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TEMA 7
LA OFERTA Y EL DEPÓSITO
PARTICIPANTES
LUZ PARRA
HENRY ANDRADE
HAYDEE GONZALEZ
NEIRY CHRINOS
SECCION: EJR-MB-410C
TEMA 7 LA OFERTA Y EL DEPÓSITO
INTRODUCCION
CONCEPTO DE OFERTA
La oferta es la promesa que se hace de dar, cumplir o ejecutar una cosa.
La oferta es una manifestación de voluntad, hecha por una persona (oferente,
solicitante, proponente) a un sujeto determinado (destinatario u oblado), o al
público, con la finalidad de celebrar un contrato y que debe contener los elementos
para su existencia. El destinatario está en la libertad de aceptarla o no. La Oferta
debe ser seria. Cuando se hace con ánimo jocoso o didáctico no produce
efectos. Si se hace con reservas, o con posibilidad de modificarla, no es
justamente una Oferta verdadera.
REQUISITOS DE LA OFERTA:
a. Formalidades intrínsecas:
Que la oferta real se haga al acreedor que sea capaz de exigir o a aquel que
tenga facultad de recibir por él.
Que se haga por persona capaz de pagar.
Que comprenda la suma íntegra u otra cosa debida, los frutos y los intereses
debidos, los gastos líquidos y una cantidad para los ilíquidos, con la reserva por
cualquier suplemento.
Que el plazo fijado para el cumplimiento de la obligación esté vencido, si se ha
estipulado en interés del acreedor.
Si se trata de una condición, ésta debe haberse cumplido.
Que la oferta se efectúe en el lugar convenido para el pago, y si no hay lugar
escogido por las partes, la oferta debe hacerse a la persona del acreedor o en su
domicilio, o en el lugar estipulado por el contrato.
b. Formalidades Extrínsecas:
De naturaleza externa dictada por la ley, son relativas a que la oferta real debe ser
efectuada por intermedio de un juez y la verificación de diligencias, actas y
notificaciones, deben ser las contempladas en el articulado del Código de
Procedimiento Civil. Art 819.
REQUISITOS DE FORMA DE LA OFERTA:
Conforme al artículo 819 del Código de Procedimiento Civil, la oferta real de pago
deberá hacerse por escrito dirigido al Juez competente, señalando dicha norma
que en dicho escrito deberá señalarse:
1. El nombre, apellido y domicilio del acreedor.
2. La descripción de la obligación que origina la oferta y la causa o razón del
ofrecimiento.
3. La especificación de las cosas que se ofrezcan.
Deberán llenarse además algunos requisitos de forma que, no obstante omitidos la
norma señalada, surgen como necesarios al procedimiento, tales como la
indicación del Tribunal ante el cual se formula la oferta, la identificación del
oferente, el carácter con que actúa, etc.
Pero conforme a lo dispuesto en el artículo 820 del Código de Procedimiento Civil,
no basta con la simple manifestación escrita que contenga tales menciones, pues
además de ello, el deudor u oferente deberá poner a disposición del Tribunal para
que las ofrezca al acreedor, las cosas que le ofrece, desde el mismo momento en
que presenta el escrito correspondiente.
Si se trata de cantidades de dinero, la entrega podrá suplirse con la certificación o
nota de depósito de tales cantidades hecho a favor del Tribunal en la cuenta del
mismo; tratándose de cosas muebles de fácil traslado, las entregará al Tribunal y
tratándose de cosas muebles o inmuebles cuyo traslado al Tribunal resulta
materialmente imposible, bastará la simple manifestación de ponerlas a
disposición del Tribunal.
CONDICIONES PARA LA VALIDEZ DE LA OFERTA:
Las condiciones para la validez del ofrecimiento real son determinadas por el
artículo 1.307 del Código Civil, a saber:
Que se haga al acreedor que sea capaz de exigir, o a aquél que tenga facultad de
recibir por él. Es necesario que así como el pago debe hacerse “al acreedor o a
una persona autorizada por el acreedor mismo, por la Autoridad Judicial o por la
Ley para recibirlo” (Art. 1.286), el ofrecimiento de pago debe ser hecho igualmente
a la persona del acreedor o a quien él autorice para recibirlo.
