la sociedad: había posaderos
convertidos en capitanes y zapateros en coroneles, como exclamó, asombrado,
un oficial francés. Es más, «sucede con frecuencia que los colonos preguntan a
los oficiales franceses qué oficio tienen en Francia». No es de extrañar, pues,
que la mayoría de los oficiales británicos pensara que el ejército insurgente no
era «más que una banda despreciable de vagabundos, desertores y ladrones»
incapaces de rivalizar con los casacas rojas de Su Majestad. Un general británico
llegó a alardear que con mil granaderos podía «ir de un extremo a otro de
Norteamérica y castrar a todos los hombres, en parte por la fuerza y en parte
con un poco de persuasión».
Sin embargo, estos contrastes eran engañosos, porque las desventajas británicas
eran inmensas desde el principio del conflicto. Gran Bretaña tenía que conducir
la guerra desde el otro lado del Atlántico, a cinco mil kilómetros de distancia,
con los consiguientes problemas de comunicaciones y logística; incluso alimentar
adecuadamente era un problema casi insalvable. Al mismo tiempo, tenía que
hacer una guerra absolutamente diferente a la que cualquier país hubiera
librado en el siglo XVIII. La propia Norteamérica era inconquistable. La enorme
extensión del territorio hacía que las maniobras y operaciones convencionales
fueran difíciles y engorrosas. El carácter local y fragmentario de la autoridad en
Norteamérica inhibía cualquier acción decisiva por parte de los británicos. No
había ningún centro neurálgico con cuya captura se pudiera lograr aplastar la
rebelión. Los generales británicos acabaron por decidir que su principal objetivo
debía ser enfrentarse al ejército de Washington en una batalla, pero, como dijo el
comandante en jefe británico, no sabían como hacerlo, «ya que el enemigo se
mueve con mucha más celeridad de la que nosotros somos capaces».
Uno de los principales problemas para los colonos era la baja calidad de sus
mosquetes, ya anticuados y que sólo podían disparar a pocos metros para
obtener precisión. Esto llevó a que se creara un nuevo tipo de arma más eficaz,
que fue el fusil modelo Pennsylvania, de gran precisión desde más de 80 metros.
Los colonos en estos primeros combates lucharon en forma de guerrillas.
George Washington, por su parte, comprendió desde el principio que, por el lado
estadounidense, la guerra tenía que ser defensiva. «En todas las ocasiones
debemos evitar una acción general -dijo ante el Congreso en septiembre de
1776- o arriesgar nada, a menos que nos veamos obligados por una necesidad a
la cual no deberíamos vernos arrastrados.» Aunque nunca actuó como cabecilla
guerrillero y se concentró todo el tiempo en crear un ejército profesional, con el
cual pretendía batir a los británicos en una batalla abierta, en realidad, sus
tropas pasaban buena parte del tiempo librando escaramuzas con el enemigo,
acosándolo y privándole de comida y avituallamiento siempre que era posible
(guerra de guerrillas). En esas circunstancias, la dependencia de los
estadounidenses de unas fuerzas de la milicia no profesionales y la debilidad de
su ejército organizado los convertían, como dijo un oficial suizo, en más
peligrosos que «si tuvieran un ejército regular». Los británicos no
comprendieron nunca a qué se enfrentaban; esto es, a una verdadera revolución
que contaba con un apoyo generalizado de la población. Por ello, continuamente
subestimaron el aguante de los rebeldes y sobreestimaron la fuerza de los
colonos leales a la Corona. Al final, la independencia acabó significando más
para los estadounidenses que la reconquista o conservación de las Trece
Colonias para los ingleses.
La batalla de Saratoga
Las cosas empezaron a cambiar en octubre de 1777, cuando un ejército británico
bajo el mando del General John Burgoyne se rindió en Saratoga, en el norte del
estado de Nueva York. Este fue el golpe de gracia y propagandístico que
necesitaban los colonos para su independencia. Desde Canadá llegaron indios
(dirigidos por Joseph Brant) a favor de los británicos porque los colonos les
estaban expropiando sus tierras cada vez más. La expedición estaba mandada
por el general John Burgoyne y pretendía llegar a Albany. Sin embargo, fueron
interceptados y tuvieron que presentar batalla en Freeman, cerca del río
Hudson. Aquí estaban los colonos al mando de Benedict Arnold, Horatio
Gates y Daniel Morgan. Este último comandaba a fusileros vestidos con pieles,
muchos de ellos antiguos cazadores.
El general Burgoyne contaba con 600 mercenarios alemanes (los británicos
llegaron a utilizar hasta 16.000 en toda la guerra) para tomar la granja. El 9 de
septiembre Morgan tiene a sus hombres bien escondidos en un bosque contiguo
a la granja y en los trigales de la misma. Una vez se acercan los mercenarios
alemanes, los fusileros salen de sus escondites y disparan a los enemigos,
produciendo gran sorpresa entre éstos y provocando que caigan decenas.
Burgoyne entonces manda otros 600 más, que también caen. Los británicos
retroceden, pero Burgoyne resiste, aunque sin suministros ni víveres, y consigue
poco tiempo después tomar la granja.
Horatio Gates, aunque hombre pesimista, es convencido por Morgan y Arnold
para lanzar un ataque a los británicos. Con los cañones incautados a los
británicos bombardean la granja y consiguen la rendición de Burgoyne. Entre el
cañoneo de los colonos, un general británico, Simon Fraser, ordenó una carga
de caballería totalmente desesperada por lo difícil de la situación. Esta carga fue
rápidamente neutralizada por los hombres de Morgan, que consiguieron acabar
con el general. Éste, antes de morir, pidió ser enterrado en elcampo de batalla, y
para ello varios soldados británicos se reunieron, lo que llegó a confundir a los
colonos. Creyendo que los enemigos se estaban reorganizando para otro ataque,
empezaron a cañonear la zona en que estaban enterrando a Simon Fraser, y
aunque no dieron en el blanco, sí produjeron que los que se esforzaban en la
faena fueran salpicados por la arena y el polvo. Al final se le pudo enterrar entre
una lluvia de balas de cañón. Este hecho produjo esta frase de un general alemán
llamado Riedesel: «¡qué gran entierro para un gran guerrero!»
La ayuda extranjera y el final de la guerra
Alentados por la victoria de Saratoga, Francia y España veían la oportunidad
como una ocasión de oro para lograr la revancha del desastroso Tratado de
París de 1763, con el que concluyó la Guerra de los Siete Años. Así, Francia tras
unos meses de cierta vacilación, entró abiertamente en la guerra firmando una
alianza en febrero de 1778 con los colonos. Pese a sus escasas provisiones y
limitado adiestramiento, las tropas coloniales pelearon bien en general, pero
podrían haber perdido la guerra si no hubieran recibido ayuda del erario francés,
de la poderosa marina francesa y de las tropas enviadas por Francia.
Por su parte, España, aunque enseguida ayudó a los rebeldes con dinero, armas
y municiones, se mostró reacia a la intervención directa, debido al temor
de Floridablanca a las consecuencias de un conflicto armado; incluso aspiró a
algo que, de momento, resultaba una verdadera utopía: la mediación entre los
contendientes. Los objetivos españoles en América eran expulsar a los británicos
tanto del golfo de México como de las orillas del Mississipi y conseguir la
desaparición de sus asentamientos en la América Central.
Después de 1778, la lucha se trasladó al sur y el conflicto ya había adquirido un
cariz internacional con la entrada de Francia. Un año más tarde la realidad se
impuso y España declaró la guerra a Inglaterra, pensando incluso en la
posibilidad de invadir Gran Bretaña mediante el concurso de una armada
francoespañola, plan que resultó inviable. Para su entrada abierta en el conflicto,
el gobierno español había firmado el llamado tratado de Aranjuez, acuerdo
secreto con Francia sellado en Aranjuez el 12 de abril de 1779, por el cual
España conseguía una serie de concesiones a cambio de unirse a Francia en la
guerra. Ésta prometió su ayuda en la recuperación
de Menorca, Mobile, Pensacola, la bahía de Honduras y la costa de Campeche y
aseguró que no concluiría paz alguna que no supusiera la devolución
de Gibraltar a España. Esto provocó que los británicos tuvieran que desviar a
Gibraltar tropas destinadas en un principio a las colonias.
Los puertos de Toulon y Brest, en Francia, que estaban bloqueados por los
británicos, fueron desbloqueados por la falta de efectivos de los británicos. Con
los puertos atlánticos abiertos, los franceses pudieron llevar tropas a América al
mando de La Fayette y de Rochambeau, siendo esta ayuda de gran importancia
para los colonos, como se señaló más arriba.
Más tarde Holanda también se unirá a la coalición formada por España y
Francia, con ambiciones de ganar posiciones por el dominio de los mares,
aunque a diferencia de sus aliadas, ella no aporto tropas, tan solo provisiones,
armas, vestimenta, divisas y algunos buques de guerra.
En 1781, 8.000 soldados británicos al mando del general Charles
Cornwallis fueron rodeados en Virginia, el último reducto, por una flota francesa
y un ejército combinado franco-estadounidense a las órdenes de George
Washington de 16.000 hombres. Tras el sitio de Yorktown, Cornwallis se rindió, y
el gobierno británico propuso la paz. En la batalla cayeron 156 británicos, 52
franceses y 20 independentistas, siendo los últimos muertos en combate durante
la Guerra de la Independencia.