Tratándose de personas naturales que carezcan de capacidad negocial (menores,
entredichos, inhabilitados), será a su representante legal, tutor o curador a quien
deba hacerse la oferta real y si se trata de persona jurídica, a la persona que
ejerza su representación legal, conforme a la Ley o sus estatutos. Debe por tanto
hacerse a la persona capaz de exigir o de recibir.
El pago hecho al acreedor incapaz de recibirlo no es válido, a menos que el
deudor pruebe que la cosa pagada se ha convertido en utilidad del acreedor
(Art. 1.288 del Código Civil):
1.- Que se haga por persona capaz de pagar. La capacidad exigida al deudor
para que la oferta sea válida, es igualmente la capacidad negocial. Pero no solo
el deudor está facultado para hacer el ofrecimiento real: también puede hacerlo un
tercero, “con tal que obre en nombre y en descargo del deudor, y de que si obra
en su propio nombre no se subrogue en los derechos del acreedor” (Art. 1.283 del
C. C.).
2.- Que comprenda la suma íntegra u otra cosa debida, los frutos y los intereses
debidos, los gastos líquidos y una cantidad para los gastos ilíquidos, con la
reserva por cualquier suplemento.
3.-El ofrecimiento real no puede ser parcial, condicional, a término. Debe
comprender la cantidad total que se adeude a la cosa debida íntegramente,
incluidos los frutos e intereses de la obligación asumida hasta el día en que se
haga la oferta, más los gastos y un suplemento de la cantidad o cosa ofrecida, que
debe ser “una suma seria y efectiva”. Este suplemento debe ser calculado
prudentemente, por cuanto se trate de gastos no líquidos, debiendo en todo caso
el deudor prometer pagar lo que falte al respecto, si no fuere término estipulado
para el cumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato, “se presume
establecido en el beneficio del deudor, a no ser que del contrato mismo o de otras
circunstancias, resultase haberse puesto a favor del acreedor, o de las dos
partes”.
4.- Que se haya cumplido la condición bajo la cual se ha contraído la deuda.
Si la condición hace depender la existencia de la obligación de pagar de un
acontecimiento futuro e incierto, siempre que la misma sea una condición
suspensiva, ello determina que la deuda no puede considerarse existente hasta
tanto se cumpla la condición convenida por las partes, la cual deberá cumplirse de
la manera como las mismas han querido o entendido verosímilmente que lo fuese
(Art. 1205 C.C.).
5.- Que el ofrecimiento se haga en el lugar convenido para el pago, y cuando no
haya convención especial respecto del lugar del pago, que se haga a la persona
del acreedor, o en su domicilio, o en el escogido para la ejecución del contrato.
Se trata de cumplir el contrato en los términos en que haya sido convenido por las
partes, de modo que si en la convención se ha fijado el lugar donde el pago ha de
verificarse, no podrá unilateralmente el acreedor exigir el pago ni el deudor hacerlo
en un lugar distinto. Pero cuando no se haya convenido el lugar del pago, el
ofrecimiento real se hará a la persona del acreedor en el domicilio de este o en el
lugar convenido por las partes para la ejecución de la obligación. Este requisito se
corresponde con la previsión contenida en los artículos 1.295 y 1.528 del Código
Civil.
6.- Que el ofrecimiento sea hecho por ministerio del Juez.
Esta exigencia que no incluye la posibilidad de hacer una oferta de pago
extrajudicial, determina la necesidad de que el ofrecimiento real sea hecho a
través del Juez para que sea válido, teniéndose presente que el Juez debe ser
competente conforme a las reglas establecidas en el Código de Procedimiento
Civil.
CONCEPTO DE DEPÓSITO:
El depósito es la acción o efecto de depositar. Entrega de una cosa para ser
custodiada y devuelta. Cosa que se deposita o depositada. Lugar donde se
efectúa el depósito.