En los restantes frentes entre 1779 y 1781, España sitió Gibraltar, una vez más
infructuosamente, y lanzó varias campañas contra distintos puntos estratégicos
del golfo de México en manos británicas, la mayor parte coronadas por el éxito
(Pensacola). Por otro lado, una exitosa expedición a Menorca permitió la
recuperación de la isla en febrero de 1782. El Tratado de París o Tratado de
Versalles se firmó el 3 de septiembre de 1783 entre Gran Bretaña y Estados
Unidos y puso término a la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. El
hecho de que Gran Bretaña perdiese todas las posesiones en el continente
americano al sur de Canadá y al norte de Florida, hacía imposible un desenlace
militar favorable para los británicos, solicitando éstos el cese de las hostilidades.
El tratado de París de 1783 (la Paz de Versalles)
Se reconocía la independencia de Estados Unidos de América y otorgó a la nueva
nación todo el territorio al norte de Florida, al sur del Canadá y al este del río
Misisipi. El paralelo 32º se fijaba como frontera norte. Gran Bretaña renunció,
asimismo al valle del Ohio y dio a Estados Unidos plenos poderes sobre la
explotación pesquera deTerranova.
España mantenía los territorios recuperados de Menorca y la Florida oriental y
occidental. Por otro lado recuperaba las costas de Nicaragua, Honduras (Costa
de los Mosquitos) y Campeche. Se reconocía la soberanía española sobre la
colonia de Providencia y la inglesa sobre Bahamas. Sin embargo, Gran Bretaña
conservaba la estratégica posición de Gibraltar (Londres se mostró inflexible, ya
que el control del Mediterráneo era impracticable sin la fortaleza de la Roca).
Francia recuperaba la mayoría de sus islas en las Antillas, además de las plazas
del río Senegal en África.
Holanda recibía Sumatra, estando obligada a entregar Negapatam (en la India) a
Gran Bretaña y a reconocer a los ingleses el derecho de navegar libremente por
el Índico.
Gran Bretaña mantenía a Canadá bajo su Imperio, a pesar de que los
estadounidenses trataron de exportar a tierras canadienses su revolución.
Finalmente, se acordó el intercambio de prisioneros.
En general los logros alcanzados pueden juzgarse como favorables para España
y en menor medida para Francia a pesar del elevado coste bélico y las pérdidas
ocasionadas por la casi paralización del comercio con América, un pesado lastre
que gravitaría sobre la posterior situación económica francesa. Por otra parte, el
triunfo de los rebeldes estadounidenses sobre Inglaterra no iba a dejar de influir
en un futuro próximo sobre las colonias españolas. Esta influencia vino por
distintos caminos: la emulación de lo realizado por comunidades en similares
circunstancias, la solidaridad de los antiguos colonos con los que aún lo eran, la
ayuda de otras potencias interesadas en la desaparición del imperio colonial
español, etc. Estos aspectos se manifestaron de un modo claro durante
las Guerras Napoleónicas.
La nueva constitución
Una vez conquistada la independencia resultó muy complicado poner de acuerdo
a todas las antiguas colonias. En 1787, 55 representantes de las antiguas
colonias se reunieron en Filadelfia con el fin de redactar una constitución. Se
creaba así un único gobierno federal, con un presidente de la república y dos
cámaras legislativas (Cámara de Representantes y Senado). Esta constitución
estaba inspirada en los principios de igualdad y libertad que defendían
los ilustrados franceses y se configuró como la primera carta magna que recogía
los principios del liberalismo político estableciendo un régimen republicano y
democrático. La independencia y democracia estadounidense causó un notable
impacto en la opinión y la política de Europa.

CONVENCIÓN DE FILADELFIA

Escena al momento de firmar la Constitución de los Estados Unidos, por Howard


Chandler Christy.
La Convención de Filadelfia (también conocida como la Convención
Constitucional, la Convención Federal y laGran Convención de Filadelfia)
fue llevada a cabo entre los días 14 de mayo y 17 de septiembre del año 1787,
para resolver los problemas de gobierno de Estados Unidos, que había estado
funcionando conforme a los Artículos de la Confederación después de su
independencia de Gran Bretaña. Aunque la idea de la Convención era solamente
revisar los Artículos de la Confederación, la intención de muchos de sus
proponentes, principalmente James Madisony Alexander Hamilton, era el crear
un nuevo gobierno en lugar de “arreglar” el que ya existía. Los delegados
eligieron a George Washington para que presidiera la convención. El resultado
de la Convención fue la Constitución de los Estados Unidos de América. La
convención es uno de los eventos centrales en la historia de los Estados Unidos.
Contexto histórico
Antes que se redactara la Constitución, los Federalistas y los Anti-Federalistas se
pusieron de acuerdo en cuanto a la ineficacia del gobierno para manejar el
comercio. Virginia y Maryland habían llegado a un acuerdo sobre como navegar
por la bahía Chesapeake y respecto a sus asuntos tributarios y querían que
Delaware y Pensilvania se les unieran. Semejante acuerdo, sin embargo, era
ilegal sin el consentimiento del Congreso Confederal según el Artículo VI de los
Artículos de la Confederación. La frustración respecto al acuerdo desencadenó
en la Convención de Anápolis, en donde sólo cinco estados se presentaron para
discutir posibles remedios para el comercio. En la convención se fijó la fecha
para la Convención de Filadelfia en 1787.
Tres acontecimientos ocurrieron que incrementaron la legitimidad de la
Convención de Filadelfia. Primero Nueva York vetó el plan de 25 años de Robert
Morris para incrementar los ingresos después de que todos los demás estados
habían estado de acuerdo (muchos con reservas). La nación se encontraba con
una necesidad desesperada de ingresos para pagar deudas externas a Francia y
los Países Bajos, a los soldados que luchaban contra los Nativos Americanos en el
oeste, y para los gastos generales de dirigir un gobierno. El Impuesto de 1786
solicitó 3,8 millones de dólares y recibió sólo 663 dólares en requisas. Segundo,
la Rebelión de Shays sacudió el país. La rebelión para capturar un arsenal en
Massachusetts fue suprimida con relativa facilidad, pero las noticias del
acontecimiento asustaron a la gente en todos los estados y expusieron las
debilidades de los Artículos. Por último, los bloqueos en el país debido a las
deudas demostraron la debilidad de los Artículos y mostraron la incapacidad del
gobierno para solucionar el problema.
Deliberaciones
La convención se celebró en la Cámara Legislativa del Estado de Pensilvania
durante el cálido verano de 1787. Las ventanas se mantuvieron cerradas y se
situaron guardias de modo que otras personas no pudieran oír las discusiones.
Rhode Island rechazó enviar delegados a la convención.
El plan Virginia
El Plan Virginia era el orden del día no oficial para la Convención. La delegación
de Virginia llegó antes que las otras delegaciones a Filadelfia y comenzó a
reunirse diariamente para hablar sobre proyectos para el nuevo gobierno. Todos
excepto la primera resolución fueron escritos por James Madison, y fueron
relatados en la Convención por Edmund Randolph.
El plan incluía:
 Una legislatura bicameral
 Los miembros de ambas Cámaras determinados proporcionalmente
 La cámara baja sería elegida por la población de varios estados
 La Cámara Alta sería elegida por la cámara baja nombrada por las
legislaturas estatales
 La legislatura sería muy poderosa
 Se planeó un ejecutivo, pero existiría para asegurar que se realizara la
voluntad de la legislatura, y elegida por la legislatura
 Formación de una judicatura, con duración de por vida
 Un Consejo de Revisión consistente en el ejecutivo y algunas judicaturas
nacionales y tendría el poder de vetar y revisar la legislación nacional
 La legislatura nacional sería capaz de vetar leyes estatales
El Gran Compromiso
Roger Sherman estaba bien visto en la convención, y era respetado por muchos
de los otros miembros. En la mañana del 11 de junio, Sherman propuso: "que la
proporción de sufragio en la primera cámara debería corresponderse al
respectivo número de habitantes libres; y en la segunda cámara o Senado, cada
Estado debería tener un voto y no más." Al principio esta propuesta fue
rechazada como demasiado radical. Más tarde cuando ninguna de las partes
llegaba a un acuerdo, se llegó a un compromiso, conocido como el 'Gran
Compromiso' siguiendo el plan de Sherman de tener la Cámara de
Representantes de los Estados Unidos basada en la población y en el Senado
cada estado conseguiría una cantidad igual de Senadores. Éste también fue
conocido como el 'Compromiso de Connecticut'.
GEORGE WASHINGTON
George Washington /ˌdʒɔɹdʒ ˈwɑʃiŋtən/(Westmoreland, Virginia, América
británica, 22 de febrero de 1732-Mount Vernon, Virginia,Estados Unidos, 14 de
diciembre de 1799)1 2 3 fue el primer Presidente de los Estados
Unidos entre 1789 y 1797      yComandante
4 5 6
en Jefe del Ejército
Continental revolucionario en la Guerra de la Independencia de los Estados
Unidos (1775–1783). En los Estados Unidos se le considera el Padre de la
Patria.5 6 Es considerado uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos.
Washington empezó a ganar condecoraciones armando tropas de la colonia
de Virginia para apoyar al Imperio Británico durante laGuerra Franco-
Indígena (1754-1763), un conflicto que él inadvertidamente ayudó a iniciar.
El Congreso Continental designó a Washington Comandante en Jefe del Ejército
Continental en 1775.7 Al año siguiente, los británicos fueron desalojados
de Boston, perdieron la ciudad de Nueva York y fueron derrotados
en Trenton, Nueva Jersey, ante la sorpresa que causó Washington cruzando el río
Delaware. Debido a su estrategia, fuerzas revolucionarias capturaron a los dos
ejércitos principales de combate británicos en la batalla de Saratoga y en la
de Yorktown. En negociación con el Congreso, los estados coloniales y los aliados
franceses, mantuvo un ejército débil y una nación frágil en medio de las
amenazas de desintegración y fracaso. Después de liderar la victoria
estadounidense en la Guerra de la Independencia, renunció a sus cargos
militares y regresó a la vida en su plantación de Mount Vernon, acto que le trajo
aún más renombre.