El Depósito es aquel término ambiguo, que sirve para designar:
1° el contrato en virtud del cual una persona (depositario), recibe de otra,
depositante, una cosa, con la obligación de conservarla y restituirla.
2°el acto mismo de la entrega de la cosa.
3° el objeto que se entrega en depósito.
El contrato de depósito es real, pues se perfecciona mediante la entrega de la
cosa; y unilateral, ya que de él surgen obligaciones solo para el depositario, salvo
los casos excepcionales de depósito oneroso, que algunas legislaciones, como la
argentina no reconocen.
CONDICIONES PARA LA VALIDEZ DEL DEPÓSITO:
Las condiciones para la validez del depósito, las determina el artículo 1.308
del Código Civil, a saber:
1.- Que lo haya precedido un requerimiento hecho al acreedor, que contenga la
indicación del día, hora y lugar en que la cosa ofrecida se depositará.
No podrá procederse al depósito de la cosa que constituye el objeto del pago
ofrecido por el deudor al acreedor, si antes no se ha hecho la oferta de pago,
esto es, el requerimiento al acreedor para que reciba las cantidades o cosas que
constituyan el objeto del mismo. Será solo cuando el acreedor no se encuentre en
el lugar donde se le haya hecho el requerimiento o cuando se niegue a recibir el
pago, cuando procederá hacer el depósito de la cosa ofrecida.
Ese requerimiento al acreedor para que reciba la cosa ofrecida y ante su negativa
a recibirla la manifestación de que la misma será depositada, debe contener la
mención expresa del día, hora y lugar en que la cosa ofrecida será depositada.
Con tal requerimiento se previene al acreedor de evitar los gastos de depósito y
del ofrecimiento real, que de ser válidos son de su cuenta conforme al artículo
1.309 del Código Civil.
2.- Que el deudor se haya desprendido de la posesión de la cosa ofrecida,
consignándola, con los intereses corridos hasta el día del depósito, en el lugar
indicado por la Ley para recibir tales depósitos.
Se trata de un desprendimiento real de la posesión de la cosa ofrecida por parte
del deudor, no de una simple manifestación de querer pagar. Ese desprendimiento
solo es posible mediante su depósito, bien en la cuenta del Tribunal ante el cual se
haya presentado la oferta real de pago o bien en manos de un depositario judicial,
cuando se trate de cosas distintas a cantidades de dinero. Como se señaló al
indicar las condiciones de validez del ofrecimiento real en el depósito deberán
estar incluidas igualmente todas las cantidades o cosas debidas, con sus intereses
y frutos producidos hasta el día del depósito, el cual se hará en el lugar convenido
por las partes, fijadas por la Ley o señalado por el Tribunal, según el caso.
3.- Que se levanta un acta, por el Juez, en la cual se indique la especie de las
cosas ofrecidas, la no aceptación por parte del acreedor o su no comparecencia,
y en fin, el depósito.
Constituye esta actuación la “prueba autentica de la diligencia efectuada, para el
caso de que llegue a ser objeto de discusión o controversia”. El acta que se
levante deberá llenar las formalidades y los requisitos establecidos en el artículo
189 del Código de Procedimiento Civil, además de las exigencias específicas a
que se refiere en ordinal 3º del artículo 1.308 del Código Civil,
4.- Que cuando el acreedor no haya comparecido, se le notifique del acto del
depósito, con la intimación de tomar la cosa depositada. Conforme a la primera
condición de validez del depósito, es necesaria la notificación para instruirle del
ofrecimiento hecho por el deudor y de haberse fijado día, hora y lugar en que será
depositada la cosa ofrecida, haciéndose necesaria una segunda notificación al
acreedor, cuando no compareciendo este a retirar la cosa ofrecida, se ha hecho
la consignación y el depósito, con la intimación de que reciba la cosa depositada.