En 1787, presidió la Convención de Filadelfia que esbozó la Constitución de los
Estados Unidos de América y en 1789, fue elegido de manera unánime como el
primer presidente de los Estados Unidos. Trató de crear una nación capaz de
sostener la paz con sus países vecinos. Su Proclama de la
Neutralidad de 1793 sirvió de base para evitar cualquier implicación en
conflictos extranjeros. Él apoyó los planes de construir un gobierno central
fuerte mediante el pago de la deuda nacional, la aplicación de un sistema
fiscal eficaz y la creación de un banco nacional. Washington evitó la guerra y
mantuvo una década de paz con Gran Bretaña con la firma del Tratado
Jay en 1795, a pesar de la intensa oposición del Partido Demócrata-Republicano.
Aunque nunca se afilió oficialmente al Partido Federalista, apoyaba su programa.
Sus dos períodos de gobierno establecieron muchas políticas y tradiciones que
existen hasta el día de hoy.
Antes de la finalización de su período de gobierno, Washington se retiró
nuevamente a la vida civil, estableciendo un importante precedente de transición
pacífica que ha servido de ejemplo no sólo en los Estados Unidos sino también en
otras futurasrepúblicas. El Discurso de Despedida de Washington fue una
introducción a la virtud republicana y una severa advertencia contra
el partidismo, la sectorialización y la participación en guerras en el extranjero.
Se le concedió la primera Medalla de Oro del Congreso con el agradecimiento de
la Cámara en 1776.8
Washington murió en 1799 debido principalmente a un tratamiento para
su neumonía, que incluía calomelanos y sangrías, resultando en una combinación
de shock, debido a la pérdida de cinco pintas de sangre, así como
la asfixia y deshidratación.Henry Lee III fue quien pronunció la oración fúnebre,
donde declaró que Washington fue el "primero en la guerra, primero en la paz y
primero en el corazón de sus compatriotas".9
Los historiadores constantemente le han situado como uno de los más
grandes presidentes de Estados Unidos.
Infancia y juventud

La casa del abuelo de George en elCondado de Westmoreland (Virginia), su lugar


de nacimiento.
George Washington nació el 22 de febrero de 1732 como primer hijo
de Augustine Washington y su segunda esposa, Mary Ball Washington, en las
tierras de Pope's Creek, cerca de la actual Colonial Beach, en el Condado de
Westmoreland (Virginia). Los antepasados de Washington eran
de Sulgrave, Inglaterra. Su bisabuelo, John Washington, emigró a Virginia
en 1657.10 Su padre tuvo cuatro hijos con su primera esposa, Jane Butler: dos
murieron jóvenes, pero sobrevivieron otros dos hijos (Lawrence, nacido
alrededor del año 1718, y Augustine, nacido alrededor de 1720). Su padre tenía
unaplantación trabajada por esclavos, aunque luego intentó probar suerte con la
extracción de hierro. Su madre vivió para ver a su hijo convertido en un
personaje famoso, pero mantuvo una relación tensa con él. Durante la juventud
de George, los Washington fueron miembros moderadamente prósperos de la
aristocracia de Virginia de «mediano rango».10
Trasladado a Ferry Farm en el Condado de Stafford (Virginia) a los seis años,
George fue educado en el hogar por su padre y hermano mayor. 11 «Gus»
Washington murió cuando George tenía tan sólo once años de edad, después de
lo cual Lawrence Washington, su medio hermano, asumió el papel y figura
paterna. William Fairfax, el padrastro de Lawrence y miembro de la poderosa
familia Fairfax, tuvo también una influencia formativa sobre él.
Washington tuvo poca educación formal. En su lugar, fue entrenado como
un agrimensor, y adquirió lo que sería un impagable conocimiento del terreno
alrededor de su colonia natal de Virginia.12 La pertenencia de su hermano mayor
a la poderosa familia Fairfax, dio al joven George el patrocinio de Thomas
Fairfax, sexto Lord Fairfax de Cameron y propietario de Northern Neck,
unaplantación que abarcaba unos cinco millones de acres en Virginia.
A finales de julio de 1749, inmediatamente después de la creación de la ciudad
de Alexandria a lo largo del río Potomac, a la edad de 17 años, George fue
comisionado como el primer agrimensordel recién creado condado de
Culpeper,11 13 en el interior de la colonia. Este nombramiento fue asegurado, sin
duda, a instancias de Lord Fairfax y su primo William Fairfax, que estaba
sentado en el Consejo del Gobernador. 14 Fue un trabajo bien remunerado que le
permitió comprar tierra en el valle de Shenandoah, la primera de sus muchas
adquisiciones en el oeste de Virginia. Emprendió entonces su carrera
como hacendado, definido en su momento como alguien que tenía 20 o más
esclavos. En 1748, fue invitado para ayudar al peritaje de las tierras de Lord
Fairfax al oeste de la Cordillera Azul. A través de su medio hermano, Lawrence
Washington, también trabajó para la Compañía de Ohio, que tenía por objeto
explotar las tierras del oeste.
En 1751, George y su medio hermano viajaron a Barbados, hospedándose en
Bush Hill House,15con la esperanza de que el clima beneficiara la salud de
Lawrence, que padecía de tuberculosis. Esta fue la única vez que George
Washington viajó fuera de lo que hoy es Estados Unidos.16Durante este viaje,
Washington contrajo la viruela, que dejó marcada su cara con
múltiplescicatrices, pero que lo inmunizó a esta pavorosa enfermedad para el
futuro. La salud de Lawrence no mejoró, por lo que optó por regresar a Mount
Vernon, donde murió en 1752. Después de la muerte de Lawrence en 1752,
George se hizo cargo de parte de su herencia y asumió algunos de las funciones
de Lawrence como ayudante de la colonia. 17 A finales de 1752, el recién
nombrado gobernador de Virginia, Robert Dinwiddie, dividió el mando de la
milicia estatal en cuatro regiones y George solicitó uno de los mandos con el
rango de mayor. Ese mismo año fue nombrado ayudante general de la milicia de
Virginia,11 encargado de la formación de la milicia en el barrio que se le
asignara.18 A los 21 años, en Fredericksburg, Washington se convirtió
en maestre de la Francmasonería, una organización fraternal que tuvo una
influencia duradera.19
En diciembre de 1753, Washington fue solicitado por el gobernador Dinwiddie
para llevar un ultimátum británico a los canadienses franceses en la frontera
de Ohio.11 Washington evaluó la fuerza militar francesa y entregó el mensaje a
los canadienses franceses de Fort Le Boeuf en Waterford, Pensilvania. El
mensaje, que no fue atendido, llamaba a los franceses-canadienses a abandonar
su avance en Ohio. Las dos potencias coloniales se dirigían hacia el conflicto en
todo el mundo. El informe de Washington sobre el asunto fue muy leído a ambos
lados del Atlántico.
Guerra Franco-Indígena

Washington como coronel del Regimiento de Virginia en 1772 porCharles Willson


Peale.
En 1754, Dinwiddie nombró a Washington teniente coronel y le ordenó que
realizara una expedición a Fort Duquesne para expulsar a los canadienses
franceses.11 Con sus aliados indios americanos liderados por Tanacharison,
Washington y sus tropas emboscaron a un grupo expedicionario franco-
canadiense de unos 30 hombres, dirigidos por Joseph Coulon de Jumonville, en lo
que se conoció como batalla de Jumonville Glen.20 Una mayor y mejor
posicionada fuerza franco-canadiense e india abrumó a Washington y sus tropas
en Fort Necessity, en lo que se llamó Batalla de Great Meadows, dando lugar a la
rendición militar de Washington. Los términos de la rendición incluían una
declaración en la que Washington reconocía haber asesinado a Jumonville
después de la emboscada. Washington no podía leer enfrancés, y, sin darse
cuenta de lo que reconocía, firmó con su nombre. 21 Liberado por los franceses,
Washington volvió a Virginia, donde fue eximido de culpa por la derrota, pero
renunció a su cargo porque no le gustaba la nueva disposición de la Milicia de
Virginia.21
En 1755, Washington fue ayudante del general británico Edward Braddock en
la Expedición Braddock.11 Esta expedición se basaba en un gran esfuerzo por
retomar el país de Ohio. Braddock murió en la batalla del río Monongahela y la
expedición terminó en desastre, Washington se distinguió como el Héroe de la
Monongahela.22 El papel de Washington durante la batalla ha sido objeto de
debate. El biógrafo Joseph Ellis afirma que Washington montó de un lado a otro
del campo de batalla, uniendo a los restos de las fuerzas británicas y virginianas
a un repliegue táctico.23 A raíz de esta acción, a Washington se le dio el mando
de una frontera difícil de las montañas de Virginia, y fue recompensado al ser
ascendido a coronel y nombrado comandante de todas las fuerzas de Virginia.11
En 1758, Washington participó como General de Brigada en la expedición Forbes
que llevó a la evacuación de los franceses de Fort Duquesne, y el establecimiento
británico de Pittsburgh.11 Después, Washington renunció al servicio militar activo
y pasó los siguientes dieciséis años como hacendado y político de Virginia.24
La Revolución estadounidense
Después de las derrotas en Lexington y Concord en abril de 1775, Washington
apareció en el Congreso Continental en uniforme militar, señalando que estaba
preparado para la lucha armada. Washington tenía el
prestigio, experiencia, carisma y porte de cualquier gran jefe
militar y era conocido por su reputación como un fuerte
patriota, y las colonias del Sur, en especial Virginia, lo
apoyaron. Aunque no buscaba explícitamente el cargo de
comandante e incluso afirmó que no estaba capacitado para
ello, no hubo una seria competencia para el puesto.