EFECTOS DE LA OFERTA Y EL DEPÓSITO:
Desde el mismo día en que se hace el ofrecimiento real, comienzan a producirse
efectos a favor del deudor, entre otros evitar la caducidad de los derechos cuyo
ejercicio está limitado al transcurso de determinado lapso, como el derecho de
retracto convencional, siempre que la oferta se haga antes del vencimiento del
lapso de retracto, evitar la mora y con ello incurrir en la obligación de satisfacer
cláusulas penales que pudieron habérsele establecido para el caso de inejecución
de la obligación de pagar en un plazo determinado.
Pero tales efectos son provisionales, puesto que si el ofrecimiento real no va
seguido de la consignación de la cosa debida y ofrecida y del consiguiente
depósito, aquel no tendrá validez, de modo que es con el depósito que se
perfecciona el ofrecimiento real.
Será una vez verificado el depósito cuando se producen los efectos liberatorios
para el deudor, ya que a partir de ese momento dejan de correr los intereses y la
cosa depositada queda a riesgo y peligro del acreedor, conforme al artículo 1.306
del Código Civil. Tales efectos se producen no obstante que la notificación de
haberse verificado el depósito no se haya producido, pues la notificación solo se
hace necesaria como condición para la validez del depósito, más no para producir
los efectos señalados, de modo que aunque tal notificación no se haga, dichos
efectos comenzarán a producirse desde el mismo día en que el depósitos es
efectuado.
FASE NO CONTENCIOSA:
1.- TRAMITACIÓN:
El Tribunal deberá providenciar el escrito contentivo del ofrecimiento real de pago
dentro de los tres días siguientes a su recibo (Art. 10 CPC) y fijará día y hora para
trasladarse al lugar donde deba hacerse la oferta, a los fines de hacer el
ofrecimiento al acreedor de la cantidad de dinero o cosa que el deudor consignó
junto con el escrito correspondiente.
Llegado el día y la hora fijados, el Tribunal se trasladará al lugar donde deba
hacerse el ofrecimiento al acreedor y se constituirá para hacerle tal ofrecimiento y
la entrega de las cosas ofrecidas. Dicha oferta y la entrega se harán al mismo
acreedor que sea capaz de exigir y recibir o a la persona que tenga facultad por él
para recibirla.
El Tribunal al hacer el ofrecimiento levantará acta que deberá contener las
siguientes menciones:
1. La hora, día, mes, año y lugar en que se ha hecho la oferta.
2. El nombre, apellido y domicilio del deudor u oferente y del acreedor a quien se
le ha hecho la oferta o de la persona con facultad para recibir por el que haya
recibido las cosas o se hubiere negado a recibirlas.
3. La descripción de las cosas, valores o dinero ofrecido.
4. La respuesta del acreedor, su aceptación o negativa a recibir la oferta y las
razones por las cuales se niegan a recibirla, si tal fuere el caso.
5. La mención del pago o de la entrega de la cosa y en ambos casos, el
otorgamiento del recibo por parte del acreedor, en caso de aceptación de la oferta.
6. La firma del Juez, del Secretario y de quienes hayan intervenido en el acto.
Puede ocurrir que el acreedor o la persona que tenga facultad para recibir por él
no esté presente en el lugar donde se verifique la oferta real del pago o que se
niegue a recibir el pago; en tal caso, el Juez conforme a lo dispuesto en el artículo
822 del Código de Procedimiento Civil ordenará al Secretario expedir copia
certificada del acta que se levante conforme al artículo 821 y la dejará en manos
de las personas notificadas de la misión del Tribunal, haciéndose saber al
acreedor en la misma acta que dispone de un lapso de 3 días para aceptar la
oferta hecha y que en caso de no aceptarla, en tal lapso, se procederá al depósito
de la cosa ofrecida, dejándose constancia de la entrega de la copia del acta en el
expediente respectivo.
Cuando el acreedor se encuentre presente en el acto, se tendrá a derecho para la
continuación del procedimiento, pero esta notificación está referida solo a la fase
no contenciosa, a los efectos del depósito de la cosa ofrecida, pues una vez hecho
el depósito, si el procedimiento pasa a ser contencioso, se hace necesaria la
citación del acreedor, conforme a lo previsto en el artículo 824 del Código de
PROCEDIMIENTO CIVIL:
Si el acreedor o la persona que tenga facultad para recibir por él acepta la oferta y
recibe la cosa ofrecida, se le exigirá recibo y si fuere el caso, el otorgamiento de la
cancelación de la obligación correspondiente, tal como ocurrirá cuando se trate de
una obligación garantizada con hipoteca o cuando se trate de una venta con pacto
de retracto. Esa aceptación y recibo de la cosa ofrecida podrán efectuarla antes de
que la cosa sea depositada. En tal caso, concluirá el procedimiento. Si la
aceptación y recibo de la cosa ofrecida no se producen antes del depósito o se
oponen al ofrecimiento real, se abre la fase contenciosa del procedimiento.
2.- DEPÓSITO DE LA COSA OFRECIDA:
A partir del mismo día en que se haya hecho la oferta, sea que el acreedor o la
persona facultada para recibir por él hubiere estado presente en el acto o que no
estando presente se hubiere dejado la copia del acta a la persona por cuyo
intermedio se le hizo, comienza a correr el lapso de 3 días para que el acreedor
retire la cantidad o cosa, valores o dinero ofrecido. Durante ese lapso, el acreedor
puede optar por recibir o retirar la cosa o dinero objeto del ofrecimiento,
abstenerse de recibirlos o retirarlos u oponerse expresamente a la oferta hecha.
En el primer supuesto, concluye el procedimiento. En los otros dos, el Tribunal
ordenará el depósito de la cosa, valores o dineros ofrecidos y tal depósito se hará
conforme a lo previsto en el artículo 823 del Código de Procedimiento Civil.
Tratándose de cantidades de dinero, el depósito se hará en cuenta bancaria de
ahorros, en moneda o dinero de curso legal, presentándose al Tribunal el
comprobante o planilla del depósito debidamente validado. La forma, requisitos y
procedimientos para hacer tal consignación fue regulada mediante Resolución Nº
1.694, de fecha 15 de Septiembre de 1.998, dictada por el Consejo de la
Judicatura.
Si se trata de cosas muebles o inmuebles, el depósito se hará conforme a las
previsiones de la Ley Sobre Depósito Judicial y del Código de Procedimiento Civil
relativas al depósito. Al efecto, el artículo 1.313 del Código Civil establece que “Si
la cosa debida es un objeto determinado que debe entregarse donde se
encuentra, el deudor requerirá al acreedor para que la tome. Hecho este
requerimiento” y si el acreedor no la toma, se procederá entonces al depósito. “Si
el objeto de la deuda es un inmueble por su naturaleza o por su destinación, el
deudor puede, después de requerir al acreedor para que tome posesión de
aquellos, obtener del Juez que nombre un depositario”.
FASE CONTENCIOSA:
1.- TRAMITACIÓN:
Ordenado por el Tribunal el depósito de la cosa ofrecida, con fundamento en la
negativa expresa o tácita del acreedor de aceptar la oferta, se abre la fase
contenciosa del procedimiento. A tales efectos, se ordenará la citación del
acreedor, emplazándolo para que comparezca dentro de los 3 días siguientes a la
citación, para que exponga las razones o alegatos que considere conveniente
contra la validez de la oferta o del depósito.
En relación con las razones y alegatos que puede formular el acreedor, si bien la
disposición señala solo aquellos “que considere conveniente hacer contra la
validez de la oferta y del depósito efectuados”, no puede limitarse el derecho del
acreedor a solo los alegatos de fondo, pues de existir vicios de procedimiento,
tales como la incompetencia del Tribunal o la violación de lapsos procesales, se
estaría ante la violación del derecho a la defensa, lo que determinará la nulidad del
procedimiento y la consecuente reposición al estado en que los actos viciados
sean realizados nuevamente, pues de no aceptarse tales impugnaciones, dará
lugar a la violación de la garantía constitucional del debido proceso consagrado en
el artículo 49 de la CRBV, lo que abrirá la posibilidad de recurrir por la vía de
amparo constitucional contra la actuación judicial que menoscabe tal garantía.