Washington aceptó el mando, declarando «con gran
sinceridad, no creo estar al nivel de un Comandante, estoy
honrado». El Congreso creó el Ejército Continental el 14 de
junio de 1775. Propuesto por John Adams de Massachusetts (que luego sería
suvicepresidente) creyendo que al liderar un sureño un ejército formado
principalmente por norteños, ayudaría a unir a las colonias. Washington fue
nombrado Mayor General y solicitó que no se le pagara excepto el reembolso de
sus gastos.11
Victoria de los patriotas
Las fuerzas británicas derrotaron a las tropas de Washington en la Batalla de
Brandywine el 11 de septiembre de 1777. Howe superó a Washington y se dirigió
a Filadelfia sin oposición el 26 de septiembre. El ejército de Washington atacó
sin éxito la guarnición británica en la Batalla de Germantown a principios de
octubre. Mientras tanto, el general John Burgoyne, fuera del alcance de la ayuda
de Howe, fue atrapado y obligado a entregar todo su ejército en la Batalla de
Saratoga, Nueva York. Francia respondió a la derrota de Burgoyne entrando en
la guerra, en abierta alianza con los Estados Unidos, convirtiendo la lucha
revolucionaria en una guerra a nivel mundial. La pérdida de Filadelfia por parte
de Washington llevó a algunos miembros del Congreso a discutir la destitución
de Washington del mando. Este intento fracasó después de que los partidarios de
Washington se reunieran en torno a él.38
Washington acampó el ejército en Valley Forge, en diciembre de 1777,
permaneciendo allí los siguientes seis meses. Durante el invierno, 2.500 hombres
de una fuerza de 10.000 hombres murieron a causa de la enfermedad y el frío. La
siguiente primavera, sin embargo, el ejército surgido de la fragua del valle
estaba en buen estado, gracias en parte a un programa de formación a gran
escala supervisado por el Barón von Steuben, un veterano del estado
mayor prusiano. Los británicos fueron evacuados de Filadelfia a Nueva
Yorken 1778, pero Washington los atacó en la Batalla de Monmouth.
Posteriormente, los realistas siguieron en dirección a Nueva York. Washington
trasladó su ejército fuera de Nueva York.

En el verano de 1779 y bajo la dirección de Washington el general John


Sullivan llevó a cabo una campaña decisiva de tierra quemada, que destruyó
totalmente por lo menos cuarenta pueblos iroqueses en el centro y norte
del estado de Nueva York, en represalia por la relación entre los iroqueses y los
ataques contra los asentamientos de América antes de la guerra. Washington dio
el golpe final a los ingleses en 1781, después de una victoria naval francesa, que
permitió que las fuerzas estadounidenses y francesas pudieran atrapar al ejército
británico en Virginia. La rendición en Yorktown el 17 de octubre de 1781, marcó
el final de la mayoría de los combates.
Aunque conocido por sus éxitos en la guerra y por la vida que siguió, Washington
sufrió muchas derrotas antes de conseguir la victoria.
Después de la guerra
En marzo de 1783, Washington usó su influencia para dispersar a un grupo de
oficiales del Ejército que habían amenazado con enfrentarse al Congreso con
respecto a sus salarios atrasados. Por el Tratado de París (firmado ese mes de
septiembre), el Reino de Gran Bretañareconoció a los Estados Unidos de
América como una república independiente. Washington disolvió su ejército y
el 2 de noviembre dio un elocuente discurso de despedida a sus soldados.39
El 25 de noviembre, los británicos fueron evacuados de Nueva York y el nuevo
gobernador tomó posesión. En Fraunces Tavern el 4 de diciembre, Washington
dio a sus oficiales formalmente la despedida y el 23 de diciembre de 1783,
renunció a su mando como Comandante en Jefe, emulando al general
romano Cincinato. Él fue un ejemplo del ideal republicano de liderazgo
ciudadano que rechaza el poder. Durante este período, no existía el cargo de
Presidente de los Estados Unidos bajo los Artículos de Confederación,
precursores de la Constitución.
La jubilación de Washington en Mount Vernon fue de corta duración. Hizo un
viaje de exploración a la frontera occidental en 1784,11 y fue persuadido a asistir
a la Convención Constitucional en Filadelfia en el verano de 1787, siendo elegido
por unanimidad presidente de la Convención. Participó poco en los debates
(aunque votó a favor o en contra de los diversos artículos), pero su alto prestigio
mantuvo la colegialidad y a los delegados en sus trabajos. Los delegados
diseñaron la presidencia con Washington en mente, y le permitieron definir el
cargo una vez electo. Después de la Convención, su apoyo al texto convenció a
muchos, incluyendo a la asamblea de Virginia, a votar por la ratificación, lo que
posibilitó que la nueva Constitución fuera ratificada por los 13 estados.