No existiendo en el procedimiento la posibilidad de oponer cuestiones previas, en
la oportunidad fijada para la comparecencia el acreedor deberá señalar los vicios
de la solicitud, los vicios de procedimiento y las defensas de fondo que considere
conveniente en forma acumulativa, para que la decisión definitiva resuelva sobre
todos los alegatos formulados.
Pero el acreedor puede optar por atacar solo la validez de la oferta y del depósito
efectuado y, en tal caso, el fundamento de la impugnación de tales actos deberá
fundarse en la falta de cumplimiento de las condiciones de validez a que se
refieren los artículos 1307 y 1.308 del Código Civil.
Vencido el lapso de comparecencia, haya comparecido o no el acreedor a exponer
sus razones y alegatos, se abrirá un lapso de 10 días para que las partes
promuevan y sean evacuadas las pruebas que consideren conducentes a la
demostración de sus respectivas alegaciones y vencido el lapso de pruebas el
Juez dictará sentencia dentro de los 10 días siguientes, decidiendo sobre la
procedencia o improcedencia de la oferta y el depósito. Si los mismos son
declarados válidos el deudor quedará liberado de la obligación desde el mismo día
del depósito y se condenará al acreedor al pago de las costas procesales,
incluidos los gastos ocasionados por el procedimiento de oferta y depósito.
Si la oferta y el depósito se declaran como no efectuados válidamente, el deudor
habrá incurrido en mora y los efectos iníciales de tales actos cesarán, debiendo
por tanto, además de entenderse deudor de los intereses correspondientes que
continuarán causándose, condenársele al pago de las costas procesales.
En ambos casos, el Tribunal resolverá expresamente sobre la asignación de los
intereses que hubieren producido las cantidades de dinero depositadas a quien
correspondan.
Respecto del Estado, el Artículo 140 de dicha Constitución de 1999 establece: “El
Estado responderá patrimonialmente por los daños que sufran los particulares en
cualquiera de sus bienes y derechos siempre que la lesión sea imputable al
funcionamiento de la Administración Pública”.
La responsabilidad del Árbitro es legal; establecida en el Art. 615 del Código de
Procedimiento Civil, según el cual: “El cargo de árbitro, una vez aceptado, es
irrenunciable. El árbitro que sin causa legítima se separe de su cargo será
responsable penalmente por el delito de denegación de justicia, sin perjuicio de
que se haga efectiva su responsabilidad civil a través del recurso de queja que
consagra este Código”.
En la mayor parte de los códigos modernos, la acción civil contra los jueces es
objeto de especiales disposiciones, las cuales determinan las causas que a las
mismas dan lugar, el procedimiento a que ellas van sujetas, y los efectos que se
derivan.
El Juez como rector del proceso debe velar por el orden, la transparencia y el
acatamiento irrestricto de las normas dentro del Tribunal a su cargo, ello
comprende vigilar el desempeño de los funcionarios judiciales en el cumplimiento
de las tareas que le son asignadas, así como la actuación de las partes y sus
representantes dentro de las distintas etapas del proceso, todo lo cual garantiza
una correcta administración de justicia.
CONCLUSION
Para dar por finalizado este trabajo investigativo es importante recalcar que
en nuestro Estado de Derecho y de justicia Social se encuentran establecidas
otras leyes además de las anteriores nombradas tales como la Ley Orgánica del
Poder Judicial que en sus artículos 6 y 7 nos definen las responsabilidades que
tienen los jueces al incurrir en faltas según la gravedad de sus acciones.
De igual manera la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia en el
articulo 62 estipula las causas de remoción de los magistrado y jueces, así como
las que se encuentran reflejadas en la Ley Orgánica del Poder Ciudadano y el
Código de Ética del Juez venezolano y de Jueza venezolana.