Presidencia de los Estados Unidos
El Colegio Electoral eligió unánimemente a Washington en las elecciones de
1789, y otra vez en las elecciones de 1792, con lo que sigue siendo el único
presidente que ha recibido el 100 % de los votos electorales.40 En su toma de
posesión, John Adams fue elegido vicepresidente. Washington tomó el juramento
del cargo como primer presidente bajo la Constitución de los Estados Unidos de
América el 30 de abril de 1789, en el Federal Hall de Nueva York, aunque, al
principio, él no había querido el cargo.41
El primer Congreso de Estados Unidos votó a favor de pagar a Washington
un sueldo de $ 25.000 al año, una gran suma en 1789. Washington, que ya era
rico, se redujo el sueldo, ya que valoraba su imagen como un servidor público
desinteresado. A instancias del Congreso, sin embargo, finalmente aceptó el
pago, para evitar crear un precedente por el cual la presidencia sería percibida
como un cargo independiente limitado solamente a personas adineradas que
pudieran servir sin sueldo. Washington atendió cuidadosamente a la pompa y
la ceremonia del cargo, asegurándose de que los títulos y los símbolos
republicanos no emularan nunca las cortes reales europeas. A tal fin, prefirió el
título «Señor Presidente» a tratamientos sugeridos más majestuosos.
Washington demostró ser un hábil administrador. Un excelente delegador de
funciones y un juez de talento y carácter, que mantuvo reuniones periódicas para
debatir cuestiones del gabinete antes de tomar una decisión final. En el manejo
de las tareas de rutina, fue "sistemático, ordenado, enérgico, preocupado de la
opinión de los demás, pero decisivo, decidido a los objetivos generales y con
coherencia en las acciones particulares con ellos".42
Washington sirvió un segundo mandato como presidente a regañadientes. Se
negó a postular para un tercero, estableciendo así la política habitual de un
máximo de dos mandatos para un presidente, que más tarde se convirtió en ley
por la 22ª Enmienda a la Constitución.43
Memoria
Hoy en día, la cara de Washington y su imagen a
menudo se utilizan como símbolos nacionales de
los Estados Unidos, junto con iconos como
la bandera y el escudo. Él aparece en la moneda
actual, incluido el billete de un dólar y la moneda de
cuarto de dólar, y en los sellos postales de los EE.
UU. Junto con su aparición en la primera expedición
de sellos postales por la Oficina Postal de los
EE.UU. en 1847, Washington ha estado representado en los sellos postales
62

de EE. UU. más que todos los demás estadounidenses notables juntos,


comoAbraham Lincoln y Benjamín Franklin.62 63 Washington, junto con Theodore
Roosevelt, Thomas Jefferson y Abraham Lincoln, es representado en piedra en el
monumento del Monte Rushmore. El Monumento a Washington, uno de los
lugares más conocidos de América, fue construido en su honor. The George
Washington Masonic National Memorial en Alexandría, Virginia, fue construido
entre1922-1932 con contribuciones voluntarias de los 52 órganos locales de
gobierno de los masones en los Estados Unidos.64 65
Muchas cosas se han nombrado en honor de Washington. El nombre de
Washington se convirtió en el de la capital del país, Washington, DC, una de las
dos capitales de todo el mundo que lleva el nombre de un presidente de Estados
Unidos (la otra es Monrovia, Liberia). Elestado de Washington es el único estado
que lleva el nombre de un americano (Maryland, Virginia, Carolina del
Norte, Carolina del Sur y Georgia toman su nombre en honor de los monarcas
británicos, Luisiana de un rey francés y Pensilvania y Delaware de súbditos
británicos). La Universidad George Washington y la Universidad Washington en
San Luis en Misuri fueron nombradas en su honor, al igual que la Universidad
Washington y Lee (a veces «Washington Academy»), que fue rebautizada por las
donaciones de Washington en 1796. Innumerables ciudades y pueblos de
América cuentan con una calle de Washington entre su callejero.
En el Gran Sello de los Estados Confederados de América, George Washington
ocupa una prominente posición, a caballo, en la misma posición que una estatua
suya en Richmond (Virginia). Actualmente la Marina de los Estados Unidos tiene
en servicio un portaaviones con capacidad nuclear llamado USS George
Washington.
Londres acoge una estatua de pie de Washington, una de las 22 réplicas
idénticas de bronce existentes. Sobre la base de la estatua de mármol original
de Jean Antoine Houdonen la Rotonda del Capitolio del Estado
en Richmond, Virginia, el duplicado se le dio a los británicos en 1921 por
la Commonwealth de Virginia. Se encuentra en frente de la National
Gallery en Trafalgar Square.

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